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La Arquitectura Moderna es un término muy amplio que designa el conjunto de

corrientes o
estilos de la arquitectura que se han desarrollado a lo largo del siglo XX en todo el
mundo. A pesar de lo ambiguo del término (similar al de arte moderno o arte
contemporáneo), se refiere a las producciones arquitectónicas contemporáneas o
arquitectura contemporánea, no a la arquitectura de la Edad Moderna (siglos XV al
XVIII), ni siquiera a la arquitectura del siglo XIX (que pertenece a la Edad
Contemporánea) o a la de otros periodos de la historia de la arquitectura.

La Arquitectura Moderna se ha caracterizado por la simplificación de las formas, la


ausencia de ornamento y la renuncia consciente a la composición académica clásica,
la cual fue sustituida por una estética con referencias a la distintas tendencias del arte
moderno como el cubismo, el expresionismo, el neoplasticismo, el futurismo y otros.

Pero es, sobre todo, el uso de los nuevos materiales como el acero y el hormigón
armado, así como la aplicación de las tecnologías asociadas, el hecho determinante
que cambió para siempre la manera de proyectar y construir los edificios o los
espacios para la vida y la actividad humana
Historia [editar]
Edificio del Bauhaus, Dessau, Alemania 1926. Arquitecto : Walter Gropius.
«Reliance Building». Arquitecto : Daniel Burnham. Chicago, Estados Unidos de
América.La Arquitectura del Movimiento Moderno es un concepto propio de la crítica
y de la historiografía de la Arquitectura Moderna, tiene un significado histórico y
conceptual más amplio que los periodos de la arquitectura racionalista o de la
arquitectura orgánica, ya que comprende todas las corrientes, movimientos y
tendencias que desde mediados del siglo XIX tienden a la renovación de las
características, de los propósitos y de los principios de la arquitectura.

La Arquitectura Moderna surge a partir de los cambios técnicos, sociales y culturales


vinculados a la revolución industrial. Los teóricos del Movimiento Moderno buscan las
raíces históricas de la Arquitectura Moderna en una amplio preludio, una etapa a
caballo de los siglos XVIII y XIX en la cual diferentes sectores culturales o de la
actividad económica y de la vida política y social empiezan a vislumbrar y a definir las
consecuencias constructivas y urbanísticas de la revolución industrial. En el transcurso
del siglo XIX, una serie de innovaciones y propuestas en diversos campos relacionados,
entre otros con la construcción, la administración pública y la industria confluyen en la
exigencia de su mutua integración.

La Arquitectura Moderna nace en la década de los 60 del siglo XIX en Inglaterra,


cuando William Morris impulsa el movimiento conocido como «Arts and Crafts», como
reacción contra el mal gusto imperante en los objetos producidos en masa por la
industria propugnando un retorno a los oficios y al medievalismo gótico en la
arquitectura. Morris escribió :

«Debemos conocer a fondo la arquitectura gótica, entender qué fue y qué supone : una
explicación magnífica del espíritu orgánico. Siguiendo esta tradición, se afirma un
principio estructural que hace evolucionar sus propias formas adhiriéndose a la más
estricta verdad, es decir, en función de las condiciones de uso, de los materiales y de
las técnicas de construcción.» (en el artículo «The Revival of Handicraft (El
renacimiento de la artesanía))», publicado por la revista «Fortnightly Review »,
Londres 1888.
En paralelo, las teorías «higienistas» junto a los movimientos del «socialismo útópico»
sientan las bases de la urbanística moderna. Con el cambio de siglo, un nuevo estilo en
la arquitectura y el diseño triunfa en Europa, es el «Art Nouveau», también llamado
«Liberty», «Sezession», «Jugendstil», «Modernismo», etc., que fue un estilo que se
contrapuso al academicismo imperante aunque nunca llegó a imponerse a él.

El «Art Nouveau» rompe los esquemas académicos e impone el uso del hierro en la
arquitectura. Hasta entonces, el hierro era un material asociado a las construcciones
de los ingenieros que triunfaron en la Exposición Universal de París de 1889 con la
Torre Eiffel y la Galería de las Máquinas. El «Art Nouveau» curva y entrelaza el
hierro, en delgadas cintas, que forman toda clase de formas y figuraciones y lo pone en
los salones de las casas y en las fachadas de los edificios como la «Maison du Peuple»
de Bruselas obra del arquitecto Víctor Horta.

