Está en la página 1de 12

UNIVERSIDAD FERMÍN TORO

VICE RECTORADO ACADÉMICO


FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS
ESCUELA DE DERECHO

IMPLICACIONES JURIDICAS Y POLITICAS ACERCA DE LA


PARTICIPACION CIUDADANA EN EL PROCESO DE
DESIGNACION DE LOS MAGISTRADOS DEL TSJ

Autores:
Dudamel Josgeyrleth
Vielma Mariangel
Tutor: Abg. Alonso Macías
Asesor de metodología: Carmen rodríguez

BARQUISIMETO, FEBRERO, 2021


CAPITULO I
EL PROBLEMA

Planteamiento del Problema

Desde tiempos antiguos el Estado de Derecho ha sido una temática de gran


relevancia, tanto así que se ha convertido en la historia de la mayoría de los países
que tienen el sistema de separación de poderes. El Estado de Derecho, tiene
comienzo desde la propuesta de Georg Jellinek, el cual tuvo la iniciativa de limitar al
Estado. Para lograr que el Estado de Poder emanado por el monarca diera paso a una
organización política y administrativa la cual iba a ser regulada por nuevas normas
jurídicas que fueran aprobadas por la sociedad, los estados modernos tuvieron que
luchar para que se consolidara lo que hoy conocemos como “Estado de Derecho”.

La historia interna ha definido, que la escritura Estado de Derecho son de


carácter completamente germánicos, en la que sus pensamientos centrales o
principios de identidad no son para nada centralizados, de manera que se ha
convertido en una formula insustancial, pues así lo materializó el positivismo, a tal
efecto que dicha fórmula puede ser aplicada en todo tipo o clase de Estado.

Por otra parte, la historia externa, el Estado de Derecho es designado bajo la


expresión inglesa RULE OF LAW o bajo la expresión francesa SEPARATION DES
POUVOIRS. En esta parte es de resaltar que existen diversos conceptos referentes al
Estado de Derecho, en las que se distinguen, la francesa, la inglesa y la Alemana, esto
es debido a la formulación y ejecución de la soberanía imperante mencionados países
durante el liberalismo clásico.

En Francia, la soberanía le pertenece al pueblo, por ende la teoría de


separación de poderes constituye una técnica de organización del Estado que permite
asegurar la supremacía del poder legislativo, sobre el ejecutivo y el judicial. Así el
ejecutivo y el judicial, están obligados, en el ejercicio de sus funciones, a aplicar y a
respetar las leyes. A distinción de Inglaterra, la soberanía compete conjuntamente a
las dos Cámaras y a la Corona. La Rule of l.aw, corno expresión de la tradición
constitucional inglesa, corresponde principalmente a la idea del límite que el poder de
gobernar y de legislar recibe del Law uf the Country, es decir del derecho
consuetudinario acogido por la tradición jurisprudencial.

Lucas Verdú propone la fórmula siguiente: "cuando un Estado configura


jurídicamente la organización y ejercicio del poder político, de manera que los
individuos y sus grupos están protegidos por la existencia previa de normas e
instituciones jurídicas, garantizadoras de sus derechos y libertades; cuando la
autoridad estatal se somete a normas e instituciones jurídicas sin más excepciones que
las exigidas por el hicn comllO, entonces nos encontramos ante un Estado de
Derecho.

