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Presentación moderada
de espina bífida en la cual se puede observar
un saco o quiste con líquido cefalorraquídeo
en la columna. Este saco contiene parte de las
meninges pero no contiene la médula espinal
o los tejidos nerviosos. Sus secuelas son
menos graves, tanto en las funciones
locomotoras como urinarias.
El quiste, que puede ser tan pequeño como un fríjol o tan
grande como una toronja, pero puede ser extraído por la
cirugía sin causarle daño significativo a los nervios que
componen al cordón espinal, permitiendo que el bebé se
desarrolle normalmente.
MIELOMENINGOCELE
MIELOMENINGOCELE
Presentación grave de espina bífida en la cual la
médula espinal y los tejidos nerviosos se desarrollan
por fuera del cuerpo y se encuentran dentro de un
saco con líquido que puede observarse en la parte
exterior de la columna. El quiste contiene tanto las
membranas como las raíces nerviosas de la médula
espinal y a menudo la médula en sí. Ocasionalmente la
médula espinal y los nervios quedan al descubierto. Es
necesario cerrar
quirúrgicamente la abertura en
cuanto el bebé nazca para evitar
una infección.
MIELOMENINGOCELE
El líquido cefalorraquídeo
puede fugarse fuera y el área a menudo está
cubierta con llagas. Los bebés afectados están en
alto riesgo de la infección hasta que la espalda
sea cerrada quirúrgicamente. (El tratamiento con
antibióticos también se emplea para ayudar a
prevenir las infecciones). A pesar de la cirugía,
quedan grados variables de parálisis de las
piernas y problemas con el control de los
esfínteres e intestinos.
MIELOMENINGOCELE
Un Mielomeningocele usualmente se
puede corregir con cirugía la que a veces
es de gran complejidad y requiere de la
participación de equipos
multidisciplinarios en 1 o más
intervenciones, cuyo objetivo no es en
términos estéticos, sino que busca cubrir
con las capas que normalmente
envuelven a la médula espinal y los
nervios, ósea meninges, músculo y por
piel lo más anatómicamente posible el
defecto del cierre neural de nacimiento,
para minimizar el riesgo de mortalidad y
de daño neurológico. Con tratamiento, la
expectativa de vida no se ve gravemente
afectada. El daño neurológico con
frecuencia es irreversible y puede
agravarse tras la cirugía de cierre del
Mielomeningocele.
PRUEBAS Y EXAMENES
Existen pruebas de detección para determinar si un feto tiene un
mayor riesgo de tener espina bífida como la evaluación prenatal.
Durante el segundo trimestre, las mujeres embarazadas pueden
hacerse un examen de sangre llamado “Prueba o Análisis de
detección cuádruple”. Este examen detecta mielomeningocele,
síndrome de Down y otras enfermedades congénitas en el bebé.