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La Nueva Guerra Terrestre de La Fuerza Aerea
La Nueva Guerra Terrestre de La Fuerza Aerea
Fuerza Aérea
Asegurar la Proyección del Poderío Aéreo y
Espacial Mediante Operaciones
Expedicionarias
de Seguridad
Si usted se unió recientemente a la Fuerza Aérea y pasó a formar parte de las fuerzas
de seguridad, habrá pasado gran parte de su tiempo protegiendo silos de misiles,
protegiendo bombarderos, alertando a los cazas, vigilando entradas, o como mínimo
estacionado en una puerta. Pero después de instalar 50 bases expedicionarias en el
Golfo Arábigo y después de resistir ataques contra las bases, después que fuimos
atacados con morteros y cohetes en las bases, después que nuestros aviones fueron
atacados con misiles superficie-aire y fuego de armas livianas al aterrizar y despegar,
y después que estudiamos qué se necesita para asegurar un campo de aviación en un
sentido expedicionario, este tema de fuerza de seguridad adquiere una visión
totalmente diferente. . . . Salga del cercado con el personal de la Oficina de
Investigaciones Especiales . . . y comience a pensar acerca de qué es una amenaza a
este campo de aviación. ¿Qué debemos hacer para defenderlo de modo que podamos
operar 24 horas al día, siete días a la semana, en un sentido verdaderamente
conjunto, y en un sentido de verdadero combatiente, para que no hayan amenazas
contra este campo de aviación que no hayamos tenido en cuenta?
—General T. Michael Moseley
Jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea
Discurso ante el American Enterprise Institute
11 de octubre de 2005
La Amenaza Asimétrica
En 1965, la Fuerza Aérea realizó un detallado reconocimiento de seguridad en todas las bases
de Asia del Sudeste donde existían recursos del servicio. Además de señalar que la política de
seguridad de la Fuerza Aérea carecía de organización, adiestramiento o equipos adecuados
para proporcionar defensa de seguridad en un entorno de insurgentes, el reconocimiento
reveló que las fuerzas de tierra en Vietnam del Sur no practicaban la defensa estática de las
bases aéreas. El estudio concluyó que no teníamos un sistema satisfactorio para hacer frente a
los ataques de armas de ataque a distancia, recomendando que la Fuerza Aérea busque una
pronta solución a este problema, y enfatice la prueba de la viabilidad de las nuevas propuestas
de defensa terminal.5 Los ataques a distancia contra las bases aéreas desde el inicio de la
operación Libertad de Irak ya superan los 1.500. Aunque ni el impacto operacional ni las
víctimas humanas han demostrado ser graves, las nuevas tecnologías de armas y mejores
tácticas de adiestramiento del enemigo prometen incrementar su efecto. Indudablemente,
debido a la voluntad, determinación y adaptabilidad del enemigo, su puntería mejorará.
La proliferación de morteros y cohetes con guía de precisión dan a las fuerzas enemigas un
potencial de precisión de 10 metros cuando atacan bases aéreas.6 Tal precisión tendría efectos
devastadores en aviones grandes y en pequeños aviones no cobijados, sin mencionar las
mayores bajas causadas por los ataques contra las áreas de vivienda y trabajo. Junto con el
efecto de los "medios", este escenario degradará seriamente la efectividad del poderío aéreo y
espacial. Las imágenes satelitales comerciales fácilmente disponibles y el simple
reconocimiento por parte de trabajadores simpatizantes que trabajan en la base aérea
amplifican aún más la capacidad del enemigo. El éxito de los ataques a distancia también
podría causar la renuencia a estacionar poderío aéreo expedicionario cerca del área de
combate, reduciendo la receptividad y efectividad del componente aéreo y arriesgando un
retroceso no buscado hacia un rol de apoyo convencional para la Fuerza Aérea.
