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corrientes o
estilos de la arquitectura que se han desarrollado a lo largo del siglo XX en todo el
mundo. A pesar de lo ambiguo del término (similar al de arte moderno o arte
contemporáneo), se refiere a las producciones arquitectónicas contemporáneas o
arquitectura contemporánea, no a la arquitectura de la Edad Moderna (siglos XV al
XVIII), ni siquiera a la arquitectura del siglo XIX (que pertenece a la Edad
Contemporánea) o a la de otros periodos de la historia de la arquitectura.
Pero es, sobre todo, el uso de los nuevos materiales como el acero y el hormigón
armado, así como la aplicación de las tecnologías asociadas, el hecho determinante
que cambió para siempre la manera de proyectar y construir los edificios o los
espacios para la vida y la actividad humana
Historia [editar]
Edificio del Bauhaus, Dessau, Alemania 1926. Arquitecto : Walter Gropius.
«Reliance Building». Arquitecto : Daniel Burnham. Chicago, Estados Unidos de
América.La Arquitectura del Movimiento Moderno es un concepto propio de la crítica
y de la historiografía de la Arquitectura Moderna, tiene un significado histórico y
conceptual más amplio que los periodos de la arquitectura racionalista o de la
arquitectura orgánica, ya que comprende todas las corrientes, movimientos y
tendencias que desde mediados del siglo XIX tienden a la renovación de las
características, de los propósitos y de los principios de la arquitectura.
«Debemos conocer a fondo la arquitectura gótica, entender qué fue y qué supone : una
explicación magnífica del espíritu orgánico. Siguiendo esta tradición, se afirma un
principio estructural que hace evolucionar sus propias formas adhiriéndose a la más
estricta verdad, es decir, en función de las condiciones de uso, de los materiales y de
las técnicas de construcción.» (en el artículo «The Revival of Handicraft (El
renacimiento de la artesanía))», publicado por la revista «Fortnightly Review »,
Londres 1888.
En paralelo, las teorías «higienistas» junto a los movimientos del «socialismo útópico»
sientan las bases de la urbanística moderna. Con el cambio de siglo, un nuevo estilo en
la arquitectura y el diseño triunfa en Europa, es el «Art Nouveau», también llamado
«Liberty», «Sezession», «Jugendstil», «Modernismo», etc., que fue un estilo que se
contrapuso al academicismo imperante aunque nunca llegó a imponerse a él.
El «Art Nouveau» rompe los esquemas académicos e impone el uso del hierro en la
arquitectura. Hasta entonces, el hierro era un material asociado a las construcciones
de los ingenieros que triunfaron en la Exposición Universal de París de 1889 con la
Torre Eiffel y la Galería de las Máquinas. El «Art Nouveau» curva y entrelaza el
hierro, en delgadas cintas, que forman toda clase de formas y figuraciones y lo pone en
los salones de las casas y en las fachadas de los edificios como la «Maison du Peuple»
de Bruselas obra del arquitecto Víctor Horta.
Walter Gropius, uno de los los arquitectos del «Werkbund», dirigió, a partir del 1919
la Bauhaus en Weimar y posteriormente en Dessau. La segunda etapa de la
Arquitectura Moderna, la Arquitectura racionalista, se inició en aquellos años de la
posguerra y se extendió por Europa hasta la Segunda guerra mundial. Los arquitectos
comprometidos con el movimiento: Le Corbusier, Mies van der Rohe, Alvar Aalto y el
propio Walter Gropius, juntamente con otros, entre los cuales están los arquitectos
catalanes del G.A.T.C.P.A.C, fundan los congresos internacionales de Arquitectura
Moderna (C.I.A.M.) para la difusión de sus principios y experiencias.
Al otro lado del Atlántico, desde mediados del siglo XIX se suceden las innovaciones en
los campos de la construcción y el urbanismo que protagonizan la industrialización y
la ocupación del territorio bajo el empuje de un capitalismo sin concesiones. La
colonización de la frontera oeste, la expansión de la industria, así como la acogida
masiva de ingentes oleadas de inmigrantes, son la base de una tradición cultural
propia de los estados Unidos de América. Un nuevo y revolucionario sistema de
construcción, la «balloon frame», concebida para que cualquiera pudiera construirse
su propia casa con escasas herramientas, suministró la tecnología necesaria para
colonizar «el Oeste» a los «pioneros».
