Principios

Movimiento Comunidad Democrática

Somos una agrupación ciudadana de carácter político, que lucha por la justicia, equidad y
solidaridad en la sociedad de la provincia de Pichincha, manteniendo el sentido de comunidad
como base fundamental del bienestar colectivo.
 PRINCIPIOS DEL MOVIMIENTO COMUNIDAD DEMOCRÁTICA

Comunidad Democrática cree firmemente en la construcción de un sistema

incluyente negando en todas sus formas la exclusión anclada en el pasado, donde
converjan actores sociales, políticos, económicos con el ideario de generar
oportunidades de progreso colectivo, contempla la creación de espacios para nuevos
actores y alienta la participación de corrientes y formas de organización tanto política
como social; profundizaremos y radicalizaremos la lucha por un desarrollo
sustentable, equitativo y justo, fundado en un efectivo ejercicio del poder por el
pueblo y el control democrático del aparato institucional como acción específica de
la visión progresista de la comunidad, así como alternativa real y adecuada para los
cambios exigidos por la misma sociedad en la medida y proporción que se lo
requiriera, a través de la construcción de grandes consensos. Para lograrlo las y los
miembros de COMUNIDAD DEMOCRÁTICA, nos comprometemos a actuar bajo
los siguientes principios:

DEMOCRACIA. Participación, Igualdad, Inclusión y Equidad.

Los miembros de Comunidad Democrática entendemos la democracia como una

forma de vida y filosofía social, cuya base es la primacía de la voluntad ciudadana
que actúa en virtud de generar reformas estructurales, orientadas a la creación de una
sociedad igualitaria, inclusiva y equitativa.

Asumir la democracia como una forma de vida y filosofía social, implica entender
que el comportamiento democrático no reside en obrar con la mira puesta en un
resultado socialmente deseable y estipulado de antemano, ni tampoco en obedecer a
un sistema perfecto de reglas de juego, es decir no se encuentra enteramente
supeditado a la mínima acción de participación que es la representatividad, más bien
debe su fortaleza a la ejemplaridad del comportamiento. Pensar que la política desde
las comunidades, debe ser remitida a la instrumentalización del mercado de las
votaciones cada cierto tiempo, es una interesada premisa de quienes pretenden
impulsar y manejar esos mercados.

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Comunidad Democrática cree en la conducta colectiva del acuerdo y del consenso
que lleva a la sociedad hacia la igualdad de oportunidades, mediante acciones y
decisiones que permiten apoyar la disminución de diferencias entre los ciudadanos,
lo que adicionalmente conlleva el ejercicio de la inclusión efectiva, es decir se
observa la aplicación de un sistema equitativo, mediante la aceptación de las
diferencias (objetivas y subjetivas) que son parte de toda sociedad y el pleno
ejercicio de los derechos ciudadanos conforme las necesidades de cada ser humano.

Teniendo en cuenta centros y periferias sociales, la práctica política tiene incidencia

en las vidas de sociedades enteras, por eso debe la política debe ser practicada por
sociedades enteras; es un derecho de personas y organizaciones incidir en la
construcción de sus vidas. Con firmeza planteamos que el manejo político en la
provincia de Pichincha y a través de su influencia, en todo el Ecuador, debe estar
sometido a la participación permanente de la sociedad en sus diferentes expresiones
de organización.

HONESTIDAD. Responsabilidad, Verdad y Justicia.

Uno de los factores con mayor incidencia en la vía política de la provincia de

Pichincha y del Ecuador en general, ha sido históricamente el concepto de
honestidad; Comunidad Democrática no solo lo establece como una necesidad, sino
que cree indispensable su aceptación como actitud consciente y permanente de vida.
Mantener un comportamiento coherente y sincero, tanto con los pensamientos
personales como con los colectivos, nos permite ser ese colectivo ciudadano que es
capaz de pensar y actuar sin otros miramientos en la búsqueda de la verdad y la
justicia social.

Se debe concebir e implementar la política desde la conciencia de la calidad humana,

el objetivo fundamental es formar ciudadanos con sentido moral en sus actuaciones,
capaces de mostrar a la sociedad claridad, positivismo y empatía; esta forma de vida
es completamente necesaria para cambiar la percepción social de que la sociedad y
los gobiernos están controlados por la corrupción, debido a que se sienta por hecho

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que existe un sinnúmero de razones para mirar a la política y a las y los políticos
como sujetos sociales poco claros, negativos, nocivos para la sociedad; de hecho,
más allá de la percepción social, es innegable que la corrupción alineada con
procesos políticos genera inmensas pérdidas de recursos.

En un sentido más amplio, se debe tomar en cuenta que sobre la base de prácticas
políticas en las que los recursos importan más que las conciencias, sobre la base de la
práctica del clientelismo como forma de asignación de recursos, también, se ha
generado una cierta cultura, un quehacer cotidiano, que gira en torno a la corrupción.
Esto hace preciso que la sociedad emprenda procesos de autoformación que permitan
que sus relaciones se desplieguen a partir valores relacionados con la honestidad,
como son la verdad y la justicia.