Del concepto anterior se desglosa que el Estado de Derecho, como Estado de


Identidad, adopta la Supremacía de la Ley, por lo que la voluntad general de la
población, se hace Ley y, la misma es de carácter imperativa. Por consiguiente, el
Estado de Derecho contiene la división de Poderes, entre ellos, el Legislativo,
Ejecutivo y el Judicial. En cuanto a la administración, esta debe contener suficiente
autoridad judicial para controlar los actos de la administración, que de igual manera
deben regirse según la ley que los regule, esto se le llama “Legalidad de la
Administración. Por último, el concepto al que alude el autor anterior, sobre el Estado
de Derecho, el cual debe prever y garantizar Derechos y libertades fundamentales, es
decir que, aunque las garantías se encuentren escritas en hojas, las mismas deben ser
eficaz cumplimiento y capaces de ser materializadas.
Partiendo del estado de derecho en principio, la Separación de Poderes supone un
efectivo sistema de contrabalances entre las ramas del Poder Público, en su
enunciación original concibe la distinción orgánica entre poder ejecutivo, legislativo
y judicial y exige autonomía en sus funciones, lo cual, sin embargo no excluye el
control y la colaboración entre ellos, es importante señalar que, cuando los
Regímenes de Asamblea presentan un vasto desarrollo doctrinario, nos enseña la
historia que su aplicación práctica ha sido irrealizable desde los contados casos en el
que fueron instaurados, desembocaron en modelos alterados de aquel ideado
originalmente.

Los Regímenes de Separación de Poderes son los que realmente pueden


desenvolverse como sistemas de contrabalances entre el Poder Ejecutivo y el Poder
Legislativo. Ellos se conciben de forma diferente dependiendo del sistema adoptado
por cada orden constitucional. Ciertamente, para existir, la separación de poderes
supone una distinción orgánica entre poder ejecutivo y poder legislativo, lo cual exige
además una autonomía funcional que, sin embargo no excluye la colaboración entre
ellos, vale decir, la existencia de mecanismos de presión.

 La independencia del Ejecutivo con respecto al Legislativo es complementada por la


independencia de este último con respecto al primero. El Parlamento, Asamblea,
Cámara, o sea cual sea la denominación adoptada se presenta, generalmente, con una
estructura bicameral y es elegida siguiendo distintas modalidades. Esta independencia
reciproca de los órganos constitucionales puede presentar el riesgo de la imposición
de trabas y el nacimiento de conflictos lo que explica que en los sistemas
presidencialistas el funcionamiento de los poderes implica la existencia de
negociaciones en el plano funcional.

Ha imperado en Venezuela, principalmente desde la Constitución de 1961, un sistema


peculiar, que se ha conocido como presidencialismo mixto. En él, el Presidente de la
República, electo por sufragio universal, actúa comúnmente dentro del Consejo de
Ministros. Por su lado, encontramos el Poder Legislativo, bicameral conforme aquél
Texto. Sin embargo, ambos Poderes colaboraban entre sí para el cumplimiento de sus
funciones, sobre la base de un sistema que, equilibrado, daba cierta preponderancia al
Poder Legislativo.

(Montesquieu 2003) Montesquieu elabora su teoría de la separación de los poderes


del Estado a propósito de una cuestión anterior: la realización de la libertad como
objetivo político. En uno de los breves capítulos que introducen su estudio sobre la
Constitución inglesa, el autor ofrece una de sus más célebres definiciones: "En un
Estado, es decir, en una sociedad en la que hay leyes, la libertad sólo puede consistir
en poder hacer lo que se debe querer y en no estar obligado a hacer lo que no se debe
querer.

En ella se expresa dice que la libertad política no es dar permiso para hacer lo que
queramos, ni incluso para hacer lo que permite la ley, sino sólo "el poder de hacer lo
que deberíamos querer", lo cual repite virtualmente Kant". Y más abajo explica: "La
presuposición común a estos pensadores es que los fines racionales de nuestras
"verdaderas" naturalezas tienen que coincidir, o hay que hacerlas coincidir, por muy
violentamente que griten en contra de este proceso nuestros pobres yos, empíricos,
ignorantes, apasionados y guiados por los deseos. La libertad no es libertad para hacer
lo que es irracional, estúpido o erróneo.

La separación de poderes se inicia con el planteamiento de un problema fundamental


para la realización de la libertad: el poder político que puede y debe garantizarla
constituye en sí mismo un peligro para la libertad. Sin embargo, en la misma fórmula
en la que el autor resume el problema del poder anuncia también su solución: "Es una
experiencia eterna que todo hombre que tiene poder siente inclinación a abusar de
él, yendo hasta donde encuentra límites.

