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XIV Domingo Ordinario (B)

Del salmo 122


       
Fernando Gil

  
℟ Ten pie dad de no so tros, ten pie dad.

       
En ti, Señor, que habitas en lo alto, jos los o jos tengo,

       
como jan sus ojos en las manos de su se ñor, los siervos. ℟

2 Así como la esclava en su señora


tiene fijos los ojos,
fijos en el Señor están los nuestros,
hasta que Dios se apiade de nosotros. ℟

3 Ten piedad de nosotros, ten piedad,


porque estamos, Señor, hartos de‿injurias;
saturados estamos de desprecios,
de insolencias y burlas. ℟

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