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, ,

1 radicalismo político ha sido normalmente aso-


E ciado con una posición política de izquierdas,
en oposición a la postura retrógrada del con-
MASALLA
servadurismo. Actualmente, sin embargo, la izquier-
da se ha vuelto defensiva mientras que la derecha
se ha hecho radical en nombre de la libertad de mer-
DE LA IZQUIERDA
cado, sin importarle los obstáculos de la tradición y
las costumbres que pueda encontrar en su camino. Y LA DERECHA
Para explicar esta curiosa perspectiva, Giddens
desarrolla un nuevo marco en el que insertar el ra- EL FUTURO
dicalismo político, recurriendo a lo que él llama un
"conservadurismo político", pero aplicando este DE LAS POLÍTICAS RADICALES
punto de vista al servicio de los valores que normal-
mente se han asociado con la izquierda.
Este libro proporciona, además, una interesante Anthony Giddens
interpretación a cerca del resurgimiento del funda-
mentalismo, la democracia, la persistencia de las di-
visiones del género y el problema de una teoría polí-
tica normativa de la violencia.
Una lectura esencial para quien quiera conocer y
aproximarse a los cambios políticos con que nos en-
frentamos en este final del siglo xx.

0112046

a ... ISBN 84-376-1408-2

Colección TEOREMA
serie mayor .JL.J1 CÁTEDRA
Colección Teorema Anthony Giddens
Serie mayor

Más allá de la izquierda


y la derecha
El futuro de las políticas radicales

GUSTAVO
L Mf:DiNA

CÁTEDRA
TEOREMA
Título original de la obra:
Beyond I,eft and Right
Tbe Future o/ Radical Politics

Índice
PREFACIO 9
INTRODUCCIÓN 11
Traducción: Mª. Luisa Rodríguez Tapia
Universalización, tradición, incertidumbre 14
Socialismo, conservadurismo y neoliberalismo 17
Un marco para la política radical 21
Coda: la cuestión de los medios 29

Capítulo primero. ELCONSERVADURISMO; LA ADOPCIÓN DEL RADICALISMO 31


Reservados todos los derechos. De conformidad con lo dispuesto El viejo conservadurismo 33
en el art. 534-bis del Código Penal vigente, podrán ser castigados Conservadurismo, conservadurismos 56
con penas de multa y privación de libertad quien1_;:s reprodujeren Conservadurismo filosófico 36
o plagiaren, en todo o en parte, una obra literaria, artística Neoconservadurismo 39
o científica fijada en cualquier tipo de soporte 42
sin la preceptiva autorización.
Neoliberalismo
Conservadurismo y neoliberalismo 46
Conservadurismo y cambio social 50
El conservadurismo y el concepto de tradición 54

Capítulo II. ELSOCIALISMO: LA RETIRADA DEL RADICALISMO 59


El socialismo y la cuestión de la historia 60
Socialismo y democracia 67
El socialismo revolucionario 70
Los límites del modelo cibernético 73
El socialismo y el estado de bienestar 77
Una valoración preliminar 80
© Anthony Giddens, 1994
Ediciones Cátedra S. A., 1996 Capítulo III. LASREVOLUCIONESSOCIALESDE NUESTRAÉPOCA 85
Juan Ignacio Luca de Tena, 15. 28027 Madrid
Depósito legal, M. 2.356-1996 Una modernización sencilla y reflexiva 87
I.S.B.N., 84-376-1408-2 Consecuencias estructurales 94
Printed in Spain La llegada de la política de la vida 97
Impreso en Gráficas Rógar, S. A. El cambio social y el papel de la confianza activa 99
Poi. Ind. Cobo Calleja. Fuenlabrada (Madrid) La incertidumbre fabricada y los entornos de riesgos universales 103

7
Capítulo IV. Dos TEORÍAS
DELADEMOCRATIZACIÓN 111
La popularidad de la democracia 111
Una opinión alternativa 116
Participación, representación, diálogo 118
¿Qué es democracia? 119
Democracias dialogantes 123
La democracia y el problema de la solidaridad 130
Democracia, desigualdad y poder 137

Capítulo v. LASCONTRADICGONES
DELESTADO
DEBIENESTAR 139
Orígenes estructurales del estado de bienestar 139
Problemas del bienestar: trabajo y clase 144 Prefacio
El problema de la clase inferior 149
El futuro del bienestar: una orientación preliminar 153
Este libro empezó hace aproximadamente quince años; preten-
Capítulo VI. POLÍTICA
GENERA11VA
Y BIENESTAR
POSITIVO 157 día que fuera el tercer volumen de lo que entonces llamé una "crítica
Sistemas de. bienestar e incertidumbre fabricada 157 contemporánea del materialismo histórico". Nunca escribí ese tercer
Argumentos extraídos de la pobreza universal 163 volumen) porque mi interés asumió direcciones ligeramente distintas.
Un desarrollo alternativo 169 La presente obra se basa en las ideas que esbocé para ese tercer volu-
El diamante estructura! 174 men, pero también se inspira, en gran parte, en conceptos que he de-
sarrollado en ensayos publicados posteriormente.
Capítulo VII. BIENESTAR
POSITIVO,
POBREZA
y VALORES
DEVIDA 181 Me gustaría dar las gracias a los colegas y amigos que han leído y
Trabajo, productivismo, productividad 182 comentado las primeras redacciones del libro, o han contribuido de
Del estado de bienestar al bienestar positivo 187 alguna otra manera a su preparación. Doy las gracias, pues, a Ulrich
El bienestar en una sociedad post-escasez 189 Beck, Ann Bon e, Montserrat Guibemau,. Rebecca Harkin, David Held,
Divisiones de clase y conflictos sociales 195 David Miliband, Veronique Mottier, Debbie Seymour, Avril Symonds
¿Los ricos contra. los pobres? Un modelo generativo de igualdad 197 y Dennis W rong.
Capítulo VIII. LAMODEfu"JIDAD
BAJOUNSIGNONEGATIVO:
CUESTIONES
ECOLÓGI-
CASY POÚTICADELAVIDA 205
La concepción de ia naturaleza 209
La naturaleza: vivir en ella y con ella 215
Los problemas de la reproducción 220
El orden de los riesgos de grandes consecuencias 226
Medio ambiente, individualidad 231
Conclusión 234

Capítulo IX. LATEORÍA


POLÍTICA
y ELPROBLEMA
DELAVIOLENCIA 237
El estado y la pacificación 239
La virilidad y la guerra 243
Violencia, diferencia étnica y diferencia cultural 250

Capítulo X. CUESTIONES
DEMEDIO
y VALORES 255

8 9
Introducción

;Qué puede significar ser radical en la política de hoy? El espec-


tro que perturbaba los sueños de la Europa burguesa y que, durante
más de setenta años, fue de carne y hueso, ha regresado a las tinie-
blas. Las esperanzas radicales de una sociedad en la que, como decía
Marx, los seres humanos pudieran ser "verdaderamente libres", pare-
cen haberse convertido en ilusiones vanas.
I)esde hace mucho tiem¡:,o, la idea del radicalismo político se ha
vi!)._culª'dQ..Rriri,;!Qalmente
al pensamiento socialista. S.eL'.rn.dic.al''._e_Gl
tener una concepción determinada de las posibilidades inherentes a_.
la historia; el rad.i&a.ligno_sjg!).jficabaro.1i:mercon las atadura_s cleJ_pa-
sado,. Algunos radicales fueron revolucionarios; para ellos, la revolu-
ción, y quizá sólo ella, podía engendrar esa clara separación que
pretendían con lo que había existido antes. Sin embargo,. el rasgo
_definitorio del radicalismo político no fue nunca la idea de revolu-
ción sino, su progresismo. La historia estaba para ser aprehendida,
moldeada con arreglo a los propósitos humanos, de modo que las
ventajas que, en épocas anteriores, parecían un don de Diós y la pre-
rrogativa de unos pocos, pudieran desarrollarse y organizarse para
beneficio de todos.
"El radicalismo, al abordar las cosas desde la raíz, significaba no
.S..6L<LPLO..l!llº1L~L~mbiosino controlar dicho .ca!llbio para hacer
avanzar la historia. Y es ese proyecto el que ahora parece ha~t::rse
desva11~cido. ¿Cómo se debe reaccionar ante tal situación? Aígunos
afirman que las posibilidades de cambio radical han desaparecido. La
historia, como si dijéramos, ha llegado a su fin y el socialismo se ha
quedado fuera de su alcance. Pero ¿no podría ser que, lejos de· ha-
berse eliminado las posibilidades de camb!Q,__ estemos sufriendo \!!l
~acho de ellas? Sin duda, llega un momento en el que el cambio
constante no sólo es perturbador sino claramente destruc_tiV()_; y PO_-.
___

11
dría afirmarse que, en muchas áreas de la vida social, se ha llegado a son dispares y, en ocasiones, decididamente opuestos entre sí. .Con la
_dicho punto. posible excepción de algunos sectores del movimiento verde, LQ$
~ Esta línea de eensamiento parece desviarse de lo que .B2~!Pª1- nuevos movimientos sociales no son "totalizadores", como lo ~ÚP
mente se consideran filosofías políticas ~ª.cl_i_i;:_ªA~-~---l1a_c;!a
.~lgg___
gue ~si -~@2._~l_ socialismo, ni prometen una nueva "fase" de desarrollo social
en realidad, el conservadurismo. El principal impulso del pensa- · más allá del orden existente. Por ejemplo, algunas versiones del pen-1
miento conservador, desde los tiempos de Edmund Burke, ha sido la samiento feminista son tan radicales como todo lo que se incluía en elj
suspicacia respecto al cambio radical en todas o casi todas sus for- nombre de socialismo. Sin embargo, no prevén hacerse con el domi-]
mas. Pero nos encontramos aquí con algo sorprendente, que requiere nio del futuro como lo hacían las versiones más ambiciosas de aquél. !
explicación. El cons~i:vadµr_ismo,__ en__lasvertiente_s que más infl_q~en Es preciso llegar a la conclusión de que el mundo de fines de si-i
actualmente en Europa y, hasta cierto punto) el resto del mun_do,__ ha glo no ha resultado como predecían los fundadores del socialismo¡
~ado a adoptar con mayor o menor exactitud _lo_qu_,:.\en otro cuando intentaban dar una orientación a la historia superando las tra-j
tiempo, pJetendí'!._fepudiar: el _capitalismo competitivo y los procesos diciones y los dogmas. Creían, con bastante razón, que cuanto más 1
l.de cambio espectacular yde largo alc_at1cec¡u<e_aquelsuel_e provocar. llegáramos a saber, como humanidad colectiva, sobre la realidad so-
Numerosos conservadOfes son ahora activos radicales en relación_~pn cial y material, más seríamos capaces de dominarla para nuestro pro-.1
_elfenómeno que antes tenían en mayor aprecio, la tradición. "Fuera pio interés. En el caso de la vida social, especialmente) los seres hu-l
los fósiles que hemos heredado del pasado": ¿dónde se oye más a manos pueden convertirse no sólo en autores sino en dueños de su
menudo este sentimiento? No en la izquierda, sino en la derecha. propio destino.
El conservadurismo hecho radical se enfrenta al sociaíismo he- Los acontecimientos no han desgastado estas ideas. El mundo en
t cho conservador. Con la caída de la Unión Soviética, muchos socialis- eLque vivimos actualmente no est_á sometido a un dominio estrictp
tas han pasado a concentrar sus energías en la protección del estado por parte de los humanos., tal como expresan las ambiciones de la iz-
de bienestar frente a las presiones a las que se ve so.I_I1etido.Es cierto quierda y, podría decirse, las pesadillas de la derecha._Casi al comrn,_
que algunos socialistas siguen afirmando que nunca se ha intentado ~io, es un mundo de confusión e incertidumbre, un "mundo en fuga/'. Í'
el socialismo auténtico y que la desaparición del comunismo es un y_es preocupante qµe aquello gue debía crear cada vez más cert':;..?;.ª-_~
golpe de suerte, no un desastre. A su juicio, el comunismo era una ~vanee del conocimiento humano y la "intervención controlada"
forma de dogmatismo autoritario procedente de una revolución trai-
cionada) mientras que el socialismo reformista del tipo existente en
~n la sociedad y la naturaleza-
hecho con esa imprevisibilidad. Los ejemplos abundan._ Pensemos, '
1
esté pt.ofund.amente _rela~iol).ado, de

Europa occidental se vio arrastrado por intentar acomodarse al capi- por ejemplo, en el debate sobre el recalentamiento global, que trata
talismo, en vez de superarlo. No obstante, se trata de una tesis poco de las posibles repercusiones de las actividades humanas en el cam-
convincente, y:Jos socialistas, en su mayoría, han retrocedido a la de- bio climático. ¿Está ocurriendo ese recalentamie.nto, o no? Segura-
fensiva, con su posición de "vanguardia de la historian reducida a la mente, la mayoría dé los cien~íficos está de ac_uerdo en que sí; pero
~area, más modesta, de proteger las instituciones de bienestar. hay otros que ponen en tela de juicio la misma.,~xistencia· del fenó-
Desde luego, los radicales de izquierda disponen de otra dir<:c- meno y la teoría propuesta para explicarlo. Si es cierto que se está
ción hacia la que dirigir la mirada: los nuevos movimientos socíaj~s, dando el recalentamiento global, sus consecuencias son difíciles de
como los que se ocupan del feminismo, la ecología, la paz o los dere- evaluar y problemáticas, porque es algo que no tiene precedentes
f chos humanos. El '~proletario universal" no puede cargar con el _p<=,i_Q_ reales.
..de las aspiraciones históricas de la i.zguierda; ¿va a haber quizá otros A las incertidumbres derivadas de ello las denominaré, genérica-
9_i:ganismos que tomen el relevo' Porque no sólo es que dichos gru- mente incertidumbre fabricada._La_vidaJ1a sidq_siempre arriesgada.
pos parezcan "progresistas", es que el -modo de organización política La intrusfon de la iñCer.tidü-ffibre·fabricada en nuestras vidas no signi-
que han escogido, el movimiento social, es el mismo que presunta- ficaque nuestra existencia, individual o colectiva, vaya a verse más Jt
mente iba a conducir al proletariado a su victoria definitiva. en peligro que hasta ahora. Lo que sucede es que el origen ~L~l- 1'
Está claro, no obstante, gue no conviene apresurarse a toma_rJQs de ese J>eligro han variado. J!Lries o fabricado es resultado de_
f_,!!}_<;e
nuevos movimientos sociales E2t.~9~.~~Ji.~qio. Aunque las aspiractones la intervención humana en las condiciones de la vida social y la natu-
.de algunos de ellos se acercan a los ideales socialistas, sus objétívos ;aleza. Las incertidumbrteS (ygportunidades) que crea s_on, en gran

12 13
parte, nuevas. No se les pueden aplicar viejos remedios; Eero tam- En segundo lugar y, en parte, como consecuencia directa de la
poco responden a la receta de la Ilustración: a más conocimient.Q., universalización, h-9J,Znode.mpsbahh1r de la aparición de un orden so- q\
más dominio. Para decirlo con más precisión 1_ las reacciones que po- cialpost-tradir.ional. Un orden post-tradicional no quiere decir que la ""'J
drían provocar actualmente, en muchas ocasiones están tan_x_eladec_ tradición desaparezca, ni mucho menos. Lo .que sucede es que~
nadas con el control de daños y la reparación como con un proceso dición cambia de categoría. ~diciqpes tienen ave explicarse,
constante de incremento del dominio. abrirse a preguntas y debates. A primera vista, esta afirmación puede
El avance de la incertidumbre fabricada es el resultado de la parecer extraña. ¿No han estado siempre enfrentadas la modernidad y
larga maduración de las instituciones modernas; pero además se ha las tradiciones? ¿La principal fuerza impulsora de la Ilustración no fue,
acelerado como consecuencia de una serie de acontecimientOs que para empezar, la superación de las tradiciones?
han transformado la sociedad (y la naturaleza) desde hace sólo cuatro Tal como lo expresa la expansión de la modernidad, el_pensa-
o cinco décadas. Es fundamental señalar estos últiinos para compren- miento ilustrado desestabilizó verdaderamente todo tipo de tradicio-
der el nuevo contexto de la vida política. Son especialmente impor- nes. Pero la influencia de estas últimas siguió siendo muy enérgica:
tantes tres series de hechos que afectan, sobre todo, a los países desa- aún más, en las primeras fases del desarrollo de las sociedades mo-
rrollados, pero que poseen asimismo, cada vez en mayor medida, im- dernas, la reorientación de la tradición cumplió un papel fundamen- ,.¡¡-
pacto a escala mundial. tal en la consolidación del orden social. Se inventaron o reinventaron
tradiciones grandiosas como las del nacionalismo o la religión. Igual-
mente importante fue que se reconstruyeran tradiciones de tipo más
UNIVERSAllZACIÓN, TRADICIÓN, INCERTIDUMBRE concreto, relacionadas, entre otras áreas de la vida social 1 con la fami-
lia, los sexos y la sexualidad. En lugar de desaparecer, se modificaron
En pJJmey_lyg.ar nos encontramos con_la io.fü1~11,9ja ..una u.ni~
d._e con el fin de dejar a las mujeres firmemente establecidas en el hogar,
l) versaümción cada vez más intensa, concepto muy aireado pero, reforzar las divisiones entre los sexos y estabilizar ciertos cánones
/ hasta ahora, mal comprendido. La universalización no es sólo, ni si- "normales" de conducta sexual. Incluso la propia ciencia, aparente-
guiera principalmente, µn fenómeno económico¡ y no debe eguiJ)a- mente tan opuesta a los modos tradicionales de pensamiento, se con-
rarse con la aparición de un "sistema mundial". La universalización virtió en una especie de tradición. Es decir, la ciencia se convirtió en
está relacionada en realidad con la transformación del espacio y el una "autoridad" a la que se podía acudir de forma más o menos indis-
tiempo. Yo la defino como acción a distancia, y relaciono su intensi~ cutible para enfrentarse a los dilemas o intentar resolver problemas.
ficación en años recientes con la aparición de los medios de comuni- Sin embargo, en una sociedad universalizadora v cosmopolita desde
cación mundial instantánea y transporte de masas. el punto de vista cultural las tradiciones se ven expuestas a la vista :JI.
\ La universalización no se refiere sólo a la creación de grandes ,de todos y se les exigen motivos o justificaciones. >¡./'.'
sistemas, sino a la transformación de contextos locales, e incluso per- El ascenso -~el fundamentalismo deb~ examinar~e teniendo en/,Ji' .,,,o
sonales de e;x;periepcia social. Nuestras actividades cotidianas están cuenta la apanc,on de la sociedad post-trad1qonal. El termino "funda- f v••·
cada vez más influidas por sucesos que ocurren al otro lado del mentalismo" no se convirtió en moneda corriente hasta hace poco .\l:> -
mundo. Y, a la inversa, los hábitos de vida locales han adquirido con- tiempo: en 1950 todavía no figuraba en el Oxford English Dictionqry. 1
secuencias universales. Por consiguiente, mi decisión de comprar En este caso, como en otros, la aparición de un nuevo concepto in- V
cierta prenda de vestir tiene repercusiones no sólo en la división in- dica la aparición de nuevas fuerzas sociales. ¿Qué es el fundamenta-
ternacional del trabajo sino en los ecosistemas terrestres. lismo? A mi juicio, no es más que la tradición defendida de modo tra-
~ La universalización no es un proceso sencillo sinq una complejq. dicional; pero este método de defensa es muy controvertido. Lo esen-
f#lj mezcla de procesos que actúan frecuentemente de modo contradicto- cial de las tradiciones es ue en realida a e t" · s·
. ~or lo que se producen conflictos, desconexiones y nuevas for- contienen su propia verdad 2 una verdad ritual. que el creyente consi- ~
mas de estratificación. Así, por ejemplo, la reanimación de los nacio- <lera justa. Sin embargo, en un orden cosmopoljta y universal ·esta
nalismos y el énfasis dado a las identidades locales están directa- p,ostura se vuelve peligrosa, porque es, en definitiva, un rechazo al
mente vinculados a las influencias universalizadoras, y se alzan ~n diálogo. El fundamentalismo tiende a acentuar la pureza de una serie
oposición a ellas. determinada de doctrinas, no sólo porque pretende diferenciarlas de

14 15
otras tradiciones) sino porque es el rechazo de un modelo de verdad damental en una variedad de cambios que, por lo demás, parecen te-
vinculado al diálogo entablado en ..torno alas ideas en un espado ner poco en común. Así, la aparición de los procesos "post-Ford" en
público. Resulta peligroso porque tiene un contenido potencial de las empresas industriales suele analizarse como una transformación
violencia. los fündameotalismos pueden surgir en todos los terrenos tecnológica, especialmente por la influencia de la tecnología de la in-
de la vida so ial en los ue la tradición se convierte en algo sobre lo formación. Pero el motivo básico de la extensión de la "producción
gue hay que decidir, y na darla por s11p11e:¿to. No sólo existen n a- flexible" y la "toma de decisiones de abajo a arriba" es que un uni-
mentalismos religiosos, sino étnicos, familiares y de sexos, entre otras verso de reflexividad elevada lleva a una ma or autonomía de acción.
formas. que la empresa necesita reconocer y aprovechar.
L~ transformación actual de la tradición está estrechamente vin- Lo mismo ocurre con la burocracia y el campo de la política. La
culada a la transformación de la naturaleza. La tradición y la natura- autoridad burocrática, como _9-_~jó bien claro Max Weber, era una con-
leza solían ser "paisajes" relativamente estables, por así decir 1 que es- dición necesaria para la eficacia q_.rg;:inizativa.
En_~na sociedad orde-
tructuraban la actividad socíaL La disolución de la tradición (enten- nada con criterios más reflexivos 1 q'}.~~funciona en el contexto de la
dida al modo tradicional) se entrelaza con la desaparición de la incertidumbre fabricada, ya no es -ª~r Los viejos sistemas burocráticos
naturaleza, si esta última palabra se refiere a los entornos y sucesos empiezan a desaparecer, son l~ .•.dinosaurios de la era post-tradicio-
que existen independientemente de la acción humana. La incertidui:p- nal. En el terreno de la política, los estados no pueden ya tratar tan
bre fabricada penetra en todas las áreas de la vida que 1 con todo ello, claramente a sus ciudadanos como "súbditos". Las exiºencias de re-
han quedado expuestas a la toma de decisiones. construcción política y eliminació; de la corrupción así como el am-
El tercer cambio esencial que influye en las sociedades contem- plio descontéilto con los mecanismos políticos ortodoxos 2 son todos,
poráneas es la expansión de la ca_twcidadrodal de re/7P'x:ión. Ep una en cierta medida exnresiones de una mavor caoacidad social de re-
saciedad q31eelimina lastradiciones. los individuos deben acostum- flexión.
brarse a filtrar todas clases de datos significativos para sus situaciones
vitales y actuar habitualmente basándose en ese proceso de filtrado. SOCIALISMO, CONSERVADURISMO Y NEOJ,l~ERALISMO
Pensemos en la decisión de casarse. Se trata de una decisión que
debe tomarse con el conocimiento de que el matrimonio ha cam- Los problemas del socialismo ¿,;-ben intentar explicarse en rela-
biado en aspectos fundamentales durante las últimas décadas, que los ción con estos cambios. Tanto en la forma del comunismo soviético
hábitos y las identidades sexuales también han variado, y que las per- (en el Este) como en el "compromiso de bienestar" keynesiano (en
sonas exigen mis~_autonomía en su vida que en ninguna otra época Occidente), el socialismo funcionó tolerablemente bien cuando la/
anterior. Además, ..QQ se trata del mero conocimiento sobre una reali- mayor parte del riesgo era externo (no fabricado) y el nivel de univer- 1
dad social independiente; e_gla práctica, es un conocimiento .que in- salización y reflexividad social era relativamente bajo. Cuando ya no¡ .jf
fluye ·en lo que es verdaderamente esa realidad. El aumento de la ca- se dan tales circunstancias, el socialismo se derrumba _o se sitúa a la_t
acidad social de reflex;ión es un factor muy Únoortante que intrÓ- defensiva, y, desde luego, deja de estar en la vanguardia de la "his- t
duce la discre anda entre el conocimiento el dominio de la toria". ~
sit ación un elemento ue constitu e una fuente esencial de incerti- El sÜcí~lismo_se basaba en lo que podría denominarse un "mo-
~ i - delo cibernético" de la vida social, que es un firme reflejo de la pers-
Un mundo con mayor capacidad de reflexión es un mundo de pectiva ilustrada mencionada al principio. De acuerdo con el modelo
gente lista. Con ello no quiero decir que las personas sean más inteli- cibernético, un sistema (en el caso del socialismo 1 la economía) seor-
gentes de lo que solían ser. En un orden post-tradicional, los indivi- ganiza mejor cuando se subordina a una inteligencia rectora (el es-.
duos tienen que invoh..i-Q;!rsemás o rri.enos en el mundo que les ro-. tado concebido de una u otra forma). Pero, mientras esta situación
dea para sobrevivir.tn éL La información elaborada por especialistas puecÍe servir de manera raZonablemente eficaz para sistemas más co-
(incluido el conocjg¡iento científico) ya no puede limitarse a grupos herentes --en este caso, una sociedad con escasa.capacidad de refle-
específicos, si110 que las personas profanas la interpretan. normal- xión y hábitos de vida bastante fijos-, no lo hace en el caso de siste-
mente y se basan e.n ella para sus actividades cotidianas. . mas muy complejos.
El desarrollo de la capacidad social de reflexión es el factor fun- Dichos sistemas necesitan una gran cantidad de inversiones de,

16 17
bajo nivel para ser coherentes (suminístradas, en las situcíones de conservadurismo se basan en la persistencia de la tradición en las
mercado, por la multiplicidad de decisiones locales en materia áreas de la nación, la religión, los sexos y la familia. Dado que no po-
de precios, producción y consumo). El cerebro humano, probable- see verdaderos motivos teóricos, su defensa de la tradicíón en estas
mente, trabaja de la misma manera. En otro tiempo se creía que el áreas suele adoptar la forma de un fundamentalismo. El debate sobre
cerebro era un sistema cíbernético,_ en el que el córtex tenía la res- los "valores familiares" es un buen ejemplo. Se supone que el libera-
ponsabilidad de _integrar el sistema.nervioso central en su conjunto. lismo individual reina en el mercado, y el alcance de los mercados se
Sin embargo, las teorías a~_tualesdan mucha más importancía a las amplía enormemente. Sin embargo, la expansión global de la socie-
aportacíones de bajo nivel en la v~rdadera integracíón de las neu- dad de mercado es una fuerza fundamental en la promoción de esas.
ronas. mismas fuerzas desintegradoras que afectan a la vida familiar, diag-
r La hiQótesis de gue el socia ismo está mori bun do es mue ho me- nosticadas y vigorosamente rechazadas por el neoliberalismo cuando
nos controvertida ahora gue hace unos cuantos años. Más heterodoxa éste asume una posición fundamentalista. Desde luego, se trata de
es, a mi juicio, una sefil!nda afirmación gue guiero hacer: gue el een- una mezcla inestable.
samiento político conservador se ha disueltoi en gran 2arte, justo en Si el socialismo y el conservadurismo se han desintegrado, y el
el momento en el aue empezaba a ser especialmente significativo neoliberalismo resulta paradójico, ¿podemos acudir al liberalismo per
12aranuestra situacíón actual. ¿Cómo es 12:osible?¿No ha triuntaao el se (capitalismo más democracia liberal, pero despojados de funda-
conservadurismo en todo el mundo, tras la desintegracíón del ero- mentalismos propios de la nueva derecha), a la manera, por ejemplo,
vecto socialista? Pero es greciso distingyír entre el conservadurismo y de Francis Fukuyama' Aunque en este libro no me ocupo de la teoría
la derecha. "La derecha" significa muchas cosas distintas en diversos política liberal en profundidad, no creo que sea así, por razones que
contextos y países. Pero t~no de los priµcipales usos que se dan hoy expondré con detalle más adelante. Un cagitalismo en constante ex-
al término es para referirse al neoliberalismo, cuyos nexos con el con- pansión se encuentra no sólo con límites medi~a~bientales relad~-
servadurismo son, como mucho, tenues. Porque, si el conservadu- nados con los recursos terrestres. sino con los lmutes de la moderm-
risu!Q ti~us; alg!Jn significado es el deseo de conservar y 1 es12ecífi- dad en forma de incertidumbre fabricada; la democracia liberal, ba-
,ameots;;el de ~mm:¡yar la tragición, como "sabiduría heredada del sada en un sistema electoral de partidos, que funciona en el nivel de
pasado". El neoliberalismo no es conservador en este sentido (bas- la nación-estado, no está bien preparada para hacer frente a las de-
tante elemental). Por el contrario, desencadena procesos radicales de mandas de unos ciudadanos reflexivos en un mundo universalizador;
transformación, estimulados por la constante expansión de los merca- y la combinación de ca italismo democracía liberal ofrece escasos
dos. Como advertimos previamente, la derecha se ha vuelto radical medios 12aragenerar la solidaridad social.
en este aspecto, mientras que la izquierda pretende, sobre todo, con- Todo ello muestra con suficiente ciaridad el agotamiento de las
servar; por ejemplo, intentando proteger lo que queda de! estado de ideologías políticas heredadas. ¿Deberíamos admitir quizá, como afir-
bienestar. man algunos autores postmodernos, que la Ilustración se ha agotado
En una sociedad 12ost-tradicional1 el mantenimiento de la trª-di- y que tenemos que aceptar el mundo, más o menos, como es, con to-
ción no 12uede mantener el sentido que tenía anteriormente, como das sus barbaridades y limitaciones? Desde luego que no. Casi lo úl-
conservación relativamente irreflexiva del nasado. Poraue la tradición timo que necesitamos actualmente es una especie de nuevo me-
defendida a la manera tradicional se convierte en fundamentalísmo dievalismo, una confesión de imQotencia ante fuerzas más grandes
una perspectiva demasiado dogmática como para basar en ella un que nosotros mismos. Vivimos en un mundo dañado radicalmente,
conservadurismo que persigue el logro de la armonía social ("una na- que necesita remedios radicales.
ción") como una de sus principales raísons d'8tre. No obstante, existe una cuestión muy real y muy difícil a la que
El neoliberahsmo, por otro lado, se vuelve internamente contra- hay que enfrentarse: la 12roblemática relación entre el conocimiento y
dictorio dicha contradicción es cada vez más fácil de ver. Por una el dominio. patente en la difusión del riesgo fabricado. El radicalismo
parte, es hostil a la tradición, y constituye verdaderamente una de las político no puede ya introducirse, como hacía el socialismo, en el es-
principales fuerzas que eliminan la tradición en todos lados, como pacio entre un pasado abandonado y un futuro creado por los huma-
consecuencia del impulso de las fuerzas de mercado y de un indivi- nos. Pero está claro que no puede tampoco conformarse con el radi-
dualismo agresivo. Por otra, su legitimidad y su vinculación con el calismo neoliberal, un abandono del pasado regido por el errático

18 19
comportamiento de las fuerzas de mercado. La posibilidad, incluso la
necesidad de una política radical no ha muerto junto a todos los de-
más elementos desaparecidos, pero se trata de una política que se UN MARCO PARA LA. POLÍTICA RADICAL
puede identificar sólo vagamente con las orientaciones clásicas de la
· izquierda. _ Nuestra relación con la naturaleza -o· lo que ya no es natura- ~
_Lo que podría denominarse "conservadurismo filosófico" -una leza--:-es una de las grandes dimensiones institucionales de la moder- ':;t
. filosofiade protección, caaseoraciáo y solidaridad adguíere nueva nidad;·espe<:!.§!lmentevinculada al impacto de la industria, la ciencia y -
importancia respecto al radicalismo político actual. La idea de vivir la tecnología en el mundo moderno. Si esta_dimensión constituye un
con la imperfección, en la que el conservadurismo filosófico hace foco de preocupaciones y debates ecológicos, las demás son igual-
hincapié desde hace largo tiempo, podría convertirse aquí en un fac- mente signifi¡¿ªtivas como contextos para la reforma de la política ra-b\
or radical. Un programa político radical debe reconocerqne enfren- dical. Una de dichas dimensiones es el capitalismo, definido como un 'J
tarse al ries o fabricado no uede asumir la forma de "más de lo sistema competitivo de mercado en el que los bienes y la mano de
mismo" una consta co a de la obra son mercancías. Sí su fuerza opositora, el socialismo, ha que-
ción del presente o el pasado. dado desarmada, ¿debe dominar un sistema capitalista sin contes-
' Desde luego, no es casual que éstos sean exactamente los te- tación? No creo. Los mercados capitalistas incontrolados siguen te-
mas preferidos de la fuerza política que con más seguridad puede niendo muchas de las consecuencias perniciosas que señaló Marx,
declararse heredera del manto del radicalismo de izquierdas: el mo- i.P,cluvendo el predominio de una ética de crecimiento, una mercanti-
vimiento verde. Esa reivindicación ha contribuido a oscurecer las lización universal y una polarización económica.
. afinidades, por lo demás bastante obvias, entre el pensamiento eco- La crítica de estas tendencias sigue siendo, probablemente, tan
logista, sobre todo el "ecologismo profundo", y el conservadurismq importante como siempre,. pero <J.horano puede derivar de un mo-
• filosófico. En ambos casos se hac::ehincªpié en la conservación, la delo cibernético de socialismo. Al "otro lado" del capitalismo vemos
· restauración y la reparación. Sin embargo, la teoría política de los la posible aparición de un orden post-escasez, definido de forma muv
verdes cae en manos de la "falacia naturalista" y se ve perseguida especial. Analizar los perfiles de un orden posterior a la escasez signi-
por sus propios fundamentalismos. En otras palabras, sus propues- fü;a prestar tanta atención a la influencia combinada del conservadu-
tas dependen de la llamada al regreso a la "naturaleza". ¡Si la natura- ,rismo filosófico y el pensamiento ecologistarnmo al socíalisffiQ.La
leza ya no existe! Ya no pod~[Uos defender la naturaleza de modo crítica del capitalismo, al menos como la desarrollo en este libro, si-
natural, como ya no podemos def~:tider la tradición de modo tradi- gue centráncl_Q.§~ en la opresión económica y la pobreza, pero desde
cional; no obst:;inte, ambas. necesitan con fr~cuencia que se las de- una persp!é,'.~tiva
distinta a la del pensamiento socialista.
fienda. J;;lpoder político y administrativo, otra dimensión de la moderni- e\
En el centro de este libro está la crisis e;;~lógica, pero entendida M, no procede directamente del .i:.:.omrolde los medios de produc- ')
<leforma muy heterodoxa.Dicha crisis. y los distintos movimientos ción, pese a lo que Marx pudiera afirmar sobre la materia. De acuer-
y filosofías que han surgido como reacción a ella, son manifestacio- do con las posibilidades de vigilancia, dicho poder puede dar origen
nes de una modernidad que, a medida que se hace universal y "se a un gobierno autoritario. Frente al autoritarismo político se encuen-
vuelve contrasí misma". se enfrenta a sus propios límites. Las consi- tra la influencia de la democracia, ~l término preferido del momento,
deraciones prácticas y éticas que surgen entonces no son, en su ma- P.SJrque · uién no es demócrata actualmente? ·Pero de ué clase de
yor parte, nuevas, aunque sin duda hacen _fajta nueva$ estrategias y democracia estamos hablando? En el preciso momento en el que los
propuestas pap resolverlas.Expresan dilemas morales y existencia- sistemas democráticos liberales parecen extenderse por todas partes,
l les que las. instituciones modernas, con su enérgico expansionísmo vemos que están sufriendo presiones en sus sociedades de origen.
~! y su tendencia a l;a dominación, han reprimido o "secuestrado" efi_~ El problema de la democracia. o así lo veo yo, está estrecha- ,
cazmente. mente vinculado a otra dimensión de la modernidad: el control de los A\
medios de la violencia. El dominio de la violencia no forma parte, VJ
hoy en día, de las formas convencionales de la teoría política, izquier-
da, derecha o liberal. Sin embargo, en los lugares donde muchas cul-

20 21
turas se ven forzadas al contacto unas con otras, como ocurre en las milia. pero la idea de que pueda existir un claro regreso a los "valores
condiciones sociales actuales, el choque violento de fundamentalis- familiares tradicionales" es imposible. Para empezar, partiendo de las
mos se convierte en materia de grave preocupación. últimas investigaciones, sabemos que la vida familiar en las épocas
Partiendo de las observaciones anteriores, propongo en este li- primitivas tenía a menudo un lado oscuro muy pronunciado, que in-
bro lo que podría resumirse como UJ} mareo de seis puntos para re- cluía el abuso físico y sexual de los niños y la violencia de los mari-
constituir la política radical, que sehasa en el conservadurismo filosó- dos contra las mujeres. Además, ni las mujeres ni los niños van a re-
fico pero mantiene algunos de los valores esenciales asociados, ha~ta nunciar probablemente a los derechos que han obtenido, que, en el
ahora, con el pensamiento socialista. caso de las mujeres, van acompañados de una participación muy am-

\ (1) Debe existir la preocupación por reparar las solidaridades daña-


dqs, que a veces puede implicar la conservación selectiva, o incluso
plia en el mercado de trabajo remunerado.
Como 1 una vez más, no existen precedentes históricos, no sabe-
mos hasta qué punto puede reconstruirse verdaderamente la vida fa-
quizá la reinvención, de la tradición. Este teorema vale para todos los miliar de modo que haya un equilibrio entre la autonomía y la solida-
niveles de relación entre las acciones individuales, no sólo con gru- ridad. No obstante, están bastante claros algunos de los medios por
pos o incluso estados, sino con sistemas más universales. Es impor- los que podría lograrse dicho objetivo. Una mayor solidaridad en una
tante no interpretarlo como la idea de revivir la sociedad civil, ahora sqc:iedad que se aparta de la tradición depende de lo que podría de-
tan popular entre ciertos sectores de la izquierda. El concepto de una 1nominarse confíqnza activa unida a una renovación de la respopsa-
"sociedad civil" situada entre el individuo y el estado resulta sospe- hWdad personal v social frente3 [g.sdem;t§. La confianza activa es la
choso, por razones que explicaré más adelante, cuando se aplica a la confianza que hay que ganarse que no procede del hecho de ocupar
situación social actual. Hoy deberíamos hablar más de las condicio- P.OSicionessociales preestablecidas ní cumplir funciones asignadas a
nes reordenadas de vida ipdividual y colectiva que engendran for- cada sexo. La confianza activa cuenta con la autonomía, en vez de
mas de desintegración social. sin dµda, pero también ofrecen nuevas oponerse a ella, y es una poderosa fuente de solidaridad social, dado
bases para crear solidaridades. que s_eejerce libremente y sin verse obligada por las restricciones tra-
Un punto de partida es la valoración adecuada del carácts.r del dicionales.
individualismo en la sociedad actual. El neoliberalismo pone- gran én- En el contexto_ de la vida familiar, la confianza activa implica el
fasis en la importancia ..O.elindividualismo, en contraste con el "colec- compromiso con otro u otros, y ese compromiso incluye el reconoci-
tivismo" desacreditado de la teoría socialista. Pero, por "individua- miento de obligaciones hacia ellos a lo largo del tiempo. El fortale-
lismo" los neoliberales entienden la conducta e oísta del mercado, ciJpiento de los compromisos y obligaciones respecto a la familia,
,, · ·o. A mi juicio, se trata de µna manera mientras éstos se funden en la confianza activa, no parece incompati- -·-
egµivocada de inte.cpretar lo que sería más adecuado considerar la bje con la diversidad de formas familiares que esrao aparedeodo en
ex_p::msióndela capacidad social de reflexión. En un mundo con gran todas las sociedades industrializadas. Los elevados índices de separa-
reflexividad, un individuo debe alcanzar cierto grado de autonomía ciones y divorcios van a mantenerse, probablemente, pero es posible
de acción como condición necesaria para poder sobrevivir y forjarse ver muchos aspectos en los que dichos índices podrían enriquecer
una vida; pero la autonomía no es lo mismo que el egoísmo y además _lasolidaridad social·, en lugar de destruirla. Por ejemplo, reconocer la
implica la reciprocidad y la interdependencia. Por consiguiente) lq_J?- importancia fundamental de los derechos de los niños, junto con las
rea de reconstruir las solidaridades sociales no debería verse como responsabilidades hacia ellos, podría ofrecer el medio de consolidar
una cuestión de nrote2'er la cohesión social alrededor de un mercado los nuevos lazos de parentesco que observamos a nuestro alrededor,
egoísta. Debería interpretarse como el intento de reconciliar la auto- como entre dos parejas de padres, que además son padrastros, y los
nomía v la interde=ndencia en las diversas esferas de la vida social hijos que comparten.
incluido el terreno económico.
Exammemos el ejemplo de la esfera familiar, una de las principa-
les áreas en las que el alejamiento de la tradición ha avanzado más
1
(2) Debemos reconocer la importancia creciente de lo gue llamo· po-
lítica de la vida en áreas tanto formales como menos ortodoxas del
deprisa. J,os neoiiberales han expresado con bastante precisión $U orden político. El perfil político de la izquierda ha estado siempre es-
preocupación por las tendencias desintegradoras qµe afectan a la fa- _ trechamente vinculado a la idea de la emancipación. Este último con-

22 23
cepto quiere decir libertad o, mejor dicho, libertades de varias clases: "contacto" mental más constante que anteriormente. "Desconectar"
liberación del dominio arbitrario de la tradición, del poder arbitrario y uede ex resar el desa rado ante las bufonadas de los olíticos, pero ✓
de las limitaciones de las privaciones materiales. La política emanci- también puede acompañar a una especial atención hacia as cuestio- _
padora es una política de oportunidades vitales y, por consigµient"e, nes que la persona considera fundamentales. La confianza, pues,
es esencial para crear una auton?mía de acció-!?-. Por ello sigue siendo puede mezclarse con el cinismo en una delicada combinación.
crucial para un programa político radical. Hoy se unen a ella, sin em-
bargo, diversas preocupaciones derivadas de los cambios analizados \ (4) Los fallos de la democracia liberal en un orden social universali-
anteriormente: la transformación de la tradición y la naturaleza, en el zado y reflexivo indican la necesidad de impulsar fonpas más radica-
contexto de un orden universalizador y cosmopolita. La política de les de democratización. Aquí subrayo la importancia de la democra-
la vida no es una política de oportunidades vitales, sino de estilo de cia dialogante. Entre los numerosos aspectos y formas de la demo-
vida. Se ocupa de las disputas y las luchas sobre cómo debemos vivir cracia que se debaten en la litera1:1r_aactual) se pue~en dístingui~ dos
(como individuos y como humanidad colectiva) en un mundo en el dimensiones en un orden democratico. Por un dot'Ja democracia es
que lo que antes solía estar fijado por la naturaleza o la tradición está u vehículo ara la re resentación de intereses~ or otro es un mpdo
...,__ah_o_ra_s_o_m_e_tr_·d
____
o_a_la
__
s_d_e_q_·s
__
io_n_e_s_h_u_m_a_n_a_s_.
__________ _ de crear un terreno público en el que --en principio--- se puedan re-
solver o al menos abordar cuestiones controvertidas a través del diá-
\ (3) Unida a la generalización de la capacidad social de retlexión Ja 0 logo. y no mediante formas preestablecidas de poder. Aunque el pri-
confianza activa implica una concepción de política gener.atü¿a.La mer aspecto es el que más atención ha recibido, el segundo es, por lo
política generativa_ existe en_el espaciq que une el t::;~tadocon la mpvi- menos) tan significativo como él.
lización reflexiva _en la SOGiedad el) general. Por_razones ya tratada~. La extensión de la democracia dialogante constituiría una parte
el estado sólo puede funcionar como inteligencia cibernéti~a hast~ (aunque no la única) de un proceso gue podría denominarse la de-
cierto punto. Pero las limitaciones del neoliberalismo, con su idea del mocratización de la democracia. Cuando el nivel de reflexividad so-
estado mínimo, se han hecho muy evidentes. La política generativa ~~- __ _,cialse mantiene relativamente bajo, la legitimidad política sigue de- '1/t
una política que pretende permitir a los individuos y los grupos que 12endiendo en una parte esencial del simbolismo tradicional y los mo-
provoquen las cosas, en lugar de que las cosas les ocurran, en el con- dos de actuar anteriores. Sin embargo) en un orden más reflexivo
texto de las preocupaciones y los objetivos sociales globale_s. --en el que la gente es libre, además, para ignorar más o menos el te-
La política generativa es una defensa de la política del terreno rreno político formal si así lo desea-, tales prácticas pueden ser so-
público, .pero no se sitúa en la vieja oposición entre estado y merca- metidas a revisión.
do. Actúa suministrando las condiciones materiales y los marcos or- Una mayor transparencia del gobierno contribuiría a la democra-
ganizatiYQS necesarios para las· decisiones de política vital que adop- tización de la democracia, pero ése es también un fenómeno que se
tan grupos e individuos en un orden social más general. Dicha polí- extiende a áreas distintas de la esfera política formal. Es posible suge-
tica se basa en la construcción de la confianza activa, tanto en las rir que, fuera del terreno del estado, la democracia díalogante se
instituciones de gobierno como en los organismos relacionados. µn puede fomentar en varios contextos principales. En el área de la vida
argumento clave del presente libro es que la política generativa cons-,. personal -relaciones entre padres e hijos, relaciones sexuales, rela-
tituye el principal medio de abordar con eficacia los problemas de ciones de amistad-, la democracia dialogante avanza hasta tal punto
pobreza y exclusión social en los tiempos actuales. que dichas relaciones se ordenan a través del diálogo. y no del poder
La política generativa no es una panacea. El carácter variable del incrustado. Lo que denomino una "democracia de las emociones" se
estado el hecho de ue, más o menos, toda la oblación viva en el basa en la integración de la autonomía y la solidaridad mencionada
mismo "espacio discursivo" que los organismos del esta o y e go- anteriormente. Presupone el desarrollo de relaciones personales en
bierno, producen nuevos e importantes dilemas y contradicciones en las que la confianza activa se pone en marcha y se sostiene a través
política. Por ejemplo, allí donde la forma de gobierno nacional se ha de la discusión y el intercambio de opiniones, y no por el poder arbi-
convertido sólo en uno de los puntos de referencia para la vida del trario de uno u otro tipo.
individuo, puede ser frecuente que muchagente deje de '1escuchar" Un_¡¡democracia de las emociones. en la medida en que puede
lo que ocurre en el terreno político. a pesar de que mantengan un existir, tendría importantes repercusiones en el fomento de una de-

24 25
mocracia pública y formal. Los individuos que poseen un buen cono- afrontar más el riesgo externo que el fabricado. Algunos de los princi-
cimiento de su propia constitución emocional y que son capaces de pales problemas del estado de bienestar se han identificado ya clara-
tener una comunicación personal eficaz con los demás, tienen más mente, en parte como resultado de las críticas neoliberales. El estado
probabilidades de estar preparados para las tareas y responsabilida- de bienestar no ha sido suficientemente eficaz ni para contrarrestar la
des más amplias de la ciudadanía. pgbreza ni para producir una redistribución de los ingresos y la ri-
La democracia dialogante puede impulsarse asimismo mediante queza a gran escala. Estaba unido a un modelo implícito de funciones
las actividades de los grupos de apoyo mutuo y los movimientos so- tradicionales de los sexos, que presuponía la participación del varón
ciales. Dichos movimientos y grupos expresan una mayor capacidad en el mercado de trabajo remunerado y un "segundo nivel" de pro-
de reflexión en la actividad social local y mundial, pero además con- gramas destinados a familias sin un hombre al frente. Las burocracias
tribuyen a ella. En las sociedades contemporáneas, existen muchas del estado de bienestar, como en otros casos, han tenido tendencia a
más personas pertenecientes a grupos de apoyo mutuo que miem- mostrarse inflexibles e impersonales; y, en cierta medida, la depen-
bros de partidos políticos. Las cualidades democráticas de los movi- dencia del sistema de bienestar es seguramente un fenómeno real, no
mientos sociales y los grupos de apoyo proceden, en gran parte, de un mero invento del neoliberalismo. Por último, el estado de bienes-·
que abren espacios para el diálogo público en relación con los pro- tar se consolidó en el periodo de la posguerra, en un momento en el
blemas de los que se ocupan. Pueden forzar la introducción, en el te- qne no parecía probable que volvieran ·10s niveles elevados crónicos
rreno de debate, de aspectos de la conducta social que anteriormente de desempleo. ·
no tenían discusión, o se "resolvían" con arreglo a las prácticas tradi- Hoy se necesita urgentemente un nuevo "acuerdo"· pero éste no
cionales. Pueden ayudar a desafiar a las definiciones "oficiales" de las puede consistir ya en dispensar beneficios de arriba· a abajo. Por el
cosas; los movimientos feministas, ecologistas y pacifistas han conse- contrario, si se pretenden medidas de bienestar destinadas a contra-
guido este tipo de resultados, como también lo han logrado otros mu- rrestar la polarización de lo que, después de todo, sigue siendo una
chos grupos de apoyo. sociedad clasista, hay que dotarlas de poder, y no sólo "dispensarlas".
Estos grupos y movimientos poseen un ámbito universal intrín- Deben ocuparse precisamente de esa reconstrucción de la solidaridad
seco y, por consiguiente, podrían contribuir a extender aún más las social mencionada anteriormente, enJa familia y en la cultura cívica.
formas de la democracia. Dado que la idea de un gobierno mundial Y dicho acuerdo debe prestar la atención debida a la cuestión de los
no pa:ece plausible, los mecanismos de la democracia dialogante que, sexos, además de las clases.
ademas de actuar a través de organí_smos nacionales e internaciona- La incertidumbre fabricada crea toda una nueva serie de proble-
les, lo hacen mediante otra variedad de. agrupaciones, adquieren una mas -y, como siempre 1 oportunidades- para la reforma del sistema
importancia fundamental. de bienestar. Es preciso concebir una reconstrucción en la línea de
\ (5) Debemos estar dispuestos a revisar el estado de bienestar de
forma fundamental y en relación con problemas de más amplitud, re-
jQs modelos de sistema de bienettar positivo. El estado de bieli.estar
se desarrolló como modo de protegerse contra las desgracias que les
"ocurren" a las personas; desde luego, en lo que se refiere a -la seguri-
ferentes a la pobreza mundial. En muchos países, lo que queda de dad social, se limita esencialmente a recoger los pedazos después de
ideología socialista se ha centrado en proteger el estado de bienestar que sucedan los accidentes. Por el contrario el sistema de bienestar
contra los ataques de los neoliberales. Y, desde luego, es posible que Q__ositivohace mucho más hincapié en el impulso de medidas de I)oli:-
haya rasgos básicos del estado de bienestar que conviene proteger tica vital de nuevo destinadas a conectar la autonomía con las res-
contra los estragos de los recortes o la privatización. Por ejemplo, ha- \ ponsabilidades personales y colectivas.
blando de confianza y solidaridad, las disposiciones o los servicios de
bienestar son frecuentemente la materialización de compromisos que (6) Un programa de política radical debe estar dispuesto a abordar
se verían perjudicados si se introdujera una orientación más mercantil el papel de la violencia en los asuntos humanos. El hecho de que yo
y "empresarial". deje esta cuestión para el final del libro no significa 1 ni mucho menos,
Sin embargo 1 el estado de bienestar se creó como "compromiso que sea la menos importante. No obstante, es una de las más difíciles
de clases" o "acuerdo" en unas condiciones sociales que ahora han de abordar con la teoría política recibida. Ni el pensamiento socialista
variado enorniemente; y sus sistemas de seguridad se diseñaron para ni el liberalismo han establecido perspectivas o conceptos significati-

26 27
vos para elaborar una teoría política normativa de ia víolencia mien- El lado oscuro de todo esto es evidente. Está claro que la violen-
tras que los pensadores de la derecha han considerado habitu;lniente' cia, a veces, surge de los conflictos de intereses y las disputas por el
la violencia como un rasgo necesarío y endémico de la vida humana. poder; por consiguiente, existen muchas condiciones estrictamente
El tema es muy amplio. Después de todo, las repercusiones de la materiales que sería preciso modificar para contrarrestarla y reducirla.
violencia se extienden desde la violencia masculina contra las muje-_ Además, las fuerz 4s centrífugas de dispersión que hoy en día existen
res .hasta 1~ guerra a gran escala, pasando ppr la viotencia callejera. dentro y entre las sociegades _pueden resultar demasiado grandes
¿Existen hilos que conecten estas situadone$ diferentes y que, por para controlarlas sin explosiones de violencia, a gran y pequeña es-
tanto, puedan ser pertinentes para una teoría de la pacificación? Creo cala. Sin embargo, las relaciones que he examinado entre la autono-
que sí, y nos devuelven a los temas del fundamentalismo y la demo- mía, la solidaridad y el diálogo son reales; y corresponden a cambios
cracia dialogante. observables en situaciones locales y en el orden universal.
En cualquier circunstancia social existe solamente un número li-
mitado de formas de abordar un choque de valores. Una es mediante
CODA: LA CUESTIÓN DE LOS MEDIOS
ilit.lasegregac~ón geográfica; es ~yidente que los individuos de opinio-
nes contrarias o culturas mutu_amente hostiles pued~n coexistir si tie-
Por último, ¿qué ocurre con la cuestión de los medios? Si se está
nen poco o ningún contactdfOtro modo, más activo, es salirs_e.Un
de acuerdo en que sigue habiendo un programa para la política radi-
grupo o individuo que no se lleva bien con otro puede sen_cillaffiente
cal, ¿quién debe aplicarlo? Y algo que parece todavía más difícil: ¿qué
retirarse o alejar~e, corp.o ocurre en up divorcio¡,JUna tercera forma .wi,..,.
valores podrían ofrecer las líneas maes.tras de dicho programa' Por-
;!frontar las diferenciasindividualeso g1]r.urales es a través del diá-
que, a juicio de muchos, tenemos que enfrentamos actualmente con
lo?º· En ~ste caso, un choque de valores puede actuar, en principio,
un universo de valores irremediablemente pluralista Yi desde luego,
baJO un signo positivo, ser un medio de incrementar la comunicación
parece que la suspensión de todo juicio de valor, excepto los que se
y el conocimiento de uno mismo. Entender mejor al otro ayuda a en-
elaboran localmente o en un contexto, es la condición necesaria del
tenderse mejor a sí mismo, o la propia cultura, que, a su vez, ayuda a
cosmopolitismo. Por otro lado, quienes critican el relativismo de valo-
entenderse me·or mutuamentef Por último,__.uo cboqne de valores
res juzgan con verdadera desesperación el témino "cosmopolita": ,§i..
puede resolverse mediante el recurso a la fuerza o la violencia..
se acepta que todos los modos de vida son igualmente auténticos,
En la sociedad universalizadora en la que vivimos, las dos príme-
¿cómo puede seguir habiendo ningún valor positivo?
ras de est~s c_:1atroopciones se han re_ducido drásticamente. Ni~guna No obstante, en contra de estas dos opiniones podría aducirse
cultura, nmgun estado o grupo de cierta dimensión puede aislars_e que se trata probablemente de la primera vez en la historia en la que
verdaderamente del orden cosmopolita universal; y aunque puedte podemos hablar de la aparición de valores universales, valores com-
ser posible la salida de los individuos en ciertas situaciones, no suele partidos por casi todos y que no son, en absoluto, enemigos del cos-
ser un recurso disponible para entes sociales más amplios. - mopolitismo. Tal vez dichos valores se rijan, en primer lugar, por lo
La relación entre diálogo y violencia 1 que recorre ]os límites de que Hans fonas llama la "heurística del miedo~; los descubrimos bajo
P.Osibles fundamentalismos, se convierte en algo especialmente te~so un signo negativo, las amenazas colectivas que la humanidad ha crea-
y agudo p~:a nosotros. Esta disminución de las opciones es peligrosa,
do contra sí misma 1.
pero. tambien o~:ece motivos de esperanza. Porque sabemos que, eq Los valores como el carácter sagrado de la vida humana, los de-
ocasiones, el diálogo puede sustituir a la violencia, y sabemos que_ rechos humanos universales, la conservación de la especie y la aten-
ello _puede ocurnnanto en circunstancias de la vida personal como ción a generaciones infantiles futuras y actu~les son metas a las que ~
en s1tuac1ones sociales de mucho más alcance. El "fundamentalísmo quizá se ha llegado de forma defensiva, pero, desde luego, no son va-
de. s~xo" :iue ma~tienen los f1;9mbres violentos hacia sus par~jas, y lores negativos. Implican una ética de responsabilidad individual y
qu1za hacia las mu1eres en general, puede transformarse, al menos en
c~,:os pa~i~ulares, a través de una mayor introspección y comuniéa-
c10n. El dialo o entre ru os culturales y estatj9s es,. al mismo tiem- 1 Hans onas. 1be Im erative of Responsibilit , Chicago, University of Chicago
po, una fuerza que actúa directamente contra as Octrinas fundamen- Press, 1984, pags. , 31. Tra . esp.: E principio e la responsabilidad, Barcelona,
talistas y un medio de gue la palabra sustituya al uso de la violencia. Círculo de lectores, 1994.l

28 29
colectiva ue como roclama el valor sea ca az de superar las divi-
siones de intereses. Responsabilidad no es debe~ y1 por ello, a gun~s
n su erido ue carece del oder im erativo ue la llamada al <le-
er des ierta en el ''verdadero ere ente" 2 . Al contrario ue en el caso
ción de motivos, no
una obediencia ciega. Va en contra de anatismo, pero posee su pro-
pio poder de convicción, puesto que los compromisos adquiridos li-
bremente tienen, muchas veces, más fuerza vinculante que aquellos
ue se otor an de modo más tradicional.,
Además, la responsabili a es a élave respecto a los medios.
Hoy día tenemos que rechazar el providencialismo, la idea de que CAPÍTULO PRIMERO
"los seres humanos no se plantean más que los problemas que pue-
den resolver". Al mismo tiempo, tenemos que descartar la idea de El conservadurismo: la adopción del radicalismo
que existen agentes enviados para cumplir los propósitos de la histo-
ria, incluyendo la noción metafísica de que son los desposeídos quie-
nes "hacen" la historia. El hecho de reconocer el carácter irreductible La palabra "conservadurismo" conjura hoy una serie extraña pero
del riesgo significa tener una teoría crítica sin garantías. Pero ese re- interesante de connotaciones. Ser conservador es en uno u otro sen-
conocimiento es una fuente de liber~ón. No existe un solo agente, tido, querer conservar. Sin enibargo, en la situación actual uienes se .
grupo o movimiento que pueda, como se suponía del proletariado de ----rfarñana sí mismos conservadores no son sólo, ni siguiera principal-
Marx, ser portador de .las esperanzas de la humanidad; pero hay mu- mente, los que manifiestan ese deseo. En la mayoría de las ocasiones,
chos elementos de compromiso político que ofrecen buenas razones los socialistas se encuentran intentando conservar las instituciones
para el optimismo. existentes -sobre todo, el estado de bienestar-, en lugar de acabar
con ellas. Y ¿quiénes son los atacantes, los radicales que gllieren des-
mantelar las estructuras existentes? Resulta que, c9.p !:)ª_-?~-~-~-~-~-
frecuen-
cia, no son sino los <;,<?_l}_S_t:;~--ªº=ºt~-~.
que, al parecer, ya no tienen ese
deseo de conservar.
¿De dónde ha surgido esta situación' ¿Cómo puede ser que el
pensamiento conservador) del que podría pensarse que se opone,
por definición, al radícalismo, termine por adoptarlo? ¿Tiene algo en
común la nueva derecha, progenitora de dichosanicaltsmQ,_c_onJ.a_
vieja?
En este capítulo, no pretendo ofrecer nada parecido a un amplio
informe sobre el desarrollo o la situación actual del pensamiento con-
servador. Sí bien no es quizá tan complejo y variado como el socia-
lismo, el conservadurismo cambia enormemente entre los dj.stíntQ§
países e·-fncluye diferentes corrientes opues'tas entre sí. Por ejeI1}.plo,
en numerosos países europeos "conservadurismo" sugiere la influen-
cia política del catolicismo. Los partidos democristianos y las influen-
cias intelectuales que los han nutrido han favorecido, en ocasion~s,
perspectivas y políticas que, en los países de habla inglesa, suelen re-
lacionarse sólo con los partídos de izquierda.
2 Gilh,ts Lipovetsky, Le.Crépuscule du devoir, París, Gallimard 1992. [Trad. esp.: El
Hay que hacer mención especial, desde el principio de este aná-
crepúsculo del poder, Barcelona, Anagrama, 1994.l lisis, de la particular posición del conservadurismo en Estados Uni-

30 31
dos. En general, se ha hablado de la "excepción" norteamericana en
cuanto a la ausencia de un gran partido socialista en aquel país. Pero, E_L
VIEJO CONSERVADURISMO

por supuesto, como han reconocido la mayoría de los especialistas


desde, por lo menos, la época de Louis Hartz, la ausencia de socia- ~-edice frecuentemente que el con_~_ervadurismose opone_ al_ra-
lismo ha ido acompañada de la ausencia relativa de un cierto estilo cionalismo, por defender el segundo los principios claros y definidos;
de conservadurismo, un estilo que voy a denominar viejo conservi3-- por eso_el p_ensamie_n_tQ__e,_QnS.erY.aÓ-º.t: fü~,,".l~~§J_§.t½,,,-~J_@§,
.... 0 ,cÉ.~RlJ~;:¡,~:JQg~s.
durismo. Est;Lvinculad{La.sentimiento~y costumbres, n_o?_la im1zosición.de_l;:i
_1:_l_conservadurismonorteamericano, al menos en sus principales_ lp_gica_en un mundo social refractario y complejo. Como afirma un
~ 1 formas ha sido casi desde sus comienzos, a resivamente favorable al autor, "el conservadurismo se anuncia raramente en máximas, fórmu-
, capitalismo como no lo ha sido su equivalente europeo. Por el con- las u objetivos. Su esencia es inarticulada y su manifestación, si se le
trario, la lucha para establecer ciertos tipos de sistemas de bienestar obliga, es escéptica ... Es capaz de expresarse ... [pero] no siempre con
que se hallan presentes desde hace mucho en otras sociedades, espe- la esperanza de que las palabras que encuentre equivalgan al instinto
cialmente la provisión estatal universal de la atención sanitaria, es que las necesita" 1.
una lucha que sigue vigente en Estados Unidos. Dado que no pretendo hacer solamente una llamada al oscuran-
Como quiero situar este capítulo y el siguiente en el contexto de tismo ni contra el intelectualismo, dicha observación podría interpre-
las relaciones cambiantes entre el conservadurismo y el socialismo, tarse en dos sentidos. Uno es más o menos técnico, y de él me ocu-
1
no voy a analizar excesivamente la posición y la práctica del pensa- paré más tarde. El otro consiste en sugerir que no se puede desarro-
miento conservador en Estados Unidos. Tampoco me ocuparé de la llar el cons_erva~urismo como una filosofía Sistemática y, en die~~
historia de la democracia cristiana europea. En el presente capítulo y ,aspecto, _el_c_9m~ntaríQ__ ~s ~uramente erróneo, al menos cuan~¡
el que le sigue me he centrado principalmente, aunque no por com- examinamos la historia de las doctrinas conservadoras.
pleto, en los puntos de vista británicos sobre el conservadurismo y el Es cie1to que, en Gran Bretaña y Estados Unidos, el conservadu-
socialismo. Confío en que, de todos modos, los lectores norteameri- rismo no ha solido ser excesivamente "teórico", pero lo mismo ocurre
canos y del continente europeo sigan adelante. Porque, si bien puede con otras opiniones políticas en el contexto anglosajón. La aversión a
haber diferencias importantes entre las historias políticas de los dis- teorizar en materia de política era una expresión de ese amor al em- ~ -it
tintos países industrializados, los dilemas básicos a los que se enfren- pirismo que, por lo menos hasta hace poco, era una especie de im-
. tan actualmente el pensamiento socialista y el conservador son sim~i- pronta de la cultura anglófona en general. En otros lugares, por ejem-
•lares en todas partes. - plo e11:_F_r_ªI}~}ª·-º b-!~_ll1ªI?i~,los conservadores han estado tan dispues-
Es preciso hacer una advertencia terminológica importante. Al tos como cualquier otro a teorizar. ¿Qµé significó el conservadurismo
_hablarde los conservadores que están a favor de la expansión indefi- en dichos países, si nos remontamos a su origen?
nida de lasfuerzas de mercado, he empleado el término genérico Desde luego, en gran part<; se trató de una defensa del ancien
'_'_~ue,y~_,de!~cha"
o, más a menudo) "_µ_~Qlili~-~!J~gio".Ninguno de es- Iégj~_.e,specialmente el catolicismo, contra las fuerzas en expansión ,t
tos términos significa lo mismo en un contexto norteamericano que f!~la Revolución Francesa. Pero_el_C()~§~ty_a_tj_11,~i~m() -~-~<l.
a}g_~_:rp{l_~_qt,1.,e
en el europeo. En Estados Unidos, la nueva derecha tiende a estar ._µn.ª..m~r-~1.ªfir.m.ªGJQn Qf s.◊filº--?ºH.ª!! ..§.E:r._lª§_s.9s,;i_s,
__ _apJ~_s,ci~-
__ qJ.!._~
__
el_p:ro- <-~-
asociada con la derecha religiosaprotestante. Los "liberales", en di- .hifi~_r_ª_--c;_Qp_
...s~ __
g~~:?fS,_ITlC> _e.l_p.o4e.r. En sus formas más elaboradas,~J
cho país, no han sido los liberales de Manchester, sino aquellos que, _ __<::onservadurismose enfrentó a la Ilustrac;iQtLYdGsarrolló t~orías _Q~Ja ·¡ ·*
_durante el New Deal y posteriormente, favorecieron la expansión del sociedad que se enfrentaban con las del liberalismo naciente. Las for-
estado de bienestar. En el libro no sigo este uso, sino el que es más o mas más perfeccionadas de pensamiento conservador no se limitaron
·menos universal fuera de Estados Unidos. a desechar lo nuevo en favor de lo viejo; contrarrestaron ___ ~_l_p_r()gr~-¡
sismo con teorías opuestas sobre la historia, la tradición y la_coip.uni-J ->f
dad moraL · 1

~ Rog_erScruton,. The Meaning_of Conse,:vatfs_m,Jon?-res_,_~?~fi?-i_jl~~


•.19?9, pág. 11.