Principalmente radica en encontrar una forma de limitar el poder que no invalide su


función como expresión y garante de la libertad de los ciudadanos. Este es el
problema al que pretende dar respuesta la Constitución descrita por Montesquieu, a
partir de un sistema de distribución jurídica y social de las funciones del Estado que
permite que "el poder contrarreste el poder". Los poderes se dividen en tres órganos:
el Legislativo, representante de la voluntad general del pueblo, el Ejecutivo,
encargado de dar cumplimiento a dicha voluntad, y el Judicial, que juzga los delitos y
las diferencias entre particulares. 

Cabe destacar que las implicaciones jurídicas y políticas acerca de la participación


ciudadana en el proceso de designación de los magistrados del tsj implican que las
decisiones de los jueces sean trasgredidas por razones políticas en cada país. La
designación y nombramiento de los jueces constituye una facultad o competencia
asignada a uno o más órganos del estado de uno o varios de los poderes constituidos,
y mencionada facultad es otorgada a un órgano especializado, lo cual a lo largo de los
años y a nivel global este poder especial encargado de designar los jueces o
magistrados, es viciado.
Por lo tanto, se deben tomar medidas para implementar un nuevo sistema de
elecciones para evitar corrupciones dentro del sistema judicial. Sin embargo son
múltiples las razones, por la que sebe de optar por una mejora y cambio radical en el
sistema actual, siendo la más importante y fundamental la creación de un sistema de
elección de magistrados y jueces en el que intervengan de manera directa los
ciudadanos ya que de lo contrario, acarrea consecuencias tanto al nivel internacional
como a nivel nacional.
En otros países se han implementado sistemas, en el que se involucra a los
ciudadanos y se les permite participar en el sufragio activo de la elección a los
magistrados y ha dado resultado, los electos ejercen con eficacia segura, debido a que
sus cargos son otorgados a tenor de sus virtudes, aptitudes y curriculum respecto a sus
experiencias en el ámbito jurídico.
En cuanto al ámbito Nacional, las consecuencias de la omisión de los ciudadanos en
el sistema de elecciones judiciales, trae consigo la idea de la independencia judicial a
través de diferentes medios de selección de magistrados o la elección de los mismos,
creando un modelo o forma para promover la independencia, ya que es otorgada a
los jueces la tenencia prolongada, lo que idealmente los libera, (emitir para decidir) y
de acuerdo con esas decisiones que en la actualidad no son muy frecuentes u
opuestas debido a los intereses políticos que los dominan.

En algunos casos la capacidad de judicatura para controlar a la legislatura se ve


reforzada por el poder del estado, y es esta una consecuencia. Una de las facultades
del Poder Judicial es el de imponer ciertas medidas a otro poder del estado que se
niega a cumplir un deber constitucional o, declarar inconstitucional las leyes
aprobadas por la legislatura, esto es según el deber ser, pero la práctica es
lamentablemente otra.

Los criterios políticos permean el sistema de elección con la posibilidad de reelección


inmediata de los magistrados de la corte suprema de justicia. Asegurando su puesto
durante años, las opiniones políticas afectan gravemente la justicia, siendo los
nominados incapaces de sucumbirse de la corrupción, atacando a los estudiosos que
tengan pensamientos opositores y dejando impune a los verdaderos corruptores del
sistema jurídico.

Barrero 2011, propone una integración mixta de la corte suprema de justicia y del
consejo del estado. Una tercera parte debe prevenir de la carrera judicial, otra de la
academia y la última del ejercicio de la abogacía, lo que garantizaría una permanente
renovación de la jurisprudencia, Para la elección de quienes vienen de la carrera
judicial, es especial que se tome en cuenta la elección de ciudadano o la opinión del
ciudadano de manera que también se tome en cuenta el nivel laboral del mismo.

El congreso tiene la oportunidad de evaluar el proceder de los jueces y decidir si


renuevan sus puestos. “los criterios que intervienen en esta evaluación son, políticos y
constituyen la interferencia de los otros estados en la actuación de los jueces
venezolanos supremo.

