Es increíble ver que en pleno siglo XXI se pueda encontrar en países
desarrollados un gobierno que obligue a escuelas a dar la opción de que un niño
decida el sexo al que quiera pertenecer, cuando lo más importante es velar por su salud y bienestar. Este parece ser el caso de Andalucía- España donde se aprobó la ley de transexualidad lo cual es totalmente indignante ya que un niño no cuenta con una personalidad formada para el poder decidir por sí mismo. Un niño tiene un comportamiento muy cambiante, está en una etapa en la cual puede agradarle mucho alguna situación o cosa y de pronto ya no quererla o gustar de ella. No tienen los conocimientos suficientes para poder evaluar qué es lo que está bien o está mal, ellos toman muchas situaciones a modo de juego o ni le prestan importancia. Como lo dice Alicia Rubio:” Quizás pueden decir que es una niña porque le gustan las cosas que hace su hermana o porque a su hermana le hacen más caso que a él” son millones de razones por las que el menor puede pensar de una forma y en unos instantes cambiar y por eso se le debe hacer caso a todo lo que pide. Lo que mas debería de importar es saber guiar y orientar a los niños que empiezan la etapa escolar porque justamente es la etapa donde se integra sus sentimientos, sus emociones, su forma de pensar, adquieren conocimientos y esto dará como fin su personalidad. Hay que luchar porque se los protega y no se los exponga a situaciones complejas, decisiones para lo cual no están listos y pueden crear enormes confusiones en su formación.