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ARTICULO ECONOMICO

Gráfico de la semana

Elon Musk sigue dando que hablar y mucho. El CEO de Tesla volvió a realizar
ciertas declaraciones a través de su cuenta de Twitter que agitaron el mercado
de las criptomonedas en ambos sentidos.

Dado que no es la primera vez que Musk realiza este tipo de declaraciones,
conviene pararnos a reflexionar sobre la capacidad que tiene de mover las
cotizaciones a su antojo. Aunque existen opiniones con respecto a la capacidad
de Elon Musk de mover las precios de las criptomonedas, en esta última
ocasión parece evidente que sus afirmaciones tienen un efecto significativo
sobre la cotización de las mismas.

En el gráfico anterior se puede observar cómo en apenas 25 minutos después


de un tuit de Elon Musk que decía algo así como: “Trabajando con los
desarrolladores de Doge para mejorar la eficiencia del sistema de
transacciones. Realmente prometedor.”, la criptomoneda subió un 20%.

Sin embargo, la cosa no terminó ahí. Tan solo un día antes, hizo público que
Tesla no aceptará pago en Bitcoin, argumentando que la energía consumida
que hace posible el funcionamiento de la criptomoneda podía ser dañina para el
medioambiente.

Tras publicarlo en su cuenta de Twitter y ser compartido por cientos de miles de


usuarios, Bitcoin, que ya venía en una tendencia bajista intradiaria, aceleró su
caída hasta desplomarse un 12% en 2 horas.

En cualquier caso, sea como fuere, e independientemente de la capacidad de


Elon Musk de provocar movimientos en estos activos financieros, lo cierto es
que las criptomonedas aún siguen siendo muy volátiles. Por lo que siempre
recomendamos mucha precaución a la hora de invertir dinero en ellas.

Macroeconomía

Ante una crisis de dimensiones tan destacadas como la que hoy vivimos, el
FMI, así como el resto de organismos económicos internacionales, motivaron al
conjunto de economías afectadas por el COVID19 a apoyar las políticas de
estímulo propuestas por estos. En este sentido, unas políticas que, de acuerdo
con estos organismos, serán determinantes en la recuperación económica,
siendo el objetivo de estas políticas ultraexpansivas revertir la tendencia que,
hasta la fecha, ha seguido el ciclo económico. En lo que respecta a esta
respuesta fiscal, la escasez de recursos que presentan determinados países ha
provocado que la respuesta se produzca de forma asimétrica entre países;
pues, si bien tenemos economías, como Estados Unidos o Alemania, que han
ofrecido una respuesta fiscal aproximada del 11% y el 9% del PIB,
respectivamente, otros, como México, no han podido destinar ni el 1% de su
PIB a combatir la crisis. Y es que, aunque hablemos de una respuesta media a
nivel global del 3,7% del PIB, lo cierto es que, mientras que los países ricos han
ofrecido una respuesta media del 6,7% del PIB, los emergentes, especialmente
los de América Latina, no superan ni el 2,4%.

Sin embargo, pese a las bondades que pueden resaltarse de este tipo de
políticas y el estímulo que suponen estas para la demanda agregada, lo cierto
es que otra amenaza comienza a acechar a las distintas economías. En este
sentido, me estoy refiriendo al fenómeno inflacionario que, como consecuencia
de estas políticas, amenaza a la recuperación económica que comienzan a
mostrar muchas economías, como veíamos en el número anterior. Y es que, la
inflación, aunque no siempre sea un fenómeno negativo, es un fenómeno que
podría limitar la capacidad de estímulo, dado que, ante un incremento de los
precios, el poder adquisitivo de las familias se reduce. De esta forma, los
recursos con los que contábamos para consumir, ante la consecuente
depreciación, se reducen aún más. Por esta razón, aunque los indicadores nos
muestran que los riesgos, por el momento, no son muy elevados, los bancos
centrales se muestran atentos y preparados para aplicar una retirada de
estímulos in extremis que, ante esta amenaza, dote de mayor estabilidad a la
economía; máxime, en un momento de excepcional incertidumbre como el
actual.

