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Capitulo 54 y 55
Capitulo 54 y 55
Oído
710
Cop. 54. OIDO mM
oreja hacia atrás. El conducto está revestido Coldillas aóreas Antro mastoldeo
por la piel del pabellón auricular y, en su por- mastoldess Conducto timpanamastaldeo
ción cartilaginosa, presenta folículos pilosos y Cavidad timpánica
Receso epltimpánico
eláandulas sebáceas y ceruminosas. Estas últi-
mas' son túbulos simples enrollados que se ase-
mejan a las glándulas sudoríparas apocrinas de
la axila. El cerumen es una mezcla de las secre-
ciones de las glándulas sebáceas y ceruminosas.
Trompa o
La piel del conducto está firmemente adherida
faringotimpánica
al pericondrio o al periostio, lo que explica el
dolor intenso de un furúnculo en este lugar.
Tegmen tympani
El conducto se relaciona por delante y abajo
Fig. 54-3. Esquema de la cavidad timpánica y los espacios
con la glándula parótida, por arriba y atrás con aéreos con los que se comunica. Vista lateral derecha.
el receso epitimpánico y las celdillas aéreas mas-
toideas. Se estrecha ligeramente: 1) en la unión
de sus porciones cartilaginosa y ósea, y 2) en el
istmo, cerca de su extremo interno. Ádemas de
Membrana timpánica
su papel protector, el conducto amplifica la
presión. La membrana timpánica (fig. 542), con diá-
metro aproximado de 1 cm, separa el conducto
inervación sensitiva y riego
auditivo externo de la caja del timpano. Su cara
songuineo del oido externo externa está cubierta de epidermis, y la interna
por Ja mucosa del oido medio. Su lámina fibro-
La principal inervación sensitiva del oído
sa intermedia? se inserta en la lámina timpánica
externo (fig. 57-6) proviene del nervio auriculo- del temporal, excepto en la parte anlerosu-
temporal (V par craneal) y el plexo cervical (ra- perior. La mayor parte de la membrana constí-
ma auricular, C-2 y C-3). Es probable que la re- tuye la llamada porción tensa. Sin embargo, la
gión de la concha también reciba inervación de lámina fibrosa es más delgada en la porción an-
los nervios craneales VII, IX y X. El riego san- terosuperjor de la membrana, y esta parte, limi-
guíneo del oído externo proviene principalmen-
tada por los pliegues maleolares anterior y pos-
te de las arterias auricular posterior y temporal terior, recibe el nombre de porción fláccida.
superficial (ramas de la carótida externa). Ea membrana timpánica está colocada muy
oblicuamente en el conducto (fig. 54-1). Su cara
externa es cóncava, y el centro de la concavidad
se llama ombligo. El mango y la apófisis externa
del martillo se insertan en la cara interna de la
Yunque
Cabeza del membrana del tímpano, que está en intima re-
unqu martillo lación con la cuerda del tímpano. Las incisiones
Pllegue de la membrana suelen hacerse en su cuadrante
malaolar posteroinferior para evitar los huesecillos y la
posterlor h A
$ a cuerda del tímpano. La membrana timpánica es
Rama vertical y A Pllegue
muy sensible (e) V y el X nervios craneales iner-
del yunque 3 malaolar
antarlar van su cara externa, y el IX su cara interna).
Dmbilgo La cara externa de la membrana timpánica
Mango del
martillo mira hacia afuera, adelante y abajo ““como dis-
Coro luminoso puesta para captar sonidos reflejados por el
suelo al avanzar el individuo” (J.C.R. Grant).
Esta nemotecnia ayuda a recordar que las pare-
Flg. $4-2. Membrana timpánica derecha, cara externa, des anterior e inferior del conducto son más lar-
Una linea imaginaria que pasa por el mango del martillo y gas que la posterior y la superior.
otra perpendicular a ésta se usan para delimitar los cua-
drantes de esta membrana. El ombligo se encuentra aproxi-
Exploración del oído externo (otoscopia)
madamente frente al promontorio del oido medio. La cabe-
24 del martillo, así como el cuerpo y la rama horizontal del
yunque, están en el receso epitimpánico, por arriba del nivel El conducto auditivo externo y la membrana
de la membrana del tímpano. Compárese con la fig. 63-14,4. del tímpano se pueden explorar en el sujeto vivo
n2 CABEZA Y CUELLO
Conductos semicirculares
Ñ Huesecillos
Sy del oído
Vestíbulo
< Componente vestibular
Jo /
lr Norvio facial
- E
A Componente
: sa coclear
e,
aracol
Trompa
Ventana oval . ' A. 7 faringotimpánica
cor el estribo Ventana s h
redonda :
Cavidad del NS
oído medio a
A
e a
Fig. 54-4, Dibujo del oído elaborado por Max Bróúdel (con la rotulación modificada), que muestra el laberinto óseo, el VIT
y el VIII nervios craneales y la trompa faringotimpánica.
Togmen tympan)
Canducta del nervia facial Ventana oval
Conducto semicircular externo Semiconducto para al músculo dei martillo
POSTERIOR
ANTERIOR
Conducta
timpañomastaldea
Orificio
Pirámide— tubarlo
Cuerda del—
timpano é
Vamtana — 3
redoada E
2 Conducto
El carotideo
MN
SN NY
h Miri Promontorlo
TON LA Jo: VCLOCOIIII
ALA IO o
<=S N <=<Y, “<— Nervio
timpánico
Fasa yugutar
Fig. 54-6. Representación muy esquemática de la pared interna de la cavidad timpánica derecha vista por el lado externo.
Obsérvese el plexo timpánico sobre el promotorio. (Basado en Majsonnet y Coudane.)
714 CABEZA Y CUELLO
Huesecillos del oído, sus articulaciones estribo, que se encuentran envueltos por la mu-
y músculos cosa del oído medio.
MARTILLO. Este hueso presenta cabeza, cue-
Los huesecillos del oído (fig. 54-7) son tres llo, un mango y dos apófisis. El mango o manu-
pequeños huesos llamados martillo, yunque y brio y la apófisis externa están incluidos en la
Cap. 54. ODO 715
Nervia intermedio
Ganglio Narvio patroso superficial mayor
Co, geniculado Nervib del canducto pterigoldeo
Secrecl
mm, EfOrentas A la glándula lagrima
A Parasimpáticas
lagrimal —.7
Alerentes
Simpáticas
Zag asfenopalatino
Al músculo del estribo
Nervio lingual
A los músculos
auriculares
Del pabellón Cuerda del
auricular timpana
De la lengua
Agujero
éstilomastoldoo
Narvlo auricular
posterlor Músculos
Al osillahloldeo
—1 taclalas
y el digástrico
Gangílo submaxilar a
A las músculos
faclales A la glándula submaxllar A la glándula sublingua?
Fig. 54-8. 4, esquema del nervio facial y sus componentes. B, lesiones del nervio facial, En a se representa una lesión su-
pranuclear, en 5, una infranuclear, En el nivel e deben afectarse la secreción lagrimal, el gusto, la secreción salival y los mo-
vimientos faciales. En d no debe afectarse la secreción lagrimal. En e, el músculo del estribo también debe estar intacto. En
fse produciría una típica parálisis facial (parálisis de Bell), Véase el cuadro 54-2.
en el hueso temporal, y 4) la glándula parótida formar el nervio vidiano (nervio del conducto
y la cara. plerigoideo), que se dirige hacia adelante por el
conducto pterigoideo y alcanza el ganglio esfeno-
Anatomía de superficie palatino (pterigopalatino). Las fibras del nervio
petroso superficial mayor pertenecen al nervio in-
El principal punto de división del nervio fa- temedio, e incluyen fibras secreloras para las
clal en la glándula parótida se encuentra a 0,5 glándulas lagrimal y nasales,y quizá fibras va-
cm por atrás de la ramas ascendente del maxilar sodilatadoras para la arteria meningea media.
inferior y a unos 3 cm por arriba del ángulo de También contiene cierto número de fibras afe-
este hueso.? rentes, cuyas células de origen están en el
ganglio geniculado; su distribución y función
Ramas del nervio facial son inciertas, pero algunas de ellas pueden con-
ducir sensibilidad general de la mucosa nasal.
