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Las plantas tnágicO-tnedicinales

en las religiones afrocubanas


Miguel Esquive!, Víctor Fuentes, Luis López y Julio Martinez e•>

MAGICAL-MEDIC/NAL PIANTS IN AFRQ-CUBAN REUGIONS


Keyworás: Ethnophannacology, Traditional Medicine, Cuba, Phytotherapy
English Abslract: 1he slavery sysfem imposed in Cuba by the Sponiards, brought as a consequence the introduction ofmore than a mil/ion ofslaves aduring the colonial
stage, from differentplaces of West Africa . 7hey belonged main/y from Yoruba and Bantu cultures, and once in Cuba, were porticipants of a transculturation process
and adaptation ta new conditions. From the religious point ofview, this phenomenon was manifested in the syncretization ofAfrican religions with the catholic, appearing
the different Rules, tenn used to group the rituals and magical practices of each culture. Among the different rules in Cuba are, the Ocha Rule (Yoruba}, the Palo Monte
Rule (Bant), the Arar Rule (Dahomey), but also the Secret Society Abaku (Efik). In al/ these religions, plants hove a fundamental role: the spirits, orishas or gods live in the
bush, and plants are one of their means of communication. 7he present work is a preliminary compilation abaut plants used in Afrocuban religions, including Cuban fo/k,
English, Latín, Lucum, Congo and Abaku names, Orisha ta whom they belong and fonn of utilization. 1his infonnation was gathered from the revission of the most relevant
/iterature sources and a fie/d work with practicians of those religions. Al/ the obtained infonnation is compi/ed in a database named «iGBONFINDA» {forest, in Yoruba and
Kikongo, respective/y).

INTRODUCCIÓN Desde el punto de vista religioso, la pos de la etnomedicina, botánica,


umerosas evidencias han comen­ transculturación se manifestó en una fitoquímica, agricultura, economía, etc.
N zado a mostrar que la medicina tra­
dicional africana es quizás una de las
sincretización de las religiones africa­
nas con la católica, lo cual condujo a la
para estudios posteriores, es en la ac­
tualidad una de las líneas de trabajo
mayores aportaciones de las culturas aparición de las llamadas Reglas, térmi­ fundamentales. Citamos a continuación
de Africa al mundo desarrollado, pero no usado para designar los distintos gru­ algunas de las bases de datos etnofarma­
que sin embargo ha sido subvalorada pos de prácticas mágicas y rituales de cológicos:
hasta ahora. Según Szwedy Thompson cada cultura. En Cuba las principales NEMOBASE, que incluye información
(inédito), los yoruba de Nigeria cono­ Reglas son la Regla de Ocha (Yoruba) , la sobre los usos populares de plantas en
cían, clasificaban y utilizaban las pro­ Regla de Palo Monte (Bant) y la Regla el Sur de Francia; esta información es
piedades tranquilizantes de la Rauwolfia Arar (Dahomey) ; también hay que citar aportadapor antropólogos, historiador­
mucho antes que en Occidente. Por otra la Sociedad Secreta Abaku (Efik). En es, lingüistas, biólogos, farmacólogos y
parte un equipo de especialistas en Psi­ todas estas religiones las plantas desem­ farmacognostas, agrónomos, economis­
quiatria estudiaron los desórdenes de peñan un papel fundamental: los espíri­ tas, etc., y se destina a brindar servicios
tipo psiquiátrico entre los yoruba, y sor­ tus, orishas o dioses viven en el monte, a diversos tipos de usuario (Dos Santos,
prendentemente encontraron que los cri­ y las plantas constituyen uno de sus 1991).
terios que empleaba esta cultura para medios de comunicación. IMEPLAN, del Instituto Mexicano para
distinguir tipos particulares de pertur­ El presente trabajo brinda una com­ el Estudio de Plantas Medicinales, sobre
baciones emocionales y mentales eran pilación preliminar acerca de las plan­ la utilización de plantas en la medicina
similares a los que utilizaba la medicina tas utilizadas en las religiones afrocuba­ tradicional mexicana.
occidental. nas, que incluye nombres vulgares cu­ UsnABEL, del Laboratorio de Botáni­
Para conocer adecuadamente el pro­ banos, latinos, congo, lucum y abaku, caEconómicadel Departamento de Agri­
ceso de transculturación entre Africa y orisha o dios· al que pertenece, y forma cultura de los Estados Unidos, una base
América, es preciso contar con uno de de utilización. de datos con ·información sobre etno­
sus elementos fundamentales: el desa­ Esta información ha sido el resulta­ medicina.
rrollo de las religiones afrocubanas, uno do de la revisión bibliográfica de las AYURBASE, que contiene un gran volu­
de cuyos aspectos más destacables es el principales obras existentes, y del traba­ men de información sobre la medicina
empleo de plantas mágico-medicinales. jo de campo con practicantes de esas tradicional de la India en particular y de
El sistema esclavista impuesto en Cu­ religiones. Toda la información obtei:ri­ Asia en general, y en la que se puede
ba por los españoles trajo como resulta­ da se halla compilada en una base de encontrarse información relativa a más
do la introducción de alrededor de un datos llamada IGBONFINDA (monte, en de 2.500 especies vegetales (Mazars,
millón de esclavos africanos, proceden­ lengua yoruba y kikongo). 1991).
tes de diversas regiones de Africa occi­ PHARMEL, una base de datos especia­
dental, que pertenecían principalmente BASES DE DATOS lizada en medicina tradicional y far­
a las culturas yoruba y bantú, y que una PARA LA ETNOMEDICINA macopea que incluye más de 5.000 fór­
vez en Cuba fueron partícipes de un a compilación de bases de datos et­
proceso de transculturación y adapta­ L nofarmacológicas que sirvan de
soporte a las investigaciones en los cam-
mulas en las que intervienen
cies recolectadas en expediciones a di­
1. 124 espe­

