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Filosofía de la mente

Dr. Hugo Martínez Lemus.


Servicio de Psiquiatría. CMN 20 de Noviembre

¿En dónde adquieren su significado los térmi-

L
a filosofía de la mente es una de las disciplinas
de mayor crecimiento en los últimos años. nos que utilizamos corrientemente para referirnos
Bien es cierto que sobre la mente humana se a los estados mentales? ¿Podríamos aplicar dichos
ha dicho mucho, como un lugar privilegiado para términos a otras criaturas probablemente dotadas
pensar acerca del hombre como totalidad, la men- de inteligencia?. ¿Es el significado que yo tengo
te es también una de las fronteras en donde se de mis percepciones el mismo para todos? ¿Tene-
proponen los avances más espectaculares de este mos derecho a suponer que otros seres experimen-
siglo y como consecuencia es la fuente de los ma- ten siquiera algún estado mental? ¿Podemos dis-
yores desafíos a nuestras más arraigadas concep- tinguir diferentes tipos de inteligencia consciente?
ciones. ¿Un sistema físico construido para imitar las con-
ductas de un ser pensante es una inteligencia cons-
No es aventurado comparar estos cambios con ciente?. Estas preguntas aunadas al problema se-
los que la revolución copernicana supuso para la mántico nos colocan en la perspectiva epistemoló-
conciencia renacentista. Son muchos los cuerpos gica que es el estudio del conocimiento.
de conocimiento que están cambiando nuestra no-
ción de la mente: la Psicología, las Neurociencias, ¿Cuales son los datos legítimos que debemos
la Inteligencia Artificial, las Ciencias Cognoscitivas, admitir para nuestro estudio? ¿Es la introspección,
la Robótica, la Lingüística, la Lógica y la Teoría de la conducta, la neurofisiología, quienes nos han de
la Computabilidad. El espectro es muy amplio y el dar nuestras respuestas?
cambio pluridisciplinario, raudísimo, desordenado
y desigual. La filosofía en el caso de la mente cues- El sólo vislumbrar la temática general aquí pro-
tiona y es cuestionada desde todos esos puntos. puesta ya nos hace entrever la imposibilidad de
darle un sentido cerrado o de explicación final. Só-
La curiosidad del hombre y la astucia de su ra- lo se pretende desplegar un abanico, muy simplifi-
zón han revelado muchas cosas que la naturaleza cado de lo que hoy en día es el campo de mayor
tenia ocultas. La estructura del espacio-tiempo, expansión en la filosofía moderna.
la constitución de la materia, las múltiples formas
de energía, la naturaleza misma, pero la natura- En el asunto sobre la mente y el cuerpo llama
leza de la inteligencia consciente sigue siendo un la atención el llamado enfoque dualista que real-
misterio: mente abarca varias teorías muy diferentes aun-
que todas coinciden en que la esencia de la inteli-
¿Cuál es la verdadera naturaleza de los estados gencia consciente reside en algo no físico, que no
y procesos mentales? ¿En qué medio se llevan a ca- puede entrar en la esfera de acción de las ciencias
bo y cómo se relacionan con el mundo físico?. Pa- de la naturaleza. Esta es la teoría mas popular so-
ra los filósofos las respuestas a preguntas así cons- bre la mente, tiene un profundo arraigo en la ma-
tituyen un problema ontológico, mientras que pa- yor parte de las religiones universales y ha sido la
ra nosotros es un asunto mente-cuerpo muy inte- hipótesis dominante a lo largo de la historia de la
resante de analizar. cultura occidental.