A. En el conducto auditivo interno el nervio Otras pueden ser fibras gustativas de los dos
facial establece sinapsis con el nervio auditivo. tercios anteriores de la lengua y del paladar
B. En el conducto del facial, el ganglio geni- blando.
culado da origen a varias ramas: 2. Rama comunicante. Es la que se une al
1. Nervio petroso superficial mayor. Se Giri- nervio petroso profundo.”
ge hacia adelante por un surco del peñasco has- 3. Nervio petroso externo. Esta pequeña
ta el agujero rasgado anterior, donde se une al rama inconstante puede unirse al plexo simpático
nervio petroso profundo (procedente del plexo de la arteria meníngea media.
simpático de la arteria carótida interna) para C, También en el conducto del facial, pero en
el trayecto descendente del nervio, se originan glándula e irradían hacia adelante en la cara, es-
varias ramas: tableciendo comunicaciones con las ramas termi-
4. Nervio del músculo del estribo, que inerva nales del nervio trigésimo. Inervan Jos múscu-
a este músculo. los auriculares anterior y superior, frontal, or-
5. Cuerda del tímpano. Este nervio (llamado bicular de los párpados, buccinador, orbicular
así porque originalmente no se le apreció como de los labios y demás músculos de la expresión
tal) penetra a la cavidad timpánica (aunque facial, incluso el cutáneo del cuello.
queda cubierto por una reflexión de la mucosa), La disposición de las ramas terminales es ya-
pasa por dentro de la membrana del tímpano y ríable, pero por lo general se clasifican como
el mango del martillo (esto es, entre el martillo temporales, cigomáticas (que se unen con el
y el yungue) y vuelve a penetrar en el hueso nervio infraorbitario para formar un plexo),
temporal. Abandona el cráneo por la cisura pe- bucales (que inervan al buccinador y demás
trotimpánica y desciende por la fosa infratem- músculos de la boca), la rama mentoniana del
poral. Por dentro del músculo pterigoideo ex- cervicofacial y la rama cervical (que se en-
terno, la cuerda del timpano se nne al nervio cuentra profunda al cutáneo de! cuello y lo iner-
lingual, con el cual se distribuye por los dos ter- va). Entre estas ramas existen numerosas cont-
cios anteriores de las partes laterales y dorso de xjones.
la lengua. Las fibras de la cuerda del timpano Las ramas del nervio facial se resumen en el
perienecen al nervio intermedio, son en su ma- cuadro 54-1,
yor parte aferentes y de varios tipos diferentes Las ramas terminales del nervio facial con-
de componentes funcionales: 1) fibras aferentes tienen tanto fibras aferentes como motoras.”
del conducto auditivo externo, 2) fibras aferen- Se cree que las aferentes conducen propiocep-
tes del oído medio,? 3) fibras gustativas de los ción de los músculos de la expresión facial, o
dos tercios anteriores de la lengua,?* y 4) fibras que se relacionan con dolor profundo de piel,
parasimpáticas preganglionares, secretorias y músculos y huesos de la cara.
vasodilatadoras, que hacen sinapsis en el gan-
glio submaxilar; las fibras posganglionares Exploración '
inervan luego a las glándulas submaxilar, sub-
lingual y linguales. Por abajo de la base del El nervio facial se explora principalmente en
cráneo la cuerda del timpano se comunica con relación con alteración de los músculos
el ganglio Ótico. Es posible que por este medio el faciales. Se ordena al paciente enseñar los
nervío facial envíe fibras secretoras a la glándu- dientes, soplar, silbar, arrugar la frente miran-
la parótida.* do hacía arriba, fruncir el entrecejo y cerrar los
D. Inmediatamente por debajo de la base del ojos con fuerza.
cráneo, el nervio facial de varias ramas: La secreción lagrimal se explora irritando la
6. Ramas musculares. Estas van a los múscu- mucosa nasal con vapores de amoniaco. La
los estilohivideo y vientre posterior del digástrico. sensibilidad a los sonidos se prueba por medio
7. Ramas comunicantes. Estas se unen al IX de un instrumento llamado audiómetro. El gus
y X nervios craneales, la rama auricular del to en los dos tercios anteriores de la lengua se
vago y a los nervios auriculotemporal, rama comprueba poniendo sustancias dulces, sala-
auricular del plexo cervical y occipital menor. das, ácidas y amargas (p. €j., azúcar, sal, v-
8. Nervio auricular posterior. Este nervio nagre y quinina) en una y otra mitades de la len-
acompaña a la arteria auricular posterior e iner- gua en protrusión y pidiendo al paciente que
va los músculos auriculares (aunque el anterior anote el nombre de cada sustancia que prueba,
y el superior de ellos son inervados por ramas
temporales del nervio facial) y al occipital. Páralisis facial (figs. 54-8,B, y
También manda fibras sensitivas a la oreja. 57-4,D; cuadro 54-9)
E. Las ramas terminales se originan en el es-
pesor de la glándula parótida. La parálisis de la musculatura facial de un la-
9. Ramas terminales. En la glándula paróti- do es producida por lesiones del núcleo del ner-
da, el nervio facial suele dividirse en dos tron- vio facial (en el puente) o del nervio mismo. Las
cos principales (temporofacial y cervicofacial), Fesiones unilaterales a un nivel más alto (supra-
cuyas ramas se comunican entre sí de manera nuclear) no afectan a los músculos orbicular de
variable* para formar el plexo parotídeo (pata los párpados y frontal porque la porción del nú-
de ganso). Las ramas terminales emergen de la eleo del facial en relación con ellos es controla:
Cap. 54. OIDO 719
CUADRO 54-3. Componentes del oldo interno y sus orificios emocionales mientras que el control voluntario
Laberinto óseo Laberinto membranoso se conserva,
TRES CONDUCTOS TRES CONDUCTOS En el conducto del facial, el nervio puede re-
SEMICIRCULARES SEMICIRCULARES sultar afectado por infecciones del oído medio,
VESTIBULO: UTRICULO: por cirugía de las celdillas mastoideas o por la
Los cinco orificios de los Los cinco orificios de los
llamada parálisis facial idiopática (parálisis de
conductos semicircu- conductos semicircu-
lares lares
Bell), probablemente viral. En estas parálisis,
Acueducto del vestíbu- SACULO en que las lesiones están por abajo del nivel del
lo que contiene al núcleo del facial en el encéfalo (esto es, infra-
conducto endolinfá- nucleares), se afecta la musculatura de las por-
tico
Conducto y saco endolin-
ciones superior e inferior de la cara. La caracte-
fáticos que se originan rística más notable de la parálisis facial unila-
de los conductos del teral es la desviación de la boca, producida por
utrículo y del sáculo la acción sin oposición de los músculos del lado
Ventana oval cerrada
sano (fig. 57-A, D). La comisura bucal se desvía
por la base del es-
tribo hacia abajo y el lado afectado no puede partici-
CARACOL: CONDUCTO COCLEAR: par en las acciones de sonreir, silbar, o soplar.
Conductillo coclear Se contimúa con el sáculo E] surco nasolabial es menos pronunciado. Hay
que contiene el con- por medio del conduc- caída del párpado superior y eversión del imfe-
ducto perilinfático to de unión
(acueducto del cara- (ductus reuniens)
rior, no hay parpadeo, por lo que no se puede
col) cerrar el ojo, que entonces se hace muy sus-
Ventana redonda cerra- ceptible a la inflamación (conjuntivitis). Las
da por la membrana arrugas de la frente se hacen menos profundas.
limpánica secundaria
El nivel de una lesión del nervio facial se de-
duce por los efectos, que dependen de que las
da por fibras procedentes de la corteza cerebral ramas especificas estén intactas o no.* Por ello,
de ambos lados. 1) si hay lesión del nervio petroso superficial
Aunque las lesiones centrales de la vía moto- mayor puede encontrarse disminución de la se-
ra descendente anulan el control voluntario de creción lagrimal a la exploración; 2) sí está afec-
los músculos faciales inferiores, estos aún tado el nervio del músculo del estribo puede
pueden tomar parte en respuestas emocionales aparecer sensibilidad dolorosa a los sonidos (hi-
reflejas, como la sonrisa. Por el contrario, en peracusia); 3) si se lesiona la cuerda del tímpano
ciertos estados pueden perderse las respuestas puede haber pérdida del gusto en los dos tercios
Agujero
occlpital
racol, está situado en un conducto óseo, el con- 54-9), pero esto es discutible. Se ha considerado
ductillo coclear,” qué se puede localizar en el a la endolinfa, la sangre y el líquido cefalorra-
cráneo como una escotadura en la cara inferior quídeo como fuentes de la perilinfa, que proba-
del peñasco, por delante del lado interno de la blemente se resorbe en los capilares del liga-
fosa yugular y direciamente por abajo del con- mento espiral (fig. 54-15).
ducto auditivo interno. Se dice con frecuencia
que el acueducto del caracol comunica Ja rampa Laberinto membranoso
timpánica con el espacio subaracnojdeo (fig.