ción a las nuevas condiciones. versos países de Africa.

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PLANTAS Y aportes a la medicina tradicional, ternas
RELIGIONES AFROCUBANAS sobre los que quedan muchos interrogan­
tes: ¿Qué ha sucedido con las plantas de
E n Africa, donde existe una notable
variedad de grupos étnicos y lin­
güísticos, existe también una flora enor­
origen yoruba dentro del proceso de
sincretización religiosa en Cuba? ¿Cuán­
memente rica; esto explica porqué la to queda del conocimiento yoruba en su
medicina tradicional africana está utilización? ¿Cómo los africanos pudie­
principalmente basada en la utilización ron resolver sus necesidades de plantas
de productos vegetales (a diferencia de en el nuevo ambiente? ¿Cuáles son las
otras medicinas tradicionales, especial­ plantas que se utilizan en la actualidad?
mente asiáticas, en las que los compo­
nentes minerales y animales de sus re­
medios tienen un papel bastante impor­ MATERIAL DE ESTUDIO Y
tante). Muchas de estas plantas se utili­ METODOLOGÍA DE TRABAJO
zan dentro de un contexto mágico-reli­
gioso; de hecho la delimitación entre
«plantas mágicas» y «plantas medicina­
L a <<biblia>> de los practicantes de los
c.ultos afrocubanos es la obra El
Monte de Lydia Cabrera, publicado en
les» es al parecer bastante relativa. 1954, y que se considera la obra maestra
El intercambio de plantas entre el de esta autora (si bien posteriormente,
Viejo y el Nuevo Mundo encontró en el en 1984, publicó una obra específica
tráfico de esclavos una de las vías funda­ sobre la medicina tradicional en Cuba).
mentales. Cultivos americanos como el Ese libro se ha estado reeditando en
maíz o la yuca, fueron introducidos rápi­ español contínuamente durante los últi�
damente en Africa occidental, mientras mos 40 años (existen siete ediciones
que cultivos africanos, como el frijol de legales y un gran número de ediciones
carita, los ñames y el quimbombó, vinie­ <<pirata>>). Actualmente se prepara una
ron a América. En estudios botánicos de y elementos de ambos. Este sincretismo edición en inglésC"*l.
los «conucos» de Cuba (huertos case­ se manifiestaigualmente entre diferentes El léxico de plantas de El Monte con­
ros), se encontró que el 1 1,2 % de las religiones. Según reflejara Lydia Cabre­ tiene pequeñas monografías de más de
plantas existentes en los mismos eran ra en su obra <<El Monte», en los practi­ 500 plantas, clasificadas por sus nom­
de origen africano. Por otra parte, un cantes de las religiones afrocubanas, bres, incluyendo los nombres vulgares
total de 132 taxa cultivados en Cuba persiste grandemente la creencia de la cubanos y los latinos, citando detalles
tienen origen africano<*l (Esquivel et al., espiritualidad del monte. En los bos­ de su uso, y citando también en lengua
1992). ques de Cuba, al igual que en las selvas lucum y congo principalmente, el orisha
Existen numerosos estudios que re­ de Africa, residen las mismas divinida­ que es dueño de la planta.
cogen la historia de la esclavitud en des. En el monte viven los espíritus, Especialistas del INIFAT han realiza­
Cuba. Se estimaque en 1873, cuando fue dioses, y otros entes intermedios. San­ do 38 expediciones de exploración y
abolida oficialmente la trata de escla­ doval, uno de los informantes de Cabre­ recolección de plantas cultivadas y sus
vos, habían sido introducidos en Cuba ra, expresara con relación al monte: parientes silvestres, en las cuales han
más de un millón de africanos. Estos <<Todo se encuentra en el monte, los sido colectadas y estudiadas más de
esclavos vinieron de diversas regiones fundamentos del cosmos, y todo hay 2.000 muestras de diversas plantas. Las
de Africa occidental, siendo los grupos que pedírselo al monte, que nos lo da actividades fundamentales han sido rea­
más importantes los yoruba y lucum, todo. . . >> Las plantas son además, porta­ lizadas en el marco de un proyecto de
procedentes de Nigeria fundamental­ doras de la chá, de la gracia de los dio­ colaboración con el Instituto de Genética
mente; los grupos bantú, de Angola, ses. Muchas de ellas constituyen su vi­ Vegetal e Investigaciones en Plantas Cul­
Mozambique, Tanzania y el Valle del río vienda, o poseen características que son tivadas, IPK, Gatersleben, Alemania (Es­
Congo; los arar, de laparte norecuatorial del agrado de determinados orishas; de quive! et al., 1986; 1987; 1988; 1989b;
de Senegal y Nigeria; y los grupos ahí que les pertenezcan. 1990a; 1990b; 199 1; 1993c; Hammery
semibantú, conocidos como carabal, del Dentro de las diferentes religiones Esquivel,1991a; Hammer et al., 1991b).
norte de las costas del Calabar. afrocubanas se reconocen fuertemente En estas expediciones se hizo énfasis en
Una de las religiones afrocubanas de las propiedades medicinales de las hier­ los «conucos>> o sistemas tradicionales
mayor fuerza en Cuba es la Santería, de bas, como dijera Cabrera: <<las boticas de cultivo (Esquive! y Hammer, 1988;
origen lucum, con una fuerte influencia (farmacias) no han podico hacerle una 1992b; 1992c; 1993a).
de la cultura yoruba. Uno de los aspec­ competencia decisiva a la botica natu­ Conjuntamente con el material gené­
tos fundamentales es la homología exis­ ral que todos tienen al alcance en el tico, .fue recopilada una amplia informa­
tente entre los santos del santoral cató­ matorral más próximo (. . .) El bicarbo­ ción sobre nombres vulgares, usos, ori­
lico, y los orishas del panteónyoruba. Tal nato no goza de mayor prestigio que el gen y diversidad de las plantas cultiva­
homología se. ha originado en algunos cocimiento de la albahaca morada de das en Cuba. Posteriormente se realiza­
casos a partir de las similitudes· entre la Oggno, de la mejorana de Obatal>>. ron estudios biosistemáticos, que per­
historia de dichos santos, y los patakes En un congreso reciente celebrado mitieron la clasificación, caracterización