La Historia de la Arquitectura Moderna registra la transición de algunos arquitectos


representativos del «Art Nouveau», como Henry Van de Velde, así como algunos de la
«Seccession» vienesa como Josef Hoffmann hacia posiciones próximas a las del
arquitecto austriaco Adolf Loos con lo cual se inicia una nueva etapa, la Arquitectura
Moderna, un nuevo estilo que rompe con todo lo anterior.

El primer periodo de la arquitectura racionalista se inicia en los años inmediatamente


anteriores a la Primera guerra mundial, cuando la experiencia del movimiento del
«Arts and Crafts» fue recogida y reelaborada por el movimiento «Werkbund» en
Alemania al cual se adhieren Hoffmann y van de Velde, este último dirige la escuela de
la Bauhaus en la ciudad de Weimar.

Walter Gropius, uno de los los arquitectos del «Werkbund», dirigió, a partir del 1919
la Bauhaus en Weimar y posteriormente en Dessau. La segunda etapa de la
Arquitectura Moderna, la Arquitectura racionalista, se inició en aquellos años de la
posguerra y se extendió por Europa hasta la Segunda guerra mundial. Los arquitectos
comprometidos con el movimiento: Le Corbusier, Mies van der Rohe, Alvar Aalto y el
propio Walter Gropius, juntamente con otros, entre los cuales están los arquitectos
catalanes del G.A.T.C.P.A.C, fundan los congresos internacionales de Arquitectura
Moderna (C.I.A.M.) para la difusión de sus principios y experiencias.

Al otro lado del Atlántico, desde mediados del siglo XIX se suceden las innovaciones en
los campos de la construcción y el urbanismo que protagonizan la industrialización y
la ocupación del territorio bajo el empuje de un capitalismo sin concesiones. La
colonización de la frontera oeste, la expansión de la industria, así como la acogida
masiva de ingentes oleadas de inmigrantes, son la base de una tradición cultural
propia de los estados Unidos de América. Un nuevo y revolucionario sistema de
construcción, la «balloon frame», concebida para que cualquiera pudiera construirse
su propia casa con escasas herramientas, suministró la tecnología necesaria para
colonizar «el Oeste» a los «pioneros».

Pero no todo es liberalismo en los E.U.A., puesto que fue en la ciudad de Nueva York
dónde el urbanista Frederick L.Olmsted proyectó el Central Park en la isla de
Manhattan, rescatando de la especulación inmobiliaria una gran extensión de terreno.
Olmsted proyectó también el sistema de parques metropolitanos de la ciudad de
Boston.

Con los edificios industriales que se alinean a lo largo del río Missouri o del lago
Michigan se inició el desarrollo de la construcción en altura con estructura de hierro y
obra de fábrica que culminará en los rascacielos de la «Escuela de Chicago», los
cuales desarrollan una nueva tipología de edificios de oficinas o comerciales.

Simultáneamente se desarrolla una arquitectura residencial para las clases medias


realizada con madera y piedra, derivada de la «balloon frame», la cual constituye el
preludio de las «Prairie Hauses (casas de la pradera)» del arquitecto Frank Lloyd
Wright. En medio de esta serie de innovaciones, el arquitecto norteamericano Louis
Sullivan, con estudio en Chicago, donde se inició Wright, reflexionando sobre su
propio trabajo escribió la famosa cita:

«form follows function (la forma sigue a la función)»


que se convertirá, a lo largo del siglo XX, en el grito de combate y el lema de la nueva
arquitectura.

El movimiento moderno continuó desarrollándose en Europa durante la segunda


posguerra, impulsado por las tareas de reconstrucción. En el plano teórico, las
aportaciones de la llamada arquitectura orgánica, una tendencia inspirada en la obra
del arquitecto norteamericano Frank Lloyd Wright, con Alvar Aalto y Arne Jacobsen
como representantes destacados, se contraponían al llamado «Estilo Internacional»
inspirado en la obra de Le Corbusier, que postulaba una ortodoxia «funcionalista»
plasmada en la «Carta de Atenas» (y la famosa cita de Sullivan) así como la pureza
absoluta de la composición y los detalles, inspirada a su vez en la obra de Mies. La cita
de Taut al inicio de este artículo, constituye una síntesis teórica del «Estilo
Internacional», el cual tuvo muy amplia difusión en los Estados Unidos, Europa y
Sudamérica.

