Podemos definir la psicología diferencial como la actividad científica de descripción
sistemática de las maneras de comportarse de los individuos. La enorme diversidad de las maneras de comportarse es ordenada en unas categorías que sirven para un primer tipo de conocimiento científico psicológico. Estas categorías son, particularmente, las de acción, efecto, estado y disposición. En este sentido, es necesario hacer notar un aspecto relevante: la psicología diferencial utiliza conceptos psicológicos de tipo disposicional; esto es: conceptos que denotan que un individuo puede hacer algo o puede actuar de determinada manera. Así habla de tener capacidades, aptitudes, nivel intelectual, rasgos de personalidad, etc. Sin embargo, los términos disposicionales no significan nada más que posibilidades de acción o de actuación y no significan – como se acostumbra a hacer erróneamente- explicaciones de las acciones. Este es un aspecto sobre el que volveremos más adelante. Cabe destacar también la adopción del criterio de objetividad y cuantificación por parte de la psicología diferencial, con un criterio científico inequívoco. Para iniciar la introducción a la actividad descriptiva diferencial queremos, no obstante, poner de manifiesto el continuo descriptivo que cubren la antropología y la psicología diferencial.