Ganar la Iniciativa
En parte, las fuerzas de seguridad de la Fuerza Aérea no se han adaptado para combatir la
amenaza a distancia porque durante la Guerra Fría, el área de cobertura del ataque a distancia
era una misión del Ejército—codificado en 1985 en el Acuerdo de Seguridad Conjunta No. 8,
que especificaba que el Ejército proporcionaría defensa exterior a las bases de la Fuerza
Aérea.7 Aunque este acuerdo dio al Ejército la misión "fuera del cerco de la base", varios
ejercicios conjuntos así como la experiencia en las Operaciones Escudo del Desierto y
Tormenta del Desierto demostraron que esta tarea era poco práctica; en consecuencia, en 1992
la doctrina conjunta transfirió formalmente esta responsabilidad a los comandantes de la base.
La derogación formal del Acuerdo de Seguridad Conjunta No 8 en 2005 significó que en
futuros conflictos, la Fuerza Aérea tendrá que defender sus bases aéreas conforme a la
doctrina conjunta.8
Las cercas perimetrales, las barricadas y los sistemas de sensores de alta tecnología son
componentes vitales para la seguridad de la base, pero independientemente de su efectividad,
todos detectan al enemigo sólo después que éste ha iniciado un ataque, o ayudan a responder
después que éste ya ha atacado una base. No obstante, las fuerzas de defensa de una base
deben ganarle la iniciativa al enemigo ingresando en su ciclo de planificación y lanzando
ataques preventivos. La Operación Desert Safeside/Fuerza de Tareas 1041 en la Base Aérea
Balad, Irak, demostró la efectividad de este método. En respuesta a más de 400 ataques a
distancia contra Balad, las Fuerzas Aéreas del Comando Central (CENTAF) lanzaron esta
operación de 60 días, con la Fuerza de Tareas 1041 capturando 17 objetivos de gran valor,
más de 100 insurgentes y ocho importantes alijos de armas, sin sufrir bajas a pesar de los
fuertes combates con el enemigo. Después de eso, prácticamente cesaron los ataques
enemigos desde el sector de la fuerza de tareas. Los arquitectos de Desert Safeside sabían que
"sólo hay una manera de evitar que un enemigo decidido ataque una base; darle muerte o
capturarlo y capturar sus armas. Esto fue cierto en Balad, y será cierto en otras bases, y ¡los
valientes hombres y mujeres de la Fuerza de Tareas 1041 lo demostraron!"9
La Fuerza de Tareas 1041 demostró que la Fuerza Aérea poseía la capacidad necesaria para
dominar satisfactoriamente la zona de seguridad de la base (ZSB) y proporcionar un ambiente
de operación seguro desde dónde lanzar, recuperar y mantener el poderío aéreo. Esta
operación también disipó la percepción de que las unidades del Ejército están mejor
organizadas, adiestradas y equipadas que las fuerzas de seguridad de la Fuerza Aérea para
conducir tales operaciones. A diferencia de las anteriores unidades del Ejército, la fuerza de
tareas logró el efecto deseado.
Mientras que la doctrina antigua de defensa de la base fue diseñada para los campos de batalla
lineales de la época de la Guerra Fría, la doctrina conjunta emergente considera las bases
expedicionarias más como áreas de operación conjunta (Fig. 1). El borrador final de la
Publicación Conjunta 3-10, "Operaciones de Seguridad Conjunta en el Teatro de Batalla",
adapta las mejores prácticas de defensa de la base a los campos de batalla no lineales de hoy.
