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idlogo que presupone, por defini- una verdad anterior y superior a él. La Persona Humana y su dignidad absoluta e inalienable es el eje central de esta obra. Recorriendo sus dist partes, el autor nos lleva como de la mano en un camino progresivo e integrador de profundizacién de esta reali= | dad que funda y da vida al ethos humano, De esta manera, el Dr. Scarponi nos ofrece una verda- dera sintesisfilosofica sobre los fundamentos de la ética que, al mismo tiempo, constituye una iniciaci samiento ético. jwodreag ouagry sope) © oueUINE Sou I fica Fundamental, Carlos Alberto Scarponi El Ethos Humano Etica Filoséfica Fundamental 3A EDICION ‘Scarponi, Carlos Alberto EI Ethos Humano. - 1a ed. 2a reimp.- Ciudad Auténoma de Buenos Aires: Agape Libros, 2019, 278 p. ; 20x13 om. ISBN 978-987-640-481-5 1 Filosofia Cristiana. I. Titulo. cpp 210 © Agape Libros, 2017 ISBN: 978.997.640-481.5 Dis ydiggramacén: Equipo Editorial Agape 1 edicie septiembre de 2017 1 edicion la reimp: septiembre de 2018 1 ediein 2a reimp. agosto de 2019 ‘Queda hecho el depésito que establec la Ley 11.723 AGAPE LIBROS ‘av. San Martin 6863 {Adis} Ciudad Autonoma de Buenos Aires Sgape@agapeibron com ar wwwvwagapedibos.comar Iimpreso‘en Argentina - Printed in Argentina Queda prohibide, salvo excepcién prevsta en la ey, cualquier forma Digebdaeaie dsiibecle combrneas picky oteoraacon te et bmn sn contr con la aoriznion dels ttulares de propiedad Intlectual. La infec de Tos derechos menconados puede se cons- tiation de dito contra a propiedad intelectual Indice Provoco. a Dat AUTOR AL LECTOR wv EL Eros ata wuz DELLA VISION ANTROPOLOGICA INTEGRAL inns 19 CCONTEXTO ACTUAL DE LA REFLEXION ETC. 2 1, La libertad como un absoluto 2. Duda o negacién de la libertad. 3. Oscurecimiento de la conciencia. 4, Desafios actuales para la Etica Filos IntRopvucci6n 1. La Reaupap Enca (EL Ems) 1. Reflexion etimol6gico-simbélica: el Ethos como Morada humana Algunas precisiones Cuestién abierta... 2. Reflexién especulativa... 2. La REFLEXION SOBRE EL ETHOS = 1. Definicién y ubicacién de la Reflexion 1 Definicién. 2. Ubicncién dela ética enel saber flosifico sobre el hombre. 2. Caracteristicas y finalidad nnn 1. Caracteristicatnumou 2. Finalidad a 3, Momentos de la Reflexi6n Btica 3. Bt Métovo be La Rertpadn Ena... 1 La experiencia que el hombre tiene de 1. Experiencia de qué, el objeto de i experiencia 2. Concepto de experiencia. . 6 1 Ethos humano 3. Cus es el criterio de verdad de la experiencia que el hombre tiene de 4? vounsonS 4, ,Cémo es posible este acto de induct? vraoanounun8 2. Razin préctica, conocimiento moral y ética filos6fica... sono I. Punto de partida de la cuestiOn 60... 48 2. Unidad del intelecto humano xy distincin entre razén tebrica y ra26m prictiCt uo.n.A9 3. Reflexion Kitica y RevelaciGn divina, 51 1, Revelacién y competencia del Magisterio en cuestiones étces.. 51 2. Blo mora y su concn subjton de creyente en Ia Iglesia. EL Funbanento pet. Eros Humano El Ser Personal y su dignidad absoluta 1. Et Sm be ta Persona HUMANA. 1L La Persona Humana, principio de su obrar... 1. Como ser personal - 2. EL Yo human 3. El compuesto psicosomtico human concret .. 4. Conclusion 2. Como Sujeto finalizado e historico . 1. La persona como sujeto finalizado. 2. La persona como sujeto historic. 3. Como Sujeto que se realiza en el acto moral 2. LA DIGNIDAD ABSOLUTA DE LA PERSONA HUMANA... 11 Nocién genérica de dignidad .. 2. Dignidad de los seres no-personales. 3. Dignidad de la Persona Humana, 3. EL, FUNDAMENTO TILTIMO DE LA DIGNIDAD HUMANA 1. La contingencia metafisica de la Persona Humana. 2. Acto creativo y dignidad humana. 3. La Persona Humana creada en Cristo. 4. ApENDICE. El Fundamento de la Etica en el pensamiento de Enrique Dussel... Carlos Alberto Scarponi Dimension PERSONAL DEL EtH0s HuMANO Inrropucci6n, 87 1) La mepiacion La Persona estélamada a realizarse segiin su dignidad 91 1. EI valor moral soo 1. Caracteristias o propiedades del valor moral ot 2. El valor moral y los valores morales 94 3. Fundamento titimo de su normatividad incondicional etn 2. La conciencia moral. 9 1. La conciencia moral noRMAba .. 100 1. Elrol normativo de la naturaleza de la persona. 2. EL Codigo Genético Personal insrito en la Conciencia Moral sn O2 3. Universalidad e Inmutabilidad de las Normas Morales. . 4. El Conocimiento de las Normas Morales. 2. La conciencia moral NoRMATIVA 1. Concepto y definicién 2. Eljuicio préctico de conciencia 5 un juicio por inclinacién 3. Las evidencias del corazén y la universalidad del amor. 4, La Obligatoriedad-Normatividad del Juicio de la Conciencia.. 138 15 126 126 Az 133 5.La Libertad de Conciencia. 42 6.La Formacién de la Conciencia. “144 Il) La acruacion La actuacién del ser personal en el amo a7 1. La libertad. 1. El ato libre como elec del bien 447 2. Libertad y persona com autodeterminacin 150 3. Libertad y ser trascendente personal. 153 4, Libertad y condici6n humana integral. 55 2. Naturaleza y libertad wn. = 161 8 E1Ethos humano 1. Lanaturaleza humana como fuente viva del obrar personal 162 2. La libertad origen y término del obrar personal....165 3, El consentimiento al valor moral 474 1, Planteamiento de la Uesti6M rcncrnrnnnnannnnnnd TA 2. Eticn de la razén auténoma, normationo teleoldgica... ATB 3. Eticn de la persona que acta o personalisa.. 184 DIMENSION SociaL pet Entos HumaNo FUNDAMENTOS DE LA Erica SociaL, La actuacién de la persona junto con otros. 1. Persona v SociEDAD 1. Naturaleza social de la persona humana... 2. El bien comin. 3. Relacién paradéjica entre persona y sociedad .....209 2. EL omar con orkos Como CCONQUISTA COMUNITARIA DE LA LIERTAD 1. La persona humana llamada ala conquista de la libertad de autonomia 0.213 1. Aspiracién trascendental de la persona Inumana ‘ala libertad... 24 2, Aspiraciones connaturates y transnaturales de la persona humana a ta libertad. 216 3. El dinamismo de la libertad y Ins aspiraciones de la persona humana... 2. La comunidad, sujeto de la conquista de la libertad de autonomia relativa... 1. Lapersona Inemana, ser esencialmente comanitario. 2. Lacultura, obra de la comunidad de personas huumanas. 3. EL movimiento de progresion 0 desarrollo dela humanidad y de las comunidades humanas...229 1. La aspiracisn del hombre ‘ser tratado como una persona, 3, LA PARTICIPACION. 1. La participacion en cuanto propiedad della persona humana. jie 219 221 229 237 Carls Alberto Scarponi 9 2, Participacion, comunidad y bien comdn 241 3. Actitudes auténticas y no-auténticas, nn 4) Actitudes auténticas| 244 b) Actitudes no-auténtict...eu0ouonniononnnnansnn 2A 4) Consocio y pr6jitt0 .nounmenennenenneninannnann2T Dinesion Historico-Cutturat pet. Enos HuMANO FUNDAMENTOS DE FILOSOFIA DE LA HISTORIA EL hombre es un ser histérico-cultural. ES 1. LA ESTRUCTURA DEL TEMPO. 255 1. Sentido inteligible dela historia y sus diversos periodo: 2. Las leyes del desarrollo hist6rico-cultural 4) Ley del pasaje por diversos estados existenciales 0) Ley del progreso de la conciencia mortl.. ) Ley del pasaje de civizaciones sacrales ‘a civilizaciones secular. 4) Ley del acceso del pueblo ala adultez en materia politica y social. ©) La ley del acceso de la humanidad ala construccién de wna comunidad de pueblos... ‘P) La ley del pasaje de era terrenal ata era césmica, 261 262 263 64 2. Bx. Deal tsr6nico CONCRETO. 265 1 Ideal historico concreto yccielo o clima hist6rico, on 65 266 267 268 269 2. Lanocién de ideal hist6rico conereto enssi misma... 3. Ideal hist6rico concreto y utopia... 4. El ideal histérico concreto como mito hist6rico-primordial e imagen dinamica.. 5. El principio dinamico de un ideal hist6rico concreto.. 3, HACIA UNA CIVILIZACION UNIVERSAL DE DIMENSIONES COSMICAS, 1. Hacia una civilizacion planetaria universal. 2. Los primeros pasos de una civilizacion csmica universal Prélogo EL Ethos humano, Etica filosdfca fundamental es fruto del trabajo intelectual y docente del Profesor Pbro. Dr. Carlos Alberto Scarront en nuestra Facultad de Teologia dela Un versidad Catélica Argentina de Buenos Aires. Es una alegria para mf que uno de nuestros estimados pprofesores realice este aporte al claustro docente, especial- ‘mente alos alumnos, y me congratulo de esta iniciativa que sin duda seré también una contribucién al pensamiento filos6fico desde la perspectiva de un humanismo integral abierto a la trascendencia. EI Dr. Scarponi nos ofrece el intento de una sintesis filo- s6fica sobre los fundamentos de la ética que se nos propone como una iniciacién al pensamiento ético. Esta s{ntesis filos6fica sobre el ethos humano se encua- dra dentro de la corriente de pensamiento personalista, 1o cual constituye una aportacién al pensamiento filos6fico. La Persona Humana y su dignidad absoluta e inaliena- ble es, por tanto, el eje central de esta obra que le da su estructura y su unidad. Recorriendo sus distintas partes, el autor nos lieva como de la mano en un camino progresivo e integrador de profundizacion de esta realidad que funda y da vida al ethos humano. En primer Iugar, la parte més extensa del libro, desarro- Ila el estudio de la dimensién personal del ethos humano en la cual, de modo analitico, va desgranando los dos compo- nentes esenciales del obrar humano personal, el valor y la conciencia moral y la libertad, que nos presentan la praxis humana como fruto de un discernimiento practico y de una eleccién libre de la persona. 