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El M-9 y una reflexión

acerca de las guerras inútiles


Un diálogo con Otty Patiño
Jorge García y Camilo Mongua
Estudiantes de maestría de FLACSO-Ecuador

Fecha de recepción: enero 2010


Fecha de aceptación y versión final: marzo 2010

l compromiso de Otty Patiño con

E una sociedad capaz de asumir re-


tos y responsabilidades respecto de
la paz y la democracia es de toda su vida.
Este compromiso le ha llevado a desarro-
llar una permanente vinculación con la
política, con la historia y con la investiga-
ción sobre conflictos y soluciones en diferentes contextos. Otty Patiño fue militante guerri-
llero, cofundador y parte del Comando Superior del Movimiento 19 de Abril (M-19); fue
negociador de los acuerdos de paz con el Gobierno Colombiano en 1989 que implicaron la
desmovilización del M-19 y su entrada en el ejercicio de la política. Fue elegido por voto
popular como delegatario a la Asamblea Nacional Constituyente de 1991, que llevó a la
actual Constitución Política de Colombia. Asimismo, es fundador del Observatorio para la
Paz a través del cual presentó sus investigaciones sobre los paramilitares, sobre el Ejército de
Liberación Nacional y sobre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Actualmente se desempeña como Director del Observatorio de Culturas de la Secretaría de
Cultura de Bogotá.

Íconos. Revista de Ciencias Sociales. Num. 37, Quito, mayo 2010, pp. 123-131
© Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales-Sede Académica de Ecuador.
ISSN: 1390-1249
diálogo
Jorge García y Camilo Mongua

¿Cómo y cuándo empezó a militar ¿Cuál fue su participación en el M-19?


en el M-19?
En el M-19 hacíamos un poquito de todo. Yo
Soy uno de los fundadores del M-19 (Movi- participé en las diferentes actividades de una
miento 19 de abril)1. Antes de integrarme a esta organización rebelde, con esa concepción “in-
agrupación no había militado en otra organiza- tegral” de la guerra que teníamos como orga-
ción revolucionaria, aunque tuve una aproxima- nización político-militar, aunque me especiali-
ción con el Frente Unido de Camilo Torres. cé más en la propaganda. Yo siempre fui muy
Después participé en un levantamiento in- tímido pero encontré una veta comunicativa
dígena que se dio en los llanos orientales de de las ideas revolucionarias en el lenguaje es-
Colombia. Eso se agotó después de lograr al- crito. Bateman decía que el principal diálogo
gunos resultados interesantes, pues evitó el ex- del M-19 debía ser con la gente común y co-
terminio de esa población. Gracias a este le- rriente, con el pueblo y no con la izquierda.
vantamiento los guahíbos obtuvieron el reco- Esa orientación básica hizo que nos alejásemos
nocimiento de algunos derechos y el estableci- de los lenguajes esotéricos que tenían las iz-
miento de una reserva indígena –un pedazo quierdas. Al contrario de la mayoría de los
del territorio llanero que estaba siendo ocupa- compañeros que hacían parte del núcleo fun-
do rápidamente por un brutal proceso de colo- dacional del M-19, yo no tenía ninguna for-
nización–. Los guahíbos eran indígenas semi- mación doctrinaria. Por esa razón, no tuve que
nómadas del llano y los habían arrinconando hacer mayor esfuerzo para construir un len-
contra la selva a punta de presiones, que hoy se guaje adecuado para el propósito de establecer
conocen como desplazamiento forzado. una comunicación con las masas.
Cuando terminó esa aventura justiciera
quedé desprogramado. Uno se mete en la vo- ¿Cuándo decidió el M-19 dejar las armas?
rágine de la guerra revolucionaria y eso lo atra-
pa, a pesar de que en los años setenta ya había Eso ocurrió después del fracaso del proceso de
ocurrido una decantación crítica contra las ar- paz con Belisario Betancur (Presidente de Co-
mas como método de lucha revolucionaria. lombia entre 1982-1986), después del holo-
Había fracasado el modelo del foco guevarista causto del Palacio de Justicia. [Ya un año an-
y se mantenía la crítica contra la concepción tes, cuando se firmaron los Acuerdos de Co-
de guerra de resistencia que originaron las rinto de cese al fuego y la búsqueda de una
FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de salida política al conflicto armado] Carlos Pi-
Colombia). zarro3, el último comandante general del
Pero aparecieron otras personas que empe- M-19, supo que la guerra como expresión po-
zaron a unir la lucha de masas con la lucha lítica estaba agotada. La toma del Palacio de
armada en el escenario urbano y me fui jun- Justicia4 fue el último intento que hizo el pre-
tando con el núcleo fundacional del M-19 cu- decesor de Pizarro, Álvaro Fayad, para endere-
yo líder más importante fue Jaime Bateman2.
3 Después de la muerte de Jaime Bateman y de las
comandancias de Iván Marino Ospina y Álvaro Fayad,
1 El Movimiento 19 de Abril (M-19) surge a raíz de los Carlos Pizarro asume el comando del M-19, en 1983.
“fraudulentos” resultados de las elecciones presidencia- Tras la desmovilización del M-19, se lanza como can-
les del 19 de abril de 1970, en que el candidato de la didato presidencial por la Alianza Democrática M-19
Alianza Nacional Popular (ANAPO) fue derrotado por en 1990, año en que es asesinado.
el conservador Misael Pastrana. El grupo queda cons- 4 Efectuada en noviembre de 1985, tras la ruptura de los
tituido hacia 1974. Acuerdos de Corinto firmados en agosto de 1984.
2 Fundador y líder del M-19 hasta su muerte en abril de Ruptura provocada por los ataques del Ejército a
1983. miembros y campamentos en tregua del M-19.

