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Alexander Fleming

Alexander Fleming nació en Darvel, Escocia, el 6 de agosto de 1881. Trabajó como médico
microbiólogo en el Hospital St. Mary de Londres hasta el comienzo de la Primera Guerra
Mundial. En este hospital trabajó en el Departamento de Inoculaciones, dedicado a la
mejora y fabricación de vacunas o inyecciones y sueros. Almorth Edward Wright, secretario
del Departamento, despertó el interés de Fleming por nuevos tratamientos para las
infecciones y enfermedades.

Teniente comisionado en 1914 y capitán ascendido en 1917, Fleming sirvió durante la


Primera Guerra Mundial en el Cuerpo Médico del Ejército Real. Él y muchos de sus colegas
trabajaron en hospitales de campo de batalla en el Frente Occidental en Francia. En 1918
regresó al St Mary's Hospital, donde fue elegido Profesor de Bacteriología de la Universidad
de Londres en 1928. En 1951 fue elegido Rector de la Universidad de Edimburgo por un
período de tres años.

Mitos
La leyenda de que el padre de Winston Churchill pagó por los estudios de Fleming, cuando
el padre de Fleming salvó la vida a Winston Churchill, es falsa. De acuerdo con la biografía
de Kevin Brown. Penicillin Man: Alexander Fleming and the Antibiotic Revolution,6​Fleming
describió la historia a su colega y amigo Andre Gratia como simple fábula asombrosa.
Tampoco fue Fleming quien salvó la vida a Churchill durante la Segunda Guerra Mundial.
Este fue curado utilizando otro medicamento, llamado sulfonamida, el cual era conocido
entonces por el nombre de M&B 693 por los laboratorios que lo desarrollaban, May & Baker
Ltd. En una entrevista radiofónica, posterior a la guerra, Churchill se refirió al medicamento
que le salvó la vida como "El admirable M&B".7​

Descubrimientos
Los dos descubrimientos de Alexander Fleming ocurrieron en los años veinte y aunque
fueron accidentales demuestran la gran capacidad de observación e intuición de este
médico escocés. Descubrió la lisozima después de que mucosidades, procedentes de un
estornudo, cayeran sobre una placa de Petri en la que crecía un cultivo bacteriano. Unos
días más tarde notó que las bacterias habían sido destruidas en el lugar donde se había
depositado el fluido nasal.

El laboratorio de Fleming estaba habitualmente desordenado, lo que resultó una ventaja


para su siguiente descubrimiento. El 28 de septiembre de 1928,8​estaba realizando varios
experimentos en su laboratorio y el día 22, al inspeccionar sus cultivos antes de destruirlos
notó que la colonia de un hongo había crecido espontáneamente, como un contaminante,
en una de las placas de Petri sembradas con Staphylococcus aureus. Fleming observó más
tarde las placas y comprobó que las colonias bacterianas que se encontraban alrededor del
hongo (más tarde identificado como Penicillium notatum) eran transparentes debido a una
lisis bacteriana. Para ser más exactos, Penicillium es un moho que produce una sustancia
natural con efectos antibacterianos: la penicilina. La lisis significaba la muerte de las
bacterias, y en su caso, la de las bacterias patógenas (Staphylococcus aureus) crecidas en
la placa. Aunque él reconoció inmediatamente la trascendencia de este hallazgo sus
colegas lo subestimaron. Fleming comunicó su descubrimiento sobre la penicilina en el
British Journal of Experimental Pathology en 1929.
Fleming trabajó con el hongo durante un tiempo pero la obtención y purificación de la
penicilina a partir de los cultivos de Penicillium notatum resultaron difíciles y más apropiados
para los químicos. La comunidad científica creyó que la penicilina solo sería útil para tratar
infecciones banales y por ello no le prestó atención.

Antibióticos modernos son probados utilizando métodos similares al de Fleming


Sin embargo, el antibiótico despertó el interés de los investigadores estadounidenses
durante la Segunda Guerra Mundial, quienes intentaban emular a la medicina militar
alemana la cual disponía de las sulfamidas. Los químicos Ernst Boris Chain y Howard
Walter Florey desarrollaron en Inglaterra un método de purificación de la penicilina que
permitió su síntesis y distribución comercial para el resto de la población, sin embargo, este
país tenía la totalidad de sus infraestructuras industriales dedicadas a las necesidades de la
guerra. Por este motivo, ambos investigadores acudieron a Estados Unidos a poner en
marcha plantas de producción dedicadas exclusivamente a la penicilina.

Fleming no patentó su descubrimiento creyendo que así sería más fácil la difusión de un
antibiótico necesario para el tratamiento de las numerosas infecciones que azotaban a la
población. Por sus descubrimientos, Fleming compartió el Premio Nobel de Medicina en
1945 junto a Ernst Boris Chain y Howard Walter Florey.9​

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