32 33
.!,ouis de Bonald y JosepndeMaistre, por ejemplo, ofreci<;rnn para hacer ciertos cambios carece de los medios para su conserva-
una interpretación de la verdad revelada de la tradición gu_e contta; ción"3.
ponía la armonía perdida de los tiempos medieval<;s aI.de5orden de ~in embargo, la mirada hacia adelante debe p_ªrtiI_s_ieII1¡:,rede,·,
la sociedad revolucionaria. El individuo humano es intrínsecamente ~ mirada hacía atrás: "quienes nunca se vuelven hacia sus antepa-
social) como consecuencia de la historia sedimentada y de la comu- sados, nunca mirarán hacia la posteridad" ...La innovación, al contrario :y
nidad cultural. No existe un estado natural como el que postulaba que la reforma, es peligrosa porque no hace caso a la "asombrosa sa-
Rousseau. La sociedad, que incluye al ser social individual, tiene_ un biduría" contenida en las instituciones ue han resistido el aso del
origen divino y refleja la autoridad de Dios;_p_orconsiguiente, las obli- tiemp0. "La furia y el frenesí pueden derribar en media hora más que,-,
.~ciones tienen siempre prioridad respecto a l~~~~~E<:Ehc:>~ 2
.-•.!,-ª.~~-~g3:~ lo que la prudencia, la deliberación y la previsión pueden construir
moral es intrínseca al orden social y se transmite de un individuo a en cien años." L;a_ide_a_desociedad como comunidad orgánica está fir-
Otro mediante el lenguaje, que no es una creación de los humanos memente desarrollada en Burke, de la misma map.era_gue en Bonald
sino de Dios. Las comunidades morales de la familia, la igle~La3_el y de Maistre. La noción de que el individuo y los derechos individua-
estadQ__garantizanla continui_<:l:1_c::Lcl'-'l.
<:>rQf!l.§QfieL.
Bonald rechazaba les deban ser valores fundamentales es, a juicio de ellos, una insensa-
las ideas del contrato social, la soberanía popular y el gobierno re- tez. El estado no puede estar basado en un contrato y el individuo no
presentativo. Se mostraba muy mordaz respecto a la ex_pansión del posee derechos en abstracto; éstos, y los deberes que los acompañan, 4--
comercio y la industria y desarrolló una dura crítica de la sociedad proceden de la colectividad, que representa una cadena de genera-
burguesa: la producción industrial conduce a la desintegración social ciones sin fin. La sociedad es "una asociación, no sólo entre los vivos,
¡ y a la descomposición de la unidad orgánica característica del orden sino entre quienes están muertos y quienes están por nacer". La de-
L.agrario. mocracia traiciona esa relación. La idea de que "una mayoría de hom-
A medida que se fueron extendiendo el capitalismo y la demo- bres, contados uno por uno", deba determinar las decisiones políti-
cracia, el viejo conservadurismo fue alimentando el radicalismo, pero cas, no sería más que desastrosa.
~ siempre se trató, sobre todo, de un radicalismo. de la rest~mrac~§_.r1, ¡Qué ha ocurrido con el viejo conservadurism~l.2.ejáíldPJJ.QS...de
-gne miraba hacia el pas.~. Existe una clara conexión entre el con- §Utilezas, está mueqp. Esencialmente, a los pensadores conservado-
servadurismo francés y el alemán; como dice la máxima alemana) se res les agrada afirmar que sus ideas se remontan a una herencia esta-
puede ser "demasiado conservador para no ser radical". No es ex- blecida; en otras palabras, a Burke y sus contemporáneos. Ello puede
traño que liberales progresistas como Emile Durkheim se inspiraran hacerse de forma bastante razonable con algunos temas de Burke,
en Bonald y de Maistre de la misma manera que Marx lo hizo en He- como el organicismo, la "prueba del tiempo" y el énfasis en la refor-
gel, o que, durante un periodo de más de un siglo, la izquierda y la ma; pero, en varios aspectos básicos, este procedimiento resulta poco
derecha utilizaran muchas fuentes comunes. lógico. El viejo conservadurismo, al menos en las formas de más fir-
¡Qué representaba el viejo conservadurismo? Dicho brevemente, mes principios, es "el otro Dios que falló", como bien se ha dicho,
.representaba la jerarquía, la aristocracia, la prioridad del cole~J:-~vo, o junto al comunismo y el socialismo radical 4 .}~l viejo conservadurismo
estado, sobre el individuo, y la importancia excesiva de lo sagr~do. se destruyó porgue las formas sociales que pretendía defender <lesa,.
Todos estos rasgos se encuentran presentes en Burke, si bien con- parecieron prácticamente por complet~ en la Europa continenta},
servó ciertos recelos sobre los sistemas filosóficos cerrados. En sus es- debido a sus lazos con el fascismo.
critos hallamos tanta denigración del individuo como en las obras de Es muy fácil enumerar las creencias que han desaparecido con la
sus colegas del continente. Los ensayos de ~Burk<;ison complejos y, desintegración del viejo conservadurismo. Nadie considera ya que el
como los de los autores continentales más interesantes, no son total- feudalismo sea un orden social políticamente instructivo para el mun-
mente retrógrados .. La tradicíón no es nunca estática y necesita una do moderno. Tampoco hace nadie una defensa seria de la aristocra-
corrección o una reforma que la equilibre: "Un estado sin los medios
5 Las cítas de Edmund Burke están extraídas de Iain Hampsher-Monk, The Potitical
Philosophy of Edmund Burke, Londres, Longman, 1987, pág. 168.
i Louis de Bonald, CEuvres, vol. 12: Démonstratíon philosophique du princípe 4 Jerry Z. Muller, 7be Other God that Failed, Princeton, Princeton University
constítutif de la société, París, Le Clerc, 1840. Press, 1987.

34 35
cia, la primacía de los propietarios de tierras o las formas de jerarquía una de estas tendencias ha influido en las otras, pero las diferencias
ligadas al dominio de la nobleza. Otro elemento, quizá más perti- entre ellas están bastante claras.
nente para los debates actuales, es que casi ningún autor conse1vador gL_~onservadurismo filosófico aseg~_!ª·---J~p.~~ ___
;1JipJcl~q~s
___
('.011_
el
mantiene la idea del estado arrogante ni concepciones románticas del ¿_yJ~jQ pensamiento <;:.QJ}SetyadQLp
___ ___
s~J.Q, upa, ~e_r_ie
__Q.~_.b.~.(::h_Q,_jQ!J:QQµ<:.;_e
___
Volksgeist. Entre los conservadores de hoy, si bien se sigue creyendo .. .. de in.novaciones ..En Inglaterra, la principal fuente de inspiración de
que los estados deben ser "fuertes", se prevé que sean (en pr.i,11<:ipio) dicho tipo de conservadurismo se halla en las obras de Michael Oa·
'.'mínimos" y no sobreprotectores. Los conservadores se l'!ª-º--X~<,::onci- . kesh_ot_t~¿unqueotros autores posteriores han recogido distintas par-
liado con la democracia (en una u otra forma) o incluso, en ciertos tes de sus argumentos para desarrollar sus propias opiniones.
casos, se han convertidÜ en sus defensores feIVientes. 1La jerarquíá __ se Según Roger Scruton,, que rinde el tributo debido a la obra de
justifica por desigualdad funcional, en vez de p_Qrurn, ªptitud here- Oakeshott, _el conservadurismo se basa en tres conceptos organi-
dada para el mando, aunque algunos conservadores podrían seguir . zativos principales: autoridad, lealtad y tradición. "El conservador
apoyando la noción de una "clase política" que posee cualidades dis- -afirma- pone su fe en ordenamientos conocidos y probados, y de-
. tintivas para gobernar. sea infundir en ellos toda la autoridad necesaria para que constituyan
El viejo conservadurismo --en general- era hostil no sóJo_al _co_-_ un dominio público objetivo"'· Scruton opone la autoridad al contrato
mercio sino al ca italismo en sentido más lobal. Cuanto ~{!s __ a van- y a todos los arreglos sociales basados en la "elección consciel1tE?';-·1a
¡ ;rnn los procesos de mercantilización, más solidarida_<;!~_:,!__9_!g~ni_<;g§
__
se ~utoridad proc_ede de las cualidades "trascendentes" de las _institucio-
. , destruyen; la sociedad burguesa, en la que "todo lo que es sólido se nes establecidas .
funde en el aire", por citar la famosa metáfora de Marx, destruye pre- ··~ La lealt~des lo que cada miembro .c!e11.n_<e_ol,<".<::l:i.vQ -sea una fa-,
cisamente las continuidades a través de las cuales el pasado entra en milia, otro tipo de órgano colectivo o un estado-- debe a la_autori-
.' contacto con el presente. Ello incluye el terreno de lo sagrado_Jll dad .. LaJealtad expresa.el carácter. orgánico .d<".la_sociedad; loS-seres
LLJ}_c;Ey_!f!ualismo ec;onómico 1 s~ún el viejo conservadurism<?:,__ .~~ el humanos son capaces de actuar como "individuos" sólo porque pue-
, ,;,rn:,111.igo.
de ese penetrante sentido de lo religi.o.s()qu" t"11ta.impor- den identificarse con colectivos mayores que ellos. Dichos colectivos
¡_t~ric:iª_Ji~n~---12ª!.ª
la vida social premoderna; e~-.~~3,:----~-<=-~2:~
s_ecu_larí- y poseen un carácter histórico conc;r~ro: "Es un país,
~I_:l ..~_:?,p~cíficos
1 zadora. Mu_chos conservador_es_actuales_sjguen crey~ndo que_ la re- detenninado, una historia detenninada, una forma de vida detenni- 1
.l)_fak)Q. __
~s fuñdamental para su concepción del ___ mund(:);___
_:pero_
1_ en su nada, lo que exige el respeto y la energía del conservador y, aunque
i may:or@,..JC?_no Qostulan que __ ~l__propio or9~9:_§_~_s:íal
__
~(:!sponda a un pueda imaginarse otros ordenamientos reales o ideales, .no está in-
.i Ot~t~nd_ivino. merso en ellos como lo está en su propia sociedad."
.h~.J~~ no--~~--~-l:1:~St_i_Qn
de d~c:is,iones___ individua_le§,_5:in_o_ qµe .,
. surg~ es la expresión de aquelloque es soc.ial y llloralmente tras-
CONSERVADURISMO, CONSERVADURISMOS _cencl_e~te_;).a trascende11ci)\ ,onstituye también el núcleo de lalracli:
<.:~9?_;._Estase refiex~--~J~~-~~ostumbresy los ritos mediante lós__ 9...1._1:~~J
Conseroadurismo filosófico ...23:sado habla_alpi:e,§.er!1c,.Qfrecemotivos para las acciones del indiyi-
duo, unas razones surg,i<i_as de lo que ha sido,_y_l1Cl,:lteJ9_qu_" §."rá. L.is
En ausencia del viejo conservadurismo, ..¿cómo _de_l:)_e
___
caracteri- trn,ci.t,:ionesrelacionan la lealtad con la ..ª1,119ridady acumulan la s.abi-
zarse el pensamiento conse1vador? En el __Qe-riod0-de--1a· po~gue_!!a, . ciµríª· secli.m.entada de las generaciones anteriores, _En la esfera ¡:,oÍí-
aquél tuvo que reinventarse, de modo que, con cierta simplificación ti,<:'1,el estado reúne la autoridad, la le:aJtad yJª ,ra<iici9n "con erfín·,
excesiva pero necesaria, ~cl~Jl r~~pnoc.~rse tres _p_e_rsp.e_c.tivas_
d_i~~_in-
__ .d1c_definiral ciudadano COffiQ.SiJ.tJcf.iJ9 ". Scruton acepta la importancia ·
t?_S,_.
En primer lugar, están quienes pretenden una especie de defensa de la democracia, pero sólo con ciertas reticencias y dando rodeos.
J.\filosófica del conservadurismo, _ese a enfrentarse a sistemas filosófi-
.. cos muy aca a os. Un segundo grupo es el de aquéllos a quienes
Porque ésta implica la toma independiente de decisiones y la existen-
cia de algún tipo de acuerdos contractuales. La democracia, afirffia,
puede llamarse, y así se llaman a veces ellos mismqs neoconse1vado-
:~¿,)-
res. Aunque no todos están de acuerdo con este criterio, ___
yo distingo a
. los neoconservadores de la nueva derecha o neoliberalismo. Cada 5 Scmton, The Meaning o/ Conseruatism, pág. 33.

36 37
"no está poseída, desde luego, de ninguna legitimidad a priori de la observadores tienen ventaja sobre él"9. Los ideales arrancados del
que carezcan sus rivales"6. contexto de la tradición, se vuelven incapaces de guiar las acciones
Para Sc1uton, como para otros autores actuales, una actituc;.!._crí- _de una persona.
tica hacia los ideales de perfección humana es un elemer1t9 clavedel. · Las tradiciones sobre la conducta, afirma Oakeshott, no están
·conservadurismo'. Oakeshott saca gran provecho de ello en su cele- gt111~_i.fi1ª9ª2_.Sü
__ ..c_ompletaS,:__
y__~~q QQª~~·º·:!},_Q:á:
__ __ ~§~º-c:_fo
__i.Qi!_il:l~ªl;:>l.~_a_J~;
brada crítica del racionalismo. Al rechazar las ideas liberales o iz- quept1eda aforra,~"- el entendimientQ. 'Todo es temporal", señala, un,
quierdistas de la "razón soberana", Oakeshott hace la distinción entre comentario que le aleja ligeramente de las actitudes del viejo conser-
el conocimiento de la técnica ---expresado en normas abstractas o vadurismo.J;iempr~_e:x:i.s.ten_y__
<i~b_(:!JL.~xistir
continuidades en la tradi-:
principios- y el conocimiento "concreto", que también es "tradicio- c;ión, pero conviene reflejarlas más como un río en movimiento que
nal". En la política, como en otros campos, el racionalismo defiende como una serie de puntos fijos de referencia. Precisamente porque la
la sllperioridad de las soluciones "universales» a los problemas por tradición no ofrece normas ni principios claros, Oakeshott asegura
encima de las respuestas surgidas __ de la tradición o una práctica ªl!!i- que la política -incluso la política revolucionaria- consiste en la
gada. La crítica que Oakeshott hace del racionalismo, que posee afini- búsqueda de "indicios", "una conversación, no una discusión').
dadés con el último Wittgenstein y con.Hans-Georg Gadamer, no está La imagen de la política como conversación ha sido muy comen-
dirigida contra la "razón" en sí, sino contra la identificación entre ra- t'}_day posee ciertas semejanzas con las opiniones desarrolladaS-pJ)r
zón y técnica. Todas las formas de conocimiento, por mu~Derales Rjchard Rorty y otros .•~sobre todo, una vez más, Gadamer). Oakeshott
que parezcan ser, están saturadas por la práctica, por algo que no explica:
puede ponerse en palabras porgue es la condición necesaria_Q"!:~~_ la
comunicación lingüística. · La civilización (especialmente la nuestra) puede considerarse
Nos encontramos aquí con una información mucho más elabo- una conversación que se lleva a cabo entre diversas actividades
humanas, en la que cada una habla con una voz o un lenguaje
rada de la "resístencia a la denuncia" del pensamiento conservador
propios ... Y al conjunto formado por estas distintas maneras de
que en la versión mencionada anteriormente, porque las ideas de Oa- pensamiento y habla lo llamo conversación, porque las relaciones
keshott sobre esta cuestión concuerdan con varios de los temas prin- entre ellas no son de afirmación y negación, sino de reconocí:..
cipales de la filosofía moderna. El racionalismo no sólo es contrapro- miento y acomodo, como c~)fresponden a un diálogo 10 .
ducente; elimina precisamente las condiciones que (sin saberlo) lo
hacen posible en primer lugar. "La maldad peculiar del racionalismo
es que destruye el único conocimiento que podría salvarlo de sí mis- Neoconseruadurísmo
mo, que es el conocimiento concreto o tradicional. El racionalismo
sirve sólo ara hacer más rofunda la inex eriencia ue lo en S:Q.tj.ró J~l n~Q_conservadurismo, al m~Q.Q.~JªLcomo lo defino aquí, es
' originalmente"s. _más sociológico que fiLQ.?_Qfic9. Sus -principales protagonist_as no se
. El ay:g~mento de que "siempre ~e act(l;i a partir d<e.la tracfü;ii',n" hallan en Inglaterra, sino en A,lemania y Estaclos lJ.r1!_dos.
Los neocon-
está aquí más elaborado que en la formulación inicial que de él hizo servadores aceptan la influencia omnipresente que eLc~apjtª!ismo y la_·
Burke. El "tradicionalismo" de Oakeshott tiene poco que ver con glo- democracia liber_alhap llegado a.tex1er a9tualrn<;:.q~~-
~n nuestras vidas;,
rificar el pasado o suministrar declaraciones vagas sobre las cosas que pero consideran que el orden burgués está destruyendo.19.S s_ímbo]Qs:
han resistido la prueba del tiempo. El racionalista necesita la disci- y prácticas tradicionale~_~f!J()s qu<=se basa una existen.~.i~_SQ_(;::_i~l_ll_e_n,a
Pffña" del conservadurismo porque) en caso contrario, es como si ese de significado.
individuo se encontrara en un país extranjero, extrañado ante cos- En Alemania, los autores neoconservadores más importantes fue-
tumbres que sólo ve en la superficie; "un mayordomo o una doncella ron los que escribieron durante las dos primeras décadas posteriores

6 !bid., págs. 33, 36, 40, 55.


7 Por ejemplo, ~~~-~-QuintoO:,The Politics g{lm!(eifection,. Londres, _Ffl:~er_,
_1978. 9 Michael Oakeshott "Rationalism in__
P_olitics",en Rationa_lism in _PQliti_cs
__
(J_ncj_
_Qt~
s Paul Franco, The Political Philosophy of Micbaet Oakeshott, New Haven, Yale her._EstaYJ,
Londres, Methw;n, _19_(52. --
University Press, 1990, pág. 62. 1º Jbíd., pág. 304.

38 39
a la Segunda Guerra Mundial, autores como Hans Freyer y Arnold neoconservadurismo no pretende rechazar el pensamientO,J?E~g~<;-
Gehlen. Varios de ellos, incluyendo a estos dos, estaban marcados sista sino que quiere crear una mezcla más sutil de presente y futuro.
por connotaciones de nacionalsocialismo, pero recobraron sus repu- Como expresa dicho autor de forma algo lacónica, "también reivin-
taciones gracias a sus escritos de posguerra . .É_~n los neoc~:mserva- dica el futuro"12.
dores alemanes) la modernidad suele disolver las instituciones de En la versión de Kristol, el neoconservadurismo tiene una serie'
coiitirilJida_dJüst6riCa que proporcionan un marco moral para la vida. de características diferenciadas. Se opone a casi todas las formas de
Adíferenda del viejo conservadurismo 1 Freyer y Gehlen no creen ~ocialismo, pero asimismo se rige por su distanciamiento~del_líbe,r_Gt-
que los efectos "desmoralizadores" de la sociedad capitalista puedan Hsmo (en la acepción norteamericana del término). A diferencia del
superarse mediante la acción colectiva estatal o a gran escala. L_atárea yiejo conservadurismO,- es-espéCtflC3.Iñ.eflte·-an.tfrf0mántico.Sus ante- ;~~
_ del ..con1,~ry?-dl[_risrno_
~s rriantener instituciones ajenas a las esferas de c~dentes no se remontan al ancien régime, sino mucKO-ffiás-·atráS:~a_
la política y la economía (como la familia o la iglesia), en las que el la /;.poca clásica. La filosofía política clásica distinguía entre praxts·y\
co_ntenidq_IllQf_a_l_
puede_estªr ___;1ún_porverse. techne, y se ocupaba de los dilemas éticos planteados cuando ambas ,
De acuerdo con Freyer, en las sociedades premodernas el indivi- quedaban excesivamente desfasadas, como ha ocurrido en el capita- '
duo poseía una sola categoría que especificaba casi todas_sus esferas lismo contemporáneo.
de actividad; dicha categoría iba acompañada de una serie de dere- El neoconservadurismo, afirma Kristol, tiene un "entusiasmo .m.o-
chos y deberes. L_osórdenes sociales premodernos estaban auf ge- derado" por el capitalismo democrático liberal y considera __ que 1::1Il_a
, waschsenen Gründen, cercanos a los ritmos oxgJDl~os de la ~~P.~-. economía "predominantemente" de mercado es una,,c9ñdf~ióii-neée-
· rienda histórica 11• Dichos órdenes, como dice Oakeshott, estaban_lí- . saria, pero no suficiente) para tener una buena sOci_~-~ª-º-'.-_~Q{U~~9_con--
1 gados a aspectÓs específicos de la historia e incluso el_p}lisa1e-de la servadores creen que el crecimiento económico es deseable, __p-~[9_}10
cole~tividad Y.1por tanto, no podían transferirse fácilmente ..a _,,ot_ros c~m~ un fin en sJ.mismo; es necesario para la estabilidad social .Y.P9:
pueblos o h¿ga13',~-Por eso había t~_ma_<:ii'l'e[sicla_d cultu~:il, Sin em- lítica en las conaiciones sociales moc!~rnas. Kristol "no se opone a un
Q_ªtg~_, J_~~-}-~~~~t_l!~~gn~-~----~-º-4E::1!:l:~~
_ej_~~C:<_?_n_
-~-~
___
ef~_<:.t_?~-~?.l!l?S~neizador gobierno enérgiciG__Qero opina que dicha energía procede, en reali-
¡ yeliminan las particularidades locales. Para Freyer, el capitalismo, in- dad, del estado limitado. Afirma que los neoconservadores están afá-
CdUido el estadó ...de"'hieriestar, va a· Permanecer, pero su estabilidad yor de una intervenci(?n moderada del gC?.!?it:IP9"'~-º-J_ª_,economía. _Se
i depende, en realidad, de contenidos morales que no puede repro- oponen al liberalismo (norteamericano) no sólo porque los liberales
! <lucir por sí solo. Por consiguiente, __tl_~QPser:vad9_1_Q~b.~_1:_i::{orzar las -a juicio de aquéllos- quieren una intervención masiva del go-
¡ "resistencias" o "fuerzas de ªflºYº" que pro_porcionan fuentes de sig- bierno en el mercado) sino porque combinan dichos programas de
_i nificado. ------
-- · "''· ......-- ----- _ -- intervención con una actitud de laissez-faire en materia de moral y
El neoconservadurismo en Estados Unidos debe interpretarse en constumbres.
el contexto de las observaciones hechas anteriormente sobre la ex- B~tsiúltima opinión es un nexo de unión entre el neoconserva- ~,
cepción norteamericana_.. Los conse.ryadores de c!.icho__ p-aí§:,~~.P:-§!!.1!1ª- durismo norteamericano y el alemán. Es uno de los principales argu-
yoría, no proceden de un ambiente de vieja derecha sin(), por el s:on- ~,entos que_ provocan el énfasis ~n la. importancia de la renovación
trario, del viejo izquierdismo, del que se desilusionaron muy pronto. social y moral. Así, según Kristol, los neoconservadores nO son sólo
_~l neoconservadurismo norteamericano desarrollado, pD[ ·ejemplo, patriotas, sino nacionalistas; porque el J2atdotism.Q.Y.AJmido al p.asadá
en los escritos de Irvíng Kristol, es menos precavicJo sobre_los___ a_tq.cti- de UILpaís, mientrasque el nacionalismo surgedela esperanza en su
vos del capitalismo y la democracia_que el de los autores alemanes. ....futuw. Destacan el papel fundamental de la familia y la religión como
No obstante, l_osneocof?.servadores norteamericanos apoyan la idea "pilares indispensables de una sociedad decenJ_e_'.'..:3. Allan Bloom in-
de una crítica cultural y moral de las instituciones modernas. A,._!!Q_que siste en el mismo punto y $.~__qpgg~_-ªJQ_gµ~__ Q_~n_g_mina el "r:~l-ªtjyis1)1o
el ng_~Qnservadurismo desea _grote:g~_LO incluso revivir las instiJ!J~io- __r:nor_~l") q~-~--~}J~E<::!2~-~-~"-~-~~J.E-ªS
.la ac~_ptación ~e___ de valores son ig_~~l-
nes, e_s_tª'--~-:o.,-palabras
de Kristgl, "resuelt~~~ntt= libre __
de ___
~??_t~}_?ia".
El
1~Irving Kristol, Reflectionsof_a_Ne9-Cons_er1¿_at{11.e, J.9ª-~'
..fü1~!~,
_Nuexa_yo_~~, pági-
na xii.
11 Hans Freyer, Theoríe des gegenwii11igen Zeitalters, Frankfurt, Físcher, 1954. 13 Esta cita y las anteriores están tomadas de ibíd., pág. 77.

40 41
!Il~nt<:_auténticos_:La "educación en la apertura" no es cierta para los todo lo que tiene de bueno. Un sistema competitivo de mercado no
valores que define y condona, .porque, para ser vinculante, la morali- sólo aumenta al máximo la eficacia económica, sino que es la princi--:-
dad debe ser etnocéntrica. Actualmente, las personas están "espiritual- par garantía de libertad individual y solidaridad social. A diferencia
meñte desnudas, desconectadas, aisladas, sin relación heredada o in- del viejo conservadurismo, los neoliberales admiran el individualismo
,- condicional con nada ni nadie"; "_pueden ser lo que quieran s~r,,_2,ero económico; y opinan que dicho individualismo es la clave del éxito
ningún motivo particular para querer ser nada concreto" 14.
7- ~.,. 1.19..P9.1?~~-n g.ela democracia en el contexto del estado mínimo. Su principal pen-
Daniel Bell se ha apartado del neoconservadurismo y se consi- sador, F. J. Hayek, se negaba explícitamente a llamarse conservador.
deriCOñSefV"adOrsólo en relación con un aspecto de la sociedad mo- No obstante, algunos de sus seguidores han intentado nadar y guar-
derna, su sistema cultural. Pero, en este sentido, ha desarrollado de dar la ropa y han calificado las ideas de Hayek de "liberalismo con-
forma interesante el trabajo de los neoconservadores alemanes y nor- servador"16.
teamericanos. Afirma que, desde el declive deL."§Rí,illlJl!liita11Dque Para los autores neoliberales, el origen del orden en la sociedad
inspiró el primer movimiento ca~~!istª,_J~ vi9_amor~Lg~___l_ª _giqg_~mi- no se encuentra principalmente ni en la tradición ni en el cálculo y la
dad se ha quedado sin orientaciones trascendentale':: La cultura se ha planificación racionales, por mucho que los hagan el estado o cual-
separado de la economía y la forma de gobierno. El capitalismo se quier otra persona. La sociedad posee, en cierto sentido, una cualid_a_d_
basa en un "puritanismo secular" en el área de la producción, pero ha orgánica; pero ésta procede de la coordinación espontánea e ininten-
dejado paso a las imposiciones del placer y el ocio en el área del con- cionada de muchos individuos que actúan por motivos propios. El.'-;:.
sumo. El liberalismo (una vez más, en el sentido norteamericano) ejemplo fundamental lo constituyen los mercados que funcionan bien, ·
. aprueba la libertad individual y la experimentaciq!). en el arte y la lite- que forman la gran ancla institucional del orden social espontáneo.
ratura, además de la vida económica. Sin embargo,. a juicio de Bell, Dicho orden social no se limita al terreno económico: como dicen Mil-
\ cuando dicha ex erimentación entra en las áreas de la vida familiar, ton y Rose Friedman, "la actividad económica no es, en absoluto, la
)a sexualidad y la actividad moral más en genera , produce un in iví- única área de la vida humana en la que surge una estructura compleja
"' .-º1.talismocreciente que amenaza el tejido social y crea el vacío. ''Nada y elaborada como resultado inesperado de la cooperación de un gran
' está prohibido" y "todo debe ser explorado": "la falta de un sistema número de individuos que persiguen, cada uno, su propio interé_s_" 1_7_. _.,..c_

2!!aigado de creencias morales es la contradicción cultural de la so- La idea de la coordinación espontánea -la coordinación sin
ciedad el desafío más refundo a su supervivencia" 1s. mando-- que retrata Hayek tiene una relación indudable con el con- '#..
cepto de tradición de Oakeshott. El carácter indispensable del "cono-
cimiento almacenado en los hábitos y las costumbres" es, a juicio de
Neoliberalismo Hayek, una razón clave de que no funcionen las economías ordena-
das. Las autoridades centrales no pueden crear las señales informati-
El neoconservadurismo puede "reivindicar el futuro", pero e_§___l;¡t vas que ofrecen los precios en las situaciones de economía competi-
nueva derecha la aue. en los últimos años, ha constituido la fu~rz±1 tiva, La explicación no es, o no sólo, que la información pi'ecisa sea. ~
verdaderamente radicalen la política conseoodora.La mejor forma masiado com le·a o cambiante· es ue el conocimiento necesario
de describir las ideas de la nueva derecha e:, hablar de neoliber~- es esenc_ialmente práctico y local. "dado por el uso". Sin embargo, a
7'f.. lismo, más qµe de neoconservadurismo, dado que los mercados eco- juicio de Hayek, ese conocimiento local no es verdaderamente tradi-
""nómicos cumolen un oaoel muv imnortante en ellas. Para los neoli- cional; es el conocimiento ráctico tácito u co st o i i i-
berales, la empresa capitalista no se considera ya el origen deJ.Qs..pro- duos mediante la experiencia de abordar los problemas sobre el te-
blemas de la civilización moderna. Muy al contrario: es_el centro de ~Hayek es universalista y cree que los beneficios de la sociedad
liberal pueden extenderse a toda la humanidad.

14_Allan. ..T!!t!
_}3l_oo_rn, _qos~r:,gof_the Am_erica:,i_
Mincf Nueva York, Simon and Schus-
16Hannes H. Gisswarson, Hayek's Conservative Liberalísm, Nueva York, Gar-
.S~!,J.2?.!tpág. 87. . land, 1987.
1.5Daniel Bell, Tbe Cultural Contradictions of Capitalist]b_Londres, Hememann,
pág. 480. [Trad_ esp.: Las contradicciones culturales del capitalismo, Madrid, Alian- 17 Milton Friedman Rose Friedman Free to Choose Secker and Warbur 1 8 ,
pág. 25. Trad. esp.: Libertad de elegir, Barcelona, Grijalbo. 1992.J
za, 1994.1

42
43
La función restringida asignada al gobierno en las doctrinas de la timo, a juicio de los críticos neo liberales, son evidentes para todos.\
~Y3: Q.e~es;haprocede directamente de la teoría del or9en espontá- Entre otros defectos, tiene el de beneficiar más a la gente acomodada
neo. El principal objetivo del gobierno no es "elaborar ningún servi- que a la que no lo es, y crea una mezcla perniciosa de monstruosida-
cio o producto concreto para que _loconsuman los_ciudadanos) sino des burocráticas y dependencia del sistema.
asegurarse de que el mecanismo que regula la producción de biene~ En la perspectiva de la nueva derecha, la propiedad y la jerar-
y servicios continúe funcionando" 18• El mensaje de la economía com- quía tienen una configuración distinta de las versiones anteriores del
petitiva a los gobiernos es, ¡Fuera! Incluso cuando la impulsan los conservadurismo. El viejo conservadurismo las consideraba un medio
motivos más noblesi la intervención del gobierno puede creac si Q9. de resistir a la mercantilización, el avance del comercio y la democra-
la tiranía (aunque así ocurrió con los regímenes comunistas), al me- cia. Para los neoliberales, es preciso fomentar la propiedad (la pose-
nos la ipeficacia burocrática. A este análisis, los neoliberales añaden sión de un hogar, la participación de accionistas e_n las empresas)
f-;c1.1entemente las conclusiones de la teoría de la decisión pública precisamente como modo de garantizar la participación en el sistema
elaborada por la escuela de Virginia. En la era del estado de bienes- de mercado. La jerarquía permanece pero no es del tipo (apreciado-
tar, los gobiernos tienden a sobrecargarse o abarcar en exceso; en di- en el viejo conservadurismo) que permite la transmisión de privile-
cha situación, la actividad de gobierno se ve perseguida por el equi- gios heredados entre generaciones. En una sociedad de mercado) el
valente al fracaso empresarial, sin los mecanismos reguladores que movimiento ascendente en la escala social, incluyendo la adquisición ~
ofrecen los mercados ara eliminar a los menos eficaces. de propiedades, debe abrirse a todos aquellos que tengan voluntad 1
¿Cuáles son exa~tameme las. relaciones entre os merCadOS y la de éxito y determinación de competir.
Sin embar o el individualismo com etitivo, se ún-los neolibera.,...
democracia, desde elpunto de vista del neoliberalismo' Existen varias
les, no puede expandirse de forma indefinida. Ciertos contextos e Ta''
opiniones distintas, pero la cuestión principal es que los mercados
vida social permanecen ajenos 1 y los autores de la nueva derecha, aL
crean las condiciones básicas de libertad individual y son más impQ,r.:
identificarlos suelen basarse libremente en el neoconservadurismo
tantes para la democracia que la constiUición del propio estado. Los
intentos de "corregir" las fuerzas de mercado suprimen las libertades norteamericano. Un estado mínimo tiene que ser firme para poner en
que_promueven las relaciones en él. El socialismo, se asegura, no ha práctica las leyes de las que depende la competencia, proteger contra
sido nunca democrátic(), ni. siquiera en los paíÍ?e5:_escandinavos, y no los enemigos externos y, promover sentimientos integradores de na-
puede serlo. Porque, en palabras de Arthur Seldon, el corazón del so- cionalismo La nueva derecha ve numerosas muestras de declive mo-
. cialismo lo ocupa la creencia de que "el gobierno sabe más que los in- ral en la vida familiar. La familia, como el estado, tiene que ser fuerte)
y allí donde se ha debilitado, es preciso restablecer los lazos familia-
dividuos. La esencia del capitalismo ...· es que permite a los individuos
arriesgarse a vivir sus vidas como mejor les parezca" 19. El capitalismo, res. El declive de la familia se ha atribuido a varias fuentes, la permisi-
basado en fuerzas inexorables de mercado, no_tiene en cuenta los orí- vidad sexual introducida en los años 60, la laxitud de los padres, el
alza del feminismo y la extensión de la homosexualidad manifiesta
genes sociales, el color de la piel ni el acento de las personas. Lejos de
No obstante. también es frecuente establecer ,una relación entre el
fomentar el egoísmo. la búsqueda resuelta del beneficio es una fuente
de fuerza moral porgue excluye la parcialidad política o el prejuicio crecimiento del estado de bienestar y la· desintegración de la familia.
~- La voz y la salida son posibles, en situaciones de mercado, de Se afirma que las instituciones de bienestar acostumbran a la gente a
una manera que los procesos políticos pueden imitar pero no sustituir. esperar formas de apoyo por parte del estado que, en generaciones
anteriores, proporcionaban los grupos familiares; las disposiciones de
La justicia social. han afirmado Hayek y otros no puede lograrse
a través del estado; Hayek asegura_ que la idea de justicia social es in- asistencia social permiten la proliferación de familias monoparenta-
coherente. Sean cuales sean las virtudes de ciertos tipos de institucio- les, en oposición a la familia tradicional.
nes pertenecientes al estado de bienestar, las limitaciones de este úl- Aunque, según los autores de la nueva derecha, el declive en la
autoridad moral de la familia es general y exige una transformación
total, ha afectado especialmente a la autoridad del padre. Las res¡)on-
l8 Friedrich A. Hayek. Rules and Order I.ondres Routle<lge 1223 pág,_47. [Trad.
Sjbilidades familiares son una fuente de regulación moral para los
esp.: Normas y orden, Madrid, Unión, 1994.] hombres, que) en caso contrario, tienden a ser errabundos y rehuir
19 Arthur Seldon, Capitalism, Oxford, Blackwell, 1990, pág. 103. {Trad. esp.: Capita- sus obligaciones, no sólo en el hogar sino también en el mercado. Al
lismo, Madrid, Unión, 1994.}

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menos en la esfera familiar, las consecuencias involuntarias no pro- Letwin distingue el thatcherismo21 del conservadurismo de "la vía
ducen el orden beneficioso y espontáneo que se les atribuye en otros de enmedio" de los Tories, pero también de las opiniones de los ver-
lugares. El estado de bienestar ha permitido que algunos padres daderos liberales partidarios del laissez-(aire. El Tory centrista no es
abandonen su responsabilidad respecto al mantenimiento de sus mu- un viejo conservador. Lo que desea conservar es consecuencia del
jeres e hijos. Los hombrs,s sin mujeres, en palabras de George Gilder, movimiento socialista: planificación, controles económicos y grandes
son "destructivos para sí mismos y para la sociedad"; si los hombres gastos en asistencia social. El thatcherismo es una cruzada para libe-
"no pueden proveer, tienen que recurrir a la fuerza y el falo"20 • El rar las "enérgicas virtudes" de la confianza y la iniciativa individual de
desarrollo de una das~ inferior excluida, con muchos "varones ambu- la mano empalagosa de la burocracia y el "sistema".
lantes" y numerosas mujeres solas al frente de sus hogares, junto a los Existen ciertas "semejanzas superficiales", acepta Letwin 1 entre
niveles crecientes de criminalidad, son manifestaciones y consecu~_µ- este perfil y las opiniones de los liberales del laissez-faire. Ambos
cias de la desintegración familiar. sienten desagrá.do por los díversos intereses personales que han ali-
mentado la dependencia y ponen una gran fe en la influencia libera-
dora de la empresa capitalista. Pero el liberal está a favor del mercado
CóNSERVADURISMO y NEOLIBERALISMO libre en todas partes; como lamenta Bell 1 el liberalismo se convier~e
en libertarismo moral, y desprecia cualquier forma de autoridad. Los ,
Los defensores de las opiniones de la nueva derecha s~_._':_Q_nside- thatcheristas rechazan esta relación: lo que desean ver es la regenera- ,
ran e ederos de dos si los de ensamiento conservador ™·
rn ción moral del individuo, las familias y la comunidad nacional. Los.,
· sólo han actualizado ese conservadurismo (si esto no es una ara- valores involucrados, afirma Letwin, han formado siempre parte d.~l
·doja);·sino_que han triunfado sobre las perspectivas opuestas de teo- conservadurismo; fueron los Tories de centro quienes, en el momen-
ría
T .. ráctica olítica. Después de todo", el aumento de importancia to de más a~ge del estado de bienestar, interrumpieron las tradicio-
de los neoliberales ha coincidido con la muerte del keynesianismo er\ nes conservadoras de más larga historia.
Occidente y el comunismo en el Este (y, dirían algunos, ha ayudado a Según Letwin, las consideraciones económicas son secundarias
provocarla). frente al programa de regeneración moral. Por ejemplo, 1a privatiza-
Pero ¿tienen algo gue ver las ideas de la nueva derecha con el ción de las industrias de propiedad estatal ayuda a aumentar la efica-
conservadurismo? La pregunta ha preocupado, con razón) a muchos cia económica; pero es más importante el hecho de que fomenta "vir-
conservadores y a críticos procedentes de la izquierda, y no se limita tudes enérgicas", al hacer que sea posible para millones poseer accio-
a tener un interés semántico o histórico._Para los neoliberales de algu- nes en una empresa. La difusión de la propiedad favorece la "energía
nos países, no es necesario hallar ·fa legitímidad en el pensamiento y el carácter aventurero de la persona, elementos críticos de las virtu-
conservador anterior; por el contrario, es necesario alejarse de dit~o des enérgicas". También contribuye a fomentar el bienestar de la fami-
pensamiento. en la medida en qne estaba manchado por su aso~ia- lia. Marx censuraba el hecho de que, en una sociedad burguesa, la fa-
ción con el fascismo. No obstante, en Gran Bretaña no sirven estas milia estuviera reducida a una "relación de propiedad"; pero, para el
consideraciones; aquí la nueva derecha qye ha disfrutado de un neoliberaL ésa es precisamente la fuente de su energía. La propiedad y
largo periodo de poder, tiene gran interés en reivindicar la continui-• su transmisión de una generación a otra da a la familia su continuidad:.
dad con las posiciones anteriores. Y se ha dedicado gran cantidad de Además, una familia que posee intereses conjuntos en una propiedad
tinta, o de impresiones de ordenador, para demostrarlo. Uno de los común tendrá probablemente un sentido más fuerte de la solidaridad.
debates más elaborados sobre la materia es el que plantea Shirley Let- Letwin afirma que esta forma de pensar sobre la familia es un
win --que se ocupa del thatcherismo-- y que voy a abordar por con- nexo de unión entre las virtudes enérgicas y los temas establecidos
siderarlo paradigmático. Porque Letwin no sólo ofrece una intere- del conservadurismo. La relación entre el sentimiento familiar y la po-
sante caracterización del neolíberalismo, sino que se dedica a refutar sesión de pfÜpíedades, explica) es un lugar común aceptado desde
a los críticos que se han centrado en varias de sus paradojas.

20 Georg e Gilder, Naked Nomads: Unmarried Men in Ame rica, Nueva York, Qua- 21 Citas extraídas de Shirley Robín Letwin Tbe Anatomy o[ Thatcherism. Londres,
drangle, 1974, pág. 114. Fontana, 1992, págs. 104, 342-342, 310.

46 47
hace largo tiempo entre los_ conservadores, que se. remonta a_los gía la jerarquía, no porque creara condiciones en las q~e se atribu-
tiempos medievales. Pero hay además otros modos de demostrar que yera igual valor a todas las formas de trabajo. Quizá fuera cierto que
la nueva dererha ha revivído el conservadntismo en lugar de alejarse "la sociedad era la cuna del individualismo", pero fueron_ los crít~cos
de él; por eiemplo en relación con el papel del estado. de los conservadores -y del liberalismo del laissez-faire-,--,no los
El thatcherismo, asegura Le.~~!1 1:1_~42retende reducir al mínimo, conservadores mismos, quienes defendieron esa opinión.
como los liberales del laissez-faire, toda intervención del estado en la Es ilógico aceptar gran parte de las enseñanzas del liberalismo
'óida económica y social. Por el contrario, distingue dos aspectos de Ta clásico, como hacen los neoliberales, y seguir insistiendo en ~l pap~l
intervención, uno que debe rechazarse y otro qµe merece un_a,valora- fundamental ..de los.sentimientos nacionales y un esta,do enérgico. Los
ción positiva. La economía de mercado es incompatii_)le _conla inter- mercados no poseen una relación intrínseca con los estados naciona-
vención del estado en forma de planificación o corporacionismo glo- les, cuyas fronteras traspasan constantemente. Si los mercados igno-
~s; gero exige muy activamente la firme mano del estado para_el ran las diferencias sociales y culturales entre los individuos, también
mantenimiento de la ley y el orden el fomento de los ideales nacio- ignoran las diferencias entre las naciones. Según la teoría liberal, la
9ales y la capacidad de defensa. El thatcherismo era un programa de difusión del capitalismo transnacional (en la que confiaban muchos
cambio radic~l __ ~n ~ucha$ ~_reas,_peroreconocía_la ímport~ncia de la pensadores liberales) debería acabar con la necesidad de la guerra.
tradición en otros ...contextos. Int~ntaba _atacar las "práctica.$ ,inamovi- Aunque la "defensa"_es una_n~cesidad iph.ererite al __ "estacio enérgico",
ble_~",1I1ásqu~ _las_tradicion~s. Las. _virt;udes__enérgicas mencionadas n9 tiene nada que ver directamente con _lQ_S mercados, sino con la po-
por Letwin demuestran formar pa1te de dichas tradi<:iones, especial- sición de los países_dei:itro del siste_mª_<;ie
~stados nacionales. ~--
mente si se interpretan en el contexto de la historia británica. Por Los autores. d~_la nueva derecha son aficionados a remitü:)os orí-.
consiguiente el neoliberalismo está presuntamente en iíneaJ!e conti:.,. genes del supuesto declive de la familia y otras instituciones morales ..
puidad directa con el viejo cons,eIYadurismo en su yariant_~_britª1}ica, a la extensión de la permisividad por parte de intelectuales y_artistas..
que subraya desde hace mucho tiempo la importancia de 1menérgico Sin embargo, comg.-~xplicación de la "desintegración familiar", se,.
individualismo en materia moral_,E$_ ex:trafío, cleclara L~tv,,rin,que esa trata de una opinión fatua. Tos cambias estructurales que afectan a la
moralidad "haya persistido durante ta.neo tiempo sin que nadie la familia y otras áreas de la vida social. fuera de la esfera del lrabaio re-'
identificara": fue precisa la llegada del thatcherismo para dejarla clara munerado, se ven estimulados precisamente por las influencias que
(retrospectivamente). fomenta la nueva derecha en su variante neoliberaL Aunque defenda-
A su juicio, ese individualismo tan británico no es egoísmo. De mos el individualismo y la iniciativa individual en el área económica,
acuerdo con "la moralidad británica ... no debe haber conflicto entre no tiene sentido extenderlos también a otros campos, incluido el de
la sociedad y las personas indinadas a cultivar su individualidad ... La la familia. Existe una perniciosa contradicción en el pensamiento neo-
sociedad es ... la cuna, más que el ataúd de la individualidad". Desde liberal. Por un lado, al estimular la libertad de acción de las fuerzas de
este punto de vista, surge un rechazo de lajerarquía, del prejuicio de mercado, la filosofía política neoliberal desencadena influencias
que ciertos tipos de vocación son inferi_oresa _otros.Cuando los neoli- de gran alcance 1 contrarias a la tradición, Por otro. se supone que los
beral<esaseguran que la capacidad para los negocios es tan digna (le Símbolos tradicionales que dichas inflnencías ayudan a disolver son
respeto como la de abogados o poetas, regresan a "la moralidad britá- esenciales para la solidaridad social. No es extraño que las doctrinas
nica tradicional". de la nueva derecha mezclen las libertades liberales y el autQ,itarismo
~ ;Es plaJJsible dicha inteotu_de distanciar a la nueva derecha del incluso el fupdamenta}isn)9:::: de manera incómoda e inestab~. La
liberalismo y vincularlo a las tradiciones conservadoras? Para ser bre- afirmación de Letwin de que "en las ordenaciones humanas nada es
ves,Ja.-respnesra es na· no es plausiblé en absoluto. &n primer lugari inevitable, y lo que hoy parece irreversible puede cambiarse mañana"
ni en Gran Bretaña ni en ningún otro lugar estuvo el viejo conserva- -la expresión más clara que puede hallarse del principio de que
' "urismo a favor del individualismo moral. al que consideraba ene- todo lo que es sólido se disuelve en aire-, está en franca oposición a
mi,m de la solidaridad social. Las "virtudes enérgicas" formaban parte una adhesión declarada a las formas sociales tradicionales 22• ,
·,,.. _ del repertorio de quienes luchaban contra los viejos conservadores,
ep.pombre de los valores burgueses o como defensores del sindica-
lismo:_y,s conservadores valoraban un estado enérgico porque prote- 22 fohn Gray, Beyond the Ne-w Right, Londres, Routledge, 1993, pág. vii,

48 49
tt: Se supone que el "estado enérgico" sanciona las normas legales nueva respetabilidad a las ideas de Ludwig von Mises y Hayek, tanto
gue penniten a los mercados el juego libre necesario; sin embargo, tiempo ignoradas, los neoliberales creyeron que habían advertido de-
dentro del sistema económico, la nueva derecha acepta el economi- fectos intrínsecos a cualquier tipo de colectivismo. En realidad, si por
cismo del pensamiento liberal clásico. Por consiguiente ignora, o no colectivismo se entiende el estado de bienestar más la planificación
aborda, el "elemento no contractual del contrato" que Durkheim, ba- macroeconómica, durante bastante tiempo ha funcionado bien, des-
sándose en ideas conservadoras, identificó hace mucho tiempo. L~ de su propio punto de vista. En la "edad dorada" hubo un prolonga-
i9?tituciones de mercado. como explicaría también un conservador do periodo de crecimiento económico global en el que las tendencias
En la línea de Oakeshott, no pueden prosperar de forma autónoma. del capitalismo a tener ciclos de expansión y depresión y a la polari-
Implican normas y mecanismos de confianza gue pueden estar pro- zación económica estuvieron bien controladas.
tegidos por la ley pero que las fórmulas legales pueden elaborar sólo La situación varió cuando y porque llegó a su fin lo que (de for-
hasta cierto punto. Desde luego no son inherentes al contrato econó- ma algo inexacta) ha pasado a llamarse keynesianísmo. Esta corriente
mi·rn Pn s"l ~·sJ:-:uln
l riP nn nPYn m:is amprol rlt>:instituciones sociales perdió eficacia como consecuencia de las influencias paralelas e inte-
Existe otro aspecto b:isico en el que el neoliberalismo se difere n- rrelacionadas de una universalización más intensa y la transformación
cia de las hipótesis del pensamiento conservador De a~11erdo ~Q .n de la vida cotidiana. La universalización significa mucho más que la t
casi torlas las formas de conservadurismo, el mundo escapa a nue s- internacionalización de la competencia económica, pese a toda la im-
tros intentos de someterlo al cerco dominador de la razón human a, portancia de esta última. Bajo la influencia del desarrollo de la comu-
12or,lo gue tenemos gue fiamos muy a menudo de la tradición .. L
·nueva derecha reconoce el carácter ímnerfecto. en este sentido en el
área del oobierno al menos en relación con la nlanificación econ o-
y
,
nicación electrónica instantánea, la "nueva universalización" ha crea-
do un nuevo orden de comunicaciones. Los mercados mundiales de
dinero, que funcionan las 24 horas, junto a la "informatización del di-
¡
-mica. Pero no lo hace en relación con los mercados nue consider a nero", entre otras transformaciones esenciales en los sistemas univer-
,
. sin fricción nue garantizan un crecimiento económico infi- sales, se remontan a ese momento.
nito 23. Las influencias universalizadoras han estado directamente vincu-
ladas a los cambios trascendentales que han ocurrido en el tejido de
la vida social. Han ayudado a poner en marcha procesos generaliza-
Conseroadurismo y cambío socíal dos de destradicionalización en la actividad social cotidiana. A su vez,
esa destradicionalización significa la aceleración de la capacidad de
, ¿_Porqu~ ha alcanzado el neolibera_~partaocia. en reflexión entre las poblaciones no expertas. El keynesianismo funcio-
años recientes? Los autores de la nueva derecha, por supuesto, tienen naba razonablemente bien en un mundo de modernízación sencilla; .f
una interpretación de sus propios éxitos. S.us ideas, asegurafl,,.JJª_n pero no podía sobrevivir en un mundo de modernízacíón reflexiva,
diagnosticado los fracasos del colectivismo de inspiración socialista y, con una capacidad de juicio más ir1tensa24 • Los ciudadanos reflexivos,
aún más si nificativo han mostrado los remedios necesariQ§ __para su- ante un nuevo universo social de incertidumbres universales, adquie-
erarlos. Las doctrinas socialistas produjeron una extensión excesiva_ ren conciencia de los incentivos económicos que deben impulsar su
del gobierno y la inutilización de las virtudes enérgicas. Para contra- comportamiento, y pueden subvertirlos. El keynesianismo, como al-
rrestar estos problemas fue preciso el libre florecimiento de los mer- gunas de las políticas que ayudaron a estructurar el estado de bienes-
cados, además de la renovación de las sólidas instituciones morales tar, cuenta con unos ciudadanos de costumbres de vida más estables
de la familia y el estado. que los que suelen caracterizar a un mundo universalizado con alta
La nueva derecha abordó los cambios que han influido en las so- capacidad de reflexión.
ciedades industrializadas durante las últimas décadas. Sin embargo, Las teorías de la nueva derecha se ocupan de estas transforma-
por razones en las que profundizaré más adelante, no fue capaz de ciones básicas de manera parcial y paradójica. Las repercusiones de
ofrecer una interpretación exacta de qué eran dichos cambios. Al dar la universalización, con sus incertidumbres fabricadas, se interpretan

23 Jbíd., pág. ix. 24 Cfr. U!rich Beck, Tbe Risk Society. Londres. Sage, 1992.

50 51
· en relación con la necesidad de desregular los mercados. La transfor- dones pasadas y quienes aún no han nacido; y la convicción de que
mación de la vida diaria se aborda sólo a través de un énfasis dogmá- los individuos sólo pueden progresar en formas de vida comunitarias.
tico en los valores tradicionales, dentro de la familia y en otros luga- Gray reconoce que aceptar tales ideas significa revisar la filosofía ·¡;\
res. Se condena enérgicamente el rechazo a la tradicionalización en y la política conservadoras, especialmente su plasmación en los pro.,. \
estas áreas, pese a que el apoyo incondicional de las fuerzas del mer- gramas de la nueva derecha. "La necesidad más profunda" que tiene ¡1 ~
cado ayuda activamente a fomentarlo. la gente es "una red de prácticas comunes y tradiciones heredadas l
pa,~as las aporías del neoliberalismo) ¿tiene sentido regresar a que les concedan la bendición de una identidad estable". El pensa- !1
unáli Otra versión del conservaclt1rismofilos()fic_()?
AJgunos han suge- miento conservador debe asociarse o incluso integrarse con los idea-
rido que sí, y no sólo porque -pioJ)orienUna re311imacióndel cortser- les políticos verdes para poder hacer frente a un mundo en el que el
vadurismo "centrista" o de "una sola nación". Así, John Gray ha afir- crecimiento económico continuo ya no es posible; un mundo que no
mado que la nueva derecha ha sucumbido a un racionalismo extra- está muy lejos, que quizá sea inminente, en lo que respecta a las so-
viado, heredado del pensamiento liberal clásico, y a un "dogmatismo ciedades económicamente desarrolladas.
ahistórico", combinado con "un olvido ignorante de las verdades de Los principios de mercado siguen siendo cruciales para Gray,
una filosofía conservadora más antigua". Los neoliberales imaginan pero deben separarse, a su juicio, de ·un apoyo al capitalismo en sí.
que pueden establecer principios universales para la vida política; y Porque el capitalismo (más o menos, como afirmaba Marx) se basa en
desechan la intuición de Oakeshott de que la actividad política es una la acumulación económica sin fin; cualquier fallo en el crecimiento
conversación y un arte. Las teorías de la nueva derecha no creen que económico se interpreta como un fallo del sistema. Además, conti-
la sociedad civil se base en el mantenimiento de una "cultura co- núa, la legitimidad del orden político moderno está demasiado vincu- -
mún". "Sólo fortaleciendo los recursos de una cultura común ... pode- lada al crecimiento continuo, algo que subraya su fragilidad:
mos confiar en renovar las instituciones de la sociedad civil de una
generación a otra. Suponer que podemos fiarnos de un régimen de Se trata de un rasgo de las instituciones occidentales que de-
' bería resultar profundamente desagradable para los verdaderos
normas abstractas es un mero disparate."
conservadores, para quienes la legitimidad de las instituciones y la
El argumento neoliberal a favor del mercado es, en palabras de autoridad del gobierno tiene (o debería tener) bases éticas y espi-
Gray, no sólo que "permite la innovación y la novedad en el pensa- rituales que les permiten afrontar incluso periodos prolongados
miento y la práctica, de una forma que no pueden lograr las decisio- de dificultades económicas. El hecho de que la legitimidad polí-
nes colectivas", sino que "permite que vivan en coexistencia pacífica tica del capitalismo occidental dependa del crecimiento econó-
seguidores de tradiciones y valores diferentes". Sin embargo, el con- mico ininterrumpido le ha permitido eludir el examen de sus prin-
servador filosófico reconoce que los mercados tienen limitaciones es- cipales defectos, y ésa es la razón de su tendencia sistemática a la
pecíficas. La nueva derecha suprime "los análisis de los mercados por inestabilidad; la inseguridad que genera en las personas corrientes
ser procesos calidoscópicos, a veces caóticos, susceptibles de provo- por su prodigioso virtuosismo técnico y su carácter innovador in-
herente; y la mala distribución del capital, que contribuye a dicha
car una dislocación endógena masíva mediante pánicos especulativos inseguridad ... Los conservadores necesitan explorar, junto con los
y la subjetividad de las expectativas". verdes y otros, dilemas vitales aún sin abordar en sociedades que
Gray subraya las relaciones entre el conservadurismo filosófico y ya no tienen el estímulo de la perspectiva de un crecimiento eco-
las cuestiones ecológicas. El pensamiento conservador, en general, nómico constante ni de pseudorreligiones modernas acerca de la :
ha sido hostil al programa político de los verdes, porque lo han consi- mejora permanente del mundo 25. ·
derado "propaganda anticapitalista bajo otra bandera". Sin embargo,
Gray afirma que, lejos de estar vinculada a la izquierda, la preocupa- Ideas muy radicales, sin duda; y, en casi todo, muy distintas del
ción por la integridad de la naturaleza se encuentra cerca de los te- radicalismo de la nueva derecha, tal como afirma acertadamente el
mas conservadores. Tanto el conservadurismo como las filosofías ver- autor. ¿Pero qué validez tiene esta interpretación del conserv~du-
des están marcados por el escepticismo ante el progreso y la creencia
de que el crecimiento económico, per se, es peligroso o incluso de-
sastroso; la noción 9-e que los vivos tienen la responsabilidad de 25 Esta cita y las anteriores proceden de Gray, Beyond the New Right, págs. xi, xiii,
construir perspectivas que establezcan una relación entre las genera- 15, 125, 152, 173.

52 53
rismo? ¿Consigue evitar las paradojas de las teorías de la nueva de- , ficado. En materia de revoluciones, la Unión Soviética fue, durante un
recha? periodo consíderable, una sociedad que cumplía estos criterios) y a
quienes desean, en la Rusía de hoy) volver a las viejas costumbres se
les suele denominar, quizá acertadamente, conservadores. Se ha es-
EL CONSERVADURISMO Y EL CONCEPTO DE TRADICIÓN
crito, por lo menos, un libro que intentaba invocar el conservadu-
· Si bien se ouede estar de acuerdo en que los conceptos de auto- rismo filosófico para defender tanto el comunismo como el estado de
ridad lealtad v tradición son vitales nara el conservaaurismo sería di- bienestar2s.
fícil considerar nue tienen una cateo-oría enuivalente. SegY,r~-ni_e11te·
la A veces, la tesis de la prueba del tiempo implica una especie de
t_radición es la idea más esencial y, en su ausenci~la·S~derrJXS-11.0C:fo- evolucionismo más o menos explícito. Los modelos de conducta o los
nes perderían su lógica. Porque los conservadores no se limitan i'ffl- símbolos que han sobrevivido largo tiempo (aunque ¿cuánto tiempo
teresarse por cualquiei forma de autoridad, sino por una autoridad es largo tiempo?) lo han hecho por algún motivo, y dicho motivo es
inspirada y legitimada por símbolos tradicionales. Y la lealtad no es que corresponden a necesidades individuales o sociales de algún
sólo cuestión de pertenecer a uno u otro órgano colectivo; se refiere tipo. Pero las interpretaciones funcionalistas basadas en la idea de las
necesidades sociales son, como mínimo, lógicamente sospechosas 29.
a la afiliación a grupos organizados con arreglo a la tradición, más
Y, en cualquier caso, no excluyen los vestigios con los que los con-
que a una asociación consciente y racional.
· .- Aunque la idea de tradición esté· tan unida al conservadurismo servadores no desearían verse asociados.
Oakeshott no ofrece demasiadas orientaciones sobre la materia.;
los propios conservadores, extrañamente) lo han debatido muy poco'.
Para él, la tradición está unida al conocimiento tácito, un conoci-
Probablemente ocupa une. posición tan fundamental en casi todo el

;
miento que es arte y que no puede expresarse con palabras porque
pensamiento conservador que se da por descontada. ¿Qué es la tradi-
es esencialmente práctico. Esta revelación es importante, sin duda,
ción y por qué creen los conservadores que debe defenderse?
pero no ofrece una definición suficiente de tradición, ni explica por
Cuando los conservadores debaten por qué el pasado debe ejer- qué son valiosas ciertas tradiciones. Muchas competencias, como sa- 1

1
e.r símbolos
un firm..e. odominio ber mecanografiar o montar en bicicleta, implican un conocimiento 1
os modos sob·r·e···e·l
p.re.se.nt
..e., p.orsuelen
de vida establecidos, qué eshablar
preciso proteger
-<:orno ya
tácito de tipo práctico, pero no por ello son tradiciones. Cuando Oa-
. e ha mencionado- de la__
prueba del tiempo''· Por ejemplo, Scruton
keshott contrapone el conocimiento "técnico" al "tradicional", y no al
afirma que las prácticas digñ.iS ele'ser~·conservadas "deben tener el
meramente "práctico", se apoya en una idea de continuidad o heren-
peso de una historia lograda ... de algo que ha florecido". También
cia; algo que difícilmente encaja con su observación de que todo es¡
ofrece otros dos criterios. Estas prácticas deben "atraer la lealtad de
sus participantes, en el profundo sentido de moldear su idea de lo temporal.
Ayudará a explorar más estos problemas una mirada más directa:
que son y lo que deben ser" y "tienen que indicar algo duradero, algo
al propio concepto de tradición. Al entender lo que es la tradición,
que sobreviva y dé significado a las acciones que surjan de ello»21.Es-
debemos intentar, en primer lugar, comprender de dónde procede su
tas consideraciones, afirma, descartan la idea de que puedan existir autoridad, que le permite reclamar lealtad. La cualidad diferenciadora
tradiciones de tortura, crimen o revolución. de la tradición, que la separa de la costumbre o el hábito Y~ªLmism.o
Sin embargo, y para ser claros, no es así. Las ejecuciones públi- tiempo, del conocimiento técnico o experto, es qge_presupone __ una
cas, a menudo con torturas terribles, florecieron durante muchos si-
idg,2-
. ..sJ...~._l!erdi:ld,,_ritual
o revelada,_y_ese rasgo definitorio es tamJ?J~_p
___
~l
glos en Europa y otros lugares. Sin duda estaban relacionadas con el orjgen de su autoric;l_~q._?~. Lo que se considera "sagrado" en las tradi-
hecho de provocar lealtad y con normas y valores sobre la forma de
actuar, puesto que formaban parte del contexto de ley y orden; y es-
taban muy vinculadas al mantenimiento de pautas duraderas de signi- 28 Torbjórn Tiínnsjó, Conservatismfor Our Time, Londres, Routledge, 1990. Tiínnsjó
menciona también la convergencia entre el conservadurismo y las preocupaciones, me-
dioambientales.
26 Para un tratamiento abrumadoramente crítico de las opiniones conservadoras so- 29 Véase Jon Elster, Logic and Socie(y, Chlchester, Wíley, 1978. [Trad. esp.: Lógica y
bre esta cuestión, véase Ted Honderich 1 Conservatism, L()I)dres,__
Penguit11991. [Trad. sociedad, Barcelona, Gedisa, 1994.l
30 Anthony Giddens, "Living in a post-traditional society", en Ulrich Beck, Anthony
~§Q.: El conseroadurismo, Barcelona, ED 62, 1993.l -
27 Scruton, The Meaning o/ Conservatism, pág:-::Í2. Giddens y Scott Lash, Reflexive Modernization, Cambridge, Poliry, 1994. En mi opi-

54 55
ciones no es el pasado, sino la sabiduría que incorporan. Dicha sabi- ello conduce al fundamer1talismo. Una vez que se ha llegado a dicha
duría puede, o no, ser funcionalmente eficaz o "técnicamente preci- situación, hasta la forma más perfeccionada de conservadurismo, el
sa"; estos rasgos no le dan el carácter específico de tradicional. La conservadurismo filosófico, se hace incoherente. En un mundo de co:::.
verdad ritual se muestra en su puesta en práctica, en la repetición de municación instantánea, bajo los efectos __de __ pode_J:q~~~ _ir1flue_nci3.,s
, fórmulas prácticas. t1I1Íversalizadoras~_ el cosmopolitismo S.1:1-~~.ll_rªJ
___ _UD:'1
~-~-· ..P~rte _inevit_ab_le
Lo que hace que algo sea tradicional no es su incrustación en la · d-e nuestras vidas. Defender la tradición al modo tradicional significa
práctica, sino el hecho de que ciertas acciones rituales especifican su "afirmar su verdad ritual -su carácter distinto y especial-, mientras
verdad. Las tradiciones siempre tienen guardianes de uno u otro tipo: que la comunicación moral y cultural constituye el único terreno so-
sacerdotes, magos, ancianos, patriarcas, tienen acceso privilegiado a bre el que puede asentarse el cosmopolitismo.
la verdad ritual, a la sabiduría de la tradición. El pasado es esencial El _fuqdatnental_isn10-->
a mi juicio, no es más que la tradición de-
para ésta, pero no porque, para ser tradicional, un rasgo de col].Qµ<:_ta fend(dª~-~ffilq!:fo~-ri~_d,i(:iQiúiJ,
__
pero en reaCCióp___ ª--~º-ªs circu~~~ª-~S:i~S
,deba· persistir durante un periodo de tie1npo indefinido. El ~2_tjy:9_
~s, · n_uev.1-S.
_cl_e_
la _c9111uni<:_ación
univ~rsaL. :Por._cons_igt1i~r1te,ya_nq s~___li-
_más bien, que la sabiduría tradicional debe tr?P-~Qli_tjrs1e_<:le,Jorma ·mi_t~_ á~_Ia_.-_~Sf~ra
~eügfo~~~J.01?..ft1ndatllell_talism()S_
pueden surgi~-~-i~J:µ-
práctica, como un aprendizaJ~.:.._
__ Pi~_qU:~)ª§ ___
~rª9J~!q}~~sestén a~e_pª_z;;¡daso sufriendo erosión. Puede
En la época actual, los procesos de destradicionalización surten haber, por ejemplo, fundamentalismos de la familia, los sexos y la et--,
un efecto más profundo que nunca y, si bien afectan especialmente a nicidad (e incluso ecológicos)._]ll fundamentalismo, en un mundo de
las zonas industrializadas del mundo, se hacen sentir en todas partes. comunicación cosmopolita, tiene siemp~~--l!!1'"_p9t~.1?-.':~ª_l ___
peligroso.
La transformación de la tradición no sólo tiene un paralelo en la desa- Porque es un rechazo al diálogo en unas"circ~11stancia~__ en las que _di-
parición de la "naturaleza", sino que converge con ella. La naturaleza chci __ e1.
gJá!,Qg~e_s úµtco ..medio"d~_.ac,:0111oda_rse ____
mutua111e11te.Existe
-un entorno físico de la actividad humana que existe independiente- una relación directa entre formas de violencia que, a primera vista, ·,
mente de sus acciones- está prácticamente desvanecida; los proble- parecen completamente heterogéneas. Gran parte de la violencia pú-
mas de degradación medioambiental que nos perturban hoy proce- blica y privada de los hombres contra las mujeres procede de una es-
den de la transformación de lo natural en lo social y lo cultural. Pién- pecie de fundamentalismo de sexos, un rechazo a la comunicación.
sese, por ejemplo, en la reproducción, tan íntimamente unida a la en condiciones sociales en las que existe un desafio a las tradiciones
familia como institución. Como resultado de la introducción de diver- patriarcales. En este sentido, no es diferente, en principio, de la vio-
sas tecnologías reproductivas, numerosos hechos que solían venir da- lencia entre grupos étnicos que se excluyen.
dos --como parte de la naturaleza y como modos tradicionales de ¿Acaso quienes no se hacen fundamentalistas tienen que acceder
hacer las cosas- se someten a decisiones independientes. Ya no a la desaparición d~ la tradición? No creo; en ciertos aspectos y en al-
constituyen un "horizonte" de la actividad humana, sino que pertene- gunos contextos, es indudablem','nte preciso defender hoy las tradi-
cen al mundo socia(. Las tradiciones solían ser "horizontes" de nues- ciones, aunque no sea a la manera tradicional. Es necesario salvar o
tra actividad en un sentido similar. -=.l~:>.
..t~~fü:_~rémás adelante- en la· m~_<:li_q~a
recuperar las ..tradi_C!():1!_(='?
¿Qué es más "naturnl", una situación en la que una mujer tiene · en que proporci2n_'l!lfu_<=t1t_esgeneralizables_de solidaridad. ¿La tradi-
veinte gestaciones, y varios de sus hijos mueren en el parto o poco ción Qfotegida en beneficio de valores sociales más amplios si~_e
después, o bien otra en la que tiene dos gestaciones y ambos hijos siendo tradición? Sí y no, de forma muy semejante a lo que ocurre
sobreviven? Hoy tenemos que decidir, como individuos y como hu- ·con la naturalidad de la naturaleza desaparecida. Acudir en socorro
manidad colectiva, qué es la naturaleza y cómo debemos organizar de las tradiciones significa conservar una continuidad con el pasado
nuestras vidas en relación con ella. Lo mismo ocurre, en gran parte, que, en caso contrario, se perdería, y hacerlo como modo de lograr
con la tradición. también una continuidad con el futuro. No obstante, la salvaguarda
Lo diré de manera provocadora. No podemos ---0 no debería- de las tradiciones, como la salvaguarda de la "naturaleza", adopta
mos- seguir defendiendo las tradiciones al modo tradicional, porqµe un matiz nuevo cuando su defensa ya no puede ser esencialmente
intrínseca.
En una situación en la que, desde hace mucho tiempo, el camb10.
nión, esta definición es más e:xacta que otra, más general, que ofrece la obra clásica de p.ª__ó~a"do de ser siempre progreso, __ si_es __
que_a_lgunavez lo fue, y el)
Edward Shils Tradition, Londres, Faber, 1981.

