El Darién, Un Abismo para Los Sueños de La Migración - EL ESPECTADOR

21/6/2021 El Darién, un abismo para los sueños de la migración | EL ESPECTADOR
Colombia
Más regiones Medellín Cali Barranquilla Cartagena Cundinamarca
El Mejor Telescopio
Portátil
¡ZoomShot Pro: Telescopio De
Nanotecnología Que Permite Lograr
ZoomShot Pro™
Hasta 300 Veces De Aumento!
Home Colombia Más Regiones
Hace 20 minutos
El Darién, un abismo para los sueños de la
migración
Miles de personas que cruzan una densa frontera natural sin muros ni
concertinas, van rumbo a Centroamérica en búsqueda de un futuro mejor.
Agencia EFE
Agencia EFE
Empezó Cyberlunes Homecenter ABRIR
https://www.elespectador.com/colombia/mas-regiones/el-darien-un-abismo-para-los-suenos-de-la-migracion/ 1/10
Migrantes de diversas partes del mundo abordan vehículos el 3 de mayo de 2021 para salir del
municipio de Capurganá.
Mauricio Duenas Castañeda
El infierno -o eso dicen- está escondido entre playas cristalinas y el verdor
denso de la selva. Entre el sol caribeño y las lluvias torrenciales. Entre
vallenatos, patacones y lanchas. Entre turistas buceando y migrantes buscando
una mejor vida. Entre Colombia y Panamá.
Como los miles de personas que cruzan el Darién, una densa frontera natural
sin muros ni concertinas, rumbo a Centroamérica Juan Carlos quiere un futuro
mejor para su familia, una educación para su hijo y que así “no sea uno más del
montón”.
PUBLICIDAD
Lea también: En el corazón de un “primera línea”.
CRUZAR LA SELVA
Para conseguirlo se enfrentó a una de las fronteras más peligrosas del planeta:
“Lo más arriesgado de una de las selvas más inexploradas del mundo son las
mismas personas”; ni las víboras ni otros animales, asegura este venezolano.
Salió de Capurganá, un turístico pueblo colombiano colindante con Panamá,
avanzando en la selva por la orilla del río. Descansaba en duermevela,
“aguantando hambre” y siempre atento, aferrado a un “zapatico” de su hijo, que
se convirtió en el amuleto que le empujaba a seguir.
Viajó con setenta haitianos, entre los que había diez “niñitos de brazos”,
aferrados a sus madres, que no se desprendían de sus chupetes. “Los niños no
deciden migrar y cuando ves tantos niños es cuando te das cuenta de la
situación en sus países”, lamenta Juan Carlos.
“Puedes ver huesos humanos, cráneos que ya llevan diez años ahí y quién sabe
de quién serán”, relata este joven. Él vio a un niño morir.
Una vez en Panamá supo que su experiencia no fue la peor. Allí encontró
hombres que habían sido violados, mujeres abusadas, gente que se quedó en el
camino...
“Se perdieron diez y se perdieron y ya, y hay que seguir avanzando, y se
perdieron y a nadie le interesa, y se perdieron y se perdieron pues”, repite

X
frustrado. A nadie le importó porque los números de quienes se quedan en la
selva se desconocen.
Este año el Gobierno panameño contabiliza “aproximadamente” 12 muertes,
por eso le pide a Colombia más información para saber a qué se atienen y
conocer si alguien se quedó en el camino, pero la frontera es un vacío.
Según Panamá, unos 17.000 migrantes llegaron desde Colombia entre enero y
abril, un aumento respecto a otros años. Colombia tiene constancia del paso de
4.200.
Le puede interesar: Las millonarias pérdidas del transporte público
durante el paro nacional.
Nuestras primicias en Google News
UN PUNTO OPACO
Hasta Capurganá el trayecto es “fácil”. Los migrantes, la mayoría haitianos,
llegan desde Brasil o Chile remontando en autobuses y entran por Ipiales, en la
frontera ecuatoriana. Atraviesan Colombia por carretera hasta el norte, a
Necoclí, y de ahí un barco, el mismo que utilizan los turistas, les lleva al otro
lado del golfo de Urabá.
El puerto de Capurganá es un muelle de apenas cien metros, con lanchas
pesqueras y coloridos hoteles al frente. El pueblo se cierra cuando llegan casi
todas las mañanas 200 o 300 migrantes.
Pequeños vehículos los trasladan fuera del pueblo, bajo la mirada de los vecinos
y los turistas que hacen ojos ciegos a lo que ahí sucede.
“La idea era llevarlos por la montaña, porque ellos no la conocen, hasta cierta
parte en territorio colombiano, y desde ahí ya están cerca de Panamá”, cuenta a