Otro dualismo es aquel que afirma que la men-


Correspondencia y reimpresos: Dr. Hugo Martínez Lemus te es un “paquete” individual de sustancia no físi-
Servicio de Neurología C.M.N. “20 de Noviembre”
Tel. 5575 7022 ca, que por lo tanto tiene una identidad indepen-

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diente y sólo temporalmente está unida a lo físico. estructuras y defectos . Poco se puede decir al res-
Los estados y actividades mentales adquirirían su pecto pues no se ha formulado una teoría minu-
carácter especifico por ser estado y actividades de ciosa sobre la materia mental, sobre sus recursos y
esta sustancia no física única en su género. sus logros explicativos, añadiendo además la difi-
cultad de explicar cómo una sustancia que en esen-
Rene Descartes (1596-1650) fue el filósofo que cia no tiene que ver con otra se influyen mutua-
se esforzó más en dar una definición positiva de la mente. No es difícil sospechar que la necesidad de
mente. Propuso un dualismo en el que la materia trascendencia es la motivación de un pensamiento
común no podía explicar la actividad de pensar por como éste. Lo ominoso de la finitud, requiere de
lo que no podía ser explicada con las concepciones una esperanza que alimente el deseo de la inmor-
mecanicistas de la época; el material de la mente talidad.
por lo tanto era diferente al material de la materia,
el cual podía ser medido pues ocupaba una deter- Otra forma de dualismo, el de las propiedades,
minada posición en el espacio. De este dualismo fi- propone no considerar una sustancia fuera del ce-
losófico que abrió insospechados caminos hasta en- rebro, que es algo físico, pero éste tiene un conjun-
tonces para el estudio de la materia, surgió otro al to especifico de propiedades que no posee ningún
que podía denominarse dualismo popular según el otro tipo de objeto físico: esas propiedades son ca-
cual una persona es literalmente “un fantasma racterística de la inteligencia consciente. A partir
dentro de una máquina”: la máquina es el cuerpo de aquí surgen importantes diferencias entre las
humano y el fantasma una sustancia espiritual. posiciones sostenidas. Comencemos con una de las
versiones más antiguas del dualismo de las propie-
No es fácil deshacerse de los postulados dualis- dades, el epifenomenismo. Según éste los fenóme-
tas pues tienen su fuente en los argumentos de la nos mentales no forman parte de los fenómenos fí-
creencia religiosa que muchos de nosotros pone- sicos del cerebro, (pero es éste el que en última ins-
mos en juego para estas cuestiones. Cada una de tancia determina nuestras acciones y conductas),
las religiones importantes a su manera es una teo- sino más bien, las propiedades surgen cuando el
ría sobre la causa o la finalidad del universo y so- desarrollo del cerebro supera un determinado ni-