56 57
la que elprc,g~e_sose J1J_\'1]_eltoeminentemente discutible, la c_onser-
y___
Y;;tfj_Qg_ de la tradición y de los re~!,!fSOSmedioamQienta-
r~_fl.QYª"C~ón
J_~~adquiere una urgen~ia ~ªR~C~al.ia tradición, como la naturaleza,
solía ser, como si dijéramos, un marco externo para la activiQ.ª_~Lhu-
~ ·mana que 'tomaba" muchas decisiones por DOSQ_~-~º~'..J~~rg ahora te-
nemos que decidir sobre la tradición: qué d~_~emosintep_tªE}P:?t1t_1=per
y qué desechar. Y la propia tradición, pese a ser frecuentemente im-
·es'de12.oca
¡.portante y valiosa, ayt1da en este caso.
,. · ·Por consiguiente, el conservadurismo entendido del modo habi-
tual ha fracasado o se ha vuelto contradictorio. Sin embargo, algunas
de sus ideas esenciales adquieren nueva importancia cuando se aís- CAPÍTULO II
lan de sus contextos originales. I_:!Qy,a mi juicio, todos deberíamos
volvernos conservadores, pero no de forma conserva<:J.ora.La trillada El socialismo: la retirada del radicalismo
observación de que ya no existe una derecha o una izquierda asume
nueva fuerza intelectual y práctica en la situación actual. Desde lue-
go, las distinciones entre derecha e izquierda siempre han sido, hasta El socialismo surgió de la disolución del ancien régime, con la
cierto punto, confusas o ambiguas, y el radicalismo no ha sido nunca misma certeza con la que el conservadurismo se creó a partir del in-
propiedad exclusiva de la izquierda. Pero la diferenciación entre am- tento de protegerlo. En los dos siglos transcurridos aproximadamente
bas tenía cierta lógica durante la larga fase del desarrollo de las insti- desde entonces, el socialismo ha sido el abanderado del "progresis-
tuciones modernas caracterizada por la modernización sencilla. mo", la idea de que la historia sigue una dirección y que la interven-
Dicho toscamente, la izquierda -además de la mayoría de los li- ción política adecuada puede ayudamos a encontrarla y a acelerar el
berales- estaba a favor de la modernización, de una ruptura con el recorrido. La literatura del socialismo está llena de palabrería sobre
pasado que prometiera un orden social más igualitario y humano, y la "el camino que debe seguirse", "la marcha hacia adelante del socia-
derecha estaba en contra y a favor del regreso a regímenes anteriores. lismo", "la ruta al socialismo", y así sucesivamente. Las formas más ra-
En las condiciones actuales de desarrollo de la capacidad de refle- dicales de pensamiento socialista han afirmado durante mucho tiem-
xión, no existe una división tan dara. __ _Noes la necesidad de µ..n_pro- po que sólo se puede ir hacia adelante o hacia atrás; o la humanidad
grama político radical lo que desapareée; no se trata del "fin de la his- avanza en su trayectoria o tiene todas las probabilidades de volver a
~-r!a", El conservadurismo, en forma de neoconservadurismo y~~n- caer en la barbarie. Para los socialistas, el pasado no es reconfortante;
_§_~rvadurismofilosófico, puede utilizarse de modo positivo,__ª!-:!!l_gué se valora, en todo caso, porque ha proporcionado los medios de que
crítico, para contribuir a moldear es~,IQg!afl).a. En un contexto nue- podamos avanzar activamente para captar y apoderarnos del futuro.
vo, y con métodos no conservadores, podríamos volyer a expresar el ¡Qué extraordinaria es, por tanto, la situación en la que se en-
viejo lema mencionado anteriormente: ¡demasiado conservador para cuentran hoy los socialistas! Puesto que, incluso aunque estuvieran
no ser radical! O, dicho al revés, ¡demasiado radical para no ser con- completamente en desacuerdo entre ellos sobre cómo sería la socie-
servador! dad futura, los socialistas compartirían la convicción de encontrarse
Liberado de la relación intrínseca con la izgl_li~rdao la derec:ha, en la vanguardia de la historia. A su juicio, los demás, o bien miraban
el radicalismo vuelve a su contenido original de audacia: significa___ es- hacia atrás, como los conservadores, hacía formas sociales que el
tar dispuesto a prever soluciones atrevidas para los P!Oblemas socia- mundo no iba a volver a ver, o bien, como los liberales, defendían ti-
_)es y pollticos. Sin embargo, aquí no se valora el radicalismo por sí pos de orden social y polític.9 que no eran sino etapas en el camino
mismo sino que se modera por esa conciencia sobre la importancia hacia la emancipación totaL _
d~ _l_ª---_~ontinuidad
en la que insiste el conservadl_lE!~~'?__
g~g~5':)~I~o.--- Con la caída del comunismo, aunque, desde luego, no sólo a
causa de ella, todo esto se ha venido abajo. Acostumbrado desde
hace mucho tiempo a considerarse la vanguardia, el socialismo se ha
vuelto repentinamente arcaico, sepultado en el pasado que antes des-

58 59
preciaba. "La idea de 'enterrar el socialismo' -se ha dicho-- es una historia ha quedado oculta por el dogma religioso y la mano muerta
fantasía de algunos políticos conservadores" 1 . Pero quizá la fantasía de la tradición. La tarea que debe afrontar la humanidad es la de ha-
se haya hecho real. cerse con su propio desarrollo y dirigirlo de forma consciente. So-
A diferencia de los conservadores, los socialistas no se han mos- mos, o podemos ser, los dueños de nuestro propio destino.
trado reticentes a plasmar sus ideas sobre el papel, ni se lo han impe- Esta postura implica una visión de la historia y de la naturaleza.
dido motivos filosóficos. Por el contrario, las ideas socialistas se han La historia es un recurso al que debe darse forma con arreglo a los fi-
expuesto con gran frecuencia y de manera extensa. A pesar o, más nes humanos, pero lo mismo ocurre con la naturaleza. Dada la im-
probablemente) a causa de la existencia de esta voluminosa literatura, portancia actual de las cuestiones ecológicas, muchos han acudido de
la identidad del socialismo es elusiva. El socialismo, se ha afirmado, forma retrospectiva al pensamiento socialista con el fin de discernir
"representa los valores de la libertad, la igualdad, la comunidad, la algunas preocupaciones ecológicas básicas; pero probablemente es
fraternidad, la justicia social, la sociedad sin clases, la cooperación, el preciso aceptar, desde el principio, que en las formas predominantes
progreso, la paz, la prosperidad, la abundancia, la felicidad". La de la doctrina socialista no existe lugar para la naturaleza como "com-
misma diversidad de ideas puede hallarse cuando se exponen los va- pañera" de la humanidad. Se tiene en cuenta, sobre todo, desde un
lores socialistas como negaciones. Los socialistas "se oponen a la punto de vista instrumental.
opresión, la explotación, la desigualdad, la disensión, la guerra, la in- La relación del socialismo con la historia está descrita de forma
justícia, la pobreza, la miseria y la deshumanización" 2 • más expresiva en uno de los aforismos de Marx. Los seres humanos,
No es extraño, pues, que algunos comentaristas hayan llegado a afirma, "sólo se plantean los problemas que son capaces de resolver".
la conclusión de que el socialismo es todo para todo el mundo; o De formulación muy sencilla, este teorema contribuyó a dar al mar-
que, como Schumpeter, hayan explicado que el socialismo tiene tal xismo su enorme poder intelectual, además del atractivo práctico que
"indeterminación cultural" que no puede ser definido más que en tér- conservó durante tanto tiempo. Marx, como si dijéramos, empujó a la
minos puramente económicos3. Teniendo en cuenta su enorme diver- lechuza de Minerva a un vuelo prematuro. Para Hegel, la historia tiene
sidad, cualquier intento de caracterizar el pensamiento socialista en una pauta, una teleología; pero éstas se pueden distinguir sólo de ma-
unas cuantas pinceladas es problemático, pero, de todas formas, voy nera retrospectiva. Marx proyectó dicha teleología hacia el futuro. Lo
a intentarlo. No me preocupa abarcar todas las dimensiones de las hizo de una manera que vinculaba la metafísica, la sociología y la polí-
doctrinas socialistas, sino sólo destacar ciertos elementos significati- tica. La idea metafísica era que la historia, en sus momentos más tras-
vos para su situación actuaL cendentales y revolucionarios, es obra de los oprimidos. Marx dio a la
dialéctica del amo y el esclavo un ropaje sociológico al situar sus fun-
damentos en la lucha de clases. A su vez ésta, al promover la victoria
EL SOCIALISMO Y LA CUES11ÓN DE LA HISTORIA
del proletariado como "clase universal", se convirtió en el medio de
Como el liberalismo, el socialismo se sitúa en contra de la tradi- emanciparse de manera general de las cargas del pasado, de una his-
toria hecha por los seres humanos pero no de forma consciente.
ción y, en este sentido, es heredero de la Ilustración. El socialismo se
basa en la posibilidad de arrebatar lo humano al dominio de lo tras- Los seguidores de Marx interpretaron su esquema histórico de
cendente y, desde ese punto de vista, no es difícil ver por qué Marx maneras muy diferentes, y muchos socialistas lo rechazaron en gran
siguió tan estrechamente a Hegel. La historia no expresa la voluntad parte, sobre todo quienes estaban más a favor de un socialismo evo-
de Dios, sino que es el resultado de las luchas activas y la creatividad lutivo que revolucionario. Pero todos tenían en común la noción de
de los propios seres humanos. Sin embargo, la autoría humana de la que los problemas de la historia creados por los seres humanos de-
bían poder ser resueltos por ellos. (No sólo el conservadurismo, sino
también el liberalismo, han sido normalmente más escépticos acerca
1 Tom Bottomore, The Socíalist Economy, Londres, Harvester, 1990, pág. 101. [Trad.
de esta hipótesis.) .
esp.: La economía socialista: te0tia y práctica, Madrid, Fundación Sistema, 1992.l Durante siglos, han afirmado los socialistas, los seres humanos se
2 R. N. Berki, Socialism, Londres, Dent, 1987, pág. 9. vieron "separados" de su historia, que era algo que les ocurría, y no
3 J. A. Schumpeter, Capitalism, Socialism and Democracy, Londres, Afien & Un- un producto humano; y la naturaleza era una especie de fuerza ex-
win, 1987, págs. 170-171. [Trad. esp.: Capitalismo, socialismo y democracia, Barce-
lona, Orbis, 1988.l
traña porque sus fuerzas impulsoras sólo se entendían mediante la

60 61
acción de dioses o espíritus. Los socialistas consideraban totalmente tud. Pretende, en terminología más reciente, "igualar por abajo", y
razonable pensar que, cuanto más entendamos nuestra vida social y está inspirado por el ascetismo: no debe consentirse que lo privado
más acertadamente entendamos la naturaleza, más podremos (como domine sobre lo comunitario y el egoísmo debe eliminarse casi por
humanidad colectiva) dominar ambas. completo. El comunismo se basa en la regulación del consumo, no de
El hecho de que los socialistas aseguren estar en la vanguardia la producción. Se trata esencialmente de un orden ético, que consi-
ha tenido una serie de consecuencias teóricas y políticas. Con fre- dera el igualitarismo, más que como un fin, como una fuente de con-
cuencia ha favorecido un eurocentrismo más o menos declarado, o 1a trol moral necesario que protege a los débiles contra los fuertes. "Re-
convicción de que las únicas cosas por las que merece la pena luchar gular el consumo individual de manera que sea igual y moderado en
son las "modernas". En ocasiones, ha provocado una crueldad pecu- todas partes; ésa es la fórmula del comunismo."
liar que, por lo demás, resulta incompatible con los valores que los El socialismo, afirma Durkheim, fue heredero del comunismo) al
socialistas afirman defender. Como ocurre en el terreno del arte, la que absorbió parcialmente pero del que siguió siendo distinto. Por-
vanguardia puede llegar a despreciar las actitudes y conductas de que el socialismo, a diferencia del comunismo, fue consecuencia de
las masas, que tienen que ser, de forma casi inevitable, "conduci- un momento y un lugar determinados, una respuesta a las revolucio-
das" por el "camino" hacia el socialismo. La idea del "partido de nes política e industrial habidas desde el final del siglo XVJII. El socia-
vanguardia" -una metáfora sospechosamente militar- se ha criti- lismo tiene sus orígenes intelectuales en la Ilustración, y los philoso-
cado por ser un añadido no democrático al socialismo, del que fue phes estaban más interesados en la razón que en la igualdad. Como
responsable Lenin. No obstante, una idea de ese tipo es seguramente dice Peter Gay, "Como intentaban distinguirse de los demás, los pbi-
intrínseca al socialismo, teniendo en cuenta su hipótesis de que está losophes mostraron pocos deseos de acabar con todas las distincio-
en "primera línea de la historia". Se trata de un aspecto de la tensa re- nes; como buscaban respeto, no tuvieron ninguna intención de des-
lación entre el pensamiento socialista y la democracia, a la que será truir la respetabilidad" 4 .
preciso volver a referirse más adelante. Existe una línea directa, señala Durkheim, que une a los philo-
Un gran hilo conductor del socialismo -que ha producido una sophes con los teóricos de la política liberal y los economistas políti-
variedad de doctlinas diferentes- es el tema de la igualdad. En este cos del siglo XIX. Para estos últimos, la producción de riqueza pasó a
aspecto, el socialismo radicaliza algunas ideas introducidas en .las re- considerarse fundamental para la felicidad individual y la vida social,
voluciones americana y francesa; pero además se fundá en estilos ra- vista más globalmente. La emancipación pasó a significar el hecho de
dicales de historia mucho más prolongada. El análisis clásico del so- liberar a las fuerzas de producción de las restricciones de la tradición)
cialismo que hace Durkheim ofrece una buena percepción de cómo y del mismo modo que se liberó a la razón de las limitaciones de los
por qué ocurre así. Durkheim demostró que al socialismo le preocu- dogmas y preceptos establecidos. Sin embargo, los socialistas creen
pan dos tipos diferentes de problemas, uno que se remonta a hace que, aunque los teóricos liberales tenían razón en subrayar el papel
mucho tiempo y otro, más reciente. Por un lado, ·el socialismo su- fundamental de la actividad económica en el orden social, no logra-
braya la prioridad de la comunidad sobre el individuo y se basa en lo ron entender que la actividad industrial debe coordinarse directa-
que Durkheim denomina "comunismo". El comunismo es un conjun- mente. El socialismo se preocupa, sobre todo, por la producción, más
to de ideas cuyos orígenes pueden trazarse en la época clásica. Suele que por el consumo. Defiende "la conexión de todas las funciones
adoptar la forma de escritos utópicos, como los de Platón, Tomás económicas, o de algunas de ellas que, en la actualidad, están difu-
Moro o Tommaso Campanella. Según los autores comunistas, la pro- sas, con los centros rectores y conscientes de la sociedad"s. Ello no
piedad privada es un mal social; la acumulación de riquezas persona- implica, subraya Durkheim, que la economía deba estar subordinada
les es un peligro moral que debe ser reducido todo lo posible. Así, de al control político; más bien, se trata de que la economía y el estado
acuerdo con la representación que Durkheim hace de Platón, "la ri- se fusionen de modo que la "política" termine por desaparecer.
queza y todo lo que se relaciona con ella es la fuente primordial de La tensión que Durkheim diagnosticaba entre los ideales de
consumo público. Es lo que, al estimular los egoísmos individuales,
lanza a los ciudadanos a la lucha y desencadena los conflictos inter-
4 Peter Gay, Tbe Enlightenment, voL 1, Londres, Weidenfeld, 1967, pág. 26.
nos que arruinan los e5:tados". 5 Citas de Émile Durkheim, Socialism, Londres, Rout!edge, 1967, págs. 22, 56, 85.
El comunismo considera que el igualitarismo radical es una vir- [Trad. esp.: El socialismo, M-adrid. Akal, 1987.l

62 63
igualdad y el control directivo de la actividad económica vuelve a sur- entre productores y consumidores; se relacionan fundamentalmente
gir constantemente en la historia del socialismo. Marx advirtió el pro- mediante la interacción de precio y beneficio. Incluso la mano de
blema muy temprano -y denunció fervientemente todo tipo de "so- obra se convierte en una mercancía que se compra y se vende en el
cialismo utópico"- pero la solución que le dio era ambigua. Rechazó mercado; aquellos que se ven obligados a vender su trabajo a los em-
la sugerencia de que la riqueza o los ingresos debieran equipararse y presarios, para poder vivir, se ven limitados por las condiciones del
siempre vio la obtención de prosperidad material como algo desea- contrato laboral acerca de los beneficios económícos que pueden ob-
ble, y no una fuente de perjuicio moral. tener. Según mi interpretación de Marx, el capitalismo produce el em-
Pero 1 si el control centralizado de la producción no se orienta pobrecimiento absoluto o relativo de la clase obrera.
principalmente hacía la redistribución, ¿significa que el socialismo 'no Al mismo tiempo, aunque no por los mismos motivos, la econo-
tiene nada que ver con el igualitarismo? En varios de sus escritos, mía capitalista está sujeta a periodos recurrentes de expansión y cri-
Marx intentó abordar esta dificultad introduciendo viejos eslóganes sis. Durante los periodos dé depresión económica existe un desem-
cuyás implicaciones no se habían desarrollado nunca plenamente; pleo de gran dimensión. Aunque Marx defendía la existencia del
por ejemplo, "de cada uno según su capacidad, para cada uno según "ejército industrial de reserva" como importante factor de estabiliza-
su necesidad". Seguramente pensaba que la desaparición de las cla- ción en el capitalismo, también lo consideraba irracional en una posi-
ses y, por consiguiente, de la propiedad privada, en una sociedad so- ble sociedad socialista, que no tendría ese carácter fluctuante. No se
cialista disminuiría ipso facto las desigualdades. Pero no resolvió ade- puede gestionar con eficacia una economía industrial si cientos de
cuadamente la cuestión en ningún lugar. miles, incluso millones, de personas están sin trabajo y las fábricas
El análisis de Durkheim sugiere que el tema de la igualdad está permanecen improductivas mientras muchas personas carecen de las
"mal precisado" en el desarrollo de las doctrinas socialistas. Está ins- mercancías que necesitan o desean.
pirado por unos ideales, incluyendo ciertas concepciones de la justi- De acuerdo con Marx, esa tendencia de la economía capitalista a
cia, que no tienen relación genérica con el concepto central de la sus- la crisis lleva a su socialización, aunque, sin una revolución, no al so-
titución de las fuerzas "irracionales" del mercado por la razón econó- cialismo. En situaciones de crisis las grandes empresas suelen sobre-
mica. La división de clases no puede suministrar el nexo que falta, al vivir y acaban expandiéndose, a costa de las pequeñas, que se ven
menos no por completo) porque, tal como se interpreta en la mayoría arrojadas fuera del negocio. La socialización de la producción puede
de las formas de socialismo y, especialmente, en la versión de Marx, ser de dos clases. Mediante un proceso de concentración del capital,
la clase no es principalmente una cuestión de desigualdad económica surgen empresas gigantescas que poseen un control de monopolio o
sino de explotación. La teoría de las clases de Marx tiende a vincu- de oligopolio sobre su sector, a escala nacional o, tal vez, incluso
larla más con el sector del "control consciente" dentro del socialismo mundial. El capital también se centraliza: los mercados están cada vez
que con el "igualitario"; el factor principal en una sociedad de clases, más sometidos a la intervención por parte de los bancos estatales y
cuando se compara con una que no las tiene, es que la primera no otros organismos gubernamentales. A medida que avanzan tales pro-
permite el control racional de la vida económica. cesos, se vuelven a introducir nexos más conscientes entre la produc-
Todas las ramas del socialismo suponen que la propia madura- ción y el consumo: las grandes compañías y las organizaciones finan-
ción del capitalismo tiende a fomentar el control consciente de la pro- cieras centralizadas pueden influir en las condiciones de funcio-
ducción, aunque algunos poseen una opinión mucho más determi- namiento de los mercados. Marx llama a esta situación "capitalismo
nista que otros. El !ocus classicus es Marx, de nuevo, aunque sólo sea sin el capitalista"; se trata de un capitalismo cuyas contradicciones se
porque ofrecía una explicación técnica de la incipiente socialización han hecho patentes y que está a punto de que el socialismo lo tras-
del mercado. Aceptaba que, en sus primeras fases de desarrollo, la cienda.
economía capitalista incluye la competencia entre muchos producto- Los socialistas han discutido sin cesar sobreJos detalles de la ex-
res independientes. En las sociedades premodernas existía una rela- posición de Marx, pero su concepción sobre el proceso característico
ción directa y consciente entre la producción y el consumo: las mer- del desarrollo del capitalismo, o algo semejante, es indispensable
cancías se intercambíaban o se vendían y compraban en el mercado para la política socialista. El propio Marx creía que el triunfo del so-
local, donde el productor y el consumidor establecían un contacto di- cialismo sobre el capitalismo era "inevitable" por la razón mencio-
recto. Con el desarrollo del capitalismo moderno, se corta este lazo nada anteriormente: la alternativa es el socialismo o el retroceso y la

64 65
caída en la barbarie. También aseguraba que, unido a la teoría del producción y del uso del dinero nos aleja asimismo de la economía
proletariado revolucionario, este análisis representaba su contribu- racional" 8 .
ción original más importante, puesto que, para gran parte del resto de Muchos socialistas, especialmente los de tendencia más refor-
su obra, se apoyó en la economía política ortodoxa. El estímulo que mista, han aceptado que la planificación central tiene grandes limita-
impulsa la expansión del capitalismo y destruye otros sistemas socia- ciones y peligros si se lleva demasiado lejos, aunque no se sabe qué
les y económicos produce sus tendencias polarizadoras y, al mismo es "demasiado lejos". Casi todos han pasado a apoyar la "economía
tiempo, limita su vida histórica. mixta". Mientras el keynesianismo dominó en Occidente y el comu-
El control consciente significa planificación económica, que, nismo soviético en el Este, las opiniones de Mises y otros se conside-
para ser eficaz, incluso en principio, debe estar muy centralizada. En raron extremas hasta el punto de ser excéntricas. Como escribía un
la teoría socialista, ello constituye un "modelo cibernético" de organi- autor entusiasta a finales de los años 40, "ahora somos todos planifi-
zación económica. La economía socialista (no el estado, que "desapa- cadores... el declive de la confianza popular en el laissez-faire ha
rece") se regula mediante una "inteligencia_de orden superior", el ce- avanzado a una velocidad espectacular... en todo el mundo desde la
rebro económico, que dirige las inversiones y los productos económi- guerra"9. La dirección consciente de la vida económica parecía susti-
cos de "orden inferior". Como afirmó un importante autor de la tuir sencillamente, como había declarado Marx, lo irracional por lo ra-
primera parte del siglo, la producción y la distribución las regularían cional.
los "comisarios locales, regionales o nacionales", que "dan forma, con
una previsión consciente, a toda la vida económica de las comunida-
des de las que son representantes elegidos y dirigentes, con arreglo a SOCIALISMO Y DEMOCRACIA
las necesidades de sus miembros" 6 .
Los socialistas han defendido que esta ordenación no inhibirá la Como corresponde a una doctrina tan fuertemente influida por
diversidad, sino que será un estímulo para ella. En palabras de Karl las revoluciones americana y francesa, el socialismo está estrecha-
Kautsky, "cuanto más gobierne la diversidad y la posibilidad de cam- mente unido a los ideales de democracia. Sin embargo 1 su relación
bio ... más numerosas serán las formas de propiedad en los medios de con ésta es ambigua y paradójica. En la mayoría de las versiones del
producción -nacionales, municipales, cooperativas de consumo y socialismo, "democracia", así como suena, no sólo significa democra-
producción, y medios privados- capaces de coexistir, unas junto a cia liberal, porque los socialistas han criticado habitualmente los de-
otras, en una sociedad socialista" 7 . fectos de las instituciones políticas "burguesas". A partir de-ahí, se po-
Ya desde el principio, varios críticos anticiparon. que las cosas dría decir que, como en el caso de la igualdad, todo es confusión. Las
no serían así. El capitalismo, escribieron Max Weber y Eugen Bóhm- ideas de Marx sobre la democracia, por ejemplo, se han sometido a
Bawerk, utiliza los mercados como indicadores; los intentos de con- interpretaciones considerablemente divergentes.
trol consciente de la vida económica, al menos a partir de determi- Sin embargo, se pueden distinguir rápidamente varias líneas prin-
nado momento, producen no sólo ineficacia económica sino la dicta- cipales. La crítica que hizo Marx de la democracia burguesa ténía ·dos
dura de los burócratas. Autores como Mises, Lionel Robbins y Hayek aspectos esenciales. Consideraba que la democracia de su tiempo era
desarrollaron posteríonnente versiones más extremistas de tales ar- un engaño porque quedaba muy lejos de sus reivindicaciones de uni-
gumentos, mientras que otros escritores, como Oskar Lange, se si- versalidad. Los derechos democráticos presuntamente abiertos a to-
tuaron en el bando contrario, en defensa del socialismo. En palabras dos estaban sólo al alcance, en realidad, de unos cuantos privilegia-
de Von Mises, "tan pronto como se abandona la concepción de un dos: los varones adultos que poseían propiedades. Desde este punto
precio monetario libremente establecido para los bienes de orden de vista, para Marx fue un paso teórico relativamente fácil relacionar
superior, la producción racional se hace completamente imposible. dicha situación con el poder de la clase capitalista. En su opinión, el
Cada paso que nos aleja de la propiedad privada de los medios de
8 Ludwig von Mises, "Economic calculation in the socialist commonwealth", en
6 Rudolf Hilferdíng, Finance Capital, Londres, Routledge, 1981, pág, 27. {Trad. F. A. Hayek (ed.), Collectivist Economic Planning, Londres, Routledge, 1935, pág. 104.
9 E. F. M. Durbin, Problems of Economic Planning, Londres, Routledge, 1949, pá-
esp.: El capital financiero, Madrid, Tecnos, 1985.]
7 Karl Kautsky, TheSocial Revolution, Chkago, Kerr, 1902. pág. 166.
gina 41.

66 67
estado capitalista no podía tolerar más que la emancipación de "los chas libertades constituyen la base de acción colectiva que puede
suyos", la clase capitalista y sus parásitos. En una sociedad capitalista, arreglar las desigualdades anteriores; es, por ejemplo, la opinión de
la plena generalización de las prerrogativas democráticas era sencilla- Marshall.
mente inalcanzable. Por ello, algunos seguidores de Marx pudieron La democracia liberal es democracia representativa y no admite
quitarle importancia a la democracia en busca de una perspectiva ninguna forma de participación directa de los gobernados en los pro-
partidaria de la "revolución ante todo". El socialismo reformista, por cesos de gobierno. Se limita al terreno político: en el área de la pro-
definición, rechazó esta vía, y aseguró que los derechos democráticos ducción, el trabajador no posee derechos sobre su destino después
universales podían y deberían lograrse precisamente como parte del de atravesar la puerta de su lugar de trabajo cada día. Aunque Marx
proceso de transformación del capitalismo. no había desarrollado ninguna teoría de la democracia participativa,
En realidad, el socialismo reformista consideró que la filosofía sus reflexiones en el programa de la Comuna de París contienen algu-
antirrevolucionaria era una defensa necesaria contra la posible ·co- nas pistas sobre ella. En una sociedad socialista, parecía haber pre-
rrupción del socialismo en un sistema de gobierno autoritario. Por visto, las formas de democracia participativa podrían establecerse
ejemplo, a ojos de Sidney Webb, el socialismo era intrínsecamente junto a, o más probablemente como parte de, una fusión de demo-
gradualista: "Ningún filósofo busca actualmente más que la evolución cracia política e industrial.
gradual del viejo orden al nuevo, sin una ruptura de la continuidad ni A pesar de las observaciones favorables que hacía, a veces, sobre
un cambio abrupto de todo el tejido social durante ningún momento ella, probablemente Marx no confiaba en que la democracia multipar-
del proceso." Y añadía: "los cambios orgánicos importantes sólo pue- tidista sobreviviera en un orden socialista. Después de todo, para él, y
den ser ... democráticos y, por tanto, aceptables para una mayoría del para muchos de sus seguidores, los partidos políticos son expresio-
pueblo"10. Algo después, T. H. Marshall convirtió los derechos políti- nes de intereses de clase; deberían desaparecer cuando se superara la
cos, interpretados dé forma muy similar, en una parte esencial de la sociedad clasista. Pese a los intentos de algunos intérpretes de Marx
descripción que hacía de la formación progresiva de los derechos de de quitar importancia al elemento rousseauniano en sus opiniones
ciudadanía con el avance del socialismo. sobre la democracia, éste parece fuerte y es difícil, sí no imposible, de
El hecho de que los derechos democráticos burgueses sí se ge- conciliar con el pluralismo político. Para Marx, la democratización en
neralizaran en una sociedad capitalista (aunque, desde luego, tal una sociedad socialista es un aspecto de la desaparición del estado.
como anticipaban los reformistas, de paso transformaron esa socie- Una democracia sustantiva devolvería el poder a la sociedad civil
dad) no unió las teorías liberal y socialista. Para saber por qué, tene- pero, por consiguiente, lo "aboliría" al mismo tiempo que el estado.
mos que acudir a la segunda línea de la critica que Marx hace de la Las dificultades que produce este tipo de postura son muy conocidas,
democracia. Se trata de lo siguiente. Aunque se universalicen, las pre- y no es preciso examinarlas aquí en detalle. Mucho antes de que la
rrogativas de la democracia burguesa siguen siendo, en el mejor de Unión Soviética intentara trasladarlo a la práctica mediante el desarro-
los casos, parciales; corno derechos de participación política, dejan llo del sistema de soviets, Durkheim ya había señalado sus limitacio-
mucho que desear. Aquí aparece el tema de la desigualdad. ¿Cómo nes y paradojas. ¿Quién va a proteger los derechos democráticos o
puede ser democrática una sociedad cuando los recursos se distribu- definir las obligaciones de forma democrática, preguntaba este últi-
yen de forma tan desigual que los derechos formales pierden gran mo, con razón, si se hace caer el estado en manos de la sociedad ci-
parte de su significado? La célebre "libertad de todos para vivir en vil? Se trata de una receta, o para un populismo vacilante e impo-
Mayfair", si así lo desean, no es una libertad generalizable. tente, o -como ocurrió con la URSS- pa.ra el autoritarismo.
Los socialistas de carácter más refonnista se apartan de Marx en Las críticas socialistas de la democracia liberal no han perdido
esta cuestión. Las libertades formales de participación política, expli- hoy su interés ni su pertinencia. La tesis de que "la democracia liberal
can, pueden producir un cambio real en la distribución de recursos y no basta" sigue siendo importante; como veremos más adelante, en
en el poder, en situaciones muy alejadas de la revolución. Porque di- las sociedades modernas son posibles e incluso necesarios nuevos
procesos de democratización para conservar eficazmente la cohesión
social y adaptarla al progreso de los derechos y deberes individuales.
10 Sidney Webb, "The basis of socialism: historie", en G. Bemard Shaw, Fabian Es- Sin embargo, como ocurre en otras áreas, el pensamiento socia-
says in Socialism, Londres, Fabian Society, 1931, págs. 27, 30. lista -revolucionario o más reformista- está mejor preparado para

68 .69
la crítica que para la reconstrucción. La tensión entre la coordinación El atractivo de la idea de revolución para quienes han caído bajo
económica y el igualitarismo se revela fundamental. Los rasgos rous- su influjo, han afirmado algunos críticos, procede de sus característi-
seaunianos del pensamiento de Marx, con todas las insuficiencias a cas milenaristas y de un cierto romanticismo. Pero se podría afirmar
las que dan pie, se engranan en estrecha relación con su énfasis en exactamente lo contrario. Lo que resulta atrayente en el concepto de
que el socialismo significa sustituir las irracionalidades de la empresa revolución -si se interpreta no en su viejo sentido de regreso, sino
económica capitalista por el control directivo de la vida económica. como un salto adelante- es que se trata de un momento concentra-
Por otro lado, los socialistas que se han inclinado hacia el igualita- do de liberación ilustrada de la tradición y la autoridad heredada. En
rismo han favorecido el anarquismo frente a la democracia o han las formas menos extáticas de socialismo revolucionario, incluidos los
considerado el poder político como un instrumento que debe utili- escritos del propio Marx, existe una clara explicación teórica de la im-
zarse para obtener una nivelación socioeconómica; llevado al ex- portancia de la revolución. Ocurra o no a través de luchas activas en
tremo, podríamos añadir, en las políticas de Poi Pot. las calles, la revolución es la expresión de un "giro Gestalt", una tran-
El socialismo reformista, casi por definición, ha aceptado la im- sición de un tipo de sociedad a otro.
portancia de la democracia para los objetivos socialistas, pero la ten- Ésa es la razón de que, para el socialista revolucionario, el refor-
sión entre la regulación económica central y la igualdad sigue siendo mismo sea siempre sospechoso y pueda ser incluso contraproducen-
tan fuerte entre sus partidarios como entre sus colegas más revolucio- te. Porque las reformas a medio camino pueden actuar como paliati-
narios, La democracia debe considerarse un elemento de importancia vos y desviar energías que, en caso contrario, provocarían transicio-
esencial para el socialismo, pero ajeno a él desde el punto de vista nes más radicales. Toda una generación de activistas revolucionarios,
teórico. La democracia ofrece esencialmente un marco en el que los por ejemplo, tuvo dicha opinión sobre el estado de bienestar. Duran-
partidos socialistas pueden llegar al poder de manera pacífica y poner te las dos últimas décadas nos hemos acostumbrado de tal manera a
en práctica sus programa,? de transformación. Ampliar la democracia que las críticas a dicho sistema procedan de la derecha, y a su defen-
significa "involucrar al pueblo" en ello; pero el dilema de cómo con- sa desde la izquierda, que casi hemos olvidado que el estado de bie-
ciliar la "dirección racional" de la vida económica con la igualdad si- nestar solía enfrentar a unas izquierdas contra otras. La historia de
gue vigente. Las ambigüedades del estado de bienestar, como inten- esos choques se remonta, por lo menos, a Marx y Engels, quienes se
taré demostrar posteriormente, reflejan esta tensión. sentían decepcionados por la timidez de la mayoría de los socialistas
en su país de adopción, Gran Bretaña, pero también por el gran nú-
mero de miembros de la clase obrera que se apartaban resueltamente
EL SOCIAUSMO REVOLUCIONARIO de la revolución.
Para muchos socialistas, la revolución era la línea de ataque del
La cuestión de la "revolución contra la reforma" fue una de las socialismo, del mismo modo que se suponía que el socialismo se en-
principales debilidades del socialismo durante muchos años, incluso contraba "en la vanguardia de la historia". La pérdida de la idea de re-
durante la mayor parte de su historia. Marx fue indudablemente un volución, por lo menos como revolución socialista -porque es, sin
revolucionario, pero estaba relativamente poco interesado por la re- duda, una aspiración que ha muerto--, es uno de los principales fac-
volución; para él, el proceso revolucionario en sí no era más que el tores responsables de la "contracción" del socialismo visible hoy en
punto de transición para confirmar los cambios esenciales que ya ha- todas partes. La revolución representaba el colorido, la osadía, el
bían ocurrido en la sociedad. Otros han visto la revolución como una drama de una historia de la que se habían apoderado de la forma más
experiencia catártica y algunos autores han afümado, incluso, que es enérgica posible. Las actividades de los reformistas, en cambio, pare-
preferible una revolución sangrienta a transiciones más pacíficas por- cían tímidas e inadecuadas. Sin embargo, son las "sociedades revolu-
que eliminaría de forma más completa los detritos de la historia ante- cionarias" las que se han desmoronado, con sus tropas de vanguardia
rior. El poder de la idea de revolución, sangrienta o no, debe enten- arrumbadas en el trastero de la historia.
derse en relación con la Ilustración, en la que es esencial el proyecto ¿Por qué tardaron tanto los "marxistas occidentales" en ver lo
de "limpieza del pasado". La revolución socialista debe completar el que la derecha llevaba tantos años diciéndoles, que el comunismo so-
proceso iniciado por l,;i.srevoluciones burguesas anteriores, una hui- viético era económicamente rígido y políticamente totalitario? La res-
da del pasado hacia un futuro determinado por los seres humanos. puesta a esta pregunta es que sí lo vieron, o al menos muchos de

70 71
ellos, y, en ciertos aspectos, mucho antes que la mayoría de los críti- Unión Soviética a los movimientos revolucionarios del Tercer Mundo
cos procedentes, si no de la derecha, sí del centro liberal. Varios mar- era una fuerza de progreso.
xistas de Occidente criticaron duramente, desde el principio, la nueva El fracaso del socialismo como medio de desarrollo del Tercer
sociedad que estaba construyéndose en Rusia; entre ellos, los segui- Mundo ha sido un golpe tan duro para el marxismo.occidental como
dores de Trotsky, pero también algunos de los principales miembros cualquier otro acontecimiento en las regiones más industrializadas
de la Escuela de Frankfurt y numerosos "marxistas humanistas". Du- del mundo. Tras la desaparición del marxismo, China se volvió hacia
rante el periodo en el que el keynesianismo estaba en ascenso en los la introducción de formas capitalistas de actividad económica e inició
países occidentales, la economía soviética mostró índices elevados de un periodo de rápido desarrollo. Los estados socialistas en África y
crecimiento. Muchos observadores no marxistas de Occidente, entre otros lugares se fueron a pique y más tarde se vio claramente que las
ellos sus dirigentes políticos, se tomaron muy en serio el alarde de reformas sociales de Cuba dependían, en gran medida, del apoyo fi.
Jrusc_hov, "os enterraremos", porque las tasas de crecimiento soviéti- nanc1ero a gran escala de los soviéticos para lograr cualquier éxito.
cas iban a superar a las de Occidente. Soviet Marxism, de Herbert Quizá lo más importante de todo fue que el rápido desarrollo de los
Marcuse, publicado por primera vez en 1959, hace una interpretación "tigres" del Lejano Oriente demostró que los países del Tercer Mundo
en este sentido que invita a la reflexión 11. podían emprender un desarrollo económico rápido y con éxito gra-
A pesar de su descontento respecto a la Unión Soviética, el mar- cias a su propio esfuerzo y dentro de un marco capitalista.
xismo occidental fue capaz de prosperar intelectualmente en el pe- El socialismo revolucionario de estilo soviético -aparte de sus
riodo de posguerra debido a varias razones. Una fue que dedicó gran brutalidades políticas- funcionó como teoría económica durante
parte de sus energías a la crítica del capitalismo. La mayoría de los gran parte del mismo tiempo, y prácticamente por las mismas razo-
autores marxistas consideraba el estado de bienestar o como un ver- nes, que el keynesíanísmo. Ofrecía un esquema de desarrollo econó-
dadero obstáculo para llegar al pleno socialismo o como una etapa mico estrechamente vinculado al estado, en un contexto de moderni-
intermedia en el camino hacia él. Tenían claro que la sociedad socia- zación muy sencilla. En la Unión Soviética, el poder concedido al es-
lista del futuro no sería totalmente, o en absoluto, como la Unión So- tado se empleó para generar procesos de industrialización forzosa
viética, pero se mostraban tan reticentes como el propio Marx a es- que, si bien más tarde volvieron para convertirse en el espectro de la
pecificar ningún detalle de esa sociedad. Otra razón fue que, durante economía, al principio permitieron la ruptura con el orden semifeu-
algún tiempo, cuando buscaban modelos de socialismo, podían en- dal que existía previamente. La Unión Soviética se cerró al resto de la
contrarlos en el Tercer Mundo. La China de Mao, la Cuba de Castro y, economía internacional, o intentó hacerlo, y se centró en áreas co-
en ocasiones, otros países tercermundistas revolucionarios, inspiraron merciales limitadas a su "terreno imperial" de Europa del Este.
las esperanzas de unos cuantos marxistas occidentales) hasta que se
hicieron evidentes los fallos de dichas sociedades.
Otro apoyo del matxismo occidental fue la teoría del imperia- Los LÍMITES DEL MODELO CIBERNÉTICO

lismo capitalista y la dependencia del Tercer Mundo. Se aseguraba


que la revolución socialista sería la única forma de que los países ter- He sugerido que el modelo cibernético implícito en el conjunto
cermundistas pudieran romper con su posición inferior en el orden del socialismo y desarrollado, en su forma más avanzada, en el comu-
capitalista mundial. Si China y Cuba, forzosamente, no podían mos- nismo soviético, fue razonablemente eficaz como medio de crear un
trar al mundo occidental la ruta hacia el futuro, al menos podían en- desarrollo económico en unas condiciones de modernización senci-
señar a otros países menos desarrollados su orgullo por haberse libe- lla. La modernización reflexiva, unida a la universalización, introduce
rado del estancamiento económico. En este aspecto, hubo una espe- unas circunstancias sociales y económicas muy diferentes.
cie de estrecha alianza entre el marxismo occidental y el soviético, Si esta opinión es acertada, la idea de los autores de la nueva de-
porque los marxistas de Occidente consideraban que el apoyo de la recha, de que Mises y otros tenían razón todo el tiempo acerca de los
defectos inherentes a la planificación socialista, debe aceptarse Con
precaución. Los principales argumentos de Mises contra la planifica-
ción de tipo soviético cuentan con que es inevitable el incentivo del
11 Herbert Marcuse, Soviét Marxísm, Londres, Routledge, 1958. [Trad. esp.: El mar~ propio enriquecimiento o el máximo provecho de los beneficios y las
xismo soviético, Madrid, Alianza, 1975.l

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rentas por parte de todos los actores económicos. Además, su tesis ella. En otras palabras, el control directivo de la economía puede te-
hace intervenir el conocimiento y la iniciativa. En una economía com- ner éxito cuando las personas tienen preferencias relativamente esta-
pleja, ocurren constantemente innumerables intercambios, que deter- bles y cuando su nivel de implicación reflexiva en procesos sociales y
minan cómo deben establecerse, de un modo u otro, los precios. económicos más amplios es relativamente bajo.
Ocurre en circunstancias sujetas a transformaciones constantes. Nin- El conocimiento práctico y local -y la autonomía que lo acom-
gtma "inteligencia central", ni siquiera dotada del grupo más perspi- paña- adquiere una importancia vital en un mundo que se aparta de
caz de planificadores, podría determinar los precios adecuados para las tradiciones. Ello se debe a que el individuo reflexivo (como ciuda-
los activos llevados al mercado. En éste, los precios, junto con otros dano y como consumidor) es un "objetivo móvil" que posee conoci-
mecanismos, generan información que no podría ofrecer ni siquiera miento local y mucha información que también está al alcance de los
un superordenador (del que, en algún momento, habló Lange). Por planificadores centrales, y a que esa capacidad de reflexión inspira
tanto, los intentos de someter los mercados a cualquier tipo de con- modos de acción y reacción arraigados en las prácticas locales. La po-
trol rector perjudican su funcionamiento. sición de Hayek y Oakeshott tiene fundamento, en este aspecto, ex-
Hayek contribuyó de forma significativa a elaborar esta opinión, cepto que tales prácticas no suelen ser tradicionales; y, donde son tra-
los mercados ponen en juego un conocimiento práctico y tácito. Son dicionales, las cualidades procedentes de la tradición se mantienen o
dispositivos que permiten descubrir y utilizar el conocimiento local renuevan mediante la reflexión.
para posible beneficio de todos. Su carácter complejo y mudable no En resumen, aunque no sólo por las razones dadas por Hayek y
es, o no sólo, la razón de que una inteligencia rectora no pueda ha- los demás, la idea de que las "irracionalidades" de la empresa capita-
cerse cargo de los precios en los mercados competitivos; el motivo es lista pueden superarse socializando la producción no puede seguir
que el conocimiento involucrado es un "conocimiento que sólo nos defendiéndose. Con su disolución, las esperanzas radicales, de las
llega con el uso", un conocimiento "almacenado-en las costumbres y que el socialismo ha sido portador durante tanto tiempo, están tan
la práctica". Lo que está sobre el tapete respecto a la planificación muertas como el viejo conservadurismo que se oponía a ellas. Una
económica es la imposibilidad de convertir un conocimiento esencial- economía moderna puede tolerar una gran planificación central, y
mente práctico en una cuestión de cálculo económico; muchas deci- prosperar con ella, siempre que se mantengan ciertas Condiciones:
siones, para ser eficaces, deben tomarse "sobre el terreno", mediante mientras se trate fundamentalmente de una economía nacional, las
el uso del conocimiento tácito y la habilidad práctica. Queda patente influencias universalizadoras penetren en la vida social por segmen-
que lograr la planificación económica a gran escala es una "imposibi- tos, más que en toda su extensión, y el grado de capacidad institucio-
lidad epistémica" 12. Vemos aquí ciertas semejanzas con el tratamiento nal de reflexión no sea demasiado elevado. Cuando estas circunstan-
que hace Oakeshott de la tradición, "saber cómo" siempre precede a cias varían, el keynesianismo fracasa y las economías de tipo sovié-
"saber qué" y, si bien lo primero puede sostenerse solo, lo segundo tico se estancan.
no puede. La "objeción epistemológica" que plantearon Mises y Hayek con-
Para Oakeshott y Hayek) este conocimiento práctico se apoya en tra la planificación centralizada es válida, pero sólo adquiere todo su
la tradición o, quizá, es tradición. No obstante, hay una incoherencia, sentido cuando ocurren ciertos cambios sociales profundos. El argu-
porque, por muy flexibles que sean las tradiciones, indudablemente mento de la complejidad es significativo, pero no concluyente. In-
no van a ofrecer el tipo de reacciones innovadoras y de rápidos refle- cluso en las circunstancias económicas más complicadas, la planifica-
jos que implica la toma de decisiones económicas en ambientes de ción puede obtener frecuentemente resultados superiores a los pro-
información fluctuante. De modo que podríamos defender un argu- ducidos por los mercados, y es necesaria para proteger situaciones o
mento más o menos opuesto. Algunos tipos de planificación econó- valores que el mercado probablemente va a destruir. La planificación
mica central resultaron eficaces en la fase de modernización sencilla de distintas clases, tanto si la realizan los estados como las compañías
debido a la influencia de la tradición y la costumbre, y no a pesar de de negocios o cualquier otro grupo, sigue siendo un elemento esen-
cial del funcionamiento capitalista, como han destacado constahte-
mente quienes critican las filosofías radicales sobre el mercado libre.
Los mercados permiten la toma de decisiones desde abajo, que es, en
12John Gray, "Hayek as •a conservative", en Gray, Post-liberalism, Londres, Rou~
tledge, 1993. muchas ocasiones, la condición necesaria para la eficacia económica,

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Pero la importancia de las decisiones desde abajo, la autonomía y la viética. Habría escasa motivación para contratar a nuevos trabajado-
descentralización no se limita al área de los mercados; en una era de res en los colectivos existentes) porque ello reduciría el número de
gran capacidad de reflexión, dichos elementos progresan también en acciones de cada persona; existiría poca movilídad fuera de las coo-
otros campos. El modelo cibernético de regulación económica sufre perativas porque los individuos afectados no podrían llevarse sus par-
un declive paralelo al del modelo jerárquico de eficacia burocrática. ticipaciones al abandonarlas. El socialismo de mercado mostraría "un
Si el socialismo del sistema de bienestar se ha vuelto conserva- desempleo estructural masivÓ) un estancamiento tecnológico, una su-
dor y el comunismo ha dejado de existir, ¿podría hablarse aún de una basta política de capital caótica y episodios recurrentes de interven-
"tercera vía", el "socialismo de mercado"? Desde luego, muchos de ción autoritaria por parte del gobierno central para evitar o modificar
los disidentes de Europa del Este que ayudaron a acabar con el sis- los abusos de las cooperativas obreras ... el socialismo de mercado es
tema comunista mantenían esa opinión; no querían sustituir el comu- una etapa intermedia e infeliz entre la planificación central socialista
nismo por el capitalismo. Y ciertas formas de socialismo de mercado y las instituciones clave del capitalismo de mercado"B.
siguen teniendo sus defensores elocuentes. No voy a intentar, en este No existe una tercera vía de este tipo Yi al comprenderlo) la histo-
contexto, ocuparme de lo que se ha convertido en una literatura com- ria del socialismo como vanguardia de la teoría política llega a su fin.
plicada sobre la materia. A mi juicio, existen buenas razones para afir-
mar que el socialismo de mercado no es una posibilidad realista. Voy
a mencionar algunas brevemente, pero no tengo la pretensión de que EL SOCIALISMO Y EL ESTADO DE BIENESTAR
vayan a convencer a quienes no sean ya algo escépticos.
Las concepciones tercermundistas, que frecuentemente se han El socialismo a la defensiva se concentra en el estado de bienes-
visto influidas por la idea de que la socialdemocracia escandinava po- tar, la principal preocupación de los socialistas de orientación refor-
día transformarse en un socialismo de pleno derecho) suelen conce- mista. Para interpretar el estado de bienestar desde este punto de
der un papel fundamental a los colectivos de trabajadores. En el de- vista, utilizaré, sobre todo, dos fuentes, la descripción de T. H. Mar-
bate sueco sobre el Plan Meidner, se sugirió que los obreros debían shall, ya mencionada brevemente, sobre el desarrollo de la ciudada-
ser capaces de acumular suficiente capital en el sector empresarial nía; y el texto que fue, en otro tiempo, la biblia de varios grupos en el
como para acabar eliminando la figura del accionista. Los trabajado- Pa1tido Laborista británico, 7be Future o/ Socialism, de Anthony Cros-
res poseerían acciones en cooperativas obreras y tendrían derecho a land (de cuyo título me hago eco en este libro).
elegir a los directivos; a diferencia del sistema habitual de acciones, Según Marshall, han existido dos series de influencias opuestas
en el caso de los trabajadores, éstas no podrían ser objeto de compra- en las sociedades modernas desde sus comienzos: los efectos polari-
venta en los mercados libres. zadores de la economía capitalista, por un lado, y los efectos integra-
No hay por qué dudar que las cooperativas de trabajadores po- dores de la ciudadanía) por otro. Las divisiones capitalistas de clase
drían prosperar en algunas circunstancias y durante cierto tiempo. Sin establecen grandes grupos de gente separados unos de otros 1 pero
embargo, la sugerencia de que dichos éxitos podrían generalizarse a (en contra de Marx, o de sus interpretaciones habituales) la ciudada-
todo o casi todo el orden económico no resulta nada convincente. Si nía tíende a producir cohesión social) porque prácticamente todos los
los precios de mercado son necesarios para obtener eficacia respecto miembros de la comunidad nacional tienen los derechos de ciudada-
a otros bienes, incluida la mano de obra, el capital no puede quedar nos. Estos derechos legales y políticos que, juntos, forman los "dere-
exento; las dificultades creadas en las economías de planificación chos burgueses" de Marx, proporcionan las libertades y los medios de
central volverían a aparecer, sencíllamente. Porque no habría criterios poder compensatorio) que sirven para ayudar a asegurar los derechos
ni disciplina de mercado para impulsar el uso real del capital de in- "sociales" o de bienestar. La creación de los derechos sociales, según
versiones acumulado. Marshall, es casi por completo un fenómeno del siglo xx. En los pri-
Otros problemas son también bastante obvios. La elección perió- meros tiempos del capitalismo, aquellos que no podían ejercer un tra-
dica de directivos podría tener, en ocasiones) resultados económicos bajo remunerado o cuyos salarios eran muy bajos perdían la ma)'or
beneficiosos; pero en muchas situaciones no sería así. El capital alma-
cenado en las empresa.s tendería a evitar los riesgos y las empresas
podrían estancarse del mismo modo que lo hicieron en la Unión So- 13 Gray, Beyond the New Right. pág. 95.

76 77
parte de sus prerrogativas. A los pobres enviados al asilo se les tra- capital no ha aumentado su poder, como pensó Marx que lo haría;
taba casi como a criminales. por el contrario, ha perdido gran parte de él. El estado se ha hecho
La obtención de los derechos políticos de ciudadanía, afirma cargo de muchas decisiones y numerosos recursos que antes se en-
Marshal}, ha permitido a la clase obrera tener fuerza suficiente para contraban en manos del capital privado, como resultado de los efec-
hacE:roir su voz. El resultado, esencialmente, es el estado de bienes- tos combinados de la nacionalización y el crecimiento de las institu-
tar. Este consiste en un compromiso de clases que impide que las co- ciones de bienestar. El pleno empleo --que, por entonces, se consi-
sas lleguen a la revolución que predecía Marx y temía Marshall. En deraba poco problemático- también varió el equilibrio de poder
palabras de este último, que, según Crosland, pasó de la dirección a los trabajadores. Como
consecuencia, ya no resulta adecuado, en absoluto, llamar sociedad
En el siglo XX,la ciudadanía y el sistema capitalista de clases capitalista a un país como Gran Bretaña.
han estado en guerra ... La expansión de los derechos sociales ha Si el capitalismo ha desaparecido, ¿qué necesidad hay de socia-
dejado de ser un mero intento de acabar con la molestia evidente lísmo? Éste, concluye Crosland --como tantos otros antes que él-,
de la pobreza en las capas bajas de la sociedad.,. Ya no se con- no tiene significado preciso. La única característica común de las doc-
forma con elevar el nivel del suelo en el sótano del edificio social trinas socialistas es su contenido ético. El socialismo es guiarse por
y dejar la superestructura tal como estaba. Ha empezado a remo- unas ideas de cooperación social, bienestar universal e igualdad, con-
delar todo el edificiot4.
ceptos reunidos mediante la condena de los males e injusticias del ca-
pitalismo. Se basa en la critica del individualismo y depende de una
Durante mucho tiempo, los críticos más eficaces o más escucha-
"creencia en la acción y la 'participación' de grupo y la responsabili-
dos de esta postura fueron los marxistas. Lo que había demostrado
dad colectiva respecto al bienestar social".
Marshall, aseguraban, era un estado de cosas inestable que no podía
El estado de bienestar, según Crosland, ha avanzado ya bastante
durar a largo plazo. Las instituciones de bienestar podrían mitigar al-
hacia el logro de dichos objetivos. El
gun<?s d_elos p~ore~ excesos de las divisiones capitalistas de clase y
cu~nr diversas 1rrac1onalidades de los mercados capitalistas pero, en estado de bienestar y pleno empleo ... es una sociedad de mérito y
algun momento, las presiones del compromiso se harían demasiado calidad excepcionales, desde una perspectiva histórica y compa-
grandes; sólo en una sociedad socialista podrían resolverse ·plena- rándolo con el capitalismo de anteguerra. Muchos pioneros socia-
m~nt~- Al final, las presiones se hicieron demasiado grandes, pero no listas lo habrían considerado un paraíso. La pobreza y la inseguri-
pnnc,_¡,almente por los fa<;tores señalados por estos críticos; y la ge- dad están en trance de desaparecer. Los nieveles de vida se elevan
nerac10n s1gu1enteno llego de la izquierda sino de la derecha. rápidamente; el miedo al desempleo se debilita sin cesar; y el jo-
Marshall intentó distanciarse del marxismo sin dejar de adoptar ven trabajador medio tiene esperanzas para el futuro que nunca se
algunas de sus premisas. El punto de partida de Crosland fue se- le habrían pasado a su padre por la cabeza.
mejante. Muchos marxistas, señaló, rechazan la posibilidad de crear
forma~ reales de ?ienestar dentro del capitalismo; creen que es preci- Sin embargo, queda aún camino por recorrer, hacia una mayor
so, pnmero, derribarlo. Para demostrar que sus opiniones eran falsas, igualdad, menos divisiones de clase y menos "malestar social permisi-
Crosland analizó con cierto detalle el sistema capitalista de clases y la ble". Es precisa una nueva redistribución económica de la riqueza,
te01ía del declive capitalista. Marx, concluyó, "tiene poco o nada que pero, a juicio de Crosland, el principal objetivo de futuras políticas
ofrecer al socialista contemporáneo, tanto en relación con la política debe ser reducir las desigualdades y los conflictos "sociales". El "re-
práctica como con el análisis correcto de nuestra sociedad o incluso sentimiento social" procede, sobre todo, de una situación en la que la
el marco o los instrumentos conceptuales adecuados". gente no es capaz de encontrar en la sociedad un lugar a la medida
El capitalismo, a juicio de Crosland, no produce el empobreci- de su capacidad, y quienes se hallan en posiciones de riqueza o po-
miento absoluto ni relativo de la clase obrera. La clase propietaria del der logran perpetuar sus privilegios a lo largo de generaciones. La
igualdad de oportunidades no basta. Una mayor igualdad social signi-
ficaría un sistema educativo más igualitario, la disminución de la ri-
14 T. H. Marshall, Class, Cítizenship and Social Developme-nt, Westport, Green- queza heredada y una mayor reorganización de la industria. Es pre-
wood, 1973, págs. 84, 96-97 ciso fomentar la "democracia industrial de alto nivel", que, para Cros-

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land, quiere decir esencialmente el corporativismo. Se recomienda conservadurismo socialista ha trasladado su énfasis principal a la pro-
más nacionalización de los sectores básicos, aunque Crosland reco- tección del estado de bienestar acosado.
noce que no es ninguna panacea; las industrias nacionalizadas, como ¿Qué ha ocurrido? Cuando las escribieron por primera vez, las
las de propiedad privada, pueden volverse ineficaces, y generalmente ideas de Marshall y Crosland recibieron ataques más penetrantes de
merece la pena tener algún tipo de competencia. la izquierda que de la derecha, y algunos aspectos de dicha crítica
El examen de Crosland concluye con una especie de cambio de mantienen hoy su interés y su importancia, Marshall escribió sobre el
marcha repentino, una llamada a la crítica de las versiones más mo- desarrollo de los derechos de ciudadanía como una especie de pro-
deradas del socialismo, una exigencia de más "libertad y alegría en la ceso evolutivo, del mismo modo que Crosland sobre la consolidación
vida privada": del estado de bienestar. Sin embargo, los derechos de ciudadanía, y
varios de los principales rasgos de las instituciones de bienestar, no
Necesitamos no sólo exportaciones y pensiones de vejez más se han limitado a "evolucionar". Se han logrado, en cierta parte, como
elevadas, sino más cafés al aire libre, calles más iluminadas y ale- consecuencia de una lucha activa y, por consiguiente, son mucho
gres por la noche, horas de cierre más tardías para los lugares pú-
blicos, más teatros locales de repertorio, propietarios de hoteles y más foco de tensiones y conflictos de lo que sugiere ninguno de estos
restaurantes mejores y más acogedores, casas de comidas más cla- autores. Por ejemplo, los "derechos legales" de Marshall no son una
ras y limpias, más cafés a la orilla del río, más parques de diversio- victoria definitiva. Cuestiones como hasta qué punto son reales y no
nes siguiendo el modelo de Battersea, más murales y pinturas en formales para ciertos grupos marginales, cómo hay que interpretarlos,
lugares públicos, mejores diseños de muebles, cerámica y ropa de son intrínsecas de la política democrática moderna, no sólo etapas en
mujer [!], estatuas en el centro de las nuevas instalaciones para vi- la formación del estado de bienestar. Están vinculadas a problemas
viendas [?],mejor diseño de farolas callejeras y cabinas telefónicas, de orden cívico que son mucho más complejos de lo que implica la
y así hasta el infinito, descripción de Marshall.
Los "derechos económicos de ciudadanía" y los "logros econó-
Porque "no queremos entrar en la era de la abundancia sólo para micos" que Marshall y Crosland, respectivamente, atribuyen al estado
encontrar que no poseemos los valores capaces de enseñarnos a dis- de bienestar, no representan un medio de mitigar las divisiones de
frutar de ella"". clase como sugieren. Los derechos de asistencia son un pilar de las
divisiones de clase y de varios conflictos estructurales, más que disol-
verlos o enmudecerlos. A este respecto, Marshall y Crosland presta-
Una valoración preliminar ron demasiada atención a Marx precisamente mientras se oponían a
éL El estado de bienestar no es ni el producto de la beneficiencia de
En las décadas transcurridas desde la primera publicación de la un gobierno (Marshall y Crosland) ni un instrumento para mantener a
obra de Marshall y Crosland, las transformaciones económicas que la clase obrera en su sitio (marxismo). Es una tensa combinación de
esperaban y defendían, en general, no han ocurrido, como sabemos. las dos líneas del socialismo de las que hablaba Durkheim. Una, re-
El pleno empleo es un recuerdo lejano en la mayoría de los países presentada por el keynesianismo, se ocupaba del control rector de la
occidentales y los sistemas de bienestar que creían firmemente esta- vida económica; la otra, de la protección de los desfavorecidos desde
blecidos parecen inequívocamente frágiles. Los neoliberales se apro- el punto de vista económico. Durante algún tiempo, las circunstan-
piaron del radicalismo de futuro que, en otro tiempo, era la marca cias económicas mundiales hicieron esta combinación no sólo tolera-
distintiva de las formas más audaces de pensamiento socialista y que ble, sino incluso propicia. Cuando dichas circunstancias variaron, el
en la descripción de Crosland, a pesar de su florida conclusión, está edificio empezó a desmoronarse.
claramente mitigado. Hoy en día, como advertíamos en el primer ca- Por motivos que se verán en capítulos posteriores, ni el estado
pítulo, el conservador se ha hecho radical y el radical, conservador. El de bienestar ni el objetivo más general de la socialización consciente
de la vida económica pueden defenderse de una manera que, hasta
hace relativamente poco, era lógica. Es conveniente hacer las siguien-
15 Citas extraídas de C. A. R. Crosland, Ibe Future of Socialism, Londres, Cape, tes consideraciones:
1967,págs. 3, 69, 342,355, 361.

