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LA PERDIDA DE LA TRADICION ORAL DE LO EMBERAS KATIOS.

Los Emberas una comunidad indígena colombiana que, por diversas


razones, tales como la economía, el crecimiento de una población, o la
violencia que se ha traducido en el masivo desplazamiento del nicho
natural de sus raíces hacia la montaña de pavimento, cualquiera que
fueran las circunstancias que han motivado a estas comunidades para
insertarse en las metrópolis, dejando atrás toda una cultura rica en
conocimiento ancestral y saberos propios. Esto no es óbice para que
no hagamos una mirada a esta población que en los últimos años ha
perdido toda su riqueza cultural y tradicional.
En la actualidad esta comunidad que originariamente tenía sus
acentos en la región del pacifico colombiano, y que son descendientes
de los grupos precolombinos de Urabá y Chocó, se encuentran
dispersos en grupos mínimos de familias conformadas por una madre
y dos o tres hijos; en Antioquia, Bolívar, Caldas, Caquetá, Cauca,
Chocó, Córdoba, Nariño, Putumayo, Risaralda y Valle del Cauca,
específicamente en las cabeceras municipales, en las áreas urbanas,
ejerciendo actividades que no corresponde con sus tradiciones, y en
muchos casos en condiciones de extrema pobreza.
Lo anterior no es solamente lamentable por la evidente vulneración de
los derechos fundamentales de los niños indígenas, que, en los casos
de la ciudad de Medellín, se observan en las calles del centro de la
ciudad, ejerciendo la mendicidad, sin tener la oportunidad a un pleno y
armonioso desarrollo, al reconocimiento a la igualdad y la dignidad
humana, sino que también por el desvalor de la cultura y la tradición
oral, por la pérdida de la costumbre tradicional indígena de una etnia.
Esa pérdida de la que se habla en este artículo, minimiza entonces la
oportunidad de conocer esta cultura, esta tradición oral y los
conocimientos sobre el universo que son algunos de los puntos que
hacen parte del conocimiento ancestral, este saber y ese lenguaje
propio de una cultura, para las futuras generaciones, como patrimonio
cultural inmaterial.

JHON ENRIQUE GONZALEZ.

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