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zar un proceso de paz que no iba para ningu- men político, tradicionalmente bipartidista y
na parte, o mejor dicho sí, se estaba produ- excluyente. Pizarro entendió que en ese mo-
ciendo lo contrario, una profundización de los mento se abría una oportunidad en la crisis de
odios y la confrontación. Belisario quería lu- las armas y formuló una nueva política para el
cirse como hombre de paz, pero no sabía M-19 que sintetizó en tres frases: “Guerra a la
cómo orientar a las fuerzas políticas ni a las oligarquía, paz a las fuerzas armadas y vida a la
fuerzas armadas. Eso había creado una gran nación”. No se equivocó. Con el secuestro de
desazón en toda Colombia, la prensa ayudaba un conspicuo representante del régimen oli-
a esa confusión y Fayad pensó que había que gárquico, Álvaro Gómez5, se puso en evidencia
poner las cosas en su sitio con un acto de fuer- la debilidad del régimen imperante, su necesi-
za en el corazón de Bogotá. Pero la toma de la dad de un entendimiento con la insurgencia.
Palacio por parte del M-19 y la contra-toma Así surgió el nuevo proceso de paz cuyo inicio
por parte de los militares, en lugar de aclarar el se dio en el departamento del Tolima, el 10 de
ambiente lo volvieron más trágico y más con- enero de 1989, cuando Carlos Pizarro como
fuso. “Allí perdimos todos” reflexionaba más comandante general del M-19 y Rafael Pardo
tarde Pizarro, quien por un tiempo quiso ten- como Consejero Presidencial de Paz, firmaron
sionar en otros escenarios la confrontación mi- una declaración donde invitaban a los partidos
litar con el Estado. Sobrevino entonces la cre- políticos, a los grupos guerrilleros, a las fuerzas
ación de una fuerza militar de estirpe guevaris- vivas de la nación a construir un acuerdo
ta, el Batallón América, pero el pueblo colom- nacional para alcanzar la paz. En ese comuni-
biano había entendido, antes que nosotros, cado, el M-19 pronunció, por primera vez, la
que la lucha armada revolucionaria en Colom- palabra desmovilización como promesa cierta
bia estaba agotada. Después de ese esfuerzo, de una paz irreversible.
Pizarro hizo otro de carácter unitario con las Pero los demás grupos guerrilleros desoye-
guerrillas colombianas, pero no obtuvo una ron este llamado, las fuerzas políticas no guber-
respuesta satisfactoria. namentales, la Unión Patriótica [brazo político
En esa época, en Colombia había una can- de las FARC] y el Partido Conservador, termi-
tidad de grupos armados en la insurgencia, las naron desertando del proceso de paz. En tanto,
FARC, el EPL (Ejército Popular de Libera- el narcotráfico con Pablo Escobar unió sus
ción), ELN (Ejército de Liberación Nacional), fuerzas con la contrainsurgencia en el Magda-
el M-19, Quintín Lame, entre muchos otros, lo lena Medio, manejada por otro narcotrafican-
que generaba confusión. Como si fuera poco, te, Gonzalo Rodríguez Gacha, y en 1989 asesi-
el narcotráfico había irrumpido en la escena de naron a Luis Carlos Galán, candidato a la pre-
la confrontación y empezó a copar espacios ins- sidencia de Colombia por el liberalismo, quien
titucionales como el de la Policía en Cali, el del se perfilaba como el líder más capaz de enfren-
Ejército en el norte del Valle del Cauca y a crear tar las acechanzas de los narcos.
nuevas expresiones contrainsurgentes, así como Este acontecimiento obligó al Gobierno
los grupos paramilitares en el Magdalena Me- nacional a darle prioridad a la lucha contra el
dio. Los narcotraficantes empezaron a perfilar- narcotráfico y quiso que el acuerdo de paz con
se, con Pablo Escobar en Medellín, como un
5 Secuestro a través del cual se presionó al gobierno de
actor armado con su agenda reivindicativa alre- Virgilio Barco para la instauración de una mesa de
dedor de la no extradición. negociaciones que arribara a un acuerdo de paz y
Un sector de la clase dirigente comenzó en- reconciliación. Álvaro Gómez fue liberado después de
tonces a contemplar la necesidad de restable- cincuenta y tres días lo que dio lugar a “La Cumbre de
Salvación Nacional”, meses antes de que el M-19
cer la gobernabilidad mediante un acuerdo na- lograra instalar una mesa de diálogo formal con el
cional que incluyera nuevas fuerzas en un régi- Gobierno.