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1) Quedan totalmente expuestos los límites del concepto de ciu- cios de consumo, mientras que quienes se encontraban en los secto-
dadanía económica propuestos por Marshall. No se puede considerar res "femeninos" eran tratados como clientes subordinados; esta situa-
que los derechos legales políticos están "asentados" ni constituyen ción reflejaba y probablemente ayudó a sostener la familia patriarcal.
una base estable para los "derechos sociales". Por el contrario, supo- 5) Aunque ésta es, en ciertos aspectos, una cuestión muy con-
nen un combate por la democracia que involucra a sectores enteros trovertida --en parte, al menos, debido a su uso sin escrúpulos por
de la población (como las mujeres) que, en la época de Marshall, no parte de algunos autores neoliberales-, la dependencia del sistema
habían roto aún con su situación tradícional. Marshall juzgaba la "ciu- de asistencia, como conjunto de actitudes y como cultura, y no como
dadanía económica" de una manera demasiado pasiva y patemalista; simple condición, es un fenómeno real. En lugar de integrar a los in-
y daba por descontada la relación entre la ciudadanía y el estado na- dividuos en la sociedad en general, como preveían Marshall y Cros-
cional, en lugar de examinarla enérgicamente. land, las disposiciones de asistencia social conducen, a veces, si no a
2) La competencia económica mundial, mucho más intensa, la "pasividad", sí a una situación en la que los beneficiarios se enaje-
otorga nueva importancia a la productividad 1 tanto de capital como nan del orden social en su conjunto.
de mano de obra, interpretada como una capacidad marginal en vez 6) El hecho de que el estado de bienestar sea tanto un foco de
de un total global. Más adelante será preciso examinar con más deta- conflictos como un factor para reducirlos limita los recursos fiscales
lle las circunstancias que lo han provocado. No obstante, una conse- que pueden generarse para financiar sus servicios. Se trata de una
cuencia de este hecho es que el intento de utilizar el estado de bie- cuestión muy aireada desde mediados de los 70 y, aunque las medi-
nestar como mecanismo de redistribución resulta aún más difícil que das propuestas para remediar tal situación difieren, existe cierto
antes. Las políticas de redistribución tienen probabilidades de ser acuerdo entre los críticos de la izquierda y la derecha acerca de sus li-
contraproducentes, porque disminuyen los niveles de creación de ri- mitaciones estructurales. La "rebelión de los contribuyentes" limita los
queza y, por tanto, se arriesgan a obtener resultados inferiores a los recursos que los gobiernos pueden reunir para pagar la asistencia so-
deseables incluso para quienes presuntamente van a beneficiarse más cial en unas circunstancias en las que deben competir por los votos
de ellos. marginales en el sistema electoral. Esta presión tiende a ser cada vez
3) Aunque estos detalles son objeto de un debate sin fin, el esta- más firme, no a relajarse. A medida que crecen los niveles de absten-
do de bienestar no ha sido precisamente eficaz a la hora de contra- ción del voto, los partidos tienen cada vez menos posibilidades de
rrestar la pobreza y las malas rachas en los ingresos de las personas a apoyarse en sus seguidores establecidos y tienen que captar los votos
lo largo de su vida. La mayoría de los investigadores ha llegado a la del centro; se desarrolla una resistencia a pagar niveles marginales de
conclusión de que "casi todo el gasto público en los servicios socia- imposición que, en otro tiempo, eran aceptables para quienes debían
les ... beneficia a las personas acomodadas en mayor medida que a los cargar con ellos.
pobres". La transferencia directa de ingresos en todas partes parece 7) Como han subrayado los autores de la nueva derecha, las bu-
haber sido la principal forma de asistencia para remediar la situación rocracias del estado de bienestar tienden a hacerse inflexibles e im-
de los desfavorecidos a largo plazo. personales. Pueden parecer, para aquellos a quienes se destinan los
4) El estado de bienestar va unido a un modelo tradicional, recursos, "autoridades" indiferentes o incluso hostiles, sobre las que
implícito o más patente, de familia y sistema de sexos o, para ser más no poseen ningún control los individuos. Con frecuencia, las indus-
exactos, de lo que se supone que deben ser. Los programas de asis- trias nacionalizadas son ineficaces y derrochadoras; los organismos
tencia han estado destinados, sobre todo, a apoyar la participación de asistencia dejan de responder a las necesidades de aquellos a
del varón en el mercado laboral remunerado, con un "segundo nivel" quienes deben socorrer.
de programas domésticos orientados hacia las familias sin un hombre 8) Un estado de bienestar maduro, con alto grado de nacionali-
al frente. Los sistemas de bienestar posteriores a 1945 se establecieron zación de la industria, parecía en el pasado un medio de asegurar el
en un momento en el que la participación de las mujeres en el mer- pleno empleo, aunque entendido sólo como el trabajo remuneraQo
cado de trabajo era aún relativamente escasa y las tareas domésticas de los varones. A medida que las mujeres pasan a formar parte del
eran ignoradas en las estadísticas "laborales". Quienes ocupaban los mercado de trabajo en número cada vez mayor, y se van reconocien-
"sectores masculinos" del estado de bienestar eran considerados los do como trabajo diversas labores no remuneradas de distintas clases,
principales poseedores de derechos y los destinatarios de los se1vi- incluidas las labores domésticas, el "pleno empleo" se está convir-

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tiendo en un concepto problemático. Además, los elevados índices
de desempleo, interpretado de forma bastante ortodoxa, contribuyen
a las dificultades económicas del estado de bienestar por los pagos
que reclaman quienes están sin trabajo.
9) El modelo de pagos de asistencia se modifica en relación con
los cambios en las divisiones de clase (algunos de ellos, asociados a
la mejora en el nivel de vida de quienes tienen empleo remunerado
estable), las variaciones demográficas, las transformaciones que afec-
tan a la familia, como el aumento de las tasas de divorcio, y otros fac-
tores. Estas modificaciones influyen en los problemas fiscales del es-
tado de bienestar y, en parte, contribuyen a las responsabilidades que CAPÍTIJLO III
se ve óbligado a asumir. Por ejemplo, los cambios demográficos sig-
nifican que una parte importante de la población 1 en un momento Las revoluciones sociales de nuestra época
determinado, ha superado la edad normal de jubilación y puede te-
ner derecho a reclamar beneficios del estado.
10) Por último, pero no menos importante, las instituciones de Si los términos derecha e izquierda han dejado de tener el signifi-
asistencia afectan solamente a ciertos aspectos de las vidas de los in- cado que poseían antes, y ambas perspectivas políticas están agota-
dividuos para los que podría considerarse significativa la política radi- das, cada una a su manera, se debe a que nuestra relación (como in-
cal. Esta observación se une a algunas objeciones planteadas por los dividuos y como humanidad) con el desarrollo social moderno ha va-
conservadores contra el socialismo. El estado de bienestar, en gran riado. Hoy vivimos en un mundo de incertidumbre fabricada, en el
parte, se limita a los asuntos económicos y deja de lado otros proble- que el riesgo es muy díferente de anteriores periodos en el desarrollo
mas, incluyendo los intereses emocionales, morales y culturales. Los de las instituciones modernas. En parte, se trata de una cuestión de
conservadores intentan abordar estas cuestiones fundamentalmente dimensión. Algunos riesgos actuales tienen "grandes consecuencias",
mediante la defensa de la tradición. Dada su orientación progresista, los peligros potenciales que representan afectan a todos, o a gran nú-
los socialistas no pueden asumir este enfoque. Por tanto, en general, mero de personas, en toda la superficie terrestre. Pero igualmente im-
estos últimos han estado mal preparados para hacer frente a los pro- portante es el contraste entre sus diversos orígenes. La incertidumbre
blemas de la política de la vida, pese a que forman parte intrínseca de fabricada hac;:ereferencia a los riesgos creados precisamente por los
las cuestiones de bienestar. acontecimientos que inspiró la Ilustración, la intrusión consciente en
Esta ausencia queda patente en el análisis de Crosland. La última nuestra propia historia y nuestras intervenciones en la naturaleza.
parte de su libro, en la que examina cómo podría la gente desarrollar Los riesgos de grandes consecuencias que nos esperan_ actual-
unas vidas satisfactorias en una sociedad socialista, se desconecta casi mente, y otros muchos entornos de riesgo de menor dimensión, tie-
por completo de los argumentos del resto de su obra. Es una especie nen origen social. Los riesgos vinculados al calentamiento global, el
de idea tardía, una declaración de que los socialistas no son los agua- agujero en la capa de ozono, la contaminación a gran escala o la de-
fiestas que creen muchos de sus oponentes. El tono indica un mani- sertización son producto de actividades humanas. Van acompañados
fiesto personal, no una serie de conclusiones extraídas del marco teó- de otros riesgos diversos provocados por los seres humanos, como la
rico del estudio. guerra a gran escala, la desorganización de la economía mundial, la
En vista de esta formidable lista de problemas, no es extraño que superpoblación del planeta o las "tecnoepidemias", enfermedades ge-
el tratamiento que dan hoy los socialistas al estado de bienestar haya neradas por influencias tecnológicas, como las que producen la con-
pasado a la defensiva. Dicha estrategia no es sólo una reacción a los taminación del aire, el agua o los alimentos. .
ataques de los neoliberales, o a las políticas desarrolladas donde han En ciertas áreas de la actividad humana, por supuesto, los niveles
tenido el poder; es una actitud de sobriedad reforzada por los proble- de seguridad son más altos de lo que solían. Así, los viajes que antes
mas que afronta el estado de bienestar. sólo podían emprender los exploradores más intrépidos, dispuestos a
afrontar numerosos peligros, ahora puede hacerlos cualquiera (que

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pueda pagarlos) con comodidad y relativa seguridad. Pero también plutonio del reactor con fines bélicos o, por definición, los elementos
aparecen nuevas incertidumbres casi en todas partes. Las incertidum- contaminantes, aún desconocidos, que· pueden afectar a las vidas de
bres inherentes a los riesgos de grandes consecuencias son quizá es- futuras generaciones.
pecialmente preocupantes, porque tenemos pocos o ningún medio
de "ponerlas a prueba". No podemos aprender de ellas y avanzar,
porque, si las cosas salen mal, los resultados serán probablemente ca- ÜNA MODERNIZACIÓN SENCILLA Y REFLEXIVA
tadísmicos. Estamos condenados a luchar con ellas durante un futuro
indefinido. Podemos sospechar que se han seguido las estrategias La creación de un mundo de incertidumbre fabricada es resul-
acertadas sólo cuando no ocurren ciertos hechos, y no cuando ocu- tado del desarrollo, a largo plazo, del orden industrial. Sin embargo,
rren otros; y, durante mucho tiempo, todo lo que podremos decir ver- durante mucho tiempo, el predominio de la modernización sencilla
daderamente será: hasta ahora, vamos bien 1. ocultó sus características. En ese tipo de modernización, la evolución
Los riesgos de grandes consecuencias están a cierta distancia de capitalista o industrial parece un proceso predecible, aunque se inter-
nuestras vidas personales. Por muy urgentes que puedan ser, en casi prete de forma revolucionaria, al estilo de Marx. La ciencia y los avan-
todos los asuntos de la vida cotidiana parecen remotos. No obstante, ces tecnológicos unidos a ella se aceptan generalmente como afirma-
nuestras acciones diarias están completamente impregnadas por in- ciones globalizadoras de verdad autorizada; mientras que el creci-
certidumbres fabricadas de tipo menos global. Porque en un indivi- miento industrial posee una "dirección" clara.
duo o colectivo, así como a escala mundial, la acumulación de cono- La modernización reflexiva responde a circunstancias diferentes.
cimiento ordenado por la reflexión crea futuros abiertos y problemá- Tiene sus orígenes en las profundas transformaciones sociales a las
ticos que tenemos que "desarrollar", como si dijéramos, mientras que me refería brevemente en la introducción, y que es preciso de-
avanzamos en el presente. Mientras lo hacemos, influimos en los pro- tallar más aquí: el impacto de la universalización; los cambios en la
cesos de cambio, pero se nos escapa continuamente su pleno control. vida cotidiana y personal; y el nacimiento de una sociedad postradi-
Teniendo esto en cuenta, varios autores han sugerido reciente- cional. Estas influencias nacen de la modernidad occidental, pero hoy
mente que los seres humanos deberían considerar nuevamente ex- afectan al mundo en su conjunto) y producen una refracción que em-
terno aquello que han intentado dominar. La perspectiva prometeica pieza a dar forma a la modernización en sus puntos de origen.
que tanto influyó en Marx debería quedar más o menos abandonada El periodo actual de universalización no es una mera continua-
ante la complejidad insuperable de la sociedad y la naturaleza. Segu- ción de la expansión del capitalismo y de Occidente. Si se pretende
ramente es necesario dejar de lado las ambiciones de la Ilustración. establecer su punto exacto de origen, sería la primera transmisión ra-
Pero los mundos sociales y materiales están ahora organizados, en diofónica que se logró hacer por satélite. A partir de ese momento, la
gran parte, de modo reflexivo; no hay forma de retirarse de ese com- comunicación electrónica instantánea en todo el mundo no sólo es
promiso, por muy conscientes que seamos de las consecuencias pro- posible, sino que penetra casi inmediatamente en las vidas de mu-
blemáticas que puede tener y las paradojas que crea. El "nuevo me- chos millones de personas. No se trata sólo de que todos puedan ver
dievalismo" tiene la razón de su parte en la medida en que reconoce ahora las mismas imágenes al mismo tiempo; la comunicación 11].Un-
que el riesgo fabricado no puede abordarse exclusivamente teniendo dial instantánea entra en el tejido de la experiencia cotidiana y em-
en cuenta el desarrollo posterior del conocimiento técnico. Los pro- pieza a reestructurarlo, pero también se reest1uctura, a su vez, como
blemas que plantea dicho riesgo son irreductiblemente políticos y en un proceso continuo.
morales. Por ejemplo, la decisión de construir una central de energía La universalización no es lo mismo que el desarrollo de un "sis-
nuclear no puede ser puramente técnica, con una valoración neutral tema mundial", y no es algo que se limite a estar "ahí fuera", relacio-
de riesgos. Hay una cuestión de prudencia política, tal como 1aenten- nado con influencias a gran escala, Se trata también de un fenómeno
día John Locke. Ni siquiera se puede calcular con exactitud el riesgo "de dentro", directamente vinculado a las circunstancias de la vida lq-
de accidentes, por no hablar de los peligros de terrorismo, el uso del cal. No debemos considerar la universalización como uh proceso uni-
tario que tiende hacia una sola dirección, sino como una compleja se-
rie de cambios con resultados mixtos y, a menudo, contradictorios. La
1 John Sours, Staroing toDeath in a Sea of Ob/ects, Nueva York, Aronson, 1981. universalización implica la idea de una comunidad mundial, pero no

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la produce; dicha comunidad se caracteriza tanto por la universaliza- tenemos que decidir no sólo quiénes somos y cómo debemos ac-
ción de los "males" como por las influencias integradoras. tuar, sino cómo observar el mundo exterior.
Las influencias universalizadoras fragmentan además de unificar, El aumento de trastornos alimentarios es un índice negativo del
crean nuevas formas de estratificación y, a menudo, provocan conse- avance de estos hechos en la vida diaria. La anorexia, la bulimia y
cuencias opuestas en regiones o localidades diferentes. Los cambios y otras patologías de la alimentación siguen concentrándose habitual-
acontecimientos ya no pasan de Occidente al resto del mundo. Por mente en los países del Primer Mundo, pero también están empe-
ejemplo, el desarrollo industrial del Este está directamente unido al zando a aparecer en las sociedades del Tercer Mundo. En muchas re-
desmantelamiento de las industrias anteriores en los países esenciales giones del mundo, la gente pasa hambre sin tener la culpa, porque
dentro del orden mundial. Dos áreas que se encuentran una junto a viven en condiciones de pobreza extrema. Sus cuerpos demacrados
otra, o grupos que viven en gran proximidad, pueden verse atrapa- son testimonio de la intensidad de las desigualdades mundiales. El
dos en distintos sistemas universalizadores, lo que provoca extrañas cuerpo encogido del anoréxico parece idéntico físicamente, pero re-
yuxtaposiciones físicas. El obrero de un taller puede estar situado en- fleja circunstancias sociales y materiales muy diferentes. El anoréxico
frente de un poderoso centro de finanzas. "se muere de hambre en un mar de abundancia". La anorexia se da
En la cultura, la universalización tiende a producir diásporas. Las en un mundo en el que un gran número de personas, por primera
comunidades de gustos, hábitos y creencias están frecuentemente al vez en la historia, dispone de enormes cantidades de alimentos, mu-
margen del lugar y de los límites nacionales. Los rasgos culturales de cho más de lo necesario para satisfacer las necesidades básicas de nu-
diáspora suelen ser homogeneizadores y, por tanto, sufren la influen- trición2.
cia de la publicidad de masas y la mercantilización cultural. Los esti- La anorexia y la bulimia no proceden sólo de la importancia con-
los en el vestir, desde los trajes hasta los pantalones vaqueros, los cedida a la delgadez en Occidente, sino del hecho de que los hábitos
gustos musicales o cinematográficos, o incluso la religión asumen di- alimenticios se constituyen teniendo en cuenta la diversidad de comi-
mensiones universales. Las diásporas culturales no se realizan ya sólo das para elegir. Se ve claramente aquí una estrecha relación con la
mediante el movimiento físico de los pueblos y sus culturas, aunque universalización. La invención del transporte en contenedores y los
éste sea un hecho importante. Incluso en situaciones de pobreza -y nuevos métodos de congelación de los alimentos -innovaciones que
a veces, quizá, especialmente en ellas-, la gente se involucra en in- sólo se remontan a hace unas décadas- hicieron que los alimentós
tercambios culturales de dispersión. Sin embargo, como en todos los pudieran almacenarse durante largos periodos y enviarse a todo el
demás procesos universalizadores, no existe un movimiento único mundo. Desde entonces, todos aquellos que viven en los países y re-
hacia la homogeneidad cultural. La universalización produce también giones de más riqueza han estado a dieta; es decir, tienen que decidir
una insistencia en la diversidad, una búsqueda para recuperar lastra- activamente qué y cómo comer, ante alimentos disponibles, más o
cliciones locales perdidas y un énfasis en la identidad cultural local. menos, todo el año. Decidir qué se come es también decidir "cómo se
dentro de la renovación de los nacionalismos y etnicidades locales. · es" respecto al cuerpo, y, para personas sometidas a tensiones socia-
Las influencias universalizadoras suelen vaciar nuestros contex- les específicas, sobre todo las mujeres jóvenes) el resultado es la dis-
tos de acción locales, que necesitan una reordenación reflexiva por ciplina de hierro de la anorexia3.
parte de los afectados, aunque dichas reordenaciones también influ- La anorexia es una reacción defensiva a los efectos de la incerti-
yen, a su vez, en la universalización. Como consecuencia, las trans- dumbre fabricada en la vida diaria. Nuestras vidas cotidianas, se pue-
formaciones principales ocurren en el tejido y la urdimbre de la vida de decir, se han hecho experimentales de forma paralela al "gran ex-
cotidiana e influyen incluso en la constitución de nuestras identida- perimento" de la modernidad en su conjunto. En numerosas situacio-
des personales. El yo se convierte en un proyecto reflexivo y, gra- nes de la vida social no tenemos más remedio que escoger entre
dualmente, el cuerpo también. Los individuos no pueden conformar- alternativas, aunque debamos escoger seguir siendo "tradicionales".
se con una identidad que se les entrega, heredan o construyen con Los "experimentos cotidianos" se convierten en parte intrínseca de
arreglo a una éategoría tradicional. En gran parte, una persona tiene
que descubrir, construir y mantener activamente su identidad. Igual
2 Susie Orbach, Hunger Strike, Londres, Faber, 1986,
que ocurre con el yo, .el cuerpo ya no se acepta como "destino", 3 Anthony Giddens, Modernity and Self-Identíty, Cambridge, Polity, 1991, cap. 3.
como el equipaje físico que acompaña a la identidad. Cada vez más, [Trad. esp.: Modernidad e identidad de/yo, Barcelona, ED 62, 1995.l

88 89
nuestras actividades díarias, en contextos en los que la información ron algunas nuevas como el nacionalismo y varias formas renovadas
1

procedente de diversas fuentes -conocimiento local tradición 1 cien- de religión. Otros rasgos tradicionales, como los concernientes a
cia y comunicaciones de masas- debe entenderse y' utilizarse de al- los sexos y la familia, se modificaron a finales del siglo XVIII y duran-
gún modo. La tradición necesita ser cada vez más contemplada, de- te el XIX.
fendida, escudriñada, teniendo en cuenta la conciencia de que exis- El mundo caracterizado por la modernización sencilla tenía di-
ten otros varios modos de actuar. versidad cultural. No obstante, ésta se basaba fundamentalmente en
Es importante advertir que el carácter experimental de la vida la permanencia de la segregación geográfica. Así ocurrió incluso en
diaria es constituyente. La forma en la que abordemos las decisiones los países desarrollados. Por ejemplo, las comunidades de clase
necesarias en el curso de nuestras acciones ayuda a estructurar esas obrera vinculadas a ciertos tipos de industria se constituyeron sólo
mismas instituciones frente a las que reaccionamos. En ningún sitio después de la revolución industrial, pero con frecuencia establecie-
es esto más evidente que en el campo de las relaciones personales. ron sus propias tradiciones. Hoy vemos que esas tradíciones vuelven
Hoy ·en día, las personas tienen que decidir no sólo cuándo y con a romperse o modificarse en casi todas partes.
quién casarse, sino si van a casarse. "Tener un hijo" no tiene ya que En un momento de ruptura minuciosa con la tradición, las perso-
estar necesariamente vinculado al matrimonio y es una decisión difí- nas que se aferran a ella deben preguntarse y responder a otros por
cil y de gran valor para hombres y mujeres, lejos de la situación ante- qué lo hacen. La universalización se cruza con luchas y confrontacio-
rior en la que tal cosa parecía, en muchos casos, más o menos natu- nes activas. Por ejemplo, los movimientos feministas han desafiado
ral. Incluso hay que establecer cuál es la propia "sexualidad", además las concepciones tradicionales de los sexos y las costumbres asocia-
de comprender qué son las "relaciones" y cuál es la mejor forma de das a ellas. Han intentado abrir un debate público sobre lo que seguía
construirlas. Todas éstas no son decisiones sobre contextos de acción latente en esas tradiciones. La "feminidad" es una cuestión abierta; y
determinados; ayudan a definir y modificar, de una manera móvil, ahora la virilidad, tanto tiempo dada por supuesta, ha quedado some-
qué son esos contextos y en qué se convierten. tida a escrutinio.
Puede interpretarse que la evacuación de los contextos locales El profundo efecto de las influencias en contra de la tradición
de acción -la "desincrustación" de actividades- implica procesos explica por qué el concepto y la existencia del fundamentalismo han
de destradicionalización más intensa. Somos la primera generación adquirido tanta importancia. El fundamentalista, como ya he dicho,
que vive en una sociedad totalmente postradicional, un término pre- es alguien que intenta defender la tradición al modo tradicional, en
ferible, en muchos aspectos, a ''postmoderno". Una sociedad postra- unas circunstancias en las que esa defensa se ha vuelto intrínseca-
dicional no es una sociedad nacional; estamos hablando de un orden mente problemática. La "insistencia" del fundamentalismo en la tra-
cosmopolita universal. Tampoco es una sociedad en la que las tradi- dición y su énfasis en la "pureza" se pueden entender sólo en esos
c!ones dejen de existir; en muchos aspectos, existen impulsos o pre- términos.
siones para su mantenimiento o recuperación. Sin embargo, se trata El ténnino "fundamentalismo" se aplicó por primera vez, en un
de una sociedad en la que la tradición cambia de categoría. En el contexto religioso, aproximadamente a principios de siglo, ·para refe-
contexto de un orden universalizador y cosmopolita, las tradiciones rirse a la defensa de la ortodoxia protestante contra las invasiones del
se ponen constantemente en contacto, unas con otras, y se ven obli- pensamiento modemo 4 • Ha pasado a usarse con más amplitud sólo
gadas a "manifestarse". durante los últímos treinta años, algo que expresa lo reciente de las
El orden social moderno se constituyó dentro de una ruptura con fuerzas destradicionalizadoras a las que corresponde.
el pasado. Las "dos grandes revoluciones" que iniciaron el periodo El fundamentalismo no es una reacción a largo plazo ante la mo-
moderno eran, cada una a su modo, fuerzas de ruptura con la tradi- dernidad, como indica el carácter reciente de su desarrollo. La de-
ción. La difusión de la producción capitalista desarraigó a muchas fensa de la tradición sólo suele adoptar el tono estridente que tiene
comunidades locales y disolvió numerosas prácticas y costumbres lo- hoy en el contexto de ruptura con la tradición, universalización ~ in-
cales. Los códigos universalizadores de la democracia tratan las cons-
tituciones políticas como algo que debe elaborarse, no una cosa here-
dada del pasado. Pero la estabilización de la modernización sencilla 4 El estudio más exhaustivo es e! de Martín E, Marty y R. Scott Appelby, The Fun-
también dependía de la remodelación de las tradiciones. Se inventa- damentalísm Project, 3 vols, Chicago, Chicago University Press, 1993.

90 91
tercambios culturales d~ diáspora. Lo importante del fundamenta- Un antropólogo visitaba una cultura extraña; a su vuelta, escribía una
hsmo no e~,,su defensa de Ja tradición en sí, sino la manera que adop- monografía que se depositaba en la biblioteca.
ta e1::~lac1on con un mundo de interrogación y diálogo. Defender la Ya no existe semejante situación. En las profundidades de la jun-
trad1c1on del modo tradicional significa afirmar su verdad ritual en gla, los antropólogos tienen probabilidades de encontrar pueblos na-
una situa~ión de asedio, Con el rechazo de los compromisos discursi- tivos con conocimientos sobre ideas o incluso textos de antropología.
vos que tien~e a reforzar un mundo de comunicación cosmopolita) el Las etnologías se usan para interpretar culturas locales, reconstruir
fundamentaltsmo es proteger un principio, tanto como una serie de oficios y costumbres locales y servir de prueba en los tribunales de
doctrinas co?cret~s. Esa es la r_a~ón de que puedan surgir posturas justicia. Tales fenómenos son importantes, muchas veces, en las lu-
fundamentahstas mcluso en rehg,ones (como el hinduismo y el bu, chas de poder. La idea del "aborigen" australiano o el "indio" nortea-
dtsmo) que) hasta ahora, han sido muy ecuménicas y tolerantes res- mericano fue occidental, pero aquellos a quienes se refieren dichos
pecto a otras creencias. términos los han empleado para intervenir en la política local y nacio-
Si-esta opinión es acertada, el concepto de fundamentalismo no nal e incluso en disputas mantenidas ante tribunales internacionales.
debería aplicarse sólo al área de la religión. Los fundamentalismos Las tradiciones resucitadas o protegidas, como sabemos, pueden
-defe?der la tradición a la manera tradicional- pueden aparecer en degenerar fácilmente en kítsch; la conciencia reflexiva de esta posibi-
~,alqrner terreno básico de la vida social sujeto a la destradicionaliza- lidad omnipresente es uno de los motores que impulsan el funda-
c10~..Incluyendo las relaciones étnicas, el nacionalismo, los sexos y la mentalismo. Por ejemplo) el novelista Yukio Mishima hizo un intento,
fam1ha. Los fundamentalismos religiosos, como se sabe, suelen super- famoso pero fútil, de revivir los valores y las costumbres en declive
ponerse con_ estos otros contextos. Por ejemplo, es probable que un de los samuráis en el Japón de posguerra. La empresa, que culminó
fundamentahsta protestante tenga firmes creencias sobre la necesidad en su suicidio ritual, resultó algo absurda a ojos de la mayoría de los
de conservar formas "tradicionales" de nación, familia, etc. Sin embar- japoneses, pero retuvo cierta dignidad. Probablemente no podría de-
go, el hecho de que la noción de fundamentalismo pueda aplicarse cirse lo mismo de los habitantes de Suya Mura, un pueblo japonés
con ta?ta a~p.htud no tiene nada que ver directamente con que las que se hizo famoso (en Japón y en el resto del mundo) gracias a un
creencias religiosas invadan estos campos. Se debe a que son, todos, estudio antropológico escrito por John Embree. Cincuenta años des-
contextos ocupados por la tradición, pero que, desde un punto de pués del trabajo de campo que había realizado con su marido, la es-
vista discursivo, se están abriendo forzosamente. posa de Embree volvió a visitar la zona. Se encontró con que los ha-
La ruptura con la tradición no sólo afecta al mundo social sino bitantes estaban menos interesados en recordar aquello que en utili-
que influye Y es influida por la transformación de la naturale¡a_ La zar su presencia para intentar convertir el pueblo en un foco turístico,
tradición, como la naturaleza, solía ser un contexto "externo" de vida como "aldea antropológica de Japón"'·
social, algo predeterminado y, en gran medida, incontestable. El fin En una sociedad de alta capacidad de reflexión, la apropiación
de la naturaleza -lo natural- coincide con el fin de la tradición lo habitual de conocimientos --en sus numerosas formas- suele susti-
tradicional. ' tuir a las orientaciones de la tradición. Se trata, por definición, de una
La reflexividad social es, al mismo tiempo, requisito y producto sociedad enérgica, no pasiva. Incluso en los puntos donde se aferran
de una sociedad tradicional. Es preciso tomar decisiones basándose a las tradiciones o las crean, los individuos, grupos y colectividades
en una reflexión más o menos continua sobre las condiciones de la se ven más o menos obligados a adoptar una postura activa acerca de
propia acción. Aquí, la "capacidad de reflexión", la reflexividad se re- sus condiciones de existencia. Los movimientos sociales y los grupos
fiere al uso de información sobre las condiciones de acción co~o me- de apoyo mutuo, de todo tipo, constituyen un rasgo distintivo del or-
dio de reordenación y redefínición periódicas de lo que es la activi- den postradicional; pueden ser puramente locales, pero frecuente-
d.ad. Se trata de un universo de acción en el que los observadores so- mente tienen consecuencias universalizadoras y participan en las
Ciales son, a su vez, observados socialmente; y hoy tiene un alcance diásporas universales.
verdaderamente mundial. Quien dude de que es así debería tener en
cuenta el cambio de categoría de la antropología. En la era de la mo-
5 Este y otros muchos ejemplos están descritos en John Knight, "Globalisation
dernización sencilla, marcada por el predominio de Occidente la an- and new ethnographic localities", journal o/ the Anthropological Society o/ O:iford,
tropología era el estudio de pueblos que, en general, no resp~ndían. vol. 3, 1992.

92 93
En capítulos posteriores voy a sugerir la necesidad de que se re-
visen por completo los términos de referencia de este debate. Baste
CONSECUENCIAS ESTRUCITJRALES aquí advertir que unas desigualdades cada vez mayores en las socie-
dades no son, desde luego no necesariamente, un requisito para in-
El impulso de expansión de la empresa capitalist¡ sigue alimen- crementar la prosperidad global. Por el contrario, la igualdad puede
tando procesos universalizadores, como ha hecho en el pasado. Sin extenderse paralelamente a un rápido crecimiento económico, me-
embargo, el capitalismo --como examinaremos más adelante- no dido con arreglo a índices convencionales, e incluso contribuir activa-
fue nunca la única influencia en la universalización, y actualmente su mente a él. Así, en las economías asiáticas que han saltado a primer
repercusión en todo el mundo es más compleja y múltiple que nunca. plano en las tres o cuatro últimas décadas, las rentas de los trabajado-
Con la caída de la Unión Soviética y la reorientación de los me- res de bajos ingresos han aumentado en términos absolutos y en rela-
canismos de crecimiento económico en China y otras sociedades co- ción con los ejecutivos y empresarios. Por ejemplo, Corea del Sur y
munistas supervivientes, existe una economía capitalista mundial en Taiwán se han desarrollado rápidamente desde mediados de los 60,
un sentido más completo que nuhca. Sin embargo, esa economía está al mismo tiempo que ha disminuido la diferencia entre ricos y po-
más cargada de mecanismos reflexivos que en el pasado; y cada vez bres; mientras que, por el contrario, en numerosos países africanos y
está más descentralizada, a pesar del poder que los estados y organis- latinoamericanos, el estancamiento económico ha ido acompañado
mos occidentales continúan teniendo sobre lo que era "la periferia". de una disminución en los ingresos relativos de quienes se encuen-
Los teóricos socialistas del "desarrollo del subdesarrollo" tenían un tran en la franja inferior.
objetivo fácil al que responsabilizar de los males del mundo, la in- Debemos ser precavidos acerca de qué significa una mayor equi-
fluencia del capitalismo. Pero ahora, por más que se quiera seguir cri- paración, por motivos que a continuación voy a exponer. Los países
ticando los procesos sin trabas de la empresa capitalista, ese objetivo asiáticos que han progresado no dependen de mecanismos semejan-
se ha hecho más elusivo. Las teorías conspiratorias sobre las dispari- tes al estado de bienestar occidental para obtener la equiparación,
dades mundiales no tienen la firme base que, al menos para algunos sino que ofrecen los medios para que los grupos más pobres trabajen
observadores, parecían tener en otro tiempo. en la mejora de sus condiciones de vida. Por simple cuestión num_é-
La difusión mundial de la economía capitalista ejerce una in- rica, los más pobres del conjunto de la población tienen muchos más
fluencia fundamental en las dificultades del estado de bienestar en los recursos que los ricos. Además, en las economías asiáticas los pobres
países ricos y afecta de forma muy importante a las relaciones de "ahorran" invirtiendo en otros con quienes tíenen estrechos lazos de
clase, de maneras que se verán más tarde. Cuando no hay otras fuer- unión, en redes familiares o de amistad. El rendimiento de este tipo
zas que lo contrarresten, el capitalismo mantiene su tendencia a pro- de "inversiones" se halla en una mayor solidaridad social, pero tam-
ducir polarizaciones de renta, tanto en cada país como entre unos pa- bién tiene, probablemente, repercusiones importantes en la producti-
íses y otros. Los estados que son capaces de financiar sistemas de bie- vidad económica. En las sociedades donde la diferencia entre ricos y
nestar desarrollados pueden retrasar esta tendencia con bastante pobres es muy amplia, no suelen hacerse dichas "inversiones".
éxito, pero sólo a costa de una presión social y fiscal cada vez mayor. A simple vista, puede parecer que la universalización de las rela-
Las interpretaciones neoliberales del desarrollo económico insis- ciones económicas capitalistas da a las grandes empresas una posi-
ten en que la reducción de las medidas de asistencia es un requisito ción hegemónica en las economías de los estados y en el conjunto de
necesario para la competitividad en una economía universalizadora. la economía mundial. Y, desde luego, otorgan enorme poder, puesto
Según dichas interpretaciones, o bien interviene un efecto de Pareto que son capaces de trasladar inversiones de capital de un lugar a
en los procesos de crecimiento de las economías abiertas, en combi- otro, a menudo sin tener muy en cuenta los efectos en las vidas de las
nación con una tendencia al "goteo", o el aumento de las desigualda- poblaciones locales involucradas, Al mismo tiempo, convertir a las
des es sencillamente el precio que hay que pagar por la competitivi- grandes empresas en demonios, una actividad tan popular ~ntre
dad. Muchas cosas dependen de que esta opinión sea acertada o no, sectores de la izquierda en otro tiempo, no tiene ahora demasiado
porque se trata del argumento clave para insistir en que los pensado- sentido.
res de izquierda han prestado insuficiente atención a la oferta en su Las influencias universalizadoras suelen deshacer la formación
análisis del "compromiso para el estado de bienestar". de monopolios o de oligopolios como los que se encuentran frecuen-

94 95
temente en las economías nacionales. La famosa tendencia de la pro-
ducción capitalista al monopolio dependía probablemente, en reali-
dad, de las relaciones de colaboración entre el estado y el capital, que LA LLEGADA DE LA POLÍTICA DE LA VIDA
ahora se están viendo debilitadas. Como otras organizaciones, las
grandes empresas se enfrentan a una atmósfera económica hostil a La perspectiva política de la izquierda -y, por consiguiente, la
órdenes burocráticas establecidas. Ello no quiere decir, como algunos reacción en contra de la derecha- se ha centrado siempre en un
han sugerido, que las grandes compañías vayan a desintegrarse por concepto de emancipación. Emancipación significa liberación o, más
completo, pero sería difícil afirmar que las condiciones económicas bien, liberaciones de diversas clases: liberación de la tradición, de las
actuales vayan a producir una expansión ilimitada de su poder eco- trabas del pasado; liberación del poder arbitrario; y liberación de
nómico o social. las limitaciones de la pobreza material o las privaciones. La política
Las grandes empresas influyen en nuevas formas de regionaliza- emancipadora es una política de los azares de la vida. Su fin es incre-
ción social y económica) pero no son necesariamente los principales mentar la autonomía de acción.
agentes involucrados. La modificación de las pautas de regionaliza- Desde Juego, la política emancipadora sigue siendo importante
ción responde a aspectos más amplios de la universalización o, para para cualquier programa político radical. A él se une hoy, no obstan-
ser más exactos, a relaciones cambiantes entre lo local y lo universal. te) una serie de preocupaciones surgidas de los cambios que acaba-
Como en otras materias, los procesos de regionalización son dialécti- mos de describir: la ruptura con la tradición y la desaparición de la
cos; muchas comunidades locales que existían anteriormente se de- naturaleza. Dichas preocupaciones plantean cuestiones relacionadas
sintegran o se reestructuran de forma sustancial, pero esos mismos con la política de la vida. Esta última, y las disputas y luchas relacio-
cambios fomentan además la movilización de dichas comunidades. nadas con ella, hablan de cómo debemos vivir en un mundo en el
Los efectos combinados de la universalización y la capacidad so- que todo lo que solía ser natural (o tradicional) tiene que ser ahora,
cial de reflexión alteran el carácter de los sistemas de estratificación en cierto sentido, objeto de elección o decisión.
en las sociedades desarrolladas y en el resto del mundo. En la litera- La política de la vida es una política de la identidad y de la elec-
tura sociológica reciente se ha hablado mucho sobre las consecuen- ción. Un motivo por el que los debates entre izquierda y derecha han
cias de la disminución del número de trabajadores manuales y el au- sido frecuentemente tan poco atractivos para gran parte de la pobla-
mento simultáneo de la proporción de gente en puestos administrati- ción profana es sencillamente que no abordan estos nuevos campos
vos y profesionales, cambios que se unen, de manera compleja, a la de acción. Sería un error fundamental creer que la política de la vida
entrada generalizada de las mujeres en el mercado de trabajo remu- es sólo una preocupación de los más ricos. De hecho, en ciertos as-
nerado. Tales cambios poseen una importancia innegable, dado que pectos ocurre lo contrario. Varios de los grnpos más pobres de la ac-
influyen en el sistema de clases y en la vida política de las sociedades tualidad (y no sólo en las sociedades desarrolladas) se enfrentan con
modernas; y, a su vez, la universalización tiene enormes efectos en más agudeza a los problemas de destradicionalización. Por ejemplo,
ellos. gran número de mujeres abandona el matrimonio y 1 de acuerdo con
No obstante, también es muy importante el hecho de que el au- esa afirmación de autonomía, rehace su vida. Pero muchas entran a
mento de la reflexividad social produzca formas de "doble discrimi- formar parte de los "nuevos pobres", especialmente si son cabezas de
nación" que afectan a los desfavorecidos. A los efectos de las priva- familias monoparentales. Además de descender económicamente, se
ciones materiales se añade una descalificación de la incorporación re- ven obligadas a explorar nuevas formas de vida doméstica y relacio-
flexiva al orden social en su conjunto. Los mecanismos excluyentes nes de parentesco.
suelen ser tanto sociales como psicológicos. En otras palabras, no La política de la vida no es, o no sólo, una política de lo perso-
sólo se refieren a la sujeción a los modos de poder procedentes del nal; los factores involucrados se han generalizado a muchos aspectos
control técnico de los sistemas de conocimiento, sino que atacan la de la vida social, incluyendo algunos de gran amplitud. Los intereses
integridad del yo, tendré mucho que decir sobre ello en posteriores ecologistas y feministas tienen una importancia esencial en las luchas
capítulos. de la política de la vida, pero, desde Juego, no las agotan. Por el con-
trario, la reflexión sobre la política de la vida ayuda a explicar por
qué han adquirido tanta importancia. Se trata de reacciones y com-

96 97
promisos con un mundo en el que precisamente la tradición ya no es más bien, una señal y una manifestación de la importancia que tienen
tradicional y la naturaleza ya no es natural. los problemas de la política de la vida. Plantean de forma especial-
La política de la vida cubre asimismo áreas muy ortodoxas de mente enérgica las cuestiones que es preciso afrontar cuando el "pro-
participación política: por ejemplo, el trabajo y la actividad econó- greso" tiene un doble filo terrible, tenemos nuevas responsabilidades
mica. Como tantos otros terrenos de la vida social, el trabajo era hasta ante las generaciones futuras y existen dilemas éticos que los meca-
hace poco, en la experiencia de muchos, algo predestinado. La mayo- nismos de crecimiento económíco constante nos hacen dejar de lado
ría de los hombres podía confiar en tener un trabajo remunerado du- o reprimir.
rante gran parte de su vida, mientras que las mujeres quedaban fre-
cuentemente reducidas al medio doméstico. La protesta contra ese
"destino" se debió principalmente, en primer lugar, a un impulso EL CAMBIO SOCIAL Y EL PAPEL DE LA CONFIANZA ACITVA
emancipador. Así ocurrió con el movill1iento sindical, dominado por
hombres, desarrollado con la máxima energía entre los trabajadores En un orden social destradicionalizador, la población se vuelve
manuales que, más que ningunos otros, experimentaban el trabajo más activa y reflexiva, aunque es necesario interpretar adecuadamen-
como una serie de condiciones previas que ofrecían escasa libertad te el significado de "reflexiva". Cuando el pasado ya no predomina o
de acción. También fue así con las primeras formas de feminismo. se convierte en una "razón" más, entre otras, para nuestras acciones,
En la época actual, incluso entre los grupos más desfavorecidos, los hábitos existentes previamente no son más que una guía de ac-
el trabajo no suele considerarse materia de destino (curiosamente, es ción limitada; mientras que el futuro, abierto a numerosas posibilida-
más frecuente que se juzgue así el desempleo). Existe una extendida des, adquiere un interés irresistible. Aquí está sobre el tapete, en el
conciencia reflexiva de que lo que se considera "trabajo" tiene una contexto de la incertidumbre fabricada, la cuestión de generar con-
definición más amplia de lo que solía y que se trata de un concepto fianza activa, una fe en los demás o en las instituciones (incluyendo
problemático y controvertido. Dados los cambios en la estructura de las instituciones políticas) que debe producirse y negociarse.
clases, cada vez menos gente sigue automáticamente la ocupación de La confianza activa, combinada con una sociedad de personas
sus padres o las que son típicas de comunidades laborales homogé- listas, implica una concepción de la política generativa estrecha-
neas. La participación de gran número de mujeres en el mercado de mente unida a las preocupaciones de la política de la vida. Utilizo el
trabajo ha dejado claro que es preciso tomar ciertas decisiones y atri- concepto para señalar el contraste con las ideas ortodoxas de la iz-
buir prioridades, no sólo respecto a intentar obtener un empleo y no quierda y la derecha. La política generativa implica una serie de cir-
otro, sino acerca de qué lugar debe ocupar el trabajo en relación con cunstancias:
otros valores. Hay que tener en cuenta numerosos factores. Por ejem-
plo, el hecho de que muchos jóvenes dediquen años a su educación 1) Fomentar las condiciones para lograr los resultados deseados
superior rompe la transición "natural" entre la escuela y el trabajo. --dejemos, por el momento, quién desea qué como un punto
Muchos estudiantes se pasean por el mundo antes de intentar encon- negro--, sin determinar tales deseos ní llegar a esos resultados
trar empleo. Y las personas de más edad pueden hacer prácticamente "desde arriba".
lo mismo en una fase posterior de sus vidas. 2) Crear situaciones en las que pueda construirse y mantenerse la
La política de la vida se ocupa de los desafíos que afronta la hu- confianza activa, sea en instituciones de gobierno o en orga-
manidad en su conjunto, no sólo las decisiones que deben tomar los nismos relacionados.
individuos ante muchas más opciones de las que tenían en otra 3) Otorgar autonomía a los afectados por políticas o programas
época. Se ha afirmado que la crisis ecológica es hoy, para nosotros, lo específicos y desarrollar, de hecho, esa autonomía en numero-
que las crisis capitalistas fueron para las primeras formas de sociedad sos contextos.
industrializada. Esta idea tiene algo de verdad, pero está expresada 4) Generar recursos que incrementen la autonomía, incluyendo _la
de tal manera que no resulta atractiva. Después de todo, el capita- riqueza material; hablamos de recursos que estimulen la pro-
lismo no se ha superado, como esperaban y predecían los socialistas; ductividad en el amplio sentido mencionado más arriba.
además, los problemas ecológicos que nos trastornan no pueden en- 5) Descentralizar el poder político. La descentralización es un re-
tenderse como cuestiones que sólo afectan al medio ambiente. Son, quisito de la eficacia política, debido a la necesidad de que la

98 99
información fiuya de abajo a arriba y del reconocimiento de la siado democráticos", que extienden el gobierno formal a muchas
autonomía. Sin embargo, el tira y afloja entre la descentraliza- áreas de la vida, acaban por volverse, de hecho, antidemocráticos6.
ción y el centro político no es un juego de todo o nada. La des- Pero, en un mundo de gente lista, la mayoría de las personas sabe, la
centralización puede aumentar, a veces, la autoridad del cen- mayor parte del tiempo, la mayoria de lo que saben los gobernantes.
tro, a causa de las negociaciones políticas o porque crea una Dicha situación puede servir para detener las políticas que pretende
mayor legitimidad. iniciar un gobierno, pero también puede significar que, cuando la
gente conecta, se obtiene más apoyo del que se preveía.
Esta descripción de la política generativa no significa, en abso- Una infiuencia fundamental es el vago efecto de los "sistemas
luto, que se limite a la esfera política, sino que abarca una serie de te- abstractos" -sistemas de conocimiento de todo tipo-- en nuestras vi-
rrenos en los que surgen cuestiones políticas ante las que hay que das actuales. Bajo el doble influjo de la universalización y la ruptura
reaccionar. La confianza activa está estrechamente unida a dicha con- con la tradición, muchos aspectos de la vida diaria se vacían de cono-
cepción de la política generativa. Ya no depende de alineaciones pre- cimientos locales y se ven invadidos por sistemas expertos de conoci-
vias y es más contingente y contextual que casi todas las formas ante- miento. Los cambios revolucionarios de nuestro tiempo no están ocu-
riores de relaciones de confianza. No implica necesariamente la igual- rriendo tanto en el terreno político ortodoxo como en las líneas de in-
dad, pero tampoco es compatible con el respeto derivado de las teracción de las transformaciones mundiales y locales. Estamos
formas tradicionales de categoría. La confianza activa exige una ma- hablando de algo más profundo que el efecto de la transformación
yor "visibilidad" de las relaciones sociales pero, al mismo tiempo, tecnológica en las vidas personales, a pesar de la enorme dimensión
ayuda a incrementarla. de esta última. Los sistemas abstractos incluyen la tecnología, pero
Con la modernizacióh reflexiva, gran parte de la población vive también cualquier forma de conocimiento experto que sustituya a las
en el mismo "espacio discursivo"; las cuestiones políticas forman un artes o habilidades de origen local.
tipo de argumento en una serie de compromisos reflexivos con el El papel creciente que cumplen los conocimientos técnicos en la
mundo en general (o de retiradas de él). Varios autores afirman que vida social se entrelaza con la capacidad de reflexión; ya no son sólo
los problemas de actuación política se han hecho tan complejos que prerrogativa de los expertos. En cualquier caso, nadie puede ser ex-
sólo pueden manejarlos unos cuantos especialistas. Sin embargo, perto más que en un área muy restringida. Todos los expertos son pro-
desde otro punto de vista, nunca ha habido un momento en el que la fanos respecto a todos los demás sistemas abstractos que influyen en
información sobre los acontecimientos y problemas se debatiera de su vida; pero cada individuo que es profano en algo puede también,
forma más pública y continuada que actualmente. en principio y, a menudo, en la práctica, hacerse con el conocimiento
El carácter contingente y negociado de la confianza activa no sig- experto que debe aplicarse en el contexto de las actividades sociales.
nifica que el apoyo a los partidos políticos establecidos sea más volá- Todas las fo1mas de conocimiento presuponen confianza activa, pues-
til, aunque puede ser así en ciertos contextos. Sin embargo, las cues- to que toda declaración de autoridad se hace junto a las de otras auto-
tiones generales de sumisión pasan a primer plano. Allí donde el go- ridades y los expertos están frecuentemente en desacuerdo entre sí.
bierno nacional ha pasado a ser sólo uno más de los numerosos La visión del futuro de Saint-Simon, que contribuyó a inspirar el
puntos de referencia para la vida del individuo, muchas personas socialismo, preveía que la vida política acabaría siendo dirigida por
pueden no "escuchar" demasiado lo que ocurre en la esfera política expertos; en este caso, científicos e ingenieros. Sin embargo, para
(ortodoxa). De cualquier forma, el hecho de "desconectar" puede ir bien o para mal, esta idea ha resultado vacía. Sólo tenía sentido en re-
acompañado de una atención específica a problemas que cada indivi- lación con la modernización sencilla, en la que se suponía que la
duo considera fundamentales. Aunque, en ocasiones, parezca lo con- ciencia y la tecnología generaban verdades incontrovertibles. La polí-
trarío, muchos pueden estar más preocupados por cómo les gobier- tica no puede reducirse a un conocimiento técnico; pero éste tam-
nan que en la época de la modernización sencilla. poco puede sostener las afirmaciones de legitimidad que son posi-
La posibilidad de que, en cualquier momento, se pueda volver a bles en sistemas de autoridad más tradicionales.
"conectar", para olvidarse de la política todo o casi todo el resto del
tiempo, es indudablemente un punto a favor de la democracia liberal.
6 Norberto Bobbio, Tbe Future o/ Democracy, Cambridge, Polity, 1987. [Trad. esp.:
Como dice Norberto Bobbio, los sistemas que intentan ser "<lema- Elfuturo de la democracia. Barcelona, P!aneta-Agostini, 1994.J

100 101
Existen varias razones para ello. Un experto sólo puede reivindi- de concesión de confianza activa. Hace sólo algunas décadas había
car la verdad provisionahnente, porque otros con credenciales equi- escasa retórica sobre el "compromiso" en la vida personal. Una vez
valentes pueden refutar sus opiniones. En la mayoría de los terrenos, que se llegaba al matrimonio, éste era un estado "natural"; o se estaba
el estado de los conocimientos varía con bastante rapidez, de modo casado, o no. El matrimonio era, en sí, un compromiso, definido
que una cosa que se asegura con confianza en un momento determi- como tal por las normas sociales. No era preciso aislar y debatir el
nado puede quedarse rápidamente obsoleta. Además, en una época "compromiso" de la manera que se ha hecho tan común actualmente.
de capacidad social de reflexión, el conocimiento ha dejado de ser El papel de la confianza activa en las relaciones entre padres e
dominio exclusivo del experto; cualquier pretensión especializada de hijos quizá no sea tan obvio, pero no por ello es menos importante.
tener el conocimiento necesario para las tareas prácticas de la vida La autoridad de los padres sobre los hijos, al menos en gran número
social tenderá a perder valor al hacerse, aunque a menudo sea de de grupos, se da mucho menos por sentada que antes, algo que pro·
forma imperfecta, moneda de uso corriente. El propio prestigio de la voca precisamente la desesperación de los autores más conservado-
ciencia, tan importante para etapas anteriores en el desarrollo de las res. Por muy amplias que sean las consecuencias de este cambio, en
instituciones modernas, se subvierte debido precisamente al escepti- esta situación las relaciones entre padres e hijos se someten, cada vez
cismo que constituye el motor de la aventura científica. más, a una negociación entre ambas partes. Los niños, desde muy pe-
La importancia práctica de este último elemento tiene gran al- queños, tienen generalmente más autonomía en sus relaciones con
cance. Por ejemplo, una persona con problemas de salud puede se- los mayores de la que había en el pasado. No es casual que en los úl-
guir acudiendo, en primer lugar, a la esfera de la ciencia y la tecnolo- timos años haya visto la luz un gran volumen de abusos sexuales de
gía médica ortodoxas para resolverlos, y seguir el primer diagnóstico niños que, hasta entonces, estaba probablemente oculto; o que ahora
que le den. Sin embargo, con el telón de fondo de los mecanismos de se hable tanto, en todo el mundo, sobre los derechos del niño. Lo
confianza activa, la decisión podría ser muy bien pedir una segunda o que al crítico conservador puede parecerle un declive censurable de
tercera opinión. Fuera de la medicina ortodoxa, reclama la atención la autoridad paterna y el deber filial es algo más complejo y esperan-
una enorme variedad de terapias y tratamientos alternativos. Los pa- zador de lo que sugiere una interpretación tan pesimista. La autoridad
cientes que acudan a cualquiera de ellos se encontrarán probable- de los padres sobre los hijos es menos arbitraria de lo que solía ser;
mente con que también son objeto de controversias internas; por los padres deben explicar con más frecuencia sus acciones, a sus hi-
ejemplo, hay muchos tipos distintos de psicoterapias, algunas de las jos o a otros. Como consecuencia, hay más problemas y presiones,
cuales aseguran curar enfermedades físicas. No existe un experto de como ocurre en otras áreas de ruptura con la tradición. Pero ello no
expertos que guíe el camino. quiere decir que la autoridad paterna salga siempre debilitada; puede
Los dilemas surgidos tienen profundas consecuencias. En diver- aumentar _cuando se apoya más en el consentimiento que en una im-
sos contextos, se puede persistir con las formas establecidas de ac- posición directa de poder.
tuar: en materia de medicina, lealtad política, dieta, sexualidad y otras La aparición de los sistemas abstractos en la vida social y las re-
muchas. Sin embargo 1 es difícil no ser consciente de que cualquier acciones que el fenómeno conjura no afectan únicamente a la vida
modo de vida -por muy tradicional que sea- no es sino uno más local y la identidad personal; sus influencias se extienden hasta el
entre otras formas posibles. Con frecuencia, los hábitos pueden ocul- más completo de los órdenes universales, incluyendo los distintos
tar el carácter contingente de la confianza activa en tales circunstan- contextos del riesgo de grandes consecuencias.
cias; pero el hecho de que los hábitos no tengan fundamento, en
comparación con otros tipos de actividades más tradicionales, signi-
fica que, en situaciones de tensión o crisis, personal o colectiva, la LA INCERTIDUMBRE FABRICADA Y LOS ENTORNOS DE RIESGOS UNIVERSALES
confianza puede retirarse rápidamente y depositarse en otro lugar.
Todos estos rasgos se hallan en las áreas de la vida personal y Existen cuatro contextos principales en los que nos enfrentamos
emocional. En los compromisos sexuales y en las relaciones entre pa- a riesgos de grandes consecuencias procedentes de la expansión 'de
dres e hijos, la confianza debe generarse mediante un compromiso la incertidumbre fabricada. Cada uno corresponde, como voy a inten-
activo con el otro o los otros. Para mucha genre, el matrimonio ha va- tar mostrar, a una dimensión institucional de la modernidad.
riado radicalmente de carácter. Se ha convertido en un signo público El primero se refiere a la influencia del desarrollo social moderno

102 103
en los ecosistemas mundiales. Nuestra relación con el medio am- al concepto. De cualquier modo, si se utilizan las medidas habituales,
biente se ha vuelto problemática en varios aspectos. Los recursos ma- incluidas las designaciones oficiales de pobreza, millones de perso-
teriales necesarios para sostener la vida humana y, en concreto, el nas en las sociedades más ricas son también pobres.
modo de vida de las regiones industrializadas del mundo, van a estar Una tercera fuente de conflictos es la amplia difusión de armas
amenazados probablemente de aquí a medio plazo. El informe origi- de destrucción masiva, junto con otras situaciones en las que la vio-
nal del Club de Roma destacaba las amenazas a los recursos no soste- lencia colectiva es una posibilidad amenazadora. El final de la guerra
nibles pero, en la actualidad, los ecologistas suelen hacer más hinca- fría ha disminuido la posibilidad de una confrontación nuclear que
pié en la capacidad mundial de eliminación de residuos. La lista de habría podido destruir gran parte de la vida humana sobre la tierra,
peligros es muy conocida: el desarrollo probable del recalentamiento pero no la ha eliminado por completo. Hay quizá hasta quince países
global, como consecuencia de la producción de los llamados "gases en posesión de armas nucleares. El número ha aumentado desde los
de invernadero"; la disminución de la capa de ozono; la destrucción días de la guerra fría, como resultado de la aparición de nuevos paí-
de los bosques tropicales; la desertización; y la contaminación de las ses nucleares tras la desintegración de la Unión Soviética. La prolife-
aguas hasta un punto que, probablemente, inhibirá los procesos de ración de armas nucleares es una perspectiva bastante probable, dada
regeneración que contienen. la gran cantidad de reactores "pacíficos" capaces de producir plutonio
Una segunda crisis afecta al desarrollo de la pobreza a gran es- y dado el comercio mundial de esta sustancia.
cala, lo que se ha definido como el "holocausto de la pobreza". Las El problema de la violencia, cómo disminuirla o prevenirla, es
estadísticas no son precisas pero, cualquiera que sea la forma de cal- una de las cuestiones más difíciles reveladas por la desaparición del
cularlas, revelan niveles alarmantes de miseria. Más del 20 por cien enfrentamiento entre superpotencias. Como todos sabemos (de ma-
de la población mundial vive en condiciones de pobreza absoluta, si nera reflexiva), existe un nuevo orden mundial, pero tiene un aspecto
ésta se define como una situación en la que las personas son inca- tan preocupante como el antiguo. El problema no consiste sólo en la
paces habitualmente de satisfacer sus necesidades básicas de subsis- acumulación de material militar, sino en las tensiones locales exacer-
tencia. badas en numerosas regiones, frecuentemente vinculadas a divisio-
Las causas de la pobreza mundial son complejas y la tendencia nes nacionalistas, religiosas y étnicas. Es evidente, en retrospectiva,
global del cambio es difícil de interpretar. Desde luego, se han termi- que la situación de guerra fría, pese al peligro abrumador que repre-
nado los días en los que las desigualdades mundiales se podían acha- sentaba, era una fuerza estabilizadora, en ciertos aspectos, para mu-
car sencillamente a la expansión del capitalismo, aunque es induda- chas regiones del mundo.
ble que los mercados capitalistas poseen frecuentemente un efecto A gran escala, la violencia es esencialmente un problema unido
polarizador en las distribuciones de la riqueza y las rentas. Asimismo al orden militar mundial; pero, desde luego, es también algo que apa-
ha quedado patente que no es siempre la falta de desarrollo econó- rece en múltiples situaciones más vulgares. Por ejemplo, la violencia
mico lo que provoca el empobrecimiento sino, en ocasiones, el pro- masculina contra las mujeres fuera del contexto de la guerra es un fe-
pio "desarrollo". Un modo de vida que puede haber sido modesto, en nómeno de importancia generalizada. Si hay, como ha afirmado Ma-
términos económicos, pero que era autosuficiente y se organizaba a rilyn French, una "guerra contra las mujeres", no está confinada a nin-
través de la tradición local, se desintegra cuando se introduce un pro- guna zona específica del mundoe.
yecto de desarrollo, como una presa, una plantación o una fábrica 7. El cuarto foco de crisis mundiales es la represión a gran escala de
Por consiguiente, las personas pueden hallarse en una situación los derechos democráticos "y la incapacidad de un número cada vez
de pobreza relativa aunque sus niveles de vida hayan mejorado algo; mayor de personas para desarrollar ni siquiera una pequeña parte de
se ven obligadas a aceptar una sociedad para la que están mal prepa- su potencial humano"9. Aperentemente, el dominio militar está en de-
radas y en la que se encuentran marginadas. la pobreza relativa es clive. Sin embargo, en 1993, existían aún más de cincuenta regímenes
una noción mucho más esquiva que la miseria absoluta; algunos di- militares en distintas partes del ~undo. Según Amnistía Internacional,
cen que toda pobreza es relativa, es decir, dan una definición elástica
8 Marilyn French, Ibe War Against Women, Londres, Penguin, 1992.[Trad. esp.: La
guerm contra las mujeres, Barcelona, Plaza &Janés, 1992,]
7 Paul Ekins, A New World Order, Londres, Rout!edge, 1992. 9 Ekins, A New World Order, pág, 1.

104 105

1
había gente encarcelada por motivos de conciencia --exclusivamente Junto a cada una de estas dimensiones -y en relación con cada
por su religión) su idioma o su origen étnico-- en más de ochenta pa- uno de los cuatro entornos de riesgo-, la pregunta que debe hacer
íses de todo el mundo. el radicalismo político es: ¿qué formas sociopolíticas alternativas ten-
Esta categoría mantiene una estrecha relación con las anteriores. drían posibilidades de existir' Voy a elaborar casi todo el resto del
La guerra fría permitió el mantenimiento de un diálogo hipócrita de presente libro en tomo a las respuestas que sugiero en mi segundo
"derechos democráticos" en un periodo durante el que dicho con- esquema.
cepto, en gran parte, se vació y se transformó en un pretexto para los
intereses estratégicos de las superpotencias. Sucesivos gobiernos nor- (Capitalismo) Economía Naturaleza (Industríalismo)
teamericanos dejaron claro que no tolerarían regímenes considerados post-escasez humanizada
inc?mpatibles con los intereses. de Estados Unidos y contribuyeron
(Vigilancia) Democracia Poder (Medios de violencia)
activ~mente a desestabilizar otros que no parecían conformes a di- negociado
dialogante
chos intereses. La Unión Soviética proclamó su apoyo a la "democra-
cia" en voz tan alta como su oponente; al mismo tiempo) llevó ade-
lante políticas regidas, sobre todo, por preocupaciones geopolíticas. (1) La noción de una economía post-escasez) al menos en cierta
. La desaparición de la guerra fría ha servido para dejar claro que versión, fue una idea fundamental en algunas versiones del mar-
existen factores estructurales básicos en la sociedad mundial que con- xismo. Los interesados en impulsar la opción económica más "rea-
tribuyen a impedir los derechos democráticos. La represión de la de- lista" del control directivo de la economía la despreciaron por consi-
mocracia no era un fenómeno exclusivo de la guerra fría o del autori- derarla utópica. Ahora, las cosas han cambiado por completo. La idea
tarismo político. Mucha gente es "incapaz de desarrollar ni siquiera de someter la vida económica a una dirección central ha perdido sus
una pequeña parte de su potencial humano" debido a la pobreza que credenciales de radicalismo. Por el contrario, la idea de una econo-
· s~ les impone o al carácter restrictivo de las circunstancias en las que mía post-escasez, como intentaré mostrar en un capítulo posterior) ha
viven. dejado de ser totalmente utópica. Como las demás posibilidades polí-
Las cuatro series de "males" mundiales que hemos destacado ha- ticas aquí descritas, se puede abordar con una actitud de realismo
cen referencia a distintas dimensiones institucionales de la civiliza- utópico; posee rasgos de utopía) pero no es poco realista porque co-
ción moderna, como indica mi primer esquema. rresponde a tendencias observables.
La idea marxista de una sociedad post-escasez era la visión de
una era de abundancia universal) en la que la escasez desaparecería
(Capitalismo) Polarización Amenazas (Industrialismo)
económica ecológicas
por completo. En este sentido, desde luego, es puramente utópica y
no ofrece ningún asidero en una situación mundial en la que lo nece-
(Vigilancia) Negación de Amenaza de (Medios de violencia) sario es la conservación de los recursos, y no su desarrollo ilimitado.
los derechos guerra a Tal como lo empleo aquí, el concepto de post-escasez significa algo
democráticos gran escala distinto; se refiere a una situación o) para ser más exactos, a un con-
junto de situaciones donde el crecimiento económico deja de tener
. _Ladifusión mundial de la modernidad, como destacó siempre la una importancia abrumadora.
1zqu1erda (y ahora la izquierda y la derecha están de acuerdo en ello) La post-escasez no significa la ausencia de escasez; siempre ha-
se vio impulsada) en gran parte, por el dinamismo de la empresa ca- brá, en cualquier caso, bienes "de posición". Las tendencias hacia una
pitalista. Sin embargo, el mundo moderno no es sólo capitalista; po- economía de post-escasez surgen cuando se cree que los procesos de
see otras dimensiones estructurales) como he intentado demostrar en acumulación amenazan o destruyen modos de vida valiosos; cuando
otras obras. Entre dichas dimensiones está el industrialismo, como la acumulación se vuelve manifiestamente contraproducente para sí
modo de producción que rige nuestra relación cambiante con la natu- misma, es decir, cuando hay un "exceso de desarrollo" que produce
raleza material; el control del poder militar y los medios de violencia, consecuencias económicas) sociales o culturales inferiores a las de-
y el control de la información, o vigilancia, como forma de generar seables; y cuando, en las áreas de la política de la vida, los individuos
poder administratívo. o los grupos toman decisiones sobre modos de vida que limitan o

106 107
van activamente en contra de la obtención de los máximos benefi- corno las armas químicas) pueden producir contaminación masiva.
cios económicos. Y ¿quién sabe lo que podrían acarrear otros diez, veinte o cien años
El intento de contrarrestar la desigualdad económica ha estado de desarrollo de nuevas armas?
estrechamente unido, en las sociedades desarrolladas, al ascenso del Sí la violencia significa el uso de la fuerza física para obtener
estado de bienestar, la principal preocupación de un socialismo a la nuestros fines, se trata indudablemente de algo cotidiano, no algo
defensiva. En el siguiente capítulo voy a ocuparme de aspectos de la vinculado sólo al poder bélico militar. Una teoría política y normativa
desigualdad en el contexto de los problemas del sistema de bienestar. de la violencia no puede ocuparse exclusivamente de la paz, o, por lo
No obstante, a mí juicio, dicho examen no puede realizarse de forma menos, debe generalizar más allá de una situación hipotética de au-
aislada respecto a los problemas más generales de la pobreza mun- sencia de guerra. En el mundo de hoy, intentaré demostrar, existe
dial. una nueva relación entre la violencia, por un lado, y la posibilidad de
comunicación dialogante, por otro; y dicha relación se aplica, en
(2) La humanización de la naturaleza comprende la ecología, principio, a todas las formas de violencia, desde la violencia domés-
pero es preciso abordar las cuestiones ecológicas de la manera indi- tica hasta la guerra.
cada por el análisis de la destradícionalízación. La naturaleza ha lle-
gado a su fin de forma paralela a la tradición. No se puede fijar exac- ( 4) ¿Podría existir un orden social libre de violencia? La idea, por
tamente en qué punto la desnaturalización de la naturaleza terminó supuesto, es utópica. Pero la posibilidad de disminuir verdadera-
con nuestro "entorno natural"; pero, en algún momento del siglo pa- mente sus niveles, en áreas sociales que van desde el derecho perso-
sado, se rompió e invirtió la antigua relación entre los seres humanos nal hasta lo más universal, es bastante realista y, corno en ótras áreas
Y aquélla. En vez de preocupamos, sobre todo, por lo que la natura- de riesgos de grandes consecuencias, es necesaria si pretendemos
leza puede hacernos, ahora tenemos que preocuparnos por lo que le que la humanidad sobreviva al peligroso periodo que se cierne sobre
hemos hecho a ella. ella. El anverso del uso de la fuerza es el poder negociado, un fenó-
Abordar el problema de la humanización de la naturaleza sígní- meno que se acerca a la democracia. La democratización está unida a
fica empezar por la existencia de la "naturaleza plástica", la natura- las posibilidades de vigilancia de los estados y otras organizaciones
leza incorporada en un orden post-tradicional. Raramente se pueden en el mundo moderno; la cuarta dimensión de las instituciones mo-
tomar decisiones sobre qué conservar o qué intentar recuperar me- dernas mencionadas anteriormente. En el próximo capítulo voy a de-
diante referencia a lo que existe independientemente de los seres hu- dicarme a la cuestión de la democracia, sus formas y posibilidades.
manos. Los problemas del agotamiento de los recursos y el daño me-
dioambiental se pueden analizar, a veces, teniendo en cuenta hasta
qué punto se alejan de los ciclos naturales'de regeneración. No obs-
tante, en otros aspectos -en relación con la tradición y la natura-
leza-, la conservación (o la renovación y reconstrucción) tiene que
abordar el problema de cómo adaptarse al pasado e interpretarlo en
relación con diversos futuros proyectados.

