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Economía Neoclásica
Economía Neoclásica
Contenido
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1 Introducción
2 Sinopsis
o 2.1 Escuela marginalista
o 2.2 Síntesis neoclásica
o 2.3 La reacción monetarista
3 Historia
o 3.1 Origen y evolución del término
o 3.2 Características del neoclasicismo temprano
o 3.3 Críticas al neoclasicismo temprano
o 3.4 Desarrollos posteriores
o 3.5 Neoclasicismo posterior a 1950
o 3.6 Críticas al neoclasicismo contemporáneo
o 3.7 Reacción neoclásica: el nuevo clasicismo
4 Referencia
o 4.1 Bibliografía
Introducción
Entre los supuestos de que parte el enfoque neoclásico se encuentra que el comportamiento
económico surge del comportamiento agregado de los individuos (u otro tipo de agentes
económicos) que son racionales y tratan de maximizar su utilidad o beneficio mediante
elecciones basadas en la información disponible.
Hoy en día, el enfoque de la escuela neoclásica predomina entre los economistas. Aunque
existen muchas críticas a varios de los supuestos de la escuela neoclásica, frecuentemente
algunos de estas críticas han sido incorporadas en nuevas versiones de la teoría neoclásica
(por ejemplo, la escuela neokeynesiana está basada tanto en principios neoclásicos como
keynesianos).
E. Roy Weintraub expresa que la economía neoclásica se basa en tres cuestiones, sin
embargo algunas ramas de la teoría neoclásica pueden tener distintas aproximaciones:
1. Las personas tienen preferencias racionales hacia los resultados que pueden ser
identificados y asociados con un valor.
2. Los individuos maximizan la utilidad y las marcas maximizan la ganancia.
3. Las personas actúan independientemente en función de información completa y
relevante.
Sinopsis
Los iniciadores de la escuela neoclásica fueron los marginalistas que insistieron en un
análisis económico libre de historicismo y cuyo modelo matemático se asemejara más a las
ciencias físicas. Esto en parte fue una demanda de rigor científico y en parte fue una
reacción contra el historicismo del marxismo. Tanto el marxismo como las ideas
económicas dominantes previas a la consolidación del marginalismo fue el enfoque clásico
basado en las ideas de Adam Smith y de David Ricardo.
Escuela marginalista
Los iniciadores de la escuela marginalista fueron Carl Menger, León Walras, William
Stanley Jevons, Alfred Marshall y Knut Wicksell. Sus formulaciones giran en torno al
principio de utilidad marginal decreciente. A diferencia de la escuela clásica, consideran
que el Valor económico o precio de los bienes está determinado por el deseo y la necesidad,
y no por el costo o la cuantía de trabajo que se haya empleado en producirlos.
Síntesis neoclásica
El marginalismo fue el enfoque dominante hasta la crítica keynesiana basada sobre todo en
consideraciones de tipo macroeconómico. Aunque la crítica keynesiana sobre cuestiones
macroeconómicas se consideró valiosa, el enfoque marginalista siguió siendo visto como
un enfoque riguroso especialmente para explicar el comportamiento microeconómico de
ciertos aspectos. Es por eso que algunos autores como John Hicks trataron de construir un
enfoque más amplio que sintetizara las ideas más valiosas de ambos enfoques, el resultado
se conoció como "síntesis neoclásica" o "neokeynesianismo", siendo ambos nombres
equivalentes aunque preferidos por unos autores o por otros en gran medida dependiendo
de sus simpatías políticas[cita requerida].
La reacción monetarista
Historia
Origen y evolución del término
Mucha de esta crítica se centró en el reemplazo de los conceptos de la teoría del valor-
trabajo por la de teoría del valor subjetivo y la explicación centrada en clases o grupos de
personas por el individualismo metodológico.
Lo anterior ha dado origen a una situación más bien confusa. La mayoría de los
especialistas hacen una diferencia entre los marginalistas y los neoclásicos, pero diferentes
autoridades incluyen entre los neoclásicos a diferentes autores. Los autores considerados
neoclásicos de importancia generalmente incluyen Marshall, Arthur Pigou, Wilfredo
Pareto, Francis Edgeworth y Irving Fisher (a pesar que este último es a veces mencionado
junto a Wicksell como antecedentes o fundadores del monetarismo). Walras es a veces
mencionado como neoclásico, pero a veces incluido con Pareto como representando la
Escuela de Lausanne
Por otra parte, Christian Arnsperger y Yanis Varoufakis alegan hay solo un neoclasicismo,
en la medida que los neoclásicos (y solo los neoclásicos) comparten tres "metaaxiomas":
Esta es, obviamente, un área compleja. Simplificando mucho se podría postular -a nivel
practico- tres tipos de neoclasicismo:
a) la aproximación de Walras que dio origen a una visión de la economía que es percibida
por algunos como dominante en el presente. Por ejemplo, Murray Rothbard escribe: “Desde
la Segunda Guerra Mundial, la economía principal (mainstream) ha seguido el paradigma
del equilibrio general del economista suizo Léon Walras”
Desarrollos posteriores
En la otra mano, las posiciones derivada de Pigou, Pareto y Edgeworth - que dio origen a la
economía del bienestar - no solo mantuvieron sino que -junto a las posiciones de Walras -
aumentaron su importancia.