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e improvisado, porque salimos de las armas al


ejercicio de una política muy dinámica en ese
momento. El asesinato de Pizarro al mes de
habernos desmovilizado, nos puso el primer
gran desafío político: si continuábamos en la
paz o retomábamos la guerra. La decisión fue
continuar en la paz y participar en las eleccio-
nes presidenciales con Antonio Navarro. Des-
pués participamos en la Asamblea Constitu-
yente de 1991, donde fui elegido delegatario
en una alianza heterogénea con sectores con-
servadores, liberales y hasta autodefensas meti-
das en las listas. Pensábamos en una lista na-
cional como la visualización de un nuevo país
y logramos ser una fuerza decisiva en la Asam-
blea Constituyente con otras fuerzas [el Par-
tido Liberal, el Partido Conservador y El Mo-
vimiento de Salvación Nacional]. Ya no era el
M-19, pero sí esas ganas que iban más allá de
la Organización, de construir un país distinto.

¿Cuál ha sido su actividad después de dejar


el M-19 tuviese un componente de guerra las de armas?
contra las drogas. Así, metió el tema de la ex-
tradición entre las reformas pactadas con el Vino entonces la debacle de la AD M-19
M-19, pero el Congreso rechazó la extradición. (Alianza Democrática M-19), pero creo que
Entonces Virgilio Barco (Presidente de la Re- una virtud fue mostrar que la paz era necesaria
pública entre 1986-1990), decidió tumbar to- y posible para la democracia. Desde entonces
do el proceso. Eso ocurrió en diciembre de he estado en diversas actividades relacionadas
1989, demostrando que el Estado colombiano con la paz y creamos al final de la década de
era incapaz de adelantar un proceso de paz. Lo los noventa el Observatorio para la Paz, desde
único que se logró fue la aprobación de una ley donde hemos hecho reflexiones sobre la situa-
de amnistía que, sin ser amplia, era útil para el ción del conflicto porque los procesos de ne-
ejercicio de la política por parte de los militan- gociación de los noventa no están terminados.
tes del M-19 en trance de abandonar las armas. Por supuesto que se abrió un camino, que
Le tocó al M-19 salvar el proceso con una sali- otros intentan cerrar, un camino de consolida-
da a la vida política, confiando en la voluntad ción de la democracia y de lograr una Colom-
popular. bia en paz, en paz consigo misma, entre otras
Estamos a veinte años de habernos desmo- cosas. Producto de esas reflexiones hemos he-
vilizado, nosotros nos desmovilizamos el 9 de cho varios libros sobre los actores del conflic-
marzo de 1989 y el 10 de marzo participamos to, bautizados por la editorial Intermedio
por primera vez en elecciones. Era una paz a –con un interés muy comercial– como “Las
las carreras, precaria, sostenida por el fervor verdaderas intenciones de…” los paramilita-
popular y la convicción de Pizarro de que está- res, el ELN, las FARC. El último libro que
bamos en el camino correcto. Fue un proceso sacamos se llama Guerras Inútiles, que es una
de reinserción en la vida civil muy complicado historia de las FARC, pero más allá, es una his-