mente de la similitud entre las imágenes


­
o historias de los orishas o dioses africa­
nos. En otras ocasiones resulta simple
en Cuba sobre la cultura yoruba c••J se
abordaron temas como el concepto de
la vida y salud en los yoruba, y sus
y evaluación del material colectado. Los
principales resultados de los estudios
etnobotánicos acerca de las plantas

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cultivadas en Cuba han sido reciente­
mente publicados por Esquive! et al.
2 StrPmniumJJinofom. Sorghum.
(1994) y por Hammer et al. (1992, 1994). 'Ihorny Apples of Peru. Turky Millet.
Por su parte, en la Estación Experimen­
tal de Plantas Medicinales y posterior­
mente en el INIFAT, se realizaron diver­
sas acciones con vistas a compilar un
inventario de las plantas medicinales
existentes en Cuba. Este trabajo se rea­
lizó sobre la base de la realización de
expediciones de exploración y recolec­
ción, así como de encues�as a diversos
tipos de conocedores, curanderos y
yerberas (Fuentes, 1988). De forma si­
milar, se realizaron estudios para la co­
rrecta identificación, evaluación o veri­
ficación de las propiedades medicinales
de dichas plantas. Como derivación del
estudio de las plantas medicinales en
Cuba, se inició el estudio de las plantas
dentro de las religiones afrocubanas
(Esquivel etal., 1992; Fuentes, 1990; 1991;
1992). Dentro de la etapa de trabajo de la
edición revisada y comentada de El
Monte, se inició una nueva etapa de
trabajo, en la cual se siguió el método de
investigación 1 participación.
Por otra parte, en el Instituto de
Ecología y Sistemática y en el Jardín
Botánico Nacional, en colaboración con
la Escuela de Ciencias Químicas de la
Universidad Autónoma «Benito Juárez>>
y el Instituto Tecnológico de Oaxaca, et al., 1990, 1991), así como los listados de las plantas mágico-medicinales en
México, se han realizado diversas inves­ de las plantas medicinales existentes en las religiones afrocubanas. IGBONFINDA
tigaciones etnobotánicas sobre las plan­ Cuba (Fuentes, 1980; 1981a, b, e, d; 1982 contiene información de plantas rela­
tas utilizadas en las religiones afrocuba- : a, b, e, d, e, f; 1989; 1992; 1993. Fuentes y cionadas con 960 nombres vulgares y
nas. Granda, 1983; 1988; 1989). Posteriormen­ 975 nombres científicos. Las mismas
Entre los trabajos realizados se en­ te se compiló la base dé datos de las pertenecen a 561 géneros y 144 familias.
cuentran los estudios etnobotánicos de plantas cultivadas en Cuba (Knüpffer, Incluye además 450 nombres en inglés,
plantas específicas muy importantes en 1992; Knüpffer et al. , 1990), así como 866 nombres lucum, 474 congo y 4
las religiones afrocubanas, como la otras bases de datos específicas sobre carabal. Entre las principales familias
ceiba (Martínez, 1990; Martínez y Váz­ plantas medicinales,especias y plantas representadas en IGBONFINDAse encuen­
quez, 1991), lapalma real (Martínez y tóxicas (Fuentes, inédito) . Toda la infor­ tran Fabaceae (90 taxa), Poaceae (72) y
Vazquez, 1992a), el cocotero (Martínez mación resultante del estudio de las plan­ Euphorbiaceae (46). Los principales
y Vázquez, 1992b) y la palma de aceite tas mágico-medicinales en las religio­ géneros representados son Ficus (11
(Martínez y col. , 1994). Otros trabajos nes afrocubanas ha sido compilada en taxa), lpomoea (10) y Pithecellobium
han tratado temas generales, entre ellos un sistema de información denominado (9).