Aparte de esa fundación general a nivel de estudiantes se pueden encontrar aspectos más
específicos - de importante para especialistas. Por ejemplo en el campo de “Economía
Industrial”, derivada directamente de la visión marshalliana en relación a problemas de
desarrollo y crecimiento de empresas. Marshall introdujo el concepto de “áreas
industriales” que dio origen a la propuesta del parque industrial a fin de promover el
crecimiento económico de ciudades o regiones a través de facilitar la difusión de practicas,
técnicas y conocimientos, etc, que faciliten la instalación y expansión de empresas
privadas.
Colander sugiere que el término mismo no debería ser usado. Los economistas modernos
son -en su opinión- eclécticos. "El uso del término neoclásico para describir la economía
que se practica estos días no solo no es útil, sino que actualmente dificulta la comprensión
por los estudiantes y el publico general de lo que es la economía contemporánea. El término
puede todavía tener alguna función en comparaciones intertemporales, pero, si se va a usar
en ese sentido, es aún más importante terminar la era neoclásica en algún momento. La
economía ha cambiado enormemente desde los 1870 hasta el presente, y esta cambiando
continuamente. Para servir a un propósito intertemporal el término "economía neoclásica"
debe morir " y "Mi argumento contra el uso del término neoclásico para describir la
economía moderna es que esa economía moderna no requiere adherencia a esos seis
atributos (ver más arriba). Es mucho más ecléctica. El movimiento de alejamiento de la
economía neoclásica puede ser trazado a los 1930, cuando un gran sector de la economía
neoclásica estaban siendo abandonados por teoristas de avanzada que trataban de forjar una
nueva economía".
Notando que el uso del término se da principalmente entre pedagogos, algunos han ido tan
lejos como a cuestionar si su uso es moral.
En adición hay una variedad de críticas globales al neoclasicismo contemporáneo. Así, por
ejemplo, Bernard Guerrien, fundador de la economía crítica sugiere que "La teoría
neoclásica se parece mucho a las especulaciones de los escolásticos – las matemáticas
reemplazando al latín. En su caso, la especulación es sobre el comportamiento de
individuos (o “agentes”) puramente imaginarios, ya que los parámetros que los caracterizan
no se deducen de la observación ni de los datos disponibles, que toman decisiones en
“mercados” todavía más imaginarios."
Se argumenta a veces que la asunción de racionalidad en economía lleva a teorías inconsistente con
o inadecuadas para explicar los fenómenos observados, especialmente cambios a través del tiempo.
Nuestra hipótesis se basa exactamente en el punto de vista opuesto: que los modelos dinámicos no
asumen la necesaria racionalidad.
Con esa asunción de "racionalidad dinámica" Muth altero la situación anterior. De la misma
manera que los neoclásicos utilizaban racionalidad para conseguir equilibrio estático -es
decir, la mantención de los "gastos" en una "tangente" a la línea de restricción
presupuestaria y a la curva de indiferencia- Muth utiliza esa misma racionalidad para llegar
a un equilibrio dinámico u optimalidad a través del tiempo. Mientras sea el caso que los
actores individuales ajusten sus comportamientos de acuerdo a la información que vayan
recibiendo o adquiriendo -y no hay razón aparente para pensar que ese no sea el caso-
estarán en una línea óptima que permite tomar en cuenta y acomodar cambios tanto en lo
que puede gastar como en lo que se desea gastarlo. En otras palabras -y a diferencia de la
criticada asunción original- el sistema no demanda racionalidad o conocimiento perfecto
del futuro o del sistema mismo por los actores. Ni requiere o demanda previsión a un futuro
indeterminado o infinito. Solo demanda flexibilidad en la parte de los integrantes para
ajustarse a cambios en las circunstancias y/o información que se tiene o adquiere.
A pesar que Muth escribió su artículo en 1961, esta propuesta no adquirió mayor relevancia
hasta que fue incorporada por Robert Lucas en su trabajo acerca de las fundaciones de la
microeconomía. - Lucas argumenta que un modelo macroeconómico debe ser construido a
partir de la agregación de modelos microeconómicos
Esto, a su vez, llevó al desarrollo de la Nueva economía keynesiana (no confundir con el
neokeynesianismo), representada por personajes tales como Jordi Galí, Paul Krugman,
Nouriel Roubini, Joseph Stiglitz, etc.