El movimiento moderno entró en crisis a finales de los años 50 del siglo XX, cuando se
formularon una serie de críticas muy severas a los excesos del «estilo Internacional» y
al urbanismo derivado de la «Carta de Atenas». Un conjunto de tendencias que se
reivindican a sí mismas como continuadoras del Movimiento Moderno, protagonizan la
arquitectura desde los años 1960 hasta la actualidad.

El Movimiento Moderno como estilo dominante [editar]Movimiento moderno, en


arquitectura, es el conjunto de tendencias surgidas en las primeras décadas del siglo
XX, marcando una ruptura con la tradicional configuración de espacios, formas
compositivas y estéticas. Sus ideas superaron el ámbito arquitectónico influyendo en el
mundo del arte y del diseño.

El movimiento moderno aprovechó las posibilidades de los nuevos materiales


industriales como el hormigón armado, el acero laminado y el vidrio plano en grandes
dimensiones.

Se caracterizó por plantas y secciones ortogonales, generalmente asimétricas, ausencia


de decoración en las fachadas y grandes ventanales horizontales conformados por
perfiles de acero. Los espacios interiores son luminosos y diáfanos.
Edificio de Le Corbusier, en Stuttgart.Aunque los orígenes de este movimiento pueden
buscarse ya a finales del siglo XIX, con figuras como Peter Behrens, sus mejores
ejemplos se construyeron a partir de la década de 1920, de ideados por arquitectos
como Walter Gropius, Mies van der Rohe y Le Corbusier.

La llegada de Hitler al poder en 1933, provocó la salida del país de numerosos


arquitectos y creadores que habrían de extender los principios de este movimiento a
otros países.

La denominación International Style comenzó a generalizarse en Estados Unidos tras


la exposición de arquitectura moderna celebrada en 1932 en el Museo de Arte
Moderno de Nueva York, con motivo de la cual Henry-Russell Hitchcock y Philip
Johnson escribieron el libro International Style: Architecture since 1922.

Pese a que tras la Segunda Guerra Mundial hubo aún importantes construcciones
dentro de este estilo, las últimas décadas del siglo XX han estado dominadas por otros
movimientos críticos, herederos en cualquier caso del movimiento moderno.

Principales transformaciones de la arquitectura Moderna a Posmoderna [editar]La


reflexión parte de dividir la historia del siglo XX en dos, el gran suceso de la
'modernidad' y lo que se conoce como 'la posmodernidad'. Estos dos periodos, visiones
o posturas sobre el mundo, se produjeron por una serie de transformaciones en el
mundo industrializado, que posteriormente se reflejo en los países en vía de
industrializarse.

Jairo A. Moncada, 2009


La inestabilidad, producto de los continuos cambios en las estructuras de la sociedad,
desde la estructura económica, en la política y en lo socio-cultural, son características
de nuestra arquitectura local.
La transformación de la estructura cultural es uno de los sucesos de mayor
trascendencia para la arquitectura contemporánea local

Marchán Fiz, Panorama De Las Estéticas Contemporáneas En La Arquitectura


Sociedades culturalmente dependientes, como Latinoamérica, impulsadas por un
desarrollo obligado de las grandes naciones industrializadas (finales del siglo XIX) y
prácticamente dependientes de los dictámenes de estas culturas ‘superiores’, la
eurocéntrica y norteamericana, conciben historias ocultas que definen su panorama
ideológico incapaces de construir sus propias historias configuran uno de los retos más
complejos: el equilibrio entre lo local y lo global
La crítica y calidad de la arquitectura vernácula latinoamericana entro en declive y la
balanza entre la tradición e innovación cayó a favor de lo global.
Todas estas transformaciones supusieron también el cambio de las miradas de la
realidad y el gusto estético.
El fin de la Segunda Guerra Mundial con sus funestas consecuencias, significo para el
mundo contemporáneo, no solo el fin de una época, sino la construcción de un nuevo
proyecto social en contra de ese modernismo actual que se había caracterizado por la
simplificación de las formas, la ausencia de ornamento y la renuncia consciente a la
composición académica clásica.
El lenguaje como conector estético principal de la nueva propuesta, permite la
reelaboración de la realidad
Un lenguaje exageradamente expresivo se convierte en el campo de exploración de la
realidad y en una guía de producción creativa, asumidas por las demás disciplinas
para regir sus intereses de estudio.
Los paradigmas actuales de la época que modelan las tendencias estéticas consideran
las historias locales y la masificación de los medios de comunicación, la conformación
de nuevas conductas colectivas, la imagen como principal referente de
comunicabilidad, la transformación del modo de habitar y usar los espacios públicos y
los nuevos sentidos de belleza.
Estas transformaciones se pueden sintetizar principalmente en tres planteamientos:
De la estética funcionalista de la modernidad, a una estética subjetivista de la
posmodernidad.
De una estética abstraccionista como recurso racional, por una estética figurativista
que valora lo particular.
De una estética higienista como construcción homogénea y definitoria del orden, por
una que valora el caos.