la etnobiología de los sistemas adivina­ IGBONFINDA (Esquive} et al., 1 �94a, b). Se analizó también la cantidad · de
torios de la Regla de Ocha (Martínez, plantas atribuidas como pertenecientes
1994a), árboles sagrados de la Regla de a cada orisha. Además de Osan, orisha
Ocha ( 1994b), plantas y medicina tradi­ RESULTADOS Y DISCUSIÓN dueño de todas las plantas del monte,
cional (Martínez y Martínez, 1994a), co­ los orishas que son dueños de la mayor
midaS y bebidas rituales actuales en
Regla de Ocha (Martínez y Martínez,
E l IGBONFINDA consiste en una base
de datos y una aplicación
FoxPro 2. 0), que incluye en su estructu­
een cantidad de plantas son Changó (85 plan­
tas), Oshn (83) y Obbatal (74).
1992, 1994b ), etnobotánica de los ritua­ ra datos sobre nombres vulgares, nom­ Lydia Cabrera no menciona en El
les de la muerte en Regla de Ocha bres científicos, nombres en lenguas Monte las fuentes que ella utilizó para la
(Martínez y Martínez, 1994c). lucum, congo y carabal; orisha al que identificación de las plantas, pero el
La información etnobotánica resul­ pertenece; usos y notas. El.sistema per­ análisis de la información revela que
tante de los estudios anteriores fue ini­ mite registrar nueva información, modi­ debió utilizar fundamentalmente el
cialmente compilada en forma de lista- . ficar la información ya existente, reali­ Diccionario Botánico de Nombres Vul­
dos, entre los que se encuentran las zar búsquedas, editar índices y preparar gares Cubanos, de Juan Tomás Roig y
diversas ediciones del inventario de las listados específicos. Este sistema cons­ Mesa. Esta obra, inicialmente editada
plantas .cultivadas en Cuba (Esquive! et tituye en la actualidad la compilación de en 1928, contaba con 5.009 artículos
al., 1989a; Esquiveletal., 1992d; Hammer información más completa sobre el uso sobre plantas organizadas por sus nom-

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Tabla 1. Principales familias Tabla 11. Principales géneros
representadas en IGBONFINDA representados en IGBONFINDA I Cojf11s Indicus fivt odor�ttlll.
Indian or fweet fmelling Cofius.
Familia Número de taxa Género Número de taxa

Fabaceae 90 Ficus 11
Poaceae 72 l pomoea 10
Euphorbiaceae 46 Pithecellobium 9
Asteraceae 44
Cordia, Eugenia, Ocimum, Pi per 8
Caesal p inaceae 40
Casearia, Copernicia, Desmodium 7
Rubiaceae 37
Dioscorea, Hibiscus, Lonchocarp us,
Boraginaceae 33
Musa, Acacia, Amaranthus, Cassia 6
Lamiaceae 32
Colubrina, Gerascanthus, Ouratea
Malvacea e 29 Panicum, Phoradendron
Rutaceae 27

bres vulgares, relativos a 2.933 especies cuentran indexadas por los nombres vul­
vegetales C****l. gares cubanos, es una de las principales
Según indagaciones realizadas. entre ventajas para los usuarios de El Monte,
colaboradores y familiares de Roig, todo pero constituye una gran dificultad para
parece indicar que no existió nunca una . identificar las plantas. Los problemas
relación de trabajo directa con Lydia más frecuentes proceden de la confu­
Cabrera, lo que justifica en parte las sión que se deriva de que para un mismo
deficiencias en la utilización de fuentes nombre vulgar se conocen plantas que
e información en el momento que se poseen varios nombres científicos, y vi­
realizó El Monte. El hecho de que en el ceversa. Por ejemplo tenemos que por el
léxico de esta obra las plantas se en- nombre <<Campana» se conocen diver-

