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Pontificia Universidad Javeriana Departamento de Antropología

Estudios de Identidad Liliana Múnera Montes


Jaime Andrés Gutiérrez Mahecha Viernes 18 de marzo de 2011

Kymlicka, Will. 1995. Multicultural citizenship: a liberal theory of minority rights. Oxford political theory. Oxford
[England], New York: Clarendon Press; Oxford University Press. Introducción (pg. 13-23). Traducción en
español. Ciudadanía Multicultural: una teoría liberal de los derechos de las minorías.

Cunin, Elizabeth. 2003. El Mestizaje: entre asimilación y multiculturalismo. La época de laa discriminación
positiva. En: Identidades a flor de piel (capitulo 1, pp. 52-65). Bogotá Icanh

Will Kymlicka, es un politólogo canadiense enfocado al estudio de problemas étnicos y la convivencia


multicultural, así como el funcionamiento de Liberalismo clásico en un mundo globalizado y étnicamente
fragmentado. Uno de las mayores preocupaciones de su obra es ofrecer un marco liberal para el tratamiento
justo de los grupos minoritarios, que él divide en dos categorías básicas: los grupos inmigrantes o poliétnicos
y las minorías nacionales.

Por su parte Elizabeth Cunin es una Socióloga de la Escuela Normal Superior (departamento de ciencias
sociales y económicas, París) y de la Universidad París I; doctora en sociología de la Universidad de
Toulouse Le Mirail (2000). Fue profesora asistente en el Instituto de Altos Estudios para América Latina
(IHEAL) en la Universidad de París III (1999-2001) e investigadora con el Instituto Francés de Estudios
Andinos en Bogotá (2002); recientemente fue incorporada al Instituto de Investigaciones para el Desarrollo
(Institut de Recherche pour le Développement, IRD). Es invesigadora asociada al programa internacional
“Identidades y Movilidades. Las sociedades regionales en los nuevos contextos políticos y migratorios” con el
IRD (Francia), el ICANH (Colombia) y el CIESAS (México).

Objeto de Estudio y de Observación:

La introducción al texto de Kymlicka nos plantea de qué manera los derechos tanto de las minorías nacionales
como de grupos étnicos, se deben articular con los derechos humanos, para lograr de este que la
discriminación hacia estas comunidades y los conflictos etnoculturales que se han presentado en algunas
sociedades como Ruanda o la antigua Yugoslavia. Él afirma que el objetivo que se planteó es “retroceder
para presentar una visión más general del panorama, identificar algunos conceptos y principios claves a tomar
en consideración y, finalmente, clarificar los fundamentos básicos de un enfoque liberal del problema de los
derechos de las minorías” (Kymlicka, 1995: 14).

Por su parte Cunín nos plantea, es la forma como se incluyó a los afrocolombianos en el panorama nacional,
no obstante lo que finalmente ella intentara sustentar –de la forma como lo interpreto- es que dicha inclusión
-que podría llegar a ser positiva, si en verdad en lo concreto acabara o por lo menos iniciara el proceso de
finiquitar esta sociedad que constantemente discrimina y pone por debajo a las minorías- termina siendo una
estrategia política del Estado para reorganizar a una sociedad colombiana, cuyo modelo de homogenización
se encontraba en crisis, resultando entonces que esta visibilzación de los Afro, pero con una identidad
determinada, no es más que una ficha en un tablero de ajedrez.

Los dos autores de uno u otro modo en sus textos si se puede llamar así, una revisión de archivo, sobre las
concepciones que bien hay de lo que es liberalismo y las posturas que han tomado los liberales tanto de
derecha como de izquierda respecto a plantear unos derechos específicos para las minorías y las políticas y
escenarios que se supone abrió la discriminación positiva para los afrocolombianos. Por otra parte se remiten
a hechos históricos que son coyunturales en su momento, como lo ocurrido después de la segunda guerra
mundial, lo que con las minorías sucedía en la ex-Unión Soviética con respeto al cumplimiento de sus
derechos, los acuerdos que empiezan a salir tanto por pate de la ONU como de la comunidad Europea desde

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finales de los 80’s y la década de los 90’s en el caso de Will y los procesos que durante la constituyente se
dieron en torno a quien representó –Rojas Birr- a las comunidaes Negras, la Asamblea General de las
Asociaciones “Negras” de la Costa Caribe realizada en Cartagena los días 6 y 7 de noviembre de 1997 y
algunos de los primeros congresistas (Edgar Perea, maría Isabel Urrutia y Willington Ortiz ) que fueron
elegidos para ocupar las curules que posen las minorías étnicas en el congreso de la República en el caso de
Elizabeth Cunín.