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toria de la violencia que empieza con el asesi- ría que lo opuesto a la guerra no es la paz sino
nato de Jorge Eliécer Gaitán6. la violencia. En esa reflexión, hemos planteado
que las FARC no aceptó los procesos de los
A propósito de la presentación de su libro Las años noventa, le apostó a continuar y a ganar
Guerras Inútiles, nos queda precisamente la la guerra. Lo que muestra el libro es que a pe-
inquietud sobre la inutilidad de las guerras en sar que las FARC logró generar una situación
Colombia. victoriosa en 1998 cuando arrinconó al go-
bierno de Ernesto Samper (1994-1998)7 y
Bien, el tema de la paz se empezó a volver muy obligó al gobierno entrante de Andrés Pastra-
importante en Colombia antes de 1981, cuan- na (1998-2002) a sentarse de igual a igual con
do Jaime Bateman planteó la posibilidad de ellos en una mesa, desperdició ese momento.
resolver el conflicto de una manera dialogada La ausencia de una fuerza política al interior
en la toma de la Embajada de la República de las FARC, su fractura con el partido comu-
Dominicana, un año antes. En esa toma se nista, el fracaso de la Unión Patriótica, la
configuró una maqueta, en pequeño, de lo que muerte de Jacobo Arenas [Luis Alberto Mo-
sería una solución negociada. Estaba la comu- rantes, líder ideológico y fundador de las
nidad internacional, estaban los guerrilleros, FARC], le había generado un vacío político
estaba la sociedad civil, la prensa, en algo que que se visualizó con la “silla vacía” en el Ca-
duró cerca de dos meses, y estaba la camioneta guán8. Y desde luego la guerra es guerra cuan-
amarilla, que era un sitio de diálogos, y, desde do es política, si no es violencia. La pura cues-
luego, toda la opinión nacional. Esto abrió un tión militar en sí misma es, simplemente, el
diálogo en un país donde la violencia parecía ejercicio de la violencia y no de la guerra.
ser el punto en común e inagotable; se logró Por otro lado, y mirando desde el Estado,
mostrar que las cosas se podían solucionar de la sacralización de la solución negociada con-
otras maneras y el movimiento por la paz, el dujo a que se creyera que el despeje militar del
movimiento civil –ya no ligado a la guerrilla– Caguán9, con las connotaciones negativas que
comenzó a brotar en Colombia de una mane- hubo y el fracaso mismo, era el fracaso de la
ra fuerte, hasta el punto que, cuando se logra solución negociada. Entonces Álvaro Uribe
el proceso de negociación, se sacralizó el tema
de la paz como opuesta a la guerra.
7 Para mediados de los noventa, las FARC cambió su
Sin embargo, esa oposición de paz y guerra estrategia de guerra, que algunos analista califican
en Colombia es un poco falsa, en el sentido en como el tránsito de una guerra de guerrillas a una gue-
que la guerra cuando no tiene límites, cuando rra de movimientos, dicho cambio implicó el “cerca-
miento” del sur del país. Las tomas y ataques a Las
los conductores de la guerra no le ponen lími-
Delicias, San Juanito, Patascoy y El Billar son represen-
tes, es violencia, simple y llanamente. Lo que tativos de ese proceso. De ahí que el gobierno de
hace que una guerra, cuando no es inútil, pue- Ernesto Samper haya sido visto como “arrinconado”
da llevar a la paz es que tenga conducción, es por las guerrillas. En ese contexto Andrés Pastrana llega
al poder, en parte gracias a su propuesta de diálogo.
decir, se sabe orientar y poner límites a los pro- 8 Así se denominó a la “silla vacía” que debió estar ocu-
cesos de violencia. Entonces, casi que uno di- pada por el comandante general de las FARC, Manuel
Marulanda, en la reunión de enero del 1999 con el
presidente Pastrana, a la que Marulanda no asistió.
6 Candidato a la presidencia de Colombia durante los Dicha reunión debió dar inicio a los diálogos de paz
comicios electorales de 1946, donde recibió un amplio entre la guerrilla y el Gobierno.
apoyo popular. Tras su participación en dichos comi- 9 Dicho despeje se realizó en un área de 13.161 kilóme-
cios fue elegido jefe del Partido Liberal y asesinado dos tros que comprende el municipio de Cartagena del
años después en 1948. Acto que dio lugar a una ola de Chairá y la inspección de Remolinos del Caguán, en el
violencia denominada el “Bogotazo”, aunque los levan- Caquetá. Ordena por Ernesto Samper en mayo de
tamientos se extendieron a varias zonas del país. 1997 con el objetivo de permitir a las FARC el despla-