Las figuras del Movimiento Moderno [editar]En los años 20, las figuras más
importantes de la arquitectura moderna ya tenían gran reputación. Los más
reconocidos fueron Le Corbusier en Francia, Mies van der Rohe y Walter Gropius,
estos últimos fueron directores de la Bauhaus en Alemania. La Bauhaus fue una de las
más importantes escuelas europeas, y su mayor preocupación era la experimentación
con las nuevas tecnologías industriales.

La carrera del arquitecto norteamericano Frank Lloyd Wright se desarrolló de forma


paralela a la de los 'arquitectos modernos' europeos; sin embargo, Wright se negó a
ser categorizado junto a ellos, desarrollando por su parte tanto la teoría como los
preceptos formales de una arquitectura orgánica.

En 1932 se celebró la Exhibición Internacional de Arquitectura Moderna, cuyo


comisario fue Philip Johnson; junto a su colaborador, el crítico Henry-Russell
Hitchcock, Johnson logró aglutinar corrientes y tendencias muy diversas, mostrando
que eran estilísticamente similares y compartían un propósito general, y las consolidó
en lo que vino a llamarse el Estilo Internacional. Fue un hito importante.

Durante la Segunda Guerra Mundial, las principales figuras de la Bauhaus se


trasladaron a los Estados Unidos: a Chicago, a la escuela de diseño de Harvard y al
Black Mountain College. Este Estilo Internacional se convirtió en la única solución
estilística aceptable desde los años 1930 hasta los 60.

Los apartamentos Lake Shore Drive, del arquitecto Mies van der RoheLos arquitectos
que desarrollaron el Estilo Internacional querían romper con la tradición
arquitectónica, diseñando edificios funcionales y sin ornamentos. Comúnmente,
utilizaron vidrio para las fachadas, y acero y hormigón para las losas y soportes
estructurales. El estilo se volvió más evidente en el diseño de los rascacielos. Quizás
sus más notorios exponentes son: el edificio de la Organización de Naciones Unidas, el
Edificio Seagram y la Casa Lever, todos ellos en Nueva York.

Los detractores del Estilo Internacional critican su geometría rígida y rectangular por
ser "deshumanizante". Le Corbusier describía a los edificios como "máquinas para
habitar", pero la gente reaccionaba contra esta uniformidad y rigidez. Incluso el
arquitecto - y amigo personal de Mies van der Rohe - Philip Johnson admitió estar
"aburrido de las cajas". Desde principios de los 80, muchos arquitectos han buscado,
deliberadamente, alejarse de los diseños geométricos.

Aunque hay mucho debate en cuanto a la caída o muerte de la Arquitectura Moderna,


la crítica a la misma comenzó en los años 60 con los argumentos de que era universal,
estéril, elitista y carente de significado. El surgimiento de la postmodernidad se
atribuye al desencanto generalizado con la Arquitectura Moderna.

Características formales [editar]Usualmente, la Arquitectura Moderna se caracterizó


por:

el rechazo de los estilos históricos o tradicionales como fuente de inspiración de la


forma arquitectónica o como un recurso estilístico (historicismo). Sin embargo, la
Arquitectura de la antigüedad, especialmente la clásica, se encuentra a menudo
reflejada tanto en los esquemas funcionales como en las composiciones volumétricas
resultantes, en:
la adopción del principio de que los materiales y requerimientos funcionales
determinan el resultado: la forma sigue a la función,
la adopción de la estética de la máquina, como consecuencia de lo anterior,
el utilizar en construcción materiales y técnicas de nueva invención, como el hormigón
armado,
rechazo al ornamento como accesorio; la estética resulta de la propia finalidad
expresiva del edificio, de los materiales empleados y sus propias características;
simplificación de la forma y eliminación de los detalles innecesarios, llevado al
extremo en las obras de Mies van der Rohe,
expresión formal de la organización estructural de la edificación.