Lo anterior les permite a ellos mostrar por una parte como es que se llega a que unos derechos específicos
para las minorías se deban integrar con los derechos humanos surgidos del liberalismo y que por lo tanto
reivindiquen unas libertades individuales al interior de las comunidades y por qué razón es que la
discriminación positiva aplicada a en Colombia a partir del año 1991 con el cambio de la Constitución, no llegó
permitió que los afrocolombianos se convirtieran en un sujetos con acción política activa, sino que los dejo
como unos sujetos simbólicos que como mencione arriba parecen ser un peón más en un tablero de ajedrez
en medio de la partida política del Estado Colombiano.

Problemas y discusiones

Hasta este punto sólo he enunciado quizás la identidad en torno a lo planteado por Cunín, no obstante lo que
plantea Kymlicka también tiene que ver con la identidad, puesto que el problema es cómo estas comunidades
que son diferentes, y tienen unos marcos culturales que se diferencian en cierta medida de la sociedad
mayoritaria, pueden convivir e integrase en la misma siéndoles su derechos respetados, dando como
resultado una serie de identidades cruzadas en un territorio Nacional, que iría contra la idea de una sociedad
con una cultura idéntica y homogéneo del Estado Nación decimonónico.

En Kymlicka entonces identificamos como problemática, la relación entre unas políticas por parte del Estado
para la dar unos derechos especiales a las minorías y aquellos sectores políticos que promulgan el que estos
derechos no deberían ser porque en lugar de ayudar a solucionar la problemática terminan por desencadenar
más intolerancia. Frente a lo cual él responde que es una temática que se viene tratando desde la posguerra,
pero que es necesario desde todo punto de vista, puesto que los derechos humanos que consagran las
libertades individuales, se quedan cortos al momento de en la realidad ayudar a las minorías. Además para
entender todo esto es necesario leer más apartados del libro, pues él mismo nos muestra adelante una
estructura del libro y muestra como estos derechos deben intentar proteger a las minorías de los ataques
externos, pero a la vez impedir que al interior del grupo minoritario se cometan actos que atenten contra la
justicia social, la libertad individual y la democracia.

A su vez de estos derechos deviene el que se planteen la pregunta de ¿Cómo ejercer el autogobierno, sin
llegar a buscar la separación o la creación de un gobierno que pretenda ser independiente del resto de la
comunidad? Que es algo que él enuncia en la estructura del libro, y lo cual podría debatirse desde que vamos
a entender por el autogobierno y en qué medida los mecanismos legales permiten que dentro de un marco
constitucional del Estado que esto se dé sin que atente contra las demás grupos que le componen.

Ahora bien trasladémonos al otro texto y el mayor problema sería la forma como se permitió que los Afros de
la costa pacífica colombiana surgieran como un sujeto activo y con derechos, relegándolos a un marco
cultural e identitario definido para ser Afros y usándoles en beneficio político. La autora expresa que la ley 70
da unos mecanismos, pero esos mismo mecanismos relega a una identidad fija, un modelo de identidad que
deviene de lo que se hizo con las comunidades indígenas, en cuanto a resguardos y representación, es decir
que si el proyecto de luchas con los indígenas funcionó si estos tienen una serie de mecanismos legales
reconocidos, etc.., por qué no podría hacerlo con las comunidades afro del país, y ahí hay un grave error
porque se erran una serie de procesos históricos que cimentan la lucha de las comunidades afros por unos
derechos. Del mismo modo ella evidencia como debido a que no hubo una claridad con todo este proceso
con las comunidades afro, y el que no se lograran cumplir las metas planteadas, también truncó el proceso de