El núcleo de esta doctrina busca asegurar que el comandante designado de la base pueda
dominar el área alrededor de ella desde donde el enemigo puede lanzar ataques penetrantes y
a distancia. En gran medida, la nueva publicación establece una ZSB como un área de
operación conjunta alrededor de instalaciones fijas vitales (como las bases aéreas), y describe
el terreno que el comandante de la base debe influir como el espacio de batalla desde el cual
el enemigo puede atacar a la base. El hecho de que este terreno incluya el área
tradicionalmente conocida como área de cobertura del sistema de defensa aérea portátil
(MANPADS) (el área que el enemigo podría usar para atacar a los aviones que se aproximan
o despegan de la base con misiles superficie-aire lanzados desde el hombro) es de vital
importancia para la Fuerza Aérea. Este requisito de ejercer influencia en el terreno fuera de la
cerca creó una nueva medida de control del campo de batalla llamada el "contorno de la base"
(Fig. 2), definida en la publicación conjunta como
una línea que traza el área de la superficie de una base para facilitar la coordinación y el evitamiento de
conflictos de operaciones entre unidades, formaciones o áreas adyacentes. El contorno de la base no es
necesariamente el perímetro de la misma, más bien debe establecerse en base a los factores de misión,
enemigo, terreno y estado del tiempo, tropas y otro apoyo disponible, tiempo disponible (METT-T),
equilibrando específicamente la necesidad de las fuerzas de defensa de la base para controlar el terreno
clave con su capacidad para lograr la misión.10
Como el terreno incluido en el contorno de la base está sujeto a restricciones del componente
de tierra o la nación anfitriona, la Fuerza Aérea utilizará la ZSB para controlar el área total
fuera del perímetro de la base que pudiera amenazarla con ataques a distancia. En la situación
conjunta óptima la ZSB y el contorno de la base abarcarían el mismo terreno.
Una célula de operaciones actual funciona en apoyo del comandante de la fuerza de defensa
para vigilar la ejecución de la OCT y ejercer el C2 de todas las fuerzas dentro de la ZSB (la
función S-3 tradicional de defensa de la base de la Fuerza Aérea y las unidades del Ejército).
Esta célula también mantiene una conciencia de situación actualizada de las operaciones
conjuntas/de la coalición fuera del contorno de la base pero dentro de la ZSB. Además, vigila
el estado de las fuerzas de defensa de la base que operan fuera del contorno bajo el control
táctico de los comandantes de área adyacentes para las tareas de defensa de la base.
Una célula de coordinación de apoyo de fuego, otra capacidad vital de la célula de
operaciones actual, planifica e integra misiones de fuego conjunto indirecto tales como apoyo
aéreo próximo o artillería en la ZSB. Aunque esta célula integra estos fuegos, no los controla;
más bien, los facilita dentro de los procedimientos conjuntos establecidos. La defensa
satisfactoria de la base aérea en el entorno de amenaza dinámica de una base aérea
expedicionaria en uno de los países "no adaptados a la globalización" del Dr. Barnett requiere
de una C4ISR robusta. El despliegue de un CODB transformado resultará vital para este
esfuerzo.
Desert Safeside y otras experiencias de Libertad de Irak y Libertad Duradera demostraron que
para tomar la iniciativa en una ZSB hostil se requiere de operaciones agresivas de combate en
tierra. Una nueva misión aérea denominada inteligencia de protección de la fuerza (IPF), un
habilitador clave para las fuerzas de defensa activas, comenzó como una iniciativa de
protección de la fuerza de CENTAF para apoyar la defensa de la base. El Cuartel General del
Grupo de Trabajo de IPF de la Fuerza Aérea—dirigido conjuntamente por el Cuartel General
de Inteligencia de la Fuerza Aérea, la Oficina de Investigaciones Especiales de la Fuerza
Aérea (AFOSI), y el Cuartel General de las Fuerzas de Seguridad de la Fuerza Aérea—
combinó las definiciones existentes de inteligencia y protección de fuerzas para definir la IPF
como información de todas las fuentes analizadas o investigadas que define las decisiones y
operaciones efectivas de protección de la fuerza. Simplemente significa que la Fuerza Aérea
debe poner a disposición el espectro total de capacidades de inteligencia a los comandantes
encargados de tomar decisiones efectivas en el área de misión de protección de la fuerza.13
La aplicación continua del ciclo completo de inteligencia es fundamental para anticiparse a las
tácticas del enemigo y/o desarrollar paquetes de inteligencia de objetivo para neutralizar las
amenazas. Las operaciones de defensa de la base requieren asignación de prioridades,
recolección, análisis, fusión y adaptación de la información de amenaza que se convierten en
productos y servicios para difusión en apoyo de las operaciones de seguridad actuales y
futuras. Esta capacidad exige adiestramiento avanzado en destrezas analíticas y tácticas,
técnicas, y procedimientos revisados que incorporen AFOSI, así como métodos y fuentes de
inteligencia. El personal de IPF debe recibir adiestramiento analítico al ser ubicado
inicialmente en una posición de IPF, actualizar periódicamente sus destrezas en un entorno
funcional cruzado, y evaluarlas antes del despliegue. Esta capacidad de evaluación debe
permitir un análisis rápido y amplio de la información de todas las fuentes en el nivel más
bajo posible, y aún proporcionar capacidades de enlace a retaguardia a las fuentes del teatro y
nacionales. Las capacidades de evaluación de inteligencia y AFOSI deben ser escalables para
la situación de defensa, y capaces de proporcionar apoyo dedicado a tiempo completo a las
misiones de defensa integradas, de ser necesario.14 La capacidad de evaluación requiere
nuevas estructuras organizacionales, equipos de comunicación adicionales, y personal
adicional o soluciones de recursos humanos ingeniosas para integrar completamente
inteligencia y AFOSI con las fuerzas de seguridad en las operaciones de la ZSB.
