Casi a diario, oímos hablar de innovación, de su importancia en el desarrollo económico.

¿Pero qué es
realmente la innovación?

Descubrir maneras originales de crear nuevos productos y servicios, ingeniar nuevos procesos, diseñar
nuevos modelos de negocio y mejorar las experiencias con el objeto de convertir el futuro en un lugar
mejor para el cliente y más próspero para la marca, es el punto de partida de todo propósito innovador.

Es un hecho bastante generalizado el creer que la innovación empieza con “ideas”. Según esta hipótesis,
primero se plantean ideas y luego se convierten en innovaciones. Por lo tanto, se asume que un proceso
de innovación estructurado, comienza con la generación de ideas.

Pero La innovación no son sólo ideas. Una idea es parte fundamental del proceso de innovación. Pero
una idea por sí misma no tiene ningún valor si no es accionable, si no es parte de un proceso.