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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN MARTIN

ESCUELA PROFESIONAL DE ADMINISTRACIÓN


FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS

TITULO
Practica calificada: Gestión empresarial en tiempos de
COVID 19
ESTUDIANTES
DAVIS ROMEL ALVAREZ TORRES
EDGAR RAMIREZ FASANANDO
CRISTIAN ALEXIS PAREDES RAMIRES
MAX ROMERO CHAVEZ
Morales – Perú
2021
La pandemia por la COVID-19 ha afectado de forma directa a miles de pequeños
negocios que han tenido que paralizar o cesar totalmente sus actividades por el
aislamiento social. Varios de ellos incluso han tenido que cerrar por falta de ventas
y liquidez.

Para tener una idea más concreta del impacto, un estudio realizado por el Banco
Interamericano de Desarrollo (BID) revela que 8 de cada 10 negocios de América
Latina y el Caribe están siendo fuertemente afectados por la crisis. Las empresas
con menor trayectoria son las más afectadas, mientras que los emprendimientos
del sector tecnológico y las empresas jóvenes más dinámicas han sido afectados
en una menor medida.

La emergencia ha generado que se presenten diversas dificultades para los


pequeños negocios, por ejemplo: retrasos en la producción por falta de personal,
brechas para acceder a insumos por ausencia de transporte, así como, que no
puedan operar a distancia y atender pedidos por Internet por falta de recursos.

¿Cómo reducir el impacto de la pandemia en mi negocio?

Con el fin de proteger los negocios y minimizar el impacto de la COVID-19, Jack


Burga, jefe de inclusión financiera de CARE Perú, aconseja que lo primero que se
debe hacer es buscar refinanciar las deudas, para ello, hay que fijarse en tres
aspectos principales:

1. La tasa de interés efectiva de la refinanciación.


2. El plazo en el cual se realizará la refinanciación.
3. La cuota mensual a pagar, que no debería ser más del 40% de la utilidad
real de la empresa. Este factor es importante pues se necesitará al menos
otro financiamiento para cubrir el capital perdido y lo óptimo es que esta
cuota se pague con otro 40% de la utilidad. Así, finalmente se puede tener
al menos un 20% para reponer el capital perdido.
Además de esto, es vital amoldarse a las nuevas tendencias del mercado en este
nuevo contexto, que ahora requiere mayor presencia en redes sociales y la
incorporación de comercio electrónico.

Para empresas que recién empezarán a incorporar la tecnología en sus modelos


de negocio, lo recomendable es que busquen apoyo para crear una página en
Facebook y manejar la comunicación por WhatsApp. Asimismo, deberían empezar
de forma segura, ofreciendo productos que están embolsados y con cobranza
contra entrega.

Finalmente, pueden adherirse a programas del Ministerio de Producción para


llegar a más personas. En el caso de las bodegas, por ejemplo, existe el programa
“Tu empresa”, que cuenta con una página y una aplicación que permiten mostrar
los productos e indicar la ubicación del negocio.

En CARE Perú, sumamos esfuerzos para fomentar la reactivación económica de


los pequeños negocios. Por esta razón, con el apoyo de Coca Cola, hemos creado
el Kit CARE, un producto que, además, trabaja el área de nutrición, reforzando la
alimentación saludable de niñas, niños y mujeres.

El Kit consiste en proveer a las familias peruanas de información nutricional,


recetas para el día a día y de una canasta de alimentos no perecibles, a la cual
pueden acceder en bodegas cercanas. Con este proyecto, contribuimos con la
seguridad alimentaria de más de 800 hogares de las regiones de Arequipa, Junín,
Lima y Piura; y promovemos el crecimiento de los emprendedores afectados por la
coyuntura de la COVID-19.
¿Cómo les ha ido a estas empresas tras la pandemia en comparación con
las grandes empresas?

Aunque los datos son escasos e imperfectos, el equipo de Encuestas de


Empresas realizó encuestas de "seguimiento" de COVID-19 para cuatro países
de la región (El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua) que ayudan a
comprender mejor cómo están cambiando las cosas. Se recogieron dos rondas
de datos de la encuesta de seguimiento, la primera en agosto de 2020 y la
segunda en enero de 2021.