El laberinto membranoso (fig. 54-14) se en-
cuentra dentro del laberinto óseo y contiene
endolinfa, líquido que difiere de la perilinfa en
» Abundan las confusiones terminológicas. Algunos
emplean el término acueducto del caracol como sinónimo
su composición. La endolinfa es secretada pro-
de conductillo coclear. Por otra parte, algunos llaman bablemente por células especializadas del labe-
acueducto del vestíbulo al conducto endolinfárico. rínto membranoso, localizadas en la estría vas-
Mambrana
timpánica
secundaria
| Conducto
| de unión
|
Lámina
espiral ósea
ANT.
INT.
EXT.
POST. D
CC: Caracol
Laberinto
Ganglia
aspiral
8
GS
S SSI ARES
SER
CA.)
Fig. 54.13, Caracol, cara externa. 4, modiolo. B, modiolo con la lámina espiral Ósea agregada. C, esquema del caracol
que muestra la membrana basilar, el conducto coclear y el laberinto óseo. D, corte a través del caracol en que se observan
las escalas vestibular y coclear, el conducto coclear y el ganglio espiral. La fecha señala la localización del helicowrema.
(Tomado de Wolff y col.) / a 3, vueltas o espiras basal, media y apical del caracol, respectivamente, 8, porción coclear del
nervio auditivo; M.B., membrana basilar; C.C. conducto coclear; C,A.7., conducto auditivo interno.
Cap. 54. ODO 723
cular (fig. 54-15) o en el saco endolinfático (fig. Membrana basllar Estría vascular
54-14). La pared del laberinto membranoso Ligamento espiral
está formada por tejido fibroso revestido de
epitelio, en Su mayor parte del tipo plano sim-
ple. El laberinto membranoso consta de una se-
rie de cavidades que se continúan unas con
otras: conducto coclear o caracol membranoso,
sáculo, utriculo y conductos semicirculares.
1, Conductos semicirculares. La disposición
de los tres conductos semnicirculares membrano-
sos es semejante a la de los óseos y tienen los
mismos nombres. Cada uno está situado excén-
tricamente dentro de su correspondiente con- Célula clliada
ducto óseo, unido a su pared convexa.* En externa
cada conducto, uno de sus extremos aparece di- Cólula ciliada
latado para formar la ampolla, Cada ampolla Interna
Memb
embrang
presenta una cresta ampular (fig. 54-14), for- Lámina espiral
vestibular
mada por células neuroepiteliales ciliadas sobre Ósea
las que se encuentra una cúpula gelatinosa. Las Conducto
coclear
celulas ciliadas están en intima relación con Porción coclear
las fibras de la raíz vestibular del nervio auditi- del VII! Mambrana
vo. La cúpula puede ser movida por la presión par craneal tectorla
(producida por el movimiento) de la endolinfa, sup.
y de alguna manera estimula las terminaciones
ART.
nerviosas que rodean a las células ciliadas. En el
EY.
Saca Conducto Sáculo Conducto vestibula y se comunican uno con otro por me-
endalinfático de unión coclear dio de los conductos utricular y sacular.* El
sup.
utriculo presenta los cinco orificios de los con-
+ san ductos semicirculares; los conductos anterior y
posterior tienen un orificio común. El sáculo se
Fig. 54-14. Esquema del laberinto membranoso, Se re-
presentan los conductos semicirculares anterior, externo y continúa con el conducto coclear por medio del
posterior; obsérvense sus ampollas. Las líneas o zonas ne- conducto de unión (ductus reuniens). El utricu-
gras en las ampollas, utriculo, sáculo y conducto coclear se- lo y el sáculo presentan cada uno un engrosa-
ñalan la localización del neuroepitelio (crestas ampulares,
máculas y Órgano espiral respectivamente). Arriba se Obser-
van dos cortes transversales que ilustran la relación del la-
berinto membranoso con el óse0. C.S.M., conducto semni- * El término conducto utriculosacular, que aquí no se
circular membranoso; C.S.O., conducto semicircular óseo; usa, lo emplean para referirse al conducto utricular quienes
C.C., conducto coclear; £.7., escala timpánica; £. V., esca- consideran que el conducto endoliofática se origina directa-
la vestibular. mente del sáculo.
724 CABEZA Y CUELLO
miento llamado mácula (fig. 54-14), formada Inervación y riego sanguíneo del
por células neuroepiteliales ciliadas, sobre las oido interno
cuales se encuenira una membrana otolítica ge-
latinosa, que contiene cristales de carbono de El nervio que conduce la sensibilidad especial
calcio fotolitos u otoconia). Las máculas son es- del oído interno es el auditivo. El oído interno
úmuladas por la fuerza de gravedad, pero es recibe además fibras simpáticas y parasimpáti-
probable que el sáculo no tenga función vesti- cas. El riego sanguíneo es dado por la arteria
bular. auditiva interna (laberíntica), rama de la cere-
El conducto endolinfático se origina en la belosa anteroinferior o del tronco basilar. La
unión de los conductos utricular y sacular y mayor parte de la sangre drena hacia los senos
pasa por el acueducto del vestíbulo (fig. 54-9) petrosos,
para terminar en el saco endolinfático (fig. 54-
14), que se encuentra, cubierto por la duramadre, Nervio auditivo (vestibulocociear)
en la cara posterior del peñasco del temporal.**
3. Conducto coclear. El conducto coclear El nervio auditivo (VII par craneal)? emerge
(caracol membranoso o escala media), de unos entre el puente y el bulbo raquídeo, en el ángulo
32 mm de longitud,* sigue un trayecto heli- cerebelopontino y por detrás del nervio facial.
coidal que va del sáculo al vértice del caracol, Contiene fibras eferentes del oido interno, pero
donde termina en un fondo de saco ciego (fig. también algunas aferentes. El nervio se dirige
54-1). hacia afuera por el conducto auditivo interno,
Se extiende de la lámina espiral ósea a la pa- dentro del cual recibe una rama comunicante
red del caracol (fig. 54-13). Su pared posterior del nervio facial (fig. $4-11).
está formada por la membrana basilar, que se El nervio auditivo contiene dos grupos de fi-
inserta en la pared del caracol por medio de un bras:
engrosamiento del endostio, el ligamento espi- 1. La porción vestibular, en relación con el
ral (fig. 54-15). La membrana basilar separa equilibrio, se distribuye por las máculas del
el conducto coclear de la escala vestibular. La utrículo y del sáculo, y por las crestas ampula-
“separación coclear”? comprende las membra- res de los conductos sernicirculares. Las fibras
nas vestibular y basilar, junto con las estructu- vestibulares se originan en las células ganglio-
ras contenidas en el conducto coclear. Ambas nares del ganglio vestibular, que está situado en
membranas, basilar y vestibular, se extienden el conducto auditivo interno. Las ramas del ner-
de la lamina espiral Ósea el endostio (ligamento vio perforan el extremo externo o fondo del
espiral de la pared del caracol. Una porción de conducto auditivo interno para llegar al labe-
este ligamento, la estría vascular, puede ser el rinto. El sáculo parece recibir fibras cocleares
origen de la secreción de endolinfa. El conducto además de las vestibulares.%
y el saco endolinfáticos, y quizá también la es- 2. La porción coclear, relacionada con la
(ría vascular, pueden ser los sitios de absorción audición, se distribuye a las células ciliadas del
de la endolinfa. órgano espiral. Existe una comunicación vesti-
El órgano espiral,*? Órgano de ta audición, se bulococlear. Las fibras cocleares perforan el
aplica contra la membrana basilar (fig. 54-15). fondo del conducto auditivo interno para al-
Contiene células neuroepiteliales ciliadas que se canzar el modiolo del caracol. Estas fibras se
unen por delante a una masa gelatinosa llamada originan en las células bipolares del ganglio es-
membrana tecioria. Se dice que la membrana piral o coclear (fíg. 54-13), que se aloja en un
tecrtoria contiene 24 000 fibras que, en general, conducto espiral del modiolo.* Las prolonga-
aumentan de longitud3* mientras que la ciones periféricas de las células ganglionares se
membrana disminuye en rigidez de la base hacia distribuyen por el órgano espiral por medio de
el vértice del caracol. Con frecuencia se ha afir- la lámina espiral ósea (fig. 54-15).
mado que la membrana basilar vibra, actuando
quizá como resonador, pero ahora se sabe que Exploración
las fibras de la membrana no están bajo ten-
sión. Por otro lado, se ha sugerido que es la Para la exploración del nervio auditivo es ne-
membrana tectoria la que vibra. cesario explorar por separado las funciones ves-
Los principales componentes del oído inter- tibular y coclear. Las lesiones irritativas produ-
no, junto con sus orificios, se resumen en el cen efectos funcionales exagerados, mientras que
cuadro 54-3. las destructivas provocan pérdida de la función.