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representación, puesto los primeros representantes Afro que llegaron por la votación de estas comunidades
como el “campeón” Edgard Perea, La medallista de Oro en los juegos olímpicos de Sydney María Isabel
Urrutia t el Ex futbolista Willingtin Ortiz, conocían las problemáticas que han sufrido las comunidades afro,
puesto que si no hubiesen sido deportistas no habrían conseguido reconocimiento y seguirían subyugados,
pero en verdad no representan el sentir de las diversas comunidades de Afros que en Colombia hay. Por
tanto los mecanismos de participación deberían brindar mayores garantías e irse perfeccionando con el
tiempo, hay que dejar atrás esa discriminación positiva restringida, puesto que si no lo que se hace es que se
les decimos a los negros que tiene unos derechos, pero que para que puedan hacer uso de ellos es necesario
que encajen en una estructura.

En realidad ambos textos plantean una forma de reconfigurar la identidad desde el discurso multicultural, el
primero yendo más a la parte de los derechos que deberían existir para estas minorías y el segundo
brindándonos a partir de un ejemplo de la consolidación de un sujeto con unos derechos particulares, cómo
es la experiencia de proclamar que se es un Estado multicultural y pluri étnico. Ahora bien lo pertinente a
entablar con los dos textos sería en qué medida, se reconfigura la identidad de todo un Estado y no sólo de
los grupos, porque si yo reconozco que hay diversidad de culturas, pero no aplico a reconfigurar la estructura
social y la manera de pensar de la gente, entonces no hago nada y por ende no me sirve referir la identidad
de esta manera.

Tenemos que recordar y me parece muy importante que Cunín lo resalte al final del Texto, que detrás de
estas identidades hay una lucha en sentido político y en sentido histórico. Entonces para reconfigurar la
identidad y lograr el cumplimento de unos derechos que nos lleven a que en verdad el multiculturalismo como
marco de referencia sea posible, hay que cambiar la estructura social y simbólica que impera en nuestros
país, de otra manera es imposible que se logre hacer una reconfiguración de la realidad en lo concreto,
porque en el discurso abstraído de la realidad es posible, pero en la praxis no. y me refiero uno a partir de lo
sostenido por Carlos Zambrano respecto de cómo la discriminación , la exclusión y la interiorización, dan
cuenta de un racismo simbólico estructural, el cual es histórico y se ha fundamentado en el hecho de
considerar a la sociedad como diferenciada en varios grupos raciales y étnicos (Zambrano, 2002). Y lo que
planteado por Héctor Díaz-Polanco es que la consolidación de las luchas étnicas, sólo sería posible si se
articulan todos los sectores oprimidos, ya que la discriminación debe de ser entendida también como el
producto de una estructura social de clases (Díaz-Polanco, 2002).

Parece contradictoria mi posición en este punto de cómo configurar la identidad a partir de estos dos
aspectos, pero si no se toman en consideración como se ha formado la concepción que cada uno tiene en la
mente de las manifestaciones culturales de los grupos minoritarios y como la estructura de clases reproduce
esta exclusión de diversas maneras, entonces no se podrá llegar a que en verdad se acepte el
multiculturalismo y como he dicho antes, se pueda reconfigurar la identidad a partir de esta manera de
concebir al mundo. De otra manera Cómo sería posible entender lo que plantea Cunín en torno a la utilización
de los afro para relegitimar al Estado Colombiano y de remitir la discriminación positiva sólo a ciertos
escenarios.

Bibliografía:

Díaz-Polanco, Héctor. (2002) Cuestión Étnica y cambio social en América Latina. En C.V. Zambrano,
Etnopoliticas y Racismo Conflictividad y desafíos interculturales en América Latina (Pg. 135-150). Bogotá:
Corporación Colombiana de Investigaciones, HUMANIZAR.

Zambrano, Carlos. (2002). Racismo y Viceversa Apuntes para una crítica cultural del racialismo en el
antirracismo. En C. V. Zambrano, Etnopoliticas y Racismo Conflictividad y desafíos interculturales en América
Latina (p. 73-97). Bogotá: Corporación Colombiana de Investigaciones, HUMANIZAR.

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