Es importante que la misma sociedad, los grupos y las personas se entiendan y se

construyan a sí mismas más allá de la recurrencia de la corrupción, adoptando
prácticas sociales de beneficio colectivo; se debe desintegrar a la corrupción del
quehacer social y político, comprendiendo que aquella genera profundas
desigualdades estructurales entre los ciudadanos.

SOLIDARIDAD. Economía y Bien Común.

El modelo social y económico del hiper consumo, que va de la mano con la hiper
producción, ha llevado a la humanidad a disgregarse, profundizando las diferencias
entre unos y otros, y ha llevado al planeta a una grave y profunda incapacidad de
sostener la vida de los seres humanos. De esta manera la sociedad dual (ricos –
pobres), heredada en nuestro país del neoliberalismo, ha favorecido una mayor
concentración de la riqueza, sin que durante los últimos quince años se haya logrado
revertir esta realidad; en efecto, en las últimas dos décadas, ésta se ha concentrado a
un ritmo y en un volumen hasta ahora desconocidos, el mismo mecanismo que hace a
los ricos cada vez más ricos, empuja a las clases medias por debajo de la línea de la
pobreza y a los pobres les impide superar dicho límite.

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Es preciso promover el mejoramiento de la calidad de vida a través de la reducción
de la brecha económica desde una visión comunitaria, con trabajo en equipo y la
concepción clara de la ayuda mutua, si para el neoliberalismo, la exclusión sería
parte de la lógica del crecimiento económico y de la acumulación de capital, para la
Comunidad Democrática la lógica es la colaboración mutua, con el objeto de superar
cada uno de los obstáculos impuestos por el modelo económico neoliberal que sigue
siendo utilizado en el Ecuador.

En general existe una constante, la fragmentación entre lo social y lo económico;

situación que desde Comunidad Democrática contradice el sentido fundamental de la
economía, que está en el sostenimiento permanente de las sociedades; en tal virtud es
necesario rescatar el sentido amplio de solidaridad y aplicarlo en el ejercicio de un
modelo político-económico de carácter popular y solidario, que beneficie a la
ciudadanía desde el crecimiento económico colectivo, hasta llegar a la prestación de
servicios de calidad, en el ejercicio del goce de derechos.

La solidaridad es un principio aplicable al desarrollo de todas las actividades

humanas, razón por la cual le es necesario a Comunidad Democrática pensar que
toda actividad económica, debe llevar intrínseca en su ejecución, el carácter de
bienestar colectivo a través del mejoramiento de la infraestructura para la prestación
de servicios nacidos de los derechos exigibles de los ciudadanos.

IDENTIDAD SOCIAL. Interculturalidad y Plurinacionalidad

La dispersión social y política en la que se encuentra la sociedad ecuatoriana en todo

su conjunto, no es otra cosa que la consecuencia inmediata de la falta de identidad
social, local y nacional; la dificultad que tenemos para describirnos individualmente,
trasciende hasta nuestra definición como sociedad y nos impide encontrar el
horizonte, y por lo tanto limita nuestra capacidad de llegar a los objetivos.

Comunidad Democrática cree en el fortalecimiento de la individualidad a través de la

concienciación de pertenencia social, es decir, acepta que la diversidad es inherente

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al grupo social, pero a su vez, las coincidencias que tenemos entre nosotros, nos
hacen parte de un conglomerado que puede visualizarse desde el presente hasta el
futuro; somos miembros de una localidad, una etnia, una cultura y una forma de
expresión diferentes, pero a su vez todas estas diferencias nos unen en un grupo
mucho más amplio, la sociedad ecuatoriana.

Dentro de este contexto, la generación de identidad social, nace principalmente del

respeto hacia los demás, lo que conlleva a aprovechar las diferencias existentes en
beneficio de todo el conglomerado, gracias a que estas diferencias se pueden utilizar
como pequeñas partes que hacen posible el funcionamiento de un todo; si el relato
histórico del Ecuador da cuenta de profundos procesos de desprecio y
discriminación, la identidad social adoptada y empoderada por parte de la
ciudadanía, elimina paulatinamente estas prácticas en beneficio colectivo, con una
visión de mejora en la calidad de vida de los diferentes miembros de la sociedad.

Para Comunidad Democrática no es suficiente pensar en la diversidad del país a

partir de sus expresiones artísticas, es importante construir un país sobre nuevos
acuerdos sociales que permitan potenciar la diversidad de las personas, de los grupos
sociales y de sus proyectos de vida; más allá del respeto que toda estructuración
cultural merece, es imprescindible que exista un proyecto de país consolidado
socialmente a partir de sus diversidades.

Por otra parte, el diseño del Estado Ecuatoriano, entendiendo sus raíces históricas
heredadas a fuerza por occidente, debe ser revisado en cuanto al paradigma de estado
nación en el que a sangre y a fuego se hace una mutua correspondencia entre le étnico y
lo institucional sin coherencia con la existencia de diversas naciones conformando un
Estado; desde esta perspectiva Comunidad Democrática se pronuncia como un firme
defensor del Estado Plurinacional, donde respetándose las diferencias que construye una
identidad global que no afecta la individualidad de los ciudadanos.