Cap. 58. OIDO 725
Los signos y sintomas que pueden sugerir tras- impulsos propioceptivos y el aparato vestibu-
tornos de la porción vestibular incluyen sensa- lar. El equilibrio laberintico se basa en la per-
ción de mareo o pérdida del sentido de posición cepción de: 1) aceleración lineal y movimiento a
(vértigo). Las pruebas de la función laberíntica velocidad constante (órganos otoliticos), y 2)
se basan en la observación de la respuesta a la aceleración angular (conductos semicirculares y
estimulación del laberinto provocada por la ro- órganos otoliticos).*
tación rápida del cuerpo o por la irrigación del
conducto audilivo externo con agua caliente y
fría en forma alterna. BIBLIOGARFIA
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porción coclear del VIT nervio craneal es la sor- 1 £ “o Perry, The Human Ear Canal, Thomas, Springficid,
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12 C Djupesland and H. E Gronas, Canad J Otolarvng , 2:119.
de producir un ruido de timbre o un zumbido 1973
en el oído (tinnitus). 13 GC Salomon and A Starr, Acta ncurol, scand , 39 161, 1963
14 C. T. Nager and M. Nager, Anm. Otol.. 62 923, 1953
15. HG Kobrak, The Middle Ear. University of Chicago Press,
Consideraciones funcionales*'? 1959.
16. R Guelke and J A Keen. ] Physiol. 116,175, 1952, W
Cancura, Acta Otolaryngol., 89342, 1980.
No se conocen con exactitud los detalles del 17. l Kirikae, The Structure and Functiun of the Middle Eor,
mecanismo del funcionamiento del oído inter- University of Tokyo Press, 1960
no. Como se mencionó con respecto al oído me- Ma, L. Bernstein, Ann. Otol . 70:194, 1961.
18 A L. Rhoton, S Kobayashi, and W H. Hollinshead, ].
dia; las vibraciones de la perilinfa pueden orl- Neurosurg , 29609, 1968.
ginarse por: 1) movimientos de la membrana tim- 19. D. R. Haynes. Amn. R Coll Surg Engl., 16 175, 1955, G
pánica y de los huesecillos del oído, 2) ondas Botros, Amn. Otol , 66,173, 1957. B”_J Anson, D G. Harper,
and R. L Warpeha, 1bid.. 72:713, 1963. B. Proctor and
aéreas que alcanzan la ventana redonda, y 3) vi- G. T. Nager. Ann. Otol., 91:33, 1982,
braciones de las paredes del laberinto óseo. El 20 GM. Hall, J L. Pulec, and A L. Rhoton, Arch Otolarynx,
90:568, 1969
movimiento del estribo en la ventana oval pro- 21 L J. McCormack, E. W. Cauldwell, and B.| Anson, Surg.
duce movimientos de compensación de la mem- Gynec. Obstet., 80:620, 1945
brana timpánica secundaria en la ventana re- 22 B. Vidicand P A. Young, Anat. Rec., 158.257, 1967 B Vidic,
ibid , 162.511, 1968.
donda (fig. 54-1).2 Las vibraciones de la peri- 23. B. ] Anson, J. A- Donaldson, and BB Shilling, Ann. Otol,
linfa actúan sobre el conducto coclear, y debido 81:616, 1972 M Mavrizi, E. de Campora, and A. Frenguellx,
Jl Valsalva, 48:186, 1972. D H Bosman, J. Amat , 127443,
al movimiento relativo entre las membranas ba- 1978,
silar y tectoría se estimulan las células ciliadas 24. Y Zotterman and HB Diamant, Nature, 183.19), 1959,
del organo espiral. 25. H. Diamant and A. Wiberg, Acta otolaryng . 60:255, 1965,
26. R A. Davis ef al, Surg Gynec. Obstel., 102-385, 1956 E.
Los trastornos de las paredes del oído interno Nesci and P. Motta, Anat. Anz., 131 82, 1972 L Bernstem
(otosclerosis) pueden afectar a la ventana oval, and KR. H. Nelson, Arch Otolaryngol 120 177, 1984
limitar el movimiento del estribo y, por lo tanto, 27. C P. CG Wakeley and F H. Edgeworth, | AÁnatl., Lond.,
67.420, 1993,
producir sordera de conducción. Si el caracol es 28 K. Tschiassny, £nn. Otal, 62,677, 1953. A. Michlke, Surgery
normal se puede hacer un nuevo orificio entre el of the Facial Nerve, Urban « Schwarzcnberg, Munich, 2nd
ed., 1973.
oido medio y el interno. La ventana quirúrgica, 29. For special methods ol removing and studymg the temporal
que toma el lugar de la ventana oval, se practica bone, see Trans. Amer, Acad Upbthal Otolaryng. 62:601.
en el conducto semicircular externo, con lo que 1958
30. J. D. Lithgow, J. Laryng., 35.81, 1920
se restablece una vía sonora hacia el laberinto. 3l. B, J. Anson et al.. Laryngoscope, 74:945, 1964 Y Ugura and
El equilibrio se conserva mediante la visión, J- D. Clemis, Am. Otol , 80:813, 1971
55
Orbita
N
ORBITA OSEA hueso frontal y, en la unión de sus dos tercios
externos con el interno, presenta la escoradira
Las órbitas (figs. 55-J] y 55-2) son dos cavida- supraorbitaria, apreciable a la palpación y cerrada
des óseas que contienen los globos oculares jun- en el sujeto vivo por tejido fibroso que a veces se
to con sus músculos, nervios, vasos sanguíneos, osifica para convertirla en agujero. La hendidu-
grasa! y gran parte del aparato lagrimal. Cada ra, O agujero, da paso al nervio y vasos supra-
órbita tiene forma aproximada de pera o de pi- orbitarios hacia la frente. Más hacia adentro se
rámide cuadrangular, de vértice posterior y base puede encontrar una escoladura frontal, por la
anterior. La base mide alrededor de 35 mm de que pasan ramas del nervio y los vasos supraor-
altura por 40 mm de ancho. Las paredes de la bitarios. Todavía más adentro, cruza el nervio y
órbita son superior o techo, externa, inferior o los vasos frontales internos (supratrocleares).
suelo e interna. El perjostio de estas paredes se Sólo la parte interna del borde supraorbitario
continúa con la duramadre. Cada órbita se rela- está cubierta por la ceja; hacia afuera ésta pasa
ciona 1) hacía arriba con la fosa craneal anterior por arriba de él.
y, por lo general, con el seno frontal, 2) hacia Borde externo. Formado por la apófisis orbi-
afuera con la fosa temporal por delante y con la taria externa o cigomática del frontal y la apófi-
fosa craneal media por detrás, 3) hacia abajo sis frontal del malar. Este borde es cóncavo ha-
con el seno maxilar, y 4) hacia adentro con las cia adelante, lo que hace que aumente la exten-
celdillas etmoidales y generalmente con el seno sión del campo visual en el lado temporal. En el
esfenoidal. La órbita se comunica con la cavi- hueso malar se observa un pequeño tubérculo
dad craneal por varios orificios. orbitario que da inserción al ligamento palpebral
externo y puede ser palpable en el sujeto vivo.?
Bordes Borde infraorbitario. Está formado por los
huesos malar y maxilar superior, y en él se puede
El reborde orbitario es palpable con facilidad ver la sutura infraorbitaria que marca la linea
en el sujeto vivo. Está formado principalmente por de cjerre del conducto infraorbitario. El aguje-
tres huesos (frontal, malar y maxilar superior) ro infraorbitario se abre a una distancia de 0,5 a
separados por tres suturas (fig. 55-2,4). Este 1 cm por debajo de este borde? y da paso al ner-
reborde se puede subdividir en cuatro porciones vio y la arteria del mismo nombre hacia la cara.
que se continúan una con otra (supraorbitaria, Borde interno. Formado por los huesos ma-
externa, infraorbitaria e interna), a cada una de xilar superior, unguis y frontal. El borde infra-
las cuales se le considera con frecuencia como orbitarjo se puede seguir hacia arriba, donde se
un borde individual. continúa con ta cresta lagrimal anterior de la
Borde supraorbitario. Está formado por el apófisis frontal del maxilar superior. El borde
727
728 CABEZA Y CUELLO
FOSA CRANEAL
ANTERIDA
Elevador del
párpado superior
Glándula y recto suparlor
Saco lagrimal EN lagrimal td Nervio áptica
masa O
A ecto externo
Osu..