12 E1Ethos humono Eldiscernimiento préctico, con un andlisis del bien como valor moral y de la conciencia moral, se hace desde la recu: pperaciGn del conocimiento por inclinacién o connaturalidad constituyendo un aporte destacado de la obra para superar tanto la concepci6n racionalista como emotivista de él. Se trata de un conocimiento que no es conceptual y dis- cursivo sino en el cual la razén, actuando de modo practico, es guiada y movida a realizar juicios racionales por las incli- naciones naturales propiamente humanas y por la rectitud de la voluntad fruto del organismo virtuoso de la persona, Estos jticios racionales sobre el auténtico bien del hombre se expresan en normas morales que permiten la comunicacién del conocimiento adquirido por via de experiencia. De este ‘modo, la conciencia es presentada como un conocer con otros superando la visiGn individualista y colectivista de ella. El andlisis de la libertad nos presenta un estudio del obrar libre de la persona mostrando todas sus dimensiones en él implicadas como fruto de la interaccién concomitante del dinamismo viviente de la naturaleza humana y de la libertad de eleccién. Se desarrolla de modo claro y analitico Ia relacién entre la libertad y el organismo virtuoso de la persona. Se nos muestra de modo critico la corriente de la ética auténoma, normativa o teleol6gica, y la visién propia del autor, que es la ética de la persona que actia o persona- lista, desarrollada a la luz de la cuesti6n 18 de la lallae. de Ja Suma Teolégica de santo Tomas de Aquino. En segundo lugar, dado que cada persona humana exis- te y actiia con otros, se pasa al estudio de los fundamen- tos de la dimension social-comunitaria del ethos humano, a través de un andlisis de la relacién Persona y Sociedad ‘como fundamento del obrar comunitario como conquista de la libertad de independencia 0 de autonomia relativa, para terminar con la nocién wojtylana de participacién, que permite una comprensién més adecuada de la actuacién con otros en Ia cual y por la cual cada persona simulténea- mente se realiza a s{ misma y toma parte en la accién en ‘coméin y en los resultados de la misma. Carlos Alberto Scarponi 3 En tercer lugar, el autor introduce en la comprensién del ethos humano, uno de los aportes de la visién antropolégica de la modemnidad, la dimensién hist6rico-cultural de la per- sona humana, ya que el ser humano tanto a nivel personal ‘como comunitario es por naturaleza un ser llamado a desa- rrollarse progresivamente y se realiza a lo largo del devenir historico. Es el aporte de ia Filosofia de la Historia y de la Cultura como parte de la Etica Filoséfica en la cual el obrar ‘humano es considerado en su titima concreciGn que es la de Jos acontecimientos histéricos en su sucederse en el tiempo. El autor desarrolla las nociones basicas de esta dimen- sign del ethos humano a partir de la comprensién de la es- tructura del tiempo, ya que la historia humana posee un sentido inteligible del que es posible tener un cierto conoci- miento, y de la nocién préctica 0 ética de ideal histérico con- creto, para terminar proponiendo como orientacién rectora y animadora de la vida de la humanidad en la actualidad la ‘onstruccién de una civilizacién fraternal de hombres libres, de proporciones universales y césmicas. Mis allé de la estructura y del contenido de la obra del Profesor Scarponi, quisiera poner de relieve la importancia de esta contribucién para asumir, con fundamentos filosofi- cos que se correspondan con la fe y la doctrina de la Iglesia, los ingentes desafios que nos presenta la actual situacion cultural y eclesial Entre ellos, tal vez. el més fundamental sea el relativis- ‘mo, para el cual no existe una verdad objetiva que sea luz, de la raz6n y sentido de la libertad por su propia realidad intrinseca. Se habla cada vez mas de consenso y de diélogo, pero se olvida con frecuencia que el consenso es fruto de un dié- logo que presupone, por definicién, una verdad anterior y superior a él En efecto, no hay didlogo sin una verdad que compartir y el consenso nunca puede ser creador de la verdad. No es €l caso, aqui, de desarrollar extensamente la problematica 4 E1Ethos humano implicitaa la que, en gran parte, responde la obra del propio Scarponi. Pero es indispensable comprender que hay ciertos pares que componer: libertad y verdad; verdad y amor. La libertad humana exige un horizonte de verdad en el que desplegarse. Verdad sobre Dios, sobre el hombre y sobre el mundo. La libertad no crea la verdad sino que la asume una vez descubierta por la razén que tiende a ella por su propio dinamismo, Otro tanto sucede con el amor. ‘También el amor exige la verdad (Caritas in Veritate y Veri- {as in Caritate), Un amor sin verdad queda reducido a puro sentimiento y el conjunto libertad, amor y verdad~ recla- ‘man al ser como fundamento ultimo. ‘Nuestra cultura ha perdido en gran medida la confianza enla razon y su capacidad de arrancar ala realidad su ver- dad més pura, esa que es constitutiva de su propio ser. La ‘modernidad exalta la importancia del sujeto, la libertad y la verdad. Esa es su gran contribucién. Pero, en parte, niega Ja metafisica con lo que, al cabo, la verdad no puede ir més alla de la subjetividad y el ser que la sustenta queda, de este ‘modo, totalmente fuera del alcance de la raz6n humana. El paso decisivo lo dio, en la modernidad, Kant, quien cierra para la raz6n el acceso a la metafisica y reduce lo objetivo alo que él lama objetividad trascendental que, en definitiva, es una objetividad condicionada siempre por el sujeto y, en la misma medida, una falsa objetividad, Ensu conocido opsisculo Respuesta ala pregunta qué sla Ihs- fracién expresa un entusiasmo casi ingenuo en el poder de la raz6n. El futuro no podria ser, recuperadas para el hombre la libertad y la razén ya liberada de toda oscuridad, sino promi- sorio, Desgraciadamentela historia puso de relieve lo contrario. Se desarrollaron de manera acelerada la ciencia y la téc- nica. Pero la sola raz6n técnica es incapaz para fundamen- ‘tar una vida y para garantizar un desarrollo verdaderamen- te humano, ala altura del hombre. La revolucion industrial del siglo XIX y las grandes guerras del XX dieron paso a ‘un pesimismo que empujé a la propia filosofia a desconfiar Carlos Alberto Scarponi 18 de la raz6n y a perder el coraje de hacerse las dltimas pre- guntas acerca de Dios, del hombre y del mundo, de acceder a la cumbre del conocimiento que solo se alcanza ~huma- namente hablando- con la metafisica. De este modo la lla- mada postmodernidad dej6 paso al sentimiento y encerré al hombre en el circulo sin salida de su propia inmanencia. ‘Cuando desde el ambito de la raz6n se pasa al de la ética, también se constata, en ocasiones, que no se logra compo- ner un par indispensable: la ley y la conciencia. Ciertamen- te la conciencia es la norma iiltima de la moralidad. Pero ella no puede, por definicion, determinar la ley sino que la presupone y debe estar dispuesta a descubrir su verdad normativa. Detrés de esto se encuentra un olvido lamenta- ble: la ley natural o cédigo genético personal" que, capaz. de ser descubierta por la raz6n, constituye la diltima garantia de la recta conciencia y cierra, de este modo, el paso a cualquier facil positivismo jurfdico que, en iltima instancia, funda el derecho en el consenso subjetivo de una comunidad 0 de un grupo de legisladores. Este trasfondo, que no he pretendido sino brevemente esbozar, se encuentra explicita o implicitamente contenido en a obra del Profesor Scarponi. Por ello quisiera subrayar Ia importancia de su contribucion. Si hay algo que afianzar ‘de modo especial en esta cultura de lo subjetivo, de lo relati- vo y del predominio casi absoluto de la razén instrumental ¢s, justamente, la ética. En efecto, se corre el peligro de pen- sar que todo lo que es tecnolégica o cientificamente posible de hacer es licito que se haga. Por lo mismo, la racionalidad ylaapertura a la metafisica y -en el campo teligioso—a Ia trascendencia se convierte en iin imperativo ineludible. Quisiera coneluir esta presentacién con algunos concep- tos del Papa Benedicto XVI en su Enciclica Caritas in Veritate ‘ xpresion que propone el autor por considerarla més accesible a la mentalidad contemporénea ala hora de facilitar la comprension de la realidad que se significa cuando se habla de ley natural 16 EI Ethos humano (2009), Allf el Pontifice -hablando de la globalizacion- expre- sa: «La verdad de la globalizacién como proceso y su criterio 6tico fundamental vienen dados por la unidad de la familia humana y su crecimiento en el bien. Por tanto, hay que esfor- zarse incesantemente para favorecer una orientacién cultural personalisia y comunitaria, abierta a la trascendencia, del proceso de integracién planetaria» ~y agrega- que «a pesar de algunos aspectos estructurales innegables, pero que no se deben ab- solutizar, “la globalizacion no es, a priori, ni buena ni mala. Serd lo que la gente haga de ella». Y concluye: «Debemos ser sus protagonistas, no las victimas, procediendo razonable- ‘mente guiados por la caridad y la verdad» (CV 42). Estoy convencido de que esta valiosa contribuci6n a la ética filoséfica sera una guia segura para todos aquellos {que estén interesados en comprender adecuadamente y dar Ja respuesta necesaria a las demandas que los hombres de nuestro tiempo hacen a los cristianos siempre lamados a dar razon de su esperanza y de su fe. San Miguel de Tucumén 19 de julio de 2017 + Alfredo Horacio Zecca ‘Arzobispo Titular de Bolsena Del Autor al Lector El presente libro, que pretende ser un esbozo de un Ma- nual de Btica Filos6fica Fundamental, es el fruto de mi tarea docente en este ambito desde el afio 1984 hasta la actualidad. Me dirijo ante todo a los alunos de fica Filoséfica de la Facultad de Teologia de la Universidad Catélica Argen- tina de Buenos Aires con el fin de facilitarles un material de estudio. Por eso hay algunas breves referencias a la Teolo- gia Moral para indicar