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1.

1 ACNÉ

El acné también conocido como acné común (acné vulgaris), es una enfermedad
inflamatoria de la piel que es causada por una infección bacteriana. Está debida a
cambios de las unidades pilo sebáceas (estructuras de la piel consistentes en un
folículo piloso y la glándula sebácea asociada) y que es una congregación de materia.
(Clinical Dermatology, 2005)

La condición es común en la pubertad y está considerada como una respuesta


anormal ante niveles normales de la hormona masculina testosterona. La respuesta de
la mayoría de las personas disminuye con el tiempo y el acné tiende a desaparecer o
al menos disminuye después de la pubertad; sin embargo, no hay manera de predecir
cuánto tiempo tardará en desaparecer completamente. El acné afecta a un gran
número de seres humanos en algún momento de su vida y esta se ve afectada a tal
grado que puede intervenir en su estabilidad emocional y productividad. (Clinical
Dermatology, 2005)

Figura 1
Acné

Fuente: (dermatol, 2008)

El acné es una alteración cutánea que se produce al combinarse tres factores:

1. Un incremento en la producción de sebo por la glándula sebácea.

2. Una hiperqueratosis a nivel del orificio pilo sebáceo que lo obstruye, impidiendo
la salida del sebo al exterior.

3. Una proliferación de la bacteria a nivel de la propia glándula sebácea.


1.1.1 Fisiología

La piel es el órgano más grande del cuerpo. Una de sus funciones es eliminar parte de
los productos tóxicos de desecho del organismo a través del sudor. Si el organismo
tiene más toxinas que la de los riñones y el hígado pueden eliminar eficazmente, la
piel asume el control de la situación. La salud de la piel resulta afectada cuando las
toxinas salen a través de ella. Este es uno de los factores clave en muchos problemas
cutáneos. (Clinical Dermatology, 2005)

1.1.2 Causas del acné juvenil

Los principales factores en la patogenia del acné polimorfo son la hiperplasia sebácea
con incremento en la secreción de sebo y alteración de su composición, la
hiperproliferación de los queratinocitos foliculares y la colonización bacteriana que
conduce a la inflamación y el desarrollo de la respuesta inmunitaria. La
hiperproliferación de los queratinocitos y el aumento de la secreción sebácea que
causan el microcomedón, como elemento inicial y característico del acné, es un
fenómeno primario, y la colonización por Propionibacteriumacnés y el desarrollo de
inflamación es un fenómeno secundario.(Martínez, 2012)

Figura 2
Formación de espinilla

Fuente:farmaceuticonline.com/es/12-16-anos/458-acnevulgar

Se desconoce por qué algunas personas padecen acné y otras no, pero se sabe que
es parcialmente hereditario. (Martínez, 2012)

Se conocen varios factores enlazados al acné:

 Actividad hormonal, como los ciclos menstruales en la pubertad.


 Estrés, impulsado por las descargas de las glándulas suprarrenales.
 Glándulas sebáceas hiperactivas, secundariamente a las hormonas citadas
abajo.
 Acumulación de células muertas de la piel.
 Bacterias en los poros, a las cuales el cuerpo se vuelve alérgico.
 La irritación cutánea o cualquier forma de rascarse activará la inflamación.
 Algunos medicamentos
 La exposición a altos niveles de compuestos de cloro.

1.1.3 Incidencia

El acné aparece con más frecuencia entre adolescentes y jóvenes, alrededor de los
14 y 18 años de edad. Las estadísticas señalan que un 40% de las mujeres entre 14 y
17 años y un 35% de los varones entre 16 y 19 años son afectados por acné; en la
edad de los 40 años hay un 1% de mujeres y 5% de varones afectados.(Fisterra)

1.1.4 Clasificación del acné

De acuerdo a las características y al pronóstico que presenta el acné juvenil, se utiliza


la siguiente clasificación clínica:

1.1.4.1 Clasificación según el grado de acné

Según el grado de afección el acné se clasifica en:

Acné grado I: Suele iniciarse entre los 14 y 18 años, pudiendo aparecer después de
brotes de preacné o sin aparición previa de esta afección. El acné comedónico se
inicia con localización facial, siendo la frente y las mejillas las zonas de predilección.
Las lesiones a nivel nasogeniano son menos frecuentes. El comedón es la lesión
esencial y típica del acné, sin cuya presencia no puede aceptarse este diagnóstico. El
comedón es una estructura formada por sebo segregado por la glándula sebácea
mezclado con queratina procedente de la zona superficial del folículo, melanina,
estructuras bacterianas y en ocasiones rudimento de pelo. (Rossetti, 1996)

Esta lesión, que adopta una estructura semidura, queda adaptada a la zona del canal
excretor sebáceo, taponándolo. Extraído por presión, muestra una morfología en
"coma", con una zona más periférica o "cabeza" de coloración negruzca y una "cola"
de color amarillento. Hasta hace algún tiempo la coloración negruzca de la cabeza del
comedón se pensaba era debida a la oxidación de la queratina, pero se ha
comprobado que se debe a una auténtica pigmentación melánica. Los casos de
"comedón cerrado", denominados por las escuelas francesas "microquistes", que
quizás sería más adecuado denominar "miniquistes", son estructuras similares a los
abiertos, con la diferencia de que el conducto excretor glandular queda cubierto por
epitelio de superficie, es decir, no llega a "abrirse" al exterior. (Rossetti, 1996)

Por este motivo se visualizan como pápulas puntiformes de menos de 1 mm de


diámetro cubiertas por una epidermis normal, sin ninguna reacción inflamatoria. Se
pueden observar en cualquier zona facial, pero son especialmente frecuentes en la
zona peribucal.

Acné grado II: Puede ser una forma evolutiva del acné grado I, caracterizándose por
la presencia de pápulas y pústulas. Las pápulas son lesiones cuyo origen suele ser en
un comedón cerrado previo y pueden adoptar una morfología inflamatoria o no
inflamatoria según se encuentren o no rodeadas de un halo reaccional. Su tamaño
varía entre 1 y 4 mm de diámetro, aun cuando el halo inflamatorio puede llegar a los
10 mm. La duración de estas formas inflamatorias es de una a tres semanas y pueden
desaparecer o evolucionar hacia una pústula o un quiste. Estas lesiones se constatan
como elevaciones rojizas de aspecto cónico siendo ligeramente dolorosas a la
palpación y tienen la característica de aparecer por brotes. Es casi constante que la
pápula después de un cierto tiempo dé lugar a la aparición en su cúspide de un punto
purulento, es decir, de lo que se ha denominado "pústula folicular superficial". Esta
pústula tiene una corta duración, no más de tres días, pasados los cuales se rompe y
se deseca, desapareciendo también la pápula. (Rossetti, 1996)

Por otro lado se hallan las pústulas foliculares profundas que provienen de la reacción
inflamatoria de la totalidad del folículo sebáceo, por lo que histológicamente se sitúan
en la dermis profunda, siendo difíciles de resolver. Es habitual que aparezcan por
manipulación (intento de expresión digital) de una pápula previa. En ciertas ocasiones
es difícil diferenciarlas de los nódulos.
Acné grado III: Caracterizado por la presencia de nódulos, lesiones que se asemejan
a grandes pápulas. Son duros y dolorosos a la palpación (incluso a veces duelen sin
necesidad de presionarlos, refiriendo el paciente sensación continua de "latido
inflamatorio"). Aparecen, como las pápulas, por reacción inflamatoria sobre un
comedón cerrado previo, pero en este caso la reacción inflamatoria afecta a todo el
folículo sebáceo y lo rodea en profundidad y superficie. La piel que cubre el nódulo se
muestra inflamada con enrojecimiento. (Rossetti, 1996)

El acné grado III ha sido denominado por la escuela francesa con el nombre de "acné
indurado o tuberoso". En su evolución las formas nodulares son de lenta resolución y
en el mejor de los casos van a regresar hacia formas papulosas en no menos de ocho
a doce semanas.