sas especies de los géneros Datura y


Brugmansia, que poseen flores de for­
ma acampanada. Asimismo tenemos que
por el nombre vulgar <<alacrancillo>> se
conocen varias especies del género He­
liotropium, que se caracterizan por te­
ner inflorescencias similares a la cola de
ese animal. Por otra parte ))ay especies
que poseen cada una varios nombres
vulgares; citaremos algunos ejemplos:
Acaciajarnesiana se conoce como <<a­
,.Eomo>>, <<aroma amarilla>> y «aroma olo-
rosa>> ; Koanophyllum villosum se co­
noce como <<albahaquilla>>, <<albahaca
de sabana>> y <<traversera>> ; Partenium
hysterophorus es conocidopopularmen­
te como <<escoba amarga>>, pero también
como <<artemisilla>>.
Otro tipo de problema es el que origi­
na la actualización de la nomenclatura
científica. Desde la primera edición de
El Monte se han realizado numerosas
investigaciones que hanproducido cam�
bios en la nomenclatura de las especies,
por lo que ha sido necesario actualizarla.
Como se ha indicado más arriba, en
IGBONFINDA se registran 975 nombres
científicos de posibles plantas utiliza­
das en las religiones afrocubanas, lo
cual no quiere decir que ese número sea
definitivo, puesto que algunos nombres
son sinónimos, y otros están aún por

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verificar. Comparando este listado con
el inventario de las plantas útÍles de Tabla IV. Significado del nombre de algunas plantas mágico-medicinales
Africa occidental (Dalziel, 1936),encon­
Nombre científico N. lucum N. yoruba Significado en lengua yoruba
tramos que 102 especies existen tanto
en Cuba como en Africa; pero si consi­ Capsicum annuum atyy ataeiye; especia comestible (ata: especia; jije: comestible)
deramos aquellas especies presentes en
Capsicum frutescens al atasisebe; especia-pájaro (ata: especia; sise: pajaro)
Africa que tienen un pariente del mismo
Datura sp. agogó, apikn; matahormigas (pa: matar; ikn: hormiga blanca)
género en Cuba, la cifra se eleva a 2 1 1
especies. E n cuanto a los nombre� en Diospyros crassinervis higgidud iggidudu: madera negra
lenguas africanas, puede observarse que fpomoea batatas undukmduk kúkúndúnkum; lleno de dulce (dún: dulce; kún: lleno)
los nombres lucum con que se conocen Spigelia anthelmia minir, apam matagusanos (pa: matar; am: gusanos)
algunas plantas se derivan de los nom­ Urera baccifera ewei ewin: hoja de fuego
bres yoruba, como ocurre en el caso de Zingiber officinale eweatale atale, especia-tierra (ata: especia; il: tierra)
la «peona>> (Abrus precatorius), cuyo
nombre lucum es ewryeye, mientras que
el nombre yoruba es OWfi\Üe; en otros
casos, como en la <<caña de azúcar» gico-medicinales en la religiones plantas originarias de ASia oriental,como
(Saccharum officinarum) , se mantiene afrocubanas. <<plátano>> y <<picapica>>. Otro 8 % proce­
el nombre yoruba, que es irek. De las 499 especies mágicas o medici­ de de Asia occidental, como «Cebolla>>,
Si consideramos las plantas medici­ nales, solamente 49 especies existen <<bledo>> y <<apasote>>; el resto procede de
nales de Cuba, tanto las que se cultivan tanto en Africa como en Cuba, pero si otras regiones.
(Esquive! et al., 1992), como las silves­ rastreamos el origen de todas ellas en­
tres que no se cultivan (Fuentes, 1993), contramos que el42% son plantas oriun­
das del continente americano que fue­ LA ENFERMEDAD
y las comparamos con el listado de las
ron introducidas en Africa, como las DESDE EL PUNTO DE VISTA
que se utilizan en las religiones afro­
especies de Anonáceas <<ají>>, <<Calaba­ ETNOLÓGICO
cubanas, encontramos que existen 438
especies que coinciden en que existe
algún informe de sus propiedades medi­
za>>, <<maní>>, <<ceiba>> o <<maÍZ>>. El segun­
do grupo en importancia son plantas
originarias de Africa, como <<Siemprevi­
U na de las limitaciones fundamenta­
les en la comprensión del carácter
mágico-medicinal de las plantas, se en­
cinales. De este grupo de plantas sola­
mente 84 existen tanto en Africa occi­ va>>, <<Café>>, <<ñame>>, <<higuereta>>, <<pal­ cuentra precisamente en la definición
dental como en Cuba. ma africana>>, <<frijol carita>> o <<pimienta etnológica de lo que es la enfermedad y
Fuentes (1993) realizó una compila­ de Guinea>>. El 16 % de las plantas pro­ la medicina. Ésa ha sido una de las ma- ·