bre el lugar que ocupa el hombre en él, y muchas vel de complejidad. Una posición así implica la de-
de ellas han adoptado la idea de que existe un al- gradación de las propiedades mentales reducién-
ma inmortal, es decir, un dualismo sustancial. A és- dolas a subproductos de la actividad cerebral; si las
to le podríamos llamar el argumento religioso. actividades mentales no tienen efectos causales so-
También hay que considerar que cuando fijamos bre sus orígenes, es pues una mera ilusión que
la atención sobre nuestra conciencia percibimos sean la primera causa de las cosas.
propiedades que se nos revelan como diferentes a
los estados físicos que conocemos o que se nos Esta posición radical ha derivado en una de ma-
proponen como sustitutos explicativos, esto es, yor popularidad y que se acerca más a las certezas
no percibimos una red nerviosa con actividad elec- del sentido común, denominada dualismo interac-
troquímica sino pensamientos, sensaciones y de- cionista de las propiedades, que sólo difiere de la
seos. A ésto podríamos llamarle el argumento de anterior en considerar que las propiedades menta-
la introspección. les sí tienen efectos causales sobre el cerebro y, de-
bido a eso, también sobre la conducta. Mantienen
En contra del dualismo esencial se arguye el pues la idea de que nuestros deseos y actos volun-
principio de “la navaja de Occam”, postulado de tarios son la causa de nuestras acciones. Las pro-
Guillermo de Occam, filósofo medieval, que dice: piedades mentales siguen siendo emergentes o
“para explicar los fenómenos, no se deben multi- sea, que no aparecen de ninguna manera sino has-
plicar las entidades más allá de lo necesario”. El ta que la materia física común ha podido organi-
materialista, como veremos, postula un solo tipo zarse en un sistema suficientemente complejo.
de sustancia: la materia física, y una única clase de
propiedades: las propiedades físicas, mientras que El dualismo en general, mantiene que los estados
los dualistas proponen dos tipos de materia y dos y propiedades mentales son irreductibles, es decir
clases de propiedades. El asunto se complica en lo que no son simplemente rasgos organizativos de la
referente a las explicaciones cuando pedimos al materia física, sino que son propiedades nuevas que
dualista sustancial que explique algo sobre la cons- las ciencias físicas no pueden explicar ni predecir.
titución de su materia mental, sobre los elementos
no materiales que la componen, sobre las leyes de Durante las dos décadas posteriores a la Segun-
su funcionamiento, que nos explique sobre las ac- da Guerra Mundial hubo algunos movimientos in-
titudes y la patología humana en términos de sus telectuales que desembocaron en lo que se dió en