X
Efe Emigdio Partúz, representante legal del Consejo Comunitario de Acandí
(Cocomanorte), donde está Capurganá.
Esta organización comunitaria ha sido acusada de tráfico de migrantes por esa
labor de “llevarles” por la montaña, pero Partúz se defiende: “Seguro que
nosotros estamos haciendo cosas mal y cometiendo errores, pero el Gobierno
no hace nada”.
De esa parte del relato se escuchan todo tipo de atrocidades de las que nadie
habla, aunque el rumor retumbe.
“Son sujetos de robo, de extorsión, de trata de personas por parte de
organizaciones delicuenciales que están y que tienen una estructura en la
misma selva”, explica Luis Lanza, coordinador en Panamá del Consejo Noruego
de Refugiados (NRC, sigla en inglés).
Hace poco una pareja de cubanos dio marcha atrás acobardada. “Por aquí no
vayan a pasar, hermanos”, les dijeron por Whatsapp a unos compañeros que
venían detrás.
“A nosotros nos mataron a los guías de un tiro en la cabeza y nos dejaron a la
deriva. Nos quitaron la plata. A las mujeres las violaron a todas (...) Te matan,
loco, por aquí no pases”, describía de forma atropellada.
Lea: La eterna crisis financiera de Transmetro en Barranquilla.
¿QUIÉN ESTÁ DETRÁS?
Por dónde cruzar “depende de la instrucción que haya del uso de una ruta,
sobre la capacidad de pago que tenga la gente y la decisión que tome el Consejo
Comunitario”, explica Cesar Mesa, jefe de la oficina de ACNUR en Apartadó.
Migración Colombia sabe que hay un problema, pero la orografía lo pone difícil.
“Hay multipresencialidad de organizaciones criminales, la operación no es
sencilla”, admite a Efe el director de Migración, Juan Francisco Espinosa.
En esta zona no han identificado a extranjeros que controlen el negocio; quien
https://www.elespectador.com/colombia/mas-regiones/el-darien-un-abismo-para-los-suenos-de-la-migracion/
“ i l bi l Cl d l G lf ” l b d i i l á d d l 5/10
“mantiene el ambiente es el Clan del Golfo”, la banda criminal más grande del
país.
Es difícil saber si una lancha transporta migrantes o cocaína, o si por una ruta
se mueve droga o seres humanos de forma ilegal, pero sí hay “unos grandes
cerebros” que se están llevando mucho dinero.
En el día a día, sin embargo, es difícil distinguirlos: hay “personas que
claramente están traficando con migrantes y otros que están participando en
una actividad de la que no son conscientes”, explica Espinosa. Entonces, “no
puedes llevarte a todo un pueblo a la cárcel”.
“Si no tienes dinero no vales nada”, reconoce el venezolano. “A veces pienso que
no se trata de capitalismo o comunismo, sino de ofrecer un Estado donde se
pueda ser feliz”, divaga el joven, que ahora continúa hasta EE.UU. y reconoce
que si le deportan, volvería a recorrer ese mismo camino. “Sé que no voy a
tener una vida, que me van a explotar. Sé que me falta pasar por México, por
Honduras, pero vale la pena arriesgarse”, confiesa.
Ese temple está presente en cada rostro que pasa por el Darién. “Un cubano
nunca tiene nervios”, grita desde el barco rumbo a Capurganá un joven. “El
susto mío era quedarme en Cuba pasando hambre”, alega, resumiendo un
sentir común: el aspirar a una vida mejor.
Recibe alertas desde Google News
Temas Relacionados
Darién Migración en Colombia Migración Capurganá
Comparte:
0 comentarios
Le puede interesar Enlaces patrocinados por Taboola
Sara Uribe revela el peor error que cometió por Fredy Guarín
El Espectador
El costo del trasplante de cabello en Bogotá puede sorprenderlo
Trasplante de cabello | Anuncios de búsqueda
Segundo espaldarazo de la Procuraduría a Petro en el Consejo de Estado
El Espectador
Una pequeña inversión en Amazon podría sorprenderte en un mes
Investingops
Millonario premio de lotería llega a Colombia. ¿Cómo participar?
theLotter.net
Mucha gente en Colombia elige invertir su dinero en Amazon. Mira por qué
X
The Flying Stock | GO4REX
Lo más visto en Más regiones
Más regiones
Las millonarias pérdidas del transporte público durante el paro
nacional
20 jun. 2021 - 2:00 a. m.
Contenido exclusivo
Judicial Columnistas Política

El “dossier” oculto de la
Cuando el “timing” es
Alto turmequé: de
persecución a “Otoniel”: el todo... pagarés y articulitos
hombre más buscado en
Colombia
X
19 jun. 2021 - 9:00 p. m. 20 jun. 2021 - 12:00 a. m. 20 jun. 2021 - 2:00 a. m.
Lo que es tendencia
Fútbol Colombiano
¡Tolima grande!
1
Analistas
Tolima, campeón
2
Deportes
Reinaldo Rueda tras la derrota con Perú: “Hay que dejar a un lado la
3
ansiedad”
X
Millonarios
Convocados de Millonarios para la final contra Tolima

4
Regístrate al Newsletter de hoy
Despierta con las noticias más importantes del día.
El despertador, las noticias para comenzar el día.
Blog Del Río, noticias sobre agua y medioambiente.
Esta semana en El Espectador, las noticias más destacadas de la semana. (Solo para suscriptores)
Colombia + 20, paz, reconciliación y justicia transicional.
El Espectador le explica, análisis a profundidad de los temas más complejos de la actualidad.
Hoy en El Espectador, un resumen de las noticias de la jornada. (Solo para suscriptores)
ejemplo@correo.com Registrarse
Al registrarse, acepta nuestros T y C y nuestra Política de privacidad.

