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desarrollarse en esta fase, cuando el bebe percibe a la madre como objeto total, cambia no
sólo su relación con ella, sino también su percepción del mundo, reconoce a las personas
como seres individuales y separados y con relaciones entre sí, en especial advierte el
importante vínculo que existe entre su padre y su madre. Esto prepara el terreno para el
complejo de Edipo.
libidinal existente entre sus padres proyecta en ellos sus propios deseos libidinales y
agresivos. Esta situación, en que percibe a sus padres en función de sus propias
proyecciones, le origina intensísima frustración, celos y envidia, ya que percibe a los padres
dándose sin cesar precisamente aquellas gratificaciones que él desea para sí.
fantasía ataca a sus padres con todos los recursos agresivos de que dispone, y en su
fantasía los percibe destruidos. Como la introyección es muy activa en este estadio del
desarrollo, introyecta de inmediato esos padres atacados, y destruidos, y siente que forman
parte de su mundo interno. De modo que en la situación depresiva el bebe se encuentra con
influencia de los celos y envidia edípicos conducen al incremento de los ataques al pecho y
depresiva. La negación, escisión e idealización pueden tomar diversas formas. Puede haber
una escisión entre padres buenos, asexuales, y padres malos, sexuales. Puede haber una
escisión entre la madre y el padre, convirtiéndose a uno de ellos en ideal mientras se siente
al otro como perseguidor. Esta última forma de escisión puede parecerse estrechamente a
un a situación edípica genital, salvo por la extrema idealización del progenitor deseado y el
Edipo temprano. A medida que va diferenciando más a los padres y sintiendo celos y
envidia por sus relaciones sexuales, el niño puede regresar defensivamente a la fantasía de
los padres combinados. Niega así la relación entre los padres y en su fantasía omnipotente
agresión que le provoca el coito. Los padres en odiado coito se convierten en un monstruo
El niño sabe muy tempranamente cómo son los genitales masculinos y femeninos, y
que la fase fálica y la fantasía de la mujer fálica son estructuras defensivas, una de las
versiones de los padres combinados. Este estadio temprano se caracteriza por la intensidad
sexual. En el curso del desarrollo variará la elección de progenitor y variarán también los
fines libidinales y los fines agresivos, tanto en la elección de objeto como en la importancia
de la zona libidinal. La frustración y ansiedad que aparecen en la nueva posición produce
Referencia. Segal Hanna. (1982). Introducción a la obra de Melanie Klein. España: Paidós.