(3) Actualmente, la guerra a gran escala amenaza el medio am-


biente de una forma tan devastadora como otras formas más pacíficas
de tecnología. No siempre fue así; ahora existe una conexión entre la
industrialización y la guerra. Las tecnologías industriales de arma-
mento son capaces de destruir vastas áreas de territorio o contaminar
la atmósfera de toda la tierra. Incluso un intercambio nuclear limitado
podría crear las condiciones para un "invierno nuclear"; como ocurre
con otros riesgos de gra.ndes consecuencias, nadie sabe exactamente
qué probabilidad hay de ello. Otras formas de armamento industrial,

108 109
CAPÍTULO !V

Dos teorías de la democratización

LA POPULARIDAD DE LA DEMOCRACIA

¡De pronto, todo el mundo ha descubierto la democracia! La pa-


sión por el gobierno democrático ha sido siempre un signo distintivo
de las filosofías políticas liberales, pero el viejo conservadurismo y el
socialismo revolucionario siempre se mantuvieron a distancia. Sin
embargo, hoy, ¿existe algún pensador político que no sea, en uno u
otro sentido, un demócrata?
Incluso aquellos que, como algunos autores neoliberales, tienen
dudas sobre la eficacia de las instituciones democráticas formales, se
han convertido en defensores de la democratización. Para ellos, el
mercado democratiza lo que la política democrática no puede abarcar.
Además, el entusiasmo universal por la democracia no se limita al
plano teórico. En los primeros años 90 hubo movimientos en numero-
sos países de todo el mundo para intentar sustituir los gobiernos auto-
ritarios o los regímenes de partido único por un sistema plurípartidista.
Por ejemylo, a lo largo del periodo entre 1989 y mediados de 1993, y
sólo en Africa, más de ve-íhte países se propusieron introducir regíme-
nes constitucionales e instituciones parlamentarias democráticas.
¿Por qué la democracia ha adquirido una popularidad más o me-
nos universal? ¿Cuál es la mejor forma de interpretar el concepto de
democracia? ¿Cuáles son sus perspectivas de desarrollo en el futuro,
desde el punto de vista del realismo utópico'
La primera de estas preguntas se puede abordar de dos formas
opuestas. Una es la que denominaré el enfoque ortodoxo, la opinión
de Francis Fukuyama aunque, desde luego, no es exclusiva de él. La
concepción ortodoxa de democratización considera que la desapari-
ción de alternativas históricas es una virtud o, en el caso de Fuku-

111
yama, incluso hace una defensa filosófica de ella. La democracia se liberales de Occidente. Lo mismo ocurre con los países del Tercer
ha hecho hoy universalmente popular sencillamente porque es el me- Mundo. ¿Serán capaces de mantenerse en la vía -una "vía" que ha
jor sistema político que puede tener la humanidad. Y la mayoría de dejado de conducir al socialismo- que las democracias occidentales
las naciones y los pueblos lo ve así. El fascismo fracasó hace mucho ya han recorrido? Porque, como siempre les gustó decir a los marxis-
tiempo, el comunismo ya no existe y el poder militar no puede pro- tas acerca del socialismo, las alternativas no son más que la democra-
ducir un gobierno eficaz. La democracia liberal, unida al capitalismo cia liberal, con el capitalismo, o el estancamiento.
en la esfera económica, es todo lo que queda; algunos se muestran La versión que da Fukuyama de esta opinión posee una audacia
entusiastas ante esta situación, otros (como Fukuyama) la aceptan y una envergadura de la que caracen sus rivales. Para Fukuyama, la
sólo con cierta resignación. democracia liberal marca el "punto final de la evolución ideológica
La opinión ortodoxa no es nueva. "Dos hurras por la democra- de la humanidad" y la "forma definitiva de gobierno humano".
cia" decía de manera poco sutil E. M. Forster; este entusiasmo, no
muy ferviente, por la democracia adquirió sólida forma sociológica Desde América Latina hasta Europa del Este, desde la Unión
gracias a Max Weber, ya a principios de siglo. Weber estaba influido Soviética hasta Oriente Medio y Asia, los gobiernos autoritarios
por la crítica de la democracia y la producción capitalista procedente han ido fracasando durante las dos últimas décadas. Y, aunque no
del viejo conservadurismo, aunque no la aceptaba. La democracia en todos los casos han dejado paso a democracias liberales esta-
bles, ésta sigue siendo la única aspiración política coherente que
permite a las poblaciones votar para decidir quién debe gobernar y,
es común a distintas regiones y culturas de todo el mundo 1 .
en ciertas condiciones 1 puede ayudar a crear buenos dirigentes políti-
cos. Permite cierto grado de elección, algo que, por definición, no
¿Por qué se han debilitado los estados fuertes' El autoritarismo,
hace un sistema de partido único; y lo mismo ocurre con los merca- tanto de izquierdas como de derechas, ha fracasado, a juicio de Fuku-
dos capitalistas en comparación con una economía socializada. Dicho yama, porque no pudo desarrollar una legitimación satisfactoria de su
esto, para Weber, la democracia es algo aburrido y la sociedad bur- propio poder. Tales regímenes no poseen una reserva de buena vo-
guesa, poco heroica y mediocre.
luntad que acuda en su auxilio durante periodos difíciles; no tienen la
La mayoría de quienes adoptan el enfoque ortodoxo se han libe-
flexibilidad de las democracias liberales. Una característica notable
rado hace largo tiempo de los valores aristocráticos de coraje y aven- del declive del gobierno autoritario en la época actual es la ausencia
tura que teñían la apreciación cualificada de la democracia que hacía de baños de sangre en las transiciones que ha habido, especialmente
Weber. Lo que distingue hoy la descripción ortodoxa es que acaba de en las del Este de Europa. Esta "retirada voluntaria del poder", aunque
volverse ortodoxa, con la desintegración del comunismo; y que sirve normalmente provocada por situaciones críticas concretas, "fue posi-
para ayudar a explicar esa desintegración.
ble, en definitiva, por una convicción cada vez mayor de que la demo-
Se trata de una descripción que podría definirse como una teoría
cracia era la única fuente legítima de autoridad en el mundo mo-
de actualización de la democracia. Las revoluciones en Europa del
derno". La impotencia económica de la Unión Soviética no.hizo más
Este ocurrieron, según la opinión general 1 porque el comunismo se
que denunciar su debilidad más fundamental, esa falta de legitimidad.
hizo inaceptablemente autoritario y resultó claramente ineficaz desde A diferencia de otros autores, que han visto tensiones entre el li-
el punto de vista económico. No necesitó ningún ataque del exterior, beralismo y la democracia, Fukuyama opina que los dos componen-
sino que se derrumbó, en gran medida, desde dentro. Aunque otras tes de la democracia liberal deben ir estrechamente unidos. El libera-
rebeliones anteriores contra la autocracia comunista en el Este de Eu-
lismo es el imperio de la ley, el reconocimiento de los derechos de
ropa habían fracasado 1 en esta ocasión los movimientos de oposición expresión y el derecho a poseer propiedades. La democracia es el de-
tuvieron éxito (mucho más éxito del que ellos mismos o ningún otro
recho de todos los ciudadanos a votar y constituir asociaciones políti-
habían previsto) porque el sistema, en su conjunto, había alcanzado cas. Este derecho puede verse como uno más entre otros derechos li-
un nivel de deterioro muy avanzado. El Este de Europa necesitaba
ponerse al nivel de Occidente y ahora, al menos, tiene la oportunidad
de hacerlo. La única cuestión que queda, según la opinión ortodoxa
1 Esta cita y las siguientes proceden de Francis Fukuyama, The End of history and
-aunque es una cuestión grave y difícil- es cuándo y si las antiguas
tbe !astMan, Londres, Hamilton, 1992, págs. xiii, 21, 43,200,206,332,283. [Trad. esp.:
sociedades comunistas podrán ponerse a la altura de las democracias E/fin de fa historia y el último hombre, Barcelona, Planeta-Agostini, 1994.l

112 113
berales --en realidad, el más importante-, de ahí el nexo entre libe- los valores democráticos y de tolerancia. El relativismo no es un
ralismo y democracia. Sin embargo, la democracia propiamente no arma que pueda apuntarse, de forma selectiva, contra los enemi-
gos escogidos. Dispara indiscriminadamente y alcanza no sólo las
puede definirse más que como procedimiento; no se puede hacer piernas de los "absolutismos", dogmas y certezas de la tradición
sustantiva como intentaron los estados comunistas. Un estado es de- occidental, sino también su énfasis en la tolerancia, la diversidad y
mocrático "si concede a su pueblo el derecho a escoger su propio go- la libertad de pensamiento.
bierno a través de elecciones periódicas, multipartidistas y de voto se-
creto, basadas en el sufragio universal e igual de los adultos". Se piense lo que se piense de la "lucha por el reconocimiento",
Del mismo modo, existe una relación estrecha y evidente entre la obra de Fukuyama se distingue en un aspecto importante de las in-
la democracia liberal y el capitalismo. Y no se trata, como afirman los terpretaciones neoliberales sobre el predominio de la democracia y el
neoliberales, de una coneXÍón económica. Aquí, en palabras de Fu- capitalismo. Porque no supone que el individualismo económico sea
kuyama, debemos volver a Hegel. El avance universal de la democra- la conexión entre ambos. No es la búsqueda del propio interés en los
cia liberal está vinculado a la comprensión de la historia como "una mercados competitivos lo que provoca la difusión de la democracia;
lucha por el reconocimiento". Si bien el deseo de reconocimiento la democratización tiene, en gran parte, orígenes independientes, re-
atraviesa diversas vicisitudes, en la época burguesa se incorpora a las lacionados con el deseo de autonomía y respeto. Ésta es una opinión
creencias liberales, como reconocimiento de que cada individuo tie- con la que voy a mostrarme de acuerdo; pero, en otros aspectos, los
ne el derecho a vivir con autonomía y dignidad. Combinada con el juicios de Fukuyama tienen graves inconvenientes.
capitalismo, la democracia liberal crea gran abundancia material; El capitalismo está vinculado a la democracia, para Fukuyama,
pero lo que impulsa la democratización no es la riqueza sino "el obje- porque permite una autonomía material que hace posible la generali-
tivo, totalmente inmaterial, del reconocimiento de nuestra libertad". zación del respeto mutuo. Sin embargo, la postura de Fukuyama pre-
La democracia liberal "reconoce" a todos los seres humanos "conce- supone lo que denomina la "acumulación sin fin". Pero ¿no tiene la
diendo y protegiendo sus derechos". La democracia liberal y el capita- "acumulación sin fin" sus propias contradicciones, tan graves, o quizá
lismo están unidos entre sí porque el desarrollo económico favorece más, que las de la democracia liberal? Las reflexiones ecológicas no
las condiciones de la autonomía individual. El crecimiento econó- tienen sitio en el examen de Fukuyama; todo lo que dice es que el ca-
mico, impulsado por la ciencia y la tecnología, exige un sistema edu- pitalismo no ha destruido el medio ambiente tanto como el comu-
cativo desarrollado; y la educación universal libera "cierta exigencia nismo.
de reconocimiento que no existía entre gentes más pobres y menos Además, no es fácil deducir de la teoría de Fukuyama por qué la
educadas". democratización se ha acelerado tanto en los últimos tiempos. Los
¿Hasta qué punto será satisfactorio vivir en este universo social procesos de los que habla transcurren, en su mayoria, a largo plazo;
de democracia liberal triunfante? Fukuyama llega a una conclusión re- somos herederos de las "revoluciones burguesas comenzadas hace
miniscente de Weber y, como él, se apoya en Nietzsche. Para este úl- más de cuatrocientos años". ¿Por qué, entonces, le ha costado tanto al
timo, el valor, el heroísmo, la nobleza, incluso la virtud, pueden con- mundo comprenderlo? La única respuesta que ofrece Fukuyama) e in-
seguirse sólo en sociedades aristocráticas. La sociedad burguesa sig- cluso proponen otros defensores de la opinión ortodoxa, es que hubo
nifica el imperio de la mediocridad; hay algo más que un eco del distracciones por el camino. Hasta hace poco, se prestaba demasiada
viejo conservadurismo en lo que afirma Fukuyama. Además muestra atención a otras alternativas históricas falsas. El viejo conservaduris-
cierta semejanza con críticos conservadores que han hablado más re- mo intentó detener el desarrollo de la sociedad burguesa, mientras
cientemente del relativismo moral. Tal vez no exista nada más allá de que el comunismo quiso trascenderla antes de que hubiera despe-
la democracia liberal, pero este orden produce sus propios proble- gado totalmente del suelo. La democratización rápida y generalizada
mas y tiene sus fragilidades internas: tuvo que esperar a la eliminación de estas señales intermitentes.
Esta explicación parece poco firme. Lo mismo ocurre con la .in-
El pensamiento moderno no alza barreras ante una futura gue- terpretación que hace Fukuyama de las penalidades a las que la de-
rra nihilista contra la democracia liberal por parte de quienes han
crecido en su seno. El relativismo -la doctrina que sostiene que mocracia liberal se va a ver probablemente sometida. El problema del
todos los valores son meramente relativos y que ataca todas las relativismo de los valores es muy real; pero Fukuyama no describe
"perspectivas privilegiadas"- debe acabar perjudicando también sus implicaciones, ni filosófica ni sociológicamente. ¿Es el relativismo

114 115
de valores producto de la democracia liberal, como afüma, o es más Los procesos actuales de democratización, a mi juicio, deben in-
el resultado de la expansión de los mercados capitalistas? Porque, terpretarse teniendo en cuenta los cambios sociales que he descrito
como subrayan los neoliberales, la economía capitalista no respeta en el capítulo anterior. Piénsese, en primer lugar, en todas las trans-
morales ni valores, excepto los que son intrínsecos del contrato. formaciones de Europa del Este. Desde luego, tuvieron un origen
La cuestión del nihilismo a la que alude Fukuyama, como la de la complejo y sólo quiero comentar ciertos aspectos. Como han adver-
"acumulación sin fin", podría ser más alarmante de lo que cree. Si los tido muchos observadores (incluido Fukuyama), en algunos aspectos
críticos neoconservadores del relativismo tienen razón, la destrucción esenciales, los sucesos de 1989 no se parecieron a anteriores revolu-
de las virtudes tradicionales lleva a un deterioro fundamental y quizá ciones del siglo XX, y no sólo porque se desarrollaran en contra del
irreparable de la solidaridad social. Fukuyama habla, sobre todo, de socialismo, y no a su favor. No los dirigieron partidos revolucionarios
la desaparición de los valores de heroísmo y lucha viril, que Weber organizados, fueron pacíficos, en su mayoría, y el poder del estado,
también admiraba. Sin embargo, la amenaza al orden social que re- como si dijéramos, se deshizo, más que ser directamente derribado.
presentan los aventureros frustrados y aburridos es seguramente mu- Se ha destacado frecuentemente la influencia de la comunicación
cho menor que la de un hedonismo creciente o la búsqueda compul- electrónica en los cambios de 19892 . La sucesión de hechos que ocu-
siva y amargada del éxito material. rrieron, pasando rápidamente de uno a otro país, seguramente no ha-
Las dificultades a las que, según Fukuyama, está sometida la de- bría sido así sin la instantaneidad otorgada por la radio y, sobre todo,
mocracia liberal parecen encontrarse sobre todo, a su juicio, por de- la televisión, dada la capacidad de este medio para dar forma visual
lante, en algún momento del futuro, una vez que la democratización espectacular a sucesos aislados que, en caso contrario, sólo habrían
se haya desarrollado más plenamente en todo el mundo. No obs- podido entenderse de manera abstracta. Sin embargo, la comunica-
tante, los gobiernos democráticos parecen atravesar dificultades en ción electrónica instantánea no es más que un aspecto y una gran
casi todas partes, por ahora. En muchas democracias liberales, vemos influencia de los procesos generales de universalización. Y es la uni-
lo que, en definitiva, es una enajenación a gran escala o, como mí- versalización, con sus transformaciones concomitantes de la vida coti-
niino, una indiferencia respecto a las instituciones políticas. Las prefe- diana, lo que, sin duda, se encuentra bajo las presiones hacia la de-
rencias de los votantes en la mayoría de los países occidentales se mocratización en el momento actual.
han vuelto inestables. Mucha gente piensa que lo que ocurre en la La "debilidad de los estados fuertes" de la que habla Fukuyama
política de partidos tiene poco que ver con los problemas o las opor- no estuvo presente en las sociedades comunistas desde el principio,
tunidades de sus vidas. El descontento con el liderazgo político está sino que surgió debido a las condiciones cambiantes en el entorno
tan extendido que ha pasado a ser algo más que un fenómeno casual más general de la sociedad mundial. Hoy en día, la expansión de la
relacionado con una generación concreta de dirigentes. Además, capacidad social de reflexión y la destradicionalización impulsan los
pese al hecho de que las normas de la democracia liberal pueden ha- procesos de democratización. A medida que avanza la reflexividad,
cerse universales, ella permanece, en realidad, limitada a la nación puede verse que la "debilidad de los estados fuertes" tiene poco que
estado. Esta paradoja, destacada por Kant hace mucho tiempo, es aún ver específicamente con esos estados fuertes. Los procesos de trans-
más aguda de lo que solía debido a la nueva dialéctica de la uni- formación global y local afectan a todos los estados; no por ello los
versalización. debilitan forzosamente de manera unilateral, pero sí alteran la situa-
ción del terreno político formal.
Muchos de los cambios más importantes que influyen actual-
UNA OPINIÓN ALTERNATIVA mente en las vidas de la gente no se originan en la esfera política for-
mal, y ésta puede abordarlos sólo en parte. Se trata de un tema cru-
Todos estos factores son una buena razón para mostrarse escép- cial para el presente libro. Dichas transformaciones configuran las
ticos ante la opinión de Fukuyama y la descripción ortodoxa de la de- revoluciones de nuestra época de las que hablaba en el capítulo an-
mocratización, en general. Quiero proponer una interpretación dife-
rente que ofrecerá, confío, una explicación más convincente de por
qué se está generalizando la democracia liberal y por qué, al mismo 2 Deirdre Boden, "Reinventing the global village", en Anthony Giddens, Human
tiempo, está sometida a presiones. Socíeties, Cambridge, Polity, 1992.

116 117
terior; exigen y, en parte, representan los procesos de democratiza- organice, la democracia representativa significa el gobierno de gru-
ción, pero tales influencias y presiones democratizadoras atraviesan pos distantes del votante ordinario y a menudo está dominada por los
el ruedo político y desestabilizan el sistema democrático liberal en la intereses particulares de los partidos.
misma medida en que lo refuerzan. A mi juicio, estos problemas endémicos no justifican las dificulta-
Parte del atractivo de las instituciones democráticas liberales re- des de la democracia liberal en el momento presente, porque su apa-
side en que permiten a individuos y grupos liberarse de la esfera polí- rición como único juego en la ciudad coincide con su condición de
tica, más que en el hecho de que creen condiciones generales de le- enferma incluso en las sociedades donde está más firmemente esta-
gitimidad. Por un lado, gran parte de la población está mejor infor- blecida. Tampoco ofrecen grandes pistas sobre cómo continuar im-
mada sobre el terreno político que anteriormente, desde el punto de pulsando la democratización; los conocidos debates que enfrentan la
vista de la reflexión; por otro, el terreno se convierte, para ellos, en participación y la representación ofrecen escasos apoyos.
uno más entre múltiples puntos de referencia, locales y más genera- Debemos mirar en otra dirección, hacia lo que he denominado
les, eri un orden universalizador y cosmopolita. Esta situación afecta democracia dialogante. La democratización dialogante no es una ex-
de manera esencial a los sistemas democráticos liberales y, más en tensión ní un complemento de la democracia liberal; pero, a medida
general, al estado,. Sin embargo, ello no quiere decir que la "debili- que avanza) crea formas de intercambio social que pueden contribuir
dad de los estados" se convierta en su fuerza, invirtiendo el teorema de forma sustancial, quizá hasta decisiva, a la reconstrucción de la so-
de Fukuyama: es decir, que el estado "más fuerte" es un "estado mí- lidaridad social. La democracia dialogante no es, ante todo, cuestión
nimo" tal como lo describe la teoría neoliberal. Nos encontramos en ni de la proliferación de derechos ni de la representación de intereses.
el terreno de la política generativa, que necesita la referencia a una Más bien, se ocupa del fomento del cosmopolitismo cultural y es un
valoración más amplia de los rasgos democratizadores que la que cimiento fundamental de la relación entre autonomía y solidaridad de
existe cuando la democracia significa solamente democracia liberal. la que he hablado anteriormente.
La democracia dialogante no se centra en el estado sino que,
PARTICIPACIÓN, REPRESENTACIÓN, DIÁLOGO
como voy a explicar, se refleja en él en un aspecto importante. Si-
tuada en el contexto de la universalización y la capacidad social de
Estoy dispuesto a aceptar, con Weber y Bobbio, que la democra- reflexión, la democracia dialogante estimula la democratización de la
cia liberal es esencialmente un sistema de representación. Es una democracia en la esfera de la forma democrática liberal de gobierno.
forma de gobierno caracterizada por elecciones periódicas, sufragio
universal, libertad de opinión y el derecho universal a presentarse
como candidatos a cargos o formar asociaciones políticas. En esta de- ¿QUÉ ES DEMOCRACIA?
finición, la democracia suele interpretarse en relación con el plura-
lismo y la expresión de intereses diversos. Un punto de partida para el examen de estas cuestiones es el
Quienes lanzan dos hurras por la democracia liberal tienen moti- que ofrece lo que algunos han empezado a llamar recientemente "de-
vos considerables para hacerlo. La tendencia a la universalización de mocracia deliberativa", en claro contraste con la democracia liberal.
la democracia liberal es indiscutiblemente importante cuando se sitúa Ésta consiste en una serie de instituciones representativas, regidas por
en el contexto del declive aparente de los regímenes autoritarios o to- ciertos valores; la democracia deliberativa es una forma de obtener o
talitarios. Pero las limitaciones de los sistemas democráticos liberales intentar obtener acuerdos sobre programas en el campo de la polí-
son ya suficientemente conocidas y tanto conservadores como socia- tica. Por ejemplo, el ideal deliberativo, según David Miller, "parte de
listas se han apropiado con frecuencia de ellas. Como quiera que se la premisa de que las preferencias políticas van a estar en conflicto y
que el propósito de las instituciones democráticas debe ser el de re-
solver dicho conflicto". Para que esa resolución sea democrática, afir-
3- David Held, "Democracy: from city-states to a cosmopolitan order?", en Held, ma, de acuerdo con Jürgen Habermas, debe producirse "a través de
Prospectsfor Democracy, Political Studies Special Issue, vol. 40, 1992, pág. 17. Véase una discusión abierta y sin coacciones sobre el problema en cuestión,
también David Held, ModeL, o/ Democracy, Cambridge, Polity, 1987. Estoy en deuda
con el trabajo de Held por lo que sigue. [Trad. esp.: Modelos de democracia, Madrid, con el fin de alcanzar un acuerdo". No es necesario que se llegue a
Alianza, 1993.) dicho acuerdo directamente a través de la discusión. Se puede sorne-

118 119
ter a voto; lo importante es que los participantes alcancen una opi- cuando una población posee hábitos o costumbres relativamente es-
nión basándose en lo que han dicho y oído. tables y locales, la legimitidad política puede depender, en parte, del
Miller distingue la concepción deliberativa de la democracia de simbolismo tradicional. Nadie se preocupa excesivamente por lo que
la "epistémica" que, a veces, se atribuye a Condorcet y Rousseau, en- ocurre en la trastienda. Las protecciones de todo tipo e incluso la co-
tre otros. La visión epistémica de la democracia afirma la existencia rrupción descarada pueden no sólo sobrevivir sino convertirse, den-
de una voluntad general y supone que los procedimientos democráti- tro del liderazgo político, en la manera aceptada de actuar. Por ejem-
cos pueden cumplirla, es decir, considera que se puede dar una res- plo, puede ser posible apropiarse de impuestos y otros recursos em-
puesta acertada o válida a las preguntas que se plantea la comunidad pleados por la maquinaria del gobierno o el estado sin demasiadas
política. A juicio de los defensores de la democracia deliberativa, esta justificaciones públicas de adónde va el dinero.
teoría establece unas expectativas imposibles de cumplir para las ins- Los parlamentos y las asambleas en un sistema democrático libe-
tituciones democráticas. El enfoque deliberativo acepta que existen ral deben ser, se supone, los espacios públicos en los que se logren
muchas preguntas que no tienen una sola respuesta acertada o en las acuerdos sobre asuntos políticos. Sin embargo, es muy variable hasta
que las soluciones están sujetas a controversia. En la democracia deli- qué punto están abiertos, como si dijéramos, a la "inspección" del pú-
berativa, se puede obtener un acuerdo por diversos medios. Los par- blico. Pueden acabar dominados por las luchas entre facciones parti-
ticipantes pueden acordar una norma o serie de normas que rijan la distas o convertirse en sociedades de debate esencialmente privadas,
valoración de decisiones políticas concretas; o quizá se ponen de La democratización deliberativa significaría una mayor transparencia
acuerdo sobre un procedimiento que pueda aplicarse a los casos con- en muchas áreas de gobierno; una de ellas, y no la menos impor-
trovertidos. "Lo importante en la concepción deliberativa es cómo un tante, la de la creación de recursos.
proceso de discusión abierta, en el que se oigan todos los puntos de La concepción de democracia deliberativa de Miller se limita al
vista. puede dar legitimidad al resultado cuando se ve que éste refleja terreno político formal. Sin embargo, necesitamos hoy tener en cuen-
la discusión previa, y no la deliberación como un procedimiento de ta la posibilidad de órdenes mucho más amplios de democratización
descubrimiento en busca de una respuesta acertada"4. real y posible. Dichos órdenes incluyen dos áreas de transformación
En esta concepción, la democracia no se define porque todos que se entrec1uzan y en las que nuestras vidas actuales se están alte-
participen o no en ella, sino por las deliberaciones públicas sobre las rando de forma fundamental: la vida cotidiana, por un lado, y los sis-
cuestiones políticas. En un sistema representativo, las condiciones de temas universalizadores, por otro. Al investigar la democratización en
· 1a democracia deliberativa podrían satisfacerse garantizando la visibi- estos campos merece la pena recordar la asociación convencional de
lidad de lo que hacen los representantes electos. Los procedimientos la democracia con las asambleas deliberativas; pero lo más impor-
electorales normales servirían para apoyar la posibilidad de destitu- tante es el aspecto de estar abierto a la deliberación, más que el sitio
ción si los miembros del público, en general, se opusieran al hecho o donde se produzca. Por ello hablo de la democracia como la amplia-
a la forma de detenninados acuerdos o a las políticas ejecutadas ción (real y posible) de la democracia dialogante, una situación en la
como consecuencia de ellos. que existe una autonomía de comunicación desarrollada, y en la que
Este enfoque tiene algunas repercusiones importantes en la de- dicha comunicación constituye un diálogo mediante el cual adquie-
mocratización de la democracia. En un orden social cada vez más re- ren forma las políticas y las actuaciones.
flexivo, en el que la gente tiene libertad para ignorar la política La democracia dialogante no es lo mismo que una situación de
cuando lo desea, la legitimidad política no va a mantenerse simple- habla ideal. En primer lugar, la democratización dialogante no está
mente porque exista un aparato democrático de votaciones, repre- vinculada a un teorema filosófico trascendental. No coincido con Ha-
sentación y parlamentos. Para crear y conservar esa legitimidad, es bermas en la hipótesis de que dicha democratización está más o me-
probable que los principios de la democracia deliberativa tengan nos implícita en el propio acto de habla o diálogo. Por el contrario, el
cada vez más importancia. En condiciones de modernización sencilla, potencial de la democracia dialogante está en la difusión de la capaci-
dad social de reflexión como requisito de las actividades cotidianas y
la persistencia de formas más amplias de organización colectiva. Se-
4 Citas extraídas de David Miller, "Dcliberative democracy and public choice", en gundo, la democracia· dialogante no está necesariamente orientada a
Held, Prospectsfor Democracy, págs. 55, 57. lograr un consenso. Como afirman los teóricos de la democracia deli-

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beratíva 1 las cuestiones más "polítícas", dentro y fuera de la esfera po- más importante, la innovación tecnológica estimulada por el desarro-
lítica formal, son precisamente las que tienen probabilidades de que llo capitalista altera aspectos básicos de la vida social; los propios
nadie se oponga a ellas. La democracia dialogante supone sólo que el mercados no ofrecen ninguna pista sobre cómo abordarlos o af~on-
diálogo en un espacio público ofrece un medio de vivir junto al otro tarlos. En ciertos aspectos, la democracia liberal, unida al estado de
en una relación de tolerancia mutua, sea ese "otro" un individuo o bienestar, contribuye a dichas incapacidades en lugar de mitigarlas.
una comunidad mundial de creyentes religiosos.
Por consiguiente la democracia dialogante se encuentra frente a
1

los fundamentalismos de todo tipo; de ahí, en gran parte, su impor- DEMOCRACIAS DIALOGANTES
tancia dentro de un orden social de reflexividad desarrollada. Ello' no
quiere decir que las divisiones o los conflictos se puedan superar me- Fuera de la esfera política formal, hoy puede verse avanzar la de-
diante el diálogo, ni mucho menos. Ni tampoco que, en cualquier sis- mocracia dialogante en cuatro áreas relacionadas; lo que ocurre en
tema o relación, el diálogo deba ser permanente. El diálogo debe in- cada una de ellas repercute (y con frecuencia crea problemas) en la
terpretarse como la capacidad de crear confianza activa mediante la política ortodoxa. En cada caso, podemos hablar sólo, por el momen-
apreciación de la integridad del otro. La confianza es un medio de or- to, de tendencias democratizadoras, que crean oportunidades para la
denar las relaciones sociales a través del tiempo y el espacio. Sostiene renovación del radicalismo político, pero que están asimismo rodea-
ese "silencio necesario" que permite a los individuos o los grupos se- das de dilemas básicos, dificultades y tendencias en contra.
guir con sus vidas sin dejar de mantener una relación social con otro Primero, está el campo de la vida personal, sometido hoy a tan-
u otros. tos cambios como consecuencia de los motivos ya mencionados. La
La teoría política de la democracia liberal se basa en la idea de ruptura con la tradición y la reflexividad en expansión alteran el ca-
que es preciso mantener una estricta separación entre el estado y la rácter anterior del matrimonio, la sexualidad, la amistad, las rela-
sociedad civil; y el destino del socialismo parecería haber confirmado ciones entre padres e hijos y los lazos de parentesco. En gran parte,
dicha tesis. El socialismo rompió este principio al intentar, como ha aunque con muchas variaciones dependiendo del contexto, estos
explicado Bobbio democratizar demasiado. Si no se mantienen casi
1 cambios, como todos los demás tratados aquí, se reflejan en todo el
todos los aspectos de la vida fuera del terreno político, el estado mundo.
tiende a inmiscuirse en ellos y convertirse en una autocracia. En la vida personal, cuanto más se desarrolla una sociedad post-
Desde luego, mantener separados el estado y la sociedad civil es tradicional, más se da un movimiento hacia lo que puede denomi-
una contribución fundamental de la democracia liberal; como he su- narse la relación pura en las relaciones sexuales, el matrimonio y la
brayado, significa que los individuos pueden ignorar el ruedo político familia. La relación pura debe interpretarse como un tipo ideal en el
cuando quieren. A este respecto, es necesario volver a los procesos sentido sociológico; es un caso reductor hacia el que tienden las rela-
1

interconectados de universalización, capacidad de reflexión y trans- ciones sociales reales, más que una descripción completa de un con-
formación de la vida cotidiana. Aunque ayudan a producir el amplio texto real de actividad. En una relación pura se entra y se sostiene por
movimiento hacia la democracia liberal, no pueden contenerse, de ella misma, por las compensaciones que puede dar la relación con
ningún modo, en la esfera política ortodoxa. El descontento respecto otro u otros.
a las instituciones democráticas liberales crece al mismo tiempo que La acción de fo1mar relaciones puras y garantizar su continuidad
dichas instituciones se generalizan, y por razones muy parecidas. La se basa en una forma inherente de confianza activa. En las diversas
gente se desilusiona de la "política" porque ciertas áreas esenciales de esferas de la vida íntima, llegar a conocer y llevarse bien con el otro
la vida social -algunas de ellas, áreas que son capaces de abarcar depende de una atribución de integridad. La relación se basa en
mediante la reflexión, otras, áreas que constituyen fuentes de ame- quién "es" el otro como persona, y no en un papel social específico
naza- dejan de corresponder a cualquier terreno accesible de autori- ni en lo que "hace" la otra persona en la vida. Por eso el matrim~:mio
dad política. Y el poder del consumidor no sustituye, como suponen solía ser -y, desde luego, sigue siendo en muchos casos prácticos-
los neoliberales, a dicha autoridad ausente. Las necesidades están un engranaje de funciones. Lo que hacían los hombres era distinto de
condicionadas por la mercantilización capitalista en la misma medida lo que hacían las mujeres, de modo que el matrimonio consistía in-
en que influyen en ella a través de las decisiones de mercado. Aún trínsecamente en una división del trabajo. Con frecuencia se trataba

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de un matrimonio arreglado, en vez de iniciado y mantenido por las democracia dialogante. El diálogo, entre individuos que se abordan
personas involucradas. El matrimonio era una especie de estado de la recíprocamente como iguales, es una cualidad de transacción funda-
naturaleza. mental para su reciprocidad. Existen paralelismos notables entre el
Durante el pasado medio siglo, especialmente en los países occi- aspecto de una buena relación, desarrollada en la literatura de terapia
dentales pero, hasta cierto punto, en todo el mundo, el matrimonio se conyugal y sexual, y los mecanismos formales de la democracia polí-
ha transformado de manera fundamental. Es, por lo menos en princi- tica. Ambos se basan en el desarrollo de lo que David Helder deno-
pio, una reunión de iguales, y no una relación patriarcal; es un nexo mina el principío de autonomía. Dentro de una forma más amplia de
emocional, forjado y mantenido sobre la base de la atracción perso- gobierno, o en las relaciones, la persona debe tener la autonomía psi-
nal, la sexualidad y la emoción, y no por razones económicas; y la cológica y material necesaria para entablar una comunicación eficaz
pareja tíene que trabajar activamente para "hacerlo funcionar". con los demás. El diálogo, libre de coacciones y ocupando un ·'es-
Cuanto más tiende el matrimonio hacia una relación pura, más pacio público", es en ambos casos el medí o, no sólo de arreglar las
se convierte precisamente en símbolo público de esa relación. No se disputas sino de crear una atmósfera de tolerancia mutua. Es decir, el
puede decir que entonces se vuelva insignificante, porque su carácter propio marco del sistema democrático -o de la relación- está
simbólico puede tener importancia social y posee una forma legal abierto a la discusión "pública".
vinculante. Sin embargo, su ''éxito" depende, cada vez más, de crite- ¿Cómo puede afectar todo esto a la interacción entre padre e
rios que son los mismos en el caso de personas que están juntas pero hijo?; ¿qué pruebas hay de que las relaciones entre padres e hijos tien-
no casadas, es decir, de la compatibilidad dentro del contexto de una den hacia las relaciones puras? Dichas pruebas se hallan en las claras
relación mutuamente satisfactoria. A medida que el matrimonio se va- tendencias a la "autoridad negociada" dentro de la familia; en cierto
cía de su contenido tradicional, la sexualidad se hace "plástica"; es modo, se trata de la tendencia, observada por los autores de dere-
preciso tomar una decisión sobre la sexualidad de cada uno, y la he- chas, hacia la desintegración completa de la autoridad paterna. Esta
terosexualidad (en principio) ya no es una norma predeterminada y última se vuelve post-tradicional: deja de ser algo "dado", un hecho
"natural". La dinámica de las relaciones sexuales con el mismo sexo de vida para padres e hijos, y pasa a ser activamente negociada por
puede diferir en algunos aspectos de las heterosexuales pero, en su ambas partes. El hijo y el padre se abordan mutuamente como iguales
mayor parte, se basa exactamente en los mismos mecanismos emo- implícitos, aunque, en la práctica, el padre tenga mayor autoridad.
cíonaless. Una relación democrática entre padre e hijo consiste en la autori-
Tanto en el matrimonio como en otras áreas de la vida personal, dad pactada frente a los hechos. El padre dice al hijo: si pudieras dis-
el mantenimiento de la relación pura se basa en la "apertura" hacia el cutir nuestra relación conmigo como un adulto, de manera libre y
otro, en la comunicación cognoscitiva y emocional. Los individuos abierta, aceptarías mis motivos para tratarte como lo hago. Esta "falsa
deben "darse" para que la relación vaya adelante; ese darse es, al democracia" puede aplicarse incluso a la situación de un recién na-
mismo tiempo, el medio de movilizar la confianza activa. Para abrirse cido, incapaz de este tipo de comunicación con sus padres. En la me-
al otro, es necesario conocerse. La capacidad de reflexión sobre el yo dida en que contribuye al desarrollo, la democracia de las emociones
--estar en contacto con las propias emociones- es la condición ne- tendría importantes repercusiones en el impulso de la democracia pú-
cesaria para constituir una relación real con el otro. La comunicación blica y formal. Los individuos que poseen una buena comprensión de
emocional, casi por definición, es algo de lo que no hace falta nece- su propia estructura emocional y que son capaces de comunicarse efi-
~ariamente hablar; se vive. Pero la relación pura presupone también, cazmente con los demás en el plano personal estarán bien prepara-
mevitablemente, el diálogo. Se trata de una relación mantenida a Jra- dos, con toda probabilidad, para las tareas más amplias de la ciudada-
vés de la discusión abierta de "problemas políticos", cuestiones de nía. Las habilidades de comunicación desarrolladas en los terrenos de
participación y responsabilidad mutua. la vida personal podrían ser generalizables a contextos más amplios.
Existe, pues, una estrecha conexión entre la relación pura y la El desarrollo de la democracia emocional es una posibilidad im-
plícita en la destradicionalización de la vida personal; no es, ni Illu-
cho menos, su consecuencia inevitable. Los problemas que los auto-
5 Anthony Giddens, Tbe Transformation of lntimacy, Cambridge, Polity, 1992. res de derechas han señalado en las áreas de las relaciones entre los
[Trad. esp.: la transfonnación de la intimidad, Madrid, Cátedra, 1995.] sexos, la sexualidad y la familia son demasiado reales. No está claro,

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en absoluto, que esta ruptura con la tradición no vaya a producir un mutuo, pueden llegar a cumplir una función esencial en la democrati-
declive catastrófico en la solidaridad familiar, un mundo de encuen- zación de las numerosas áreas de lo que Ulrich Beck llama "subpolí-
tros sexuales tensos y a corto plazo que proporcionen escasa satisfac- tica". Con frecuencia tienen una profunda participación, desde luego,
ción y estén marcados por la violencia. Por otro lado, una democracia en los aspectos personales de la democracia emocionaL "Apoyo mu-
de las emociones corresponde a las tendencias que se observan en tuo": en su sentido más amplio, ¿qué significa, sino incrementar la au-
las diversas áreas de la vida diaria, y ofrece buenas razones para la es- tonomía? Se han desarrollado muchas clases de grupos de apoyo mu-
peranza. tuo en las áreas de la sexualidad, las relaciones personales, el matri-
Una segunda área de democratización, también de extensión monio y la familia'.
universal, es la proliferación de movimientos sociales y grupos de Los grupos de apoyo mutuo adquieren importancia en muchos
apoyo mutuo. Dichos movimientos y grupos expresan el aumento ac- contextos en los que el cambio tecnológico constante, incluyendo la
tual de la capacidad de reflexión en la vida local y mundial, pero ade- desnaturalización de la naturaleza, se adelanta sistemáticamente a los
más contribuyen a ella. Los movimientos sociales han sido objeto de controles democráticos que ofrece el terreno político formal. El área
gran atención en la literatura política y sociológica. Sin embargo, los de las tecnologías reproductoras es un buen ejemplo, Son pocas las
grupos de apoyo mutuo son quizá, por su número, su influencia en transformaciones que han influido tanto en las vidas de las personas,
las vidas de muchos y su duración en el tiempo, más significativos. especialmente en las de las mujeres. Como en todo lo demás, las po-
Es evidente que ni los movimientos sociales ni los grupos de sibilidades de mayor autonomía se entremezclan con formas renova-
apoyo mutuo tienen necesariamente objetivos democráticos; después das de expropiación y dominio. Sin embargo, los grupos de apoyo
de todo, algunos de ellos se han dedicado a desacreditar todo el mar- mutuo han contribuido enormemente a arrebatar poder a los exper-
co de las instituciones democráticas. En ocasiones, los movimientos tos y a que los profanos recuperen un conocimiento más general. El
sociales están encabezados por demagogos; los dirigentes de ese tipo cambio tecnológico facilitó la invasión de la experiencia perinatal fe-
pueden crear una identificación emocional de masas que es la verda- menina por parte de la profesión médica, un enclave de predominio
dera antítesis de la democracia dialogante. masculino. Pero las afectadas no han permanecido pasivas, sino que
No obstante, resulta lógico concebir una relación intrínseca entre se han organizado activamente para recuperar su autonoinía, en au-
la democracia, los movimientos sociales y los grupos de apoyo mu- téntico diálogo con los "expertos".
tuo, en gran parte porque (en principio) abren espacios para el diá- Un tercer contexto de democratización es el que se encuentra en
logo público. Por ejemplo, un movimiento social puede obligar a in- el terreno organizativo, donde la influencia conjunta de la universali-
troducir en el terreno del discurso aspectos de la conducta social que zación y la reflexividad es tan señalada. Con la generalización del ca-
anteriormente no se discutían o se "solucionaban" con arreglo a prác- pitalismo, como mencioné anteriormente, parecía que las grandes
ticas tradicionales. El movimiento feminista convirtió en problema las· empresas no iban a tener rival en la economía mundial. No ha sido
identidades masculina y femenina al hacerlas objeto de debate pú- exactamente así. "Los gigantes empresariales", se ha dicho,
blico; los movimientos ecologistas han logrado un resultado seme-
jante en relación con el medio ambiente. en otro tiempo marchaban erguidos, dominando el mundo, como
Ciertos tipos de movimientos sociales y g1upos de apoyo mutuo paladines del milagroso crecimiento económico de este siglo. La
meta de cualquier empresa con ambiciones era unirse a ellos y,
impulsan y quizá sostienen las influencias democratizadoras precisa- como ellos, ser suficientemente poderosa para poder despreciar
mente por la forma que adopta su agrupación sociaL Por ejemplo, Al- los golpes que periódicamente derribaban a los rivales de menor
cohólicos Anónimos -sin duda, un gn1po de ámbito universal- tie- tamaño. Pero éstos son tiempos preocupantes para las mayores
ne una forma organizativa que impide las jerarquías fijas. Pretende compañías mundiales ... Los logros de la fabricación en serie du-
deliberadamente crear el máximo espacio de debate para sus miem- rante la primera parte del siglo habían creado la mayoría de las
bros; y se interesa por el desarrollo de 1a autonomía. La comunica- grandes firmas, que pasaron a dominar sus sectores. Rara vez se
ci?n con los demás, producida por una mayor introspección y que, al discutía que más es mejor. .. [pero, ahora, muchas grandes empre-
mismo tiempo, contribuye a ella, es el método para que el paciente
supere la adicción.
6 Anthony Giddens, "Living in a post-traditional society", en Beck, Giddens y Lash,
Los movimientos sociales, especialmente los grupos de apoyo Reflexiue Modernization.

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sas están] eliminando puestos intermedios, recortando gastos y La cuarta área de democratización dialogante se relaciona con el
reorganizándose en "federaciones" de pequeñas empresas autó- orden mundial general. Durante mucho tiempo, las influencias demo-
nomas; es decir, están intentando parecerse más a sus pequeños cratizadoras a escala mundial se intepretaron en los términos conven-
rivales... La era de la construcción de imperios empresariales ha
terminado. Ha comenzado una época de competencia mundial, cionales de la teoría de las relaciones internacionales. Se consideraba
más amplia y dura, con todos sus riesgos e incertidumbres7 . que el "terreno internacional" estaba "por encima" de los estados _na-
cionales. En esta concepción, cualquier tendencia a la democratiza-
Weber vinculaba la eficacia de las grandes organizaciones, con ción implicaba la construcción de instituciones políticas de democra-
sus jerarquías burocráticas, a los principios universales de racionali- cia liberal de nuevo cuño. En otras palabras, habría que rellenar las
dad social. Su teoría era claramente cibernética, aunque la empleara áreas "vacías" o "anárquicas" que relacionaban a las naciones-estados
para atacar las aspiraciones del socialismo. Para él, la cibernética es la entre sí. Dichas ideas no han pasado a ser irrelevantes, pero sí han
forma más eficaz de organización porque concentra la información y perdido cierta importancia en los lugares donde la universalización Y
el poder en la cima; cuanto más abajo se encuentra uno en esa orga- la capacidad social de reflexión están tan profundamente conectadas.
nización, más fijas y delimitadas son sus tareas. Porque muchas relaciones universalizadoras no atraviesan el estado
No está claro, en absoluto, que esta forma de organización esté sino que, en gran parte, lo dejan de lado.
hoy desapareciendo completamente, ni que vaya a haber una transi- Es posible, incluso probable, que lleguen a existir a escala mun-
ción global hacia sistemas de autoridad descentralizados y más flexi- dial unas formas de democracia representativa paralelas a las estable-
bles, como muchos han asegurado. Todo cambio social tiende a ser cidas dentro de los estados. Por ejemplo, el modelo de democracia
dialéctico; un movimiento en una dirección suele producir también cosmopolita de Held implica la creación de parlamentos regionales
las tendencias opuestas. Y así es probable que ocurra con las organi- que abarquen continentes enteros y respondan ante la autoridad defi-
zaciones. En el terreno económico, por ejemplo, la autoridad flexible nitiva de Naciones Unidas. No obstante, sin el avance de la democra-
para algunos significa seguramente limitaciones para otros, en áreas o cia dialogante, dichas organizaciones se verían sometidas a las mis-
contextos diferentes. Las grandes compañías que son objeto de ata- mas limitaciones que los sistemas democráticos liberales de base esta-
que pueden, muy bien, encontrar medios de defenderse; los procesos tal. En el plano mundial, la democratización dialogante implicaría la
de descentralización en un sector pueden producir una centralización democratización de la democracia, pero también la extensión de
renovada en otro. otros mecanismos de diálogo.
Sin embargo, algunos de los cambios que están sufriendo ahora ¿Cuáles podrían ser éstos? En parte, incluirían factores e influen-
las organizaciones van a seguir adelante, probablemente, y la tenden- cias ya mencionados. En muchas circunstancias, los movimientos so-
cia general de la evolución parece clara. Los procesos democratizado- ciales y los grupos de apoyo mutuo de ámbito mundial han abierto
res dentro de las organizaciones resultan más sorprendentes pofque espacios de diálogo con estados y organizaciones empresariales. Nin-
chocan con todas las ideas admitidas, hasta hace no más de una ge- gún gobierno del mundo, por ejemplo, puede pretender que ignora
neración, sobre escala y organización burocrática. Una organización los problemas medioambientales; y dichos problemas se encuentran
post-burocrática puede controlar la capacidad social de reflexión y hoy en el centro de diálogos de alcance mundial que involucran a
reaccionar ante situaciones de incertidmnbre fabricada con mucha múltiples actores colectivos.
más eficacia que un sistema de mafldos. Las organizaciones basadas Pero el posible espacio de diálogo se abre también siguiendo to-
en la confianza activa delegan responsabilidad y se fundan en un es- dos los puntos de contacto que produce el cosmopolitismo entre dis-
pacio dialogante extendido. Una "organización basada en la respon- tintas culturas y tradiciones, tanto decadentes como resurgentes.
sabilidad" reconoce que la capacidad de reflexión produce el regreso Aquí, como explicaré en un capítulo posterior, es probable que haya
a la necesidad de conocimientos locales, aunque éstos no sean tradi- un duro intercambio entre democratización dialogante y violencia. La
cionales en el sentido corríente 8 . cuestión del fundamentalismo se presenta con toda su fuerza; porque
el fundamentalismo, como he sugerido, puede interpretarse exacta-
mente como el rechazo al diálogo en un mundo en el que diferentes
7 "The fall ofbig business", The Economist, 17 de abril de 1993, págs. 13-14.
8 Peter F. Drucker, Post-capítalist Society, Oxford, Butterworth Heinemann, 1993, tradiciones entran, más que nunca, en contacto habitual.
cap. 5. [Trad. esp.: La sociedad postcap-italista, Madrid, Apóstrofe, 1993.l

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contexto en el que se propagaron los derechos de ciudadanía. Cuan-
LA DEMOCRACIA Y EL PROBLEMA DE LA SOLIDARIDAD do los estados no tienen enemigos, sino sólo vagas amenazas, un am-
biente internacional potencial pero no verdaderamente hostil, las ten-
En cada una de las esferas mencionadas anteriormente, el desa- dencias desintegradoras internas podrían recuperar su fuerza.
rrollo de la democracia dialogante es, por el momento, más una posi- 3) Hay una tensión posible entre la democratización y la renova-
bilidad que una realidad. Pero el hecho de identificar estos contextos ción de la sociedad civil. El desarrollo de derechos abstractos y uni-
de posible democratización nos permite examinar la relación de la versales, tal como propugna el liberalismo, no crea una comunidad,
democracia con la creación de nuevas solidaridades. ni a nivel nacional ni a ningún otro nivel. De hecho, varios críticos
A cada lado del espectro político actual vemos un miedo a la de- han sugerido que la proliferación de derechos invade los órdenes co-
sintegración social y una llamada a la reanimación de la comunidad. munitarios de la sociedad civil y los destruye. La idea se remonta a
Si, en los tiempos que corren, la política radical debe ser restaura- Tocqueville que, en un famoso fragmento, escribió sobre los indivi-
dorá1 ¿podemos volver a descubrir la idea o la realidad comunitaria duos en la sociedad norteamericana:
en las condiciones sociales actuales? Los augurios no son buenos.
Después de todo, el pensamiento sociológico ha señalado con fir- Cada uno de ellos vive apa1te y es ajeno al destino de los de-
meza la destrucción de la comunidad y la mayoría de las formas de más; sus hijos y sus amigos constituyen toda la humanidad para
solidaridad comunitaria desde hace tiempo. La comunidad, como él; en cuanto al resto de sus conciudadanos, está cerca de ellos,
afirmaban Durkheim y Ferdinand Tónnies a principios de siglo, ha pero no los ve; los toca, pero no los siente; no existe más que en
sí y para sí mismo; y, si bien le queda aún su familia, se puede de-
sido sustituida por la asociación, por lazos impersonales, organizados cir, en cualquier caso, que ha perdido a su país.
con arreglo a la división económica del trabajo. Durkheim pensaba
que la comunidad podía reestablecerse, hasta cierto punto, en la es- La renovación de la solidaridad social es un problema conserva-
fera laboral; los sindicatos y las asociaciones profesionales podrían dor, del que se han apropiado los críticos conservadores del libera-
ofrecer fuentes de solidaridad social que estaban ausentes en. otros lismo y el izquierdismo, pero no admite soluciones conservadoras.
lugares. Sin embargo, éste ha demostrado ser un sueño poco realista. Para los conservadores de cualquier tendencia, el sentido de comuni-
La respuesta podría ser, o así lo afirman muchos, una reconstruc- dad debe proceder del pasado y adquiere su poder por la sensación
ción de la sociedad civil, o algunos de sus aspectos. No obstante, de que el grupo, con su sabiduría establecida, es mayor que el indivi-
existen varios problemas para quienes reclaman la regeneración de la duo. La comunidad es inseparable de la tradición; sin embargo, como
sociedad civil como medio de redescubrir la comunidad: he destacado, no podemos remontamos a la tradición para resolver
1) La idea de sociedad civil, y su realidad, estaban vinculadas al los problemas sociales actuales. O, por lo menos, no podemos hacer-
estado y su centralización. En realidad, yo diría que era un aspecto de lo cuando la tradición se defiende a la manera tradicional. De ello se
esa centralización, una serie de tradiciones reinventadas. ¿Cómo po- deduce que no podemos volver tampoco a la sociedad civil en nada
día renovarse la sociedad civil, por tanto, en una era de ruptura con que se parezca a su forma tradicional. Porque, tal como suele inter-
la tradición en la que el estado, especialmente en su forma más inte- pretarse, la sociedad civil fue el producto de unas ordenaciones so-
grada, como nación-estado, se encuentra frente a formas más intensas ciales que ya no existen.
de universalización? Tocqueville hablaba por otros muchos cuando retrató el declive
2) La renovación de la sociedad civil podría ser más peligrosa de la responsabilidad comunitaria frente a un egoísmo fulgurante, un
que emancipadora. Podría fomentar el surgimiento de fundamentalis- espectáculo de individuos aislados "luchando constantemente para
mos, unido a un mayor potencial de violencia. Uno de los grandes procurarse los placeres pequeños y miserables con los que inundan
éxitos de la nación-estado fue el gran nivel de pacificación interna sus vidas"9. No obstante, es preciso distinguir el egoísmo del indivi-
que logró, al menos en las sociedades industrializadas. La violencia
civil organizada, en forma de guerra civil, pasó a ser la excepción, y
no la regla. Pero tal vez dicha pacificación interna se lograba sólo en
9 Citas extraídas de Alexis de Tocqueville, Democracy in America, Nueva York,
el contexto de la preparación crónica para una guerra exterior. Soli- Vintage, 1945, vol. 2, pág. 338. [Trad. esp.: La democracia en América, vol. 2, Madrid,
daridad en casa, enemigos claros afuera: después de todo, éste fue el Alíanza, 1994-l

130 131
dualismo, que no procede de aquél ni conduce a él (necesariamente). comunidad, ni una forma degenerada de ella; es precisamente el me-
El avance de la reflexividad social significa que los individuos no tie- dio por el que se crea y se lleva adelante el sentido de lo comunitario.
nen más remedio que tomar decisiones; y esas decisiones definen Cuando se basa en la confianza activa, la obligación implica reci-
quiénes son. Las personas tienen que "construir sus propias biografías" procidad. Las obligaciones son vinculantes porque son mutuas, y eso
para mantener un sentido coherente de identidad propia. Pero no es lo que les otorga su autoridad. A mi juicio, este teorema vale tanto
pueden hacerlo sin relacionarse con los demás, y ello crea nuevas so- para las obligaciones entre padres e hijos como entre cónyuges,
lidaridades. El elemento clave es la creación de confianza, sobre todo amantes o amigos. Es preciso subrayar que dicha obligación se basa
mediante la transición hacia mecanismos de confianza más activos. en la comunicación de la diferencia, orientada hacia la apreciación de
El problema de la solidaridad social debe entenderse en el con- la integridad. La obligación no surge de los derechos. Los derechos
texto de la desaparición de la "segmentación cultural", el cosmopoli- que se tienen en una relación especifican la propia autonomía; no de-
tismo cultural que se conservaba gracias a la separación geográfica. finen las obligaciones con respecto al otro. El enemigo de la obliga-
Las ·comunidades locales en un sistema segmentado funcionan por ción es la irreflexión moral, porque supone la renuncia a la integridad
exclusión, la diferenciación entre los de dentro y los de fuera. Ade- del otro. Las obligaciones estabilizan las relaciones mientras se cum-
más dependen de las tradiciones infraestructurales de familia y sexos, pla la condición de integridad recíproca.
que ya hemos mencionado. Aquellos que conciben la "comunidad" Sin embargo, la conexión entre democracia dialogante, vida per-
sólo en sentido positivo deberían recordar las limitaciones intrínsecas sonal y solidaridad social no resuelve cuestiones más amplias sobre la
de dicho orden. Las comunidades tradicionales pueden ser, y han comunidad, la sociedad y los sistemas sociales más universales. Una
sido normalmente, opresivas. La comunidad, en forma de solidaridad vez más, el problema no es sólo la creación o el mantenimiento de
mecánica, aplasta la autonomía individual y ejerce una presión irre- las solidaridades, sino cómo evitar o reducir los conflictos, los cho-
sistible hacia el conformismo. ques y los efectos de marginación cuando dichas solidaridades son
El regreso a la segmentación cultural significa una mayor proba- fuertes, La noción de democracia dialogante sugiere varios contextos
bilidad de desintegración social, justo lo contrario de lo que preten- generales en los que la democratización po9ría fomentar la cohesión
den lograr las llamadas a la reanimación de la sociedad civil. La soli- social y evitar las consecuencias negativas. Estas podrían describirse,
daridad social sólo puede renovarse verdaderamente si reconoce la junto con la democratización de la vida personal, como sigue:
autonomía y la democratización, así como la influencia intrínseca de
la capacidad social de reflexión. Dicha renovación debe reconocer las Contexto Área de confianza activa
obligaciones, y no sólo los derechos. La obligación es importante no
sólo porque implica una conexión "vertical" con las necesidades de Obligación mutua basada en la
Relaciones personales
los demás; lo es porque está también relacionada con el manteni-
integridad y la comunicación
miento de los vmculos a lo largo del tiempo.
Veamos, en primer lugar, cómo pueden relacionarse entre sí la Sistemas abstractos Visibilidad social y responsabilidades
confianza, la obligación y la solidaridad en las distintas áreas de la negociadas
vida personal: la familia, las relaciones sexuales, la amistad y el pa- El estado Asociación civil (Oakeshott)
rentesco. En un orden post-tradicional, la confianza en las relaciones Órdenes universales Comunicación cosmopolita
personales se apoya en el supuesto de la integridad del otro. Se basa
en una "espiral positiva" de diferencia. Llegar a conocer al otro, a te- En el terreno de los sistemas abstractos -los numerosos siste-
ner confianza en él, presupone el uso de la diferencia como medio de mas expertos que tanto influyen hoy en nuestras vidas-, la democra-
desarrollar una comunicación emocional positiva. Se trata de la con- cia dialogante se centra en cuestiones de ''subpolítica", en especial el
fianza activa; la dependencia compulsiva es indicio de una relación impacto de las innovaciones científicas y tecnológicas en la vida so-
desgraciada con el otro. La confianza en los demás genera solidaridad cial. El conocimiento experto continúa sin cuestionarse mientras la
en el tiempo y en el espacio: el otro es alguien de quien nos pode- ciencia siga siendo una "tradición" y la experiencia se considere se-
mos fiar, con una confianza que se convierte en obligación mutua. La mejante a la "autoridad tradicional". En un orden social más reflexivo,
intimidad no es aquí, cÜmo han sugerido algunos, un sustitutivo de la estos supuestos están sometidos a tensiones y terminan por desinte-

132 133
grarse. Pero las innovaciones del conocimiento experto son frecuen- La confianza activa es enemiga del fundamentalismo en la me-
temente perturbadoras y problemáticas, en la medida en que los ex- dida en que se establece a través de la diferencia, y ésa es exacta-
pertos no responden de sus accíones más que ante otros expertos. mente su conexión con la democracia dialogante. Lo que sirve para la
Co1:'o ha observado Beck, la falta de responsabilidad de la "subpolí- "diferencia" entre el experto y el profano sirve asimismo para las
t1ca surge directamente de la separación entre teoría y práctica, en la áreas más generales de orden cívico y universal. En este sentido, re-
que: al _me~:'s hasta hace poco tiempo, ha insistido siempre la orto- sulta provechoso acudir al examen que Oakeshott hace de lo que
doxia c1ent1f1ca.La falta de responsabilidad por las consecuencias la llama "asociación civil". La asociación civil se basa en el cultivo de la
prueba desinteresada de teorías, la libertad para investigar sin limita- "condición civil" que Oakeshott, inspirado en Vico, define como "una
ciones éticas, constituyeron la base, no sólo de las pretensiones de relación entre seres humanos"; no es, afirma, un "'proceso' compues-
elaborar la verdad por parte de la ciencia, sino de las repercusiones to por elementos con una relación funcional o causal; es una relación
fortuitas de la tecnología en el orden sociaI10_ inteligente que sólo existe gracias a haber sido aprendida y enten-
. ·No existe una alternativa al dominio de la ciencia y el conoci- dida". La asociación civil "no es una relación orgánica, evolutiva, te-
miento; pero, cuando nuestra vida cotidiana se ha vuelto experimen- leológica, funcional o de síndrome, sino una relación entendida entre
~l,_el desarrollo de la autonomía y la protección de la solidaridad sig- actores inteligentes". En otras palabras, no es una comunidad de nue-
nifican que no hay tampoco una alternativa al compromiso de diálo- vo cuño: ahí residen, podría decirse, los peligros de las etnicidades o
go con ellos. Los grupos de apoyo mutuo y los movimientos sociales, los nacionalismos xenófobos.
~orno hemos mencionado anteriormente, pueden cumplir un papel Tampoco es la condición civil un mercado, que es una forma de
importante, y así lo hacen. Pero lo mismo ocurre con todos los demás "asociación empresarial". El "lenguaje vernacular de la comprensión
organismos, in.cluyendo los gubernamentales e internacionales, que y la relación civil" no es un lenguaje comercial, ni de amor, ni de
se ocupan de fütrar y regular las pretensiones de los expertos sobre el afecto. La condición civil puede "entenderse como unos actores que
conocimiento. reconocen que son cives por estar relacionados entre sí, en el recono-
La "apertura" de la ciencia tiene una semejanza-real con la "aper- cimiento de una práctica compuesta por normas ..."n. Para Oakeshott,
tiJra" característica de la creación de confianza en la vida personal. En dichas normas adquieren fuerza legal cuando son parte de un canon
ningún caso es incompatible con la autoridad; ni amenaza necesaria- formal; y expresan el poder de la tradición.
mente la independencia que debe tener la ciencia para no sucumbir Los aspectos esenciales de la opinión de Oakeshott que deseo
al dogmatismo. De hecho, la apertura de la ciencia es una parcela de subrayar se refieren a las tesis de que la asociación civil no es una co-
los intentos de afrontar los problemas de veracidad y responsabili- munidad y que las normas de las que habla se basan en una "relación
dad, en los que ya no puede decirse que las pretensiones de conoci- inteligente". Supongo, tanto si era la intención de Oakeshott como si
miento válido se apoyen en la inducción ni "hablen por sí mismas". no, que "relación inteligente" significa vivir junto a otros de manera
Se trata d~ problemas sobre los que volveré en un capítulo posterior. que se respete su autonomía. En un orden post-tradicional, la condi-
Considero que, como en otras áreas, la relación entre democra- ción civil, en sus formas de expresión más deseables, puede•interpre-
cia dialogante y solidaridad, en relación con los sistemas expertos, se tarse de un modo que debe tanto a John Dewey como a Oakeshott.
centra en la cuestión de la confianza. En oposición a la "aceptación Un orden democrático, explicaba Dewey, requiere una actitud mental
de" o la "dependencia de" la autoridad de los expertos, la confianza "socialmente generosa". "La eficacia cívica --escribió-- no es ni más
activa presupone visibilidad y responsabilidad por ambas partes. Los ni menos que la capacidad de compartir en una experiencia de toma
compromisos reflexivos con los sistemas abstractos pueden resultar y daca" 12 .
confusos y perturbadores para los profanos y ser objeto de descon- La asociación civil, en esta lectura, dependería de la "apreCiación
fianza por parte de los profesionales. Pero obligan a ambos a abordar positiva de la diferencia'', pero no de las condiciones de confianza ac-
problemas de responsabilidad que, en caso contrario, permanecen la-
tentes.
11 Citas extraídas de Michael Oakcshott, On Human Conduct, Oxford, Claren-
don, 1991.
10 Ulrich Beck, Ecological Politics in an Age of Risk. Cambridge, Polity, 1994 12John Dewey, Democracy and Education, Londres, Macmillan, 1916, pág. 120.