Pero no todo es liberalismo en los E.U.A., puesto que fue en la ciudad de Nueva York
dónde el urbanista Frederick L.Olmsted proyectó el Central Park en la isla de
Manhattan, rescatando de la especulación inmobiliaria una gran extensión de terreno.
Olmsted proyectó también el sistema de parques metropolitanos de la ciudad de
Boston.
Con los edificios industriales que se alinean a lo largo del río Missouri o del lago
Michigan se inició el desarrollo de la construcción en altura con estructura de hierro y
obra de fábrica que culminará en los rascacielos de la «Escuela de Chicago», los
cuales desarrollan una nueva tipología de edificios de oficinas o comerciales.
El movimiento moderno entró en crisis a finales de los años 50 del siglo XX, cuando se
formularon una serie de críticas muy severas a los excesos del «estilo Internacional» y
al urbanismo derivado de la «Carta de Atenas». Un conjunto de tendencias que se
reivindican a sí mismas como continuadoras del Movimiento Moderno, protagonizan la
arquitectura desde los años 1960 hasta la actualidad.
Pese a que tras la Segunda Guerra Mundial hubo aún importantes construcciones
dentro de este estilo, las últimas décadas del siglo XX han estado dominadas por otros
movimientos críticos, herederos en cualquier caso del movimiento moderno.
Las figuras del Movimiento Moderno [editar]En los años 20, las figuras más
importantes de la arquitectura moderna ya tenían gran reputación. Los más
reconocidos fueron Le Corbusier en Francia, Mies van der Rohe y Walter Gropius,
estos últimos fueron directores de la Bauhaus en Alemania. La Bauhaus fue una de las
más importantes escuelas europeas, y su mayor preocupación era la experimentación
con las nuevas tecnologías industriales.
Los apartamentos Lake Shore Drive, del arquitecto Mies van der RoheLos arquitectos
que desarrollaron el Estilo Internacional querían romper con la tradición
arquitectónica, diseñando edificios funcionales y sin ornamentos. Comúnmente,
utilizaron vidrio para las fachadas, y acero y hormigón para las losas y soportes
estructurales. El estilo se volvió más evidente en el diseño de los rascacielos. Quizás
sus más notorios exponentes son: el edificio de la Organización de Naciones Unidas, el
Edificio Seagram y la Casa Lever, todos ellos en Nueva York.
Los detractores del Estilo Internacional critican su geometría rígida y rectangular por
ser "deshumanizante". Le Corbusier describía a los edificios como "máquinas para
habitar", pero la gente reaccionaba contra esta uniformidad y rigidez. Incluso el
arquitecto - y amigo personal de Mies van der Rohe - Philip Johnson admitió estar
"aburrido de las cajas". Desde principios de los 80, muchos arquitectos han buscado,
deliberadamente, alejarse de los diseños geométricos.
La cotidianeidad del ser humano, analizada con apego a los métodos de la ciencia,
será categorizada y clasificada en la primera Carta de Atenas (1932, por Le Corbusier)
en las funciones elementales de Habitar, Trabajar, Circular y Esparcirse. La vida
moderna, convertida en modelo matemático-estadístico, puede ya manifestarse,
tectónica y espacialmente, en la vivienda construida en serie. El bloque de viviendas,
que encuentra su más ilustre prototipo en la Unité d´Habitation, es una invención de la
modernidad; la negación de la individualidad personal se materializa en una casa /
colmena.
imagenes
Las características de la Arquitectura Moderna fueron descritas por el arquitecto
Bruno Taut en su libro «Die neue Baukunst in Europa und Amerika» («La nueva
arquitectura de Europa y América»), Stuttgart, 1929, con los siguientes enunciados :
La primera exigencia de cada edificio es alcanzar la mejor utilidad posible.
Los materiales y el sistema constructivo empleados deben estar completamente
subordinados a esta exigencia primaria.