ción de las plantas mágicas que se utilizan ceden de Asia central, como <<coco>>, yores dificultades para el entendimien­
en las religiones afrocubanas; al compa­ <<paraíso>> o <<pata de gallina>>. Un 8 % son to entre etnólogos y especialistas de las
rarse esa compilación con el resultado
de la investigación actual, se encontró
que solamente coincidían 233 especies. I Capjicurn la��giorihm(zliquu. t 2 Si1114 SAnl14 TntÚriR'II.
Si incluimos también las plantas medici­ Long codded Ginnie Pepper. Tabac9 of Trinidada.
nales, la cifra asciende a 499 especies,
aproximadamente el50%de lasincluídas
actualmente en IGBONFINDA, lo que nos
da una idea del grado de conocimiento
que existe sobre el tema de plantas má-

Número de plantas por


Tabla 111.
orisha, según datos en IGBONFINDA
Orisha Número de taxa

Chang 85
Oshn 83
Obbata 74
Oggn 67
Yemay 64
Eleggu 59
Babai Ay 38
Osan 24

Oy 23

Se asume que todas las plantas pertenecen a Osan,


pero aquí se han· incluído solamente las que se le
conceden como dueño ·absoluto.

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les u otros creados por el estrés, se asocia con la respiración, el rojo con
Tabla v. Nombres de plantas mágico­
(Sandoval, 1979). Uno de los la activación, el carmelita con el hígado,
medicinales en lenguas lucum y yoruba
aspectos fundamentales de el azul con los calmantes, etc.), etc. Por
Nombre científico N. lucum N. yoruba este fenómeno es la estrecha contraposición, existe una concepción
relación que se establece entre positivista de la etnofarmacología.
Abelmoschus esculentus lil, alil
el adivino curandero y el pa­ Se supone que el hombre tuvo en el
Abrus precatorius ewryeye owrnjje ciente, lo cual es un factor de­ pasado una capacidad naturalparaiden­
Allium cepa alboso alubosa terminante en la eficiencia de tificar instintivamente sus remedios, tal
Anonas comosus opóyibo opooyibo la terapia. como lo tienen muchos animales; este
Boerhavia caribaea atipol etiponl Algunos etnólogos indíge­ instinto desapareceria con el desarrollo
Bryophyllum pinnatum edd erodndn nas no consideran que «U­ histórico de la sociedad.
Capsicum annuum atyey ataeiy tilizan>> las plantas , sino que
«crean relaciones>> con ellas
Carica papaya ibppe ibep
(Prinz, 1991). Esta actitud de
Chrysophylfum cainito osm osn RELACIÓN ENTRE EL NOMBRE Y
profunda consideración hacia
Cola acuminata obkola obh LA CARACTERÍSTICA DE LA PLANTA
las plantas es caracteristica de
n aspecto interesante en la utiliza­
Colocasia esculenta
Cucurbita moschata
ikoku
eleguedd
koko
elgede
la medicina tradicional; en las
plantas se encuentra la presen­ U ción de plantas mágico-medicina­
les en las religiones afrocubanas, es la
Gossypium arboreum eweou ow cia del <<signo de dios>>, y en
ellas se personaliza el poder de relación entre nombres y característi­
lpomoea batatas undukmduk kúkúndúnkum
los antecesores, que puede ayu­ cas de las plantas. Los nombres yoruba
)atropha gossypifolia obtuy bótuj
dar a resolver cualquier situa­ pueden indicar el posible uso de las
Lagenaria siceraria igb,agb gbh planta, como en el caso de Spigelia an­
ción.
Manihot esculenta baggudn gbguda thelmia econocida en lucum como mi­
El hombre de las culturas
Musa paradisiaca oggued oged tradicionales vive en armonía ner) cuyo nombre yoruba es aparn (pa:
Nicotiana tabacum eweetba ewetba con los remedios y crea condi­ matar, arn: gusanos, lombrices), lo que
Oryza sativa irsi resi, iresi ciones recíprocas con las plan­ se corresponde con el nombre popular
tas según sus propias concep­ de Cuba de <<yerba lombricera>>, relativo
Phaseolus vulgaris eriddu er
ciones culturales y religiosas; a sus fuertes propiedades vermífugas.
Saccharum officinarum irek irek
esas condiciones recíprocas se Este Üpo de relaciones ha sido estu­
Sesamum indicum ama ti ya nmotix diado porVergery Anthony (1991) en las
fortalecen durante la enferme-
Sorghum bicolor oklebba ok prácticaS de la tradición yoruba en Bra­
dad y se debilitan durante la
Spondias mombin iggiyey gbajagbon salud, pero nunca desaparecen. sil por los descendientes de esclavos
Vigna unguiculata ereo ewe, ere Es decir que las plantas me­ africanos. En el dominio litúrgico exis-
Xanthosoma sagittifolium ikoku iyokho dicinales no son simplemente
Zea mays agguadó, agbado,igbado consumidas y apartadas a un
Zingiber cassumunar eweatale atole lado cuando no son necesarias,
sino que su uso está sl_\jeto a PhaJtDim Brafilimm.
S
Las plantas mágico-medicinales enumeradas aquí pertenecen al
grupo de las que existen tanto en Africa occidental como en Cuba
reglas y regulaciones marca­ Kidney Beane of.Brafile.
das por las típicas carac-
terísticas de la magia: manipu­
lación de ciertos materiales con
ciem;ias naturales (Prinz, 1991). En las el convencimiento de que ello producirá
sociedades tradicionales la enfermedad cambios beneficiosos para quien los ma­
se define de una manera muy amplia, nipula.
que incluye no sólo desórdenes de tipo Muchos etnólogos sostienen que las
físico, psicológico o social, sino tam­ plantas tienen un <<alma>>, que en las
bién algunos de tipo económico, etc. De drogas tradicionales existen fuerzas so­
esta forma los problemas familiares, el brenaturales, etc, y que una misma plan­
deterioro de las condiciones de vida, ta puede tener caracteristicas benefi­
etc., son considerados como enferme­ ciosas o perjudiciales según la forma en
dades, y por tanto requieren un trata­ que se use. En origen, el elemento mági­
miento como cualquier otra enferme­ co es inherente a todo tipo de medicina.
dad. Las plantas se utilizan con este En la medicina actual pueden observar­
propósito, lo cual hace necesario definir se también algunos usos mágicos, o en
las plantas desde el punto de vista los que la predisposición psicológica de
etnológico. los individuos juega un papel importan­
La santería cumple a menudo la fun­ te; quizás el más destacable sea la ex­
ción de un sistema de medicina paralelo pectación por parte del médico y del
y complementario (tal como ocurre por paciente de que una correcta ejecución
ejemplo en determinadas zonas de Es­ del procedimiento será efectiva; el ritual
tados Unidos). Es frecuente consul tar al que sigue a la administración de medici­
curandero o santero en lugar del médico nas; el uso de determinados colores aso­
para problemas espirituales, emociona- ciado a las píldoras y cápsulas eel verde

