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Tema: Jesucristo es plenitud del hombre

Asignatura: Religión
Curso: 1º de ESO

Verdadero hombre
En Nazaret, una aldea de Galilea, habitaba una joven de nombre María, que estaba prometida
con un carpintero llamado José. Según nos cuenta el Evangelio de Lucas, recibió la visita del
ángel Gabriel, que le pidió en nombre de Dios, ser la madre del Mesías. María aceptó, dijo que sí
y a partir de ese momento, el Hijo de Dios se hizo hombre y empezó a crecer en su vientre. Este
hecho se conoce como el Misterio de la Encarnación, por el cual Jesús, la segunda persona de la
Santísima Trinidad, se hizo hombre en las entrañas de la Virgen María.
Este hecho que pasó inadvertido para casi todo el mundo cambió la historia de la humanidad,
Dios se había hecho hombre.
Esta secuencia didáctica se centra en la naturaleza humana de Jesucristo y cómo se manifiesta
en los relatos evangélicos.

Rasgos de la humanidad de Jesús


Todo comenzó con la Encarnación del Hijo de Dios en el seno de la Virgen María por obra del
Espíritu Santo. Es decir, que el Verbo, que era Dios, con su naturaleza divina, se encarna en el
seno de María, recibiendo de ella un cuerpo humano con una naturaleza humana. El resultado
es que Jesucristo es una persona con dos naturalezas: una divina y otra humana. Ambas
completas, distintas, que no se mezclan, ni se confunden.
Decimos que Jesús es hombre verdadero, porque:
- Tiene un alma como cualquier persona humana.
- Tiene los conocimientos limitados de cualquier persona y, por eso, progresaba en
sabiduría, en estatura y gracia (Lc 2, 52).
- Su voluntad humana sigue a la voluntad divina sin hacerle resistencia ni oposición, pues
ha hecho siempre la voluntad del Padre.
- Su cuerpo era limitado como cualquier persona que progresivamente se desgasta y
necesita dormir, comer y descansar para vivir con normalidad.
- Su corazón era humano, como el nuestro, que sufrió con el abandono de sus allegados,
pero que amó con el amor del Padre.
Jesús compartió con los hombres y mujeres todo el espectro de las sensaciones físicas y
psíquicas. Como ser humano tenía un cuerpo y sus respectivas necesidades. En Lc 2, 52 se
informa de que Jesús crecía en sabiduría, estatura y gracia para con Dios y los seres humanos. Se
alegró con los felices en la boda de Caná. Sufrió con los tristes y lloró cuando Lázaro había
muerto. Tuvo hambre cuando estaba en el desierto y tuvo sed cuando llegó a la fuente de Jacob.
Padeció el dolor bajo los azotes de los soldados. Cuando estuvo frente a la muerte en la cruz,
confesó: Mi alma está muy triste, hasta la muerte (Mt 26, 38). Jesucristo es realmente un
verdadero hombre; lo afirma Heb 4, 15.

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adaptación y ejecución reservados para todos los países.
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Tema: Jesucristo es plenitud del hombre
Asignatura: Religión
Curso: 1º de ESO

Jesús anuncia el Reino de Dios

En su predicación Jesús anuncia la llegada del Reino de Dios. Un Reino que ya ha llegado, que
está presente en medio de nosotros. Pero… ¿qué es el Reino de Dios? En el pueblo de Israel,
mucha gente creía que el Mesías traería un reinado como los de la tierra, o un mesías fuerte
que expulsara de su tierra a los romanos y romanas. Pero el Reino que Jesús inauguró era
diferente.

El Reino de Dios que Jesús predica consiste en amar a Dios y cumplir su voluntad. La voluntad
de Dios consiste en que las personas se amen unas a otras.
Otra característica del Reino de Dios es que se dirige a todos los seres humanos sin excepción,
todas las personas están llamadas a vivir y construir este Reino. Va dirigido sobre todo a las y los
pobres y necesitados, y a las y los pecadores, a los y las que se les pide un cambio en su vida,
una conversión.
El Reino pertenece a las y los pobres y a las los pequeños, es decir, a los que lo acogen con un
corazón humilde.

Jesús cumple su misión salvadora


Cuando Jesús nos habla de este Reino, lo hace por medio de palabras y de obras.
Jesús explica el Reino de Dios a la gente que le escuchaba, y una de las maneras que más
utilizaba era por medio de las parábolas. Estas son narraciones sacadas de la vida real y
cotidiana, que la gente podía entender perfectamente, por medio de las cuáles Jesús transmite
un mensaje o una enseñanza.
Muchas de las personas que escuchaban a Jesús eran personas sencillas, humildes, con poca
formación incluso pobres o gente discriminada y marginada, y por medio de estas parábolas
Jesús les hace más sencilla la explicación del Reino de Dios.
Jesús no solo enseñaba el Reino de Dios con palabras, también lo hacía por medio de las obras,
con acciones a favor de las personas. Sus acciones van dirigidas sobre todo a los más
necesitados, a las personas marginadas, enfermas, discriminadas...
Todos los evangelios nos cuentan que Jesús realizó obras maravillosas, curó enfermos y
enfermas, liberó a personas de demonios, actuó sobre las fuerzas de la naturaleza y devolvió la
vida a personas que habían muerto. Estas acciones a las que llamamos milagros son signos por
medio de los cuales Jesús nos quiere decir algo. Estos milagros nos enseñan:
- Que Jesús sigue la voluntad de Dios y que es el mismo Dios quien actúa.
- Que el Reino de Dios ya está aquí y ha comenzado.
- Que Jesús verdaderamente es el Mesías, el Hijo de Dios.
- Que donde Dios está, el amor y el bien actúan y ocurren cosas maravillosas.

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Tema: Jesucristo es plenitud del hombre
Asignatura: Religión
Curso: 1º de ESO

- Que Dios y su Reino liberan al hombre de sus males, limitaciones, ataduras, esclavitudes,
dificultades…
Para que un milagro se produzca, Jesús exige fe y confianza. Jesús no hace signos si antes no ha
visto fe, ni para satisfacer la curiosidad del público, ni para hacer espectáculo.

Una buena cristiena y cristiano aprende (de su maestro).

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