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(Presidente en los períodos 2002-2006, 2006- logros y bajo esas circunstancias, el gobierno
2010), en ese momento de frustración, retoma de Uribe hubiese podido desarrollar una polí-
la bandera de la guerra contra las FARC y la tica de paz. Una política de solución negocia-
mayoría del pueblo lo acompaña en eso. De- da, pero no como hace diez años cuando el Es-
fender la solución negociada después del fraca- tado fue obligado a sentarse, sino en una pers-
so del Caguán era muy difícil, porque la paz se pectiva de iniciativa política del Gobierno ha-
hace entre dos, si el otro no quiere o no mues- cia las FARC. No lo hace, en lugar se le ocurre
tra iniciativas claras es muy difícil hacer la paz. una “caguanización”10. Un desperdicio militar
Uribe retoma el tema de la guerra como una desde el Estado colombiano, donde la guerra
posibilidad y se establece, aunque no es explí- vuelve, otra vez, a dejar de tener horizontes
cito, que la victoria de las FARC depende de políticos y empieza a convertirse en violencia
lograr otra vez un despeje en municipios y en desde el Estado.
departamentos y volver a sentar al Gobierno Entonces, ese es el tema de la inutilidad de
en situaciones de igualdad, para lo cual usaría una guerra que se desperdicia como esfuerzo
como elemento fundamental el intercambio de hombres para definir objetivos políticos,
humanitario; lo que indudablemente, frente a sea cual sea la naturaleza de sus objetivos. Y es
un país que pese a los niveles de violencia es esto lo que termina generando procesos de
compasivo y solidario, les genera un espacio. más violencia. Es aquí cuando apuntamos a
Uribe, por su parte, le apuesta a golpear a las decir que las FARC, por su dinámica guerre-
FARC en su retaguardia, o sea, golpear al Se- rista, no se dio cuenta que habían ganado.
cretariado y lograr el rescate de los secuestra- Pensamos que el caso de Uribe es diferente,
dos que están en la retaguardia profunda de las pues al Gobierno no le convenía la paz en fun-
FARC. Lo que se lee además como una victo- ción de mantener un Estado precario basado
ria del Ejército. Así se logra la muerte de dos en la popularidad, un Estado incapaz que ne-
miembros del Secretariado, uno acá, en Ecua- cesita una cierta dosis de violencia para seguir
dor, Raúl Reyes, donde las FARC había cons- manejándose, en vez de un Estado institucio-
truido una retaguardia en la zona fronteriza; el nalizado, de un Estado Social de Derecho co-
otro fue Iván Ríos. A esto se sumó el rescate de mo se inscribe en la Constitución.
Íngrid Betancourt, de militares norteamerica- El tema de la inutilidad de la guerra es sa-
nos y de algunos militares colombianos se- ber que la guerra tiene un cierto límite, en el
cuestrados. Esos han sido golpes contunden- sentido en que, pese a todo lo que se diga y la
tes. Además, el Ejército, con apoyo de Estados repugnancia que genera, es un acto de la inte-
Unidos, había dado ya una serie de golpes, ligencia humana. Incluso en el epílogo del li-
pero ninguno del nivel de los que se dieron en bro nos atrevemos no ha teorizar sino a reco-
el año 2008. Uno podría decir que esos golpes ger la teoría que ya ha planteado Clausewitz
fueron estratégicos. sobre el tema de la guerra, que tiene tres ele-
Por otro lado, en el mismo año (2008), mentos fundamentales: el odio, por supuesto
ocurre la muerte de Manuel Marulanda, quien el sentimiento que es necesario para cualquier
más que un símbolo, era el comandante gene- guerra; la inteligencia, que es la que permite
ral de las FARC y, por tanto, quien sostenía o
10 Esto refiere al discurso elaborado por el gobierno de
aseguraba la unidad de las FARC. Con esos Álvaro Uribe en que se acusa a las FARC de no estar
dispuesto a un proceso de paz. Tal discurso ha servido
zamiento de militares secuestrados por la guerrilla, para impedir el diálogo entre gobierno y guerrilla, y
para su entrega a los delegados de la Comisión de negar de forma rotunda cualquier tipo de despeje mili-
Conciliación Nacional, los representantes de la Cruz tar en cualquier parte del territorio colombiano. Todo
Roja Internacional y los representantes del Gobierno, esto ha fortalecido la tesis de la eliminación militar de
fue el escenario de las denominadas audiencias. las FARC.

