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Universidad Kennedy
Maestría de psicoanálisis
Cátedra: Lingüística y psicoanálisis
Profesor: Jean Michel Vappereau
Clase 6 11 de octubre de 2013
Porque el discurso del psicoanálisis tiene esa cualidad, la de no ser una teoría,
pero que puede volverse una teoría en cada instante. Éstas son
consideraciones que hacen que la cura sea una institución, instituida por el
habla y por el analizante, y que no tiene otros principios más que el discurso
analítico.
Evidentemente los analistas y los analizantes están muy molestos por todo
esto, porque están acostumbrados - por haber sido educados, en los países
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Luego tienen civilizaciones del habla que existen todavía, no solamente entre
los indios del Amazonas. También en toda África. Y allí las coerciones son muy
rigurosas. Es eso lo que hay que llegar a pescar de la transferencia. Hay que
estar un poco loco para llegar a pensar que porque no hay reglamentos eso es
la libertad. A veces es peor como coerción. Es lo que se llama por ejemplo el
Superyo.
P: ¿Lo que el sujeto no quiere reconocer tiene algo que ver con la castración?
Entonces, la cuestión es que yo estoy hecho por los otros, dependo de los
otros, lo que hago depende de los otros. Ni siquiera vale la pena hacer filosofía
con la alienación, la alteridad, habría que hablar de esto luego, pero con más
precisión. Son temas importantes que Lacan va a precisar, no es filosofía, es
psicoanálisis. Pero hay algo más simple: es que yo soy enteramente maniatado
por aquellos que me han formado. Entonces si uno está loco, si uno
desconoce, si uno dice: yo no quise nada de todo esto, yo soy bueno, todo lo
que yo hago está bien, la culpa es de los otros… Es difícil para cada sujeto que
deba tomar a su cargo todo lo que sufrió de los otros. Es eso lo que quiere
Freud: “Ahí donde eso era, donde yo estoy determinado, yo debo advenir.”
Quiero advenir responsable en tanto que sujeto, en tanto que sujetado/
dominado (assujetti). Quiere decir que debo devenir adulto.
Porque los niños, cuando nacen, cuando son pequeños, están locos, no se les
puede pedir que sean responsables; también son controlables porque son
físicamente frágiles, y hay que saber también que no hay que ser crueles con
ellos, hay que ser severos pero no crueles. No es lo mismo. Los niños están
muy interesados por la verdad, y “severo” quiere decir cortar con la verdad.
Para los niños, cuando un adulto es severo pero no cruel, es decir que dice
cosas que son asertivas, que corta, dice sí o no. No es quizás. Eso les interesa.
Lo que a lo niños no les gusta, como tampoco a los adultos, son los abusos. Hay
muchos locos que se abusan porque son adultos, son más fuertes que sus
hijos, y hacen pasar sus caprichos como la verdad.
Hay una noción extremadamente importante, los nombres del padre, son
significantes, banales para todo el mundo, pero excepcionales para el sujeto.
Pero a propósito de los nombres del padre, es la madre la que formula la
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Además está esta otra cosa extraordinaria que vemos todavía hoy en el
psicoanálisis, como si los niños aprendieran por imitación su lengua; todo lo
que es lingüístico, todo lo que releva del lenguaje, necesita que el niño invente
el saber para poder adquirirlo. Eso no es la muerte del padre, no es un
asesinato, no es un crimen. Uno no aprende nada si es obediente. Por otra
parte los niños se dan cuenta de eso muy bien, se lo ve muy tempranamente
en la escuela, los niños que son, digamos, comunes, se dan cuenta que los
chupamedias, los que quieren estar cerca del profesor, están locos. Y que los
que no quieren hacer nada, también están locos. Es una forma de
desconocimiento. Ser integralmente malo o integralmente bueno es una forma
de locura.
Es eso lo que dice Freud. Ahí donde estaba, completamente maniatado, puedo
advenir. Eso es lo que propone el psicoanálisis, que Lacan precisa, no hay que
ser un alma bella, hay que comprometerse, no desconocer, reconocer que
podemos hacer boludeces. No hay tribunal en psicoanálisis, no se le pide a la
gente que confiese sus pecados, sus estupideces. Foucault creía que se trataba
de la confesión. Eso es la teoría de San Pablo, del derecho paulino, que
conduce a la tortura por el hecho de que parecería que la confesión para San
Pablo produciría la sedación del crimen. Incluso el tribunal, como la puesta en
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no es todos esos modelos que Freud fue usando sucesivamente para poder
avanzar. Luego él abandonó ciertas construcciones porque había construido
nuevas. Así encontramos este texto de 1921, llamado “Del otro lado del
principio del placer”, donde va a descubrir la función de la repetición.
Todo el mundo, para tener aspecto de seriedad, quiere que la diferencia esté
marcada. Hay quien confunde esta cuestión con la cuestión junguiana; Jung va
a perderse en los arquetipos, en concepciones históricas pero confusas. Quiere
que todo eso permanezca en la cultura, pero que tenga cierto parecido con la
magia y con la brujería. Hay en él un fondo religioso, que no está en Freud, en
materia de sexo.
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Santo Tomás de Aquino marcó un corte con una nueva teología. Se pasa de
una teología de la esencia a otra de la existencia. Eso quiere decir que Dios
está en el mundo. Si Dios está en el mundo yo no tengo nada que hacer,
porque Él se ocupa de todo. Pero luego llega la teología de la existencia. Dios
existe, hizo el mundo y se retiró como un relojero que fabricó un reloj y se fue,
lo dejó andando. A partir de ese momento puedo estudiar matemáticas,
porque no van a cambiar de un momento a otro. No era el caso antes. Todo
eso Koyré lo cuenta muy bien. Él es quien habla del Dios relojero, que se vuelve
el Dios haragán, que se fue de vacaciones. El Dios del Shabbat, del “week-end”.
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Pero hay que avanzar sobre terrenos difíciles. La historia de Panofsky es muy
interesante, escribió cosas muy interesantes antes de abandonar. Sobre Aby
Warburg hay gente que todavía sigue escribiendo acerca de él, porque se dice
que hizo un análisis, que tenía problemas mentales, que era un enfermo
mental, porque no era conveniente para la universidad; como Kojeve, alguien
que trabaja independientemente de las instituciones, trabaja en función de sus
intereses, porque era un gran trabajador y un gran lector. Seguro, tuvo
problemas como todo el mundo, como Wittgenstein, no hay que ser un
enfermo mental para ser un genio. No son más enfermos mentales que los
otros, si nadie es normal. Lo importante es no estar loco. Creérsela. Creer que
hay que imponer algo, que todo lo que uno hace está bien. Si uno no está loco
puede darse cuenta que todo el mundo tiene dificultades para aprender, para
estudiar.
Los niños, desde muy pequeños, se dan cuenta. Ellos pasan por un período que
se llama agramatismo.
Para terminar voy a decir solo una cosita. ¿Dónde está hoy en día la biblioteca
de Aby Warburg? Cuando Aby Warburg vio el ascenso del nazismo en
Alemania, en Berlín, metió todos sus libros en cajas, llevó poco a poco todas
esas cajas hacia la costa, para poder cruzar hacia Inglaterra, en Dover, puso
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toda su biblioteca en sótanos, y se pasó toda la guerra yendo a ver si los libros
no se humedecían. Y después de la guerra los ingleses le consagraron un
edificio en Londres que se conserva todavía, e incluso crearon un puesto de
profesor que cambia cada año, en calidad de profesor visitante, y la biblioteca
Warburg está en Londres actualmente, siempre funciona, se enriquece todos
los días, pero encontramos de todo ahí.
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