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llamar el conductismo filosófico que aunque no es Entre las objeciones a este concepto está la in-
una teoría sobre los estados mentales y tiene que trospección que revela un ámbito de pensamien-
ver más con el asunto semántico que veremos mas tos, sensaciones y emociones mas no impulsos elec-
adelante, sí es una solución al conflicto mente- troquímicos en una red nerviosa y la falta de co-
cuerpo pues propone que éste es un pseudopro- rrespondencia entre unos y otros fenómenos. Qui-
blema originado en el tipo de vocabulario que uti- zá nuestros sentidos no son lo suficientemente
lizamos para hablar sobre él. El conductismo filosó- agudos para poder revelar por sí solos los porme-
fico afirma que todos los términos psicológicos que nores de esas complejísimas propiedades. La ley de
integran nuestro vocabulario, especialmente el Leibniz postula que dos ítems son numéricamente
precientífico, deberían hacer explícitos los modelos idénticos sólo en caso de que cualquier propiedad
reales y potenciales de conducta mediante propo- que postule uno de ellos la posea también el otro.
siciones lingüísticas completas y complejas. Esto sería una forma de refutar la teoría de la iden-
tidad al encontrar una propiedad que poseyeran
Por otro lado, está la teoría de la identidad del los estados cerebrales pero no los estados menta-
materialismo reduccionista, postura adoptada por les, o viceversa, con lo cual la teoría quedaría desa-
la Psiquiatría oficial en nuestro país. En ésta se creditada. Las objeciones más serias de la teoría de
postula que los estados mentales son estados físi- la identidad provienen de formas rivales de mate-
cos del cerebro, es decir, cada tipo de estado o pro- rialismo como es el caso del funcionalismo.
ceso mental es numéricamente idéntico, es una y
la misma cosa cualquier tipo de estado o de proce- Según el funcionalismo, el rasgo esencial o de-
so físico dentro del cerebro o dentro del sistema finitorio de todo tipo de estado mental es el con-
nervioso central y sólo es cuestión de tiempo el co- junto de relaciones causales que mantiene con 1)
nocer el intrincado funcionamiento del cerebro y Los efectos ambientales sobre el cuerpo, 2) Otros
enunciar verdaderamente las identidades corres- tipos de estados mentales y 3) La conducta del
pondientes. Una postura así, tan aparentemente cuerpo. Lo característico del dolor, por ejemplo, es
fría y radical obtiene su contundencia de los para- que es el resultado de alguna lesión o traumatismo
lelos encontrados en la historia científica; por corporal; provoca angustia, incomodidad y alguna
ejemplo, hoy reconocemos que el calor o el frío de forma de razonamiento práctico destinado a ali-
un cuerpo están dados por la energía del movi- viarlo. Y también da lugar a que una persona se in-
miento de las moléculas que lo componen (valor tranquilice, se proteja y prodigue cuidados a la zo-
medio de energía cinética molecular). Una nueva na afectada. Todo estado que cumpla exactamen-
teoría fué capaz de abarcar un conjunto de propo- te esa función es un dolor de acuerdo con el fun-
siciones y principios que reflejaron perfectamente, cionalismo. Esta es la forma de definición de cual-
o casi, las proposiciones y principios de una teoría quier estado mental, una función causal específica
o marco conceptual anterior. A ésto se le llama que cumpla en una economía compleja de estados
una reducción interteórica. internos y que actúe como intermediario entre la
entrada de estímulos sensoriales y la salida de una
Algunos de los argumentos en favor de la teo- respuesta en forma de conductas.
ría de la identidad son:
El funcionalismo es una suerte de heredero del
● La referencia ostensiblemente física del origen conductismo con una diferencia: mientras que el
y constitución del individuo humano. conductista trata de definir todo tipo de estado
mental exclusivamente en términos de estímulo
● El argumento de la historia evolutiva que pro- ambiental y respuesta en forma de conducta, el
pone la selección por ventajas múltiples hasta funcionalista niega totalmente esta posibilidad. A
la conducta gobernada por un cerebro, de su modo de ver, la caracterización adecuada de ca-
aquí la dependencia nerviosa de todo los fenó- si todos los estados mentales supone una referen-
menos mentales conocidos que se demuestra cia a una variedad de otros estados internos con
fácilmente en la influencia que tienen las lesio- los cuales tiene una conexión causal. Al describir
nes cerebrales o las substancias psicoactivas so- los estados mentales como estados esencialmente
bre la conducta. funcionales, esta teoría coloca el objeto de la psi-
cología en un nivel más abstracto, separado a los
● El éxito de las neurociencias en su tarea de des- múltiples detalles que presenta la estructura neu-
cribir con claridad el sistema nervioso de mu- rofisiológica del cerebro. Contrapone a la teoría de
chos seres vivos, para explicar sus aptitudes y la identidad el asunto de la funcionalidad isomór-
deficiencias conductuales en términos de las fica: lo que cuenta en el terreno de lo mental no es
estructuras descubiertas. la materia de lo que está hecho un ser sino la es-