Recto interno
Recto externo — y CELDILLAS ETMOIDALES
o An y Recto Interiar
Nervio 7 ¿NX FOSA TEMPORAL
CELDILLAS ETM DALES Recto interno
MAXILAR
Fig. 55-1. A, Corte horizontal a través de la órbita a nivel de la hendidura palpebral. Obsérvese que el ojo sobresale por
delante de la línea interrumpida que va del puente de la nariz al borde externo de la órbita. La linea bb señala el plano del
corte B, B, Corte frantal a través de la órbita. La línea ac señala el plano del corte A. (A se basa en Truex y Keliner, Ben
Campmeier, Cooper y Jones.)
supraorbitario se dirige hacia abajo hasta la geas, junto con la arteria oftálmica, proceden-
cresta lagrimal posterior del unguis. El canal tes de la fosa craneal media.
lagrimal (fosa para el saco lagrimal) está forma- Pared externa. Las paredes externas de las
do por el borde interno ensanchado de la órbita dos órbitas forman un ángulo aproximadamen-
(huesos maxilar superior y unguis), entre las te recto (fig, 55-3). Esta pared tiene forma
crestas lagrimales anterior y posterior. Este ca- triangular, y su porción posterior está limitada
nal se continúa hacia abajo a través del suelo de hacia arriba y hacia abajo por las hendiduras
la órbita con el conducto lacrímonasal, Torma- esfenoidal (orbitaria superior) y esfenomaxilar
do por el maxilar superior hacia afuera y por (orbitaria inferior). Está formada por el hueso
los huesos unguis y cornete inferior hacia aden- malar y el ala mayor del esfenoides, junto con
tro, una pequeña porción del frontal. Presenta va-
Da paso al conducto lacrimonasal que va del rios orificios pequeños (uno o dos para el ner-
saco lagrimal al meato inferior de la cavidad vio cigornático y otro para la rama orbitaria de
nasal. La cresta lagrimal anterior da inserción la arteria meníngea media). La hendidura esfe-
al ligamento palpebral interno y al orbicular de noidal comunica la órbita con la fosa craneal
los párpados, y la posterior a la porción lagri- media; se encuentra entre las alas mayor y me-
mal del orbicular, el tabique orbitario y la aleta nor del esfenoides y está cerrada hacia afuera
ligamentosa interna (fig. $5-4). por el hueso frontal. Su porción interna, más
amplia, da paso a los nervios craneales Ml, IV y
Paredes VI, a las tres ramas del nervio oftálmico y a las
venas oftálmicas (fig. 55-5). La hendidura esfe-
La órbita posee cuatro paredes (fig. $5-2,4), nomaxilar comunica con las fosas infratempo-
representables en un modelo de cartón.* ral y pterigopalatina. Se encuentra entre el ala
Pared superior o techo. Es de forma triangu- mayor del esfenoides por arriba y los huesos
lar y está formada por la lamina orbitaria del maxilar superior y palatino por abajo. Con fre-
fronital y el ala menor del esfenoides. En su án- cuencia está limitada hacia adelante por el ma-
guto anteroexterno se encuentra la fosa de la lar, Da paso principalmente al nervio maxilar
glándulo lagrimal. La fosita troclear esuna fosa superior oinfraorbitario, el nervio cigomático y
pequeña en el ángulo anterointerno del techo, y la arteria infraorbitaria.
sirve para la inserción de la polea de reflexión El músculo orbitario está formado por fibras
del músculo oblicuo mayor, y a veces está re- musculares lisas que cierran de manera incom-
presentada por una espina. El conducto óptico pleta la hendidura esfenomnaxilar.é Puede afectar
sitrado en la parte más posterior del techo, en- la corriente de sangre venosa en el seno cavernoso,
tre las dos raices del ala menor del esfenoides, pero no es probable que produzca exoftalmos.
da paso al nervio óptico y sus envolturas menín- Pared inferior o suelo. El suelo, de forma
Cop. 55 ORBITA 729
Glándula lagrimal
Escotadura supraorbitaria Pllegue palpebral superior
Fosa para la Agujera etmaldal anterlar
glándula lagrimal Nervio supraarbharlo
¿Foslta troclear
. Nervio frontal interno
, , Oblicuo mayor
PES Y 2, Norvio nasal
> externo
Pliegue samilunar
Hendidura
¿ Ligamento
estenoldal
palpebral interno
Carúncula lagrimal
Handidura
Saco lagrimal
astenomaxilar,., s
Agulero
Infraorbitario
Nervio infraorbitario
Frontal Fondo da saco canjuntival
Eje arbitarlo Ela áptico o visual triangular, se extiende hacia atrás sólo dos ter-
cios de la profundidad de la órbita. Está formado
por los huesos maxilar superior, malar y palatino.
Presenta el surco y el conducto infraorbitarios,
que dan paso al nervio y la arteria del mismo
nombre, de la hendidura esfenomaxilar al agu-
jero infraorbitario. Ya se ha mencionado el con-
ducto lacrimonasal al describir el borde inter-
no. El músculo oblicuo menor se origina en el
ángulo anterointerno del suelo de la órbita, por
fuera del orificio del conducto lacrimonasal.
Pared interna. Esta pared, de forma cuadri-
látera y casi paralela a la del lado opuesto, es la
más delgada de todas (fig. $5-3), Está formada
por los huesos etmoides (lámina orbitaria o pa-
pirácea), unguis y frontal, junto con una pe-
? queña porción del cuerpo del esfenoides. Si se
y considera al canal lagrimal como una porción
Fig. $5-3. Corte horizontal esquemático a través de las expandida del borde interno de la órbita, enton-
prosas. que muestra los ángulos formados por fas paredes. ces la pared interna está limitada hacia adelante
ls órbitas. Los ejes visuales que aquí se luciran dirigidos por la cresta lagrimal p ostertor, Los agujeros
hacia un objeto lejano, son casi paralelos. (Basado
en Wbit- etmoidales > anterior
us c y posterior dos pe- son
:
nab.) queños orificios situados en la unión de la pa-
730 CcaBezAy cuELLO
Ligamento palpebral imerno hendidura esfenoidal (fig. 55-5) y atraviesan
¿ Aleta ligamentosa interna la órbita, donde se ramificau (fig. $5-6).
Saco ! 3 Apongurosíis bulbar 1. Nervio lagrimal. Entra a la órbita por la
lagrima). A E Sa. hendidura esfenoidal, por encima de los múscu-
Parción los oculares, y avanza a lo largo del borde supe-
lagrimal dal rior del recto externo para terminar en la parte
orbicular anterior de la órbita dando ramas a la glándula
tagrimal, la conjuntiva y la piel del párpado su-
perior. Este nervio se comunica en la Órbita con
el nervjo cigomático, y por esta vía llegan algu-
nas fibras secretoras a la glándula lagrimal.
2. Nervio frontal. Entra a la órbita por la
="=-Valna muscular
hendidura esfenoidal, por encima de los múscu-
a Vaina del nervio óptico
Anillo... aacarnma> Pariórbita
los oculares, y avanza directamente hacia ade-
tendinoso lante sobre el elevador del párpado superior.
común RAMAS. En un punto muy variable, el nervio
Fig. 55-4, Corte horizontal esquemático de la órbita de- frontal se divide en los nervios supraorbitario
recha que jlustra la aponeurosis, Obsérvense las vainas de y frontal interno.
los músculos rectos y el tejido conjuntivo (aletas higamento- El nervio supraorbitario es la continuación
sas) entre estas vainas y las paredes de la órbita. (Basado en directa del frontal. Abandona la órbita por la
Whitnall.)
escotadura o agujero supraorbitario y se distri-
buye por la frente y el cuero cabelludo, el pár-
pado superior y el seño frontal.
El nervio frontal interno (supratroclear), mu-
red interna con el techo de la Órbita, y dan paso cho más delgado, abandona la órbita por el ex-
a las arterías del mismo nombre, así como a los tremo interno del borde supraorbitario e ¡nerva
nervios nasal interno (etmoidal anterior)y esfe- la frente y el párpado superior.
noetmoidal (etmoidal posterior) hacia la fosa 3. Nervio nasociliar. Es el que conduce la sen-
craneal anterior. sibilidad del ojo y va acompañado de la arteria
La duramadre de la fosa craneal media pasa oftálmica. Penetra a la órbita por la hendidura
por el conducto óptico y se divide en dos hojas,
que envuelven entre ellas a) anillo tendinoso co-
mún (fig. $5-4). La lámina externa es el perios-
tio que reviste a la órbita (periórbita), de la que Nervios lagrima:, Elevador del
frontal y patético párpado suparlar
se puede despegar con facilidad. La hoja interna
forma la vaina más externa del nervio óptico y
se continúa con la fascia bulbar.