Fundamentos teóricos [editar]


Relación con la filosofía positivista [editar]Auguste Comte (1798 – 1857), el “profeta
de la era científica” según Gideon, desarrolla el pensamiento positivista, o Filosofía
Positiva, cuyo “carácter fundamental (...) es considerar todos los fenómenos como
sometidos a las leyes naturales invariables, cuyo descubrimiento preciso y su reducción
al menor número posible es el fin de nuestros esfuerzos” (ABALOS, 2001: 70).

“Positivo - dice Comte – es inseparable de relativo, de orgánico, de preciso, de cierto,


de real”. El pensamiento humano pasa, de acuerdo a Comte, por tres fases: la
teológica, la metafísica y la positiva. La última, que es la de completa madurez del
pensamiento humano, se caracteriza por la renuncia volitiva a las dos primeras etapas
mediante la adhesión estricta a las metodologías de la ciencia.

El pensamiento positivo de Comte adopta los métodos de las ciencias matemáticas


como propios, con lo cual puede vanagloriarse de sistemático y preciso. Puesto que
“toda ciencia positiva no es otra cosa que una transformación de la observación y de
la experiencia” (Comte, citado en Gran Larousse Universal, pp. 829), es evitando toda
disquisición sobre lo absoluto y renunciando a las ontologías como Comte puede
definir su método como “sentido común”. A este respecto, Littré, uno de los herederos
intelectuales de Comte, afirmó que “los que creen que la filosofía positiva niega o
afirma algo sobre las causas finales o primeras, se engañan, nada niega ni afirma,
pues el afirmar o negar sería declarar que se tiene algún conocimiento del origen y del
fin de los seres” (Positivismo, en Gran Larousse Universal).

El pensamiento positivo vendrá a tener influencias innegables en el credo de los


arquitectos modernos: la apología del progreso, el orden y la ciencia (la metáfora de la
máquina, la eficiencia y la higiene modernas), la abstracción del individuo en favor de
la mitificación de la Humanidad convertida en fin último (la universalidad, el hombre-
tipo), las metáforas biologistas y evolucionistas (la familia tipo y el bloque de viviendas
concebidas como célula / organismo).

La cotidianeidad del ser humano, analizada con apego a los métodos de la ciencia,
será categorizada y clasificada en la primera Carta de Atenas (1932, por Le Corbusier)
en las funciones elementales de Habitar, Trabajar, Circular y Esparcirse. La vida
moderna, convertida en modelo matemático-estadístico, puede ya manifestarse,
tectónica y espacialmente, en la vivienda construida en serie. El bloque de viviendas,
que encuentra su más ilustre prototipo en la Unité d´Habitation, es una invención de la
modernidad; la negación de la individualidad personal se materializa en una casa /
colmena.

Rechazo de la individualidad [editar]“El hombre propiamente dicho, dice, en el fondo


no es más que una abstracción; lo único real es la Humanidad, sobre todo en el orden
intelectual y moral”. (Positivismo, en Gran Larousse Universal). Esta reducción del ser
humano a número, - a la formulación matemática que es la base metodológica del
positivismo de Comte – encuentra su reflejo en la búsqueda del Existenzminimun, de la
vivienda mínima. Abstraer la vida humana en una red de funciones, relaciones,
procesos, cuantificaciones: “este sujeto no es otro que el hombre-tipo lecorbusierano,
la familia tipo estadística, ese constructo mental que permitió a los arquitectos
ortodoxos objetivar su comportamiento social y cuantificarlo en aquella experiencia
casi delirante que fue el Existenzminimun” (ABALOS, 2001: 72).

