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Encabezado: LA FRANJA AMARRILA

La Falta de Identidad los Ciudadanos

María Paula Navarro León

Colegio Aquileo Parra I.E.D

Asignatura: Español

Curso 11 – 01

Profesora: Maribel Luna

Marzo 14 de 2021
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Encabezado: LA FRANJA AMARRILA

¿Dónde está la Franja Amarilla? (1996) en este libro encontramos una reflexión crítica de

la realidad social y económica que ha padecido Colombia a través del tiempo, ya que siendo un

país con múltiples capacidades y potencialidades geográficas, humanas, culturales , ambientales,

entre otros recursos, se encuentra estancado desde hace varias décadas en una situación de

violencia, pobreza e inestabilidad social y política además con bastante debilidad en sus

instituciones; en sus argumentos el autor expone una serie de  factores, como lo son: aspectos

estructurales y fenómenos históricos que hacen que Colombia sea un país con tantas y complejas

dificultades para lograr desarrollar todo su potencial económico y social.

Por esta razón, el siguiente texto pretende analizar “¿Dónde está la franja amarilla?“ como

una muestra de la falta de identidad cultural de nosotros los colombianos, ya que la cultura es un

pilar en cualquier sociedad, forja la identidad del país y de sus habitantes, además permite

desarrollar el juicio crítico de una nación con el que se puede orientar a sus ciudadanos.

Dicho esto, los Colombianos siempre hemos mostrado una gran falta de interés por

nuestros recursos naturales, nuestra cultura, nuestras ideologías, nuestras creencias, en fin, todo

aquello que nos hace identificar como país y como miembros de una sociedad; para los

colombianos solo existe un gran interés y apropiación de la cultura en aquellas fechas

importantes, como lo son carnavales y demás. También cabe aclarar que Colombia se convirtió

en un país donde se normalizo tener una cultura de violencia, los abusos de poder, las masacres,

las múltiples de violaciones diarias o los robos.

Ospina (1996) dice “El pueblo colombiano es un observador de su alrededor, sería

divertido si no fuera por el charco de sangre en que reposa” (p. 14) y es que nos hemos
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acostumbrado a la violencia, a tener muy poco carácter para afrontar estas cosas, aunque cabe

aclarar que las nuevas generaciones luchan diariamente para que estas cosas cambien y no sean

parte de nuestra cultura, por lo tanto, no queremos que nuestro país y cultura sea reconocido por

actos tan crueles.

Además los colombianos no nos interesamos por quienes gobiernan nuestro país y esta es

una gran muestra de la falta de sentido de pertenecía, ya que estas personas dañan los recursos

naturales, irrespetan nuestras creencias, continúan permitiendo la violencia, echan a perder

monumentos que hacen parte de la identidad colombiana; es importante recalcar que aquellas

personas que suben a el poder, no piensan en los ciudadanos del país, sino que por el contrario

solo piensan en robar y hacer de las suyas, claramente así el país no puede avanzar, más bien

cada día se estanca más.

Hasta la capital del país siempre ha sido totalmente ajena a lo que es realmente este, algo

que no parece tener una sociedad culturalmente especifica y que desde su existencia a estado

intentado encontrar una identidad, pero, no ha hecho nada más que imitar la cultura de otras

naciones, la verdad son muy pocas cosas que pueden llegar a identificar a nuestro país y “sacar la

cara por el”; de las cosas más graves es que no tuvo ninguna importancia educadora y civiladora

para nuestro país y sociedad.

En conclusión, la falta de identidad de los ciudadanos y gobernante en ese momento se

debía a que no contábamos con el sentido de pertenencia por nuestro país, lo cual hacía que el

país no avanzara culturalmente, ya qué nos enfocábamos en otros aspectos, pero y ¿la cultura?,
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algo tan esencial en un país, lo que nos da a conocer y permite un crecimiento social, económico

y hasta político.

Como Ospina (1996) dijo “Yo sueño un país donde tantos talentosos artistas, músicos y

danzantes, actores y poetas, pintores y contadores de historias, dejen de ser figuras pintorescas y

marginales, y se conviertan en voceros orgullosos de una nación, en los creadores de sus

tradiciones. Todo eso sólo requiere la apasionada y festiva construcción de vínculos sinceros y

valerosos. Y hay una pregunta que nos está haciendo la historia: ahora que el rojo y el azul han

dejado de ser un camino, ¿dónde está la franja amarilla” (Pag.38)

BIBLIOGRAFIA
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- Naranjo, J. O. M. (s. f.). COLOMBIA EL PROYECTO NACIONAL Y LA FRANJA

AMARILLA. Academia.edu. Recuperado 14 de marzo de 2021, de

https://www.academia.edu/8455544/COLOMBIA_EL_PROYECTO_NACIONAL_Y_L

A_FRANJA_AMARILLA

- Ospina, W. (1996). ¿Dónde está la franja amarilla? Bogotá: Norma.

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