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Teórico 4 – Enunciación y personas del discurso (Benveniste)

Lo mejor que nos dejó Saussure es que define un objeto de estudio. Del todo elije una parte que pueda dar cuenta de
la totalidad de las manifiestas lingüísticas. Elije la lengua, que define como un sistema de signos.
El objeto “habla” no podía ser abordado porque era muy caótica, hasta que este autor se pregunta si realmente todo
lo que había quedado del lado del habla tan incognoscible, tan caótico, si era imposible de ser teorizado. Pone en tela de
juicio la idea de que todo en el habla es caótico, porque hay elementos que pueden ser sistemáticos, o sea, que
pertenezcan a un sistema. Aun cuando se mantiene la distinción ente el conjunto de las manifestaciones lingüísticas y el
objeto “habla”, ya no se considera que la enunciación es una actividad puramente individual y caótica, y que parte de
ella puede ser descripta en términos específicos. Hay elementos que pueden ser temáticos.
Esto modifica el concepto de lengua, que es más amplia para Benveniste que para Saussure (distingue lengua de habla
y deja de lado cosas sistemáticas de la lengua, Benveniste las toma). La lengua, para Benveniste, no puede quedar en
que es un simple código como dice Saussure, porque esta lengua, que contiene la enunciación, tiene indicaciones
relacionadas con las maneras de hablar. Introduce, entonces, los elementos sistemáticos de la enunciación.
Enunciación: dice que es la puesta en funcionamiento de la lengua por un acto individual de utilización. Antes de la
enunciación, la lengua es solo posibilidad, y después de la enunciación la lengua se convierte en discurso.
Es la puesta en funcionamiento del sistema (que tenemos en la cabeza) por un acto individual, permitiendo la
conversión de la lengua en discurso. Ese discurso es el lugar de las relaciones intersubjetivas (o sea, el discurso es el
lugar donde están yo y tú). Pasamos entonces del sistema que tenemos en la cabeza (sistema semiótico) a la lengua
como sistema de comunicación.
El locutor se apropia del aparato formal de la enunciación y enuncia su posición de locutor por medio de índices
específicos y procedimientos accesorios. Gracias a la lengua es locutor se constituye como sujeto.
Nosotros vamos a hablar de índices de personas, tiempo y espacio.
Por aspecto indicial del lenguaje entendemos “indicar”, indicar algo, señalar algo. Índice tiene un sinónimo que es
deixis, que viene que deíctico. Es lo mismo. Por ejemplo: eso, aquel, él, ellas, aquellos, allá, antes, ayer. Todos estos
pertenecen a la lengua, pero se actualizan en el discurso, son dependiente del contexto. Cada vez que lo utilizas pueden
ser algo diferentes. Frente a los otros signos, son vacíos, no tienen autonomía, no tienen un ente específico, varía su
referencia. Tiene un concepto, un sentido (“yo” es la persona que está a cargo de la enunciación siempre, por ejemplo),
pero no un ente específico, no tiene una referencia específica. Tienen entonces un referente actual.
A diferencia de Rodrigo Muñoz o mesa, que es constante, “él” no.
Convierten a la lengua en discurso: podemos tomar la lengua y situarnos como sujeto (“yo”) frente a otros en un
discurso.
Tríada deíctica: La enunciación es egocéntrica porque el “yo” está en el centro de las coordenadas espaciales y
temporales. En un triángulo tenemos abajo “ahora” (deixis temporal), en el medio “aquí” (deixis espacial) y arriba “yo”
(deixis persona)
Índices de persona: Yo, Tú (vos, usted).
“Yo” (concepto) es el locutor, que no es lo mismo que emisor ni enunciador. Lo distingue de emisor porque el “yo” es
el locutor. Emisor es el que emite, el sujeto hablante, pero YO puedo no estar emitiendo. El locutor es el responsable de
la enunciación, el emisor no necesariamente. Citar la voz de otro es un ejemplo: el locutor es el responsable de la
enunciación (el autor), el emisor es el que lee la cita, el que habla. Pueden coincidir, pero puede que no. Negroni
explicando deixis es la locutora y la responsable de lo que dice (emisora). Si dijo “Me encontré con Silvia y ella dijo: “bla
bla bla””. Yo ahí tengo marcas de “yo” que no remiten a mí, soy un emisor que dice lo que remite a Silvia. Sí es cierto
que también yo para decir eso me apropio del discurso así que también soy un locutor lol. Pero hay un único emisor: el
que dice toda esta frase. Hay un locutor global, responsable de la enunciación completa, y un locutor interno
responsable de la enunciación entre comillas. Es un caso de discurso referido de discurso directo, es una doble
enunciación. Y es por eso que en una misma oración podemos tener dos enunciaciones. Entonces, al definir “yo”, no
podemos definirlo como “el que habla”, porque en el ejemplo es Silvia, no yo que digo la oración. “Yo” entonces es el
locutor, el responsable de la enunciación en la aparece.
Pronombres personales: él se da cuenta de que normalmente en la conjugación hay tres personas (3 del singular y 3
del plural), pero eso hace que uno piense que hay tres personas, pues decime “primer persona del singular”. Benveniste
se da cuenta de que eso es un abuso del lenguaje, pues no hay tres personas, sino que en realidad hay solo dos, porque
“él” no tiene ese rasgo. Opone 1 y 2 (que poseen la marca de persona) de 3 (está privada de la marca de persona).
Personas: opone a la persona subjetiva (1) de la persona no subjetiva (2). YO: es trascendente con respecto al “tú”
porque para ser “yo” basta con tomar para la palabra, pero para ser un “tú” tiene que haber un “yo”; y es interior al
enunciado y exterior al “tú”. TÚ: es la única persona que no es yo. Como Benveniste es un estructuralista, necesita a yo y
tu oponerlos a algo, pues solo hacía podrían distinguirse. Para eso usa la subjetividad. “Yo” es la persona subjetiva, la
que es sujeto de su discurso, mientras que “Tú” es la persona que no es sujeto de mi discurso. Cuando el “Tú” se haga
cargo de la enunciación ahí va a ser la persona subjetiva, el sujeto del discurso.
Incluso en el monólogo interior o en el diálogo con uno mismo. Me olvido el barbijo y digo “Que boludo que sos/soy”.
Yo y Tú pueden ser la misma persona. También puede no ser una persona física (hablarle al perro o a Dios, por ejemplo).
No-persona: es “él”. Yo y Tú establecen un diálogo entre ellos dos y varían su rol entre quién es yo y quién es tú según
la perspectiva de cada uno, pero “él” siempre es “él”. Puede permanecer constante a lo largo del diálogo.