El Darién, Un Abismo para Los Sueños de La Migración - EL ESPECTADOR

Cargado por

Información del documento

Título original

Derechos de autor

Formatos disponibles

Compartir este documento

Compartir o incrustar documentos

Opciones para compartir

¿Le pareció útil este documento?

¿Este contenido es inapropiado?

Copyright:

Formatos disponibles

El Darién, Un Abismo para Los Sueños de La Migración - EL ESPECTADOR

Cargado por

Copyright:

Formatos disponibles

21/6/2021 El Darién, un abismo para los sueños de la migración | EL ESPECTADOR

Más regiones Medellín Cali Barranquilla Cartagena Cundinamarca

Nanotecnología Que Permite Lograr

Home Colombia Más Regiones

El Darién, un abismo para los sueños de la

concertinas, van rumbo a Centroamérica en búsqueda de un futuro mejor.

Empezó Cyberlunes Homecenter ABRIR

Mauricio Duenas Castañeda

El infierno -o eso dicen- está escondido entre playas cristalinas y el verdor

denso de la selva. Entre el sol caribeño y las lluvias torrenciales. Entre

vallenatos, patacones y lanchas. Entre turistas buceando y migrantes buscando

una mejor vida. Entre Colombia y Panamá.

sin muros ni concertinas, rumbo a Centroamérica Juan Carlos quiere un futuro

Lea también: En el corazón de un “primera línea”.

mismas personas”; ni las víboras ni otros animales, asegura este venezolano.

Salió de Capurganá, un turístico pueblo colombiano colindante con Panamá,

avanzando en la selva por la orilla del río. Descansaba en duermevela,

“aguantando hambre” y siempre atento, aferrado a un “zapatico” de su hijo, que

se convirtió en el amuleto que le empujaba a seguir.

aferrados a sus madres, que no se desprendían de sus chupetes. “Los niños no

deciden migrar y cuando ves tantos niños es cuando te das cuenta de la

situación en sus países”, lamenta Juan Carlos.

de quién serán”, relata este joven. Él vio a un niño morir.

“Se perdieron diez y se perdieron y ya, y hay que seguir avanzando, y se

perdieron y a nadie le interesa, y se perdieron y se perdieron pues”, repite

frustrado. A nadie le importó porque los números de quienes se quedan en la

Este año el Gobierno panameño contabiliza “aproximadamente” 12 muertes,

conocer si alguien se quedó en el camino, pero la frontera es un vacío.

Le puede interesar: Las millonarias pérdidas del transporte público

durante el paro nacional.

Nuestras primicias en Google News

Hasta Capurganá el trayecto es “fácil”. Los migrantes, la mayoría haitianos,

llegan desde Brasil o Chile remontando en autobuses y entran por Ipiales, en la

frontera ecuatoriana. Atraviesan Colombia por carretera hasta el norte, a

lado del golfo de Urabá.

El puerto de Capurganá es un muelle de apenas cien metros, con lanchas

pesqueras y coloridos hoteles al frente. El pueblo se cierra cuando llegan casi

todas las mañanas 200 o 300 migrantes.

y los turistas que hacen ojos ciegos a lo que ahí sucede.

parte en territorio colombiano, y desde ahí ya están cerca de Panamá”, cuenta a

Efe Emigdio Partúz, representante legal del Consejo Comunitario de Acandí

(Cocomanorte), donde está Capurganá.

Esta organización comunitaria ha sido acusada de tráfico de migrantes por esa

labor de “llevarles” por la montaña, pero Partúz se defiende: “Seguro que

nosotros estamos haciendo cosas mal y cometiendo errores, pero el Gobierno

habla, aunque el rumor retumbe.

“Son sujetos de robo, de extorsión, de trata de personas por parte de

organizaciones delicuenciales que están y que tienen una estructura en la

de Refugiados (NRC, sigla en inglés).

“A nosotros nos mataron a los guías de un tiro en la cabeza y nos dejaron a la

loco, por aquí no pases”, describía de forma atropellada.

Lea: La eterna crisis financiera de Transmetro en Barranquilla.

¿QUIÉN ESTÁ DETRÁS?

Comunitario”, explica Cesar Mesa, jefe de la oficina de ACNUR en Apartadó.

“Hay multipresencialidad de organizaciones criminales, la operación no es

sencilla”, admite a Efe el director de Migración, Juan Francisco Espinosa.

En esta zona no han identificado a extranjeros que controlen el negocio; quien

cerebros” que se están llevando mucho dinero.

En el día a día, sin embargo, es difícil distinguirlos: hay “personas que

claramente están traficando con migrantes y otros que están participando en

una actividad de la que no son conscientes”, explica Espinosa. Entonces, “no

puedes llevarte a todo un pueblo a la cárcel”.

no se trata de capitalismo o comunismo, sino de ofrecer un Estado donde se