Así como los marinos tienen una estación de batalla a la que informan en momentos
designados de mayor amenaza, los Aerotécnicos deben tener tal estación y participar en la
defensa de la base. Por consiguiente, una instrucción preliminar de la Fuerza Aérea ha
codificado el concepto de "lucha por la base aérea", que describe un proceso por el cual los
Aerotécnicos aumentan gradualmente su participación en las actividades de defensa de la base
al aumentar las amenazas.15 Cada fase de escalación de proveer personal a las estaciones de
batalla—codificadas como verde, amarilla, naranja y roja—tiene condiciones asociadas de
grado de preparación (Fig. 5). Asignar todos los Aerotécnicos a una estación de batalla,
adiestrarlos en las responsabilidades adecuadas y ejecutar el plan en forma repetida ampliará
dramáticamente el poder colectivo de la fuerza de defensa de la base.
Para aumentar la capacidad de defensa de la base se requiere incluir las tareas de combate en
tierra en las habilidades básicas de todos los Aerotécnicos.16 Por ejemplo, aunque se instruye
a los Aerotécnicos en el uso de un arma, no se les enseña cómo y cuándo emplearla; ni
tampoco se les enseña destrezas de combate usuales en las otras fuerzas armadas. Al
identificar la necesidad de estas destrezas en Libertad de Irak y Libertad Duradera, CENTAF
estableció la base para el adiestramiento de combate expedicionario para todos los
Aerotécnicos con un programa de teatro amplio llamado "Inicio Correcto del Combate".
Desarrollado como una solución de corto plazo a la necesidad de destrezas de combate
terrestre, el programa se convirtió en un requisito (19 horas de adiestramiento) para todos los
Aerotécnicos en el teatro de guerra de CENTAF antes de ser desplegados en una zona de
combate como Irak. Aunque un Equipo de Proceso Integrado de Aerotécnicos
Expedicionarios de la Fuerza Aérea está creando un mapa de ruta para cumplir estos
requisitos en el largo plazo, los Aerotécnicos deben mantener estas destrezas de combate
mediante adiestramiento periódico complementario, y el concepto de "lucha por la base"
descrito anteriormente debe formar parte de los planes de defensa de una instalación. Por
último, la fuerza debe ensayar con regularidad la acción de acudir a las estaciones de batalla
para garantizar su aptitud cuando sea llamada a la acción.
Posicionar la Fuerza
Junto con mejor doctrina, C4ISR sólido, IPF y adiestramiento de combate en tierra para todos
los Aerotécnicos, las operaciones de seguridad en la ZSB exigirán un uso más efectivo de las
capacidades de las fuerzas de seguridad que aquél de las tradicionales misiones de línea de
vuelo o seguridad del perímetro. Mientras que una base expedicionaria teórica en el actual
entorno de amenaza de Libertad de Irak podría necesitar entre 200 y 300 elementos de fuerza
de seguridad para proteger su línea de vuelo y el perímetro, esa misma base durante la
ejecución de operaciones ZSB robustas necesitará alrededor de 1.200 de esos elementos. Con
el fin de apoyar esta nueva responsabilidad, las fuerzas de seguridad de la Fuerza Aérea están
pasando por una transformación completa diseñada para cambiar la doctrina táctica así como
las tácticas, técnicas y procedimientos desde un enfoque de la Guerra Fría centrado en un
modelo de seguridad industrial hacia un enfoque de combate de guerra expedicionaria en
operaciones ofensivas y defensivas en la ZSB. En lugar de seguir la práctica histórica de
adiestrar, equipar y destacar al personal como si se tratara de una fuerza policial con algunas
destrezas de combate, las fuerzas de seguridad transformadas se adiestrarán y organizarán
como una capacidad de combate de guerra competente en lugar de como una fuerza policial
de la instalación.