Vena oftálmica.—
superior
NEAVIO OFTALMICO
Anillo
tendinoso
Este nervio primera rama del trigémino, es p común
del tipo aferente e inerva al globo ocular y con- A. Inf.
juntiva, glándula y lagrimales, mucosa nasal y Nervio
seno frontal, nariz, párpado superior, frente y nasocillar
enero cabelludo. Se origina en el ganglio trige-
minal y se encuentra en el espesor de la durama- Nervio motor ocular externo Nervlo motor ocular común
Flg. 55-5, Hendidura esfenoidal y conducto Óptica, vista
dre de la pared externa del seno cavernoso (fig.
anterior. El conducto óptico y la parte adyacente de ta hen-
53-23). didura están rodeados por el anillo tendinoso común, en el
que se originan los cuatro músculos rectos. Todas las es-
Ramas tTructuras que pasan por el anillo quedan al principio dentro
del cono formado por estos músculos. Los nervios laBrimal,
frontal y patético penetran a la Órbita por arriba del anillo y
El nervio oftálmico se divide, cerca de la hen- por lo tanto arriba del cono muscular, El conducto óptico
didura esfenoidal, en tres ramas: lagrimal, fron- contiene el nervio Óptico y la arteria oftálmica. Compárese
tal y nasocilíar. Estos tres nervios pasan por la con la fig. 55-7. (Basado en Wolffy en Whitnall.)
Cap. 55. OABITA 731
Frontal |
Exploración
imerno
Nasal externo | Supra- La sensibilidad de la zona de piel inervada
Aama nasal orbitarlo
por el nervio oftálmico (fig. 57-6) se explora
externa — Lagrimal
usando un pedazo de algodón y un alfiler, So-
Nasal interno Uy Cillaras plando en la córnea, o tocándola con algodón,
Frontal cortos los ojos se cierran por la acción bilateral de los
másculos orbiculares de los párpados. Este es el
Cillar largo Ganglio
pítálmico llamado reflejo corneal. La parte aferente del
arco reflejo corresponde al nervio nasociliar, y
Nasoclliar Hendidura
la eferente al nervio facial.
Oftálmico enoldal
esfenolda
meníngea, que se dirige hacia atrás y pasa por la vernoso. Por lo general, la vena central de la re-
hendidura esfenoidal o cerca de ella y se anasto- tina llega directamente al seno cavernoso, pero
mosa con la arteria meningea media. Esta anas- puede unirse a una de las venas oftálmicas. La
tomosis entre la lagrimal y la meníngea media vena oftálmica inferior se inicia como un plexo
es en último término una anastomosis entre las en el suelo de la órbita y termina de manera di-
carótidas interna y externa. La arteria lagrimal recta o indirecta en el seno cavernoso. La úvea
puede ser de gran calibre y, en algunos casos, es drenada por cuatro venas, llamadas venas
ella (o incluso la oftálmica'%) puede ser rama de vorticosas (fig. 56-7), que atraviesan obli-
la meningea media, y b) dos arterias palpebrales cuamente la esclerótica y terminan en las venas
externas, que contribuyen a formar arcos anas- oftálmicas.
tomóticos en los párpados superior e inferior.
5. Las ramas musculares dan origen a las ar-
terías ciliares anteriores, que perforan la escle- NERVIOS MOTOR OCULAA COMUN, PATETICO
rótica, dan las arterias conjuntivales anteriores Y MOTOR OCULAR EXTERNO
y riegan el iris y el cuerpo ciliar (fig. 56-7).
6. La arteria supraorbitaria puede pasar o Nervio motor ocular común (oculomotor)
no'! por la escotadura o agujero supraorbitario
y riega el párpado superior y el cuero cabelludo. Este nervio, el II par craneal, recibe su nom-
7, La arteria etmoidal posterior, que puede bre por ser el principal nervio para los músculos
no existir. oculares, pues inerva a todos ellos, excepto el
8. La arteria ermoidal anterior!» acompaña oblicuo mayor y el recto externo. Emerge del
al nervio nasal interno a través del conducto et- tallo cerebral por dentro del pedúnculo ce-
moidal anterior hacia la fosa craneal anterior, rebral, pasa entre las arterias cerebral posterior
la cavidad nasal y la nariz. Da algunas ramas y cerebelosa superior y se dirige hacia adelante
meningeas, como la arteria anterior de la hoz por la cisterna interpeduncular del espacio sub-
del cerebro.'!* aracnoideo, por el lado externo de la arteria
9. Las dos arterías palpebrales internas con- comunicante posterior. Perfora la duramadre
tribuyen a formar arcos anastomóticos en los por fuera de la apófisis clinoides posterior (en
párpados superior e inferior y dan las arterias la que puede formar un surco) y atraviesa el se-
conjuntivales posteriores (fig. 56-7). no cavernoso (fig. 53-23), Se divide en ramas
10. La arteria frontal interna (supratroclear) superior e inferior, que pasan por la hendidura
cruza el borde supraorbitario y riega la frente y esfenoidal quedando dentro del anillo tendino-
e) cuero cabelludo. so común (fig. 55-5).
11. La arteria dorsal de la nariz abandona la La rama superior inerva los músculos recto
órbita por encima del. ligamento palpebral in- superior y elevador del párpado superior, y la
terno, riega la raíz de la nariz y el saco lagrimal rama inferior a los músculos recto interno, rec-
y se anastomosa con ramas de la arteria facial. to inferior y oblicuo menor. Upa rama comuni-
Esta anastomosis es otro ejemplo de anastomo- cante parasimpática procedente de la rama para
sis entre los sistemas de las carótidas interna y el oblicuo menor se une al ganglio oftálmico.
externa. Esta comunicación contiene las fibras motoras
para el esfínter pupilar y el másculo ciliar.
Venas oftálmicas El nervio motor ocular común contiene fí-
bras motoras, propioceptivas, parasimpáticas
La sangre venosa de la órbita regresa por las (preganglionares) y. simpáticas (posgangliona-
venas oftálmicas superior e inferior, que care- res). Al enfocar los ojos sobre un objeto cerca-
cen de válvulas y establecen importantes comu- no, los nervios motores oculares comunes parti-
nicaciones con la vena facial, el plexo pterigoi- cipan en la aducción (rectos internos). La aco-
deo y el seno cavernoso. La vena oftálmica su- modación (músculo ciliar) y la miosis (esfínter
perior se forma cerca de la raíz de la nariz y se pupilar).
comunica con la vena angular de la facial, por Exploración. La parálisis del nervio motor
lo que existe la posibilidad de diseminación de ocular común produce ptosis palpebral (parál'-
infecciones superficiales de la cara hacia el seno sis del elevador) y abducción del globo ocular
cavernoso. Acompaña a la arteria oftálmica, (por acción sin oposición del recto externo y el
recibe las correspondientes tributarias, pasa por oblicuo mayor). También puede haber limita-
la hendidura esfenoidal y termina en el seno ca- ción del movimiento, visión doble (diplopía),
Cap. 55. ORBITA 733
Arterla angular
Nervio Artorla frontal internaArterla y nervio
Nervio trontal supraarbitario Nervio nasal
Artarlas
y nervios
etmaldales
anteriores .
y posteriores
Anteria
lagrima!
Norvio y artarta
clllaros largos
Narvío y
quiasma
ópticas
| Nervio
oftálmico nasociliar
+
Arterla
oftálmica Artaria
Arterla carótida meningea
ION
interna medie
B
Fig. 5$5-7. Orbita derecha vista por arriba, En A se muestran los tres nervios que penetran por arriba del cono muscular.
En B se han quitado el elevador del párpado superior y el recto superior para mostrar la arteria y el nervio que penetran
dentro del cono muscular. Compárese con la figura $5-5.
dilatación pupilar (midriasis ocasionada por la del cerebelo, perfora la duramadre y se dirige
parálisis del esfínter) e incapacidad para la aco- hacia adelante en la pared externa del seno ca-
modación (cicloplejia provocada por parálisis vernoso (fig. 53-23), cruza al nervio motor ocu-
del músculo ciliar). lar común y penetra a Ja órbita por la hendidura
esfenoidal para situarse encima del elevador del
Nervio patético (trocear) párpado superior y penetrar por la cara supe-
rior del oblicuo mayor (fig. 55-7,A4).
