2.- Sea puntual. 3.- Cuente con toda la herramienta y equipo necesario. 4.- En cada puerta o acceso, ceda el paso al cliente. Pero no insista. 5.- Avisar en voz alta cuando se traslade entre habitaciones. 6.- No acuda sólo, en especial cuando el cliente es mujer y esté sola en el domicilio. 7.- Concentre su mirada y atención en el equipo a reparar y en el cliente. No inspeccione el domicilio, ni haga comentarios sobre él. 8.- Evite ser testigo de búsquedas del cliente en algún mueble o habitación. 9.- Sea claro y directo en sus expresiones. Emplee Srta. Señor, Señora, Joven, etc. Evite tutear al cliente. Evite apantallarlo con tecnicismos o “cantinflear”. 10.- Asista con pulcritud (limpio y afeitado), procure no usar “piercing”, ni aretes. Evite las fragancias. 11.- Si tiene que trasladar el equipo, propóngale al cliente que él mismo lo haga y entregue orden de servicio. 12.- Trate de mantener un ambiente cordial, agradable y de confianza con el cliente. No tome confianzas que no le brinden.