Venezuela se fundamenta constitucionalmente en la moderna teoría política del


estado democrático lo cual plantea como uno de sus principales bases, la división e
independencia de los clásicos tres órganos del poder (Ejecutivo Legislativo y
Judicial). En la constitución legaliza que los integrantes del legislativo y ejecutivo son
realizados electamente por voto popular. Los intervinientes del sistema judicial deben
ser nombrados por los representantes políticos, no pueden ser electos por voto
popular. Esto es, para prevenir a los pueblos de la tiranía judicial de las mayorías
políticas circunstanciales, pero ha de saberse que no ha funcionado ese sistema ya que
los magistrados han violentados la misma carta magna al no realizar los debidos
procesos y al dictar sentencias a favor de la injusticia.

Venezuela presenta indicadores sobre su estado de derecho y su poder judicial que


son alarmantes. Es importante aclarar que el país siempre ha tenido problemas en
materia judicial no es algo que se debe atribuir al régimen político que se ha
autodenominado “socialista”. Sin embargo este ha llevado al poder judicial a niveles
extremados que anteriormente no se habían visto, así expreso el año pasado un
experto en el tema “el sistema formal se ha convertido en un brazo del régimen
político.
Principalmente que el tribunal supremo de justicia en especial la sala constitucional
está al servicio del poder, demostrando un nivel de corrupción por el cual acarrea
consecuencias jurídicas y políticas para todos los nacionales. Por ende la situación de
la administración de justicia y del estado de derecho que ha llevado a la aniquilación
de los derechos de los ciudadanos venezolanos y a la desaparición de la democracia.

Hay múltiples razones, pero la más resaltante es que pese a que la constitución prevé
en su contenido un sistema de elección de magistrados y jueces que garantiza su
independencia política e imparcialidad, desde el principio hasta el régimen político
que se instaló con el presidente (CHAVEZ) se aseguró magistrados fieles al no
escogerlo de acuerdo a lo establecido en ella y al no permitir participar a la sociedad
civil, como en cambio alude la constitución.
Si una persona quiere ser elegido magistrado, debe tener beneplácito de las
direcciones partidistas y, dependiendo de la corriente del magistrado por reemplazar,
se confecciona la terna y luego se procede a escoger. Por eso se establece que es una
forma de legitimar al caudillo y perpetuarse en el poder.
Fundamentalmente este no sea una garantía absoluta de imparcialidad pero es un
sistema mucho más justo que el que había visto antes, al controlar el tribunal supremo
de justicia se controla todo el poder judicial, no es de extrañar que en la actualidad el
tribunal supremo de justicia sea un órgano no solo politizado si no partidario,
completamente al servicio del poder, en este sentido está claro que para la
institucionalización del poder judicial es seguir el procedimiento constitucional para
la selección de jueces y magistrados y es fundamental para ello que se dicte una ley
sobre la carrera del juez que de desarrollo a los constitucionales. El criterio expuesto
por la Sala refleja una sana interpretación del principio de participación ciudadana,
que rige en nuestro ordenamiento jurídico a partir de la entrada en vigencia del texto
constitucional de 1999.

En efecto, el Preámbulo constitucional expresa que uno de los fines mismos de la


Constitución es establecer una sociedad participativa y protagónica, esto es, una
sociedad integrada por ciudadanos que en forma activa intervengan en la vida
nacional, desde todo punto de vista. La participación y el protagonismo ciudadano
son manifestaciones del ejercicio de la soberanía popular, sobre la cual es creada la
República, y que se ejercerá en forma directa -según la Constitución y las leyes- o
indirecta -mediante el sufragio y por los órganos que ejercen el Poder Público. Esta
noción se repite al señalarse que “Todos los ciudadanos y ciudadanas tienen el
derecho de participar libremente en los asuntos públicos, directamente o por medio de
sus representantes elegidos o elegidas”.