Este nervio (IV par craneal) inerva sólo al Exploración. Cuando el ojo del sujeto está en
músculo oblicuo mayor del ojo, y recibe su se- aducción, se le pide que mire hacia abajo. Sí el
guudo nombre por la tróclea o polea de refle- músculo oblicuo mayor está paralizado se ob-
xión de este músculo. Las fibras de ambos ner- servan diplopía y limitación del movimiento.
víos patéticos se decusan en la linea media y
luego emergen por la cara posterior del tallo ce- Nervio motor ocular externo (abductor)
rebral, por debajo del correspondiente colículo
inferior. Es el único nervio motor, craneal o es- Es el VI par craneal e inerva sólo al músculo
pinal, que se origina en la cara posterior del sis- recto externo del ojo. Recibe su segundo nom-
tema nervioso central. Es muy largo y delgado. bre por su papel en la abducción del ojo. Este
Se dirige hacia afuera y luego hacia adelante para nervio emerge del tallo cerebral y un poco hacia
rodear al pedúnculo cerebral, pasando entre las afuera a través de la cisterna pontina, cruzando
arterias cerebral posterior y cerebelosa supe- generalmente por atrás a la arteria cerebelosa
rior. Pasa por debajo del borde libre de la tienda anteroinferior. Perfora la duramadre por abajo
734 CABEZA Y CUELLO
Artaria
carótida
interna Rama del motor Para el dllatadar
acular común para Para al
al oblicuo ménor músculo cillar
Ganglo y 8) esfinter
cérvical
superior
-- PARASIMPATICAS
——— SIMPATICAS
——— AFERENTES
AA
nervio nasociliar, encontrándose raras veces
AA
una raiz simpática independiente. Estas fibras
son posganglionares y se originan en el ganglio
cervical superior; sólo pasan a través del gan-
glio oftálmico y, por medio de los nervios ci-
liares cortos, inervan 2 los músculos dilatador
de la pupila, orbitario y palpebrales o tarsales,
así como a los vasos sanguíneos del globo ocu-
lar (fig. 55-8).
MUSCULOS OCULARES
L,
o. Eja anteroposterlar
s==y-=-Plano de los
«Eje extercinterno
rectos superior
e interior
Plano de los
oblicuas mayor
Fig. 55-10. A, ejes del globo ocular y la órbita, vista supe- y manar
rior, En B se representan los planos de los músculos del globc
ocular derecho, Los rectos exlerno e interno se sitúan en ur
plano horizontal (paralelo a esta página) que no se ilustra, (4
se basa en Krimskv, Ben Cogan.)
por fuera del conducto lacrimonasal, y se dirige recto al frente (posición primaria). Los múscu-
hacia afuera y atrás, por debajo del recto infe- los evitan la protrusión del globo ocular.* El
rior. Luego se dirige hacia arriba, cubierto por equilibrio es conservado por todos los músculos,
el recto externo, y se inserta en la cara postero- ninguno de los cuales actúa de manera indepen-
externa de la esclerótica. diente prácticamente nunca, y es probable que
todos ellos participen en cada movimiento de los
inervación de los músculos oculares ojos. Estos movimientos se efectúan gracias al
aumento del tono de un grupo de músculos y dis-
Los tres nervios craneales que inervan a los
músculos extrínsecos del ojo llegan a la órbita CUADRO $5-1. Principales acciones de los
por la hendidura esfenoidal. El oblicuo mayor músculos superiores e inferiores del globo ocular
está inervado por el nervio patético, el recto ex- Ojo en
terno por el motor ocular externo, y los rectos Ojo en posición Ojo en
superior, interno e inferior, junto con el oblicuo Músculo abducción primaria aducción
menor, por el motor ocular común. Esto se pue- Oblicuo Descenso Descenso
de resumir en la fórmula OM,, RE,, restantes,. mayor Abducción
Torsión Torción
interna interna
Acciones de los músculos oculares
Oblicuo Elevación Elevación
menor Abducción
El ojo se halla delicadamente equilibrado en Torsión Torsión
la aponeurosis y la grasa de la órbita (fig. 55-4). externa externa
Por lo general, el globo ocular y la aponeurosis Recto Elevación Elevación
bulbar se mueven juntos sobre la grasa orbita- superior Aducción
Torsión Torsión
ria. El globo ocular sufre poca variación en su interna interna
posición, más bien oscila alrededor de un cen-
Recto Descenso Descenso
tro de movimiento situado a unos 2 mm por atrás inferior Aducción
de su centro geométrico. La posición de reposo de Torsión Torsión
los ojos es aquella en que la mirada se dirige di- externa externa
Cap. 55. ORBITA 237
y
0.M.
Fig. 55-11. Esquerna de los músculos que actúan sobre el ojo derecho. Obsérvense las acciones de los rectos superior e
inferior (RS y R Inf) sobre el ojo en abducción, y las de los oblicuos menor (Om) y mayor (OM) sobre el ojo en aducción. El
esquema inferior resume los músculos encargados de los movimientos verticales de los ojos en abducción y en aducción vis-
tos por delante. Las flechas deben seguirse en una secuencia rigurosa, empezando por las horizontales. R /nt, recto interno;
OD, ojo derecho; Of, ojo izquierdo.
738 CABEZA Y CUELLO
Por otro lado, debido a su trayecto hacía afue- poral del campo visual). Á partir del quiasma,
ra, los ejes de los rectos superior e inferior coin- las fibras continúan por las cintillas ópticas has-
ciden con el eje anteroposterior del ojo en ab- ta los cuerpos geniculados externos y el mesen-
ducción (recto externo). En esta posición, los céfalo.
rectos superior e inferior elevan y descienden En la órbita, el nervio óptico está envuelto
respectivamente, mientras que Jos oblicuos no por tres vainas, continuación de las tres meninges,
pueden IHtacerto. En contraste, los ejes de los y una prolongación del espacio subaracnoideo.
dos músculos oblicuos coinciden cou el eje an- Expioración, Los procedimientos más em-
teroposterior del ojo en aducción (recto inter- pleados para explorar la visión son la oftalmos-
no). En esta posición, los oblicuos menor y ma- copia, la prueba de la agudeza visual y la deter-
yor elevan y descienden respectivamente, en minación de los campos visuales (aproximada
tanto que los rectos superior e inferior no pue- por medio de un dedo, y con más precisión me-
den hacerlo, diante el instrumento llamado perimetro).
Este nervio (H par craneal) es el nervio de la Los párpados (fig. 55-12) son dos repliegues
visión. Mide unos 5 cm de longitud y se extien- musculofibrosos móviles situados por delante
de del quiasma óptico aJ globo ocular, En el as- de cada órbita. Protegen al globo ocular y lo
pecto de su desarrollo, se puede considerar al resguardan de la luz. El superior, más extenso y
nervio óptico como un haz de fibras que unen la móvil que el inferior, se une con este último en
retina (derivada del cerebro) con el encéfalo. las comisuras O ángulos interno y externo del
Alrededor del 90% !* de las fibras del nervio óp- ojo (fig. 56-5). El epicanto es un repliegue cutá-
tico son aferentes y se originan en la capa de cé- neo que cubre la comisura interna en algunas
lulas ganglionares de la retina. Las fibras, que personas, principalmente orientales, que tam-
son los axones de estas células, forman la capa bién pueden tener un “repliegue mongólico''
más interna de la retina y convergen hacia la pa- sobre la parte inferior del párpado superior. Es-
pila óptica (disco Óptico), donde atraviesan las tos repliegues se deben a una inserción menos
capas restantes de la retina, la coroides y la lá- extensa del músculo elevador del párpado supe-
mina cribosa de la esclerótica y se recubren de rior.'* La hendiduro palpebral es la abertura
vainas de mielina. Las fibras del nervio óptico comprendida entre los párpados superior e infe-
carecen de neurilema., rior. Es la entrada al saco conjuntival y varía de
El nervio óptico sigue un trayecto sinuoso ha- tamaño según el grado de “abertura de los ojos”.
cia atrás y adentro a partir del globo ocular. En Cuando se ““cierran los ojos*? es una verdadera
la órbita se encuentra dentro del cono formado hendidura, y la córnea está completamente cu-
por los músculos rectos. Está cruzado por arri- bierta por el parpado superior (fig. 56-3),
ba por la arteria oftálmica y el nervio nasoci- El borde libre de cada párpado posee dos o
liar, y es perforado por su cara inferointerna tres bileras de pelos llamados pestañas. Las glán-
por Ja arteria y venas centrales de la retina, va- dulas ciliares en relación con ellas son de tipo
sos qué alcanzan la papila óptica recorriendo el sudoríparo y sebáceo, y la infección de una de
espesor del nervio. ellas puede producir un orzuelo, Cerca de su ex-
El nervio Óptico abandona la órbita por el tremo interno, el borde libre de cada párpado
conducto Óptico para llegar a la fosa craneal presenta un orificio, el punto lagrimal. Los ex-
media. Este conducto se relaciona hacia aden- tremos internos de los párpados superior e infe-
tro con el seno esfenoidal o con una cetdilla et- rior delimitan una zona llamada /ago lagrimal,
moidal. El nervio se relaciona hacia abajo con cuyo suelo presenta una pequeña masa '“carnosa””
las arterias carótida interna y oftálmica, así de color rojizo, la carúncula lagrimal (fig. 56-5),
como con la hipófisis. Los tumores hipofisarios que se localiza en un pliegue de la conjuntiva que
pueden comprimir la vía óptica y producir de- recibe el nombre de pliegue semilunar.