Bibliografía [editar]Historia de la Arquitectura Moderna; Autor : Profesor Leonardo


Benevolo. © Casa Editrice, Laterza & Figli, Bari.
Traducción al castellano por Mariuccia Galfetti y Juan Díaz de Atauri. Con textos del
arquitecto Carlos Flores Pazos relativos al Plan Cerdá, el Modernismo Catalán y la
Arquitectura española entre 1930-1940 y posterior a 1945. Editorial Gustavo Gili.
Barcelona 2002.
Historia de la arquitectura moderna de Leonardo Benevolo se ha convertido en un
etapa imprescindible del aprendizaje para cualquier estudiante de arquitectura, y en
una obra de consulta y de referencia indispensable para cualquier arquitecto. Tras
varias ediciones revisadas y aumentadas, no ha perdido su actualidad. Sigue siendo la
mejor biografía de los últimos dos siglos de la arquitectura y de su contexto histórico y
social. Benevolo estudia la evolución de los distintos movimientos y tendencias no sólo
describiendo las obras y los proyectos más emblemáticos, sino también la influencia

que sobre la arquitectura han ejercido el desarrollo de la técnica y la industria, la


aparición de los movimientos de vanguardia, los cambios socioeconómicos y las
transformaciones políticas. En esta 8ª edición revisada y ampliada se completan
diferentes capítulos con los acontecimientos arquitectónicos más recientes.
La cita pertenece a la reseña resumida de la librería La casa del libro

imagenes
 Las características de la Arquitectura Moderna fueron descritas por el arquitecto
Bruno Taut en su libro «Die neue Baukunst in Europa und Amerika» («La nueva
arquitectura de Europa y América»), Stuttgart, 1929, con los siguientes enunciados :
La primera exigencia de cada edificio es alcanzar la mejor utilidad posible.
Los materiales y el sistema constructivo empleados deben estar completamente
subordinados a esta exigencia primaria.

 La belleza consiste en la relación directa entre edificio y finalidad, en el uso


racional de los materiales y en la elegancia del sistema constructivo.

 La estética de la nueva arquitectura no reconoce ningun


 diferencia entre fachada y planta, entre calle o patio, entre delante o detrás. Ningún
detalle vale por sí mismo, sino como parte necesaria del conjunto. No creemos que algo
tenga un aspecto feo y, a pesar de todo, funcione bien. Lo que funciona bien, es bello.
De la misma forma que las partes, en sus relaciones recíprocas expresan la unidad del
edificio, también la casa se relaciona con los edificios que la rodean. La casa es el
producto de una disposición colectiva y social. La repetición no debe considerarse
como un inconveniente que hay que evitar, sino que, al contrario, constituye el medio
más importante de expresión artística. A exigencias uniformes, edificios uniformes.

 La singularidad queda reservada para las exigencias


singulares; es decir,
sobre todo para los edificios de importancia general y social.
Dentro de la arquitectura moderna, incluimos todas las corrientes arquitectónicas del
siglo XX.

Una de las características distintivas de la arquitectura moderna es la simplificación de


las formas, el despojo de ornamentos, y el abandono de la composición académica
clásica. La estética está influenciada por los movimientos artísticos del arte moderno,
como el cubismo, el expresionismo, el neoplasticismo, el futurismo y otros.

El elemento más sobresaliente de la arquitectura moderna es el empleo de nuevos


materiales como el acero y el hormigón armado, y el uso de las tecnologías asociadas,
cambiando así la manera de proyectar y construir edificios.

• Los edificios deben alcanzar el máximo utilitarismo. La función sigue a la forma.


• El empleo de materiales y sistema constructivo se subordina al uso.
• La belleza se mide en la eficacia funcional del edificio.
• No hay distinción entre las partes de una construcción, tienen la misma jerarquía la
fachada que un detalle.
• Cada construcción deber armonizar con el entorno.
• Se aboga por el uso de nuevos materiales y técnicas constructivas.
• Se adopta la estética de la máquina en busca de la mayor eficiencia.

Características de la arquitectura moderna

Las figuras de la arquitectura moderna:

Uno de los elementos icónicos de la arquitectura moderna fue la escuela Bauhaus en


Alemania, que marcó una revolución en el diseño arquitectónico y artístico,
experimentando con las nuevas tecnologías industriales, para aplicarlas a las artes.

Entre las grandes figuras de la arquitectura moderna figuran: Le Corbusier en Francia,


Mies van der Rohe y Walter Gropius, en la Bauhaus en Alemania, Frank Lloyd Wright
en Estados Unidos. Todos ellos desarrollaron una arquitectura internacional, donde las
directivas eran comunes para todo el planeta.

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