Requisitos Emergentes
El ejercicio reciente, Sobremesa de Apertura de Base Aérea del Cuartel General de la Fuerza
Aérea dejó al descubierto una grieta entre conducir operaciones hostiles de captura de la base
aérea conjunta y abrir la base para las operaciones.17 La misión de captura de la base exige
una transición rápida desde fuerzas de combate que capturan una base aérea hacia personal
que prepara una base aérea conjunta totalmente operativa para proyectar el poderío aéreo de
combate y movilidad. Esta misión está fuera de la capacidad orgánica de los grupos de
respuesta para contingencias (GRC) pero podría tomar la forma de una Fuerza Aérea
complementaria integrando las capacidades GRC en las del Grupo de Tácticas Especiales No.
720 y el Grupo de Fuerzas de Seguridad No. 820, presentándolas al comandante de la fuerza
conjunta como un módulo de fuerzas escalable y adaptable conocido como unidad de tareas
de combate expedicionario (AECTU).18 Estas fuerzas llegarían con la fuerza de captura
durante la fase de asalto de la operación conjunta. Las fuerzas de tácticas especiales y de
seguridad, insertadas en el elemento de asalto, combatirían junto con las fuerzas conjuntas
para eliminar la resistencia y, después, proporcionar seguridad y defensa inicial de la base
mientras las fuerzas AECTU restantes llegan para establecer las operaciones aéreas.
Oportunidades
Mientras que la Fuerza Aérea continúa actualizando sus capacidades para combatir
efectivamente en los campos de batalla del Nuevo Mapa del Pentágono, la base aérea
expedicionaria se está convirtiendo en algo más que una plataforma de proyección del poderío
aéreo.19 Con la misión adicional de combate terrestre en la ZSB, IPF con nuevo enfoque, y
una fuerza más capaz de Aerotécnicos expedicionarios adiestrados en combate en tierra, la
base aérea del futuro podría ser más que una plataforma para combate aéreo y terrestre. Los
activos aéreos no sólo atacarían los objetivos de la fuerza conjunta a través del teatro de
batalla sino que también las fuerzas de defensa de la base podrían atacar objetivos de teatro de
guerra en sus respectivas ZSB—tal como el Grupo de Tareas 1041 lo hizo en Irak. La
multiplicación de esta capacidad a través de un comando combatiente geográfico cubre una
parte importante del espacio de batalla aéreo y terrestre con fuerzas aéreas y terrestres
coordinadas.
Podemos imaginar fácilmente la proyección de esa influencia incluso más lejos en la zona de
combate, empujando a la logística, la ingeniería civil, las comunicaciones y otras capacidades
fuera de la base aérea hacia otras fuerzas conjuntas en el área de responsabilidad. Esta
propuesta—que no es un argumento de funciones y misiones, ni una propuesta que requeriría
fuerzas nuevas grandes—simplemente aprovecharía y concentraría el poderío de combate
potencial de defensa de la base desplegada y también del personal de "apoyo", y proyectaría
ese poderío hacia afuera. Establecer la base aérea del futuro como una plataforma de
proyección de poderío daría al comandante de la fuerza conjunta otra herramienta formidable
para la lucha conjunta.