Como ilustra el gráfico, a nivel agregado, las empresas de todos los tamaños se
han visto afectadas negativamente por la pandemia en todos los países. Sin
embargo, las PYMES (mostradas en azul) -y en particular las pequeñas
empresas- han experimentado mayores caídas sostenidas de las ventas, así
como han afrontado mayores tasas de cierres permanentes que las grandes
empresas. A partir de la primera ronda de encuestas, las pequeñas empresas
de El Salvador y Honduras sufrieron caídas de ventas de hasta el 60%. Sin
embargo, entre la primera y la segunda ronda de encuestas, las ventas
empezaron a recuperarse para las empresas de todos los tamaños en todos los
países (aunque seguían estando muy por debajo de los niveles anteriores a la
pandemia). En cuanto a los cierres definitivos, aunque muy pocas empresas de
cualquier tamaño habían cerrado en la primera ronda de recogida de datos, en
la segunda ronda habían cerrado muchas más empresas, con peores
resultados para las PYMES. En enero de 2021, hasta el 5,5% de las pequeñas
empresas de Honduras habían cerrado definitivamente y el 3,5% de las
medianas empresas de Nicaragua habían cerrado definitivamente.
Por supuesto, este tipo de datos de encuesta es limitado en cuanto a lo que
puede decirnos, tanto por la cobertura limitada de los países de la región como
por la cobertura limitada de los diferentes tipos de empresas (excluyendo, por
ejemplo, las empresas informales, como se discutió anteriormente). Sin
embargo, otras fuentes de datos que son capaces de capturar más información
apuntan a un impacto direccional similar de COVID-19 en las PYMES de ALC, y
sugieren que el tamaño del impacto puede ser potencialmente mucho mayor
que el mostrado en los datos de la Encuesta de Empresas. Por ejemplo,
basándose en datos recientes de México, el INEGI informó que un
sorprendente 20,8% de las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES)
cerraron definitivamente entre mayo de 2019 y septiembre de 2020
(aproximadamente 1 millón de empresas).

El apoyo a las empresas en dificultades (y a sus trabajadores) ha sido una


parte central de las estrategias de alivio económico de los gobiernos a lo largo
de la pandemia. Estas medidas han adoptado una amplia gama de formas,
como el aplazamiento de los pagos, la facilitación del acceso al crédito y la
oferta de subvenciones o subsidios. Sin embargo, al enfrentarse a la realidad
de un espacio fiscal limitado, muchos países de ALC se han enfrentado a retos
para proporcionar un apoyo adecuado a las PYMES.

Como fuente crítica de empleo y de la prosperidad económica para tantas


comunidades de la región, es esencial que trabajemos para apoyar a las
PYMES en el camino de la recuperación. Para ello es necesario invertir tanto
en la resistencia como en la productividad. Por un lado, la pandemia ha
demostrado la importancia fundamental de reforzar la resistencia de las PYMES
individuales a las crisis. Por otro lado, también ha brindado la oportunidad de
reflexionar sobre el potencial productivo perdido de las PYMES. Las PYMES de
ALC se enfrentan a unos niveles de productividad crónicamente bajos : las
PYMES de ALC generan apenas la mitad de la riqueza que las PYMES de
Europa. Si los países actuaran ahora para abordar algunas de las barreras
estructurales a las que se enfrentan las PYMES, como el acceso a la
financiación, las inversiones en digitalización e innovación, las cargas
regulatorias o los desafíos más amplios en el entorno propicio, el crecimiento
de las PYMES podría convertirse en un fuerte motor de la recuperación
económica sostenida en la región.

¿QUÉ EMPRESAS SE DESPIDIERON DEL MERCADO PERUANO ESTE 2020


DEBIDO A LA PANDEMIA DE COVID-19?

Este 2020 fue un año difícil para las empresas debido a la pandemia,


complicando también la situación de millones de trabajadores peruanos. Según
la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) este
año podrían cerrar 2.7 millones de empresas formales en Latinoamérica.

La crisis económica causada por la pandemia de la COVID-19 complicó la


situación de millones de trabajadores y miles de empresas en el país durante
este 2020.

Solo hasta agosto del 2020 se estimaba que dos de cada 10 empresas habrían
dejado de funcionar, según cifras del Instituto Nacional de Estadística e
Informática (INEI).

Además, hasta la mitad del año la Asociación de Empresas Familiares indicó


que un 30% del total de empresas ha tenido que cambiar de rubro  para poder
sostenerse.

Por su parte, la Asociación Pyme Perú aseguró que alrededor de


500,000 pequeñas y medianas empresas no reabrirán sus negocios tras ser
fuertemente afectadas por la pandemia.

