con amor a la Patria ¡Salud!, al que pone la luz de la vida en el alma de la juventud (bis).
En sus manos no luce y destella
ni la espada marcial, ni el cañón sino el libro, la bíblica estrella, que conduce hacia la Redención. Coro El combate que mancha la tierra no es el campo de su heroicidad es la escuela su campo de guerra y su espada mejor, la verdad. Coro El error, enemigo siniestro, va dejando su denso capuz cuando pasa triunfante el maestro esparciendo torrentes de luz. Coro