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La ecuación de Schrödinger,

describe la evolución temporal de


una partícula subatómica masiva de
naturaleza ondulatoria y no
relativista.
En mecánica cuántica, una función
de es una forma de representar el
estado físico de un sistema de
partículas. Usualmente es una
función compleja, de cuadrado
integrable y univaluada de las
coordenadas espaciales de cada una
de las partículas. Las propiedades
mencionadas de la función de onda
permiten interpretarla como una
función de cuadrado integrable. La
ecuación de Schrödinger
proporciona una ecuación
determinista para explicar la
evolución temporal de la función de
onda y, por tanto, del estado físico
del sistema en el intervalo
comprendido entre dos medidas
(cuando se hace una medida, de
acuerdo con el postulado IV, la
evolución no es determinista).
En análisis matemático, una función
de una variable real con valores
reales o complejos se dice de
cuadrado sumable o también de
cuadrado integrable sobre un
determinado intervalo, si la integral
del cuadrado de su módulo, definida
en el intervalo de definición,
converge.

De Broglie propuso la llamada


hipótesis de De Broglie por la que a
cualquier partícula podía asignársele
un paquete de ondas materiales o
superposición de ondas de
frecuencia y longitud de onda
asociada con el momento lineal y la
energía:
La elección de tres números
cuánticos en la solución general
señala unívocamente a un estado
monoelectrónico posible.
Estos tres números cuánticos hacen
referencia a la energía total del
electrón, el momento angular
orbital y la proyección del mismo
sobre el eje z del sistema del
laboratorio. Un orbital también
puede representar la posición
independiente del tiempo de un
electrón en una molécula, en cuyo
caso se denomina orbital molecular.
La combinación de todos los
orbitales atómicos dan lugar a la
corteza electrónica, representada
por el modelo de capas, el cual se
ajusta a cada elemento químico
según la configuración electrónica
correspondiente.
Los números cuánticos son unos
números asociados a magnitudes
físicas conservadas en ciertos
sistemas cuánticos. En muchos
sistemas, el estado del sistema
puede ser representado por un
conjunto de números, los números
cuánticos, que se corresponden con
valores posibles de observables que
conmutan con el Hamiltoniano del
sistema.
El Hamiltoniano H tiene dos
significados distintos, aunque
relacionados. En mecánica clásica, es
una función que describe el estado
de un sistema mecánico en términos
de variables posición y momento, y
es la base para la reformulación de
la mecánica clásica conocida como
mecánica hamiltoniana. En
mecánica cuántica, el operador
Hamiltoniano es el correspondiente
al observable "energía.
En el formalismo de la mecánica
cuántica, el estado físico del sistema
puede ser caracterizado por un
vector en un espacio de Hilbert
complejo, separable y de dimensión
infinita (lo cual permite expresar
cualquier estado físico por una
secuencia contable de vectores,
ponderados por sus amplitudes de
probabilidades respectivas). Las
magnitudes físicas observables son
descritas, entonces, por operadores
autoadjuntos que actúan sobre este
vector (o sobre estos vectores). Los
resultados posibles de una medida
sobre un estado y las probabilidades
con las que aparecen pueden
calcularse a partir del vector que
representa el estado y los vectores
propios del operador autoadjunto
que representa la magnitud
Las partículas elementales son los
constituyentes elementales de la
materia; más precisamente son
partículas que no están constituidas
por partículas más pequeñas ni se
conoce que tengan estructura
interna.
Los avances en el conocimiento de la
estructura atómica revelaron que los
átomos no eran ni mucho menos
indivisibles y estaban formados por
partículas más elementales:
protones, neutrones y electrones. El
estudio de las partículas que forman
el núcleo atómico, reveló que estas
no eran elementales, sino que
estaban formadas por partículas
más simples. A su vez los neutrones,
protones y otras partículas están
compuestas por los hadrones y los
mesones. Tanto los hadrones como
los mesones están constituidos por
partículas más pequeñas, llamadas
quarks y antiquarks, y "nubes" de
gluones que los mantienen unidos.

La lista de partículas subatómicas


que actualmente se conocen consta
de centenares, situación que
sorprendió a los físicos, hasta que
fueron capaces de comprender que
muchas de esas partículas
realmente no eran elementales sino
compuestas de elementos más
simples llamados quarks y leptones
que interaccionan entre ellos
mediante el intercambio de
bosones. En el modelo estándar, que
refleja nuestro estado de
conocimiento sobre los
constituyentes últimos de la
materia, los quarks, los leptones y
los bosones de intercambio se
consideran partículas elementales,
ya que no existe evidencia de que a
su vez estuvieran formados por
otras partículas más "pequeñas".

Si bien las partículas más pesadas


(hadrones) y las de masa intermedia
(mesones) que respondían a la
interacción fuerte fueron
consideradas elementales,
actualmente se sabe que son
partículas compuestas. Sólo las
partículas más ligeras (leptones) que
no resultaban afectadas por la
interacción fuerte, resultaron ser
elementales. Los dos tipos de
leptones más comunes son los
electrones y los neutrinos, de las
que como se ha dicho se cree que
son realmente elementales. Los
neutrinos, entidades que
comenzaron su existencia como
artificios matemáticos, ya han sido
detectados y forman parte de todas
las teorías físicas de la composición
de la materia, de la cosmología,
astrofísica y otras disciplinas.
Un fermión es uno de los dos tipos
básicos de partículas elementales
que existen en la naturaleza (el otro
tipo es el bosón). Los fermiones se
caracterizan por tener espín semi-
entero (1/2, 3/2, ...). En el modelo
estándar de física existen dos tipos
de fermiones fundamentales, los
quarks y los leptones. Los fermiones
se consideran los constituyentes
básicos de la materia, que
interactúan entre ellos vía bosones
de gauge.
La denominación «bosón» fue
acuñada por Paul Dirac2 para
conmemorar la contribución del
físico indio Satyendra Nath Bose,34
junto con Einstein, en el desarrollo
de la Estadística de Bose-Einstein la
cual teoriza las características de las
partículas elementales.5

Entre los ejemplos de bosones se


incluyen partículas fundamentales
como fotones, gluones, bosones W y
Z (los cuatro bosones de gauge,
portadores de fuerza del modelo
estándar), el bosón de Higgs, y el
gravitón6 de gravedad cuántica;
partículas compuestas (por ej.:
mesones y núcleos estables de
número de masa par como el
deuterio (con un protón y un
neutrón, número másico = 2), helio-
4 o plomo-208; y algunas
cuasipartículas (pares de Cooper,
plasmones, y fonones).7
Los bosones se caracterizan por:

Tienen un espín entero (0,1,2,...).


No cumplen el principio de exclusión
de Pauli y siguen la estadística de
Bose-Einstein. Esto hace que
presenten un fenómeno llamado
condensación de Bose-Einstein (el
desarrollo de máseres y láseres fue
posible puesto que los fotones de la
luz son bosones).

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