Uno de los sectores más afectados fue el turístico. Según la Cámara Nacional
de Turismo (Canatur), hasta agosto se cerraron unas 70 mil empresas
dedicadas al turismo, lo que produjo una pérdida de cerca de 650 mil empleos.
A nivel regional, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(CEPAL) señala que unos 2.7 millones de empresas formales podrían cerrar en
Latinoamérica a consecuencia de la crisis económica.

-Menos cierres que en el 2019-

De acuerdo al boletín sobre la Demografía Empresarial en el Perú, elaborado


por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el número de
empresas dadas de baja en el 2020, es decir las que dejaron de operar, fue de
45,467 compañías, frente a las 127,552 cerradas en el 2019, un año pre-
pandémico.

En todo el año pasado se crearon 235,447 empresas, frente a las 293,506


nuevas compañías formadas un año antes, lo que resultó en un ‘stock’ de 2.7
millones de empresas, que representan un incremento de 1.6% respecto al
2019 después de restarle las bajas.

La aparición de nuevas empresas se dio especialmente en el último trimestre


del 2020, en el que se constituyeron 83,170 empresas y se dieron de baja a
7,469 empresas.

“Efectivamente, ha habido una situación atípica, probablemente contraria a lo


que todo el mundo hubiese esperado, que es que más empresas hubiesen
cerrado, de las que se hubieran creado”, declaró el director institucional de la
Cámara de Comercio de Lima (CCL), Carlos Posada.

“En el neto, en el año 2020, hay más empresas de las que hubo en el 2019”,
agregó Posada.

-Cambiaron de actividad económica-


Un factor que jugó a favor de los negocios formales, para evitar su cierre
definitivo, fue la posibilidad del cambio de giro, como la discoteca gay
Downtown o la elegante cafetería San Antonio, que se convirtieron cada una en
un “minimarket” en plena cuarentena.

“Hay una reconfiguración, el peruano es muy creativo, hemos sido muy


recipientes, pero además hemos sido muy capaces de reconvertirnos ante la
situación que vivíamos”, anotó el ex viceministro de Comercio Exterior.

Sin embargo, Posada agregó que “no podemos negar que ha habido reducción
de mano de obra, por supuesto, que ha habido aplicación de suspensiones
temporales también, pero lo cierto es que no hubo tanta empresa que cerró,
como se hubiese esperado que hubiese sucedido”.

Precisamente, la gran mayoría de empresas nuevas corresponden al comercio


al por menor y por mayor, seguidas por el transporte y manufactura.

-Migran a venta minorista-

“Si nos enfocamos en el cuarto trimestre, el número total de empresas creadas


en estos dos sectores (comercio al por mayor y menor) es de casi 40,000
empresas. Estamos hablando de 48.5% del total, la mitad de las empresas que
se crearon estaban compuestas por comercio o venta de productos tangibles”,
precisó el representante gremial.

Entre el primer y los cuatro trimestres del año, el número de empresas de


comercio al por menor prácticamente se duplicó, al pasar de 15,000 a 27,000
nuevos negocios.

Pero ¿qué tipo de empresas son éstas creadas en plena pandemia?, en un país
donde el 90% son microempresas y la informalidad laboral afecta a más del
70% de los trabajadores.
De las más de 83,170 empresas creadas en el último trimestre del 2020, un
62%, es decir, más de 51,000 negocios, corresponden a una organización
jurídica denominada persona natural, cuyo dueño es una única persona.

“Casi 60% son empresas unipersonales y lo mismo pasó con la baja, donde en
el cuarto trimestre son más de 7.200 empresas de personas naturales, que se
dieron a la baja”, anotó Posada.

-En busca de completar sus ingresos-

El director de la CCL, que tiene 15,000 asociados en el país, explicó que hay
empresas que pueden “no haber cortado la relación laboral con el trabajador,
pero han reducido las horas laborales”.

Esta situación genera “una innata necesidad por buscar el negocio adicional, el
negocio que compense la baja, que compense la pérdida de trabajo, por eso es
el alto grado y alto índice de incidencia sobre esta sección de personas
naturales”, expresó.

Posada destacó que el gobierno y la administración tributaria hayan permitido


estos giros de negocios, en el Registro Único de Contribuyentes (RUC), porque
han permitido que se sostenga la formalidad en la economía peruana.

“Ha habido mucha iniciativa, mucha creación de empresas formales,


apoyémoslas, que dejen de ser personales y se conviertan en pequeñas
empresas, luego medianas y luego en grandes”, expresó.