134 135
tiva en relaciones personales de otro tipo. Y habría una conexión in- En las demás áreas mencionadas -sistemas abstractos, el estado y
herente entre asociación civil y un compromiso cosmopolita con gru- otras relaciones de tipo más universal-, los medios para desarrollar
pos, ideas y contextos que no tienen nada que ver, de forma inme- la confianza activa tienen que ser diferentes. En esos contextos, la vi-
diata, con el estado. La nueva derecha tiende a insistir en que un per- sibilidad y la responsabilidad son los temas dominantes, pero organi-
fil cosmopolita es inevitablemente enemigo del compromiso y la zados de formas algo distintas en cada área. En relación con las re-
obligación. Para esos críticos, se trata de una actitud en la que todo percusiones de la ciencia y, más en general, de los sistemas expertos,
vale y, por consiguiente, nada tiene un valor particular. la democratización dialogante parte de la intrusión del público pro-
Pero ¿por qué no puede considerarse que el cosmopolitismo fano, las organizaciones y los estados en contextos que a los científi-
-una especie de generalización universal de la asociación civil-:.. es cos les gustaría declarar "autónomos". Este fenómeno plantea cues-
prácticamente lo contrario? Una actitud cosmopolita no insistiría en tiones complicadas de las que me ocuparé con más extensión en el
que todos los valores son equivalentes, sino que destacaría la respon- capítulo VIII.
sabilidad que tienen los individuos y los grupos respecto a las ideas El cosmopolitismo, como actitud mental y como fenómeno insti-
que defienden y las costumbres que ponen en práctica. El cosmopo- tucionalizado, es el hilo conductor entre la democratización de la de-
lita no es alguien que renuncia a los compromisos -a la manera del mocracia dentro del estado y formas más universales de interacción
diletante, por así decir-, sino alguien capaz de expresar el carácter entre los estados y otras organizaciones. La asociación civil, aunque
de díchos compromisos y juzgar sus repercusiones en aquéllos para no sea exactamente como la define Oakeshott, es el requisito para la
quienes los valores son distintos. existencia de un estado cosmopolita; se trata (en principio) de un es-
Haré un breve resumen. Las presiones hacia la democratización tado concebido, no como comunidad, sino como personas que viven
-que siempre se enfrentan a influencias en contra- se crean me- en "relación inteligente" entre sí. Las famosas dos caras del naciona-
diante los procesos paralelos de universalización y reflexividad insti- lismo proceden de que se encuentra en la división entre la asociación
tucional. La destradicionalización libera contextos locales de acción y, civil y la concepción del estado como una comunidad con "personali-
al mismo tiempo, altera el carácter del orden global: las tradiciones, dad'' propia. No es extraño, por tanto, que en una era post-tradicional
incluso cuando la adhesión a ellas sigue siendo firme, se ven cada el nacionalismo se encuentre cerca de los fundamentalísmos agresi-
vez más obligadas a entrar en contacto unas con otras. La universali- vos y que se apropien de él los grupos neofascistas y otros movi-
zación, la reflexividad y la destradicionalización crean, pues, "espa- mientos o colectivos diferentes.
cios de diálogo" que es preciso rellenar de algún modo. Se trata de La democracia dialogante, en un plano más universal, podría lle-
espacios que pueden abordarse mediante el diálogo, invocando me- gar a parecerse a una asociación civil si se planteara una extensión de
canismos de confianza activa, pero que también pueden ocupar los la democracia cosmopolita tal como la entiende Held. Sin esta cíves
fundamentalismos (y, como veremos más tarde, la conducta compul- universal, los mecanismos comunicativos de tipo cosmopolita son
siva o las adicciones). inevitablemente limitados y difusos, aunque no por ello tienen menos
El campo de las relaciones personales es un terreno fundamental consecuencias para la sociedad mundihl_._Por motivos obvios, no
para la posible democratización, un área de transformaciones extraor- existe ningún terreno en el que la capacidad del diálogo para crear y
dinariamente rápidas, cuya influencia alcanza de manera directa a mantener la confianza activa sea más importante.
otros campos más públicos y formales. Dado que se refiere a divisio-
nes de carácter esencial -entre sexos y entre generaciones-, la po-
sible democratización de la vida personal tiene la máxima importan- DEMOCRACIA, DESIGUALDAD Y PODER
cía en relación con muchos aspectos de la reforma política actual. Sin
embargo, las formas de solidaridad social que puede generar no pue- La democratización combate el poder e intenta convertirlo en re-
den interpolarse directamente en órdenes políticos o institucionales laciones negociadas, tanto si son entre iguales como si son de aut<;>ri-
más amplios, debido a que los mecanismos de confianza involucra- dad diferencial. Sin embargo, la democracia, dialogante o de otro
dos se basan en el reconocimiento de la integridad personal. tipo, tiene sus límites. Éstos tienen que ver especialmente con la in-
Dicha integridad, por supuesto, es muy importante en las institu- fluencia e intrusión de la desigualdad. El diálogo no se basa en la
ciones públicas, pero en ellas no es la principal fuente de solidaridad. igualdad material, pero sí cuenta con que no se utilicen las diferen-

136 137
cias de recursos para evitar la expresión de opiniones o variar drásti-
camente las condiciones del intercambio dialogado. Uno de los gran-
des aciertos de la crítica de la democracia liberal procedente de la iz-
quierda es, desde hace mucho tiempo, la exigencia de que la demo-
cracia vaya unida a programas de equiparación económica.
Para muchos izquierdistas) el estado de bienestar se ha conver-
tido en un, incluso el, vehículo de dicha equiparación. Se ha estu-
diado teóricamente como parte esencial de los procesos de emanci-
pación social a largo plazo, un elemento que lleva de la igualdad po-
lítica a la económica, especialmente en la obra de T. H. Marshall. Los
juicios de Marshall, pese a la influencia que hayan podido tener, no CAPÍTULO V
resisten el escrutinio. En el lugar de su teoría evolutiva de los dere-
chos, deberíamos ver los campos del orden civil, el gobierno y la eco- Las contradicciones del estado de bienestar
nomía como marcos institucionales separados, con sus propios dile-
mas y posibilidades. Los derechos y prerrogativas que conceden a los
grupos menos favorecidos de la sociedad no pueden declararse ÜRÍGENES ESTRUCTIJRALES DEL ESTADO DE BIENESTAR
nunca "asegurados)>; es probable que estén sometidos a tensiones v
luchas más o menos crónicas. , Mucha~12ersonas de izquierda consideran que proteg<,r el estado
La cuestión de la pobreza suele abordarse, sobre todo por parte .. d~ bienestar_ es. fundamental 12ara la esencia de una sociedad civili-
de quienes apoyan el estado de bienestar, como la otra cara de la ri- .._z-<Lcl~__;Jos enfermos y necesitados no quedan abandonados a su sü-ef-
queza, ¿Qué podría ser más lógico? De acuerdo con esta opinión, es te, sino que, gracias a las acciones de gobierno) tienen la oportunidad
preciso luchar contra la pobreza porque es una afrenta contra las nor- de vivir vidas satisfactorias. No obstante, es preciso revisar esta situa-
mas de la igualdad económica; la disminución de las desigualdades ción, porque las instituciones de bienestar han sido sólo parcialmente
adopta necesariamente la forma de una redistribución de la riqueza y obra de los socialistas y, de hecho, los pensadores socialistas más ra-
las rentas, de los más acomodados a los pobres, a través de los siste- dicales han dedicado mucho.tiempo a criticarlas.
mas de bienestar. Pero esta política emancipadora tiene escaso va- Uno de los problemas del término "estado de bienestar" es qu'"
lor si no se rige por consideraciones de política vital, debido a razo- no queda claro qué califica a qué. El enfoque del socialismo reformis-
nes que intentaré aclarar en el capítulo síguiente. Es preciso situar ta parte de que es el estado el que organiza la asistencia para el bie-
este debate en un contexto más amplio, porque el estado de bienes- nestar: el estado interviene en la economía con el fin de hacer más
tar está asociado a intereses que no son sólo la pobreza o la desi- equitativo el orden social. P~ro supongamos que "bienestar" califique
gualdad. a "estado". En tal caso, el estado moderno está parcialmente definido
por dicha intervención, que podría ser parte de su forma administra-
.tlva. :f:sta.int_erpretación 1_ qu_(:":
es.1__
ª)I1ij1:.:1!c,!_q_,J~~-ª.f.~_f1:_a_ª~
explica el he-
cho de que los sistemas de bienestar, al menos hasta la época poste-
rior a la Segunda Guerra Mundial, no tuvieran su origen en un lado
concreto del espectro político.
De acuerdo con esta opinión, la pobreza, el desempleo 1 la enfer-:
medad, etc., no son elementos dados con los que el estado deba arre-
glárselas como pueda; se constituyen como parte del proceso de for-
mación del estado, definidos no sólo por éste, sino por los conflictos
y luchas entre los organismos estatales y otras organizaciones y agru-
paciones. Y este proceso de constitución social ha sido largo, no se
ha limitado a los últimos cincuenta, ni siquiera cien años. El "paupe-

138 139
rismo" no era sólo una condición de individuos que vivían en una una política social para proteger a los individuos en situaciones aje-
"sociedad civil" en la que pasó a intervenir el estado, sino que se for- nas al mercado, cuando las fuentes tradicionales de apoyo habían de-
mó en y a través de dicha intervención: de hecho, esa circunstancia saparecido, en gran parte; y, en menor medida, el producto de lamo-
contribuyó a establecer la "sociedad civil" en sí misma. Esta última, vilización activa de los movimientos obreros para mejorar sus condi-
que fue aparentemente, para repetir un tema del capítulo anterior, el ciones de vida.
terreno en el que se establecieron los sistemas de bienestar, surgió Diversas interpretaciones recientes sobre la historia temprana de
como parte de la construcción de dichos sistemas; nunca ha consis- las instituciones de bienestar como la de Abraham de Swaan, han su-
tido simplemente en una serie de instituciones "fuera"· del estado. brayad<.>.que eiesta<:l_o de bienestar "no fue el logro de las clases
A. partir de fines del siglo XVII, el "discurso de los pobres" en los obreras_ organ_i_zadas 1
___ni el resultado de una conspiración capitalista
e_aíses en vías de indu~Uzación se orientó hacia la integración n~- Par_;:;i.
pa_c~ficarlas..."3_ Su desarrollo ''fue un proceso gradual y, a me-
. c10nal y el desarrollo ckla ..riq.~z;u¡;i5iQnal. La "pobreza" no se defi- -ri~9.9 1
__d~_§i_I1.fQ!:.rr:!ª9Q,jmpulsado tanto por políticos ambiciosos y fun-
nía como la situación de carenc;ía de recursos sino que aparecía en '"fe:- cionarios llenos de visión como por la idea abstracta de un orden so-
lación con las necesidades d~ la indu,tría; el término "industriosidaci" cial en decadencia o los temores a un gran malestar social" 4 ._ Los ele-\
relacionaba el "trabajo productivo" con un panorama vital específico. mentas básicos del estado de bienestar en la mayoría de los países
Los pobres eran aquellos que no podían o no querían trabajar. La vin- occidentales existían ya mucho antes de la Segunda Guerra Mundi:y,
culación del pauperismo con la falta de educación moral estaba muy en una época en la que, al menos en Europª,-~J.._poder ~~taba,_~.Q;r~
clara: "trabajo para quienes se esfuercen, castigo para los que no, y todo en manos de gobiernos de derechjl. El motivo fue, en parte, la
pan para los que no puedan". A su vez, la resolución moral se relacio- necesidad patente de hacer frente al desempleo masivo; pero ciertas
naba directamente con el bienestar social; porque, como afirma Ma- medidas fundamentales de asistencia procedían del periodo de la
tthew Hale, la pobreza "vuelve a los hombres tumultuosos e inquie- Gran Guerra. En tiempos de guerra, la movilización de la economía y
tos", y combatirla es "un acto de prudencia civil y sabiduría política "1. la sociedad era la exigencia primordial; el fortalecimiento del papel
Hasta principios del siglo XIX, "industria" se utilizaba sólo como del estado en la Primera Guerra Mundial introdujo formas de disposi-
adverbio Y se oponía al pauperismo sin referencia específica a la pro- ciones sociales y económicas que se solidificaron y ampliaron du-
ducción capitalista. \,os....oúg.ens:s.sl~Le.s_t_a_</o de bienestar no deben re- rante la Seg;inda. ·-·-·-·······-· ·-· ···-·-----·-··- ··-· ·.
monta.r:,g_a_ios...lntentos ds:,!lefioir y controJar _d Ratiperismo -,-aµn- . .... 'r:as-Tuentes estructurales del3;Stado .de bienest<1r son variadas. En
qu.e....tl!Le.sfiie.r.z.u~s.in..duda,..ha...tenido_efe<:.tns_p_e.@aJ)e.nte5=:, .sino _al pri~~~-"i~gar~~a~:··¡~Stliucionesde asisl:ellda tienen su orig~~-~-~1_-~§.:-
t;l_esarrollodtc..kLq_u.s:_Claus..Dife..ba.Jlamado_p.r.ule_tarización ..'.activa", fu~_rzopor cfe3r una_ sociedad en la gue el trabajo_:,en el senti9.9___ ge
!1 frente
---~---·-- a "nasiva"
··-···-···La__p r o Ie tanzac1on
· ·- pasiva · es 1a acc10n
., d e d es poseer
2
U[L"lllf>leoremunerado en la ind_ustria, ocu¡:,etLn lugm:s~ntral_y . .:ldi-
,'a gran numero de personas de sus ocupaciones agrarias o campesi- nitorio,,Puede parecer que las medidas de bienestar, especialmente la
nas, cuando ellos no desean o se resisten a dicho proceso. Sin em- seguridad social, se dirigen sólo a quienes, por una u otra razón, no
bargo, la proletarización activa -la voluntad de comprometerse en pueden entrar en el mercado de trabajo; pero, en realidad, desde el
un contrato laboral- no fue una consecuencia inevitable de la pri- principio y hasta su historia más reciente, están vinculadas ~lfomento
mera. La intervención del estado fue una influencia fundamental en la de la "industria" en el sentido adverbial. En segundo lugar!ckl estado
unión de las formas activa y pasiva; y ése es el punto en el que el "es- de bienestar ha sido siempre un estado nacional, y esta relación está
tado administrativo" empezó a transformarse en el "estado de bienes- lejos de ser casual. Uno de los principales factores que impulsan el
tar". No se trató de una misteriosa compatibilidad funcional entre el desarrollo de sistemas de bienestar ha sido el deseo, pgr.12arte de h-.1s
, e.stado y la empresa capitalista. Fue el resultado de que los funciona- autoridades de gobierno, de promover la solidaridad nacionaL.!;Jesde
nos del estado y los empresarios comprendieran que se necesitaba los primeros tiempq_~ los sistemas de bienestar se crearon como I?ªf1:.e

1
Citas extraídas de Mitchell Dean, Tbe Constitution o/ Poverty Londres Rou- 3 Abraham de Swaan, In Care ofthe State, Cambridge, Policy, 1988, pág. 9-
tledge, 1991, págs. 25, 27. ' ' _'.:1?.91,1g_l_<,iS,
-~-~hf9r9_,,._..71Je
Emergence o/ the We!fare State, O~o_rd, ~lackwell, 1?86,
2 Claus Offe, Contradíclions oj the Weljare State, Londres, Hutchinson, 1984.
pág. 4. [Trad. ~-:, La_ aparj_(J0!1J!eJo,s_
__
e_!j_Ff,4,Q~.J!_eL!;,{eri_es_far.
Mm1steno de Traba10 Y
[Trad. esp.: Contradicciones en el estado del bienestar. Madrid, Alianza, 1994.J Seguridad Sodal,-_1982.1

140 141
casi todos los programas de seguridad social estaban dirigidos a los
de lln pr()C?'so más g~era.uJe co!)~l[ucción del estado. Quien dice
estado de bienestar dice nación estado. ----- · · pobres crónico~; la experiencia béli~ª-.,~uvo como co::secuenc.ia que
la atención pasó de los programas concretos en func1on del mvel de_
En terce'. lugar}¡,! estado de bienestar, desde sus primeros oríge-
nes hasta la epoca actual, se ha interesado_µor la_ges_Q/?B __
Q_~l
__
riesio, ingresos a otros de tipo universal. Ya no se trataba de que l~s pobres
dado _que los esfuerzo~or controlarlo se han convertido en "Parte estuvieran "siempre con nosotros" 1 sino que eran testimonio de las
desgracias que podían suceder, más o menos, a cualquiera.
-~senc1al del~ que ~a pasado a ser, en general, el "gobierno": !:,q~_.P,E?-
graz:nas de a~1stencia son una forma de seguro socj!¡!.l."Seguro" quiere En situación [de guerra], el futuro de cualquiera podría ser el
dec1r cualqmer programa de gestión de riesgos orientado hada cómo tuyo. Ello nos obliga a meditar con imparcialidad so~re los inter~-
abordar un futuro abierto'. un medio de afrontar los peligros (previsi- ses de todos. Los sistemas de bienestar y otros semepntes consti-
bles). J;.lseguro social esta relacionado con la eHminaciéin de riesgos_ tuyen la reacción institucional adecuada. Dichas reaccio:1es s:
en 1:1nasociedad creadora de riqueza y orientada hacia el futuro; e~- congelan y se prolongan mucho más allá del momento de mcert1-
pec1alment;'-P-=up.uesm~esgos_que ...no..que,;:!an..'.'sub.sumidos" dumbre que las produjo ... La incertidumbre y los riesgos compar-
tidos en periodo de guerra parecen darnos una explicación espe-
en la relac10n entre trabajo y salario. ·
cialmente poderosa, no sólo de los orígenes, sino de la persisten-
Esta perspectiva reflejaba los primeros encuentros de la moderni- cia y, ahora, la decadencia del estado de bienestar de posguerra.
d_ad con las formas anteriores de órdenes sociales. Porque, en las so-
c~edades premodernas, la pobreza, como las malas cosechas era sen- lJPª interpretación de los programas sociales .co~o forma d~
cillamente algo que "ocunía\ un suceso natural. La difusión' del con- ~9mpartir los riesgos se ajusta a los temas de la sohdan<;l3g_y"e.Lfü:_
~~pto. ~e segyro social r~flejó no tanto nuevas formas de gercib_k_l;;i. m_ento de l;i industriosidacl Estas otras preocupaciones se mtens1fica-
11:1ust1c1~ social como la importancia adquirida por la idea de que la rÜÜ..d{;rn-ñt-e·¡;gue~;;71a~i~ el final de su informe, Beveridge escribía:
vida soc1al,.Xeconómica puede estar controlada_p.9r los seres huma-
nos. Las C~ltlC~S de la teoría económica clásica) sobre todo en·¡;rri=¡a La prevención de la escasez y la disminución y el alivio de las
?e keyn:s1amsmo) tuvíer~n gran importancia, especialmente por su enfermedades -objetivo específico de los servicios sociales- son,
de hecho, un interés común de todos los ciudadanos. Tal vez sea
in:1uenc1a sobr~ las reacc10nes a la Gran Depresión. Durante varias
decadas postenores a los años 30) la ortodoxia económica consideró posible asegurar una mayor comprensión de ese hecho_ en la gúe-
rra que en la paz, porque la guerra alimenta la unidad nacional y la
que era posible gestionar de manera eficaz el riesgo del desempleo a voluntad de sacrificar los intereses personales a la causa común ...
6
gran escala.
La idea de que las instituciones de bienestar debían interpretarse También es especialmente importante el énfasis en el trabajo du-
c?mo sistemas de control de riesgos se ajusta perfectamente a la con- rante situaciones de guena, cuando se promueve con tanta energía el
vmcente -aunque heterodoxa- interpretación de Goodin y Le esfuerzo colectivo y hay pleno empleo "de sobra"; muchos trabajan
Grand sobre las razones de la expansión del estado de bienestar tras
jomadas mucho más largas de lo que harían normalmente"
la Segunda Guerra Mundial. En su opinión, la incertidumbre generali- Los socialistas y las organizaciones obreras llevaban mucho
zada de un~ época de g~erra total -una guerra que afectó a las po- tiempo presionando para lograr algunos de los programas aprobados
blaciones civiles de casi todas las naciones involucradas de forma durante la maduración del estado de bienestar, en el periodo de pos-
más directa que la Primera Guerra Mundial- "produjo una nueva de- guerra. __El s9.c¡ªlis111_o_reformjsta,
~!L.~LRod~.Lfue el pr.ipctp_ªl__y~QícuJo
manda popular de extensión de los riesgos y derribó las viejas barre- para la puesta en práctica de las leyes de asistencia. Sin embargo, los
- _ ~s __
gue_S(:!}_I;:!
o_poní~n"5. socialistas adoptaron y alimentaron a una criatura que no era total-
La-experiencia de Jit-guerra-1uzo-ver·a-1ap0&1iCión que los ries- mente suya. Pudieron hacerlo mediante una nueva interpretación del
gos se compartían: después de todo, las bombas caían sobre todo el estado de bienestar con arreglo a los dos imperativos del pensamien-
mundo. Antes de la guerra, incluso después de la Gran Depresión,

6 W. H. Beveridge, Social Jnsurance and Allied Services, Londres, HMSO,1942.


5 Esta cita y las siguie~tes proceden de Robert E. Goodin y Julian Le Grand Not [Trad. esp.: Seguro Socíal y servidos afines, Ministerio de Trabajo y Seguridad So-
Only the Poor, Londres, Afien ánd Unwin, 1987, págs. 46, 47. · cíaL 1989.1

143
142
¡
1
1
'to socialista: la dirección centralizada de la vida económica y la bús- Si estos sistemas han perdido el contacto con una situación en ~a·
queda de una mayor igualdad. Al involucrar a los trabajadores en el
1 que las mujeres han entrado -ª-f9.I~-ªF._P~~~L~I! ___
gx,ªgg~~-~-ª-º·t!_g_a9:_e:5,
gobierno, el estado de bienestar se convirtió en el símbolo de un
¡compromiso de clases que, aparentemente, resolvía el histórico "pro-
de la fuerza laboral remunerada_, tambiénlohat1 perdiclo_con Ullaso-
é[edad en la que sé eji'á:e_mpe-zá11doaponer entela de juicio la im_-
Jblema social" y, al mismo tíempo, garantizaba la eficacia económica.
_porta11_c_ia
ftit1cl?lllii.nül de la i11_dustria._
La idea del empleo de jornada
completa y permanente, como obse_rvaPatricia Hewitti
PROBLEMAS DEL BIENESTAR: TRABAJO Y CLASE
puede verse con claridad en el sistema de la seguridad social, las
Aquellos que consideran el estado de bienestar posterior a 1945 leyes de empleo y las políticas de jubilación y pensiones. Se ex-
com~ un lo~ro fund~mental tienen razón, seguramente. ~~_!'_l_qu_~_exis- tiende por toda la cultura empresarial, la gestión y la vida pública.
ten diferencias considerables entre unos y otros países respecto al ni- Afecta a la organización y las estrategias de los sindicatos y a casi
vel de desarrollo la am Htud de las repercusiones sociales de las todo el debate sobre el pleno empleo. Influye indirectamente en
instituci nes de asistencia el prggr__esohacia la superación de los decisiones de otras muchas áreas políticas, incluyendo el trans-
porte, las ofertas de ocio, el cuidado infantil y la asistencia a las
J',~~incomales" de Beveridge fue notable. Sin embargo, los proi:;,lemas personas dependientes de edad avanzada. Y repercute en, y de-
__jque afronta hoy este sistema, en sus distintas versiones y en diferen- pende de, la organización de la vida familiar de manera muy pro-
,_.,. ¡res sociedades, son muy profundos. Afectan a cada uno de sus prifl<::i- fundas.
"" _!pales "temas':, eLrrabajo,Ja...solidaridacL,¼J,i_gestión.de_ri<esg95. Casi
1rodos los intérpretes de los esfuerzos del estado de bienestar han he- Hoy en día, el modelo del trabajador permanente y a tiemp-9__
cho hincapié en los dos primeros factores, pero yo voy a destacar la completo se ve atacado por muchos otros modos 012uestos de qrgª.Di-
significación fundamental del tercero. zación del trabaj9, la expansión del trabajo a media jornada, las pau-
No obstante, los tres plantean cuestiones importantes. El primero sas voluntarias en la carrera> el autoempleo y el trabajo en casa. Los
se refiere no sólo al carácter del trabajo en las sociedades modernas esfuerzos para lograr acortar la semana laboral, pese a que) muy a
sino a aspectos esenciales de las relaciones entre los sexos y la fami~ menudo, son peticiones de aumento de sueldo disimuladas, han he-
lía. El segundo implica, entre otras cosas, una mirada al análisis de cho que, en la mayoría de los países, se trabajen menos horas por tér-
clase: se supone que los efectos integradores del estado de bienestar mino medio. En todas estas áreas se están ejerciendo presiones sobre
repercuten especialmente en la disminución de las divisiones de el espíritu de la "industria", lo que, más adelante, llamaré p_rg[iy.ctj-
clase. El tercero implica llevar más allá el debate sobre riesgo externo vismo.
contra riesgo fabricado. ,__ La r~lac_iónentr~ __ las políticas de bienestar yJaa:msolidación de i
1. El estado de bienestar, como bien se ha demostrado, daba por la nación ..estado h~_ s_ido.esc_asan:ie_1,1Je__
anahz_a.Qa,. _en__
lfl.__fü~q!IJ.ra_,_S_in,
descontada, ____e_i_ncluso impulsó, la equipara_ción_de trabajo con em- --~mQ;irgQ,_Q~~-h9: __f~Ja~ió_Dc-
...
ªyµ_Qa__ el ...?_S~!=nso._.de
...~:;;;p°it<::ar
_-? .... __l_Qs_s_is.Km.ª.1?
_p!eo xe1_11_4n,.1=i:-a.d9_J.'TU~Lmerc:ado
_l_al:Joral;
por consiguiente, presupo- de _bie11estary 1_ a,de_111ás,
<=,s__1;.1.n.a
_fu_ente_ UJlpo.rt;,i.nte...de _l_;;i.s
tensiones qµ~
níala familia patriarcal. Uno de los objetivos más importantes de la losasedia11~-El modelo del "empleo permanente y en jornada com-
defensa que hacen concretamente los socialistas de los sistemas de pleta" ~-e dominó la expansión de las instituciones de bienestar, se
bienestar, el logro del pleno empleo, significaba empleo masculino. basaba en la importancia económica de la producción en serie y la
Se trataba de un modelo con el trabaj!LJ;.9mo_sino(de_!Qs_h.9mbres)y organización centralizada del capital y el trabajo asalariado. El estado
l,¡ domesticidad como sino ( de las mujeres) .. Pertenecía a una época de bienestar era un estado nacional integrado en el que el "corpora-
en la que aún no se habían desafiado de forma meditada las identida- cionísmo" fomentaba -y daba por supuesta- la solidaridad nacio-
des sexuales y en la que el trabajo "ajeno a lo normal", incluido el tra- nal. El nuevo periodo de universalización no sólo ataca la base eco-
bajo doméstico, no contaba en absoluto como tal trabajo, en las defi- .nómica del estado de bienestar, sino el compromiso de sus ciuda~a-
niciones ofíciales7.

7
Nancy Fraser, "Women, we!fare and the politics of need interpretation" Jbesis 8 Patricia Hewitt, About Time: The Revolution in Work and Family Life, Londres,
Eleven, vol. 17, 1987, pág. 97. '
Rívers Oram, 1993, pág. 2.

144
145
, nos con la equiparación entre riqueza y riqueza nacional. El estado o exigencias ... el egocentrismo, previsiblemente, es dominante, la
,tiene menos capacidad de suministrar un verdadero control central actitud primordial de la mayoría conforme9.
ide la vida económica; al mismo tiempo) la mezcla de universalización
•Y reflexividad social disminuye las posibilidades de soberanía de la Aunque se ha generalizado, este tipo de argumento es, sin duda,
rnación. s9spechoso. En primer lugar, podría hablarse de la existencia de una
i La relación entre el declive del estado de bienestar y el carácter cultura de la ansieda¡;!, tanto i:;_QIDQdeLi::nnfonnismo.. Un orden deS:.
cambiante del orden mundial de estados se vio enmascarada hasta iradicionalizador ofrece grandes-formas -de-libertad para muchos,
cierto punto, por los éxitos políticos de la nueva derecha. Los' neoli- pero también crea muchas fuentes nuevas de tensión y problemas en
1 la vida diaria, a escala nacional y mundial. La gente de clase media o
berales encabezaron el ataque al estado de bienestar "sobrecargad.o"
en nombre de la libertad de la =¡oresa para competir sin lastres más acomodada está menos protegida de ciertas formas de turbulen-
burocráticos ni mercados de trabajo debilitados. Sin embargo, simul- cia de lo que solía. Así ocurre incluso en la economía> donde pocos
táneamente,s_p.9_ ~Qlo d_e_f~nQ¡ªrLe~~eAtfi_Q_g_yJª
naQQil, sino que recla- trabajos ofrecen ya ninguna salvaguarda contra el desempleo.
_maQan _un.''.J:~fü.;_qQQJµ_~I:!J~'.'.J;_n___el_
terreno internacional. ·Los críticos ad- La reacción de la mayoría ante esta situación no es sólo aferrarse
:Virtieronmuy pronto el carácte~;;dójico de esta po~~- que ~o- de manera primitiva a lo que se tiene. El hecho de que, en general,
rrespondía a las paradojas generales) mencionadas anteriormente) de los más acomodados tiendan a beneficiarse más del estado de bienes-
la teoría política de la nueva derecha. Pero) durante un tiempo, al me- tar que los grupos más pobres no debe de ser, en este mundo de re-
nos mientras estuvo en el poder) ésta pudo contener la contradicción flexión, algo que se le escape a la mayor parte de la gente. Si muchos
y asegurar que el ataque al estado de bienestar era compatible con el se han vuelto, por lo menos en parte y en ciertos aspectos, contra el
fortalecimiento de la nación. De hecho) precisamente los factores que t:stado de bienestar, las razones son más complejas de lo~- sugie_re _
estaban modificando la posición de la nación estado en el sistema la tesis de la cultura del conformismo. La "crítica burocrática" del es-
mundial estaban contribuyendo a debilitar las instituciones de asis- tado de bienestar no se limita a los intelectuales neoliberales; cuando,
- .renda, tan estrechament.~_v,Jgculadas, antes, __ a la s0Hdar~da9__ f1acional. en muchos aspectos de la vida) no se puede escoger no escoger, los
sistemas centralizados de administración pueden verse como una
, U.na.. _qe_
la.t, ~e
...~,.- º..
s ..fll..ás. c;on. c..1d_a··· es. YTirrilticiOnes
s sobre l_aspr.es10·n··
_gel..estado de bienestar _es el argu1J1J;!l!,ute_ql.I.l'_S_QI). __
s1Js_pr.o_pjQS_éxi¡ afrenta contra la autonomía, aunque otorguen beneficios materiales:
1
/ ¡_toslos .\l1Je.lQ.hao.debil1rnd2, En otras palabras, cuando el dima eco- Por el contrario, quienes se limitan a aceptar que van a vivir gracias a
/111 nómico se vuelve adverso) aquellos que más se han beneficiado ac- dichos sistemas) que van tirando al estilo antiguo, parecen negarse a
/ 1 túan para proteger la posición que han alcanzado frente a grupos me- aceptar las responsabilidades que otros deben asumir. \1/
( \ . nos aventajados. La "revuelta de los contribuyentes)' d~-~lªE;_<:; ___
me.dia ,-Lo que está en juego aquí no es tanto) gq!,?~_pn rechazo egqj;5t~t
\ surge del deseo egoísta de proteger un modQ_de _vjqªc9nfortable, y a comprometerse con el mundo en general, como una conciencia Jt:
1
\ 1os grupos pertenecientes a esa clas~_:1P_Y~_!9.~nja mano que anterior- cada vez más extendida de que el mundo ha cambiado de forma es-
\ mente les ha dado de co_l)lg. Como consecuencia de la expansión del pectacular y, con él, las condiciones de vida diaria. A medida que se
capitalismo asistencial, la mayoría de la población en las sociedades altera su relación con el estado y la nació~, los miembros de la pre-
desarrolladas disfruta de un nivel de vida elevado. Los miembros de sunta mayoría conforme adoptan una actitud más abierta e interroga-
J_~samayoría pueden optar por rechazar, o de@n de necesitar, I~~-i~- dora sobre numerosos aspectos de sus vidas (sin duda) ello va fre-
'4 lyes de asistencia que les ayudaron a llegar donde están. Constituyen cuentemente acompañado de una actitud defensiva). Son conscientes
'~ 1lo que Galbraith ha llamado "la mayoría conforme, la mayoría electÓ- del fenómeno que constituye la dependencia de la asistencia y reac-
"·.ral conforme o, más en general, la cultura del conformism1:)": cionan con suspicacia, a veces con agresividad) ante éL Tienden me-
no§.A mostrar dekre11c.iaJ1a_ci.a_l:1.s_a_\lJQrida,ts:s...estatales_,.Janto.los...diric
Efectivamente, la mayoría conforme cree que el futuro está gentes políticos como los funcionarios burocráticos. De ahí gue es.t.é.n
bajo su control personal. Su ira es evidente -y, desde luego, pue-
de ser enérgicamente evidente- sólo cuando existe una amenaza
o posible amenaza a su bienestar actual y sus perspectivas de fu-
turo, cuando ~l gobierno y otras personas de, al parecer, menos 9JQ.b.n Kcnncth Gaibraith, The _CJ:jJ~µre ojContent1!l_en!.,_Londres, Sinclair-Steven-
___
méritos, interfieren o amenazan con interferir en sus necesidades son,_!:_22~.Pág.17. [Trad. esp.: La cultura de la satisfacció?J, Barcelona, Ariel, 1993J

146 147
____
Qjª-J2uestosa poner más cosas en duda y aceptar menos, incluy_t=_nd(J dos por factores de clase suelen percibirse "lateralmente",_y_no_"hori~.
las cargas impositivas; especialmente cuando lo que obtienen· de-Su zoñialmente". No se ex¡¿erimentan como algp_pJQCed_em.e_d.eLpasado,
"inversión" no es visible, sino que está oculto en las grañ.des finanzas sino como el resultado de circunstªg.c;i_ª_s. qu_e_afectªn a UP:__g~p()__
o in-
globales del gobierno. También oQn c.oosckntes...d,:J;Ump_o.r.t.anda .r'2' dividuo en un momento concreto. La "~_Ü}Ja de transmisión generacio-
}i!.\!YiL\l.l,JQ.g_""_gJ;,l.eroo2~eJt.-<;Lrn-!1.tml~d.eJ.o_q])e_¡i.fjnmn.gobnoar,
eo• nal" de las clases llega a romperse. No se trata de que la procedencia
t_r~__
ella~ s_us12~02_ias econqmi~}~_.nacjon.aJ~s. ~--·aetdaSetae·1as·perSOiiaS--iiO"s'éií:ffiportante para sus oportunidades vi-
--- E-stoS-eiemefitOs-Se tillen a trarisfomiaciones básicas en el sistema tales, ni mucho menos. Pero, dado que es raro actualmente que los
de clases en general. Las clases, en la época actual, influyen en las hijos sigan la ocupación de sus padres, y es posible que no sepan
oportunidades vitales de los individuos de forma más "refractada" de prácticamente nada sobre los ambientes laborales de aquéllos, su ex-
lo que solían, hasta hace poco. Lo que, a juicio de Marx, era la base periencia suele ser más ab novo.
para una revolución política mundial, el desarrollo de los movimien- 4) Por consiguiente, la clas~_no es ya una "experiens;:ia.para_toda
tos de clase, resultó estar más vinculado a las luchas dentro de los es- l_a v_ida", com() _era ~.ntes. Gran número de personas (sobre todo,
1 tados nacionales. Los lazos entre las clases y el compromiso social co- hombres) qué .. desempefia trabajos manuales han estado en algún
,r ~,lectivo.se han relajado. enormemente durante .el ¡¿eriodo de __expan- momento, o estarán probablemente en el futuro, en puestos adminis-
. .§.i.ónde J¡¡_!l1Qd_emiz.a.cló1L1:.eiLe.xíYa. La_s!ªse estaba unida a la trativos. Muchos interrumpen sus carreras debido a periodos de paro
experiencia y la acción comunitaria de diversas formas. Una de ellas forzoso. Y el desempleo no afecta sólo al extremo inferior de la es-
➔ era la división regional y la experie_ncia,Jab.9ral co111(!_11,_~P._
__
~l__
~r~::LIO- cala social. Qada la competencia_económica.mundiaLy la aceleración
cal. Muchas de esas comunidades tradicionales, sobre todo las comu- de las innovaciones tecnológicas, la ex:geriencia de perder el __ pJlesto
, niaades de clase obrera, se han desintegrado.cJ,.o,;Jlu.e:vos.mo_d_o_s_<:le de trabajo se ha hecho corriente en todo el espectro laboral.
, J r~gíonalización, ___ que son el resultado de divisiones _de--~st_ra_!_i.fi_cación 5) A pesar del crecimiento del sector secundario 1 la inclusión o
;;,, mundiales, no suelen ¡¿reducir las mismas solidaridades declase .... e;x:clusión del mercado de trabajo es aún más importante que antes.
Un segundo factor que relacionaba la clase y la comunidad so- Las redes de apoyo no económico, entre ellas las fuentes tradiciona- 1"'
cial era la división sexual del trabajo. La acción de clase comunitaria les de mantenimiento como familias y cónyuges -y el estado- .no ·-
no sólo era fundamentalmente una ocupación masculina, sino que re- ,!:~astan.Los "nuevos pobres" son aquellos que tienen una situación de
saltaba aún más por la falta de visibilidad social de otros tipos de tra- . debilidad en el mercado laboral o se ven completamente excluidos
bajo, entre ellos, el trabajo no asalariado. Como sabemos, las divisio- de él.
nes de sexo en el trabajo, tanto remunerado como no, no coinciden a
menudo con los límites de clase. Por último, solía haber símbolos cul-
turales discernibles relacionados con la solidaridad de clase, desde el EL PROBLEMA DE LA CLASE INFERI&_
gorro hasta el cetro real; dichos símbolos desaparecen o pierden su
poder movilizador como resultado de la destradicionalización. El periodo en el que se ha visto atacado. el estado de biene,¡w:,_•
Es posible enumerar brevemente varias consecuencias de estos a¡¿roximadamente desde la mitad de los años 70 hasta ahora, ha sido
hechos: también una época durante la cual los niveles de pobreza (relativa)
1) En su mayor parte, la clase ya no se experimenta como clase, han aumentado en casi todas las sociedades industrializadas. ¿Hasta
sino como limitaciones (y oportunidades) que surgen de diversas qué punto las instituciones de bienestar han creado dicha pobreza,
~s ..La clas'"-.$.ss
¡:,ersQnaliza yyxru:esa mediante la "b]Qgraffa••ael. en lugar de aliviarla? Y, quienes se hallan en situación de pobreza
individuo; cada vez se ~rcibe menos_ O?m_ode~~i_J?:() __
co_le,~_tivo. crónica, ¿en qué sentido constituyen una clase inferior, si es que la
2) Ef individuo se reíaciona éciii";;rs1s1,:;;:;;;·d~·ciases· no sólo constituyen? Estos problemas son, desde hace aproximadamente dos
como productor..sino..como.J::pns.umicjpr. El .modo de vida y el gu;to, décadas, el centro de un fiero debate entre la derecha y la izquierda .
activados por individuos y grupos, se convierte!l e11indicadores tan . El térrnino ...''.clase.inferio.r''.tenía"..en_prindp.iQ,_@_signifü:ado_cb-
claros de la diferenciación social como la posición en el orden pro- ¡a1Uent<e>9ciQLé>gj~o, y no_de1Uasiado~controvertido. Pero se ha ido '
. ductivo. poJ.i!.izand.ocomo consecuencia de haberse visto arrastrado al centro
3) Los problemas que pueden surgir o verse fuerteg¡<ente influi- de la polémica sobre las virtudes o los defectos del estado de bienes-

148 149
tar. Ciertos izquierdistas se niegan a seguir utilizando el concepto, no des irresponsables respecto a la paternidad y la propiedad. El resul- 1
porque no describa una realidad, sino por su asociación con las críti- tado es un elevado índice de nacimientos ilegítimos, hogares mono- \
cas al sistema de bienestar desde la derecha.
parentales y criminalidad. , . .
Galbraith es un autor de izqnierdas quufepta la existencia de ¿C1JªJ.de estas interpretaciones opuestas e~ yahQa) si es que lo es
una clase inferior y que afirma, incluso, que resulta "profundamente alguna? ¿Y qué pruebas hay, en cualquier caso, de que el desarrollo ,/;:"
ft,mcional" para las sociedades contemporáneas. La clase inferior en de las clases inferiores sea un fenómeno real?
Estados Unidos, explica, está formada por gente que "no comparte el Hasta qué punto existe una clase inf~rior es al?:o que depende
cómodo bienestar del norteamericano prototípico". Sus miembros se de índices sociológicos bastante convencionales, s1 existen grup~s
encuentran "en los centros de las grandes ciudades o, de forma me- cÜn oportunidades de vida muy distintas de las de las personas en s~-
nos visible, en granjas pobres, como mano de obra rural migratoria o tuaciones de clase más favorecidas. Varios estudios en Estados Um-
en antiguas comunidades mineras". La clase inferior está formada, so- dos señalan 1 verdaderamente, que una parte sustancial de los p~bres
bre todo, "por miembros de minorías, negros o personas ~e origen permanece atrapada en la pobreza durante largo tiempo, y lo mismo
hispánico". $e trata de gente disnuesta a ocuparse de traba¡os que la ocurre con sus descendientes. Tras exammar las pruebas d1spombles,
mayoría de la población autóctona se niega a hacer. Galbraith ase- Wilson llega a la conclusión de que existe "una base sólida para acep-
gura que ocurre prácticamente lo mismo en los países europeos. Los tar el argumento de que ha aparecido una clase infenor en el ghetto,
trabajos pesados que desechan las poblaciones nativas recaen sobre que muestra los problemas de la pobreza a largo plazo Y _l~depen-
inmigrantes de la orilla sur del Mediterráneo, el norte de África, el sur dencia del sistema asistencial"11. Cabe aceptar una conclus1on seme-
de Asia, y otros lugares. jante para otros países in4ustriali~zados, ,aunque el grado de "endure-
En palabras de Galbraith, "la comunidad moderna --el sistema cimiento de clase" observado vana considerablemente.
de mercado- necesita esa clase inferior ... y debe acudir a otros paí- De la valoración del conflicto entre las interpretaciones de iz-
ses para mantenerla y renovarla". Pero las condiciones en las_que quierda y derecha sobre los orígenes de las dases inferiores depende,
,vive esta clase favorecen el crimen la desintegración familiar y la__ c:i~- en gran medida, el análisis de problemas mas generales relacionados
~organización social en ge_geral. Dicha situación surge, principal- con el estado de bienestar. Podría decirse, para empezar, qy.e el -ªW---=--
mente, porque hay barreras que limitan las oportunidades de los mento de Galbraith sobre la necesidad funcional parece débil. Du:
miembros de la clase inferior para ascender en la escala social. El ra- rante cierto periodo de tiempo, la demand~ de mano de obra disparo
.__cismo y otras influencias impiden la asimilación total. la inmigración del Tercer Mundo a los paises desarrollados. Pero al-
.' La opinión de la derecha es muy distinta. La clase inferior es PIQ- gunos de los grupos representados _en las ~!ases inferiores, sobre todo
/ dueto de la dependencia del sistema asistencial,_qll<'eestª-1:,lece" iflsti- los negros de Norteamérica, no estan rec1en llegados a ~a sociedad en
, _tucionaliza unas circunstancias sociales y económiatsq!J~_,_en _caso cuestión. Además, no está claro de qué forma son funcionales 2ª-ra el __
CQJJ.J.rnti~e_ria.tu111.1_c_h{Lr.nás_.flp_i_d_a_s_.
Las clases inferiores QQ_J;_s.tá.n__for- .Qtden social los parados de larga duración, a los ,;¡ue_el _resto ele la SQ-
1ffiadas por víctimas del sistema de mercado~_sino 12orindividUQ§___ Q!J.(; ciedad acaba experimentando como una carga econom1ca. _ .
_5..e_{;__~clu~n
de ese sist~ma v32ptan, en cambío, JlOr utilizar las venta- No obstante, los argumentos de la derecha se ~ncu~ntran _as1m1s-\
jas del estado de bienestar. La vida dependiente de la beneficencia mo con objeciones fundamentales. Por ejemplo, 51_los mcent!VOS de
! tiende a vaciarse de normas morales¡ de ahí la desintegración de la la beneficencia producen el desempleo de la clase infen;'r yh desin-
! vida comunitaria y familiar estable, algo que, a juicio de Charles Mu- tegración de la vida familiar, dichas tendencias debenan invertirse
rray, "está contaminando actualmente barrios enteros" 10• L..itgente gy_e cuando declinen los beneficios del sistema, como ha ocurrido en mu-
s~~2;rovecha del sistema de bienestar suele despreciar a la comuni- chos países occidentales durante los veinte últimos año~. Sin emba_:-
dad social en sentido amplio, en vez de reconocer sus obligacionG:s go, no ha sido así. Los niveles de desempleo entre los miembros mas
hacia ella. Una falta de objetivos invade toda su vida y lleva a actitu- jóvenes de los grupos minoritarios en las cmdades de Estados Um_dos

10 Charles Murray, Tbe Emerging Brüish Underc!ass, Londres, Institute of Economic


n Wi!liam Julius Wilson, Tbe Tn.t~yDisadvantaged, Chicago. University of Chicago
Affairs, 1990,pág. 4.
Press, 1987, pág. 10.

150 151
han alcanzado proporciones catastróficas, pero también han aumen- de los pobres ante su posición marginal en una sociedad capitalista,
ta~o en Gran Bretaña y otros lugares. El desempleo estructural, unido estratificada en clases y muy individualizada". Ya desde los seis o
al exodo de familias obreras y de clase media fuera de los barrios po- siete años, los niños de las barriadas "han absorbido normalmente los
bres del ?entro de las crudades --especialmente pronunciado en Es- valores y actitudes fundamentales de su subcultura y no se muestran
tados Unidos- son las principales influencias. Como consecuencia psicológicamente dispuestos a aprovechar por completo las condicio-
los procesos asociados tienden a reforzarse: ' nes cambiantes o las mejores oportunidades que puedan darse a lo
largo de su vida"13.
Así, en un b~arriocon escasez de familias con empleo regular y La dependencia del sistema de bienestar puede vincularse a las
c.on una mayona abrumadora de familias que sufren grandes pe- culturas de la pobreza; lo que debemos evitar hacer es suponer que
nodos de paro, la gente experimenta un aislamiento social que les los rasgos de las culturas de la pobreza son totalmente opuestos a las
exc_Iuye.del sistema de redes de empleo que llega a otros barrios y actitudes sociales y culturales que se hallan en el mundo exterior. Los
es ran importante para enterarse o conseguir recomendaciones grupos empobrecidos pueden estar "apartados" estructuralm~:ri.te_-_cie
para pue~tos de trabajo disponibles en otras partes de la ciudad. }_ª--gentemás acomodaQ-ª~ª@m_~IJJe_, __ Q__f.llJXlGi,_yi§imn_lª§__-ª-f~-ª~
__
e_:q.
Y, a medida 9-ue disminuyen las perspectivas de empleo, cada vez las__gue_se concentra la pobreza; pero, en una situación so_cial_uniye:r-:
dep~nden ma~ de otras alternativas como la beneficencia y la eco-
nom1a sumergida, y llegan a considerarlas un modo de vida 12. salizada_,_sus_vidas no están aisladas desde___cl_¡:mnto de. vista cultural.
Las diferencias étnicas respecto a la población mayoritaria están a
menudo asociadas al desarrollo de las clases inferiores, y tales dife-
-:Lo que ocurre es u1:a ~specie de espiral destructiva, a la gue.1...~ti
ocasiones, puede1: contnbu1r los programas de asistencia en Jugar de rencias pueden convertirse en un foco de exclusión cultural. Sin em-
contrarrestarla. Existen semejanzas muy reales con la sh~;c0n d.C-ia bargo, es frecuente que esas mismas diferencias conecten a los po-
pobreza a escala mundial. Se desencadena una serie de hechos que bres con escenarios c~\turales universales, en materia de costumbres,
destruye la~ culturas locales y los modos de autonomía. Los progra- religión, vestimenta o música. Para las poblaciones inmigrantes, pue-
mas .burocrat1cos de ayuda pueden contribuir a aliviar esta situación de tratarse de los lazos que mantienen con sus países y culturas de
en c1e~os asp~ctos, pero, en otros, pueden reforzarla. El resultado es origen; pero, en muchas ocasiones, constituyen diásporas culturales,
. la amb1~alenc1a y el malestar psíquico. Las personas pasan a depen- que pueden alcanzar una gran extensión.
Las clases inferiores no son simplemente bolsas de pobreza den-
d:,r de sistemas de asistencia que les resultan ajenos y_soor~J.o.s_qu.e
~rcen _escaso control· no es extraño g~uedan tender a adoptar .tro de las sociedades nacionales, sino gtitta~Jas~qlleel TerceJ
Mundo se encuentra con el primero. El aislamiento social q_uesepaq
una act1.tud mani uladora res12ecto a .ellos y que no se sient~;;-·;,,;;:¡a
a los_,mmos desfavorecidos del ..nco.tQ_Qs'J ords:!15.Q.\Oial
dentro de cgda
¿gradec1dos por lo gue les ha ofrecido la sociedad~ Pomµe..Ji.t.Ldepen-
~d.ern::-'a_d~_a_g,mµ_n[dad~.lia_Ya_Jmida._a_la.e.xclus· - ~- nª-~ión refleja la división entre ricos y pobres a escala mundi?J,__y.H~0:e
.Jl lena aJ!1
___~,,p__ ·ciuaJ::.10.JLe.JLe.u,,.
· " .11- ~-· -----··--- -·--~-········ .~OP--""c®ª __
.!:!,_ga
vinculación causal con ell_a_:__La pobreza del Primer Mundo no
puede abordarse como si no- tuviera ninguna relación con las desi-
.~as influencias sociales que crean las clases inferiores son de tipo
gualdades a nivel mucho más amplio. Se trata de una cuestión sobre
,estruct~ral antes de s~r ,,c~~turales pero, unª __y~~-~:ri_jµ~gQ,___ pt~e_den
la que deberemos volver en el próximo capítulo.
producir u.na desmorahzac1on cultural profunda. Los debates actuales
ent:e_:zqmerda y derecha sobre la cuestión son, en realidad, una re-
p~tlc1on de la controversia creada en las ciencias sociales hace varias EL FUTURO DEL BIENESTAR: UNA ORIENTACIÓN PRELIMINAR
decadas p~r la noción de cultura de la pobreza planteada por Osear
Lew1s._Basandose en su u-abajo en Latinoamérica, Lewis sugería que: . - . El proyecto del estado de bienestar se ha derrumbado, en parte,
despues de quedar econorruc~mente marginadas, las personas desa- porque llegó a encarnar lo que resultaron ser las aspiraciones fracasa-
rrollan r::,acc10nes de adaptac10n que se transmiten de generación en das del socialismo y, en parte, debido al impacto de los cambios.so-
generac1on. La cultura de la pobreza, en su opinión, es "una reacción

13 Osear Lewis, "The culture of poverty", en Daniel Patrick Moynihan, On Unders-


12 Ibíd., pág. 57. tanding Poverty, Nueva York, Basic, 1968, pág. 188.

152 153
dales generales que constituyen una preocupación de todo este libro. una era de modernización reflexiva, estas cuestiones son más proble-
El "compromiso de clase" de las instituciones de bienestar pudo per- máticas. El riesgo fabricado es inestable en relación con los campos
manecer relativamente estable sólo en la medida,!~fLQ1!~ ..s_e_mantuvi~:- de acción humanos y naturales. Ya no se puede abordar de ma~era
ron las condiciones de...mo..demiz.act.ólLS.imp1e. Eran unas circunstan- actuaria} mediante el control del "trastorno rutinario" de los ambien-
cias en las que la "industriosidad" y el trabajo remunerado seguían tes, incl~yendo tanto el entorno de la producción capitalista como el
siendo esenciales para el sistema social; las relaciones de clase esta- natural. _
ban estrechamente unidas a las formas comunitarias; el estado nacio- La cuestión del riesgo externo frente al fabricado. como Y.Q)!..ª_Jn.-
nal era fuerte e incluso, en ciertos aspectos) continuaba desarrollando tentar demostrar, es fundamental para la revisión d<:;Lm9cblem1L del
sus poderes soberanos; y se consideraba aún que el riesgo era, ·en ~istema de bienestar y su relación con eL~st~9 ..~!J.J_Q§_.2ª~-~~§_}_[l_d~s-
gran parte, externo, y que se podía afrontar con programas ortodoxos tri<1~ deJJ.º1~fü estado de bienest~r no surgió com? un I?royecto
de seguridad social. Ninguna de estas condiciones sigue siendo ____ la -del socialismo, pero se vio cada vez mas arf3:str~do hacia s.u orb1ta, al
misma en una situación de mayor universalizactón_y capacida,d _SQcial_ menos hacia el de tipo reformista. Por cons1gmente, reflep las para-
fde reflexión. dojas del pensamiento socialista pero, a~n más importante, es pa~e
Uno de los principales defectos estrncturales del estado de bie- de una empresa histórica que ahora esta cadu:ada. _Para la mayona
~ nestar en la posguerra se hallaba en la débil relación entre el fomento de los socialistas -y para otros defensores, mas reticentes-, el_es-
de la eficacia económica y los intentos de redistribución. Los sistemas tado de bienestar parecía indicar el camino hacia u? futu:o d?,mma-
'de bienestar no sólo demostraron ser incapaces de generar gran re- ble e igualitario, tanto si éste era una etapa intermed~a hacia el pleno
distribución de la riqueza y las rentas; el estado de bienestar, de h1'- socialismo" o alguna versión del comunismo _e<~mos1 no. Con la des~-
cho, acabó convi,:tLén.dose_pan::ialmente__en un vehíCJJ1Q..¡2an;11.111tclara parición de las ambiciones históricas del so_ciahs.mo,debemos exami-
promover los intereses de una clase media en expansió_!'_"!; -No hubo un nar el estado de bienestar en una perspectiva diferente; por ello me-
4
compromiso d~ y
di.r._e_ct.~nti:..e....e.li.apítal
la clase obrera; fue un rece la pena subrayar sus orígenes heterogéneos.
·x cornp_¡-:QD].is_o qµ~-~.o.liciifi_c_Q_JQ$
__ secJores iptennedios del orden social 14.
I a red\stribudón es un término ambiggp. Tal como la han enten- "'
dido los socialistas, la palabra se refiere a la disminución de las desi-
gualdades económicas ..El~_tado de bienestar no ha resultado dema-
~iado eficaz en este sentido.,_~n gran parte por la enorme participa-
, ción (:le }a clase media en los beneficios de los programas sociales. La
pobreza se ha visto aliviada, sobre todo no por la redistribución de
1

los más acomodados hacia los más pobres, sino por los incrementos
generales de riqueza que han hecho ascender a todo el mundo. Así
ha sido tanto en las sociedades escandinavas, con los programas de
bienestar más visiblemente desarrollados, como en los demás luga-
res. Pero la redistribución uede referirse asimismo a la artici ación

* en los ries os. Ahí es· donde han si o más destacados los logros del
eSiado de bienestar. Lo que los programas de asistencia han conse-
guido verdaderamente es la generalización del seguro social, sobre
todo su extensión a lo largo de toda la vida.
Este logro es muy real e importante. Sin embargo, cuenta con
una distribución relativamente estable del riesgo en toda la sociedad;
y con que ese riesgo puede despolitizarse, puede "contenerse"1s_ En

14 Gray, Beyond the NewR~ght.


l5 Cfr. MartinJanicke, State Failure, Cambridge, Polity, 1990.

154 155
CAPÍTULO VI

Política generativa y bienestar positivo

SISTEMAS DE BIENESTAR E INCERTIDUMBRE FABRICADA

La conexión entre los sistemas de bienestar y el control .d~ _riG~-


go_s_,como~gería en el~_apítulo anterio~muyelemen_taL il.ª§
____
el <:álculode.Lksgoc se encuentra nada menosque todo el peso dela
fHQsofía de la Ilustra<;i{)_I).
La idea del riesgo es parte integrante del es-
fµ_~rz9_12or controlar el futuro y dominar la historia c0:n arr.~glQ_
__
ª_fig~_s
h»ma,.nQ§, _____
Las nociones de riesgo y "accidente" están estrechamente
relacionadas. En la mayoría de los contextos anteriores a la moderni-
dad, se trataba de desgracias, más que de accidentes; la desgracia era
el destino en su aspecto negativo, como si dijéramos. Era, literal-
mente, "des-gracia", mala fortuna.
El término accidente se acuñó y popularizó junto a la idea de
que los accidentes ocurren periódicamente 1. Surgen debido al azar,
que puede identificarse y catalogarse. Están vinculados al concepto
de "vida en común" --0 al de estado- porque deben clasificarse te-
niendo en cuenta a grandes poblaciones. Las ideas de riesgo y acci-
dente implican cierta ética. Los sucesos que ocurrían de forma ''natu-
ral" solían incluir lo bueno y lo malo; fuera Dios, o no, quien los ori-
ginaba, no parecía haber ninguna base para corregirlos. Por el
contrario, la valoración colectiva del riesgo supone y expresa una si-
tuación en la que el remedio es posible y deseable.
La idea de riesgo, por definición, reconoce los límites del con-
trol. Pero, entendida como riesgo externo, lo hace sólo porque reco-
nq_ceque esos límites son "maneja61es" y est_~!2_!_uer~_?el_.,3Icance ele la

1 Fran(;ois Ewald, L 'état prooidence, París, Grassct. 1986, págs. 17 y ss.

157
p_r:opiamodernidad. De. modo que ladifusión de lamodemidad en social, en general, no atril:m_y_e11niriguna cul_p~_-ª.J9sreceptor_~§_fiela
las áreas sociales y naturales· CorÍtinÚa-de·-¡orma· it1interrumpida, por ~,mii:laestatal; pero, del mismó m"do, tampoco impli,;:a11_gllejp5-_afe,;::
lo menos mientras los métodos 01todoxos de seguridad puedan ocu- t;l<:lwdeban aceptar ninguna responsal:>ili<:lac!,
parse de ella. De hecho,~mayoría de las medidas de bienestar e.s1_á_elabmada
El riesgo fabricado parece diferenciarse del riesgo externo, sobre _para hacer frente a los hechos después de que éstos o=rran,_y __nQ.J'.íl.
todo _porque rehúye o confunde.J.'!S_medid.as de ..§eguridad. Ewald su origeP:~~na causa importante del "fracaso del estado"3. Los prüble-
afirma que los riesgos de grandes consecuencias poseen ciertas ca- mas del estado de bienestar suelen examinarse en términos fiscales, y
racterísticas que los distinguen de los riesgos experimentados o inter- así se presentan a efectos electorales. Las instituciones de asistencia
pretados anteriormente. Son riesgos que implican un daño imposible cuestan cada vez más dinero; la rebelión de los contribuyentes esta-
de compensar, porque sus repercusiones a largo plazo se descono- blece límites decisivos a cuánto pueden extenderse los ingresos del
cen y no pueden evaluarse adecuadamente. Expresan "una causali- estado para hacer frente a tales necesidades. De acuerdo con las opi-
dad y temporalidad de tanta amplitud, difusión y extensión" que se niones de los autores de izquit¡das, por lo menos, esta situación es
escapan a los modos ortodoxos de atribución. No sabemos cómo un factor fundamental en la expansión de la pobreza y el desarrollo •
abordar adecuadamente este tipo de amenazas2. de las clases inferiores.
Tales observaciones son importantes y volveré a hablar sobre sus ~5:g~~.? p~_i:~-~~? ~~Y--~-i~tintassi tenemos en_cuenta las dífiq,1.l-\
...
implicaciones. Pero no debe interpretarse la transición del riesgo ex- tades del esia"do de bienestar como resultado de un movimíepJ9
terno al fabricado sólo en relación con la aparición de peligros insu- desde la incertidumbre externa hacia la fabfic;:ª_Qa. La cuestión no con-
perables. Como he subrayado anteriormente, el verdadero contraste siste tanto en el incremento de loscosies yla incapaci<:lad d_ehacerles
reside en _el origen del riesgo. Precisamente PüfQUe--Il◊ es externa eS ffent_~ COffiQ__en Ti organización de los r~cµ_r_s_Q,s __deJo.rmas_que ....son.
por lo gue la incertidumbre fabricada no puede abordarse de forma .cada vez más inapropi~9ª_?__ par<;l__l_~s
p_roQ_l~_~as __
q~ __Qre~enden resol-,
actuaria. - ------
ver. Los sistemas de bienestar destmados a fmes emancipadores aca-·1
La incertidumbre fabricada, como he intentado destacar en todo ba"ñ.por sufrir presiones o se hacen ineficaces en los lugares donde
el libro, penetra profundamente en la vida diaria y no se expresa, o los problemas de política vital adquieren cada vez más importancia y
no sólo, en formas más universalizadas de riesgo. La vida cotidian·a se precisan programas de política generativa para abordarlos.
manifiesta el riesgo fabricado en la medida en que se destr<tdi,;:iou.a- La incertidumbre fabricada no forma parte del "círculo cerrado"
liza y disminuye la percepción de la natural~~y las .r;i.ormassocial~s de la modernidad ilustrada, parte de medidas que son preventivas o
"c.o_n1Q __de.s.tinQ:,_Laincertidumbre fabricada -el riesgo afrontado--en precautorias, además de implicar el desarrollo permanente del co-
áreas de acciQn orgªQi.?.ª_(2a.$ ..9e.for:ma __
refle}$:iva- sugiere, por m·oti- nocimiento técnico. Pero el carácter imponderable de la incertidum-
vos que desarrollaré enseguida, la idea del bienestar positivo, vincu- bre fabricada significa que dichas medidas no pueden siempre, ni
lado de manera inmediata a la política de la vida y la política gene- siquier_a__de forma ha~itual, i_r:iplant_ar~e _se11:<:!!~_amente
d_~~<:!__~--~Er_~ba.
rativa. El compromiso reflexivo con 10s sistemas-expertos -con todas sus
~ Al _menos varias de las instituciones normalmente agrupadas bajo formas de autoridad posible y sus dependencias y ansiedades- se
la rubnca "estado de bienestar" han servido para subrayar aspectos convierte en el contexto necesario dentro del cual debe afrontarse el
pos1t1vos del desarrollo autónomo y la asistencia social. Ello es evi- riesgo, a nivel individual y universal. Veamos varios ejemplos perti-
: dente, sobre todo, en el área de la educación. ¡:,ero, como sistema de nentes. ---~ __ _ _____ _
!¿~o ~~ciª1_<;;.L~do de biene.s.tar se ha organizado princ;iQalméfite -Nadíe--CaCmenos;·cte-momento) conoce las causas del cáncer.
¡ en relaqon con el nesgo e!{t<,_mo.Es decir, las disposiciones de la se- Pero algunos especialistas médicos creen que aproximadamente el 80
¡ guridad social pretenden abarcar fundamentalmente todas aquellas por cien de los cánceres es el resultado de factores medioambienta-
l c~rcunst~nc1as~~n las 9ue las personas se ven incapaces de lograr
_! c1e~o _!!!Yelb§ls1~g___ <4~__
t_I)._gg~§Q_s_
y_!ecu_r~QS.Las medidas de segurida.4
les. El tratamiento de la enfermedad podría concebirse sólo como
forma de aliviar sus síntomas o hallar una curación, y tal vez se des-

2
Jbíd., págs. 545-546.
3 Janicke, State Faílure.

158
159
cubra en un momento dado. Sin embargo, el "tratamiento en origen" do las parejas se separan en lugar de permanecer juntas. Dicho enfo-
nos sumerge profundamente en la política de la vida. Los riesgos de que combinaría elementos educativos, normativos y materiales. Por
contraer cáncer disminuyen, probablemente, si se observan las si- ejemplo, muchas mujeres dejan a sus parejas por la violencia que su-
guientes costumbres: no fumar; evitar la exposición excesiva al sol; fren a manos de ellos. Un programa generativo intentaría, ante todo,
seguir determinadas dietas, y no otras; evitar sustancias tóxicas en el reducir esos niveles de violencia, algo que puede integrarse de modo
trabajo y en el hogar; utilizar los procedimientos de detección precoz. eficaz con otras formas de estrategia relacionadas con la ayuda a la
Los accidentes de tráfico son una causa fundamental de mortali-• familia, puesto que es frecuente que los hombres que ejercen violen-
dad, heridas y minusvalías en las sociedades modernas: en este sen- cia contra las mujeres hayan sufrido, a su vez, malos tratos de uno u
tido, son tan significativos como cualquiera de las grandes enférme- otro tipo cuando eran niños.
dades, especialmente para los jóvenes. Como han señalado numero- Como un ejemplo más, piénsese en un enfoque generativo para
sos observadores, los gobiernos y los ciudadanos aceptan altos afrontar delitos violentos. El coste de los métodos actuales para com-
niveles de muertes y heridas en las carreteras --con todos los costes batir dichos delitos es enorme. En la mayoría de las sociedades, la
que ello implica- casi sin reparo. Pero la incidencia de muertes y he- respuesta actual a ese tipo de crímenes es de reacción: casi todo el in-
ridas debidas a accidentes de tráfico podría disminuir enormemente terés se dirige a la atención hospitalaria de las víctimas, las detencio-
si se emprendieran políticas más generativas: fabricar coches mucho nes, los enjuiciamientos) la defensa y la encarcelación. Sin embargo,
más seguros que los actuales; aplicar rigurosamente los límites de ve- las estrategias que han resultado eficaces en la disminución de los ni-
locidad; mejorar la señalización de las carreteras; adoptar medidas veles de uso del tabaco, conducción bajo los efectos del alcohol y en-
que ofrezcan mayor protección a otros usuarios; y promover enérgi- fermedades del corazón pueden servir asimismo para las principales
camente la utilización del transporte público a expensas del vehículo categorías de delitos violentos. Dichas estrategias pueden dividirse en
privado4, áreas de prevención primaria, secundaria y terciaria.
El tercer ejemplo parece, a primera vista, muy distinto de los dos Veamos el caso del tabaco. La prevención primaria se dirige a las
primeros. Es uno que he mencionado frecuentemente: la esfera del personas, especialmente jóvenes, que no fuman, para evitar que
matrimonio y la familia. Las disposiciones de seguridad social que es- adopten la costumbre. En general, los intentos de prevención se han
tán actualmente en vigor en todas o casi todas las sociedades desarro- centrado en el cambio de actitudes y normas sociales. El tabaco se
lladas se elaboraron en una época en la que no sólo el patriarcado ca- consideraba, en otro tiempo, atractivo y elegante; ahora, en parte gra-
recía, en gran parte de oposición, sino que el matrimonio era el des- cias a programas específicos, está muy extendida su percepción
tino ineludible: establecía una forma de vida apropiada para los como algo insano y que molesta a los no fumadores. En el caso de los
hombres y otra para las mujeres. En ambos casos, el riesgo se consi- delitos violentos, las estrategias de prevención primaria supondrían
deraba -y así suele ser todavía- externo. Pero cuando el matrimo- atacar la idea del "superhéroe", junto a otros aspectos de virilidad
nio se ha convertido en una "relación", un compromiso para ambos convencional. La glorificación de la violencia podría pasar a ser, en
sexos, y las mujeres forman parte importante del mercado de trabajo algún momento, tan arcaica como el atractivo del tabaco.
remunerado, esta orientación resulta inadecuada. En el caso del tabaco) las estrategias de prevención secundaria
Actualmente, los sistemas de seguridad social tratan los proble- incluyen programas destinados a ayudar a abandonar el hábito: el
mas del matrimonio y la familia, en su mayor parte, en relación con la uso de sustitutivos de la nicotina, reuniones de grupo, terapias de
compensación por las "bajas". Una mujer sola que sea cabeza de fa- sustitución, etc. Con la prevención de la violencia, dichas estrategias
milia, sin medios suficientes de vida, recibe beneficios económicos; el podrían tener varias formas. Por ejemplo, podrían incluir programas
estado exige a su ex-marido o antigua pareja que pague el manteni- terapéuticos destinados a los numerosos niños que han sido víctimas
miento de sus hijos. Un enfoque de política generativa reconocería el de la violencia o que suelen recurrir habitualmente a la violencia en
papel central de la confianza activa en las relaciones actuales, y se la escuela y en sus relaciones con los demás.
centraría en las condiciones para crearla y mantenerla, incluso cuan- La prevención terciaría significa responder a las patologías pro-
ducidas por el tabaco cuando ya se han desarrollado. Tampoco aquí
resulta sensato considerar sólo el riesgo externo. El tratamiento de las
4 Wolfgang Zuckermann, The End ofthe Road, Cambridge, Lutterworth, 1991. consecuencias físicas del tabaco necesita intentar obtener la garantía

160 161
de que los individuos van a alterar posteriormente sus modos de condiciones de bienestar reciben ahora una influencia tan fuerte de
vida. Lo mismo ocurre con los delitos viólentos. Como sabemos, las los factores universalizadores, ya no puede creerse gue los estadQtL.Q.~i\
cárceles no sirven, en muchas ocasiones, más que para ref6rzar las bi~nestaI:...occidentales sean capaces de prosperar ind_~endient~:-l
actitudes que se supone que deben transformar. mente de lo que ocurraen<el resto del mundo. O, por decirlo de otral 'k
El bienestar positivo exige, con frecuencia, la intetvenciS,n del forma, si lo intentaran, no sólo se convertirían en bastiones de privile-l \·
~stadol_J¿ero n<;Lpuede conterlirse totalmente de.ntro_d~__ fi_ll_.S~:1ír11ites. gio, obligados a mantener apartado al Tercer Mundo mediante el uso]
Por ejemplo, una preocupación generativa por mejorar las condicio- de la fuerza, sino que, dentro de dichos estados, se observaría un ale-j
nes sanitarias mediante la reducción de la contaminación podría ne- jamiento creciente entre las áreas privilegiadas y los grupos inferiores,]
cesitar la cooperación internacional, incluso universal. Por Consi- empobrecidos y criminalizados. l
guiente, se rompería en algún punto el nexo intrínseco entre "bienes-
tar" y "estado".
Podrían plantearse las siguientes objeciones: ¿no son los progra- ARGUMENTOS EXTRAÍDOS DE LA POBREZA UNIVERSAL
mas de bienestar positivo necesariamente programas a largo plazo,
mientras que las instituciones de bienestar actuales tienen que ocu- Podría parecer que nadie de quienes estudian el futuro del es-
parse de los desfavorecidos aquí y ahora? ¿Cómo aliviarían dichos tado de bienestar en el Occidente acomodado tiene nada que apren-
programas las dificultades fiscales del estado de bienestar, dado que der de las regiones menos desarrolladas del mundo. Los únicos pro-
parecen mucho más costosos que las medidas "correctoras" que se blemas dignos de afrontar parecen ser cómo se puede convencer a
aplican en el presente? Y, quizá lo más significativo, ¿cómo contribui- los países ricos de que entreguen parte de su riqueza para ayudar
. ría un enfoque generativo a abordar los problemas de la pobreza y el a los pobres y la necesidad de concretar lo que las sociedades más
desamparo? pobres pueden copiar de los sistemas de bienestar creados en los es-
No obstante, cada una de estas preguntas puede invertirse. Algu- tados más ricos. Sin embargo, pretendo sugerir una estrategia contra-
nos programas de bienestar positivo serían necesariamente de dura- ria, creo que una política radical del bienestar, en el Norte y en el Sur,
ción bastante larga, pero ello juega a su favor, en un mundo en el que tjen_e mucho que aprender de la eX:periencia de los más O.esf.?_y-ºf~-
es preciso emprender numerosos procesos de reparación social y na-
cidos.
tural. Sin embargo, existen muchas más medidas generativas a corto - Los informes Brandt, de la comisión internacional originalmente
plazo, más baratas de implantar y mantener que las políticas orienta- creada para investigar la pobreza mundial, preveían una transferencia
das hacia el riesgo externo. Y ciertas formas de bienestar positivo más de recursos a gran escala del Norte al Sur, con el fin de hacer frente a
a largo plazo son sencillas de introducir y económicas, la prohibición las desigualdades crecientes y las deudas del Tercer Mundos. No ha
de anunciar cigarrillos es un buen ejemplo. Otro ejemplo, los progra- ocurrido así, y ello no resulta especialmente extraño. Podría apun-
mas de libertad provisional que fomentan la rehabilitación de los de- tarse, como motivo, la tacañería de los países ricos --que corre para-
lincuentes pueden ser mucho menos costosos que mantenerlos en lela, como si dijéramos, al supuesto egoísmo de la "mayoría confor-
prisión. me" de dichos países-, pero estaríamos olvidándonos <:k_las..pro.pias
En lo que respecta a la pobreza y el desamparo, es preciso_ µn
deficiencias de los informes.
nuevo enfoque. Los intentos de redistribución de 1ª_,rigµeza o las ren- Como subraya Paul Ekins, los informes Brandt revelan un interés
tas mediante medidas fiscale,;, y sistemas ortodoxos de bienestar, en por los estados y los factores que influyen en ellos; el significado de
general, no han funcionado. Así ha ocurrido tanto en los sistemas "desarrollo" consiste en la industrialización y el crecimiento econó-
·asistenciales de los países industrializados como 1 a escala mundial, mico y las instituciones financieras y los indicadores económicos for-
entre naciones ricas y pobres. Seguramente,_ la pobreza sólo puede man parte de los remedios propuestos'. Desde luego, los países en
combatirse con cierta esperanza de éxito_,__meatreyQa asegurar, me-
diante una cotKeJXión del bienestarpositivo basada en _losinti;_reses
12.aralelosd~olítica de la vida y la 12olí.tica_generativ.a
..Abordaré la
cuestión con detalle. más adelante; pero no puede analizarse única- 5 Comísión Brandt, Common Crísis, Londres, Pan, 1983.
6 Ekins, A Ne-w World Order, pág. 23. Estoy en deuda con el análisis de Ekins en
mente en relación con las sociedades industrializadas. Dado que las relación con lo que sigue.