Acné grado IV: En ocasiones, las lesiones nodulares que muestran una especial
tendencia a localizarse sobre la piel del mentón, pecho y espalda, pueden evolucionar
desfavorablemente, constituyendo focos de supuración. Pueden hallarse formas bien
delimitadas (lesiones "forunculoides") y/o formas menos delimitadas (lesiones flemo-
nosas). Cuando las lesiones forunculoides son numerosas se habla de acné
forunculoide o abscesiforme; en este estadio se puede constatar la presencia
concomitante de quistes. Los quistes, afortunadamente poco frecuentes, pueden llegar
a alcanzar varios centímetros de diámetro, y cuando son aspirados o abiertos
quirúrgicamente dan salida a un contenido viscoso de olor muy característico, de color
blanco amarillento, espeso, como cremoso, habitualmente estéril en contraposición a
ciertas opiniones que sostienen una colonización por Stafilococo aureus.
Histopatológicamente no son verdaderos quistes, sino tan sólo resultado de un
encapsulamiento del foco inflamatorio perifolicular. (Rossetti, 1996)

Todas las lesiones inflamatorias profundas (pústulas profundas, nódulos, quistes) al


involucionar pueden dar lugar a cicatrices residuales. Habitualmente se trata de
cicatrices atróficas varioliformes, de 1 mm de diámetro o más y de carácter indeleble.
La atrofia de piel se manifiesta visualmente como un "escalón". Más problemáticas
por su carácter más inestético y por la dificultad terapéutica son las cicatrices de tipo
queloidiano, es decir, hipertróficas, que pueden alcanzar varios centímetros de
diámetro y más de 1 cm sobre la superficie cutánea. Son más frecuentes en zona
pretorácica y en la espalda a nivel de los hombros, pero se observan también en la
cara, especialmente a nivel del ángulo maxilar inferior, y en el cuello. (Rossetti, 1996)
1.1.5 Signos y síntomas del acné juvenil

El acné aparece comúnmente en la cara y presenta las siguientes características:

 Espinillas negras
 Formación de costras de erupciones de la piel
 Quistes
 Pápulas (protuberancias rojas y pequeñas)
 Pústulas
 Enrojecimiento alrededor de las erupciones de piel
 Acné miliar (Sociem-Ucv, 2007).

1.1.6 Cuadro clínico

Las lesiones son distribuidas comúnmente en la cara, tórax y espalda. La región


periorbitaria es casi siempre respetada. Las lesiones presentan un gran poliformismo
usualmente cada paciente muestra predominio de algún tipo de lesión pero suelen
coexistir todas hay lesiones inflamatorias y no inflamatorias. (Lazar, 2005, pág. 459)

a) No inflamatorias

Comedón blanco o cerrado: Pápula pequeña, de color a veces más claro de la


piel circundante. El orifico folicular no se deja visualizar. Esta es la lesión que
habitualmente conduce a formas inflamatorias. (Lazar, 2005, pág. 459)

Comedón negro o abierto: Tiene el orificio claramente visible, pero obstruido por
un tapón de queratina oscura, cuyo color lo confiere la melanina allí depositada.
Rara vez sufre inflamación. El tamaño varía entre los apenas perceptibles, hasta
las lesiones de varios milímetros de diámetro.

b) Inflamatorias

Las lesiones del acné inflamatorio están caracterizadas por la presencia de una o
más de los siguientes tipos de lesiones: Pápulas, pústulas, nódulos y quistes.
Las pápulas son lesiones de menos de 5 mm de diámetro. Las pústulas tienen una
elevación central con material purulento evidente. Los nódulos son lesiones
mayores de 5 mm de diámetro los cuales pueden ser supurativos o hemorrágicos.
Las lesiones nodulares supurativas han sido llamadas quistes por su similitud con
los quistes epidérmicos inflamados. Refleja una reacción inflamatoria a diversos
niveles de profundidad de la piel y casi invariablemente originan cicatrices, las
cuales pueden deprimirse, hipertrofiarse o volverse queloideas. Las más comunes
son las cicatrices atróficas. (Piquero, 1987)

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