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conducir las operaciones militares y construir cho posible un proceso de revolución lumpen-
estrategias; y la política que es la que permite capitalista que ha permitido ascensos sociales y
ponerle fin a la guerra. Es decir que la guerra movilidad económica, en una sociedad muy
no devore el objetivo para el cual fue hecha o dura. Esa revolución lumpen-capitalista ha
se convierta en violencia y nada más sin de- roto ciertos límites.
sembocar en una paz. Ese es entonces el plan- Alguna gente habla de una cierta democra-
teamiento inicial, que la guerra se vuelve una tización de la economía, lo cual no es tan cier-
cuestión inútil cuando no sirve para cumplir to. Por supuesto, esta economía de “riesgo”, ha
ningún objetivo y se convierte en un fin en sí hecho que mucha gente le apueste a esta lote-
misma. ría y mucha de esa gente termine muerta o
presa o extraditada. Es una economía que se
¿En el contexto actual es posible una salida alimenta de muchos cadáveres y de situaciones
negociada, cuando el narcotráfico ha venido en donde quien no gana, puede perder su li-
permeando las estructuras del Estado y bertad o puede perder hasta la vida, porque
donde podemos ver en Colombia la influen- son economías de riesgo; pero quien triunfa,
cia del narco paramilitarismo? puede llegar a ser hasta Presidente de la Re-
pública. Entonces la economía que ha venido
Yo creo que la solución negociada a secas no es dominando a Colombia es como los premios
posible hoy en Colombia. Se necesita un espa- gordos de lotería –si se puede decir así– y com-
cio de reformas. La dinámica que tenemos en batirla no es un problema solamente político
este momento, como proceso que se viene im- sino profundamente instalado en las estructu-
poniendo, es una revolución del capitalismo- ras de Colombia.
lumpen, donde los capitales mafiosos e ilegales Se necesitaría hacer una reforma que per-
no son capitalistas marginales y empiezan a mita generar oportunidades distintas en el
tener cada vez más importancia e injerencia en desarrollo humano y económico del país. En-
la vida social, política y económica del país; tonces, un proceso de paz, si no está atado a
una influencia que empiezan a volverse deter- un proceso de decisión de reformas, es muy
minante. La coca como negocio, en cifras complicado que se haga, más cuando uno sabe
aproximadas, hace unos quince años mueve que las FARC no tienen fuerza suficiente de
capitales y ganancias controladas en un 70% orden moral y político, y carecen de la sufi-
por Estados Unidos, un 24% por México y un ciente democracia a su interior para plantear
6% por Colombia. Sin embargo, en una eco- una transformación donde cuenten otros acto-
nomía tan formidable como la de Estados res. Incluso en el esquema de audiencias que
Unidos ese 70% no le hace “ni cosquillas”, en crearon en 1998, la gente sí tiene derecho a
cambio, ese 24% en México y ese 6% en hablar pero no hay posibilidad, en últimas, de
Colombia sí empezaron a afectar la realidad que esa gente se convierta en un actor decisivo
económica, porque son montos fabulosos para para un proceso político, simplemente habla.
economías como las nuestras. La sociedad co- Esto ha servido para avalar el discurso de las
lombiana ha sido caracterizada como una so- FARC pero no para generar y respetar esos dis-
ciedad con ausencia de reforma agraria, es de- cursos independientes de actores armados.
cir, con falta de una cierta democracia social Estos discursos han servido para decir “ve, la
en el campo, a la que se suma la ausencia de gente aquí se está quejando, mire que hay in-
una revolución liberal que ha hecho que la conformidad”, pero esto no es suficiente, lo
democracia política en Colombia sea también que los ha transformado en discursos para ava-
precaria. Es en este tipo de sociedad que la in- lar la rebeldía, pero no para construir unos dis-
fluencia del narcotráfico en la economíaha he- cursos en común, a diferencia de hace veinte