162 163
vías de desarrollo han logrado obtener una importante financiación sen por salirse del orden capitalista mundial; como en el mundo in-
exterior desde principios de los años 70: ése es el origen de sus deu- dustrializado, se ha demostrado que esta solución no hace sino
das, dado que la obtuvieron a través de préstamos, y no de transfe- empeorar la situación que presuntamente iba a remediar. Tampoco
rencia de bienes. Sin embargo, la mayor parte fue a parar a las autori- consistiría en una serie de programas impuestos a aquellos que, se
dades del estado y se empleó en capítulos como grandes proyectos supone, iban a beneficiarse de elh?s. Sería un programa político g~J}e-
para las capitales, construcciones de prestigio, importaciones de lujo rativo, basado en políticas_y_~ct_ividfld~S-Y:4...~xis_te_p_t~s
..~n...Y?fiQs
__
o nu:-
y armamento. Parte halló también el camino hacia cuentas bancarias merosos lugaTes.
privadas en el extranjero. Los informes Brandt no hablan del fracaso a Un des3.-rrolloalternativo incluiría las sjguíentes característica~:
la hora de hacer un uso productivo de los préstamos extranjeros; ¿por
qué deberían de tener un destino distinto las grandes transferencias (1) Este tipo de desarrollo partiría de los comp_roirJJ~P..Lrdk;siJJ.O!i_
de capitales? que, en todo el mundo, han hecho ya movimientos sociales autócto-
El argumento de Brandt en favor de una transferencia de fondos nos y grupos de apoyo con las fuerzas de transformación de sus vi-
de ricos a pobres se basa en una idea de equidad pero también de das, y contribuirían a fomentarlos. Véase el ejemplo del Fondo de la
propio interés. Las desigualdades mundiales son una afrenta para Séptima Generación, desarrollado por activistas indios americanos.
cualquier sentido razonable de justicia; disminuirlas, se afirma, contri- De acuerdo con sus dirigentes, las culturas indias tradicionales tienen
buirá además a la prosperidad de todos, porque un Sur menos empo- mucho que ofrecer a la sociedad dominante de Norteamérica. La or-
brecido ofrecerá más mercados para que el Norte venda sus produc- ganización pretende reconstruir la autonomía económica y política de
tos. Pero no es una opinión muy convincente; desde casi todos los las comunidades indias y proteger aspectos de su legado cultural. Su
puntos de vista, el Norte se beneficia enormemente de la situación ac- nombre procede de la costumbre de los indios iroqueses de tener en
tual. "Los recursos del Tercer Mundo son tan baratos como en la épo- cuenta, antes de poner_ ~!).__prác~_icas;_ual_qu_i~_i:__<;f~_~js_iQn.
_p_qlí!_i<;:a,
sus
ca colonial, sin el coste de tener que administrar otros países"7. Para sa- ~fectos sobre la séptima g<:neración. S_uobjetivo es estimular el desa-
lir de este callejón sin salida es preciso un programa de reformas __ Illás rrollo económico autónomo, que utiliza recursos tenovabl~s Y.S9DP-
exhaustivas, que empiece en el Tercer Mundo, en l]Jg'lcrdeCPrimeJC;.. .ciffiíel1t:O"s"IOcafes
para ofre"Cer_l:>i~nes
y _servü:~ios. --- ··---
Dicho programa deb~__ poner en tela de juicio la propia CQ!!~~-
ción del desarrollo. como. cr~cil!liep.tq_ecoqómiGQ._t>!.Q.Q~j4 de reco-
__ (2) Una preocupación básica del desarrollo alternativo es la limita
nocer los grandes problemas que presentaJ;i-.PQbreza mundial. Debe ción de daños, tanto en relación con la cultura local como con el me-
representar un desafío a la modernidad, y no un illi:Cnto de exten- dio ambiente. ·En casi todas partes, la modernización, además de mu-
derla de forma general a todas partes. Los frentes de batalla ya están chas ventajas, ha tenido consecuencias perjudiciales; en numerosas
trazados: situaciones no se puede contar con que nuevos avances de moderni-
zación ayuden a hacerles frente, puesto que han contribuido a crear-
A un lado están el cientificismo, el desarrollismo y el estatalis- las. Éste es un punto de enlace fundamental entre la po_!Ltica_radical
mo, respaldados por los grandes batallones del sistema: la tecno-
logía moderna y las instituciones del capitalismo mundial y el po-
del desarrollo y el conservadurismo filosófico;_en muchos c'!§()§, la
der estatal. Al otro está la gente, principalmente el 30 por cien de conservación debe interpretars~_~omo una _respuesta_racional al ca-_
la humanidad que no cuenta para el proyecto moderno pero a la rácter destructivo de la modermdad
que ayudan y asisten muchas personas del otro 70 por cien que
consideran que dicho proyecto es ética, social y ecológicamente (3) Consideraría las cuestiones_de p()/ítica_v.ital esenciales para una
intolerable 8 . política emancipadora, en vez de limitarse a trabajar en la dirección
opuesta. La...emm1d¡]aciónno__;,uede ya e.<;JJJip..a.rnx,se
con la moderni-
_¿Qué aspecto tendría un "desarrollo alternativo"? No sería socia- zación sencilla, sino que exige abordar cuestiones__demQdo de viQg_y_
lismo, en el sentido de economías dirigidas desde el centro que opta- ética. Hablar de "modo de vida" en relación con los pobres y ham-
brie~tos del mundo puede parecer extraño, en un principio; pero_~QY
7
ya no puede juzgarse que la respuesta a la pobreza sea purament~
Ibíd., pág. 19.
B Ibíd., pág. 209.
.. económica. El problema de "cómo vivir" en un medio universalizador

164 165
en el que la cultura local y los recursos medioambientales están desa- mujeres poseen menos del uno _¡;,_or ckn d<la riqueza en el mund.Q,_y
pareciendo posee verdaderamente un significado particular para los ganan menos Gel 10 por cien de los ingr~§.Q_,?_; __
.R~IQ__
J~~lizan las___
<;!Qs
pobres. _1,~lucha por la autonomía y la independencia es también una ts!Q'ras paites del trabajo mund_iaLLa mayor parte de los factores di-
lucha yara reconstituir lo local como forma esencial, a veCeS7;iüll1Ca ferenciales que se ven en las regiones industrializadas ocurren) de
formal de evitar la pobreza y la desesperación endémicas. --------·- forma aún más aguda, en las zonas más pobres..:.._§.empleo remune-
r~do de las mujeres se concentra. sobre todo. en los sectores periféri-
( 4) Estimularía la independencia y la integridad como medios de de- cos del mercado laboral, con las peores condiciones de_trabajQ,_sala-
sarrollo. La independencia puede implicar, a veces, la promoción de rios muy bajos y escasa seguridad en el empleo. Pero, una vez más,
mercados) pero se refiere fundamentalmente a la reconstrucción de és preciso complementar la política de la emancipación con los inte-,
solidaridades locales y sistemas de apoyo. Los ejemplos de desarrollo reses de la política de la vida. Porque no se trata solamente de lograr
independiente son hoy muy abundantes. Una muestra es el Grameen una mayor igualq~9,__ ~_!}g,~J9_s,_5~~.Qs;_
~9_ñ_
né_~_es.~ri_o.t,
c_~_mQios en_el ca.:.¡
Bank en Bangladesh. Su fundador despreció las ideas tradicionales f:1(,:ter_
femeni_no y masculino, con sus pautas de_c_Qoduc_ta __rela.dona=-.:.c'f.
del negocio bancario al mantener que los préstamos a los pobres, da- e~~f
das, y_isí__ 9_CU!:t:_i~g_1q_
~n~~-~-~_i._~ººªs
__
Q§ln~s. '
da~ ciertas condic1ones, no tienen por qué ser limosnas, ni tienen por La participación femenina en los mercados de trabajo puede
que transformarse en deudas impagables, como ocunfa a escala na- ayudar a disminuir los niveles de crecimiento de la población, pero
cional. Grameen intenta crear oportunidades para el desarrollo local no necesariamente. El principal factor individual que influye en el
entre los campesinos pobres sin tierras. La mayoría de sus prestatarios crecimiento es la capacidad de poder local de las mujeres, la posi-
está formada por mujeres; ciertas aldeas no aceptan a los hombres bilidad de tomar sus propias decisiones en relación con la repro-
como miembros del banco. Los beneficios, hasta ahora han sido con- ducción.
siderables,. y el banco posee una tasa de restitución d~l 98 por cien.
Ello _no qmere deor, por supuesto, que se pueda generalizar a partir (7) La atención sanitaria es siempre problemática para los muy po-
de e¡emplos concretos como éste, dada la diversidad de sociedades en bres. El desarrollo alternativo destaca la prioridad de la aten,iÓJJ....s.a_c.
todo el _mundo. Los programas de apoyo mutuo dirigidos a mujeres nitaria autónoma que tiene espacio para la medicina científica occi-
campesinas, por e1emplo, pueden funcionar muy bien en ciertos con- dental pero, asimismo, es consciente de sus limitaciones y tendencias
textos, pero resultar efímeros o imposibles de establecer en otros. contraproducentes. La medicina científica, en áreas muy pobres y ne-
cesitadas, debe considerarse como una forma, entre otras, de abordar
(5) . El desarrollo alternativo distingu~ dos C>_r[genes diferentes de la la salud y la enfermedad. Where Tbere Is No Doctor, de David Wer-
c~1s1smedioambiental. Lqs sociedades ricas provocan desastres ecoló~ ner, es quizá el manual más famoso de asistencia sanitaria en comuni-
gicos po~ el fomento, o al menos la tolerancia, del despilfarro en la dades muy pobres. Mantiene una actitud abierta a las más variadas
pro~ucc1on. y el consumo. _L~sprácticas que resulta~_9añ_~~a~~~-~l aplicaciones, con hincapié en lo siguiente:
medio. ambient~<,ntre los más_pQbre.-0....5.Qn
de ti¡;,o_secundario y más
defen~ivo. En los lugares donde, seguramente, han empleado--Íapro: La atención sanitaria es no sólo derecho de todos, sino respons_a-
ducc1on renovable durante generaciones, se ven obligados, a medida bilidad de todos.
que quedan desplazados o marginados, a adoptar costumbres más LaJI_Lta...Ill:l_(in
autónoma ~io.rmada debe ser el objetivo principal
destructivas y a corto plazo con el fin de sobrevivir. Sería fútil respon- de cualquier programa o actividad en materia de sanidad.
sabilizar a los p_obres de una situación procedente, en gran parte, de Las personas corrientes, si se les ofrece información clara y sen-
~tros lugares. Sm embargo, se trata de una situación en la que tanto cilla,.j2lliéden_pr=nir ..:)'JiaJ:aLlil mayoría de los problemas de sa-
neos como pobres tienen, salvo a muy corto plazo, los mismos intere- lud más comunes en sus propios hogares, de forma más rápida,
ses, porque los recursos destruidos no pueden normalmente susti- económica y, a menudo, mejor que los médicos.
tuirse. Los conocimientos médicps no deben ser el secreto resg!J,_ªrdacfo
de unos cuantos, sino algofü,-¡:-emente·compartido por todos ...
(6) La mejora de la situación de las.!!J.yjere~_respecto a la de los Las personas con escasa educación form.ª1__s.o ..n~tan~dign.e1;__de
hombres es un elemento fundamental del desarrollo alternativo. Las con.fiJinza como las..de niyeJ..elevado. Y son tan listas como ellas.

166 167
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No se debe dar atención sanitaria básica, sino que_ se debe esti-
mular9. ·· ···· -·---- --
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1
UN DESARROLLO ALTERNATIVO
(8) Frecuentemente, la familia es opresiva, sobre todo para mujeres
y niños. No obstante, para los muy __ pob.r~~i las relaciones familiares Un desarrollo alternativo: ¿no es eso lo que vemos aparecer --o
é?Íi~cen, en todas partes, un recurso emociÜnal_y___I!J-~j~-~.iªJ __
qu_~__
.q!µ~ luchando para aparecer- también en las sociedades más desarrolla-
_g1!.Q~ otra institución Q.lJ.~.ct½Jg_l.Jalªr_.
En concreto, los lazos familiares das? Y no es también, ese desarrollo alternativo, la única forma en la
ofrecen seguridad social a los individuos y les protegen cuando atra-. que sería remotamente posible que la reconstrucción del bienestar en
viesan épocas especialmente difíciles. Desde luego, desde el punto el Norte fuera compatible con una mayor prosperidad en el Sur' Lo
de vista de la comunidad mundial, esta situación puede volverse en que está en juego aquí es el nacimiento de una sociedad post-esca-
contra. La gente puede querer familias más grandes porque, cuantos sez, un proceso que quizá sigan aún dirigiendo los países más ricos,
más hijos tengan, sobre todo hijos varones, mayor será su seguridad pero de repercusiones universales.
para el futuro. Los jóvenes cuidarán de ellos cuando sean viejos. No equiparo una sociedad post-escasez con el fin del creci-
Pero, incluso cuando el tamaño de la familia disminuye, y las desi- miento económico; y no es un orden social en el que la mayoría de la
gualdades en su inter~or se reducen, sigue siendo un manto protector gente se haya enriquecido lo bastante como para hacer lo que qukra.
muy importante._ Un desarrpllo alternativo intentarÍ-ª.Jna_ntener l_os_la- Como he mencionado anteriormente, un orden post-escasez empieza
zos fami!iaresaltiempo_que combatiría .rl.J,_atriarcado y la explota- a surgir cuando el crecimiento económico continuo se vuelve perju-
. ción infantil,_ ·-·- - - - - ·
dicial o claramente contraproducente; y cuando se extiende el cues-
tionamiento de la ética del productivismo, creando la presión para
(9) En la familia y otras áreas, este modelo de desarrollo haría hin- poner en práctica y desarrollar otros valores vitales.
capié no sólo en los derechos, sino en las responsabilidades. El-,;,= En lo que respecta al crecimiento económico, muchos críticos se
conocimiento de los derechos formales y sustantivos (como los de- inclinan actualmente por plantear a los países acomodados esta pre-
rechos de las mujeres y los niños) significa también especificar las gunta retórica: ¿cuánto es suficiente? 10 ¿Cuánto es suficiente? La
í obligaciones concomitantes. En la práctica, la responsabilidad va, pregunta parece referirse a los límites medioambientales, a cuánto
i1 estrechamente unida fl. la ind~p~dencia. Cuando se ofrece ca_ri_dª_d puede soportar la tierra y, hasta cierto punto, así es. Pero es, sobre
; sin expectatiVG!$. ..J:~_G.!QfQ~_ª§,
___
~9illQ o_c~~r-~~--~ve<_::e~
co11 l~__
in_t~fvén- todo --o así creo yo- una pregunta sobre las costumbres·de vida. La
.: c:ióru;:!eJ_o:,_organismosde ayuda,~e.Lr_eiultado_puede
j dencia. -
la depen-ser producción y el consumo permanentes de bienes se ha convertido en
el mecanismo que guía las vidas de las regiones ricas en el mundo,
mientras que los pobres sostienen una lucha crónica sólo para sobre-
(10) Sería imprudente pensar que un desarrollo alternativo puede or- vivir. "Sólo el crecimiento de la población -comenta un observa-
ganizarse sólo a escala local. Este tipo de desarrollo depende de la in~ dor- rivaliza con el consumo elevado como causa de deterioro me-
tervención de "grandes batallones": estados, empresas y organismos dioambiental, y en el caso del primero, por lo menos, muchos gobier-
internacionales. Sin embargo, dicha intervención tiene que ser de.__ ~_;¡- nos y ciudadanos del mundo consideran actualmente que es un
~ .rácter generativo, sensible a las necesidades locales y protector~t_ds;__ _ problema. Por el contrario, el consumo se juzga casi universalmente
los intereses del lugar. Sin tener todo ello en cuenta, los programas como un bien; de hecho, es, cada vez más, el objetivo fundamental
de desarrollo pueden servir para exacerbar las desigualdades mun- de la política económica nacional" 11.
diales, en_Iugar de remediarlas. Lo que se ha llamado la "clase universal de consumidores" com-
1 prende alrededor de la quinta parte de la población del mundo, con-
centrada en las regiones más industrializadas y que asciende a mil mi-

10 Alan Thein During, How Much Is Enough?, Londres, Earthscan, 1992.


9 David Wemer. l\'l'bereJbere Is No Doctor, Palo Alto, Hesperían Foundation, 1977.
11 !bid., pág. 21.

168
169
llones de personas. Sus modos de vída han producido un gran incre- titudes parecidas a las de quienes dependen de la asistencia en las so-
mento en el consumo de materias primas, pero un incremento aún cedades económicamente avanzadas. Políticas puestas en práctica
mayor en el consumo de bienes y servicios. En las tiendas hay una con las mejores intenciones en ambos casos tienen resultados perni-
variedad espectacular de artículos 1 y los centros comerciales surgen ciosos. En el caso de la ayuda, se ha hablado incluso de la "ayuda
por todas partes; pero junto a esta riqueza existe una situación en la
1 1
que mata" 13.
que la mayoría acomodada está rodeada, a escala mundial, por los Veamos por un instante dos estudios, aparentemente muy distin-
pobres del mundo. tos y que, desde luego, no guardan relación entre sí, a propósito de
Merece_la pena detenerse en las semejanzas entre los problemas estas cuestiones. El primero es de Charles Murray, uno de los princi-
que afectan a la asistencia del estado, dentro de las regiones indus- pales críticos del estado de bienestar, y uno de los más controverti-
trializadas del mundo, y los que afectan a los programas de ayuda dos. Murray es un enérgico defensor de la opinión de que los sis-
creados para aliviar la pobreza en el Tercer Mundo. En ambos casos temas de bienestar crean clases inferiores empobrecidas y desmorali-
suelen ser eficaces los intentos de ayudar a los desfavorecidos. Pero zadas. Sin embargo, afirma que el debate sobre el bienestar debe
las _críticas dirigidas contra los programas de ayuda en el Sur, la ma- superar las "discusiones sobre los fraudes de la seguridad social para
yona de las veces elaboradas por autores de izquierdas, reflejan de empezar a examinar qué constituye la buena vida para la gente a la
forma sorprendente las críticas al estado de bienestar sugeridas por que el estado de bienestar acoge bajo su manto". El objetivo de la
los autores de derechas. existencia humana, añade, no es sólo alcanzar cierto nivel de vida,
He mencionado varios ejemplos en un capítulo anterior. La cons- sino lograr valores de vida definidos. Y dichos valores no pueden
trucción de grandes presas en las regiones pobres del Sur, por ejem- perseguirse eficazmente sin "un fuerte elemento de dominio de sí
plo, puede tener repercusiones que recuerdan, a una escala mucho mismo, autonomía, capacidad de contribuir a la comunidad además
mayor) las de la construcción de grandes edificios de viviendas en las de recibir de ella". Es posible establecer tales condiciones sociales,
zonas pobres de los países industrializados durante los años 60 y 70. asegura, pero no en el contexto de las instituciones de bienestar ac-
En otro tiempo, se consideraba que las presas eran un símbolo funda- tuales. Se dan -y, según Murray, sólo ahí- en las "pequeñas seccio-
mental del desarrollo industrial en los países del Tercer Mundo. Indu- nes" de Burke14.
dablemente, I:'ueden aportar ciertos beneficios a la economía general, Murray, cuyo trabajo ha estado influido por sus experiencias en
pero en ocasiones suponen el desplazamiento de la población local la Tailandia rural, pregunta: ¿qué hay de malo en ser pobre (una vez
--en ciertos casos, muchos miles de personas- 1
la destrucción de su que la gente ha superado el umbral de subsistencia)? ¿Por qué debe
estilo autóctono de vida y el empeoramiento de su situación respecto existir un interés tan general por combatir la pobreza? Intentamos lu-
a 1a anterior, incluso en términos puramente económicos. Un estudio char contra la pobreza, afirma, con el fin de ampliar el grado de felici-
de más de cincuenta proyectos financiados por el Banco Mundial y dad humana. Murray rechaza la idea de que la felicidad es demasiado
relacionados con reasentamientos obligados no halló ningún caso en imprevisible para definirla de forma objetiva; puede resumirse como
el que los afectados hubieran logrado el nivel de vida que habían te- una "satisfacción duradera y justificada con nuestra propia vida en su
nido anteriormente12. conjunto". En una adaptación de la jerarquía de las necesidades hu-
Los programas de ayuda, como han señalado algunos observa- manas elaborada por Abraham Maslow, Murray reconoce tres condi-
dores -y como se ha dicho también de los sistemas de bienestar- ciones que favorecen la búsqueda de la felicidad: recursos materiales,
crean burocracias que, con frecuencia, resultan ineficaces y tienen in- seguridad y dignidad. En Jo que respecta a los recursos materiales, a
tereses distintos que aquéllos a quienes se supone que van destina- su juicio, no se necesita mucho más que los medios de subsistencia.
dos. En parte por esta razón, los beneficios pueden no alcanzar más Apoyándose en resultados de estudios llevados a cabo en diversos
que a una parte de la gente a la que presuntamente van a ayudar. países sobre las relaciones entre renta y felicidad declarada, intenta
Cuando la ayuda destruye las tradiciones y los medios de vida loca-
les, los receptores pueden no sólo desmoralizarse sino desarrollar ac-
13 Brigitte Erler, L 'aíde qui tue, Lausana, Édítions d'en-bas, 1987.
14Citas extraídas de Charles Murray, "The prospect for muddling through", Critica/
12Jbíd., pág. 95. Review, vol. 4, 1990.

170 171
demostrar que, superado un umbral detenninado, bastante bajo, el cien del empleo urbano en el Tercer Mundo, incluso en sociedades
aumento .en lo~,..m~el~sde ingresos no produce mayor grado de felici- que no están entre las más pobres. ¿Cómo puede decirse que se trata
dad o satisfaccion mtima. La seguridad y la dignidad son lo que cuen- de un sector "secundario"? Quizá, sugiere Latouche, deberíamos te-
ta, no la riqueza. En cuestión de bienes materiales, no se necesita ner en cuenta la hipótesis de que la sociedad informal no representa
gran _c?sa para lograr alcanzar la felicidad, siempre que las demás sólo el desecho de la modernidad, sino que es un orden del que, en
condiciones ~e cumplan. La pobreza por sí sola no tiene por qué ser realidad, dependen las instituciones modernas. La cultura de los ex-
una cos~ temida o de la que se abomine; la condición esencial para la cluidos puede ser más rica que el consumismo en todos los aspectos
buena vida es lo que Murray, inspirándose en Maslow denomina la salvo en las ventajas materiales; más que el origen de "otro desarro-
realización de uno mismo15. ' llo", puede ser la "premonición de otra sociedad", al otro lado de la
Murray no aborda la cuestión de que los ricos puedan aprender modernidad.
de los !:'obres, y no defiende, ni mucho menos, el ·"comunismo" de Este argumento de Latouche reproduce de forma sorprendente la
Durkhe1m, en el que se hace una auténtica alabanza de la pobreza crítica del capitalismo que hacen los neoconservadores. La expansión
frent~ a ~ª.riqueza. Pero los argumentos de Murray pueden utilizarse de la modernidad, explica, se basa en fuentes de simbolismo y mora-
para ¡ustificar una mayor igualdad, y no la persistencia de las desi- lidad vital que el productivismo reprime o margina. El sector informal
gualdades. Puesto que, si la posesión de riquezas no hace necesaria- tiene dos caras. Por un lado, la de los desmoralizados y desposeídos,
~ente la. felicidad, ¿por qué no intentar aproximar las condiciones de a menudo aterrorizados por el crimen y endeudados con los vende-
vida d~ neos Y pobres) aunque no sea mediante transferencias de bie- dores de droga; por otro, la supervivencia y quizá la recreación de las
ne_so ingresos? En lo que respecta a la búsqueda de la felicidad, po- tradiciones locales, una violenta diversidad de actividades realizadas
dna decirse que el verdadero enemigo no es la pobreza ni la riqueza, por los nuevos artesanos, que viven de sus habilidades aprendidas en
smo el productiv1smo que hemos definido más arriba. el lugar y de satisfacer las necesidades de sus vecinos.
Compárense los argumentos de Murray con el examen que hace La economía informal, en palabras de Latouche, consiste en una
Serge_Latouche de la situación de los pobres a nivel mundial. La renta serie de "estrategias de respuesta universal a la extensión de las insti-
per capita de los miembros de las sociedades más ricas del mundo tuciones modernas", las reacciones de la gente "atrapada entre las tra-
señala el_segun?o, es aproximadamente cincuenta veces mayor qu~ diciones perdidas y una modernidad imposible". Por consiguiente,
la /de q:11enes vive? en los países más pobres. ¿Son cincuenta veces mantiene una relación simultánea de oposición y simbiosis con el or-
m~s felices los habitantes de los países más ricos que los de los países den moderno. La actividad informal, tanto si representa un "trabajo"
mas pobres', pregunta de forma retórica. Desde luego que no. Como claramente discernible como si no, obedece a una lógica distinta del
Murray, Latouche supone que es posible vivir felizmente en condicio- productivismo. Cuando las actividades artesanales producen exce-
nes muy frugales. dentes, no se invierten en aumentar la producción sino que suelen
Los pobres d'.;I mundo, afirma Latouche, parecen habitar, a pri- emplearse en fomentar lealtades y solidaridades locales. Lo "econó-
mera vista,_en un planeta de náufragos", a la deriva en los bajíos de mico" no está aquí separado del resto de la vida a la manera caracte-
la modernidad. En todas partes, tanto en las sociedades económica- rística de la empresa económica formal. La alternativa no es un desa-
mente desarrolladas como en los países del Sur, sus modos de vida rrollo alternativo, sino una "alternativa al desarrollo".
contrastan ~on los de la "clase de consumidores" internacional. Sin Para Latouche, el intento obsesivo de elevar los niveles de vida
embargo, afirma que la "sociedad de los excluidos" no es un desastre de los pobres del mundo produce, la mayoría de las veces, un verda-
mevitable;. P?r el contrario, a pesar de todas las dificultades que dero empobrecimiento de sus vidas. Ocurre en relación con la solida-
ª;rontan dian~~ente los pobres, la "sociedad informal" es variada y ridad social e incluso con la vejez, la enfermedad y la muerte.
fert!l en todos sus horrores y sus maravillas".
Las sociedades del Tercer Mundo siguen guardando muchos
La economía, o el sector, informal, constituye del 60 al 80 por
tesoros ocultos en la actitud que mantienen hacia los ancianos y
los enfermos. La enfermedad y la vejez no son maldiciones de la
naturaleza que separan a las personas del mundo de los activos,
15 asistidas en aislamiento como si fueran motivos de vergüenza ...
Charles Murray, In Pursuit o/ Happiness ami Good Government Nueva York Sí-
mon and Schuster, 1988. ' ' Las experiencias inherentes a la condición humana y, tal vez, ne-

172 173
cesadas, no pueden rechazarse; negar su importancia nos empo- de la vida, pero se lleva a cabo bajo la influencia del productivismo,
brece16. no como una crítica contra él. En un orden post-escasez, se po1:en en
tela de juicio el influjo dominante del trab_ajoremunerado y los intere-
Esta fraseología recuerda enormemente a ciertas versiones del ses económicos. La tendencia al consumismo ya se ap~rta ?e la idea
conservadurismo y pueden sugerir una perspectiva puramente retró- del trabajo como estandarte del contenido moral (o, mas bien,_como
grada. Latouche insiste en que no es así; el "laboratorio" de ingenio hu- sustituto de dicho contenido). Pero la necesid~d d~ tomar dec1s1o~es
mano representado por la esfera informal señala hacia el futuro, no en la vida no se expresa más que de forma d1stors10nada y estrec a,
sólo hacia el pasado. Es, como si dijéramos, otro modo de contemplar como adquisición de bienes y servicios. . ,
las limitaciones de la modernidad, un modo que aporta elementos "po- El estado de bienestar, por motivos ya menc1~nados, esta pro-
sitivos" importantes al sugerir formas alternativas de vivir en el mundo. fundamente encerrado en el productivismo, que ~sta, ~ su vez, ence-
Es evidente que la importancia social de la pobreza no puede va- rrado en pautas y costumbres de vida ya establecidas; incluyendo _e_s-
lorarse sólo en relación con la búsqueda de la felicidad y, sin duda, pecialmente la división de funciones entre ambos sexos. ~a ges?o~
pocos defenderían hoy la pobreza como condición deseable. La ri- del riesgo puede considerarse externa, en gran pa~:• c~.n dichas un
queza no tiene por qué acarrear la felicidad, quizá, pero con frecuen- ciones relativamente claras y las vidas d_ela po~lac10n fi1adas durante
cia aporta poder y prestigio social; los más desfavorecidos en el plano largos periodos de tiempo por cierta vmculac1on de la~ co1:d;c1ones
económico tienden a ser relativamente impotentes respecto a algunas institucionales. La expansión de la modernizació~ reflexiva s1tua ~ los
de las grandes influencias que reciben en sus vidas. El hecho de que individuos en una "matriz de decisiones" muy di~erente Y; al mismo
los pobres puedan ser ocasionalmente felices, sí rechazamos el co- tiempo, crea una serie de tensiones directai:nente mterrelac1onad~s en
munismo de Durkheim, no es un argumento en favor de la pobreza. el corazón de las instituciones de las sociedades mode:nas. ~1c?as
Puede resultar lógico sólo teniendo en cuenta un enfrentamiento m!s tensiones coinciden con las líneas de relac~ó? de ~ua:~o areas mst1tu-
amplio con e] productivismo; por ejemplo, con las definiciones que cionales en las que se experimenta destrad1c1onaltzac1on, Y que cons-
entienden el bienestar exclusivamente como bienestar económico. tituyen una especie de diamante estructural.
Las preguntas que surgen son: ¿podría ocurrir que el avance ha-
cia un orden post-escasez descubra reacciones contra el producti- Trabajo
vismo compatibles con las ideas propuestas por Murray y Latouche?
Y, si es así, ¿qué conclusiones podrían introducirse en el debate sobre
el estado de bienestar en las sociedades industrializadas y la pobreza Sexos ( \ Familia
en el Tercer Mundo' Analizar dichos problemas significa identificar
algunas de las tensiones estructurales que afectan a las sociedades Generaciones
acomodadas y estudiar cómo se relacionan con las circunstancias de
la incertidumbre fabricada. Para estudiarlas, voy a centrarme en una de las categorías socia~es
mencionadas por Latouche: la vejez, un fenómeno estrechamente vin-
culado por supuesto, al paso de las generaciones. Uno de los proble-
EL DIAMANTEESTRUCI1JRAL mas d~l estado de bienestar, según opinión muy exten~1da, es en-~!
vejecimiento de su población (las sociedades del Sur tienen el pro~
Partiré de que el productivismo no puede explicarse en el con- blema" contrario, puesto que la gran mayoría _de sus po~lac1ones ~sta
texto del consumismo; ocurre lo contrario. El consumismo tiene sus compuesta por individuos menores de 25 anos). Por e1emplo, si se
raíces en una orientación productivísta del mundo, y es su expresión mantienen las tendencias actuales, dentro de apr_?x1madamente tr~s
directa. Es, como si dijéramos, una exploración masiva de la política décadas las personas de más de 65 años superaran, en Estados _Um-
dos. a l;s de menos de 21 en una proporción de ~ás de d;>s_a uno.
· ¿Qué es la vejez' A muchos efectos, y no solo e,5tadist1cos,la ve-
16 Citas procedentes de Serge Latouche, La planete des naufragés, París, Éditions la jez, en la sociedad occidental, empieza a los 65, anos, la edad a la
Découverte, 1991, págs. lí0,.118-119, 194-195. [Trad. esp.: El planeta de los náufragos, que, en la mayoría de los países y desde hace algun tiempo, los hom-
Madrid, Acento; 1993.J
175
174
bres se convierten en "pensionistas". La vejez a los 65 no es más que Las transformaciones demográficas vinculadas al aumento de la
una creación, pura y simple, del estado de bienestar. Es una forma de longevidad y la disminución de los índices de natalidad han variado
dependencia del sistema de asistencia mucho más extendida que el equilibro entre jóvenes y viejos en las sociedades desarrolladas
cualquiera de las dependencias advertidas por los observadores de la desde la época de Bismarck. En vez de un pequeño grupo de gente
derecha que estudian las clases inferiores. Bismarck estableció la pri- mayor que recibe beneficios de una categoría más amplia de gente
mera edad oficial de retiro en 1889, al instaurar el primer sistema esta- joven con trabajo remunerado, un grupo cada vez más pequeño de
tal de seguridad social del mundo. La edad escogida fue la de las "tres personas con empleo sostiene a una gran masa de jubilados que vi-
veintenas más diez" de la Biblia; más tarde, sus funcionarios la redu- ven muchos años. En Estados Unidos, un hombre que se jubilara a
jeron a 65. los 65 años en 1935 tenía a más de 40 trabajadores contribuyendo
Pensionista: el propio término parece incapacitador y, de hecho a su pensión. Hacia 1950, la proporción había descendido a 17. Para
designa a una persona dependiente. En este sentido, los sistemas de quienes se retirasen en 1990, era 3,4 a l. Para el año 2000, tal vez
bienestar definen la vejez, no como una categoría digna de respeto, haya descendido a menos de 2 a 11s.
sino como una descalificación para ser miembro de pleno derecho de Un "problema" de enormes dimensiones, desde luego, cuando
la sociedad, El envejecimiento se considera "externo", algo que nos se considera como algo que debe "afrontar" el estado; pero, desde el
sucede, y no un fenómeno elaborado y negociado activamente; en un punto de vista de la política generativa, es una gran oportunidad para
contexto semejante, no es extraño que la población mayor de 65 se una reestructuración positiva. En la mayoría de los países íñ.dustriali-
contemple como una carga médica y económica para el resto de la zados actuales, los jóvenes son, por término medio, más pobres y con
comunidad nacional. perspectivas de vida menos prometedoras que los grupos de más
Sin embargo, ¿por qué no puede verse a las personas mayores edad. Cuanto más se considera que envejecer es una manera de obte-
como una rica fuente de recursos, en vez de un dilema económico, ner posibilidades de vida y no una fuente de privaciones, más debe
casi como la premonición de una "sociedad alternativa" a la manera cuestionarse la idea de una vinculación directa entre los servicios
de Latouche? No hay por qué considerar que las personas mayores asistenciales y la vejez. t
dependen física ni económicamente del resto de la sociedad. Es un Los programas de política generativa que afectan a la gente ma-
mito suponer que ser anciano es estar enfe1mo o incapacitado. Ade- yor no van a prolongar necesariamente la vida, pero sí considerarán
más, muchas de las enfermedades o dolencias que son actualmente, que esas personas contribuyen a solucionar los dilemas actuales del
según las estadísticas, más corrientes entre los ancianos, están abier- sistema de bienestar, y no a crearlos. Incluso en términos. puramente
tas a intervenciones generativas. Por ejemplo, las investigaciones del económicos) las personas mayores son cada vez menos pobres en re-
Instituto Nacional de la Vejez en Estados Unidos sugieren que mu- lación con los demás grupos. En el Reino Unido, la proporción de la
chas de las dificultades físicas de la vejez no están relacionadas con el décima parte más pobre de la población que tenía más de 65 años era
envejecimiento en sí, sino con modos de vida. Existen paralelismos y del 36 por cien en 1979; en 1990, había disminuido al 22 por cien. En-
coincidencias evidentes con los modelos de "sanidad positiva", como tre los menores de 16 años, la tendencia es opuesta. En 1979, la pro-
esfuerzos de modos de vida, de los que hemos hablado anterior- porción de niños que vivían en hogares con ingresos por debajo de la
mente. Igual que en caso de las enfermedades y minusvalías sufridas media de la población era del 10 por cien; en 1990, la proporción ha-
por personas más jóvenes, las probabilidades de enfermedad a eda- bía aumentado a más del 30 por cien.
des relativamente avanzadas dependen enormemente de factores me- Cuando se "inventóº' que la vejez empezaba a los 65 años, se es-
dioambientales, la exposición a grandes tensiones psicológicas o fí- tableció una secuencia de etapas vitales, un "plan lineal de vida" que
sicas, los hábitos alimenticios y la tendencia a hacer ejercicio. Un debía aceptarse inevitablemente:
cálculo estima que más del 80 por cien de los problemas de salud de
las personas mayores de 65 años es evitable, en principio, mediante dicho sencillamente: primero aprendías, luego trabajabas (en la fa-
cambios en el modo de vida11. milia y en tu empleo) y después te morías ... Hacia el final de 'tu
adolescencia, se suponía que debías saber "lo que querías ser" du-

17 Ken Dychtwald, Age Wave, Los Ángeles, Tarcher, 1988, pág. 35.
1s Ibíd., pág. 68.

176 177
rante el resto de tu vida. Si eras una mujer soltera de más de 30 relaciones entre padres e hijos cambian con frecuencia su carácter
años, ibas camino de ser una solterona. Cuando escogías una pa- cuando se prolongan en el tiempo, como relaciones entre adultos. Es
reja, era ''hasta que la muerte os separe". Entre los 30 y los 50 años muy normal, por ejemplo, que madres e hijas sobrevivan juntas du-
era la edad de criar hijos; entre los· 50 y los 70, si vivías tanto tiem- rante más de cuarenta años; el carácter de relación tradicional entre
po, eras abuelo ... el camino desde la infancia hasta la vejez era li-
madre e hija se mantiene, quizá, durante menos de dos décadas.
neal. .. avanzaba en una dirección, con poco espacio para dudas
desvíos, experimentación o segundas oportunidades. Este plan li~ La virilidad, destradicionalizada y -por primera vez- situada a
neal de vida se mantenía gracias a las fuerzas de la tradición ...19 la defensiva, cumple un papel fundamental. La pregunta esencial no
es tanto si los hombres van a ser capaces de mantener indefinida-
"Segundas oportunidades": esta expresión resume gran cantidad mente sus privilegios económicos, como si van poder romper con los
de cosas, no. sólo sobre las nuevas posibilidades -y angustias y pri- ideales masculinos asociados al comportamiento en la esfera pública,
vaciones- vinculadas a la vejez, sino también las referentes a la fami- ya sea en el campo laboral o en otras actividades. Por el momento, la
lia, las r~laciones entre sexos y el trabajo. Una política de segundas "revolución emocional" en la que las mujeres llevan la batuta está
oportumd~d~s, en la que "segundas" sea, por así decir 1 pluralt tiene chocando frontalmente con una sexualidad masculina recalcitrante:
que constituir un aspecto esencial de la revisión del bienestar desde una fuente fundamental de violencia, como intentaré demostrar en
la perspectiva de la política de la vida en cada una de estas áreas ins- un capítulo posterior. Desde un punto de vista negativo, una de las
titucionales. consecuencias es que la familia degenera en una variedad de acuer-
Una vida más prolongada tiene repercusiones importantes y di- dos sociales inestables o a corto plazo, que ponen en peligro el desa-
rectas en cada una de las otras tres áreas del diamante estructural. Las rrollo "normal" de los hijos y producen un número creciente de "ho-
nuevas relaciones y, quizá, divisiones g~neracionales están afectando gares rotos". El estado se ve, entonces, obligado a recoger los peda-
a la fami!ia tanto como lo~ cambios que influyen en el matrimonio y zos, o quizá ha contribuido a crear el problema en un principio. Al
la sexualidad, con todo lo importantes que son indudablemente estos mismo tiempo, el hecho de que las mujeres pongan en tela de juicio
últimos. Con el avance de la destradicionalización en el área de la fa- las funciones tradicionales de su sexo hace que entren en gran nú-
milia, se forman nuevas combinaciones familiares a través del divor- mero a formar pa1te de un mercado laboral ya abarrotado. Se vuelven
cio Y las segundas nupcias, pero también debido a nuevas formas de dependientes, no de un cabeza de familia, sino de un mercado de tra-
re!ación entre __las distintas generaciones. De nuevo, aquí, lo que po- bajo que es sencillamente incapaz de crear suficientes puestos, ni
dna parecer solo un proceso de desintegración, que crea problemas para ellas ni para los hombres.
en ~l sistema de bienestar, está lleno -desde el punto de vista de la La derecha sugiere que deben eliminarse los salarios mínimos
pohtica generativa- de posibilidades de recobrar las solidaridades y permitir que el mercado laboral tenga la flexibilidad necesaria,
familiares. Hoy en día viven simultáneamente hasta cuatro a veces uniendo 1 quizá, esta actitud con una demanda de regreso a los "valo-
cinco, generaciones; existen numerosas pruebas de que ha~ nuevas res familiares" tradicionales; se debe reforzar el estado de bienestar e
formas de relación intergeneracional derivadas de esta situación sin incrementar los impuestos con el fin de poder atender a todo el
precedentes históricoszo. mundo, replica la izquierda, o replicaba hasta que esta perspectiva
Dichas relaciones, igual que las relaciones dentro de la familia comenzó a crear problemas electorales. Sin embargo, ambas posturas
nuclear, empiezan a ser negociadas, y no se deben a los lazos de san- están desfasadas respecto a los cambios que han transformado el or-
gre,. ~orno se analizaba en un capítulo anterior. En cualquier caso, la den social en las últimas décadas, y que ofrecen nuevas oportunida-
familia nuclear no significa lo mismo que cuando se interpretaba en des si se vuelven a plantear los debates habituales sobre el estado de
el contexto de la dispersión de generaciones. Las relaciones entre una bienestar.
Y otra generación son ya mucho más corrientes de lo que eran. Las

I9 !bid,, págs. 90-91.


20 Ulrích Beck y Elisabet_h Beck-Gemsheim, 1be Normal Chaos o/ Love. Cambrídge
Polity, 1995. . ,

178 179
CAPÍTULO VII

Bienestar positivo, pobreza y valores de vida

. _.fil..<cstado
dt: bienestar no puede sobrevivir en su forma actual; o,
si sobreyiye~~e5probabJJ¿QJ!e--1Kabe~coJ:.t:01dD.o ..t:e.coJ:ta.dD.,.induso.p.or
.. parte de gobiernQ<i5!U<"clefi_er1clen enf,_rgirnmente sil_sprincipios slJbc
_yac~ntes.,_Laalternativa, factible en el contexto del realismo utópico,
es el estímulo de las tendencias que fomenten la aparición de un
orden post-escasez. El conservadurismo filosófico puede contribuir
enormemente a explorar los parámetros de dicho orden, especial-
mente cuando se integran con los intereses de la política de la vida
entendida en su aspecto generativo. Una sociedad post-escasez) que
no es una nación estado sino una sociedad de universalización inhe-
rente, se acomoda al riesgo fabricado y, en sentido más amplio, a los
límites de la modernidad como orientación hacía el control y las "so-
luciones" ofrecidas por el productivismo y la tecnología a los proble-
mas de la vida.
so•~ posible ver conexiones, íntimas y potencialmente fructíferas,
entre los cambios estructurales que están sucediendo en las soci - .
dades industrializadas y la exigencia de una revisión de valores, que
hemos visto aparecer procedente de críticos de tendencias p__Qlíticas
muy diferentes. Vivir una vida feliz y satisfactoria es una cosa, crear
riqueza es otra. ¿Pueden aproximarse ambas? Y si, en efecto, pue-
den conciliarse, ¿puede hacerse de manera que promueva una
mayor igualdad, tanto dentro de cada sociedad como a escala uni-1
versal? '
Al contrario de lo que dice Laiouche,_nó existe ninguna alterna-
tiva f!Ldesarrollo, al menos en las regiones más pobres del mundo, si
!!11(;.IRretamos"desarrollo" como crecimiento económj~.9. Pero, desde
luego, hay distintos modos de desarrollo, con diversos objetivos y es-

181
trategias; y, en este sentido, existen ciertas relaciones importantes en- nes vitales. En cambio, la adicción señala la influencia de un pasado
tre las tendencias inmanentes de cambio en los países rícos y en los cUYO Poder de empuje no tiene más explicación que él mismo 1.
más pobres. Weber demostró que el trabajo fue una de las primeras áreas de
la vida social que rom_pJ.ó_=-la.JradJü6.u,_y diagnosticó su cará<;tlcr,
coffipulsivo. Parece que casi ninguna sociedad premoderna tenía una
TRABAJO, PRODUCTIVISMO, PRODUCTIVIDAD palabra para "trabajo", seguramente porque el hecho de trabajar no
era fácil de distinguir de otras actividades. Además, en la medida en
~s~as relaciones pueden destacarse comparando ciertos rasgos que se reconocía el trabajo como un tipo de actividad diferenciado,
.Qel s~ctor informal con las características de un orden post-escasez no era algo que definiera una función específicamente masculina.
naciente. Dicha comparación sugiere varias áreas principales de se- Se ha hablado mucho del examen que Weber hace del purita-
mejanza, relativas al carácter y la función del trabafo en relación con nismo, y ese "protestantismo ascético" bien pudo ser el impulso origi-
_la solidaridad social y la tradición losa!. La "otra sociedad" que La- nal que contribuyó a la formación de las primeras instituciones eco-
touche encuentra preestablecida en la vida de los más pobres halla su nómicas modernas. La civilización moderna, según Weber, se basaba
eco, y quizá empieza a adquirir forma, en un mundo post-escasez. No en la abnegación y Ia represión de las necesidades; todo el mundo es
se podría decir que una llegue "antes" de la modernidad y el otro, 1.ULpuritano.Jaic.Q, Sin embargo, a cualquiera que siga estrictamente
"después"¡ cada uno constituye una especie de reparación y recupe- dicha tesis le será difícil explicar la expansión del consumismo, que
. ración parcial de modos de vidLque las .instituciones modernas esell- parece prácticamente lo opuesto de la autodisciplina y la frugalidad.
cialmente destruyen o reOOmen. . Podría reconstruirse la tesis de Weber de forma muy diferente. L
·, El productivismo es una ética en la que el trabajo cumple un pa- actitud mostrada por los primeros empresarios respecto a la acumula-
[ pel,,muy claro _Ycrucial; _eltr~bajo expresa la primacía de la "indus- ción, que se difundió por toda la sociedad, es obsesiva. Una vez que
tria , en el sentido activo del termino, dentro de la vida de la sociedad el puritanismo disminuye, el impulso lo constituye su propia lógica
moderna. Desde luego, Max Weber demostró hace mucho tiempo interna. Dicha. lógica e~;_,___
~n re_alida4,_!l.Q._JJ_na
e..x12r..e:;;~ión
de abne,ga-
qué rara es, históricamente, la actitud hacia el trabajo que caracteriza ción, sino de la tendencia de la mo_~.mi,:J_;¡_c:l_aj_<;Q.!!trol.
)ll productivis-
el orden moderno, y desveló algunas de las principales fuentes cultu- mo, cuando el trabajo se ha hecho autónomo, empuja hacia los már-
rales del productivismo. De'"acuerdo con_Web_e_r, __
<;l_p_rgtjuc!=J:yi5:ip9_se genes de la vida sgcial casi todas las formas de experiencia moral
_ puede ..C9!lsi.<:!erar_ un;i _éJiJ:.LenJa que_el.'.'!rab;ijo..'.'.,_w_mo_empleo_.re- que, en otro tiempo, unían la existencia humana a la tradi_cióny la na-
munerado, se ha S<;paradodaramente delas demás ~reas d<ela vida. turaleza independiente.
El traba o se convierte en estandarte del significado moral, define --·--- Dado que el trabajo se define pnnc1palmente como una func16ñ
_hasta qué pu.illQ..füc_sie.nte.n.los_jntliYJdu-0s dignos o valwad0s~~i0:cial- masculina, el interés por las emociones, el cuidado y la responsabili-
~te; y la motivación del trabajo es autónoma. La razón de que cada dad suelen tocarles a las mujeres 2 • Las mujeres se convierten, por así
uno desee o se sienta obligado a trabajar se define Cn relación con la decir, en las custodias de gran parte del tejido moral de la vida social,
esencia del trabajo; la necesidad de trabajar posee su propia dinámica que antes estaba más estrechamente entrelazado con formas tradicio-
interna. nales de conjunto. El hecho de que el trabajo se hiciera autónomo en
_Puede decirse que, en una sociedad destradicionalizadora el la modernización sencilla estuvo muy relacionado, pues, con la redis-
_principal enemigo d,U¡l_feJLci.c:l'!.d...<;ss,Lc:_eriicter_rnm¡:,ulsivo. Es ~~a tribución de los papeles de cada sexo y la remodelación de la familia.
__so_ciel?_~<:f
__q1:!_~
tiende a estimt~J~~J~sadicciq_rz:f!~_entendiendo la adic- Las mujeres pasaron a ser "especialistas en amor" a medida que los
ción como un impulso emocional o motivador que el individuo no hombres se alejaron de los orígenes emocionales de una sociedad
puede dominar. En realidad, el concepto de adicción sólo resulta ló- cuyo símbolo era el trabajo. Aparentemente poco importante, por es-
gico en un orden post-tradicional. En una cultura tradicional es tar relegadas a la esfera privada) las "tareas de amor" de las mujeres
completamente razonable suponer que lo que se hizo ayer of;ece
una guía sobre cómo actuar hoy y mañana, por muy rápidamente
que cambien las tradiciones; la tradición proporciona µ_nmarco m_o- l Giddens, "Living in a post-traditional society".
2 Caro! Gilligan, In a Dif.ferent Voice, ed. revisada, Harvard, Harvard Uníversity
ral e interpretativo que· guía las emociones hacia una serie de accio-
Press, 1993.

182 183
ll~garon a te1;-ertanta i~portancia para el productivismo, como la pro- Una sociedad que se aleja del productivismo no se apaita forzo-
pia aut.onom1a del trabaJo. El productivismo, esa "industria" que crea- samente de la creación de riqueza. A mi juicio, es así tanto en el sec-
ba la nqueza de las naciones, partía del supuesto de una "economía tor informal como en el orden post-escasez. Debemos establecer una
en la sombra" en la que, de hecho, se descartaban y rechazaban los clara diferencia entre productivismo y productividad. La disminución 1
valores puramente económicos. del tiempo transcurrido en el trabajo y los cambios en los modelos fa-
En el sector inform?l de 1as sq~iedades_del Sur,.e~.t~__ econ_ornía en miliares son emancipadores si se apartan del productivismo y se
la s~mbra suele permanecer vinculada--ª-- las i:~lª~.!Qn~_s ..de·_
Ia~fa~ilia orientan hacia la productividad. El productivismo inhibe la producti-
p~tnarcal. El trabajo y la interacció_IJ._fªml~i~.I.Ji~.QS:!~!'LJL.~.Dúeta:z.arse.
~-- vidad; la distinción entre ambos nos ayuda a ver la razón por la que
Sm embar~o, en otros aspectos, el sector informal y el orden post-es- una economía post-escasez no es necesariamente una economía sin ;
casez e~I?1ezan a parecerse entre sí. En una sociedad post-escasez, el crecimiento.
pro~uct1v1smo empieza a disolverse y hay una activa lucha contra él. La mejora de la productividad ha originado el recorte de la jor-
r¡Las razo1:~s para e~lo son diversas. Una sociedad de gran capacidad nada laboral. Productividad, en este sentido~significa el beneficLc¡_ge-
de refle:<10n n? de1a pasar inadverticla_uqa_act_itu~tcompJ.llsJya,___ frente nerackLpill:._lliinversión de tiemp~ea en forma de trabaio remune~.
1al traba o debido a la exi. eni;ja de poner hs_mJ:>Ji:ims.en.tela_de._jui-
rado o capital. !&,productividad del trabajo ha sido siempre una preo-
º-· ~~ entrada masiva de las mujeres en el mercado laboral remune~ cupación fundamental de los empresarios debido al carácter del
rad? unida a las re ercusiones del feminismq,_IQ_!!!Qe1as-~9~di~iO~~s _contrato entre el ~~~bajador y .~l..<:<l:P.it~lista.
El taylorismo, la aplicación
9.~mfraestn_1ctt1I.ª-~qµLJ?9r sí sol~~hacían tolerab1e··una ·teD.de!lcia de la "gestión científica" a la fábrica, fue producto de esa preocupa-
com ul~iva al trª"l;,"ªjp.Las mujeres luchan po;la-igualdadenel te- ción y, durante algún tiempo, pareció destinado a aumentar al má-
rreno publico y por fo1Jarse :1na "identidad pública" y, a medida que ximo la productividad mediante la "mecanización del obrero". Pero la
emp17zan a negars: a asutrnr las tareas emocionales de las que de- productividad, después de ese tipo de crecimiento, demostró tener
pe~d1a la autonom1a del trabajo, los hombres se ven cada vez más las mismas limitaciones históricas que la economía centralizada. Si
.°.~~~ados a enfrentarse con_sus propias "identidades por descubrir". bien el taylorismo no ha desaparecido, ahora es evidente que la pro-
. La autono_mia del tra6aio sigue sobrevivis,.!}Q.Qs;om~j,fifrU do- ductividad está estrechamente unida a la autonomía y la flexibilidad
<mmante_y defme _lo que significa la experien~La_del_de~tcrripleo. Al en los sistemas de producción.
mismo t1~,:D-Pº,existen, tendencias contrarias muy ciaras. La plena in- No obstant~ la productividad.del capitaLy.losrecursos materia-
corpor~~10n de las mu1eres al trabajo de tipo masculino tiene menos les.es tanjn¡pyrtante como la.~d,üa ..man0...de_ob.ra, y ha estado largo
pro~abihdades de ocurrir que la desintegración de ese modelo labo- tiempo olvidada. La mayoría de los economistas, ortodoxos y más ra-
ral tlpico de los hombres. El número global de horas trabajadas por dicales, ha dado por descontado, durante mucho tiempo, que el capi-
los hombres en empleos remunerados ha disminuido a la mitad du- tal era productivo una vez invertido. Sin embargo, como demostró
rante l.os últimos cincuenta años. No obstante, la mayoría de los hom- fundamentalmente la experiencia de las economías de planificación
bres sigue_ afrc,;1tando o _esperando afrontar una vida de trabajo con central, los réditos del capital invertido 'Fll.ríanenormemente, tanto a
plena ded1cac10n. Pero, mcluso aunque lo desearan, tales expectati- largo como a corto plazo. Dicha experiencia muestra que 1~ producti-
vas resultarán poco realistas para muchouLobjetivo del pleno em- v_i_<iacl_clelos recursoÚ])OJ _ej_err1p]_o,
__tierra_o_riqueza __111iner"I! no la
pleo, tan vmcul_a_goal e,t;wQ.de_bienestar, tiene Ya..PQ~Q_,;<,_ntido, . .d.a:o..
...~n absoluto, esos recursos en sí mi.§.mo_s.
,Ahora_las p~n otra~Emp.Le.Q~¿_e_ru:¡uéconcli~io!les?.Y ¿qué Como ocurre con la productividad de la mano de obra, la del ca-
irelacion debe tener el trabajo con otros valores en la vida' · pital no depende exclusivameure_de_ias_~condici..ones económicas.
. Estas son exactamente las preguntas a las que ..ef'sector informal Y en ningún caso puede definirse en términos guramente econórni- _
de los países en vías de desarrollo -y, en menor medida también en cos. El fallo básico del neoliberalismo es que ve ambas sólo en rela-
l?s p~aíses industrializados- ha "respondido", en cierto ~odo. La c:H-s- cióncon las condiciones y la competitividad del mercado. Cada una
nnc1on .entre el tra?ajQ__g!J~tiene_ com12ensa<;_i_QQ_~C:Qn,Qw.Lc:ª--~Hr~da y de ellas es organizativa y, en la situación actual, responde a la au'to-
. el traba¡o ei:nprendido _c,.9g_Q~f9§ Qoq9~ª-'. La gente está en Con-
.fil)~§ -~~_ nomía y a las decisiones tomadas desde abajo. A su vez, la "producti-
tacto con ?ilema~ ~ moral.es más amplios en sus vidas, que ahora vuel- vidad" puede medirse de forma puramente económica cuando el tra-
ven a surgir tamb1en de forma más abierta en las sociedades modernas. bajo es autónomo y no se tiene en cuenta la reproducción de los re-

184 185
cursos materiales. En una economía post-escasez, los indicadores so- :vJsJ._a
___
p~~~qn~l. Hay una estrecha relación e:1tre 1~aut':1:omía y la pro-
ciales de la productividad adquieren, por necesidad, una importancia ductividad. Una vida productiva es una vida bien v1v1da, pero tam-
fundamental, paralela a la de los económicos. bién una vida en la que la persona es capaz de relacionarse con los
No está claro si l_a__
produccíón ªllstera_, el sistema de producción demás como ser independiente, con un sentido de autoestima desa-
introducido por primera vez en Japón, pÜede implantarse de forma rrollado.
más o menos universal3. Pero sí tiene varías características muy inte-
resantes en relación con el punto que estoy tratando. No hay duda
sobre su influencia en la productividad, al menos en ciertos sectores DEL ESTADO DE BIENESTAR AL BIENESTAR POSITIVO
industriales cruciales; por ejemplo, en el sector del automóvil, existe
una enorme diferencia de productividad entre las empresas japonesas Al llegar a este punto, voy a repetir la tesis planteada anterior-
y las europeas 4 • mente: los problemas actuales del estado de bienestar no deb~n verse
...:.Y,_RfOducción
austera hace referencia al_uso ~nS:aZ ___
del ti~mpo, como una crisis fiscal (ni tampoco son resultado de la necesidad de
pero no. lo considera como algo qlfe no debe desperdiciarse, un cál~ las sociedades occidentales de competir con más fiereza que antes en
culo del trabajo convertido en mercancía. Más bien, el valor del los mercados mundiales) 1 sino como una crisis en la gestión del ries-
tiempo se interpreta en relación con el trabajo en cooperativa y las go. ¿Qué debe deducirse, teniendo en cuenta los cambios sociales y
asociaciones establecidas entre fabricantes y proveedores. La produc- las te"nsiones estructurales que acabamos de analizar?
ción austera utiliza menor cantidad de todo, incluido tiempo de mano Supongamos que tomamos en serio la propuesta de que el obje-
de obra inmediata, que otros sistemas de producción; pero lo hace en tivo de un buen gobierno debe ser fomentar la búsqueda de la felici-
un contexto social rico y como parte de procesos de inversión a largo dad, y que el "bienestar", tanto individual como social, debe definirse
plazo. Mucha gente ha afirmado que los métodos de producción aus- en ese sentido. Aceptemos, asimismo, que la felicidad se promueve
tera pueden introducirse eficazmente en países fuera de Oriente sólo mediante la seguridad (de mente y ~uerpo), la dignidad y la oportuni-
si Occidente está dispuesto a adoptar valores orientales más generali- dad de realizarse, además de la capacidad para amar. La idea de que
zados. Estos últimos se refieren, por anticipar ligeramente el próximo los seres humanos luchan por la felicidad, por encima de todo lo de,
capítulo, a una visión de la naturaleza en armonía con los seres hu- más, se remonta, al menos, a Aristóteles. Sin embargo, también se
manos, y no como algo que debe tratarse de forma instrumental; una puede considerar que la búsqueda de la felicidad, como valor univer-
actitud de confianza en sí mismo; una perspectiva holística del yo y el salizable es una cualidad distintiva de la modernidad. La "virtuosa ac-
cuerpo. Pero, como intentaré demostrar más adelante, lo que está so- tividad <lel alma" de Aristóteles unía la felicidad a los atractivos de la
, hre el tapete en un mundo orientado haciélµLproductividad mál?...91.1~ tradición sedimentada; la felicidad como medio yobjeto de .<"01ap~i-
hacia el productivismo no es un trasplante de valores orien.t?le.$_ q4e pación es una conc:~2Q_ónrp__gyjiOsterioLq,lJ~surg~jpvoca_Qª-·-ººr la
acompañe a un trasplante de in__citJfür~ª~'-··$,tI)_q
_1ª.-~e_<;µ_p_eraciótJ._4e
una ffiodemidad --Y,Sfrí embargo, se ve Le_p_rimida_p_re_cj_sa_m~n_t~_p_o_rJas
serie de Qreo~upaciones éticas -~Pl-ª~!~_ci§:~ ...P-9:fel _sist_emaproducti- fuerzas de desarrollo que las instituciones modernas han liberado en
____yjfil;¡_.·~
Cuando la productividad significa productivismo, tiene connota- -el~ mundo.
-·-taf¿'.;h
c-id~a~d_n_o_e_s_u_n_a_s_i_tu_a_c_i~ó_n_a_m_e_n_a-za_d_'_o_ra~p
__ ~
ciones desafortunadas. Liberada de esa asociación, no hay razón para , es universal y no es refractaria a la solidaridad social. Además es, al
que no pueda extenderse a áreas no económicas en un orden post- menos en las condiciones modernas de vida, una búsqueda necesa-
escasez. J'1_J)roduct.ividad se opone al carácter compulsivo y a la de- riamente activa, sobre todo si se define de la manera antes mencio-
pendencia, no sólo ene! trabajo sino en otros campos, incluyendo la nada. "La felicidad ha afirm]l.sloun_o de los principales estudiosos
conte~poráneos de la materia no es algo que ocurre." No es "re-
snltada de la h11ena...suer.te....o.-..t'l
azar" La__f_eli_cj_gp.d
"no depende de
3 En relación eon estos aspectos, me he beneficiado de las conversaciones perso- ....filK:~sosexternos siQ..Q._d__ecómo 10.s..J.o..re.rpretamQ~.:'..;__es
"una situa_:
nales con el doctor Peter McCullen. Estoy en deuda con él por haberme aclarado cier- ción que debe prepararse, cultivarse\~S.e...ap-◊-'i,a 11:"?:~V-9!?
_(;:nel domi-
tas cuestiones esencíales relacionadas con los métodos de producción austera.
4
W-Womak et al. Ibe Mach_tne thgJ Changed the World Nu~va _Yor_k,:pree_P_ress, .rünsls:J_mJJ.rul,¡J;~Qr.i.!!L<::aen~el del mgndo_jnt.erio.r. '.'Lag~11tegue
1990. {Trad, esp/2 La máqµina gµe cambió el mundr¿_ M_adrid_,_
McGraw-Hill, 1992.l ª2f~7 contrÜlar la experiencia interna QOórá det~_qninar,SJLC.a.lí-

186 187
sfad de vida, que es lo más cerca que podemos llegª-r a est_a_rel~--
ser condiciones de vida en una serie de experiencias satisfactorias e in-
felices"'· cluso enriquecedoras. Uno de los entrevistados, un egipcio q~e pasa
Situemos tales ideas junto a las siguientes afirmaciones: sus noches en los parques de Milán, obtiene comida de las cocinas de
caridad y hace algunos trabajos cuando puede, describe su vida
no tenemos que seguir siendo víctimas. El presente es el punto de como una odisea:
poder. Siempre podemos decidir, en este momento, cambiar nues-
tras ideas negativas .....ML cuefRo...,mi salud, niis relaciOnes, mi tra- Tras la guerra de 1967 decidí marcharme de Egipto y hacer au-
bajQ,____ID_i
situac_ión económica_ ---:-todo_,s_jg_u;:¿Q_~ctos Oe mfviaa.:.:-_ toestop hacia Europa ... Tuve que luchar contra ~uchas cos~s .
. refle·an mi ro io diálo o interior... Nuestras eX:periendiis"-~Urg!=!n Atravesé Líbano y su guerra, Siria, Jordania, Turquia, Yugoslavia,
de_n_u_e_s_tm_diálo_g_o.interior. ___ q)_n_s_ig_µiente,_§J_Jr_~,1_1_s_f_9JJ!!ª.!!!~!5
E0r_ __ antes de llegar aquí... ha sido una aventura que, hasta ahora, ha
t~n.Q[~mºs_
nue.s.tros__pens.~_mi~.n,tQs..,
__ __ disti_nt_osy expe-
s_~mirr:ü~nt_q§._ durado veinte años, pero que va a continuar durante el resto de
riencias diferentes6. ---- · - ---
mi vida ... El leóll, aul}g!}e pe:rn_ü@_Jluna P-ªI~ja de gacelas, 119
puede cazafmás que a una. Yo intento ser así, y no como los oc-
¿Hay algo que pueda parecer más alejado de los debates sobre el c;::jdentales, que se vuelven locos trabaia_n_d_Q
__q_µ_nJ.:I_t1e_Dn___p_ue.den.....
estado de bienestar, que conjuran una ética completamente diferente? comer más que su pan de cada ~;,!,í-ª7.