El Camino a Seguir
Estos cambios necesitarán apoyo y entendimiento en todos los niveles del liderazgo de la
Fuerza Aérea mientras continuamos entendiendo las capacidades deseadas de nuestra Fuerza
Aérea expedicionaria en el espacio de batalla del futuro. Muchos de los cambios serán
difíciles; sin embargo, son fundamentales para tener éxito en la larga guerra contra el
terrorismo. Las fuerzas de maniobra del componente terrestre estarán sobrecargadas en el
futuro predecible, por lo que la Fuerza Aérea debe invertir en sus capacidades para proyectar
con seguridad el poderío de combate aéreo y terrestre. Como la incertidumbre y asimetría de
las batallas no adyacentes y no lineales creará lugares peligrosos para las bases aéreas, los
Aerotécnicos expedicionarios deben estar preparados para el combate.
Notas:
1. Thomas P. M. Barnett, The Pentagon’s New Map: War and Peace in the Twenty-first
Century (El Nuevo Mapa del Pentágono: Guerra y Paz en el Siglo Veintiuno) (New York: G.
P. Putnam’s Sons, 2004), 156.
2. Rebecca Grant, informe breve al Brigadier General Robert H. Holmes y otros, asunto:
Asegurar la Proyección del Poderío Aéreo en Operaciones No Adyacentes y No Lineales del
Espacio de Batalla, abril de 2006.
3. David A. Shlapak y Alan Vick, "Check Six Begins on the Ground": Responding to the
Evolving Ground Threat to U.S. Air Force Bases (Check Six Comienza en Tierra:
Respondiendo a la Emergente Amenaza Terrestre contra las Bases de la Fuerza Aérea de
EE.UU.) (Santa Monica, CA: RAND, 1995), 13.
4. Roger P. Fox, Air Base Defense in the Republic of Vietnam (Defensa de la Base Aérea en
la República de Vietnam), 1961–1973 (Washington, DC: Oficina de Historia de la Fuerza
Aérea, 1979), 207.
5 Teniente General William W. Momyer, Operation Safe Side Final Report (Informe Final de
la Operación Safe Side), Sétima Fuerza Aérea, 1 de octubre de 1967.
8. "Validando la Derogación del Acuerdo 8 del Servicio Conjunto", paquete para oficiales de
AF/XOS-F, 18 de noviembre de 2004.
11. (Cuartel General de USAF/XOS-F, informe breve, Grupo Consultor del Oficial General
de Comando y Control, asunto: Comando y Control de Defensa Integrada de la Base, 3 de
noviembre de 2004.
14. La defensa integrada involucra proporcionar un entorno de operación seguro para que los
comandantes de la base generen y sostengan el poderío de combate para las operaciones
conjuntas de lucha de guerra. Cuarteles Generales de USAF/A7S, "DOTMLPF Change
Recommendation for Integrated Defense (Recomendación de Cambio para la Defensa
Integrada del DOTMLPF)" (Washington, DC: Headquarters USAF/A7S, 14 de abril de 2006).
16. Long-Term Integration of Expeditionary Airmen Concepts into the Air Force (Integración
de Largo Plazo de los Conceptos de Aerotécnicos Expedicionarios en la Fuerza Aérea),
Informe del Equipo de Proceso Integrado de Aerotécnicos Expedicionarios (Washington, DC:
Headquarters USAF/XO, julio de 2005), 10.
17. Acta del Ejercicio Sobremesa de Apertura de Base Aérea del Oficial General de la USAF,
Cuartel General de las Fuerzas de Seguridad de la Fuerza Aérea, 6 de abril de 2006.
18. Los GRC proporcionan "un grupo de capacidades diseñadas específicamente para
responder con rapidez a las contingencias así como para asegurar y proteger los campos de
aterrizaje, evaluar y abrir rápidamente las bases aéreas, y realizar operaciones iniciales de
campo de aterrizaje/base aérea con el fin de asegurar una transición sin problemas a las
operaciones subsiguientes". Véase Alexander M. Wathen, "Contingency Response Group:
Time to Expand the Box and Think ‘Coalition’ (Grupo de Respuesta a Contingencias: Tiempo
de Ampliar el Concepto y Pensar en la ‘Coalición’)" Air and Space Power Journal 19, no. 2
(verano de 2005): 70.
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