el vinculo entre ambas disciplinas. A su vez, dado que cuando me inicio en mi tarea docen- te en la Facultad de Teologia se me encarga volver a dar el tratado de Etica Filosofica Fundamental, que durante mu- chos afios se habia dejado de enseftar, es también mi deseo que este libro sea un aporte al ambito de la Etica Filoséfica en sf misma mas alla de la Facultad de Teologfa La parte mas extensa y densa es La Dimensién Personal del Ethos Humano con la cual se inicié la materia, Posterior- mente fui desarrollando las otras partes del Ethos Humano, He privilegiado dar una visién de conjunto de la Etica Fi- los6fica Fundamental segiin mi punto de vista y mi elabo- raci6n personal y no desarrollar més analitica y detallada- ‘mente cada uno de los temas. Siendo una iniciacién al misterio del Ethos Humano, espe- ro que este libro proporcione al lector la luz. que ilumine y aliente su vida cotidiana con la esperanza de sumarse a Ia obra comiin de construir una existencia mas humana, justa y fraterna, EI Ethos a la luz de la visién antropolégica integral A la luz de la perspectiva abierta por la filosofia moder- nna que completa la concepcién medieval, la visi6n integral del ser humano a podriamos sintetizar diciendo que el hombre es un animal racional, politico ehistérico-cultural. Estas tres dimensiones de la visién integral del hombre son el fundamento y el origen de cada una de las dimensio- nes del ethos humano que en la realidad, si bien las distin- guimos, se dan inseparablemente unidas: (1) En cuanto animal racional hablamos de la dimen- sidn personal del ethos humano. @)En cuanto animal politico hablamos de la dimen- sin social del ethos humano que implica la fami- lia y la comunidad politica @) En cuanto animal hist6rico-cultural hablamos de Ia dimensi6n hist6rico-cultural del ethos humano. Estas tres dimensiones del ethos, que distinguimos pero que no separamos, se organizan segiin la logica de tres cir- culos concéntricos que dependen reciprocamente uno del otro. En el centro est el ethas personal, ya que la persona humana y su dignidad absoluta e inalienable es el funda- mento de todo. Luego viene el segundo circulo que es el ethos social, ya que la persona humana existe y acti junto con otros. Por tiltimo, en tercer lugar se da el ethos histéri- co-cultural, ya que la persona humana es un ser hist6rico Porque posee una naturaleza que de suyo es progresiva, es decir, que se va revelando y realizando a lo largo del deve- nir hist6rico. 20 E1Ethos humano Estas tres dimensiones del ethos del hombre constitu- yen, en sentido propio, la cultura: éta no es mas que el dese rrollo ético del hombre en cuanto persona, en cuanto comunidad yen cuanto ser que se realiza en el devenir historico. La filosoffa de la cultura y la filosofia de Ia historia es parte integrante del conjunto de la filosofia moral, o mejor, del momento moral del pensar filos6fico sobre el hombre y el cosmos. En este sentido, la filosofia moral o ética esta con- figurada pot la reflexin sobre el obrar humano en cuanto actuaci6n de la persona que se autodetermina segtin su dig- nidad personal, en cuanto actuacién que realiza junto con otros, y en cuanto actuacion personal y colectiva del hom- bre como causa y efecto del desarrollo de la humanidad en Ia historia. En conclusién, el momento moral o ético del pensar fi- Toséfico se articula en tres consideraciones inseparables y complementarias sobre el obrar inumano: la consideracion personal, la social y la hist6rico-cultural. En nuestro estu- Gio vamos a seguir estos tres pasos en orden a lograr una sintesis sobre la filosofia moral. {Cus seré la perspectioa propia de nuestro estudio? La perspectiva desde la cual vamos a adentrarnos en el mis- terio del obrar humano sera siempre, en primer lugar, la del sujeto que actia, es decir, la de la primera persona: se trata del punto de vista del hombre que acta, quien siempre lo hhace en pos de un bien y, dado que en su tendencia al bien no quiere ser engafiado, busca To que es bueno de verdad, el bien auténtico. Esta perspectiva clave y fundamental sera comple- ‘mentada con la de la interpersonatidad, es decir, Ia de la segunda persona: el hombre, en cuanto persona que actta, lo hace siempre en relacién a otra persona humana en la intencionalidad de llegar a 1a comunién de personas; y es en esta interpersonalidad del obrar humano donde surge propiamente la percepci6n y la realizacién del bien auténtico. Contexto actual de la reflexion ética* 1, La libertad como un absoluto En algunas corrientes del pensamiento moderno se ha Iegado a exaltar la libertad hasta el extremo de conside- rarla como un absoluto que seria la fuente de los valores. Enesta direccion se orientan las doctrinas que desconocen el sentido de lo trascendente o las que son explicitamente ateas, Se atribuye a la conciencia individual las prerrogati- vvas de una instancia suprema del juicio moral, que decide categorica e infaliblemente sobre el bien y el mal. Al presupuesto de que se debe seguir la propia concien- cia se ha afadido indebidamente la afirmacién de que el ju cio moral es verdadero por el hecho mismo de que proviene de la conciencia, De este modo, ha desaparecido la necesa- ria exigencia de verdad en aras de un criterio de sinceridad, de autenticidad, de acuerdo con uno mismo, de tal forma que se ha legado a una concepcién radicalmente subjetivista del juicio moral. Como se puede comprender inmediatamente, no es aj na a esta evolucién Ia crisis en toro a la verdad. Abando- nada la idea de una verdad universal sobre el bien que la razén humana pueda conocer, ha cambiado también inevi- tablemente la concepcién misma de la conciencia: a ésta ya no se la considera en su realidad originaria, 0 sea, como acto de la inteligencia de la persona que debe aplicar el conoci- miento universal del bien en una determinada situacion y expresar asf un 2 Sigo en parte a Juan Pablo II, Enciclica Veritatis splendor 31-33. 2 Ethos humano elegir aqui y ahora; sino que més bien se esté orientado a conceder a ia conciencia del individuo el privilegio de fijar, de modo auténomo, los criterios del bien y del mal, y actuar en consecuencia, Esta visi6n coincide con tna ética individualista, para la cual cada uno se encuentra ante su verdad, diversa de la verdad de los demés. El individualismo, llevado a las ex- tremas consecuencias, desemboca en la negacién de la idea misma de naturaleza humana. Estas diferentes concepcio- nes estén en la base de las corrientes de pensamiento que sostienen la antinomia entre ley moral y conciencia, entre naturaleza y libertad. 2. Duda 0 negacién de la libertad Paralelamente a la exaltacion de la libertad, y parad camente en contraste con ella, la cultura moderna pone ra- dicalmente en duda esta misma libertad. Un conjunto de disciplinas, agrupadas bajo el nombre de ciencias humanas, han llamado justamente la atencién sobre los condicionamientos de orden psicol6gico y social ‘que pesan sobre el ejercicio de la libertad humana. El cono- cimiento de tales condicionamientos y la atencién que se les presta son avances importantes que han encontrado aplica- cién en diversos émbitos de la existencia, como por ejemplo en la pedagogfa o en la administracién de la justicia. Pero algunos de ellos, superando las conclusiones que se pueden sacar legitimamente de estas observaciones, han llegado a poner en duda o incluso a negar la realidad misma de la libertad humana. Hay que recordar también algunas interpretaciones abu- sivas de la investigacion cientifica en el campo de la antropo- logia cultural. Basdndose en la gran variedad de costumbres, habitos e instituciones presentes en la humanidad, se Tlega a conclusiones que, aunque no siempre niegan los valores Ihumanos universales, s{ llevan a una concepcién relativista de la moral: los valores morales son relativos a cada cultura. Carlos Alberto Scarponi 2 43, Oscurecimiento de la conciencia A causa de la influencia de factores de orden cultural e ideol6gico, el contexto en el cual nos encontramos hoy es el de una situacién de pérdida y confusion: se ha perdido la evidencia originaria de los fundamentos del ser humano y de su actuar ético. Se trata de un oscurecimiento de la con- ciencia personal y colectiva que ha caido en el escepticismo y el relativismo antropol6gico y ético, por lo cual los hom- bres no nos podemos poner de acuerdo en el discernimien- to sobre lo que el hombre es y esta llamado a ser. Esto ha Ilevado al hecho de que es la humanidad 0 la sociedad o la mayoria de los ciudadanos quienes se con- vierten en Ia fuente iiltima de la ley civil basados en una concepcion positivista del derecho, lo cual condiuce a que no se busque el bien, sino el poder 0 el equilibrio de pode- res. En la rafz de esta tendencia se encuentra el relativismo ético, que algunos ven como una de las condiciones princi- pales de la democracia, porque el relativismo garantizaria Ia tolerancia y el respeto reciproco de las personas. Si esto fuera asi, la mayoria de un momento se convertirfa en la fuente tiltima del derecho. Pero la historia ensefia con gran claridad que las mayorfas pueden equivocarse. La verda- dera racionalidad no queda garantizada por el consenso de tuna mayorla, sino solo por la transparencia y rectitud de la razon humana ante Ia Raz6n creadora y por la escucha de esta Fuente de nuestra racionalidad, 4. Desafios actuales para la Etica Filoséfica Esto nos lleva a contextualizar nuestra reflexi6n ética ante dos desafios que me parecen fundamentales: redescu- brir la auténtica concepcién de libertad y de raz6n préctica ‘oconciencia para poder fundar el vinculo recfproco que exis- te entre a libertad y la verdad. Redescubrir la libertad y la raz6n practica