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tructura de las actividades internas que sostiene ción, dolor, alegría, etc.) les espera un destino pa-
esa materia. Como podrá intuirse, el funcionalismo recido. Cuando la neurociencia haya alcanzado un
actualmente constituye la teoría de la mente más nivel tal de desarrollo en el cual la pobreza de
ampliamente aceptada entre filósofos, psicólogos nuestras concepciones actuales resulte evidente
cognoscitivistas e investigadores de la inteligencia para todo el mundo, y se establezca la superiori-
artificial. dad del nuevo marco de referencia, entonces sere-
mos capaces de emprender la tarea de volver a
La objeción más común es que en su intento de pensar nuestros estados y actividades internos.
considerar como rasgo definitorio de todo estado
mental a sus propiedades relacionales, el funciona- Si la Psicología corriente ha sobrevivido tanto
lismo ignora su naturaleza interna o cualitativa. tiempo no es, presumiblemente porque sus repre-
El ejemplo clásico de este defecto se denomina: “el sentaciones sean básicamente correctas sino por-
experimento de la sensación del espectro inverti- que los fenómenos que aborda son tan terrible-
do”. Dos individuos que miran un objeto pueden mente difíciles que cualquier modo útil de mane-
tener una sensación de color diferente aunque la jarlos por débil que sea no será desplazado con
proposición del color sea la misma, por ejemplo, mucha rapidez y además porque toda observación
un tomate rojo puede ser visto rojo por uno y ver- se produce dentro de un sistema de conceptos y
de por el otro sin que haya manera de comparar juicios de observación que son válidos en el marco
las cualidades internas, y aunque el espectro esté de referencia que se expresan.
invertido esos individuos siguen siendo isomórficos
desde el punto de vista funcional, pues la sensa- Recordemos algunas de las preguntas que nos
ción visual ante la vista de un tomate es funcional- habíamos formulado inicialmente ¿De dónde ex-
mente idéntica en los dos individuos. traen su significado los vocablos psicológicos que
utilizamos corrientemente?. Los términos psicoló-
La otra teoría que pone en duda a la de la iden- gicos suelen construir una prueba decisiva para las
tidad fue la del materialismo eliminativo la cual teorías del sentido en general ; el problema semán-
dice que no será posible encontrar las correspon- tico está estrechamente vinculado con el problema
dencias entre neurociencia y psicología ni la reduc- ontológico como hemos visto en nuestras aproxi-
ción interteórica porque el marco de referencia maciones anteriores, y lo está aún más con el pro-
psicológico que utilizamos corrientemente es una blema epistemológico como intentaremos verlo.
concepción falsa y radicalmente engañosa sobre
las causas de la conducta humana y la naturaleza Entremos pues, al problema semántico. De ma-
de la actividad cognitiva. nera habitual incorporamos un término al vocabu-
lario, por ejemplo caballo o autobomba y lo iden-
Durante la mayor parte de los siglos XVlll y XlX tificamos con algo concreto del tipo correspon-
se creía que el calor era un fluido sutil contenido diente. Estos son ejemplos de lo que se denomina
en los cuerpos mas o menos del mismo modo en definición ostensiva. Se espera que el oyente ad-
que el agua está contenida en una esponja. y pro- vierta los rasgos distintivos de la situación presen-
ducía ampliación térmica, fusión, hervor, etc. Esta tada, y que sea capaz de volver a emplear el térmi-
teoría fue eliminada y la nueva (la teoría corpuscu- no toda vez que una nueva situación contenga ta-
lar/cinética de la materia y el calor) resultó mucho les rasgos. ¿Qué pasa con los términos psicológicos
más satisfactoria que la anterior para explicar y tradicionales?. Cuando pensamos en dolor, come-
predecir la conducta térmica de los cuerpos. Lo zón, etc. la fuente obvia de significado parece ser
mismo le pasó a la sustancia incorpórea denomina- la ostensión. Si no experimentamos la sensación
da “flogisto” la cual solía pensarse se liberaba de parecería imposible conocerla (“el criterio nor-
un trozo de madera o de metal cuando éstos se mal”) Evidentemente este llamado criterio normal
quemaban o se oxidaban, rápido en el primer caso es muy sospechoso, pues una variedad de sensacio-
y lentamente en el segundo. El flogisto no era una nes importantemente diferentes pueden estar
descripción incompleta sino radicalmente equivo- agrupadas bajo un mismo término aunque su cua-
cada, y quedó eliminado del campo de la ciencia. lidad esté relacionada o sea similar, como por
ejemplo en el caso del dolor, la sensación desagra-
Así le pasó también a la esfera estrellada del dable puede ser una cualidad no compartida . La
cielo que desapareció con las ideas de Copernico, o idea de que el significado pueda agotarse en una
a los demonios que poseían a los enfermos menta- cualidad singular y unívoca parece ser un mito.
les en la época medieval. Según la concepción del
materialismo eliminativo, a los conceptos popula- Para el conductismo filosófico que ya conocimos
res de la Psicología (creencia, deseo, temor, sensa- anteriormente, el significado de un término men-

