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El funcionamiento de los medios de soporte de vida son la base del bienestar, en 1997
Robert Constaza desarrollo un cálculo del valor total del planeta, estimando en ese
entonces una valorización cercana a los 33 Trillones de dólares Norte Americanos por año.
Sin embargo, por una percepción errónea de que éstos nunca se acabaran, no se
protege o utiliza todos los ecosistemas de manera sostenible, tampoco muchas veces no se
identifica su real valía a nuestro entender por insensibilización y desconocimiento de su
importancia para mantener la calidad de vida de las personas.
Por lo tanto conviene garantizar la permanencia de áreas silvestres pues cuanta mayor
biodiversidad hay en ellas se vuelven más eficientes para proveer de bienes y servicios para
el hombre. En la actualidad la variabilidad climática representa a la vez un peligro y
oportunidad para la economía nacional, ya que el incremento de precipitaciones pluviales,
granizadas, nevadas, heladas y otros fenómenos meteorológicos, directamente
relacionados con el cambio climático, necesariamente obligan a que nuestras autoridades
tengan que plantear sistemas de prevención de desastres, invirtiendo en sistemas de
infraestructura, tecnificación del riego, gestión del agua, innovación agraria, desarrollo,
proyectos de reforestación y forestación.
a. Servicios Ambientales de los Ecosistemas Naturales
Procesos Ecosistémico y
Funciones Bienes y Servicios
Componentes
Tratamiento de residuos
Función que desempeña la
vegetación y biota en la
recuperación de nutrientes móviles, Tratamiento de residuos, control
remoción y descomposición de de la contaminación y
excesos de nutrientes y compuestos desintoxicación
Control biológico
Regulación Trófica, dinámica de
poblaciones
Los servicios de los ecosistemas representan los beneficios que las poblaciones
humanas obtienen, directa e indirectamente de las funciones del mismo. De Groot el al. 2002
consideran en la tabla únicamente los servicios ofrecidos por los ecosistemas renovables y, en
algunos casos, un servicio del ecosistema es el producto de dos o más funciones de muchos
ecosistemas.
b. Ejemplos de Servicios Ambientales
iv. Polinización
v. Información genética
Al ser los ecosistemas un banco de genes en su estado natural, estos pueden proveer
información genética para el desarrollo de distintas variedades de especies destinadas para
actividad agropecuaria; esto no solo permite el descubrimiento de nuevos productos sino que
potencialmente podría ayudar a alcanzar mayores niveles de productividad, para garantizar
una adecuada alimentación a una población Desde el año 1945 la producción agropecuaria a
nivel mundial se ha duplicado o cuadriplicado dependiendo del cultivo. Se estima que entre el
20% y el 40% de este incremento en la producción se debe a mejoramientos alcanzados a
través de cruzamiento genético incluyendo el fortalecimiento de híbridos y plantas resistentes
a plagas. Debido a que todas las plantas cruzadas se derivan de genotipos silvestres que
proveen nuevos genes para el mejoramiento de variedades comerciales de cultivos, la
conservación de diversas especies de plantas en sus ecosistemas nativos es vital. La diversidad
genética también ha sido fundamental para el mejoramiento e incremento de la producción de
la industria ganadera, especialmente del ganado lechero, porcino y avícola
c. Producción ecológica
Colinveaux (1986) define la producción bruta de un nivel trófico como “la energía
representada por la biomasa producida junto con la energía que es gastada en el trabajo de
producción”. La energía representada por la biomasa es la producción neta y la energía usada
en el trabajo de producción es la respiración donde la Producción Neta + Respiración =
Producción Bruta.
Dixon et al. (1988) definen el método Costo/Efectividad (C/E) como una técnica de
análisis de existencias y flujos de beneficios y costos en un período de tiempo y se basa en las
preferencias individuales, la disponibilidad a pagar y el bienestar social. Las preferencias
individuales son una base de medición de los beneficios (Pearce y Turner, 1991; Ruitenbeek,
1990). Estas preferencias se relacionan con la conducta de las personas ante diferentes
opciones de uso de los bienes y servicios que provee el ambiente.
Otros autores como Cristeche y Penna, a su vez tratan el tema desde una perspectiva
en la que hacen algunas precisiones respecto a la Economía Ambiental, la cual según ellos
suele desarrollar un análisis que se realizan desde la teoría neoclásica y estudios que se
enmarcan en lo que es conocido como la «Economía de los Recursos Naturales». La idea
principal de este enfoque consiste en que los problemas ambientales surgen de lo que se es
conocido como fallas de mercado. Es decir, situaciones en las que el mercado no funciona
como un asignador óptimo de recursos.