desde la per- sona que acttia constituye la tarea fundamental que la Etica 2 1 Ethos humano Filoséfica tiene hoy para poder poner las bases sélidas y autenticas de la vida moral de los hombres. ‘Assu vez, dado que este libro se da en el contexto mas, inmediato de la formacién teolégica, estos desafios nos ubican ante uno de los principales problemas actuales que plantea el Papa Juan Pablo Il en la enciclica Veritatis splen- dor, dedicada a la Teologia Moral Fundamental, que es la ruptura del nexo entre libertad y verdad. Este problema es de orden principalmente filoséfico y se refiere a la crisis de Ia posmodernidad que, al conside- rar que no es posible ningiin acceso por parte del hombre una verdad universal y permanente, abandona la libertad al arbitrio subjetivista y alcanza a proponer como remedio para la ética publica solamente procedimientos contractua- les (ética del consenso). En este sentido, nuestro principal proposito seré inten- tar refundar el nexo reciproco entre libertad y verdad por medio del redescubrimiento de la concepcién auténtica de Ia libertad y de la razén practica. InTRODUCCION 1. La Realidad Etica (El Ethos) 1. Reflexién etimolégico-simbélica: el Ethos como Morada humana Lapalabra fina, del griego ethos viene de ethea, que sig- nifica: casa, morada habitual, residencia, habitacién, aplica- da tanto a los animales como a los hombres. Ya Arist6teles habia seftalado una ambigtiedad origina- ria en el vocablo griego ethos, ambigdedad que es retomada por santo Tomds en su Comentario a la Etica a Nicémaco (L. I, lec. 1, 247): hay una semejanza entre ethos con la epsilon que significa modo de ser 0 virtud moral y ethos con la eta que sig- nifica costumbre, hdbito; en este diltimo sentido, etlios como hibit, habituarse, se refiere mas profundamente a habitar, a morada, Asi pues, el ethos del hombre indica stu morada, el lugar donde Habita, su casa Cuando nos referimos a la casa del hombre, a su morada habitual, nos referimos a una realidad compleja compuesta de diversos elementos; zqué nos significa decir y pensar la casa del hombre? Por ejemplo: la morada habitual de Juan 0 de la familia de Juan o del pueblo y nacién de Juan? Nos significa tres cosas. Lo primero que nos sugiere el observar la casa de Juan, su casa material, es el modo como est construida desde su estilo arquitect6nico hasta los materiales empleados~, lo cual nos lleva a pensar en el trabajo, en aquella actividad por medio de la cual hizo su casa de este modo preciso y determinado. Asi tenemos el primer elemento de la casa del hombre que esta constituido por el mundo del trabajo, es de- cit, por el modo como el hombre concreto s¢ relaciona con el ‘mundo material, con las cosas (es el ambito del trabajo, de la economia, la técnica, las artes, etc.). Es el Ambito del hacer. 28 E1Ethos humano Observemos que del significado etimolégico de ethos como casa, morada habitual del hombre, pasamos a su sig- nificado simbético. Lo segundo que nos sugiere el observar la morada ha- bitual de Juan es su modo de organizar Ia convivencia inter- personal, es decir, su modo de relacionarse con los otros: su vida de familia, de ciudad, de pueblo y de nacién. EI no construye una morada para si s6lo, para vivir aislado, sino para vivir com otros. Es el Ambito de lo social-comunitario Lo tercero que nos sugiere la morada habitual de Juan es su modo de relacionarse con lo Absoluto, es decir, su religin. Reserva lugares, construye casas, que no son de nadie en particular, sino que son de todos los miembros de la comu- nidad porque en ellas todos se congregan en torno al Abso- Tuto, al Seftor de todos. Es el ambito de lo religioso. ‘Tenemos asf los tres émbitos del ethos, de la morada ha- bitual del hombre: sw modo concreto, hist6rico, de relacionarse con el mundo material, con Tos otros y com lo Absoluto, Por otra parte, en el ethos o casa del hombre descubri- ‘mos como una estructura fundamental que se da en todos sus Ambitos: en primer lugar, la actividad por la cual el hom- bre construye, mantiene y reforma su morada; en segundo ugar, el modo segin el cual construye su morada y que le imprime un estilo propio y personal; en tercer lugar, Ia casa en cuanto producto realizado por la actividad humana con su estilo propio. Estos tres elementos, la actividad, el modo de obrar y la casa realizada, estén inseparablemente referidos a la Per- sona Humana en cuanto principio y término de ellos; en cuanto principio, ya que todos ellos tienen su origen en la Persona; en cuanto a su término, ya que todos ellos tienen ‘como finalidad a la misma Persona. Es por eso que tanto Ja actividad, el modo de obrar y la morada realizada son ceaxpresin y realizacién integral de ia Persona Humana. Estos tres elementos, que constituyen la estructura fun- damental corresponden respectivamente: la actividad al Carios Alberto Scarponi 9 (Obrar Humano o Praxis del hombre en cuanto hombre; el modo de obrar a la cualidad del obrar humano que e3 el Valor Moral, que es la Dignidad de la Persona Humana; y Ja casa realizada a lo actuado que es la Autorrealizacion de si del hombre por medio de su obrar personal, que son los Hébitos 0 Actitudes que se constituyen en la morada espiri- tual de la Persona. La Persona habita en sus hdbitos. De este modo, a interpretacién simbélica de ethos como «asa 0 morada habitual del hombre se nos presenta como una nica Casa, un Unico Ethos formado de dos dimensiones la Fundamental y la Particular: ELEthos Fundamental: -el ObrarHumano, la PraxisHumana ~ el Modo de Obrar: el Valor Moral - lo Realizado: los Habitos-Actitudes EL Ethos Particular: Jos Ambitos - relacion con el Mundo material -relacion con los Otros -relaci6n con lo Absoluto La Reflexion Etica, siendo un sélo saber, se articula en dos ‘momentos: la Etica Fundamental y Ja Etica Particular. No- sotros nos ocuparemos solamente de la Etica Fundamental. Algunas precisiones + El elemento cualificador-especificador del ethos huma- no, de la morada humana est dado por el modo de obrar propiamente humano, que es un obrar racional, y 1o propio del obrar racional es actuar segiin un orden. Y esto es preci- samente el obrar ético, la ética: el orden racional inumano de la morada en la que habita la persona humana, pero no como tun orden dado-metafisico, sino como un orden a construir, a realizar por la persona humana en y por su obrar personal a partir del orden dado-metafisico. De donde procede este orden racional? Procede de un cen ‘troal cual todo se refiere en la morada del hombre, de tal modo 30 E1Ethos humano que podemos decir que el hombre, en sitimas, habita en ese centro, {Cul es ese centro ordenador de la morada humana? Dado que la morada es la de la persona humana, dicho centro ordenador se debe referir a ella en cuanto tal. Lo que se refiere a la Persona Humana en cuanto tal es solamente el amor, ya que el hombre, por el hecho de ser persona, s6lo puede ser objeto de Amor y s6lo puede revelarse y realizar- se por el Amor y en el Amor. Si la Btica es el orden de la morada humana y si ese or- den emana del centro de la motada que es el amor, con- cluimos que In ética es el «ordo amoris» en cuanto morada del hombre (san Agustin), el orden del amor. Por lo tanto, la Ktica es el obrar racional que tiende a establecer un Orden Racional, pero este orden no es racio- nalista sino que es el orden del amor, fundado en la verdad acerca del hombre, que constituye tna morada en la cual Ia Persona Humana es amada y respetada en si misma y por si misma, es decir, se siente en stt casa, en stu Ethos, se siente feliz + Pero este Orden del Amor gc6mo lo descubre y lo construye cada persona humana? En su Etica a Nicémaco, Arist6teles se refiere a la importancia de una comunidad, de una sociedad de amigos, para formar al sujeto moral, es decir, para que cada persona se pueda desarrollar segiin el Orden del Amor. Los comentaristas notaron que al co- mienzo del libro 8, se puede ver un giro en el pensamien- to de Aristoteles: afirma que la polis ya no es el lugar de esa camaraderfa politica capaz de proveer una educaciGn a cada persona para que pueda llevar una vida buena segtin el Orden del Amor. Esto se debe a que en la polis falta un acuerdo fundamental sobre el Bien: cada uno vive como le parece y segtin le gusta, Por eso, Arist6teles busca un nuevo hogar, una nueva morada para la ética, y lo encuentra en a camaraderia con aquellos que aman el verdadero Bien y se apoyan y se ayudan mutuamente en esta bisqueda, son Jos amigos. No podemos llegar a ser buenos sin amigos, no podemos vivir segiin el Orden del Amor sin amigos. Carlos Alberto Scarponi a Por eso, la primera y fundamental eleccién moral en. la vida de cada persona es la eleccién de los amigos. En esta eleccién de los amigos se elige simulténeamente, en alti- ‘ma instancia, el bien que une a las personas en la amistad y que da contenido a esa amistad. La amistad se construye a través de la experiencia de un encuentro en el que se vis- lumbra la promesa de la realizaciGn personal. La primera y fundamental comunidad de amigos esté llamada a ser cada familia en cuyo seno nace y crece cada persona humana. Por eso, la familia es la primera y fundamental morada del Ethos humano. + Este Orden del Amor y esta Morada que esté llama- da a ser ante todo cada familia, en dénde encuentran su fundamento iiltimo? Eréclito tiene una famosa definicién sobre el ethos humano: Ethos anthropo daimon, donde la pa- labra daimon en la literatura griega antigua significa Dios.? La traduccion de la definicién de Eréclito seria: El ethos del hombre es Dios, o también, segin Heidegger: El hombre, en cuanto hombre, tiene su morada cerca de Dios (en la casa de Dios). Esta cercania 0 proximidad es relacién del hombre con Dios, lo cual se funda en la originalidad ontolégica del hombre en cuanto ser personal, es decir, capaz de relacién in- {erpersonal de conocimiento y de amor. Es en razon de esta originalidad ontol6gica que el Hombre en cuanto Persona ha sido amado en si mismo y por si mismo en el acto creativo por Dios, por eso, encuentra su morada (ethos) en el amor, es decir, en Dios (volveremos a retomar todo esto). Cuestion abierta Dijimos que el centro de donde emana el orden ético es el, amor porque ha sido el amor sabio de Dios el que ha consti- tuido a la Persona Humana en cuanto tal en el acto creativo. Elacto creador visto no s6lo desde la razén filoséfiea sino des- dela revelacin se nos manifiesta en toda su verdad. 