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UNIVERSIDAD DE LAS FUERZAS ARMADAS

“ESPE”

Nombre: Alex Cepeda NRC: 6792 Fecha: 23/05/2021

Arte

El concepto de arte es visto como algo confuso y variable a lo largo de los tiempos.
No es algo estático, sino que evoluciona de forma dinámica con el transcurrir de la
Historia. Se dice que el arte en sus diversos modos de expresión, es una actividad de
índole social que se encuentra inmersa en la vida cotidiana del hombre ocupando un
lugar destacado en la experiencia pública, ya que a través de él se manifiesta la propia
cultura (Ballesteros, 2013).

A esto, yo añadiría que la propia cultura evoluciona con y a pesar de ciertas


“manifestaciones artísticas” se ha de considerar, al respecto, que siempre ha existido,
existe y existirá un remanente de todo discurso o movimiento artístico. Algo que queda
atrás y que la propia cultura destila. No todo lo que se produce en el ámbito creativo
posee el valor intrínseco de lo artístico, incluso voy más allá, muchas de aquellas
manifestaciones que sí lo tuvieron, acabaron siendo atrapadas, de modo ilícito, por
aquel remanente. Por lo tanto, podríamos decir que la dinámica del arte también comete
errores (Carvajal & Montereira, 2014).

Escultura

La actividad específica de la escultura es el proceso de representación de una figura en


tres dimensiones. El objeto escultórico es por tanto sólido, tridimensional y ocupa un
espacio (Carvajal & Montereira, 2014).

El procedimiento para generar dicho objeto nos remite a las variedades técnicas de la
escultura. Según teóricos y artistas italianos del Renacimiento (Alberti, Leonardo,
Miguel Ángel), un escultor es aquel que quita materia de un bloque hasta obtener una
figura. Para ellos, esculpir o tallar es quitar, y es escultor quien sabe quitar lo que sobra
en un bloque, de material sólido, que contiene un objeto escultórico en potencia. Así lo
manifestaban dichos escritores para poner de relieve el contraste entre escultura y
pintura, ya que esta última consiste, por el contrario, en añadir.

Se trata de una operación conceptual y técnica a la vez. Para poder extraer la figura del
“claustro” en que está recluida, el escultor tiene previamente que verla, y después,
valerse del oficio para liberarla. Un escultor que no haya previsto exactamente la
imagen que desea expresar difícilmente podrá llevar a cabo una escultura, y si lo hace,
resultará poco convincente. Y, a la inversa, de poco le servirá la idea si desconoce los
medios para convertirla en objeto artístico (Ballesteros, 2013).

Belleza

El concepto actual de belleza debe mucho a los modelos de la Grecia clásica y que se
formó básicamente durante el Renacimiento, cuando el pasado clásico empezó a
recuperarse y el gusto se rebeló contra las estilizadas formas de la Edad Media. La
belleza está hecha de proporción, equilibrio, simetría, se ha dicho al principio. Se ha
querido entonces explicar la belleza objetivamente y se describieron los diferentes
cánones egipcios, griegos, romanos. Pero, aparentemente, el centímetro no es el único
juez y poco a poco la noción subjetiva se toma en cuenta. La belleza es una armonía
entre el volumen y la forma, la belleza es un equilibrio entre el contenido y el continente
(Carvajal & Montereira, 2014).

Bibliografía

Ballesteros, E. (2013). La escultura del siglo XX.


Carvajal, E., & Montereira, I. (2014). El arte en la baja edad media occidental.
Arquitectura, escultura y pintura.

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