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tal queda establecido por las múltiples relaciones criatura tenga mente. Un intento clásico de dar so-
que mantiene con otros vocablos que se refieren a lución al problema de las otras mentes es la analo-
circunstancias y conductas por todos observables. gía. Aunque sólo me sea posible determinar uno
de los extremos de las conexiones psicoconductua-
Los términos utilizados corrientemente para re- les, el mío, es posible que las generalizaciones que
ferirnos a los estado mentales son los términos teó- valen para mí también valgan para otros seres hu-
ricos de un marco de referencia ya incorporado en manos, con lo que tengo la justificación para ha-
nuestro conocimiento corriente (la Psicología po- cer inferencias específicas sobre la mente de otras
pular), y los significados de esos términos se han criaturas, ¡No podemos tener ninguna justificación
establecido de la misma manera en que lo han he- para creer que alguna otra criatura, salvo uno mis-
cho los significados de los términos teóricos en ge- mo, posea estados mentales! Pero no se puede ha-
neral. Los términos teóricos no obtienen su signi- cer una generalización inductiva a partir de un so-
ficado por definiciones singulares y explícitas, sino lo caso y el conocimiento que tenemos de otras
que están definidos implícitamente por la red de mentes en última instancia está limitado por lo
principios en los que están incluidos. Se denomina que se puede observar en el caso propio.
a ésto la teoría reticular del significado. Para expli-
car la relación entre la tesis teórica reticular y la Los conductistas filosóficos se prestaron a pro-
Psicología popular tendríamos que introducir el poner su argumento de las definiciones operacio-
modelo nomológico-deductivo como intermedia- nales, saltándose la necesidad de una justificación
rio. ¿Cómo dar una explicación de un hecho o de empírica: si una criatura se comporta en una for-
un estado de cosas según los términos que contie- ma adecuada, ó se dispone a hacerlo, es por defi-
ne su posible teoría y en función de su capacidad nición una criatura consciente, sensible e inteligen-
de predecir?. El modelo citado incluye premisas, in- te. Hasta hace poco tiempo una ley general sólo
formaciones explicativas y conclusiones para enun- podía justificarse por medio de una generalización
ciar leyes como expresión de los modelos que sigue inductiva lograda por una cantidad adecuada de
la naturaleza. Consideremos la capacidad que te- ejemplos observados de los elementos que abarca-
nemos los seres humanos normales para explicar y ra la ley, sin embargo en la ciencia moderna hay
predecir la conducta de nuestros congéneres. Ex- una enorme cantidad de leyes que rigen la conduc-
plicamos su conducta en términos de sus creencias ta de cosas y propiedades no observables (átomos,
y sus deseos, de sus dolores, esperanzas y temores. ondas electromagnéticas, etc.), que deben tener
Si la versión de la teoría reticular del significado y otra justificación empírica. Producir una teoría que
del modelo nomológico deductivo es correcta, en- permita formular predicciones y explicaciones en
tonces cada uno de nosotros debe de poseer un co- combinación con hipótesis sobre cosas o propieda-
nocimiento bastante sustancial de enunciados ge- des no observables posee lo que se denomina co-
nerales que conectan los estados mentales con: múnmente justificación hipotético deductiva, o
sea, esa teoría se convierte en una hipótesis digna
1) otros estados mentales, de crédito. Bajo estos criterios podemos decir que
2) circunstancias externas y la inteligencia consciente de otros individuos es
3) conductas manifiestas. una hipótesis explicativa, puesto que es el mejor
modo de comprender la mayor parte de su conduc-
Aquí tenemos las posiciones contrapuestas: ta. Del mismo modo tenemos la justificación para
¿Son las cualidades únicas obtenidas por ostensión atribuir estados psicológicos a cualquier otra cria-
directa ó la teoría reticular del significado lo que tura o máquina, siempre que tales atribuciones
permite la comprensión de los términos que utili- constituyan la mejor explicación y predicción de su
zamos en la resolución del problema filosófico de conducta.
la mente?. Queda aquí la tarea.
Es claro que el marco conceptual conocido de la
Pasemos sin más al problema epistemológico, psicología popular nos brinda una comprensión
que se puede dividir en dos partes: singular de muchos aspectos de la mentalidad hu-
mana. Sin embargo, también son evidentes los nu-
a) El modo en el que llegamos a adquirir el cono- merosos aspectos de la inteligencia consciente que
cimiento de las actividades internas de la men- aquél deja en la obscuridad: el aprendizaje, la me-
te consciente e inteligente. moria, el uso del lenguaje, diferencias de inteli-
b) El denominado problema de la autoconciencia. gencia, sueño, coordinación motriz, percepción, y
otros. Entendemos poco de lo que hay que enten-
El primer problema se zanja con la respuesta al der y a la ciencia le corresponde quitar las sombras
cuestionamiento de si se puede inferir que otra y revelarnos la naturaleza interior del funciona-