5 Olivier Cuts, Sobre el Hombre, Encuentro, Madrid-1983, p. 6. 2 E1Ethes humano La revelacién nos ensefia que en el acto creativo Dios ha amado al hombre en Cristo; por eso el centro en torno al cual el hombre edifica su morada es Cristo, es el amor de Dios manifestado en Jesuecristo, De aqui que la Etica esta in- ‘rinsecamente ordenada a la Teologia Moral, y, a su vez, la Teologia Moral supone, asume y completa la Etica. La Etica parte de lo humano para encontrar su fundamento altimo en Dios. La Teologia Moral, a la inversa, parte de Dios, de su Revelaci6n en Cristo, para iluminar lo humano, su voca- ion integral, plena y definitiva. 2. Reflexién especulativa La pregunta que nos hacemos es: cual es la realidad que significamos cuando decimos ética?; ;qué es lo ético?; zcul es el objeto de nuestra reflexion ética? Para responder partimos de la constatacién de una rea- lidad que se da de hecho: habitualmente, cuando hablamos de ética, de moral (las usamos como sinénimos) lo hace- ‘mos en referencia exclusiva al Hombre. Por eso, aunque no precisemos qué es la ética, partimos del hecho que lo ético se refiere en exclusividad al Hombre; en el conjunto de los seres del tinico que se predica lo ético es del Hombre. Tenemos ya una primera conclusién: la realidad que significamos cuando decimos ética se refiere en exclusivi- dad al hombre, por eso, el objeto de estudio de la ética es el Hombre. Al decir esto nos referimos al Objeto Genérico de nuestra reflexién. 2Cual es el Objeto especifico, es decir, bajo qué aspecto especifico estudiamos al Hombre en Etica? Muchas son las disciplinas que tienen al Hombre como objeto de estudio y cada una bajo una 6ptica espectfica diversa (la biologfa, la ‘medicina, la psicologia, la sociologia, la antropologta, etc) En el saber filos6fico se lo estudia al Hombre en la An- tropologia; en esta disciplina se Io estudia en su ser, cul es el ser del Hombre, es decir, su estructura ontolégica. Al comparar al hombre desde el punto de vista de su ser Carlos Alberto Scarponi 3 con los demds seres del mundo visible surge una verdad: el hombre se distingue absolutamente de todos los demas seres porque éstos son seres no - personales, mientras que el Hombre es el tinico que por su naturaleza espiritual perte- rece al Ambito de los seres Personales: el Hombre es persona. En Antropologia Filoséfica se estudi el Ser del Hombre en cuanto que es Persona, es decir, su estructura metafisica, su acto primero de ser que coloca al hombre en un determinado grado de ser, de perfeccion en el conjunto de los seres visible. Ahora, en continuidad con lo estudiado en Antropolo- fa, debemos reflexionar sobre la Persona Humana en su. ‘cto segundo por el cual y en el cual esté Hamada a alcanzar toda la perfeccién y plenitud de ser que le es debida; este acto segundo es el obrar de la Persona Humana, su actuar, su praxis. Por lo tanto, el objeto de la Etica es la Persona Humana que por ser tal exige que se realice y perfeccione plenamente en su ser personal por medio de sti obrar; la Persona Huma- nna debe llegar a ser plenamente lo que es por medio de su obrar; por eso la ética es el estudio del obrarIuamano en cuanto que es expresion y realizacién plena de la Persona Humana. Dicho de otro modo: dijimos que la Btica designa una rea- lidad propia y especificamente humana; dijimos, en Antro- pologia Filos6fica, que lo propia y espectficamente humano es el hecho de que el hombre, por ser espiritual, es el tnico ser que es persona; por lo tanto, la realidad que designamos cuando decimos ética es el obrar lazmano en cuanto expresién y realizacion del ser de la Persona Humana, es decir, vamos ‘a estudiar el obrar humano desde el punto de vista de su re- lacién con la Dignidad del Hombre por ser Persona. 2. La reflexién sobre el Ethos 1. Definicién y ubicacién de la Reflexién Etica 1. Definicién La Btica, se ocupa de la moralidad en cuanto cualidad exclusiva del obrar humano en cuanto humano, es decir, en cuanto realizado libremente por la Persona y en orden a su plena realizacién; la moralidad del obrar humano en el sentido que dijimos determina que los actos humanos se dividan en buenos y en malos. La bondad y la malicia de los actos humanos es adverti- da de modo natural por el hombre; partir desta adverten- cia natural se suscitan en el hombre diversos interrogantes, a los que intenta responder: gqué es el bien y el mal?, zpor qué este acto es bueno y este otro malo?, ete. La respuesta a estos interrogantes a llevado al hombre al estudio ordenado y sistemético de los actos humanos en lo que hace a su bon- ad o malicia, dando lugar ast a la reflexién ética Por Io tanto, la Etica es la parte del saber filos6fico s0- bre el Hombre que estudia la moralidad del obrar humano, es decir, considera los actos humanos en cuanto que son ‘buenos 0 malos, en cuanto que realizan 0 no - realizan a la Persona Humana. El objeto genérico 0 material de la Etica son los actos huma- nos que es el obrar libre y deliberado de la Persona; es por es0 que los actos llamados del hombre, que no son libres, no son objeto del estudio de la ética! “Por ejemplo, nuestros actos fisiolégicos “la respiracién, el fun- cionamiento del coraz6n, la digestion, etc, son propios del hombre, 36 EI Ethos humano El objeto especifico o formal de la Etica, es decir, el punto de vista bajo el cual estudia los actos humanos, es el de la moralidad o rectitud moral. Por ahora basta que distinga- ‘mos la bondad o rectitud moral de la bondad o rectitud on- tolbgica (en cuanto que es), de la bondad o rectitud técnica (en cuanto que es itil) y de la bondad o rectitud placentera (en cuanto que causa placer). 2, Ubicacién de la ética an el saber filoséfico sobre el hombre El saber filos6fico de Ja Persona Humana tiene tres mo- mentos complementarios que se deben recorrer para tener tuna visin integral de la misma: a) su ser; b) su obrar 0 de- ber ser; c) sus derechos y sus deberes. Del ser de la Persona Humana se trata en la Antropologfa Filosofia, Del obrar 0 deber ser se trata en Etica Filos6fica. De los deberes-derechos se trata en la Filosofia del Derecho. Estos tres momentos del saber filos6fico sobre el hombre se integran y completan mutuamente ya que uno se funda en el anterior y a su vez lo completa. Asi, en Antropologia se estudia cl ser primero de la Persona Humana. En Etica se estudia el ser segundo de la Persona, es decir, su ser primero en cuanto que es determinado por su obrar personal. Del ser dle la Persona de- terminado por su propio obrar surgen sus deberes-derechos, de aqui que la dimensi6n juridico-legal del hombre es intrinseca 1 su ser determinado por su obrar, pertenece a Ia Persona en cuanto tal, por lo tanto no es algo extrinseco al hombre, sino que ‘esuna dimension fundamental de su ser y de su obrar’ ‘Pero no son humans en cuanto que no son deliberados y libre- ‘mente realizados. = Por ejemplo, toda persona concreta en cuanto tal es sujeto de de- eres y derechos fundamentales, Si esa persona es un varén y lx ‘bremente se une en matrimonio con una mujer, esta accién delibe- rada cualifica su existencia concreta haciéndola sujeto de deberes y derechos conyugales y familiares. Carlos Alberto Searponi 37 2. Caracteristicas y finalidad 1. Caracteristicas La itica es una ciencia préctica de carécter filosfico. a) es ciencia debemos distinguir tres modos de conocimien- to ético: el conocimiento espontneo, prudencialy el cientific. ») es pnictica: «La ética es una ciencia préctica, porque no se detiene en la contemplacién de la verdad, sino que aplica ese saber a las acciones humanas» (Santo Tomas, De Virt in comm. q. 1, a6, ad 1). Se ocupa de la Praxis Humana, del obrar libre del hombre. 0) es de cardcter filosdfico: se funda especialmente en la ‘Teologia Natural o Teosofia y en la Antropologia filosética, porque el obrar presupone y se funda en el ser. Su conoci- miento, partiendo de la experiencia, se funda en la Razon Practica y por eso se distingue de la Teologia Moral ya que ésta se funda en la Raz6n iluminada por la Revelacion. Sin embargo ambas guardan una estrecha relacion. 4d) se ordena a la Teologia Moral: la mzén, de por s, esta di- némicamente orientada a la fe, es decir, en cuanto razén de lo “Absoluto esta abierta a la uz. sobrenatural de la fe y de la Reve- Jacién, Por otra parte nosotros sabemnos por la fe que el hombre ha sido creado en Cristo, en orden a Cristo, por e30, Cristo es ‘Aquel que revela plenamente el misterio del hombre al hombre y elde su vocacién. Nosotros trataremos de mostrar en los di- ‘versos temas esta apertura u ordenaciGn del conocisniento ético racional a la teologia moral mostrando ast la oriewtacin intrinse- ca que nuestro tratadbo filosético guarda con la teologia. 