fectos en los campos visuales. El nervio óptico Estructura. Cada párpado consta de una se-
termina en el quiasma óptico, donde las fibras rie de capas (fig. 55-12) que de adelante hacia
más internas se decusan (estas fibras son las que atrás, en el párpado superior, son:
provienen del lado interno o nasal de la retina 1. Piel y tejido subcutáneo. La piel de los
y. por tanto, representan el lado externo o tem- párpados es muy delgada, Por lo general, el te-
740 CABEZA Y CUELLO
jido subcutáneo no contiene grasa y puede acu- superior del saco lagrimal, y constituye una guía
mular líguido con facilidad. para localizarlo (fig. 55-2,B). Se inserta por lo
2. El plano muscular incluye parte de los menos en la cresta lagrimal anterior y con fre-
músculos orbicular de los párpados y elevador cuencia se le describe bifurcándose para abar-
del párpado superior. car el conducto lagrimal.
La porción palpebral del orbicular de los pár- Los músculos tarsales superior e inferior son
pados se origina en el ligamento palpebral interno, hojas delgadas de músculo tiso que se encuentran
cruza los párpados y forma el rafe palpebral ex- en los párpados superior e inferior respectiva-
terno. Un pequeño fascículo cercano al borde mente. El superior une al elevador del párpado
libre de cada párpado recibe el nombre de fas- superior con el borde superior de la correspon-
cículo ciliar. El párpado se puede dividir qui- diente lámina tarsal. El inferior está poco desarro-
rúrgicamente en porciones anterior y posterior llado.
en el plano del tejido submuscular. Ambos están inervados por fibras simpáti-
El elevador del párpado superior (fig. 55-13) cas y amplían la hendidura palpebral. Una le-
se origina en la Órbita, en el ala menor del esfe- sión de la cadena simpática cervical puede pro-
noides, por encima del conducto óptico, y se di- ducir ptosis del párpado superior (sindrome de
rige hacia adelante, por arriba del recto superior, Horner).
para terminar en una aponeurosis que se expande 4. Membrana mucosa. La mucosa de los pár-
hacia abajo en el espesor del párpado superior y pados es la llamada porción palpebral de la
se inserta principalmente en a) la piel del mismo conjuntiva (véase adelante), que en el borde
(a la que llega pasando a través de las fibras del libre de cada párpado se continúa con la piel.
orbicular) y la cara anterjor de la lámina tarsal, Para examinar la conjuntiva palpebral del pár-
y b) el borde superior de la misma lámina por pado superior debe evertirse éste valiéndose de
medio del músculo tarsal superior. El párpado un dedo o de un aplicador con algodón.
inferior carece de un elevador o depresor espe- Inervación sensitiva de los párpados. Los
cial, El elevador es inervado por el nervio mo- párpados superior e inferior son inervados en
tor ocular común; el músculo tarsal tiene iner- su mayor parte por los nervios supraorbitario e
vación simpática. El elevador eleva el párpado infraorbitario respectivamente.
superior, con lo que se descubre la córnea y una
parte de la esclerótica. Su antagonista es el orbi-
cular. La parálisis del elevador produce caída CONJUNTIVA
(ptosis) del párpado superior.
3. La capa fibrosa comprende el tabique or- La conjuntiva (figs. 55-12 y 56-3) es la delga-
bitario y la lámina tarsal. da membrana mucosa que reviste la cara poste-
El rabique orbitario (aponeurosis palpebral) rior de los párpados y la anterior del globo ocu-
es una delgada membrana fibrosa insertada en lar.
todo el reborde orbitario, donde se une a la pe- El saco conjuntival es el espacio capilar, re-
riórbita. Se extiende hasta el elevador en el pár- vestido de conjuntiva, entre los párpados y el
pado superior, y hasta la lámina tarsal en el in- globo ocular (fig. 56-3). La hendidura palpe-
ferior. bral es la entrada al saco conjuntival y varia de
Una lámina tarsal da consistencia a cada uno tamaño en la medida que se *“abren los ojos”.
de los párpados. Está formada por tejido fibroso Con fines descriptivos se divide a la conjuntiva
denso con algunas fibras elásticas. Cada lámina en porciones palpebral y bulbar.
presenta numerosos conductos (o quizá surcos Conjuntiva palpebral. Esta porción de la con-
en su cara posterior) para las glándulas tarsales, juntiva reviste la cara posterior de los párpados
de tipo sebáceo, que se pueden observar como y contiene los orificios de los conductillos lagri-
lineas amarillas a través de la conjuntiva. Los males, como resultado de lo cual el saco con-
extremos externo e interno de las láminas tarsa- juntival se comunica en el último término con el
les superior e inferior se fijan al reborde orbi- meato inferior de la correspondiente fosa nasal,
tario por medio de los ligamentos palpebrales La conjuutiva palpebral es rojiza y está muy
externo e interno. El ligamento interno presenta vascularizada, de aquí que se le examine en ca-
un borde inferior prominente que se puede ver y sos de probable anemia. Los fondos del saco
palpar a través de la piel tirando de los párpados superior e inferior de la conjuntiva se forman
hacia afuera en el sujeto vivo. El ligamento pal- por la reflexión de ésta, de los párpados supe-
pebral interno se localiza por delante de la parte rior e inferior respectivamente al globo ocular.
Cop. 55. ORBITA 741
por las ramas orbitarias del ganglio, y 2) por un mado por los huesos unguis, maxjlar superior y
filamento que da el nervio cigomático al nervio cornete inferior.
lagrimal. Las fibras simpáticas provenientes del
ganglio cervical superior llegan a la glándula
por medio de la arteria y el nervio lagrimales. BIBLUOGRAFIA
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ADNRADOA
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17 R. $. Jampel, Arch Ophthal., 75:535, 1966.
saco está cubierta por delante por el ligamento
18 ] R. Wolter and R. R. Knoblich, Brit J. Ophtbal . 49:246,
palpebral interno (fig. 55-2,B). Los conduc- 1965.
tillos lagrimales desembocan en su pared exter- 19, B. T. Suyoc, Amer J Ophthal.. 12 296, 1956
20 E. P. Stibbe, J Anat. 62:159, 1928 But see also Y Arao and
na, generalmente por medio de un seno común, E Perkims, Anat Roc., 162:53. 1968 :
El conducto lagrimal está limitado por las cres- 21. D. R. Oppenheimer, E Palmer, and G. Weddell, J. Amat,
tas lagrimales anterior y posterior, en las que se 92 321, 1958
22 E. A. Bloch, Anat Rec, 120:349, 1934, R Landosman et al..
inserta la aponeurosis lagrimal, formando un Amer. J. Obstet. Gynec., 66.988, 1953.
techo y una cubierta externa al saco. El saco se 23 E.R. Veirs. The Lacrímal System Clinical Application, Grune
K Stratron, New York, 1953,
relaciona hacia atrás con la porción lagrimal del
24 $, L, Ruskim, Arch. Ophthal , 4.208, 1930
orbicular de los párpados y hacia adentro con 25. But see J. A. Brienen and C.A R.D. Snell, Ophthalmologica,
las celdillas etmoidales y el meato medio. Los 159.223, 1969
vasos angulares se sitúan por delante y adentro
del saco.
LECTURAS GENERALES
Conducto lacrimonasal. Mide alrededor de 2 cm
de longitud y va del extremo inferior del saco Duke-Elder, S, and Wybar, K. C., The Anatomy of the
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to valvular. La desembocadura del conducto en Accessory Organs of Vision, Oxford University Press,
London, 2nd ed , 1932. The classical study of the orbit.
el meato está señalada a veces por un pliegue de
Wolff. E., The Anatomy of the Eye und Orbit, Lewis,
la mucosa llamado pliegue lagrimal, El conducto London, 7th ed: revised by R. Warwick, 1976. A well.
lacrimonasa! se sitúa en un conducto óseo for- knowo and well-Mustrated text.