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años, cuando nosotros planteamos –creemos– algo articulado, pero ha sido una voz solitaria.
un espacio democrático, para con una Cons- En los sectores académicos, la articulación en-
titución diferente, la de 1991, poder recons- tre reformas y negociación no ha sido suficien-
truir el país. temente trabajada.
En este momento, ese espacio, tiene que ser
un espacio también democrático, pero tiene ¿Qué riesgos produce el conflicto colombiano
que apostarle a reformas políticas que fueron en términos de América Latina, teniendo en
los pendientes en la Constitución de 1991 y mente la campaña que ha desarrollado el Go-
que no podrán darse simplemente en el anta- bierno colombiano y que culminó con la
gonismo gobierno-guerrilla. De ahí que tiene muerte de Raúl Reyes en territorio Ecua-
que haber una gran participación de la socie- toriano?
dad civil, del movimiento popular, de las fuer-
zas que podrían estar interesadas en un país La octava Conferencia del M-19 la hicimos en
distinto; porque en el país que tenemos, la el Putumayo, cuando decidimos la construcción
economía ilegal sigue floreciendo, es un proce- de un ejército, justamente cuando Belisario
so de Colombia y en expansión hacia otros Betancur habló de paz y dijo que ni una gota
países. más de sangre entre colombianos, abriendo un
Se trata entonces, de un proceso enorme y momento político que iba en contravía de nues-
creo que los países vecinos, debido también a tro planteamiento estratégico. En ese momento
situaciones de pobreza, de miseria, no tienen estábamos situados en el puro sur de Colombia,
defensa frente a ese tipo de economía, porque en los límites con Ecuador. Muchas de las per-
no es que el presidente Uribe o los paramilita- sonas llegaron a la Conferencia por el Ecuador,
res sean una cabeza dirigiendo ese proceso. Es- a través de rutas clandestinas. Allí yo pude sen-
tos son más bien fenómenos que ocurren y que tir que había una frontera muy porosa y muy
van más allá de muchas de las voluntades de las abandonada de parte y parte, incluso más de
personas, pero estos fenómenos hay que reco- Colombia que de parte de Ecuador, pero en ge-
nocerlos. Creo que ni desde Colombia ni des- neral con unos niveles de abandono enormes.
de los países vecinos afectados por esos proce- Sentí la gran vulnerabilidad que tenía Ecuador
sos socio-económicos, hay una mirada amplia en esas fronteras frente a la expansión. Milagro-
de cómo confrontarlos. Ese es, me parece, uno samente –por otras razones–, no había cultivos
de los problemas graves que hay, pero desde de coca en Ecuador, era muy curioso, porque el
luego, la solución negociada sí está ahí vigente. Putumayo ya era en ese momento un Departa-
Cuando las marchas contra las FARC y el mento tomado totalmente por los cultivos de
secuestro, nosotros, desde el Observatorio de coca.
Culturas, hicimos una encuesta a la gente so- En el recorrido que hice, solamente en-
bre si estaba de acuerdo o no con la solución contré una finca en la que no se sembraba
negociada y, pese a que todo el mundo conde- coca, era de evangélicos; pero ellos se aprove-
naba a las FARC y al secuestro, el 80% de la chaban del negocio de la coca porque vendían
gente decía que sí, que le parecía que la salida carne a muy buen precio a la gente. Lo que
era negociada. Ahora, plantear a secas la salida quiero decir, es que uno cruzaba la frontera y
negociada, no es suficiente, hay que decir bajo no había una sola mata de coca al otro lado y
qué contexto es posible la salida negociada. Y menos aún laboratorios. En la parte colombia-
creo que sobre eso, la gente que ha venido tra- na, todas las fincas por pequeñas que fueran,
bajando los temas de paz no ha avanzado mu-
cho. Tal vez Gustavo Petro11 ha planteado el 11 Ex miembro del M-19, actual candidato a la presiden-
tema de la negociación con reformas como cia por el Polo Democrático Alternativo.