Como reflejo también de la concentración de la economía peruana, estas


nuevas empresas nacieron en su mayoría (39%) en Lima (32,520) en el último
trimestre del 2020, seguidas por la sureña Arequipa (4,948) y la norteña La
Libertad (4,915), los principales centros urbanos en el país.
1) Elektra y otras seis empresas que cerraron en Perú a raíz de la
pandemia

La crisis económica que originó la pandemia del COVID-19 ha afectado a


numerosas empresas en el país. La conocida tienda de electrodomésticos
“Elektra” anunció hoy su cierre definitivo, pero no fue la primera.
2) CENCOSUD

En julio pasado, la tienda por departamentos de Cencosud, Paris, cerró las


puertas de sus 11 locales en el Perú, duramente golpeada por la cuarentena
decretada al inicio de la pandemia.
3) Soyuz S.A. empresa de transporte con 38 años en el mercado peruano,
también anunció su liquidación en julio pasado. No obstante, mediante una
reestructuración patrimonial, la compañía introdujo su capital en otra: Perú
Bus.

4) Universal Textil, empresa de telas y uniformes, y dueña de la marca


Polystel, acordó en noviembre pasado que entraría en proceso de
liquidación. Además, se tomó la misma decisión son la subsidiaria UI

Comercial S.A.
5) También en julio de 2020, la junta de accionistas de Sertursur S.A., dueña
del restaurante Brujas de Cachiche, acordó la disolución de la compañía,
que operaba en el Perú desde octubre de 1991.

6) Polystel

Uno de los casos más recientes es el de la recordada marca Polystel. A fines de


noviembre la Compañía Universal Textil aprobó su disolución y liquidación.

La información se hizo pública cuando la empresa, dueña de la marca Polystel,


envió una carta a la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV) indicando la
decisión de los accionistas.

7) Brujas de Cachiche

A inicios de julio el restaurante Brujas de Cachiche se declaró en quiebra tras casi


29 años de funcionamiento. La junta de accionistas de Sertursur S.A., propietaria
del restaurante acordó la disolución.

El encargado de la liquidación de la empresa, Francisco Barrón Velis, manifestó


que la crisis fue el detonante para “una débil situación financiera arrastrada de
años anteriores”.

Según información de la Cámara Nacional de Turismo del Perú (Canatur), al


menos 100 mil restaurantes han tenido que cerrar debido a la pandemia.

Soyuz

La empresa de transporte Soyuz S.A. anunció en julio su liquidación, tras 38 años


en el mercado peruano.

En agosto se conoció que con el patrimonio que quedaba de Soyuz, se reflotó a la


empresa Perú Bus. Esta aumentó su capital social a hasta S/ 19.9 millones a
través de un proceso denominado escisión empresarial.
Pese a anunciar su disolución, la compañía aún sigue activa a través de su página
de Facebook.

Tiendas Paris

A inicios de julio el Grupo Cencosud anunció el cierre de operaciones de todas sus


tiendas Paris Perú.

La compañía operaba 11 tiendas en el país y decidieron cerrar pues no se habían


logrado los resultados y la participación esperada para hacer sostenible la
empresa.

Avianca Perú

En mayo la aerolínea Avianca Perú S.A anunció el cierre de sus operaciones y el


inicio de un proceso de disolución y liquidación. La empresa se acogió a la ley de
bancarrota en Estados Unidos.

Pero, la compañía continuarán funcionando en rutas hacia y desde el Perú a


través de otras subsidiarias.

Cromotex

En septiembre la empresa de transportes Cromotex anunció su disolución ante la


crisis causada por la pandemia de la COVID-19.
Según anunciaron en un comunicado la disolución fue decidida por la junta de
accionista del la compañía, tras 35 años en el mercado peruano.

Esta empresa había recibido un préstamo de S/6 millones 155 mil 869 del
programa Reactiva Perú, pero tras la decisión de cierre, aseguraron que se
devolvería el dinero.

Publimetro

La cadena Metro Internacional anunció su partida del mercado peruano a fines de


mayo de este año.

La crisis económica originada por la COVID-19 puso fin a 9 años de publicaciones


que se repartían de manera gratuita en 100 puntos de Lima.

Uber Eats

En junio Uber Eats, encargado del delivery de comida distintos negocios, dejó de
operar en Perú debido a los problemas generados con la pandemia y las
complicaciones que se tuvieron para establecer protocolos para la reactivación de
negocios.

“Esta es una decisión difícil, y nuestra prioridad ahora es minimizar en lo posible el


impacto en nuestros equipos, socios restaurantes, socios repartidores y usuarios”,
indicaron en su comunicado hace varios meses.

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