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24/05/2021 Simplificar Mateo 6:25-34

… no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana


traerá su afán, Basta a cada día su propio mal. (Mateo 6:34)

En una entrevista en la radio, a una superestrella del básquet le


preguntaron sobre su habilidad especial para marcar en
circunstancias cruciales el tanto ganador de un partido. Él periodista
quería saber cómo podía tener tanto calma en momentos de
semejante presión. “Solo hay que hacer un lanzamiento”, dijo el
jugador. Un lanzamiento… esta es la esencia de simplificar una
circunstancia difícil. Concentrarse únicamente en lo que está delante
de uno en ese momento. No preocuparse por las espectativas del
entrenador ni de los compañeros de equipo. Simplificar.

Al reconocer que los desafíos de la vida pueden ser abrumadores y


asfixiantes, Jesús nos instó a poner las cosas bajo control
simplificándolas. Dijo: “…no os afanéis por el día de mañana, porque
el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal”
(v.34). Así concluyó sabiamente su enseñanza sobre el poder
debilitante de la preocupación. Preocuparse no consigue nada
positivo; solo aumenta la sensación de que nos estamos hundiendo
en los problemas que enfrentamos. Debemos tomar las cosas como
vienen –día a día- y confiar en que Él nos dará la sabiduría
nesesaria para reaccionar como corresponde.

Si sientes que la vida te abruma, haz hoy lo que puedas y, después,


confíale el resto al Señor. Como dijo Jesús: “Cada día tiene ya sus
problemas”

Perdemos el gozo de vivir en el presente al preocuparnos por el


futuro.

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