2. Finalidad ‘Aristoteles afirma en su Etica a Nicdmaco (Ll, cap.2) que no estudiamos Etica «para saber qué es la virtud, sino para aprender a hacernos virtuosos y buenos; de otra manera, serfa un estudio completamente instil». Santo Tomas, co- mentando este texto en su Comentario a la Etica Nicomaquea 38 £E1Ethos humano (LL, Leceién Il, 256) dice: «La tarea presente, la Filosofia Moral, no es razén de la contemplacién dela verdad,..., sino que es raz6n de la operaci6n. Pues en esta ciencia no inda- gamos qué es la virtud por el solo hecho de saber la verdad acerca de ella, sino para que adquiriendo la virtud, nos ha- ¢gamos buenos...Porque si la biisqueda de esta ciencia fuera para la sola ciencia de la verdad, serfa poco itil. Pues que alguien conozea la verdad variable de las cosas operables y contingentes, sobre las que versa la virtud, no significa gran cosa... porque asi es, concluye que es necesario buscar en- ‘re nuestras operaciones cudles deben ser hechas. Porque, las operaciones tienen la virtud o el poder y el dominio para generar en nosotros habitos buenos o malos.» Esto se debe a que la voluntad juega un papel funda- ‘mental en el conocimiento ético: no es fécil considerar el recto orden de las acciones humanas si la voluntad no esta dispuesta a aceptarlo; quien no quiere vivir rectamente no puede llegar al recto conocimiento de la verdad ética y, por es0, no conseguiré entender bien esta ciencia, Si el hombre esta rectamente orientado al bien, es de- cir, si ama el bien por el bien mismo, si ama con todo su. coraz6n llegar a ser bueno, estard bien dispuesto para co- nocer con més facilidad y certeza la verdad moral, ya que ‘el conocimiento de la misma se realiza ante todo por via de connaturalidad afectioa (el conocimiento del bien depende del amor del bien). El coraz6n, la voluntad, ejerce una in- ‘luencia decisiva sobre la raz6n humana en el conocimien- to del bien moral. Porque amamos el bien estudiamos ética para saber cOmo tenemos que vivir para llegar a ser buenos Y virtuosos. La Raz6n humana conoce de dos modos diversos: uno Tebrico, cuando conocemos lo que es; otro Practico-Cordial cuando conocemos lo que estamos llamindos a ser (decimos Practico que deriva del griego, pravis, actuar). Este segundo modo de conocer de nuestra raz6n Préctico-Cordial se rea- liza en nosotros sobre todo por connaturalidad afectiva con el bien auténtico. Cari Alberto Scarponi 39 3. Momentos de la Reflexién Etica® Habiamos dicho que nuestro objeto de estudio es la Per- sona Humana que se manifiesta y realiza como tal en y por su obrar especificamente personal, es decir, moral; dicho de otro modo, nuestro objeto de estudio es el Obrar humano, la Praxis humana, en cuanto actuacién de la Persona en or- den a su bien. De aqui que la Btica sea una ciencia préctica porque su objeto de estudio es la Praxis humana. La Praxis humana la podemos estudiar desde la perspec- tiva Etica en dos momentos que constituyen las dos dimen- siones inseparables del obrar humano: la primera dimensién se refiere a sus fundamentos que se refiere a todo aquello en Jo que el obrar humano debe fundarse para ser humano. ‘Al momento de la Reflexion Btica que se ocupa de los Fun- damentos del obrar humano se lo llama Etica Fundamental. La segunda dimensi6n del obrar humano, inseparable de la primera, se refiere a los aspectos particulares y determi- nados del obrar humano y que son los Ambitos espectficos de la vida humana en los cuales la Persona, en concreto, acta. La Reflexién Fitica que se ocupa de esta segunda di- mension del obrar humano se llama Etia Particular, la cual a su vez.se subdivide en los diversos tratados que se refie- ren a cada uno de los émbitos concretos de la vida humana. EL presente libro trata solamente de la Etioa Fundamental 0 los Fundamentos det Ethos humano. "CE Santo Tomas, Suna Teotégica, la-ae, q 6, pro. 3. El Método de la Reflexién Etica 1. La experiencia que el hombre tiene de sf Hemos definido el objeto de la ética diciendo que es la praxis humana, el obrar humano en el cual y por el cual el, hombre esta llamado a autorrealizarse segiin su bien au- ‘éntico. El obrar humano se relaciona al bien auténtico del hombre de dos modos: en cuanto que es capaz de realizar- Io y en cuanto que no es capaz de realizarlo. Dado que lo que esta en juego es el bien integral o auténtico del hombre, su realizacién 0 no como hombre, la cuestién ética se nos ‘manifiesta como la de miéxima importancia para el hombre. Por eso sera indispensable encontrar una via de acceso, un cniino, un método que sea capaz de resolverla y que esté al alcance de todos. Este camino, este método es la experiencia Sobre la experiencia nos vamos a preguntar cuatro co- sas: 1) experiencia de qué? (el objeto), 2) qué entendemos por experiencia?, 3) cual es el criterio de verdad?, 4) qué es lo que hace posible la experiencia? 1. Experiencia de qué, el objeto de la experiencia EI sentido comin del hombre nos responde inmediata- mente experiencia de la vida, de la vida humana en toda st riqueza y amplitud. Esto implica que el vivir humano es, el lugar donde el hombre se manifiesta, se auto-revela a si ‘mismo y para s{ mismo. En el vivir humano el hombre se encuentra, se autodes- cubre a s{ mismo y asi va conociendo su bien y el modo de realizarlo. Por eso, la experiencia a la que nos debemos referir esa la que el hombre tiene de sf mismo en cuanto hombre. 2 F1Ethos human Esto implica que el hombre es simulténeamente sujeto y objeto de la experiencia: él tiene, hace la experiencia (sujeto) de si mismo (objeto). La experiencia que el hombre hace de si en cuanto objeto se puede referir a la experiencia que cada uno hace de sf en ‘cuanto hombre y a la que otro hace de sf En la experiencia que cada uno hace de st estan impli- cadas dos realidades simulténeamente: la humanidad tal como se revela al propio yo y, en segundo lugar, el ser y cexistir con otros. Estas dos dimensiones de Ia experiencia que cada uno hace de sf estén siempre implicadas en la experiencia que ‘otro hombre hace de st, ala cual tengo acceso en cuanto que 41 me la comunica por medio del lenguaje o en cuanto que sus acciones me lo revelan. En ética se debe hacer referencia a la experiencia que el, hombre ha tenido y tiene de sf a lo largo de la historia, es decir, se trata de la experiencia que la humanidad tiene de si en cuanto a su existencia humana y que la va comunicando de igeneracién en generacion. En este sentido, la herencia mas ‘grande que las distintas generaciones estan Ilamadas a dar ‘quienes los suceden es la experiencia que han tenido de si mismas en su vivir humano. La experiencia que es camino, método para el conoci- :miento ético es la de toda la humanidad evolucionando a lo largo de toda la historia, La historia de la humanidad nos ensefia que pareciera ser que el lugar privilegiado de la experiencia del hombre en cuanto hombre es el sufrimiento lmano. En efecto, los grandes progresos morales de la humanidad se han veri- ficado frecuentemente gracias a grandes sufrimientos que han padecido personas determinadas en contextos geogré- ficos e hist6ricos concretos. Un ejemplo podria ser el de los campos de concentracién nazi y el de los gulag rusos que hizo tomar conciencia de la dignidad absoluta de todo ser humano y de sus derechos inalienables. Carlos Alberto Searponi 6 {Por qué los grandes sufrimientos humanos se revelan como el lugar privilegiado de la experiencia? Si bien desde la filosofia no podemos dar una respues- ta adecuada a esta cuestin, si podemos vislumbrar algo. El sufrimiento pone al hombre en una situaciGn de extrema 1y absoluta pobreza, dirfamos de desnudez existencial. Esta po- ‘breza, este despojo o desnudez.existencial crea la situacién ena cual, algunos hombres pueden llegar a vislumbrar ver- dades universales e inmutables sobre la dignidad humana, tal como sucedi a partir de las experiencias dolorosas de la segunda guerra mundial y Ilev6 a la declaracién universal de los derechos del hombre” 2. Concepto de experiencia Podemos decir que hay dos conceptos de experiencia: El que procede de la filosofia moderna europea que reduce Ja experiencia al dmbito sensible, de aqui que la experiencia es siempre una experiencia sensible, empirica, es decir, un conocimiento que alcanza solamente lo que es objeto de los sentidos, Queda excluido a-priori el conocimiento de toda verdad supra-sensible, Esta concepcién de la experiencia subyace en dos corrientes de pensamiento: la empirista que se prolonga en el neo-positivismo (sélo se puede conocer Io que es objeto de la experiencia sensible) y la racionalista (la tinica verdad posible es la de la raz6n pura sin ninguna conexi6n con lo que proviene de los sentidlos). ‘De este concepto cle experiencia rescatamos un elemento verdadero y es que la experiencia es un modo de conocimiento de la realidad. Si aplicéramos este concepto al vivir huma- no, la experiencia se reduciria a lo que habitualmente se en- tiende con he tenido una experiencia o he sentido tal experiencia, refiriéndose a una vivencia aislada y parcial, enteramente Por ejemplo: Victor Frankl descubre, en el campo de exterminio, la diferencia que se da entre las personas que tienen un profundo sentido de sus vidas y las que no lo tienen, “ Ethos humano personal y propia del individuo, cuyo sentido y valoracién solo él puede realizar. La vida serfa vista como una suma de experiencias, como un simple experimentar. Pero no nos referimos a él al hablar de la experiencia. El segundo concepto de experiencia, que sera el que use- ‘mos, es aquel en el cual la experiencia es el darse, el mos- trarse del objeto inteligible por medio del acto cognoscitivo, por eso es posible captar, conocer una verdad suprasensible en la realidad sensible, es posible conocer una verdad uni- versal por medio de una realidad singular, concreta. En este sentido, la experiencia es aquel proceso por el cual la inteli- ¢gencia capta una realidad suprasensible, un universal-con- creto. La