¿Cuáles son los índices de personas? LOS DOS PRIMERA Y SEGUNDA SOLAMENTE EN SINGULAR Y PLURAL
¿Qué pasa con el plural? Nosotros sería yo + vos/nosotros. El plural no es como todos los plurales. Cuando tengo
“libros”, son muchos de lo mismo, y lo mismo si tengo alumnos. Pero “nosotros” no es la suma de los mismos, porque no
es la suma de “yo(s)”, porque el “yo” es único. De hecho, a los niños les decimos “nene”, así que terminan hablando en
tercera persona. Recién como a los tres años aprenden que son “yo”, por eso es que la lengua constituye el ego para
Benveniste. Para de ser objeto de discurso a ser objeto de discurso.
La tarea era ver que hay diferentes “nosotros” según si se incluye al “yo” o no. Hay nosotros inclusivo (está tu) y
exclusivo (no está tú). Si Negroni dice “vamos a preparar los cuestionarios del parcial”, a mi Rodrigo no me incluyen, es
exclusivo. Si dice “Vamos a quedarnos un poco más”, ahí sí me incluye. Entonces:
NOSOTROS:
1. No es pluralización del yo (unicidad), no es multiplicación de objetos idénticos, sino que:
2. Es la unión de yo + no-yo (tú/él). Este nosotros puede ser:
2.1: Nosotros inclusivo: yo + tú (+ él)
2.2: Nosotros exclusivo: yo + él
2.3: Nosotros de referencia colectiva o amplia: yo + tú + ellos.

Incluso sería vos y yo: Negroni diciendo “vamos a dejar acá la clase”, la clase la dejamos todos nosotros y ya. Pero
colectivo sería Negroni diciendo “En la argentina tenemos que seguir siendo cuidados” eso no es solamente ella y yo, es
“yo” (Negroni), ustedes (alumnos) y TODOS los de la Argentina.

Hay formas de nosotros que ocultan a otras personas. Pueden ocultar al yo. El yo de modestia aparece en textos
académicos: “intentaremos refutar la hipótesis”, pero el trabajo lo hago solo yo, es individual. Opuesto a ese es el
mayestático que es el que usan los reyes y papas, SOLO ELLOS.: “hoy nos levantamos con ganas de comer papas”, pero
solo él se levantó. No se incluye el presidente porque habla de un nosotros inclusivo, habla de él y su Gobierno: “vamos
a extender la cuarentena” es el gobierno, no él.
Ahora los otros que refieren al tú. El de condescendencia aparece cuando hay diferentes jerarquías y tenemos que dar
órdenes. Acá nosotros es igual a tú. Profe diciendo “sacamos una hoja”, él no la saca, solo los alumnos.

Ahora los de él: la que llama del callcenter no me quiere ofrecer nada, es la empresa la que quiere en realidad. La
chica es una portadora de un él (la empresa).

Esto es importante saberlo porque hay que saber cómo se presencia la enunciación. En el ámbito académico puede
optar por varias de estas formas, pero un estudiante no puede usar la primera persona del singular.
Esto se usa para eliminar huellas de subjetividad. Para eso eliminamos índices de persona y usar, por ejemplo, el índice
de modestia. Incluso podemos hacer a hablar a objetos: “Está tesis quiere demostrar…” la tesis nada, yo quiero
demostrar.

Ejercicios:
“Separemos los reciclables” Nosotros separamos los reciclamos, es condescendiente.
“Juntos estamos cambiando nuestro…” es un nosotros inclusivo
“No seamos cínicos” Cristina no se incluye, no se va a decir cínica a ella misma, nos habla a nosotros. Es un nosotros de
condescendencia.
“analizaremos a continuación” nosotros de modestia
La del médico es de condescendencia
“vivas y libres nos queremos” es nosotros inclusivo, pero solo de mujeres, excluye a los hombres por la marca de
género de “vivas”.

RETOMAMOS CON DEIXIS TEMPORAL Y ESPACIAL DESPUES

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