Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1985
Cuando era más joven viajé en sucios trenes que iban hacia el norte
Y dormí con chicas que lo hacían con hombres por primera vez,
Compraba salchichas y olvidaba luego pagar el importe.
Cuando era más joven me he visto esposado delante del juez.
Cuando era más joven cambiaba de nombre en cada aduana,
Cambiaba de casa, cambiaba de oficio, cambiaba de amor,
Mañana era nunca y nunca llegaba pasado mañana,
Cuando era más joven buscaba el placer engañando al dolor.
Dormía de un tirón cada vez que encontraba una cama,
Había días que tocaba comer, había noches que no,
Fumaba de gorra y sacaba la lengua a las damas
Que andaban del brazo de un tipo que nunca era yo.
Pasaron los años, terminé la mili, me metí en un piso,
Hice algunos discos, senté la cabeza, me instalé en Madrid,
Tuve dos mujeres, pero quise más a la que más me quiso,
Una vez le dije: "¿Te vienes conmigo?" Y contestó que sí.
Hoy como caliente, pago mis impuestos, tengo pasaporte,
Pero algunas veces pierdo el apetito y no puedo dormir
Y sueño que viajo en uno de esos trenes que iban hacia el norte.
Cuando era más joven la vida era dura, distinta y feliz.
Dormía de un tirón cada vez que encontraba una cama,
Había días que tocaba comer, había noches que no,
Fumaba de gorra y sacaba la lengua a las damas
Que andaban del brazo de un tipo que nunca era yo.
Ciudadano cero
(Joaquín Sabina - F. Varona)
Sé de nuestro amigo
lo que andan diciendo
todos los diarios.
Está usted perdiendo
su tiempo conmigo,
señor comisario.
Era un individuo
de esos que se callan
por no hacer ruido,
perdedor asiduo
de tantas batallas
que gana el olvido.
Yo no les pregunto
nunca a mis clientes
datos personales,
me pagan y punto...
¡Pasa tanta gente
por estos hostales!...
Nunca dio el menor
motivo de alarma,
señor comisario,
nadie imaginó
que escondiera un arma
dentro del armario.
Ciudadano cero,
¿qué razón oscura te hizo salir del agujero?,
siempre sin paraguas, siempre a merced del aguacero.
Todo había acabado cuando llegaron los maderos.
Aquella mañana
decidió que había
llegado el momento.
Abrió la ventana
rumiando que hacía
falta un escarmiento.
Cargó la escopeta,
se puso chaqueta,
pensando en las fotos.
Hizo una ensalada
de sangre, aliñada
con cristales rotos.
Dejó un gato cojo
y un Volkswagen tuerto
de un tiro en un faro;
no tuvo mal ojo,
diecisiete muertos
en treinta disparos.
Cuando lo metían
en una lechera,
por fin detenido,
"ahora -decía-
sabrá España entera
mis dos apellidos".
Ciudadano cero,
¿qué razón oscura te hizo salir del agujero?,
siempre sin paraguas, siempre a merced del aguacero.
Todo había acabado cuando llegaron los maderos.
Rebajas de enero
(Joaquín Sabina - J. Martínez)
Jung – Fu
(Joaquín Sabina)
Balada de Tolito
(Joaquín Sabina - A. Sánchez - F. Varona)
Incompatibilidad de caracteres
(Joaquín Sabina)
Princesa
(Joaquín Sabina - J. A. Muriel)
Entre la cirrosis
y la sobredosis
andas siempre, muñeca.
Con tu sucia camisa
y, en lugar de sonrisa,
una especie de mueca.
¿Cómo no imaginarte,
cómo no recordarte
hace apenas dos años?
Cuando eras la princesa
de la boca de fresa,
cuando tenías aún esa forma
de hacerme daño.
Ahora es demasiado tarde, princesa.
Búscate otro perro que te ladre, princesa.
Maldito sea el gurú
que levantó entre tú
y yo un silencio oscuro,
del que ya sólo sales
para decirme, "vale,
déjame veinte duros".
Ya no te tengo miedo
nena, pero no puedo
seguirte en tu viaje.
Cuantas veces hubiera dado la vida entera
porque tú me pidieras
llevarte el equipaje.
Ahora es demasiado tarde, princesa...
Tú que sembraste en todas
las islas de la moda
las flores de tu gracia,
¿cómo no ibas a verte
envuelta en una muerte
con asalto a farmacia?
¿Con qué ley condenarte
si somos juez y parte
todos de tus andanzas?
Sigue con tus movidas,
pero no pidas
que me pase la vida
pagándote fianzas.
Ahora es demasiado tarde, princesa
Búscate otro perro que te ladre, princesa.
Quédate a dormir
(Joaquín Sabina)