verdad suprasensible, el universal-concreto es tuna verdad inteligible, por tanto universal, que la capto, la conozco propiamente dentro de lo conereto y singular. La realidad sensible, lo concreto y singular, lleva dentro de si la verdad suprasensible, universal Este proceso por el cual conocemos el universal concreto es el proceso inductivo. Ahora bien, hay dos clases de induccién: la cientifi- co-positiva que da como resultado una generalizacin, es de~ cir, una ley general fruto de la observacién empirica de los fenémenos sensibles* La segunda clase de induccion es aquella por la cual en ‘una realidad concreta-singular se capta una verdad univer- sal, suprasensible; éste es el acto de induccién, que santo ‘Tomés llama de abstraccién, gracias al cual por y en lo con- creto singular captamos lo universal. "Las leyes fruto de la observacién empirica realizada por medio de experimentas solo se verifican en determinadas condiciones empi- ricas; si estas cambian, ya no se verifican. Por ejemplo: la ley de gravedad se cumple dentro del ambito de atraccién de nuestro planeta; sinos alejamos de él viajando al espacio extra terrestre ya no se verifica. En este sentido, las leyes fruto del conocimiento de las ciencias empiricas son de cardcter general, no universal Cari Alberto Scarponi 45 Aplicando este concepto de experiencia a Ja que el hom- bre tiene de sf en cuanto hombre decimos: el hombre con- creto-singular en la experiencia que tiene de s{ en cuanto hombre puede conocer y de hecho conoce a s{ mismo (ob- jeto), pero no como hombre singular (Pedro, Susana, etc.) sino como hombre en cuanto tal,en su verdad universal, que es la verdad de todos los hombres. Asi, el hombre concreto, histérico, va conociendo en la experiencia de sf en cuanto hombre su bien integral 0 au- téntico, aquel bien que le compete en cuanto hombre y el modo adecuado de realizarlo, Capta una verdad suprasen- sible en su concreto ser personal en cuanto que es objeto de la experiencia de sf mismo. 3, ¢Cudll es el criterio de verdad de la experiencia que el hombre tiene de si? Intentamos formular un criterio que sirva para discernir la autenticidad de la experiencia, es decir, Ia autenticidad de que se ha captado una verdad suprasensible universal acerca del hombre. El criterio de verdad consiste en la adecuacién entre la verdad universal y la experiencia que el hombre tiene de sf. En este sentido, el acto de induccién o de abstraccién es verdadero cuando expresa adecuadamente toda la reali- dad humana de la cual se tiene experiencia, s6lo entonces se puede decir que se ha captado un universal concreto sobre el hombre; es decir, cuando el universal concreto describe adecuadamente, da raz6n de toda la realidad humana de la cual se tiene experiencia.’ Por ejemplo: la dignidad absoluta e inalienable de cada ser hu- mano y el respeto incondicional de ella da razén adecuada de la ‘experiencia de los campos de exterminio y de los gulags. 6 E1Ethos humano 4. éCémo es posible este acto de induccién? Utilicemos una analogfa: para captar el sabor de un ali- mento la persona humana esta dotada del sentido del gusto; para captar la belleza de una composicién musical esta do- tada del sentido musical Andlogamente, para captar la verdad de si mismo el hombre esta dotado del sentido inductivo natural propio del espfritu humano; por lo tanto, el acto de captar su verdad universal en su realidad concreta-singular es el acto del sen- tido inductivo natural el cual es condicién de posibilidad para poder conocer la verdad universal en la experiencia, exige y debe ser cultiondo y educndo, y, puede ser obnubilado, apa- gado, disminuido pero no destiuido. Aristételes, en su Etica a Nicémaco, L. I, V, afirma al respecto: «La mayorfa de los hombres muestran tener de- cididamente alma de esclavos al elegir una vida de bestias, justificandose en parte con el ejemplo de los que esti en el poder, muchos de los cuales conforman sus gustos con los de Sardandpolo». De aqui se sigue la importancia que adquiere el rol cultural de los que estén en el poder” y como la gente tiende a conformar sus gustos, sus vidas, con ellos. Santo Tomas comentando este texto dice: «De alli que todos los hombres que ponen el fin en estos placeres pa- recen enteramente animales» (Com. Et. N., I, V, 60). San Pa- blo, en la carta a los Bfesios 4, 19 dice que «los gentiles (...) habiendo perdido el sentido moral, se entregaron al libertinaje (.. Me refiero al conjunto de personas que forman la clase dirigente ‘en una determinada sociedad (politicos, empresarios, gente de clase alta y media alta, deportistas, hombres del espectéculo y Jos medios de comunicacion, dirigentes sindicales, lideres reli- sios0s, ete). Carlos Alberto Scarponi a7 El sentido inductivo natural puede ser obnubilado de tal ‘manera que el hombre llega a parecer un animal, una bestia, en raz6n del comportamiento juzgado aberrante, significa no tanto que el hombre acta irracionalmente, sino més bien en contra de la recta razon humana.!2 De aqut la importancia de velar permanentemente por medio de la educacién para que el hombre conserve y culli- ve su sentido inductivo natural a fin de que no tenga alma de esclavo, sino que sea libre y no se deje determinar en su obrar por los que estén en el poder. Esta es la primera y principal tarea que todas las generaciones tenemos que realizar a fin de que los hombres seamos libres, llevemos una vida cada vez més digna y construyamos una civiliza- cin de hombres libres y fraterna en la cual no nos dejemos dominar por los que estén en el poder y de este modo ayu- demos a estos a elegir también una vida de hombres libres. Hemos encontrado asf uno de los fundamentos de la Extica: el sentido inductivo natural que posibilita al hombre el cono- cimiento de si en la experiencia de su realidad concreta. La afirmacién de este fundamento determina dos con- cepciones éticas diversas: la que reconoce la posibilidad y el hecho de que el hombre, en la experiencia que tiene de si, conoce real, aunque parcialmente, su verdad y su bien y, por tanto, admite verdades éticas universales. ¥ la que no admite nila posibilidad ni el hecho de que el hombre pueda conocer verdades universales sobre si mismo y, por tanto, no admitira verdades éticas universales (Subjetivismo y Re- lativismo moral, Ftica Auténoma y Teleologismo moral). "En el lenguaje vulgar se suele utilizar, ante ciertos comporta- mientos que se juzgan aberrantes, la expresion es usa bestia, es unt ‘animal, referida a la persona que los realiza. ® Cuando Emesto Sébato present6 el informe sobre Ia violacion de los derechos humanos titulado Nunca més, dijo que el hombre podia comportarse peor que los animales, que puede llegar a realizar acciones que ni los animales hacen entee ellos (se entiende los de Ia misma especie). 48 F1Ethos humano 2. Raz6n practica, conocimiento moral y ética filoséfica ‘Vamos a profundizar sobre lo dicho respecto al sentido inductivo natural. 1. Punto de partida de la cuestién ética El punto de partida de la cuestién ética no es el del co- nocimiento teérico de la esencia o de la naturaleza del hom- bre, La ética no tiene su origen en la pregunta por lo que el hombre es, sino en la pregunta por cémo debe obrar y por la perfeccin que lees propia. Por eso, lo que da origen a la cuestiOn ética es una expe- riencia prictica 0 moral, es la experiencia del bien, como dice Aristételes al comienzo de la Etica a Nicémaco: «toda accién yy decision parecen tender a un bien, Por ello se ha dicho con Taz6n que el bien es aquello hacia lo que todo tiende.» En este texto, Aristételes nos muestra claramente el punto de partida de la ciencia préctica: la experiencia del impulso intencional hacia un fin que acompafia a todo obrar hhumano, Al objeto de este impulso intencional al fin se le Hama bien. Esta experiencia fundamental conduce al descubrimien- to de la Razén Practica, y se convierte, como tal, en objeto de la ética. Es decir, conduce a la pregunta: cull es el bien genuino -no solo aparente-, y cual el bien mas elevado, el ‘bien que se basta a si mismo?, gen qué consiste la perfeccién ~areté-, es decir, la virtud del hombre que corresponde a la realizacion préctica de este bien? Estas preguntas exigen una respuesta normativa que se sittia en la l6gica del deber, y nosotros respondemos a ellas ubicados en un ethos en el cual nos desenvolvemos. La pregunta por el deber no es respuesta a la experien- ia del ser, sino respuesta a la experiencia personal de que nuestro fender, elegir y obrar estén orientados hacia un fi. Carlos Alberto Scarponi 4 La ética filos6fica surge de la reflexién cientifica sobre esta experiencia personal. La experiencia del impulso intencional hacia un fin, es la experiencia de un aspecto del ser humano: su imperfeccién Y, Por tanto, su perfectibilidad, Esta experiencia conduce a dos planteamientos diversos aunque no opuestos: el metafisico y el ético. El planteamien- to metafisico se hard sobre el ser del hombre en cuanto tal, en cuanto ser perfectible. En cambio, el planteamiento ético pretende investigar dicha experiencia en su propia légica, la de la intencionalidad prictica: zqué es lo verdaderamente >bueno?, qué es lo perfecto, es decir, la virtud? Esta intuici6n o experiencia originaria del bien como fin del tender o apetecer,elegir y cbrar humano constituye el punto de partida de la actividad de la razén préctica. Y la reflexion sobre este punto de partida es el inicio de la filosofia moral. 