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miento secreto de la mente. conocimiento y comprensión independientes de la
ciencia corriente y de sus construcciones e interpre-
Todos podemos estar de acuerdo en ésto, el de- taciones. Edmund Husser (1859-1938) es la figura
sacuerdo llegará cuando debamos proceder con el central de esta tradición.
método que nos ofrezca la mayor posibilidad de
éxito. Sólo citaremos, a vuelo de pájaro, cuatro de El conductismo metodológico intentó recons-
las metodologías más influyentes de la investiga- truir la ciencia de la Psicología en términos de las
ción sobre la mente. El obispo Berkeley (1685- otras ciencias de éxito como la física, la química y
1753) afirmó que los objetos materiales no existen la biología. Su primera y principal obligación fue
sino como los objetos o contenidos de los estados la de explicar la conducta de cualquier criatura
de percepción de mentes conscientes. O sea que, el que se estudie, incluyendo los seres humanos y
mundo material no es otra cosa que un sueño co- entendiéndose por conducta la actividad por to-
herente. Si uno sostiene que el mundo material es dos observable, medible y registrable en los suje-
sólo un sueño , se coloca como un idealista subje- tos estudiados.
tivo; si como Berkeley sostiene que el mundo es el
sueño de Dios, que todos compartimos, entonces En lugar de recurrir a los estados mentales, los
se es un idealista objetivo. conductistas propusieron explicar la conducta en
términos de sus circunstancias ambientales privati-
En ambos casos el elemento fundamental de la vas, o bien, en términos del medio además de cier-
existencia es la mente y no la materia. Hay una ne- tos rasgos observables del organismo, ó también,
cesidad de un trascendente anterior que sostenga en términos de ciertos rasgos no observables del
las explicaciones mentales o el idealismo sobre las organismo siempre y cuando pudiesen determinar-
cosas, formulaciones que se dan en el llamado se decisivamente mediante un test de conducta. Se
desconstructivismo del falo-fono-logocentrismo apoyaron en la escuela de filosofía llamada positi-
de Jaques Derrida. Otros celebres filósofos han si- vismo lógico ó empirismo lógico, que sostenía la
do Immanuel Kant (1724-1804), que dejó una mar- idea de que cualquier término teórico en cualquier
ca duradera en la filosofía occidental cuando afir- ciencia, derivaba de conceptos observacionales y
mó que la experiencia humana conocida del mun- que cualquier término teórico significativo debía
do material es en gran medida construida por la poseer una definición operacional.
mente humana en actividad.
Los conductistas querían limitarse a estos recur-
Las formas innatas de la percepción y las cate- sos para convertir a la psicología en una verdadera
gorías innatas de la comprensión humana impo- ciencia, bajo el criterio de la repetitividad. Dejar de
nen un orden invariable al caos inicial en la entra- lado la antigua estructura conceptual parecía un
da de estímulos sensoriales sin elaborar. Esta idea bajo precio a pagar por una meta tan valiosa.
en una forma atenuada perdura: los objetos ma-
teriales en nuestra experiencia construida pueden Muchos filósofos posteriores han sido más opti-
ser entonces empíricamente reales, pero no nece- mistas y suponen que mediante la investigación
sariamente son trascendentalmente reales. Según científica la mente puede aspirar a la meta de vol-
Kant, el mundo de los sentidos internos también ver a pensar el mundo material y la mente, en tér-
es un mundo construido; por lo tanto, aunque es minos conceptuales que efectivamente correspon-
empíricamente real, la mente no necesita ser tras- dan a la verdadera naturaleza de las cosas. Esta es
cendentalmente real así como tampoco la materia la esperanza del realismo científico.
lo necesita.

También la fenomenología es optimista en BIBLIOGRAFIA


cuanto a la autocomprensión desde una postura
diferente, que postula que la actividad científica es 1.- Broncano Fernando Comp. La mente humana. Enciclopedia
Iberoamericana de Filosofia. Ed. Trotta. Madrid. 1995.
sólo otra actividad constructiva de la mente, cons-
truimos conceptos cada vez mas intrincados y más 2.- Álvarez Leefmans F., De la Fuente R. Biología de la mente.
profundamente interpretativos del mundo objeti- Fondo de Cultura Económica. México. 1998.
vo, y los hacemos responder a los hechos de nues-
3.- Derrida J.(1990) El lenguaje y las instuticiones filosóficas.
tro mundo en forma de predicciones, explicacio-
Ed. Paidos. Barcelona. 1995.
nes, etc. El filósofo intentará acercarse a los fenó-
menos puros originales, tendrá que hacer un pro- 4.- Assoun P.(1981) Introducción a la epistemología freudiana.
cedimiento de análisis y desinterpretación de la ex- Ed. Siglo XXI. México 1981.
periencia, y de esta manera producir un nivel de

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