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Capitulo 11 PEDAGOGIA DE LOS OPRIMIDOS, INVESTIGACION-ACCION PARTICIPATIVA Y LAS EPISTEMOLOGIAS DEL SUR Alo largo de este libro ya me he referido varias veces alos desafios que las epistemologias del Sur plantean a las instituciones donde se hha producido el conocimiento cientffco eurocéntrico, escuelas, uni- versidades y centros de investigaciOn, Dichos desatios estan igual de relacionados con la investigaci6n que con la pedagogia. Los de- saffos tienen vatias dimensiones. Identifico aqut las principales: lo institucional y lo no institucional, lo abisal y lo posabisal, educa cién popular y conocimienso popular. A continuacién, menciono cada una de ellas. En el capitulo 12, me centro en dos cuestiones: la descolonizacién de la universidad y la universidad comprome- tida y polifénica. Lo institucional y lo no institucional Si, como he analizado eu la Introduccién, les epistemologias del Sur constituyen una «ocupaciGno de la reflexién convencional sobre la epistemologia, dicha ocupaci6n también se debe extender a las ins- tituciones y las pedagogias. Sin embargo, las epistemologias del Sur ‘no se agotan en las acciones de ocupacién. Instituciones académicas y pedagogias apuntan a précticas de conocimiento concebidas como separadas de otras practicas sociales. Ahora bien, las epistemologias del Sur, aunque reconczcan tales practicas (la ciencia posabisal), integran otros conocimientos y otras practicas de eceacién y trans- misién de conocimiento que resultan de las précticas sociales de resistencia y lucha contra la dominacién, En estos casos, estamos ante investigacin-accién y pedagogia-accién, en un sentido par- 342 PEDAGOGIAS FOSABISALES ticularmente fuerte. Las ecologfas de saberes pretenden articular conocimientos cientificos y conocimientos artesanales; es por esto por lo que plantean tn desaffo a las instituciones y las pedagogias que se disefiaron para promover y transmitir tan solo un tipo de conocimicnto. El desaffo ain es més grande si tenemos en cuenta que, siempre que los conocimientos se movilizan en las practicas sociales, la distinci6n entre la creacién y la transmisién de conoci- ‘mientos, entre investigacién y pedagogia, se vuelve problemética. Las epistemologias del Sur no se limitan a practicas institucio- nales. Combinan pricticas institucionales y practicas extrainsti- tucionales. Las epistemologfas del Sur se declaran epistemologias politicas, modos de conocer y validar conocimientos con vistas a contribuir a refundar las politicas insurgentes que podrén confron- tar con eficacia las articulaciones insidiosas y tecnosalvajes entre capitalismo, colonialismo y patriarcado que earacterizan nuestto tiempo. Dichas politicas, como las epistemologias que las fundan, tendran lugar en las instituciones y fuera de ellas, en los Parlamen- +05, gobiernos y sistemas judiciales, por un lado, y en las calles, plazas, comunidades y redes sociales, por el otro. Se ejerceran de manera formal c informal. No se trata de formas impermea- bles de hacer politica 0 de construir/difandir conocimientos. Se trata de dos vias que se declaran parciales y se refuerzan mutua- mente. La via institucional coexiste con la via extrainstitucional, la ‘manera formal con la informal. De hecho, son concebibles préc- ticas hfbridas en las que lo institucional y lo extrainstitucional se interpenetran. En el capftulo 10 he analizado a Mahatma Gandhi como un eximio traductor intercultural. Tanto la practica politi- ca de Gandhi como la de los movimientos que he asociado a ella, desde los movimientos indigenas en América Latina hasta cl movi- ‘miento por los derechos civiles en Estados Unidos, son elocuentes «ejemplos de la tensién entre lo institucional y lo extrainstitucional y de la posible interpenetracién entre ambos. Lacentralidad de las huchas sociales en las epistemologias del Sur y la manera global en que las luchas se conciben (véase el capitulo 4) apuntan a précticas de critica y de posibilidad, de inconformismo y resistencia, de denuncia y de contrapropuesta que pueden estar 4s 0 menos consolidadas, mas o menos formalizadas y ser mas ‘© menos duraderas. A diferencia de la tradicién del pensamiento eritico eurocéntrico, las epistemologias del Sur y las practicas de lucha que las caracterizan no se dejan polarizar o segmentar por PEDAGOGIA BE LOS OFRINIOS 343 dicotomfas