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montaban su ramada donde procesaban y sa- dor y a Panamá. En ese momento los gringos
caban base de coca. Los colombianos general- acababan de salir de Panamá y decían “gracias
mente no han vendido hoja de coca, aún el a dios llegaron los colombianos”, “llegó el ca-
más pobre, siempre ha vendido base de coca, pital colombiano”, en tanto uno veía aquí, en
ha habido siempre un proceso de transforma- Quito, cómo la industria de la construcción
ción. Pero ya desde allí uno visualizaba que ha- tenía un boom importante, debido a mi pare-
bía una frontera real en el sentido de que cer a esa migración de capitales mafiosos que
mientras en Putumayo se estaba desarrollando coincidió con la dolarización de la economía
una economía coquera, en Ecuador no. ecuatoriana, que facilitaba el lavado de activos,
Después, durante el año 1999, desarrolla- mucho más que cuando la moneda era el su-
mos un estudio sobre paz en las fronteras y cre. Ya se habían roto unas fronteras de orden
encontramos que había una cierta contamina- económico monetario que facilitaban el flujo
ción que estaba relacionada además con la pér- de estos dineros. A finales de los noventa, al
dida de cierta institucionalidad en las fronteras puro filo del nuevo milenio, hablamos con
ecuatorianas, fundamentalmente en provin- alcaldes y organizaciones de la frontera de am-
cias como Esmeraldas y en la zona de Lago bos lados y empezamos a ver que era un fenó-
Agrio, más que en la zona andina de la provin- meno que se extendía, y quedó en las me-
cia del Carchi. Pero de todas maneras, aún en morias de ese encuentro, como procesos ries-
la parte andina, ya se sentía que había habido gosos de colombianización del conflicto. En-
un deterioro de la institucionalidad. Incluso se tonces, uno sí piensa que más allá de los temas
hablaba ya de la “colombianización” de la zona ideológicos, más allá del conflicto colombia-
fronteriza ecuatoriana, un término un poco no, está también, de una manera todavía un
peyorativo pero era cierto, había un proceso de poco subterránea, los modelos de desarrollo.
“lumpenización” de la economía ecuatoriana El lumpen-capitalismo es algo más tene-
En Esmeraldas era dramático, no había go- broso que el capitalismo neoliberal, que el
bierno, no había gobernador, la persona que capitalismo salvaje como algunos lo llaman; es
estaba ejerciendo la Prefectura era encargado y mucho más salvaje porque incluso el capitalis-
era una zona que estaba siendo invadida por mo neoliberal necesita ciertas dosis de Estado
capitales mafiosos. Entonces, uno siente que para funcionar bien, en tanto el capitalismo
más allá de que Raúl Reyes estuviese en la pro- mafioso necesita un Estado precario, que es el
vincia de Sucumbíos, más allá de que a Simón Estado que en este momento están tratando
Trinidad lo hubieran capturado en Quito, más de mantener e implementar como deseable en
allá de esa penetración fuerte de las FARC en Colombia. Creo, entonces, que vale la pena
Ecuador a través de personajes altamente des- examinar con mucho cuidado lo que está
tacados, esto era posible gracias a esa expan- pasando en Colombia, más allá de reducirlo a
sión de redes de lumpen-capitalismo colom- un problema de terrorismo, de lucha armada o
biano que se habían logrado articular con la incluso de una lucha entre derecha e izquierda.
economía ecuatoriana. Si se piensa solamente así, creo que la mirada
Entre 1999-2002 durante el gobierno de se vuelve muy simple y hay el riesgo de que se
Andrés Pastrana se inició el Plan Colombia termine siendo devorado por ese proceso en
con las fumigaciones y persecución al lavado expansión que es toda la revolución del lum-
de activos y muchos capitales de estos mafio- pen-capitalista que ya ocurrió en Colombia.
sos colombianos comenzaron a migrar a Ecua-

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ÍCONOS 37, 2010, pp. 123-131

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