 Europa

En el pasado número, hablábamos sobre la necesidad de leer los matices que


presenta la economía europea en lo que respecta a su evolución. Como
sabemos, la crisis del COVID ha afectado especialmente a los países
europeos, por lo que, tras leer la evolución de la economía durante el pasado
trimestre, las medidas aplicadas, más restrictivas en Europa que en el resto del
mundo, provocaron que la economía europea sufriera una nueva contracción.
Sin embargo, como dijimos, la economía europea, al igual que el conjunto de
economías en el planeta, prevé crecer muy rápidamente en los próximos
meses. Los indicadores PMI, tanto el que mide el sector servicios como el
manufacturero, muestran un mejor comportamiento de lo esperado. La
vacunación está permitiendo la reanudación de la actividad económica, y los
indicadores, además de recogerlo, pronostican un año de fuertes crecimientos
para el viejo continente.

 Latinoamérica y Caribe

Como veíamos el pasado número, la economía de América Latina y El Caribe,


aun siendo una economía menos capaz debido a la escasez en materia de
recursos que presentan los países que integran la región, parece que también
ha iniciado su proceso de recuperación económica. En este sentido, las
políticas de estímulo ofrecidas por los Estados Unidos han acabado
beneficiando a estas economías, que se contagian de la economía
norteamericana en los pronósticos que ofrece el FMI. El comercio exterior, las
remesas, así como otros factores, han sido los canales que han permitido este
contagio. Sin embargo, en las últimas semanas hemos visto nuevas tensiones
entre México y Estados Unidos por un posible incumplimiento del TMEC. Unas
tensiones que, ante lo comentado en estas líneas, no favorecen a estas
economías.

 Estados Unidos

En el pasado número, hablábamos sobre la necesidad de leer los matices que


presenta la economía europea en lo que respecta a su evolución. Como
sabemos, la crisis del COVID ha afectado especialmente a los países
europeos, por lo que, tras leer la evolución de la economía durante el pasado
trimestre, las medidas aplicadas, más restrictivas en Europa que en el resto del
mundo, provocaron que la economía europea sufriera una nueva contracción.
Sin embargo, como dijimos, la economía europea, al igual que el conjunto de
economías en el planeta, prevé crecer muy rápidamente en los próximos
meses. Los indicadores PMI, tanto el que mide el sector servicios como el
manufacturero, muestran un mejor comportamiento de lo esperado. La
vacunación está permitiendo la reanudación de la actividad económica, y los
indicadores, además de recogerlo, pronostican un año de fuertes crecimientos
para el viejo continente.

 Asia
La economía de Asia, con China a la cabeza, sigue la misma tendencia positiva
que seguía a cierre de año. En este sentido, en el pasado número hablábamos
sobre la necesidad de estar atentos a la publicación de los indicadores PMI
relativos al mes de abril, los cuales se encargan de medir la evolución de la
actividad económica en la región asiática. En lo que respecta a estos
indicadores, la producción industrial de China creció un 9,8% interanual en
abril, en línea con las previsiones de los analistas, frente al 14,1% de subida
registrado el mes anterior, un nuevo avance tras la recuperación de la
producción industrial china. Por su parte, la recuperación del sector servicios de
China, que se aceleró en marzo, parece continuar en abril; aunque esta, para
este sector concretamente, puede moderarse levemente.

Renta variable

En esta ocasión, no hablaremos del comportamiento de las principales bolsas,


sino del índice de volatilidad por excelencia: el VIX. El VIX nos muestra si la
bolsa se mueve mucho o poco y, comúnmente, se conoce como el índice de
miedo.

Cuando repunta, quiere decir que hay incertidumbre o miedo en las bolsas y
cuando cae que existe tranquilidad. Estos picos son habituales en los
mercados, por lo que no hay que alarmarse. Sin embargo, es importante vigilar
su comportamiento para hacerse una idea del sentimiento de los inversores.

Renta fija

Desde la década de 1980, los tipos de interés del bono a 10 años de Estados
Unidos han mostrado una tendencia bajista. Los tipos de interés oficiales han
ido reduciéndose paulatinamente hasta incluso llegar a los tipos negativos.

Actualmente, podríamos estar ante un punto de inflexión de largo plazo si los


bancos centrales comienzan a subir los tipos de interés oficiales, pues eso
provocaría una subida en los tipos de interés de los bonos soberanos y,
consecuentemente, un aumento en los costes de financiación de los países.

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