2. Unidad del intelecto humano y distincidn entre razén tedrica y razén préctica {Cuando Aristételes y santo Tomas hablan de razén tedrica o especulativa y de razén préctica se refieren a dos facultades 0 potencias diversas del alma humana? Santo Tomés, siguiendo a Arist6teles, va a sostener la tesis de la unidad del intelecto humano o de la potencia in- telectual humana,” pero distinguiendo la diferencia funda- mental entre los juicios tedricos y los juicios pricticos como dos modos especificamente diversos de conocimiento del tinico intelecto humano. Al fundamentar la unidad del intelecto humano como una dnica y misma potencia del alma humana va a citar a Aristoteles quien dice: «Intellectus speculatious per exten= CE Suma Teol6gicn, 19.79, a. 11. 50 ELEthos humano sionem fit practicus»", lo cual se entiende de dos modos diversos. En primer lugar, el acto de la raz6n practica es exclusi- vamente una extensién del acto especulativo en cuanto que se ordena a Ia accién. Esta es una concepcion errénea que se ha difundido durante toda la modernidad impregnada del racionalismo y que tiene que ver con la interpretacién tam- bien err6nea del principio «operari sequitur ese», el obra se deduce ldgicamente del conocimiento del ser. En segundo lugar, la interpretacién correcta de la afirma- ™ Podrfamos decir, por lo tanto, que lo propio de la per- sona es el obrar por sf misma poseyendo dominio, sefiorio de su obrar. La persona es el tinico ser que por su naturaleza espi- SCE Suma Teoligic, Ia. 4.29. 21“substantis rationalibus, quae hibent dominium sui actus, et non solum aguntur, sicut alia, ed per se agunt.” Carlos Alberto Scarponi 59 ritual esté dotada de libertad y, por lo tanto, obra por si mis- ‘ma de modo responsable poseyendo dominio de su obrar. El concepto de persona en santo Tomés es un concep- to andlogo (cf. 1, 29, 4, ad 4um) y por eso admite diversos, grados de realizacién particular segdn sea la naturaleza racional en la que subsista, por tanto, podemos hablar de persona Iumana, angélica y divina La persona hmmana es aquel Yo que subsiste en una natu- raleza racional humana (¢f.I, 29,4, inc). Esto quiere decir que el concepto de Persona Humana implica dos elementos inseparablemente unidos: uno co- man a todas las personas humanas y que es la naturaleza Imsmana; otro tinico e irrepetible que es el Yo que subsiste en Ja naturaleza humana concreta (esta carne, estos htuesos, esta alma 1, q.29, a4, inc). Por eso, podriamos definir a la persona humana en un Jenguaje mas accesible al hombre contempordneo diciendo que es el Yo que existe en un compuesto psicosomético humano individual 0 comcreto 2. El Yo humano Bs la parte formal de la definicion de persona humana que es, a su vez, indefinible y, por es0, solo nos podemos referir a 61 nombrindolo, lamandolo por su nombre propio (Carlos, Juan, Alicia, Cecilia, etc.). Es ese alguien que es el sujeto tiltimo de atribucién de todo lo que es, hace, recibe 0 ppadece cada persona humana. EI Yo posee dos propiedades fundamentales que son la base de todo lo que cada persona humana es: la unicidad y la irepetibilidad. Cada Yo es alguien inicoe irrepetible. 3 + La corporeidad sexuada es también signo de la reci- rocidad entre el varén y la mujer y del caricter esponsal de cada persona humana: el varén y la mujer son iguales en ‘cuanto personas conscientes y libres, pero son diferentes Por su condici6n corporea sexuada. Precisamente por esto, or su igualdad en la diferencia, nace entre ellos la reciprocidad que es la via que conduce hacia la comunién interpersonal, Es por eso que la reciprocidad varon-mujer es la realidad paradigmatica del perenne carter comunitario del hombre. ® El llamado invierno demogrifico que estan padeciendo muchos pueblos actualmente los enfrenta ante la posibilidad real de su ox. {incién o desaparicién, como ha sucedido con muchos pueblos a lo largo de la historia de la humanidad. 7 Carlos Alberto Scarponi 8 El valor profundo de la reciprocidad varon-mujer reside en el ser ontologicamente el uno para el otro y que impulsa a la donacién de si por la cual cada uno se reencuentra a si mis- mo en el otro. Este impulso al don recfproco de sf al otro que surge de la condicién corpérea sexuada de cada persona es Ia dimensin esponsal o comunional del ser humano, Aqui en- cuentra su fundamento y su origen el cardcter comunitario del hombre. La diferencia corpérea sexual masculina y femenina reducida a mera diversidad conduce al error de concebir la condicion corpérea sexual como no constitutiva de la iden- tidad personal. Es por eso que lo correcto es hablar de dife- rencia y no de diversidad corpérea sexual. La consideracién de la dimensi6n corpérea sexual como diversidad en nuestra cultura occidental lleva a dos tenden- cias actuales muy emparentadas: la primera, la diversidad sexual vivida como conflictividad, como competencia, como lucha, porque el sexo es visto y vivido como poder. La segun- da, esl ideologia de género que distingue entre e sexo bioldgico y el género el cual es fruto de una construccién del individuo ¥ del contexto cultural en el que se vive; solo el género deter- ‘mina a identidad del individuo, no su sexo biol6gico, el cual puede ser modificado segiin el género que se elija. 4. Conclusién Partimos de la afirmacion de que la persona humana es el, principio, el origen de su obrar. Ahora podemos comprender adecuadamente esta afirmacién. En primer hugar significa que l principio del obrar humano es el Yo unico ¢irrepetible que por existir en una naturaleza racional es un sujeto consciente y libre, por tanto, capaz. de obrar por autodeterminacién. En segundo lugar significa, ademas, que por existir en una natu- raleza corpéreo-sexuada, la persona humana es contingente y esté llamada a existir y actuar en comunién con las otras per- sonas humanas; por eso la persona humana es principio de su ‘brat, no de modo aislado y como encerrada en si misma, sino ‘en comunin interpersonal con los otros. 1 Ethos humano Damos un tiltimo paso de sintesis en nuestro recorrido. Dijimos que la persona humana es el Yo tinico e irrepetible que existe en un compuesto psicosomético humano, Siguien- do a santo Tomds también dijimos que se trata de un com- puesto psicosomitico humano individual 0 concreto (esta came, estos huesos, esta alma). Dado que cada persona humana es un Yo tinico e irrepetible, estas propiedades del Yo huma- no impregnan, cualifican, por asf decir, el compuesto psico- somitico humano. Por eso podemos decir que cada perso- na humana, si bien posee una naturaleza humana que es la ‘misma a la de todas las personas humanas, sin embargo, en ‘cuanto que cada Yo humano es tinicoe itrepetible se sigue el principio de individuacién de cada compuesto psicosomatico, se trata de esta alma y de este cuerpo personales. Por lo tanto, es este Yo tinico ¢ irrepetible que existe en. este compuesto psicosomatico humano quien es principio de su propio obrar autodeterminandose libre y conscien- temente en relacién con otras personas humanas concretas. 2. Como Sujeto finalizado e histérico™ Si profundizamos mds en la experiencia que el hombre tie- ne de sf en cuanto hombre, descubrimos que no sdlo se experi- ‘menta como sujeto consciente y libre corpéreo sexuado capaz, de autodeterminarse en la comunién interpersonal, sino que ademas se experimenta como sujeto finalizado e hist6rico. 1. La persona como sujeto finalizado EI hombre descubre esta dimensi6n de su ser ahondan- doen la experiencia de si como ser contingente (hablamos de a contingencia metafisica). Elhombre se experimenta como alguien que ha sido dona- doen aexistencia y a su vez.como recibido en la existencia, en CE, Suma Teoldgicn, la ~ lee. q. 1, prol. Carlos Alberto Searponi 6s el mundo de los seres; es la experiencia de proceder de otro, deno encontrar el propio origen en si mismo (aqui tiene mu- cha importancia la condicién corpérea-sexuada: venimos de nuestros padres y en iltimas del Ser Trascendente Personal). ‘A esta experiencia originaria se le agrega otra la de poseer tuna existencia donada pero no totalmente acabada,renlzada; exis- timos pero no en plenitud, somos seres imperfect, perfectibles. Esta doble y simulténea experiencia, de la existencia do- nada y no totalmente acabada, da origen a la experiencia de una fendencia, aspiracién, un deseo a existir en plenitud, ten- demos a la perfeccién, a alcanzar la plena realizacion de si Esta tendencia-aspiracion, que brota de lo mas intimo de ‘nuestro ser, el hombre la experimenta bajo a razén de fin timo, es deci, es la aspiracién de aquella existencia plena que anhe- amos por s{ misma y no en razén de otra cosa, es la aspiracion de las aspiraciones humanas, por e30 tiene razén de fin tltimo. Simulténeamente tiene raz6n de sumo bien del hom- bre, ya que es aquel bien que todo hombre apetece, desea. Esto significa dos cosas: el bien sumo es querido por todos Jos hombres en cuanto aspiracion que brota de su ser y es querido por si mismo y no por otro bien; es mas, es el bien en raz6n del cual son queridos todos los bienes particulares. Esta tendencia-aspiracién, este amor del sumo bien esta en el origen, en la raiz del obrar humano. Dijimos que este sumo bien o fin iiltimo es el anhelo de la existencia plena, acabada. En la experiencia que el hombre tiene de sf como alguien que posee una existencia no-acabada se da una tensi6n que la vive como insatisfuccién, el hombre se siente insatisfecho; es por eso que el anhelo del sumo bien es vvivido por el hombre como anthelo-deseo de la felicidad, El de- seo del sumo bien es el deseo de la felicidad que consistiré en aquel estado de vida en el cual la persona estaré totalmente actualizada, realizada y, por tanto, satisfecha, saciada, feliz. Aste fin diltimo serd el reposo del hombre porque habré desaparecido esa aspiracién que es vivida como tensién; pero a su vez seré un reposo no de inactividad sino de total

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