NAnJRA MEDICATRIX N.� 37-38 Invierno 1 994-1 995 19


ten plantas que son utilizadas en las genéticos y del medio ambiente y a los
preparaciones medicinales de carácter
1 Zinzilmilftlla lcon. agentes del desarrollo agrícola. O
tonificante o excitante, y que contribu­
The feigned figure ofGinger.
yen a calmar en los trances de posesión
por los dioses. Esta acción se expresa <•J Los tres primeros pertenecen al Instituto de
por el verbo gun, que significa montar en Investigaciones Fundamentales en Agricultura Tro­

sus más diversas acepciones. La utiliza­ pical, INIFAT. Calle 1 y 2, Santiago de las Vegas,
ción de las preparaciones a base de plan­ Ciudad Habana, Cuba.

tas son de una importancia fundamental Julio Martínez_pertenece al Jardín Botánico Na­
cional. JBN, Carretera del Roco Calabazar,.Ciudad
en el curso de las ceremonias de los
Habana, Cuba.
dioses africanos. Las plantas intervie­
Presentación brindada en el I1I Congreso !talo­
nenen el lavado de los objetos sagrados
Latinoamericano de EtnomedicinaUniversidad <<La
que soportan la presencia del orisha, o Sapienza>>, Roma, Italia Octubre 1994.
son indispensables en la preparaCión de
<"J Tirado y Martínez (1992), realizaron un estudio
los baños rituales y en los brebajes que
de los instrumentos de trabajo utilizados en la
deben ingerir en la iniciación los adep­ agricultura tradicional cubana. Entre los instrum­
tos a un -orisha, o en las ceremonias en entos de origen africano se encuentran los pilones
o morteros, los molinos de piedra y los aven­
que los dioses son apelados para que se
tadores. Los dos primeros se utilizan fundamental­
manifiesten en el cuerpo de algún eleg­ mente para el trillado y molido de granos, y el
ido (para que sean "montados" por el último para la separación del grano de las impure­
dios). En ciertas circunstancias se de­ zas.
C''J II Encuentro Internacional Yoruba. La Habana,
ben pronunciar fórmulas encantatorias
24-28 de Mayo de 1994.
(cantos), relativas a las plantas. El texto <'"J (Rutledge & Klein), edición revisada y comen­
de estas encantaciones no es específico tada; la revisión botánica ha estado a cargo de los
para cada planta, y varia según el efecto autores del presente trabajo pertenecientes al
INIFAT. Laobraconsta deunprefacio de laautora,
que se espere obtener en cada una de las
diez capítulos temáticos, y un léxico de plantas que
preparaciones. Para aquellas plantas que ocupa casi la mitad de la extensión total del libro.
tienen efecto estimulante, el término También existe una edición en italiano.
gun se pronuncia con mucha frecuencia <"") En 1953, 1963 y 1965, se hicieron nuevas edicio­
nes ampliadas y corregidas. Posteriormente we
en las encantaciones. nen elach, la fuerza, la vitalidad, que ni reimpreso en 1975, 1983 y 1988 (Roig, 1988). Con­
Las plantas medicinales y litúrgicas los humanos ni el dios pueden transmi­ siderando la época en que Lydia Cabrera escribió
son raramente utilizadas por separado, tírsela. El Monte, la edición que pudo consultar fue posi­
utilizándose en grupos de seis a diez. blemente la de 1928. Incluso otras obras relevantes
como !a Flora de Cuba, escrita por el Hno. León y
Una sustancia vegetal se utiliza general­
Hno. Alain, se encontraban incompletas, pues has­
mente para un complemento aromático ta esa fecha solamente se habían publicado Jos tres
o calmante. Entre las plantas tonificantes CONCLUSIONES primeros volúmenes, en 1946, 1951 y 1953 respec­
tivamente, mientras que los dos restantes fueron
o estimulantes se encuentran el «pere­
gón>> (Dracaena jragans), el >>egón>> L os resultados preliminares nos reve­
lan la complejidad y el enorme uni­
publicados en 1957 y 1964, un suplemento en 1974.