En una forma más específica, el artículo 70 constitucional enumera cuáles son los
medios de participación y protagonismo del pueblo en ejercicio de su soberanía, tanto
en lo político, como en lo social y económico (numerus clausus). En efecto, dicha
norma reza: “Son medios de participación y protagonismo del pueblo en ejercicio de
su soberanía, en lo político: la elección de cargos públicos, el referendo, la consulta
popular, la revocatoria del mandato, las iniciativas legislativa, constitucional y
constituyente, el cabildo abierto y la asamblea de ciudadanos y ciudadanas cuyas
decisiones serán de carácter vinculante, entre otros; y en lo social y económico, las
instancias de atención ciudadana, la autogestión, la cogestión, las cooperativas en
todas sus formas incluyendo las de carácter financiero, las cajas de ahorro, la empresa
comunitaria y demás formas asociativas guiadas por los valores de la mutua
cooperación y la solidaridad.

OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN.
Objetivo General
Describir Las implicaciones Jurídicas y Políticas acerca de la participación ciudadana
en el proceso de designación de los magistrados del tribunal supremo de justicia.
Objetivos específicos
Identificar los efectos jurídicos y políticos que conlleva la participación ciudadana en
la elección de los magistrados.
Examinar las ventajas y desventajas acerca de la participación ciudadana en el
proceso de la designación de los magistrados el TSJ.
Comparar la participación ciudadana en los procesos de elección de los magistrados
del TSJ con otros países.
JUSTIFICACIÒN
Cuando se plantea la necesidad de investigar el sistema actual de elecciones del
Tribunal Supremo de Justicia y de crear un modelo Justo y Veraz de elecciones
Judiciales, unas de las primeras reacciones que se producen entre los actores
principales del sistema son temor, desesperanza e incredulidad, sobre todo entre
mismos Magistrados administradores de Justicia a quienes compete llevar a cabo la
justicia a través de sus decisiones, ello en parte a consecuencia de la discrepancia
entre las propuestas ideales y de la situación Jurídica Política del actual país. Es por
esto que hacemos esta investigación proponiendo un nuevo sistema electoral del
Tribunal Supremo de Justicia para que se apacigüe la corrupción, y el país sea llevado
por un nuevo camino con un fin veraz y justo.
El ámbito social cambiaría por completo, habiendo una minoría con oposición al
nuevo modelo electoral, sin embargo la mayoría sobrepasa esa ideología, aportando
su aprobación al nuevo cambio, sabiendo que es para bien. En cuanto al ámbito
político, la democracia se implementara en hechos y no solo en el Derecho como
prevé la constitución en tanto que, “Venezuela se constituye un país, libre,
democrático y participativo…”. En el ámbito académico, se implementaran nuevas
temáticas institucionales en las que se les explique a los estudiantes universitarios
este nuevo sistema electoral de Magistrados. En el ámbito metodológico,
abordaremos métodos eficaces para alcanzar una Venezuela Democrática bajo el
régimen constitucional. En el ámbito practico, se crearan modelos estatales Judiciales
como ejemplos a las elecciones del Tribunal Supremo de Justicia. Y en cuanto al
ámbito teórico utilizaremos ideologías teóricas inclusive de países que han
implementado este sistema Judicial.

LINEA, POLO, AMBITO Y EJE. En otro orden de consideraciones, la presente


investigación se ubica dentro de las líneas de investigación emanadas de la
Universidad Fermín Toro en el Polo 3: IDENTIDAD Y MULTICULTURALISMO
EN UN MUNDO GLOBALIZADO Por otra parte, esta investigación se encuentra
enmarcada, según las líneas de investigación de la Universidad Fermín Toro, en el
ámbito: CULTURA Y ESTADO, Cabe agregar, que la línea de investigación se
denomina: EJE CONCEPTUAL Y CONSTITUCIONAL.

INTERROGANTES
¿Qué efectos jurídicos y políticos que conlleva la participación ciudadana en la
elección de los magistrados?

¿Cuáles son las ventajas y desventajas que trae consigo la participación ciudadana en
el proceso de la designación de los magistrados el TSJ.

¿Cómo son los procesos de elección de magistrados en otros países?

También podría gustarte