como revolucién/reformismo 0 ruptura/continuidad. Pata ellas, la rebeldfa insurgente es radical; sin embargo, concluiz que la radicalidad presupone un formato especifico esun grave error. ‘Muchas veces lo extrainstitucional no es més que un ensa- yo de nuevas institucionalidades y nuevas pedagogfas. Los pri- eros afios del presupuesto participativo en Porto Alegre en la década de 1990 (Santos, 2004: 391-486; 2007c: 278-301), el movimiento de los indignados de 2011 en vatios paises (San- tos, 2015e: 115-142; 20182: 243-266), y la Comuna de Oaxaca, ‘mencionada en el capftulo 7, son ejemplos de lo que he denominado institucionalidades prefigurativas y constituyen practicas extrains- titucionales que generan nuevos tipos de instituciones. Las institu- cionalidades y pedagogias prefigurativas son formas de organizar la convivencia colectiva y promover aprendizajes liberadores capaces de lograr de manera crefble, aqui y ahora y en pequefta escala, otro ‘mundo futuro posible, Lo abisal y lo posabisal Las epistemologfas del Norce se tradujeron en instituciones de pro- duccién y de transmision de conocimientos, sistemas educativos y pedagogfas que produjeron y reprodujeron la linea abisel. A lo largo de este libro he analizado en detalle las caracteristicas de la investigacién posabisal. He asumido que la ciencia posabisal, como componente de las ecologias de saberes, se realizard en parte en las instituciones existentes —centros de investigacién, escuelas y universidades— y que eso ser una fuente de tensiones y conflic- tos (capftulo 12), Aunque dichas instituciones sean, ellas mismas, periféricas y eventualmente menos disciplinadas por los cénones de investigacion y pedagogia dominantes, el investigador posabisal tenderd a ser institucionalmente precario, Esto significa que, a largo plazo, las epistemologias del Sus deberiin irausCoranue prot (58). Se trata de una sociologia comprometida, entendiendo por compromiso «la accién o la ac- tivud del intelectual que, al tomar conciencia de su pertenencia 2 la sociedad y al mundo de su tiempo, renuncia a una posicién de simple espectador y coloca su pensamiento 0 su arte al servicio de una causa» (66). Y afiade que, en tiempos de crisis, «esta causa es, por definici6n, la transformacién significativa del pueblo que permita sortear la crisis decisivamente, creando una sociedad su- perior a la existente» (66). Para Fals Borda, el compromiso-acci6n representa la actitud personal del cientifico social ante las realidades de su tiempo. Este concepto tiene un cardcter ideolégico, pero esto no significa de nin- tin modo que no sea cientifico, Condiciona la seleccién de los temas y les prioridades analfticas, asf como la definicién de grupos clave y la identificacién con ellos, transformando a estos iiltimos en los grupos de referencia del cientifico: Para definr los citeios de un compromiso-accién pertinente en nuestra época de eri, y para saber quignes merecen cecbi la asistencia de naes tua clencia entre la pletora de grapos, movimientos o partidos posbles, por lo menos las siguientes preguntas deben ser absueltas por el hombre de ciencia: 1. Sobre el previo compromiso (pacto}: écon qué grupos ha estado comprometido hasta ahora? éA quiénes ha servido consciente 0 incons- cientemente? Cémo se reflejan en sus obras los intereses de clase, eco. ‘nGmicos, politicos o religiosos de los grupos a los que ha pertenecido? asa PROAGOGIAS POSABIEALES 2. Sobre la objetividad: éendles son los grupos que no temerian que se hiciese una estimaci6n realista del estado de la sociedad y que, por lo ‘mismo, brindarfan todo su apoyo a la objetvidad de la ciencia? 3. Sobre el idea! de servicio: comando en cuenta la radicién humanis- ta de las ciencis sociales, éendles som los grupos, movimientos o partidos politicos que buscan servir realmente al conjunto de la sociedad, sin pen- sar en sf mismos sino en el beneficio real de In gentes marginadas que hasea ahora han sido victims de la historia y de ls instituciones? Clee son los grupos que, en cambio, s benefician de las contradicciones, incon: sistencias e incongruencias reinantes? (1970: 69). Estos son los principios de la sociologia de la liberaci6n de Fals Borda y de la metodologia de la investigacién-accién par- ticipativa (IAP)S. A través de la tap, el «verdadero soci6logo», o el s

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