El medio ambiente en general, y muchos recursos naturales están vinculados con los
conceptos de: externalidad, bien público y recursos comunes. La presencia de estas fallas de
mercado está generalmente asociada a la ausencia de mercados para estos bienes y servicios
ambientales. Tal como plantea Arrow (1986) cuando no existe mercado, hay un vacío de
información para la toma de decisiones de los individuos, que ha de completarse con algún
tipo de conjetura. El problema es que dichas conjeturas difícilmente armonicen con la realidad
asociada al fenómeno bajo estudio, y por consiguiente, la toma de decisiones que se deriva de
las mismas resulte en una asignación no óptima de recursos. Ante este tipo de situaciones la
tarea de la economía ambiental radica en proporcionar análisis e instrumentos que permitan
corregir tales desvíos. Este tipo de estudios apunta principalmente a la valoración directa o
indirecta en términos monetarios de los cambios operados en la calidad de algún bien o
servicio ambiental.
En este sentido, se reconocen dos tipos de enfoques para realizar el análisis económico
de impactos ambientales. En primer lugar, se considera la posibilidad de utilizar el criterio
costo-beneficio estándar, comparando los beneficios y los costos asociados a una acción
particular para determinar si vale la pena o no encarar la misma. Este enfoque se utiliza
generalmente al comparar distintas alternativas o proyectos, para lo cual es preciso identificar
los impactos ambientales asociados y asignar un valor económico los resultados que se
deriven de los mismos. Un ejemplo de ello puede ser el análisis de distintas tecnologías de
tratamiento de agua y las mejoras en la salud de la comunidad que las mismas pueden
generar.
En resumen ellos sintetizan el trabajo de valoración económica, como una de las tarea
más arduas con la que debe enfrentarse la economía ambiental, la cual consiste en realizar los
ejercicios de valoración económica de los impactos ambientales asociados a diversas acciones
o proyectos, a partir de los cuales posteriormente se encaran los análisis costo-beneficio o
costo eficiencia previamente expuestos.
Muchos autores han identificado diferentes categorías de los beneficios y costos que
se obtienen del uso de un ecosistema (Dixon y Sherman, 1990; Pearce y Turner, 1989; Aylward
y Barbier, 1991; Barbier, et al. 1991, Windevoxhel, 1992). Un ecosistema puede ser utilizado
en forma directa e indirecta.
Por ello Asimismo, puede no haber uso y sin embargo tener un valor de opción y un
valor de existencia. La Imagen N°03 representa los diferentes valores de Uso de un Ecosistema
que se relacionan directamente con el Valor Económico Total.
Imagen N° 03 Valor Económico Total de un Ecosistema Bosque Tropical
Los bienes y servicios ambientales pueden poseer un valor desigual para diversos
individuos y grupos de personas. La agregación de los distintos valores marginales por debajo
de algún tipo de umbral mínimo es el Valor Económico Total. La terminología y la clasificación
de los distintos elementos que componen el Valor Económico Total varían ligeramente entre
analistas, pero generalmente incluye al Valor de Uso y al Valor de No Uso. El primero está
compuesto por:
Los individuos valoran los bienes por su uso directo. Este se refiere al valor de utilizar
los productos y servicios de cierto ecosistema para la obtención de beneficios directos
(bienes). El valor de uso directo del ecosistema puede entenderse como el valor económico
obtenido de los productos extraídos del ecosistema.
Los valores de uso indirecto se refieren al valor de las funciones y servicios ecológicos
que cumplen los ecosistemas y que son afectados por algún tipo de intervención humana o
natural. La función ciclaje de nutrimentos, captura y fijación de CO 2, control de erosión,
soporte de vida a otros ecosistemas o hábitats, descarga y recarga de aguas subterráneas y
control de inundaciones son algunas de estas funciones y cuyo valor puede ser medido
indirectamente.
(iii) Valor de Opción.
c. Beneficios económicos
d. Costos económicos
Para obtener beneficios directos se incurren en costos que deben ser valorados
económicamente. Los costos se dividen en costos directos e indirectos (Dixon et al. 1988;
Hufschmidt et al. 1983; Windevoxhel, 1992).
Los Costos directos son aquellos en los cuales se incurren en el sitio por desarrollo de
determinada actividad productiva. Se trata de los costos de insumos, mano de obra y todos
aquellos costos ligados al desarrollo de la actividad productiva y de transformación. La
valoración económica de los costos toma en cuenta los precios económicos.