(Zantho:i:ylum viride), el «teteregón>> verso de investigación que se abre sobre


BffiLIOGRAFÍA
(Costus afer), «orogbo>> (Garcinia co­ el tema de las plantas mágico-medicina­
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Sources, methods, objectives. Proceedings oj tl!e 1st
lizadas para inducir el delirio se encuen­ transculturación entre Mrica y América
Int.ernatioruú Symposium ojEthrurpharrnacology. Metz,
tran el <<apicón>> (Datura metel) y <<gó­ a través de uno de sus elementos funda­ CentrelntemationaldesCongres, 23-25March l990. French
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mum melegueta) e <<iyere>> (Piper ca­ tenciales, farmacológicas, etc. que los rnetlwds, objectives. Proceedings of the 1st Intemational
Symposium of Ethnopharmacology. Metz, Centre ·
pense, Piper guineense) . distintos paises en los que arraiga han de IntemationaldesCongres,23-25March 1990. FrenchSociety
Las fracciones activas y de actividad saber aprovechar, tal como recomienda ofEthnophannacology. pp.66-7L
estimulante sobre el sistema nervioso la OMS a sus paises miembros (véase el CABRERA, L,l954: El Monte. Ediciones C y R. La Habana
564pp.
con reconocimiento farmacológico son recuadro que aparece en la página 13). CABRERA,L,l984: La medicina popular de Cuba. Edicio­
los granos de cola (cafeína), flores de La medicina tradicional africana consti­ nes C y R. Miami 270 pp.
Datura metel (atropina, hyoscina) y los tuye una aportación de riqueza todavía DALZIEL, J.M.,l936: The usejul plants oj west tropical
Afri.ca. Crown Agents for Oven¡eas Govenunents and
frutos y granos de Piper. insospechada. Administration. London. 612pp.
Según Verger el hecho de que otras IGBONFINDA puede servir de base a DOS SANTOS,J.R.,l991: NEMOBASE: systeme d'injor­
rnationsurlesusagespopulairesdelajlnre. En: Fleurentin,J.,
plantas se utilicen de manera conjunta nuevas investigaciones de laboratorios
P.Cabalion, G.Mazars, J.Dos Santos y C.Younos, (Eds.),
induce a preguntarnos si poseen molé­ médicos y homeopáticos, y brindar ser­ Ethnopharmacology. Sources, methods, objectives.
culas activas capaces de estimular el vicios a industrias de transformación y Proceedings of the 1�t Intemational Symposium of
Etbnopharrnacology.Metz,CentrelntemationaldesCongres,
sistema nervioso, si actúan de forma utilización de materias primas vegeta­
23-25 March 1990. French Society of EthnophamlaCology.
separada o en sinergismo, o incluso si les, cultivadores de plantas medicinales pp. 133-145.
juegan un papel puramente simbólico. y aromáticas, fitoterapeutas, etc., pero ESQUNEL ,M, LCASTIEIRAS, TII. GLADISANDK HA­
MMER, submitted: The 8th joint coUecting mission
Para los yoruba el papel simbólico es también a quienes tienen responsabili­ INIFATIPK to Centrol Cuba. FAO/ IBPGR Plant Genetic
fundamental: son las plantas las que tie- dades e,ri la gestión de los recursos Resources Newsletter.

20 NARJRA MfDICATRIX N.� 37-38 Invierno 1 994-1 995


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