Estas observaciones deben de ser un anatema, sobre todo para quie-


nes sean de izquierdas. Porque, desde que Marx habló de que la reli-
gión era el corazón de un mundo sin corazón, los izquierdistas han EL BIENESTAR EN UNA SOCIEDAD POST-ESCASEZ
tenido gran tendencia a destacar que las condiciones materiales son
la influencia dominante en la calidad de vida al alcance de los indivi- ;_Cómopodrían reorganizarse los sistemas de bienestar -supo-
duos. El poder, dirían, es objetivo, está estructurado en las circunstan- niendo que se siga queriendo mantener ese nombre en un orden
cias reales de la vida social; por consiguiente, ¿cómo puede tener sen- post-escasez? Las siguientes reflexion:s pueden <:>frecerel marco pa~a
tido hablar de "el presente como punto de poder" para una persona una respuesta. Dichos sistemas tendnan que hmr de la deQendenc1a
que vive en la pobreza, cuya existencia es una penosa carga? Expe- de la "asistencia preventiva" como princi¡¿al forma de abordar JQs
riencia interior, diálogo interior: ¿qué importancia pueden tener para !:~2.s; integrarse en una serie más amp~i~ de intereses vitales qu~
dicha persona, excepto como débil sustitutivo de una verdadera los del productivismo; desarrollar. una.J2Qill.K.3cil~~~@[l.c::l1!2~QQrt_\,tm-
emancipación material? Cualquiera que emprenda tal camino al ha- dades· crear un abanico de pactos o acuerdos sociales, no solo entre
blar de reforma social, afirmarían, probablemente acabaría por ceder c;Iases'sino entre otros grupos o categorías de po~lación; y ~entrar~_e
a las desigualdades y privaciones del statu quo. en lo que anteriormente he llamado un~ concepc1on generativ~ Q~1ª.
Sin embargo, merece la pena volver a subrayar que la fel_ii::i,:l,i_d
y iguald_ad.La lista es inmensa, pero precisamente ello ayuda a impul-
s~tLQpuestono tienen rel_acíó_Il concreta con la J"jg_!Jezani la posesión sar la débil posición de los que convierten la defensa del estado de
de.p.o.c::l~.Un grupo de investigadores en Italia realizó entrevistas de- bienestar en el punto fundamental de su perfil político . .
talladas con las personas que constituyen la mayor fuente de preocu- La asistencia preventiva no sólo significa hacer frente a s1tuac~o
pación actual para la izquierda, y que provocan la mayor ansiedad en nes y sucesos que ya han ocurrido, sino que está estrechamente v~n
la derecha, los vagabundos sin hogar, la "gente de la calle". Los inves- culada a la perspectiva actuaria, que supone qu~,,el fut:iro es, e:1 pn1:"
tigadores descubrieron numerosas pruebas de los "horrores" de La- cipio, predecible. La capacidad social de reflexion, umda a la mcertl
touche, gente que ha abandonado toda esperanza, o que se ha su- dumbre fabricada, destruye ambas hipótesis pero, al mismo tiempo
mergido en una vida de violencia, drogas y crimen. Pero asimismo les abre otras o ortunidades. __
_
asombró ver cuántos habían sido capaces de transforma.Dsus pobres Consideremos como ejemplo, de nuevo, la posición de la gente
mayor. Desde el punto de vista generativ?: es importante crear un_as
condiciones en las que los talentos y habilidades de las personas an-
! ~~~~!r.º~-~-~~~-1:1-~.1:!~~~l)'.~~--E'_C?0':}!-7~_
pág. 2.
P_sychology_of
H_appiness,
Londres, R.i.der,_1~.,92,
6 Nancy Corbett, lnner ·Cleanstng: Living Clean in a Polluted World, Bridport,
Prism, 1993, págs. 150, 151. 7 Estudio citado en Csikszentmíhalyi, Flow, págs. 196-197.

188 189
cianas resulten ú,iles y la "jubilación" no signifique todo o nada. La Desde un punto de vista generativo, aún habría que resolver los pro-
jubilación obligatoria, a una edad fija parece funcional desde un pun- blemas básicos de los costes y la rentabilidad económica, pero no se
to de vista product1v1sta, porque retira a unas personas del mercado examinaría sólo en relación con la distribución o con lo que el estado
de trabajo y, de ese modo, contribuye a reducir.el desempleo, En un fuera capaz de proporcionar. La reestructuración del trabajo es un re-
sistema post-escasez, la situación es diferente. Las personas ancianas quisito fundamental para que una sociedad pase del productivismo a
en gene?l, pueden continuar trabajando, pero las salidas y entrada; la productividad; y probablemente va a alcanzar, cada vez más, a io-
voluntanas en los mercados laborales tienen más probabilidad de ex- dos los grupos de edad, En otras palabras, se puede y se debe consi-
tenderse a todas las edades. Los años sabáticos, la jubilación escalo- derar a las personas mayores como parte de los sectores de la socie-
nada .Ylos "ensayos de jubilación" son posibles cuando deja de existir dad que generan riqueza, e igualmente capaces de contribuir a los in-
el retiro en su sentido tradicional. gresos fiscales,
La gente mayor está ya probando por primera vez algunos de los Quitarle importancia a la asistencia preventiva significa abordar
modos de vida que Latouche recomienda en su valoración del sector los riesgos de forma directa y comprometida, sin la esperanza de crear
informal, La mayoría de las personas de más de 65 años, tanto hom- contextos de acción totalmente controlados. Cuando, como ocurre
~res como mujeres, quiere hacer algún tipo de trabajo remunerado, ahora, las decisiones sobre el modo de vída tienen grandes conse-
siempre que no sea excesivamente oneroso ni mecánico. No desean cuencias para los demás (en principio, incluso a nivel planetario) y
trabajar porque sí, sino por las satisfacciones que puede aportar el para nuestro propio futuro lejano, es preciso elaborar nuevas éticas
traba¡o; y lo valoran en relación con otros intereses vitales. Como de responsabilidad individual y colectiva, En su mayor parte, sólo se
ocurre con los demás sectores de la población, las personas mayores pueden abordar desde una perspectiva generativa; el estado sólo
dan mucho menos por "descontadas" las modalidades de la vida so- puede intentar ofrecer unas circunstancias que favorezcan su naci-
cia~ de lo que solían anteriormente_; son "e~erimentadores sociales" miento, incluyendo la entrada en vigor de sanciones negativas perti-
~activos en los campos de las relaciones fecrrüliares_y_Ja_s,exualidad, nentes. Además) en muchos aspectos, su alcance escapa al ámbito del
.igual que en el mundo del trabajo, estado, como ocurre, por ejemplo con las repercusiones de ciertas
En las personas mayores que parecen querer seguir siendo jóve- formas de contaminación medioambiental sobre la salud.
n_es es posible ver ~_?rechazo a la muerte. Sin embargo, podría de- En ciertas situaciones, la superación del productivismo puede
cirse_que la colocac10n de las personas mayores en su propio "ghetto significar la protección de tradiciones o solidaridades locales) aunque
de bienestar" ha sido un mecanismo social que perpetúa ese rechazo, ello entre en conflicto con el objetivo de elevar los niveles_materiales
como parte de un grupo más amplío de represiones sociales por las de vida, Defender la tradición al modo tradicional, como he afirmado
que se secuestran la enfermedad y la muerte para apartarlas de la mi- a lo largo del presente libro, puede ser peligroso. Lo mismo ocurre
rada gene~al 8 • La política vital de la edad avanzada recupera la finitud cuando se trata la autonomía de la comunidad local como un valor
como honzonte de la existencia, pero considera que su aceptación es primordial, A este respecto resulta ilustrativo el destino del "control
una forma de intensificar los placeres y recompensas de la vida. comunitario" de los años 60 en Estados Unidos, Originalmente, la
De la filosofía abstracta al mundano asunto de la financiación: idea era un lema procedente de la izquierda. Sin embargo, como se-
¿cómo se fi1:~nciaría una~ orientación de política vital para la tercera ñalaron los críticos de la época, el control comunitario era lo que re-
edad? ¿Y quien pagaría? Estas son preguntas muy difíciles planteadas clamaban quienes luchaban por mantener la segregación en las es-
en el contexto de la hipótesis de que los problemas del estado de bie- cuelas; y es lo que tienen los barrios residenciales de las afueras, aco-
nestar son sobre todo fiscales, y la tercera edad es un "problema ex- modados y alejados de los pobres de las ciudades 9 ,
terno" que, exige una solución distributiva, Sencillamente, no hay di- Dicho esto, los proyectos de sistema de bienestar que no respe-
nero suficiente para seguir financiando programas universales de tan las conexiones y los modos de vida locales pueden ser casi tan
pension~s que ofrez~an beneficios signififativos, teniendo en cuenta destructivos como las fuerzas del mercado a las que intentan opo-
los <lemas compromisos que deben cumplir los estados de bienestar.
9 Nathan Glazer, The Limits o/ Social Policy, Cambridge, Harvard University Press,
1988, pág, 122. [Trad. esp.: Los tfmites de la política social, Ministerio de Trabajo y
8 Giddens, Modernity and Se{fldentity, cap. 5. Seguridad Social, 1992.J

190 191
nerse. Cuando Glazer destaca que "la creación y construcción de nue- No suele verse que muchas personas mayores, probablemente la
vas tradiciones, o nuevas versiones de tradiciones antiguas, deben ser mayoría, están desempleadas con arreglo a las definiciones ortodoxas
tomadas muy en serio como requisito de la política social"10,tiene se- del término. Los estudios indican que alrededor del 40 por cien de la
guramente razón. Pero dichas tradiciones deben interpretarse de ma- gente de más de 65 años que no tiene trabajo -y el 60 por cien en el
nera post-tradicional, como formas de costumbres convencionales o caso de los hombres- querría trabajar sí pudiera encontrar un em-
rituales abiertas al diálogo con otras. Hay que advertir que Claude pleo adecuado. Aquí, por la fuerza de las circunstancias, el "deseo de
Léví-Strauss escribió sobre estas cuestiones. La libertad que "se plani- trabajar" se ha separado sustancialmente del productivismo; ocurre lo
fica sobre una base racional", afirma, puede destruirse a sí misma: mismo con una gran proporción de amas de casa con hijos, que afir-
porque tal estrategia ignora frecuentemente "el número indefinido dé man que les gustaría trabajar si fuera posible. El productivismo consi-
alianzas cotidianas, la red de solidaridades que impiden que el indivi- dera fundamental para la vida el trabajo remunerado (para los hom-
duo se vea aplastado por la sociedad en su conjunto"11. En ocasiones bres); las sutiles motivaciones y experiencias que rodean a lo que
puede tratarse probablemente, en palabras de Lévi-Strauss, de "tradi- constituye "tener trabajo" y "no tener trabajo" merecen poca atención.
ciones y costumbres cuyas raíces son oscuras"; pero también pueden La situación "natural" para los hombres, desde que dejan la escuela
ser las actividades de tipo innovador mencionadas por Latouche. hasta que llegan a la edad de jubilación, es tener un empleo remune-
El estímulo de un ''número indefinido de alianzas cotidianas" rado. El desempleo se define sencillamente como una circunstancia
tiene que ser un elemento de una política de segundas oportunida- en la que no ocurre así.
des. "Empezar de nuevo" es un componente inevitable de la vida so- Desde este punto de vista, el concepto de segunda oportunidad
cial que no se vive como destino, sea en el campo de las relaciones es tan fácil de definir como poco interesante. La política de bienestar
personales y el matrimonio, el trahajo u otras áreas. Las medidas asis- consiste, bien en ampliar el mercado de trabajo para responder a la
tenciales pueden crear guetos excluyentes, como ocurre con la ter- demanda, bien en pagar a los que están en el paro; las segundas
cera edad: lo que parecen ser ventajas económicas sirven, en reali- oportunidades consisten en dar trabajo a los desempleados. En una
dad, para encasillar a una persona en una posición o categoría social sociedad más preocupada por la productividad que por el producti-
de la que es difícil escapar. vismo, la noción se enriquece y se hace más abiertamente psicológica
Una política de segundas oportunidades, como otros aspectos de o experimental. Una política de segundas oportunidades se centraría
la política vital, no puede ser sólo cuestión de provisión material, sino en cómo se relaciona el paro subvencionado con otros aspectos de
que tiene que centrarse en la experiencia personal y la propia identi- las experiencias y los valores vitales de los individuos, con arreglo a
dad. Véase, por ejemplo, el problema del desempleo. Como la "jubi- diferentes transiciones o transformaciones en sus circunstancias so-
lación", el "desempleo" fue obra de una sociedad en la que el patriar- ciales.
cado era la norma y el trabajo se equiparaba a la participación en el El desempleo involuntario, como un divorcio no querido, suele
mercado laboral. Si el trabajo no se define en términos de producti- ser traumático por el daño que hace al sentido individual de seguri-
vismo, la cuestión de qué es realmente el desempleo se hace mucho dad y dignidad, tanto como por las carencias económicas que pro-
más compleja. El "diálogo interior" y la "experiencia personal" pare- duce. "El presente es el punto de poder": esta tesis tiene enorme sen-
cen estar a kilómetros de distancia del desempleo, pero no lo están, tido en el contexto de las circunstancias del desempleo, que parecen
por supuesto. El desempleo no puede, ni siquiera, existir sin un ele- exclusivamente materiales. Cualquiera que estudie la experiencia del
mento básico de la experiencia subjetiva: para sentirse desempleado, desempleo, desde la estricta perspectiva del productivismo o no,
es necesario querer tener un trabajo remunerado. Y no sólo un tra- llega de forma más o menos inmediata a la cuestión de la propia
bajo; casi ningún parado estaría dispuesto a aceptar cualquier trabajo identidad. Del mismo modo que la respuesta a qué es verdadera-
disponible. mente desempleo, las reacciones ante él también dependen sobre
todo de actitudes subjetivas; dichas reacciones surgen de las descrip-
ciones de la propia identidad, y actúan para perturbarlas o alterarlas.
10 !bíd., pág. 8. e
Por ejemplo, en su estudio sobre la gente que vive al margen del
11 Claude Lévi-Strauss, ".Reflections on Liberty", New Statesman, 26. mayo de 1977, mercado laboral en Gran Bretaña, Bill Jordan y sus coautores dejan
pág. 387. bien clara la estrecha relación que hay entre la incapacidad y el po-

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der, por un lado, y las imágenes del yo, por otro. La forma de domi-
nar la identidad es crucial para ver hasta qué punto la relación de una
persona con el mundo --esté o no "empleada" - tiene consecuencias DIVISIONES DE CLASE Y CONFLICTOS SOCIALES
de incapacitación o genera oportunidades para la mejora y la renova-
ción de la persona 12. El "acuerdo" sobre el estado de bienestar en la posguerra se ha
Una política de segundas oportunidades, desde luego, no olvida- interpretado habitualmente como una cuestión de clases. Hoy en día,
ría las condiciones materiales capaces de permitir a los individuos ne- ese "acuerdo" se logra más mediante la universalización de la em-
gociar cambios en sus circunstancias vitales. Pero también es, por lo presa capitalista que por las instituciones del estado. La inactividad
menos, igual de importante intentar crear medios para reparar las del movimiento obrero no es consecuencia de la "institucionalización
identidades dañadas y desarrollar un firme sentido del respeto a uno de la lucha de clases", sino de las nuevas condiciones de competen-
nusmo. Es probable que abunden las objeciones en este sentido. cia económica mundial. Las relaciones de clase están más centradas
¿Pueden cambiar las personas sus perfiles psicológicos ante privacio- en el mercado laboral y, al mismo tiempo, refractadas a través de
nes materiales que no son capaces de controlar? ¿Y son los estados nuevos mecanismos excluyentes.
psíquicos de los individuos algo en lo que puedan o deban influir los La clase, en el sentido de acción colectiva, queda parcialmente
gobiernos? fuera de juego, pero su influencia se.hace sentir fuertemente en otras
La respuesta a estas preguntas es: sí, pueden y deben hacerlo. divisiones sociales que se convierten en foco de tensiones sociales
Hasta qué punto sea posible dicho cambio depende menos de las pu- reales y en potencia. Díchas tensiones se centran en las cuatro diago-
ras circunstancias materiales que de factores como las "alianzas coti- nales del diamante estructural analizado más arriba. Tienen la capaci-
dianas" en las que pueden apoyarse. Así, una mujer del estudio antes dad de desgarrar el orden social de forma tan amenazadora como los
mencionado habla de su lucha para apartarse del confinamiento a las viejos conflictos de clase, aunque de manera muy diferente. ¿Podrían
tareas domésticas y volver a salir al mundo exterior. Pudo hacerlo, en convertirse las divisiones entre jóvenes y mayores en una amenaza
parte, porque sus responsabilidades respecto al cuidado de los hijos para el tejido social? Seguramente sí, aunque tal perspectiva parezca
disminuyeron y, en parte, porque pudo obtener el apoyo de una red extraña. En Estados Unidos, la Asociación Americana de Jubilados
de amistades, "De modo que hace algún tiempo que ... rompí con tiene no menos de treinta millones de miembros; si fuera un país in-
todo, como si dijéramos [se ríe]. Bueno, no romper con todo. Exten- dependiente, sería la trigésima sociedad más grande del mundo. Es
der mis alas ... es agradable saber que cuando los niños se van al cole- un grupo muy activo, que ha obtenido éxitos notables en el Congre-
gio, por la mañana, el día es mío ... Se me había olvidado [no se en- so, incluida la abolición de la jubilación forzosa por razones de edad.
tiende], se me había olvidado cómo era""· Sin embargo, es probable que el poder y la influencia de las per-
Si el buen gobierno, entre otros objetivos, consiste en facilitar la sonas mayores se extiendan, a medida que salgan de su "gueto de de-
búsqueda de la felicidad, debe ocuparse indudablemente del estado pendencia", mucho más allá del influjo de los grupos de presión. Sus
psíquico de sus ciudadanos, y no sólo de su grado de prosperidad. necesidades llegarán probablemente a dominar ciertos aspectos del
Para ell~ hay que tener en cuenta numerosos factores. Las políticas programa político, dentro y fuera del proceso electoral formal. La
que sostienen o crean redes de interacción social pueden proporcio- proporción de gente mayor que acude a votar en elecciones naciona-
nar las condiciones para la movilízación del desarrollo psíquico; la les y locales está aumentando en la mayoría de los países occidenta-
ªY_Udade grupos de apoyo de diversos tipos puede cumplir una fun- les, en claro contraste con los grupos más jóvenes. "El gigante -se
c~on importante; se pueden afrontar activamente situaciones perjudi- ha dicho-- no ha hecho más que empezar a despertar"; "está fra-
ciales para la propia dignidad, y mucho más. guándose una batalla que amenaza con dividir a la nación y situar a
una generación contra otra" 14.
Una batalla entre padres e hijos, el segundo lado del diamante
estructural, podría reflejar tales divisiones, pero también tiene otros
o
12
BillJordan et al., Trapped ín Pove,~y?, Londres, Routledge, 1992.
13 lhíd., págs. 314-315. 11 Dychtwald, Age \Y/ave. pág. 63.

194 195
orígenes. El abismo entre generaciones 1 en este plano) lo crea el ción de los "valores familiares" que se basa en el papel asistencial de
ritmo del cambio social y tecnológico) que separa la experiencia de las mujeres no es conceptualmente distinta de un impuesto que se
los hijos de la de sus padres; y el resentimiento que los hijos, con más ejerciera sobre ellas) "un impuesto oculto sin representación" 15.
derechos formales de los que solían tener, pueden llegar a sentir por Aquí está en juego no sólo la igualdad económica sino una bata-
una insuficiente atención de sus padres. lla1 como si dijéramos, entre dos fo1mas muy generalizadas de política
El progreso en los derechos de los niños merece la bienvenída 1 vital. Aun teniendo en cuenta la multiplicidad de variaciones indivi-
desde luego, y es una aportación significativa a las posibilidades de duales, las mujeres) en general, hablan "con una voz diferente" a los
democracia emocional. Pese al furor que ha provocado en varios paí- hombres16. ¿Quién va a hablar por todos nosotros? ¿Se van a generalí-
ses1 el derecho de los hijos a divorciarse de sus padres es perfecta- zar cada vez más los modos de vida habitualmente relacionados con
mente coherente con las relaciones familiares post-tradicionales. las formas occidentales de virilidad -esa virilidad compulsiva y llena
Como ocurre con el divorcio entre cónyuges, sus repercusiones no de empuje que identificó Max Weber- 1 quizá van a asociarse con la
dependen de su difusión estadística sino de las condiciones sociales supremacía de las relaciones de mercado en todas las áreas de la vida?
circundantes; los derechos pueden crear nuevas solidaridades y des- ¿O va a trasladarse la feminidad) con su mayor énfasis en la interdepen-
truir otras viejas. Una batalla generalizada de los hijos contra los pa- dencia) la comprensión emocional y la atención, a la esfera pública?
dres podría crear grandes focos de tensión para las instituciones de Estas preguntas 1 cuyas respuestas permanecen aún abiertas, se rela-
bienestar. No sólo ha aumentado la proporción de niños bajo el cui- cionan con casi todos los demás problema~ planteados en este libro.
dado de los organismos asistenciales 1 durante las dos últimas déca- Si se alcanzara un pacto entre los sexos, en las sociedades indus-
das, en casi todos los países industrializados, sino que una gran parte trializadas y a escala más universal, sería la clave, en muchos aspec-
de la gente sin hogar está formada por niños o jóvenes. tos, para la recuperación de otras formas de solidaridad. Lo que ocu-
Los jóvenes constituyen asimismo una gran parte de los parados. rre con la vida familiar, por motivos obvios 1 sirve para conectar o des-
Algunos de ellos se encuentran entre los pioneros sociales de hoy 1 conectar a las generaciones; y lo que ocurre con las divisiones entre
son sensibles a los múltiples significados del trabajo y se mantienen los sexos tiene profundas consecuencias en las transformaciones del
deliberadamente alejados del mercado laboral para explotar otras po- mundo del trabajo, tanto remunerado como no, aunque, por supues-
sibilidades. Sin embargo, la gran mayoria carece sencillamente de ac- to, se ve además fuertemente afectado por ellas. Los sistemas de bie-
ceso a las oportunidades de empleo. ¿Van a quedar, ellos y otros de- nestar que siguen dependiendo, implícita o explícitamente, de un
sempleados, apartados de la mayoría que trabaja, que, a su vez, enta- modelo de patriarcado, acabarán desintegrándose probablemente por
blará una lucha de clases contra ellos, a través de la estructura fiscal completo.
del estado? Quizá, si el estado de bienestar permanece orientado ha-
cia el objetivo del pleno empleo en el sentido ortodoxo; un ideal mo-
ribundo a medida que nos acercamos a una sociedad post-escasez. ¿Los RICOS CONTRA LOS POBRES? UN MODELO GENERATIVO DE IGUALDAD
De todas las batallas políticas y reales aquí descritas, la lucha de
sexos es la de repercusiones más profundas, en cuanto a la emanci- El estado de bienestar, en general, no ha logrado transferir los re-
pación social y personal pero también en cuanto a las tensiones y di- cursos de los grupos más acomodados a los más pobres 17. Tampoco
visiones. El programa neoliberal de recuperación de los "valores fa- ha funcionado el modelo de creación de riqueza y economía de go-
miliares" suele ir unido a un ataque al estado de bienestar, pero, en teo de los neoliberales; en los países donde se ha intentado seria-
realidad, si la defensa de tales valores fuera posible) constituiría un mente ese enfoque, el resultado ha sido una diferenciación creciente
enorme apoyo para mantenerlo intacto. Los sistemas de bienestar ac- entre ricos y pobresrn. ¿Qué hacer? ¿Debemos resignamos a un orden
tuales dependen fundamentalmente 1 para su funcionamiento, de for-
mas familiares y diferencias entre sexos bien establecidas. La reivindi-
cación de autonomía e igualdad por parte de las mujeres es irreversi- 15 Howard G!ennester, Paying jor Weljare, Welfare State Programme, Lorldon
ble. Pero las mujeres siguen realizando la mayoría de las tareas School ofEconomics, 1992, pág. 21.
16 Gilligan, In a Dif.ferent Voice.
asociadas al cuidado de los demás en las sociedades modernas, y, en
17 R. F. Tomasson, T1JeWeljareState, 1883-1983, Londres,Jaí, 1983.
su mayor parte, sin remuneración. Se ha destacado que una reafirma- 18 Christopher Pierson, Beyond the We{fare State?. Cambridge, Po!ity, 1991.

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social en el _que toda esperanza de mayor igualdad se haya ido por la ciedad de robots felices, muerta para la iniciativa y que se conforme
bo~~a? No tiene por qué ser así, pero sí debemos concebir la equipa- con deambular sin objeto a lo largo del día. Lo que ocurre es precisa-
r~c10n de una forma nueva, a la manera sugerida en el capítulo ante- mente lo contrario. La búsqueda de la felicidad exige un compromiso
n':r. El _wntexto de tal_hipótesis es la sociedad post-escasez, que va activo con las tareas vitales, que implican placer en el despliegue de
mas alla del product1v1smo; una sociedad que forma cada vez más capacidades y conocimientos. En un plano psicológico, las oportuni-
parte de un orden universal, en vez de concentrarse dentro del es- dades de vivir felizmente parecen contar con el enfrentamiento a los
~ado nacional. ¿Qué implicaría esa equiparación? ¿Se mantendrían los desafíos, sean autoínducidos o procedentes del exterior19. La po-
ideales socialistas de igualdad' ¿En qué sentido? breza, como otras circunstancias vitales potencialmente debilitadoras,
El objetivo de igualdad, como he destacado anteriormente, no puede ser opresiva porque puede conducir a la disminución de di-
estuvo nunca plenamente integrado en las hipótesis fundamentales chos conocimientos y capacidades y porque puede provocar una at-
del pensamiento socialista; corresponde más al residuo del "comu- mósfera de desesperación. Los dos enemigos de la felicidad son la
nismo" de Durkheim. El "control inteligente" de la vida social -que desmoralización -la caída en la apatía o la desesperación- y la
somete las fuerzas del mercado a una dirección central- no man- compulsión, esa dependencia imparable de un pasado emocional
tiene ninguna relación i:articular con una ética de igualdad excepto, que no se domina.
tal vez, creando la autoridad capaz de quitar a los ricos para dar a los Los programas de bienestar positivo, orientados hacia el riesgo
pobres. fabricado más que hacia el externo, estarían dirigidos a cultivar el yo
El modelo generativo de igualdad, unido a una concepción de autotélico 20 • El yo autotélico ·es un yo que posee la confianza interna
po~t-escasez, no se enfrenta a este problema. En él, la equiparación que surge de la dignidad y en el que un sentido de seguridad ontoló-
se mterpreta en dos sentidos relacionados, como colaboración mutua gica, procedente de la confianza esencial, permite la apreciación po-
par3. superar los "males" colectivos y como un movimiento generali- sitiva de la diferencia socia}21.Se refiere a una persona capaz de con-
zado de abandono del productivismo. No se basa realmente en un re- vertir posibles amenazas en retos satisfactorios, alguien que puede
parto riguroso de los bienes materiales sino en una indiferencia hacia convertir la entropía en un flujo coherente de experiencia. El yo auto-
ellos, unida a una comprensión "defensiva" de los límites del creci- télico no pretende neutralizar el riesgo o suponer que "otra persona
miento económico ilimitado. va a ocuparse del problema"; afronta el riesgo como un reto activo
Volvamos a los bienes importantes para la búsqueda de la felici- que genera la propia realización.
dad, seguridad, dignidad y capacidad de realizarse. La posesión de ri- En un orden post-tradicional, el ejercicio de las decisiones en re-
quezas no permite forzosamente a las personas alcanzar estas cuali- lación con la información ordenada de forma reflexiva debe orien-
dades, del mismo modo que la pobreza material no tiene por qué eli- tarse hacia la creación de compromisos. El compromiso, con perso-
minarlas. Desde luego, la riqueza no es irrelevante en relación con nas o con objetivos vitales, es una de las principales fuerzas de "anu-
ellas, pero su grado de importancia depende de las condiciones en lación", la que permite a los individuos dominar las tensiones y
las que se produce y se materializa. Además, existen otras muchas cir- enfrentarse a secuencias de sucesos que, por lo demás, son perturba-
cunstancias vitales que rebasan la posesión de riquezas (individuales doras. El compromiso centra el desarrollo del yo, pero es casi lo con-
o sociales) más o menos por completo. En una sociedad que se trario del egoísmo; es la capacidad de mantener la participación en
aparta de la tendencia de la modernidad al control, no pueden neu- una serie de tareas durante un largo periodo de tiempo.
trahzarse totalmente ni los accidentes ni los fenómenos esenciales del Una persona que presta atención a una interacción en lugar de
nacimiento, la enfetmedad y la muerte. No pueden "aceptarse", por preocuparse por el yo obtiene un resultado paradójico. Ya no se
las buenas (el nuevo medievalismo), o la consecuencia será, sín siente como un individuo aparte, pero su identidad se fortalece.
duda, la incapacidad o la desmoralización; sin embargo, se pueden La persona autotélica crece más allá de los límites de su individua-
afrontar activamente de una manera que se ajuste a la noción de bie-
1:estar positivo. Como en otras áreas, el riesgo debe afrontarse como
nesgo, incluyendo la "peligrosidad del riesgo". 19 Csikszentmihalyi, J<1ow.
20 Jbíd.,págs. 208 y ss.
Puede parecer _que el hecho de situar la felicidad como valor ¡,ri- 21 Anthony Giddens, The Consequences of Modernity, Cambridge, Políty, 1990.
mordtal y urnversahzable suscita la posibilidad de que exista una so- [Trad. esp.: Consecuencias de la modernidad, Madrid, Alianza, 1994.J

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lidad al inve1tir energía psíquica en un sistema en el que está in- gualdades existentes podrían enraizarse aún más. Sin embargo, no es
cluida. Gracias ~ esta unión de la persona y el sistema, el yo apa- probable que esa situación aumente el grado de felicidad ni de los
re:e con un nivel mayor de complejidad ... [sin embargo, ello] privilegiados ni de los desfavorecidos. Para estos últimos, la pobreza
exige determinación y disciplina. La experiencia inmejorable no
es consecuenci~ .de un enfoque hedonista e indolente ... es preciso
se convertirá, cada vez más, en fuente de degradación, desintegra-
desarrollar habdtdades que extiendan la capacidad, que le hagan ción social y dependencia de todas clases, a medida que las clases in-
a uno ser más de lo que es22. feriores estén más firmemente establecidas. Para los más acomoda-
dos, el precio será seguramente una existencia fortificada, en la que
Como consecuencia de la manera en la que se desarrolló el es- una mayor prosperidad tendrá un duro precio y todos los grupos su-
tado de bienestar, de ser una preocupación por ayudar (y regular) a frirán los efectos del deterioro medioambiental y los peligros deriva-
los pobres, ha pasado a equipararse, en general, con la mejora de las dos de él.
cond1c10nes de los desfavorecidos. Pero, ¿por qué no suponer que los Un modelo generativo de igualdad, o equiparación, podría ofre-
programas de bienestar deberían estar dirigidos a los ricos además de cer la base para un nuevo pacto entre ricos y pobres. Dicho pacto se-
a los que se encuentran en situaciones de más carencia? Ésta es la 1ia un "intercambio de esfuerzos", fundado en el cambio de modos
conclusión que se deduce del concepto de bienestar positivo; y, de vida. Sus fuerzas motoras serían: la aceptación de la mutua res-
como voy a intentar demostrar, en vez de acentuar las desigualdades ponsabilidad de afrontar los "males-' que el desarrollo ha arrastrado
anteriores, dichos programas podrían ser un instrumento fundamen- consigo; lo deseable de un cambio de vida por pa1te de los privilegia-
tal para superarlas. dos y de los menos privilegiados; y un concepto amplio de bienestar,
La seguridad, la dignidad, la realización, son bienes escasos tanto que separe la idea de la asistencia económica a los desfavorecidos
para los ricos como para los pobres, y se ven en peligro debido al es- para asociarla al cultivo del yo autotélico.
píritu del productivismo, no sólo por las desigualdades distributivas. La responsabilidad mutua de hacer frente a los "males colecti-
Además, las repercusiones de estas desigualdades deben situarse vos" suele derivarse directamente de una mayor impo1tancia del ries-
junto al daño colectivo que produce la riqueza; no es posible, de nin- go fabricado. La contaminación del aire, la muerte de los bosques o el
guna manera, hacer recaer totalmente sus efectos sobre los pobres. despojo estético del medio ambiente no se ajustan a las divisiones de
_ La búsqueda de la felicidad puede verse perjudicada por el ca- clase. Tomados como riesgos externos, se considerarían "costes de
racter compul~;vo tant? com~ por la desesperación. En otro tiempo, seguro" medioambientales, que recogerían las empresas o los contri-
e~ta observac1on habna podido parecer una pía llamada al comu- buyentes; vistos como riesgos fabricados, sugieren un cambio de
ntsmo tal como lo entendía Durkheim; los ricos debían renunciar a vida. Cualquiera que desee vivir de forma más sana comparte un inte-
sus riquezas o entregarlas a los pobres, porque la posesión de bienes rés común con los demás frente a una vida que se ha vuelto agria, en
es corruptora, tanto en lo psicológico como en lo material. Sin em- la que las ventajas de la riqueza producen, al mismo tiempo, unos
bar?o, la compasión y el altruismo no tienen nada que hacer en una efectos perjudiciales que esa riqueza no puede reparar. De modo que
sociedad en la que el productivismo y sus orientaciones psicológicas no se trata aquí ni de pagar para reparar esos daños ni de· comprar
subyacentes han llegado a su límite; y en la que "más de lo mismo" se una salida. Son soluciones en punto muerto.
ha vuelto una expresión contradictoria y destructiva. · El interés que comparten ricos y pobres en cambiar su modo de
La liberaciót: de la dependencia pasa a ser un objetivo generali- vida tiende a un alejamiento del productivismo y hacia la productivi-
zado en una sociedad post-escasez. Dejar de depender de la benefi- dad. A su vez, ese paso se relaciona con otros mencionados anterior-
cencia significa dejar de depender del productivismo, y ambas de- mente, vinculados a un orden post-escasez. La autonomía del trabajo
pendencias pueden combatirse de la misma manera. Como ocurre y su opuesto 1 la connotación inequívocamente negativa del desem-
con otras cosas, nos encontramos hoy en una encrucijada. Las desi- pleo, suelen definirse en relación con el carácter compulsivo del que
habla Weber. Este carácter compulsivo varía entre uno y otro sex9 y
está vinculado a una división de las funciones sexuales que actual-
~ 22Csiks~;ntmi_halyi,Fl~w, P.ágs. 212-213. Para un desarrollo de estas opiniones,
mente ha desaparecido o está sometida a enormes tensiones. Un en-
vease_tamb,en Cs1ks:entm1baly1,The Evolving Seif, Nueva York, Harpercollins, 1993, juiciamiento de la autonomía del trabajo y de las divisiones de sexos
especialmente el capitulo 8. ◊ asociadas con ella está cargado de connotaciones de igualdad gene-

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rativa. Porque la orientación hacia el productivismo ha sido esencial- 1) Un interés común por la protección medioambiental y la reduc-
mente, durante largo tiempo, un fenómeno del terreno público mas- ción de sustancias tóxicas puede utilizarse para establecer políti-
culínizado. Nadie puede decir con seguridad, por ahora, si los ideales cas que, de hecho, supongan una redistribución en favor de los
masculinos van a adquirir, o no, la hegemonía entre ambos sexos. Sin pobres. La razón es que, como dijimos antes, los g1upos desfavo-
embargo, lo menos que puede decirse de un mundo en el que los recidos se ven frecuentemente impulsados a seguir costumbres o
hombres ya no valoren el éxito económico como antes y en el que vi- modos de vida perjudiciales para el medio ambiente, que, a su
van más para el amor y la comunícación afectiva es que sería muy di- vez, refuerzan sus carencias. Además, la disminución de peligros
ferente del actual. en general mejorará la vida de los menos favorecidos en una me-
Al poner en duda la autonomía del trabajo, los privilegiados po- dida relativamente mayor que la de los más acomodados.
drían aprender más cosas de los pobres que viceversa. Quienes están 2) Estas mismas consideraciones se pueden hacer sobre la protec-
de forma más o menos constante "sin trabajo", sean cuales sean sus ción de las tradiciones y las solidaridades locales.
penalidades, llegan a conocer forzosamente una vida en la que el tra- 3) Una mayor flexibilidad laboral para los más ricos no tiene por
bajo remunerado no constituye el centro ni la principal influencia. El qué producir un doble mercado de trabajo si se combina con
intercambio de esfuerzos con los pobres no sería la transferencia di- avances hacia otros "acuerdos" sociales (especialmente entre am-
recta de riquezas sino un traslado de oportunidades de empleo pro- bos sexos). Una serie de medidas a corto plazo pueden con-
cedente de nuevas actitudes respecto al trabajo por parte de los más tribuir a la igualdad promovida mediante transferencias de opor-
ricos. Hablar de que los pobres hagan una contribución recíproca en tunidades de trabajo. Por ejemplo, el empleo en el "sector ter-
su modo de vida puede sonar extraño: ¿qué contribución podría pre- ciario" proporcionado por el estado y dedicado a tareas de
verse? Partiría exactamente de las mismas características mostradas en asistencia social y comunitaria,
los modelos alternativos de desarrollo para los pobres del Tercer 4) Se pueden reconstruir los sistemas de bienestar existentes con el
Mundo. Confianza en sí mismos, integridad y responsabilidad social, fin de separar la disposición del "ciclo vital" del objetivo de redu-
incluido el cuidado del medio ambiente local, serían el "impuesto" cir las desigualdades estructurales; en particular, el objetivo de
que el resto de la sociedad reclamaría e intentaría fomentar. impedir la formación de clases inferiores y marginales.
¿Qué papel tendría el estado? ¿Seguirla existiendo el estado de 5) Para aumentar el grado de felicidad humana, tan importantes
bienestar en una sociedad post-escasez? No. Desde luego, el estado como las medidas y disposiciones económicas son las que se re-
d~bería seguir ofreciendo una amplia variedad de bienes y servicios, fieren a los derechos democráticos y la prevención de la violen-
onentada a la prevención de dependencias, más que a su persisten- cia. Si bien en ellas influyen enormemente las desigualdades
cia. Pero tendría que actuar en colaboración con diversos grupos, es- económicas, en ningún caso las determinan por completo. Ade-
pecialmente grupos de apoyo mutuo, de ámbito local e internacional. más, son posibles muchos "efectos inversos" que contribuyan a
Todo esto, desde el punto de vista del realismo utópico. Pero reducir las privaciones económicas.
~hasta qué punto es realista? ¿Cuál sería el instrumento social para for-
Jar estos pactos sobre el modo de vida, especialmente entre los ricos Sigue existiendo la cuestión de si un pacto sobre modos de vida
y los pobres? Las reflexiones que podrían impulsar dicho pacto están como el que se sugiere aquí para los países ricos podría funcionar
bastante claras, pero ¿existen la voluntad o los mecanismos sociales también en el caso de las divisiones entre Norte y Sur. Indudable-
para producirlo? Por lo que respecta a las sociedades industrializadas mente, desde un punto de vista empírico 1 no es posible responder a
podría parecer que nos encontramos, de nuevo, ante el problema d~ esta pregunta con ninguna seguridad. No obstante, desde una pers-
un déficit ético y fiscal. pectiva analítica, podríamos preguntar: ¿qué otra posibilidad existe?
Sin embargo, no tiene por qué ser necesariamente así; aunque No es probable que las transferencias directas de riqueza estén próxi-
no es mi objetivo proponer conjuntos de refo1mas específicas ni estu- mas y, en cualquier caso, serían contraproducentes. El avance posi-
diar cómo podría obtenerse el apoyo electoral para ellas. Los medios tivo hacia un sistema post-escasez por parte de la clase mundial de
para elaborar un pacto sobre modos de vida entre ricos y pobres po- los consumidores, junto a un "desarrollo alternativo" para los pobres
drían ser varios: del mundo, constituyen el único medio posible de crear un mundo
o más igual.

202 203
La cuestión del aislamiento de los valores vitales relacionados
con un orden post-escasez afecta de forma directa a los problemas
ecológicos, si éstos se definen adecuadamente. Dado que mucha
gente considera hoy tan importantes los movimientos ecologistas, re-
sulta apropiado hablar de ellos detenidamente en este momento; a
ello voy a dedicarme en el siguiente capítulo.

CAPÍT!JLO \l]Il

La modernidad bajo un signo negativo:


cuestiones ecológicas y política de la vida

¿Puede verse, en el extraordinario crecimiento de las ideas ver-


des durante las últimas décadas, el origen de un radicalismo político
renovado? Desde luego) así lo creen los defensores de las teorías eco-
logistas. Por ejemplo, Carolyn Merchant afirma que el "ecologismo ra-
dical" propone una "nueva conciencia de nuestras responsabilidades
hacia el resto de la naturaleza y los demás seres humanos. Persigue
una nueva ética de la naturaleza y la educación de las personas. Da a
la gente el poder de hacer en el mundo cambios coherentes con una
nueva visión social y una nueva ética" 1 .
Murray Bookchin es uno más de los muchos que sostienen que
el pensamiento ecologista puede, en sus propias palabras) "recuperar
la idea de una crítica radical de la vida social". A su juicio) el pensa-
miento radical ha perdido hoy su identidad. Lo que llamamos actual-
mente "radical" --el radicalismo de la izquierda- se ha convertido
en una "burla odiosa de tres siglos de oposición revolucionaria'\ for-
mada por "las meras sombras de la acción directa, el compromiso mi-
litante, los conflictos insurgentes y el idealismo social que han mar-
cado todos los proyectos revolucionarios a lo largo de la historia". El
marxismo) y el socialismo más en general, son cómplices del orden
social que aseguran atacar. Al describir el marxismo como "nada más
que un monopolio capitalista de estado construido para beneficiar a
todo el pueblo", dice Bookchin, Lenin no vulgarizó las ideas de Marx,
sino que reveló el carácter esencial del proyecto socialista. El perisa-

1 Carolyn Merchant, Radical Ecology, Londres, Routledge, 1992, pág. l.

204 205
mi~nt? ilustrado tenía una concepción ética de la buena vida; pero el dad de transporte de las personas debería servir de orientación para
socialismo, en lugar de desarrollar esta visión, la traicionó. En las teo- todas las regiones ecológicas; la gente podrá vivir como "futuros pri-
rías socialistas (así como en otras concepciones más o menos opues- mitivos" y recuperar la diversidad ecológica como "habitantes" de la
tas), "la natural_eza se convierte, por primera vez, en un simple objeto tierra'. Como dice Edward Goldsmith, "debemos acudir a las socieda-
para la humarndad, una mera cuestión utilitaria; deja de reconocerse des tradicionales del pasado en busca de ínspiración" 4 •
como una fuerza por derecho propio; y el conocimiento teórico de Pese a la hostilidad de autores como Bookchin, muchos pensa-
sus leyes independientes parece ser sólo una estratagema destinada a dores de izquierdas han asumido las ideas ecologistas. Después de
someterla a las exigencias humanas, como objeto de consumo o todo, el paso de rojo a verde ofrece un refugio útil para el radicalismo
como medio de producción". extinguido. Si la revolución socialista ha dejado de ser posible, ¿por
Bookchi~ continúa diciendo que el movimiento ecologista pue- qué no pensar, a cambio, en utopías verdes? Puesto que si, después
de rescatar e mcluso profundizar el radicalismo. Casi todas las victo- de todo, el capitalismo no va a sufrir una crisis económica que provo-
rias· alcanzadas gracias a varios siglos de "desarrollo" económico se que la transición al socialismo, quizá sucumba, por el contrario, a la
han visto refutadas por la separación entre los seres humanos y la na- crisis del medio ambiente. Así, Alain Lipietz se hace eco del Manifies-
turaleza y la degradación medioambiental subsiguiente. Es preciso es- to Comunista al hablar de "un fantasma que recorre el mundo", al
tablecer una nueva armonía entre la naturaleza y la vida social hu- acercarnos al nuevo milenio; un espectro que ya no es el comunismo,
mana, a partir de una profunda revisión de nuestro modo de vida ac- sino el radicalismo ecologista.
tual. Tenemos que cultivar "una nueva sensibilidad hacia la biosfera" "Los crímenes contra la naturaleza -afirma- van en aumento, y
y "r~staurar el contacto de la humanidad con la tierra, la vida vegetal todo crimen contra la naturaleza es un crimen contra la humanidad."
y animal, el sol y el viento". La lógica de la acumulación capitalista se basa en extraer el máximo
Una sociedad ecológica, a juicio de Bookchin, sería aquella en la beneficio económico a costa de todo lo demás, con la consecuencia
que_Ja conservación o la restauración del equilibrio y la integridad de del expolio de la naturaleza, que hoy ha llegado a una situación de-
la b1osfera constituyeran un fin en sí mismas. Dicha sociedad fomen- sesperada. La expansión a gran escala de las formas capitalistas de
producción ha "saturado nuestro ecosistema y disminuido de forma
ta1_?ªla diversidad ~ntr~~grupos humanos y en la naturaleza. Supon-
dna una descentrahzac1on espectacular del poder hacia comunidades significativa el tiempo disponible para adaptarse a las perturbaciones
locales autónomas, basadas en tecnologías "menores", y estaría re- que provocamos". No puede haber soluciones parciales, sólo solucio-
gida por "un holismo ético enraizado en los valores objetivos que na- nes que vayan hasta el fondo: "la ecología, que antes se encontraba
cen de la ecología y el anarquismo"'· en la "periferia" de la economía, está hoy en el corazón mismo del
El "ecologismo profundo" de Ame Naess, muy debatido en la li- problema ... el desafío que nos hemos creado es el de asumir la res-
teratura de la política "verde", desarrolla ideas semejantes. En pocas ponsabilidad por el destino de todo el planeta ...'''·
palabras, el ecologismo profundo plantea que es necesaria una nueva Sin embargo, aunque los movimientos verdes tienden frecuente-
filosofía política y moral que considere que los seres humanos están mente a situarse en la izquierda, no existe ninguna afinidad-evidente
en la naturaleza y forman parte de ella, y no que son superiores; la entre el ecologismo radical y el pensamiento izquierdista. Las prime-
"igualdad biosférica" sitúa a los seres humanos al mismo nivel que to- ras formas de ecologismo y conse1vacionismo estaban especialmente
dos los d~más seres vivos. Además, el ecologismo profundo subraya vinculadas a la crítica de la modernización procedente del viejo con-
las con~x10nes entre naturaleza y comunidad social, algo que, afirma, servadurismo. Fue Burke quien escribió que la Revolución Francesa
entend1an las culturas "primitivas" pero han abandonado las civiliza- había hecho que todo "se desviara del camino de la naturaleza hacia
ciones modernas. Los horticultores y cazadores ofrecen modelos a los este extraño caos de temeridad e infamia". Era preciso defender la na-
q_~e debería regresar la humanidad, a pesar de la práctica desapari-
c10n de tales grupos debido al "avance" de la modernidad. La capaci-
j Ame Naess, "The shallow and the decp, long-range ccology movcment: a sUm-
mary", Jnquiry, vol. 16, 1972.
,i Edward Goldsmíth, 7be Great U-tum, Ha1tland, Green Books, 1988.

2 Citas procedentes 5 Alain Lip!ctz, Towards a New Hconomic Order, Cambridge, Polity, 1992, pági-
de Murray Bookchin, Toward an Ecologica/ Societv, Mantrecl-
Buffalo, Black Rose, 1986, págs. 1, 202, - o-
nas <;J. 5-'5

206 207
turaleza contra las incursiones de1 expansionismo económico, que sobre el contrato social, no como un acuerdo entre indiv~duos
amenazaba su armonía interna y sus bellezas. Estas ideas adquirieron anónimos y efímeros, sino como un pacto entre las generac1on~s
importancia en el fascismo; los nacionalsocialistas proyectaron gran- de los vivos los muertos y los que aún no han nacido; el escepti-
des programas de conservación y reforestación6. cismo cons~rvador sobre el progreso y la conciencia de sus iro-
No hace falta mencionar estas conexiones históricas para ver las nías y fantasías; la resistencia conservadora a las noved~d~s ~o
probadas y los experimentos sociales a gran escala; y, qu1za ma.s
semejanzas entre las filosofías verdes y el conservadurismo. La "con- especialmente, el tradicional dogma conservador de que el floreci-
servación de la naturaleza", se interprete como se interprete, tiene miento del individuo no puede darse más que en el contexto de
claros lazos de unión con el conservadurismo como protección de las formas de vida corriente 8 .
una herencia del pasado. Como he mencionado al principio del pre-
sente libro, varios de los conceptos clave de la teoría verde, como el En realidad, Gray quiere apropiarse del pensamiento verde para
desarrollo sostenible, el fomento de la diversidad local, o el respeto los conservadores y, al mismo tiempo, mitigar las propuestas verdes
por la interdependencia de las cosas, tienen resonancias de corrientes de más alcance para la reforma social. ./ . .
esenciales del conse1vadurismo filosófico. En ocasiones, los pronun- Sin embargo, las ideas ecologistas no poseen una relac1on pnv1-
ciamientos de los teóricos ecologistas coinciden estrechamente con legiada con el conservadurismo, del mismo modo que no l": tienen
los de los conservadores. He aquí, por ejemplo, a Goldsmith, ha- con la izquierda ni con el liberalismo. Sería _más ~~acto ~e.r como las
blando sobre el declive de la comunidad y la familia, "El mayor per- filosofías verdes reflejan los cambios de onentac10n poht1ca que he
juicio causado por el estado de bienestar ... -afirma- es que provo- intentado documentar a lo largo de este estudio. No son distintivas de
ca la desintegración de la unidad familiar." Esta "unidad básica de la la derecha ni de la izquierda. Se resisten al progresismo que mantiene
conducta humana, sin la que no puede existir una sociedad estable; que todo se puede mejorar; pero, al mismo tiempo, ¿efie~den formas
no puede sobrevivir a una situación en la que el estado ha usurpado de radicalismo cuyas implicaciones van mucho mas alla de lo que
las funciones que normalmente debería cumplir ella". Al pasar a la puede desarrollarse en los marcos habituales del socialism?. Esta, ob-
cuestión de los sexos, asegura que las diferencias naturales entre servación no quiere decir que debamos aceptar la teona pol.1t1ca
hombres y mujeres deben formar la base de la división del trabajo, verde sin más· se trata tanto de la expresión de los problemas sociales
y políticos qu~ nos esperan hoy como de una sol;1ción,~ ellos. Y, por
Los hombres y las mujeres parecen distintos por la sencilla ra- supuesto, existen muchas versiones de la filosof1a poht1ca verde, no
zón de que son distintos ... [en los tiempos que corren] las mujeres
todas ellas coherentes entre sí.
suelen estar sometidas exactamente a la misma educación que los
hombres y se las estimula por todos los medios para que compi-
tan con ellos. Ello sólo puede significar una desintegración aún
mayor de la unidad familiar, cuya supervivencia depende de una LA CONCEPCIÓN DE LA NATURALEZA
clara división del trabajo entre sus miembros ...7
La preocupación de que el mundo en vías de .industrialización
Gray advierte que los autores y partidos verdes han recibido am- fuera a crecer más que sus recursos se remonta al siglo XIX, pero no
plios ataques de los críticos conservadores durante la época reciente. se extendió de forma generalizada hasta hace treinta o cuarenta años.
Se les ha acusado, entre otros defectos, de propagar ideas socialistas La inquietud se centró, al principio, en. e~/creci~iento de la pobla-
disfrazadas, ser hostiles a la ciencia, hacer juicios apocalípticos sin ción. Así, en 1948, Fairfield Osbom escnb10 que la marea de la po-
justificación y corroer la solidaridad social. No obstante, las preocu- blación terrestre está creciendo, y la reserva de los recursos vivos ct:
paciones verdes comparten una serie de ideas con el conservadu- la tierra está disminuyendo"\>. Este tema malthusiano se desarrollo
rismo: hasta incluir de qué modos el desarrollo económico estaba provocan-
do la destrucción del medio ambiente. Todavía durante la década de

6 David Harvey, "The nature of environment", en Sociaiist Registe,; Londres, Mer-


lin, 1993. s Gray, Beyond the New Right, pág. 124. /
7 Goldsmith, Tbe Great U-iurn, págs. 17, 45. o 9 Fairfie!d Osborn, Our Plundered Planet, Londres, Faber, 1948, pag. 68.

208 209
los 70, la mayoría de los debates seguían abordando los problemas "naturaleza''? Porque, en cualquier interpretación del pensamiento
medioambientales en el contexto de las fronteras y los intereses ecologista, de estos términos depende una enorme cantidad de cosas.
nacionales. La publicación del informe del Club de Roma, The Limils Numerosos autores verdes distinguen entre el "ambientalismo" Y
of Growth [Los límites del crecimiento}, definido por un comentarista el "ecologismo" y, esencialmente, consideran el primero reformista
como "Malthus con un ordenador'\ contribuyó enormemente a cen- y el segundo, revolucionario. La distinción es semejante ~ la q':1e hace
trar los debates a escala más universal. El modelo informático em- Naess entre ecologismo superficial y profundo. El amb1entahsmo, o
pleado en el estudio proyectaba una especie de derrumbe mundial ecologismo superficial, no se centra en la "recuperación de la natura-
en algún momento del próximo siglo. El informe recibió numerosas leza", sino en el objetivo, más modesto, de controlar el daño que los
críticas. Por ejemplo, un autor lo llamó "un fascinante ejemplo de seres humanos han causado en el mundo físico. El "medio ambiente"
cómo la labor científica puede ser de pésima calidad y, sin embargo, es fundamentalmente un conjunto de recursos; la humanidad debe
tener enorme influencia 10. tener cuidado de no gastarlos si quiere salvaguardar su futuro. La acti-
Desde la fecha inicial de su publicación, la preocupación por el tud del ambientalismo consiste en promover "el uso ahorrativo de los
desgaste de los recursos no renovables ha seguido siendo enérgica, recursos no renovables y el uso de los recursos renovables sin dismi-
pero a ella se han unido otras. Lo que se ha denominado la "segunda nuir su calidad ni poner en peligro sus reservas" 13. La naturaleza se
oleada ecologista" se ha ocupado de las amenazas a la biosfera. Nin- considera, tal vez, un objeto bello, independiente de los seres huma-
guna de ellas (como el recalentamiento global) constituye procesos nos, pero no un elemento intrínseco para la definición de ~na forma
indiscutibles. Según los autores ecologistas, indican una situación de aceptable de vida social humana. Compárese con lo que dice Naess
gran peligro para la humanidad y los ecosistemas terrestres. Para los sobre el ecologismo profundo: "Distanciarse de la naturaleza y lo na-
críticos, se trata de amenazas exageradas y, tal vez, no tienen nada tural es distanciarse de parte de lo que constituye el 'yo'. La 'identi-
que ver con la intervención humana en la naturaleza. Por ejemplo, dad', 'lo que es el individuo yo· y, por tanto, el sentido de identidad Y
según La!, las pruebas del recalentamiento global son ambiguas, y los dignidad, quedan rotos" 14.
científicos no están de acuerdo sobre su interpretación. Dependiendo Si el ambientalismo puede arreglárselas solo, para el pensa-
del científico al que se consulte, "podríamos freírnos, o podríamos miento ecológico la "naturaleza" es tan importante como la "tradi-
congelarnos, o podría no haber ningún cambio"n. La disminución de ción" para el conservadurismo. Pero, en ambos casos, t~enden .ª ser
la capa de ozono, afirma, podría estar asociada a las variaciones del ideas recibidas, que pueden desplegarse para sostener diversas mter-
ciclo solar, y no a las actividades humanas. Otros autores, incluso los pretaciones o posturas. Ciertas versiones del ecologismo tienen un
que simpatizan verdaderamente con las preocupaciones medioam- matiz teológico: no nos corresponde manipular una cosa que es crea-
bientales, han dudado de la validez universal de ideas como el ex- ción divina. Otras toman en serio la metáfora de la naturaleza como
ceso de cultivo y la desertización 12. madre. Por ejemplo, en contra de la "aproximación mecanicista" que
Nadie duda, sin embargo, de que, en el plazo de unas cuantas se asocia con la ciencia, y en la que se concibe la "naturaleza" como
décadas, las acciones humanas han tenido repercusiones mucho ma- la "fuente inanimada de recursos naturales", Rupert Sheldrake pro-
yores en el mundo natural que en toda la historia anterior, y el ecolo- pone una visión que incluye una naturaleza viva._~Esta pe~spectiva
gismo ha pasado, de ser una preocupación marginal, a ser algo que nos permite "comenzar a desarrollar una comprens1on mas nea de la
casi todos los observadores toman muy en serio. Defender el medio naturaleza humana, configurada por la tradición y la memoria colec-
ambiente, rescatar la naturaleza, defender valores verdes, son con- tiva; unida a la Tierra y los cielos, relacionada con todas las formas de
ceptos que se han convertido en lugares comunes. Pero ¿cómo debe- vida• y conscientemente abierta al poder creativo expresado en toda
mos entender la noción de "medio ambiente" y, más en concreto, evol~ción". Esta perspectiva, afirma, es "implícit~mente fem:nina":
puesto que las palabras "naturaleza" y "natural" tienen sus ongenes
10 L. J, Simon, Tbe Ultimate Resource, Princeton, Princeton University Press, 1981,
pág. 286. 13 A. MacEwen y M. i\facEwen, National Parks: Conservation or Cosmetics, Londres,
11
D. La!, lbe Limits of International Coopera/ion, Londres, Institute of Economic Allen and Unwin, 1982, pág. 10. _ . . . _
Affairs, 1990, pág. 12, . l4 Ame Naess, Ecology. Communi(l' a-nd Lijes~vle.Cambndgc, Cambndgc Umversity
12 \V M. Adams. Green Development. Londres, Rout!edgc, 1990, págs. 91 y ss 0
Press, 1982, pág. 164.

210 211
en el proceso de la maternidad 15. Numerosas "ecofeministas" han de- Para que sea así, los seres humanos no pueden tiranizar la natu-
sarrollado este tema con más detalle. raleza, Compárese un pueblo inglés tradicional, con su iglesia, sus ca-
Tales versiones de las teorías verdes carecen, en su mayor parte, sas y sus setos (que se adapta a la naturaleza), con una ciudad como
de exactitud, precisamente porque siguen sin definir la "naturaleza" o Los Ángeles (que sobreimpone su propio orden artificial por encima
la entienden de una manera demasiado global. Varios filósofos sim- de ella). Goodin admite que no se puede decir que el pueblo inglés
patizantes de la política verde han intentado inyectar argumentos más sea más "natural" que Los Ángeles. Ambos son productos humanos;
enérgicos en la teoría ecologista. La obra de Goodin es un ejemplo y, al mismo tiempo, los humanos forman parte de la naturaleza. "Lo
destacado. Existe una "teoría verde del valor" coherente, afirma Goo- que está en tela de juicio no es lo natural de la construcción ... es que,
din, en la que se apoyan las formas más desarrolladas de ideas ecolo- en un caso, la humanidad no trata otros elementos de la naturaleza
gistas, y que nos permite dejar de lado "algunas de las opiniones más sin miramientos. Y ello permite que los seres humanos obtengan sa-
disparatadas" -vinculadas a transformaciones de la conciencia, cos- tisfacción del hecho de reflejarse en el escenario, de una forma que
mologías de New Age, etc.- que, "en ocasiones, parecen asumir" los no se produce cuando ese escenario es, más exclusivamente, su pro-
verdes. pia creación"16.
Goodin distingue tres enfoques de la teoría del valor. La concep- El inconveniente de la defensa que hace Goodin de los valores
ción neoliberal analiza el valor en relación con la satisfacción del verdes es que ya no es posible defender la naturaleza de forma natu-
consumidor; se basa en una interpretación de las preferencias. Por el ral. Afirmar que necesitamos algo "más grande" o más duradero que
c5mtrario, las concepciones socialistas, especialmente marxistas, si- nosotros mismos para que dé sentido y contenido a nuestras vidas
tuan el valor en la producción. La teoría de los valores de los ecolo- puede ser cierto) pero no equivale, sencillamente, a una definición de
gistas se distingue de estas dos porque remite el vaior a los recursos "natural". De hecho, se ajusta mejor a "tradición" que a "naturaleza";
naturales o, puesto que la palabra "recurso" sugiere medioambienta- ésa es la razón de que la idea de tradición aflore frecuentemente en la
lismo, a los atributos naturales que los hacen valiosos. Son valiosos, teoría ecologista.
afirma Goodin, precisamente porque son el resultado de procesos na- La paradoja es que nadie se ha dedicado a la naturaleza hasta el
turales, y no de actividades humanas. momento de su desaparición, Vivimos, hoy en día, en una naturaleza
¿Cómo puede ser así? Goodin procede a mostrar un ejemplo. Su- reformada, carente de naturaleza, y ése tiene que ser nuestro punto
de partida para examinar la teoría política de los verdes. Como ha es-
pongamos que una empresa de explotación pretende utilizar una
zona de belleza natural. La empresa garantiza que, cuando haya ter- crito Ulrich Beck:
minado, volverá a crear la zona tal como era. ¿El lugar tendría el mis- La naturaleza no es naturaleza, sino, más bien, un concepto,
mo valor para nosotros que si nadie lo hubiera tocado? A juicio de una norma, un recuerdo, una utopía, una contraimagen. Hoy, más
Goodin, no. Aunque el paisaje parece idéntico en ambos casos, la que nunca, ahora que ya no existe, se está volviendo a descubrir y
versión reconstituida no tendría la misma historia que la original. Un cuidar la naturaleza. El movimiento ecologista ha caído presa de
objeto falsificado, por muy meticulosamente que se haya hecho, no una concepción naturalista y errónea de sí mismo ... La· "natura-
posee el valor del artículo genuino. leza" es una especie de ancla mediante la cual la nave de la civili-
zación, navegando por mar abierto, conjura y cultiva su opuesto:
Goodin explica que no es la historia, en sí, la que nos hace valo- la tierra firme, el puerto, el arrecife que se aproxima 17.
rar el paisaje natural, sino el hecho de que ese paisaje, como parte de
un mundo natural más amplio, ofrece un contexto en el que la gente Ello no significa que no podamos tener ninguna idea coherente
puede ver "cierto sentido y modelo en sus vidas". "Lo que resulta es- sobre la naturaleza, pese a que el doctor A. D. Lovejoy fuera capaz de
pecialmente valioso en relación con los productos de los procesos enumerar más de sesenta significados distintos que se le han dado.
naturales es que son el resultado de algo más grande que nosotros Pero cualquier intento de extraer valores derivados de la naturaleza
mismos".

16 Citas extraídas de Robert E. Goodin, Green Political The01y, Cambridge, Polity,


15 Rupert Sheldra~e,_ The·Rebírth o/ Nature, Londres, Rider, 1991, págs. 189, xiiJ. 1992, págs. 17, 37, 38, 52.
17 Beck, Ecological Politics in an Age o/ Risk, pág .. 65.
[Trad. esp.: El renac1m1ento de la naturaleza, Barcelona. Paidós. 1994.J

212 213
está condenado, sin duda. La crisis medioambiental está provocada que es "natural", lo que nos viene ya dado en nuestras vidas; si no :e-
por la disolución de la naturaleza, definiendo ésta en su sentido más sulta excesivamente paradójico, una subcategoría es la naturaleza in-
obvio, como cualquier objeto o proceso obtenido independientemen- terpretada como el entorno físico no humanizado.
te de la intervención humana.
Me propongo sugerir, en los párrafos que siguen, que las cues- Naturaleza: - contaminación, degradación medioam-
tiones ecologistas deberían entenderse como parte del proceso de biental
adaptación a la modernización reflexiva, en el contexto de la univer- + protección renovada del mundo no hu-
salización. Los problemas de ecología no pueden separarse de las re- mano
percusiones de la destradicionalización. Cada uno de ellos plantea la Reproducción: - ingeniería genética aleatoria, eugenesia
vieja pregunta, "¿cómo vamos a vivir?" de forma nueva, en una situa- + apropiación positiva de la vida, sexua-
ción en la que el avance de la ciencia y la tecnología, junto a los me- lidad
canismos de crecimiento económico, nos obligan a enfrentarnos a Sistemas universales: - desastres a gran escala, accidentes pro-
problemas morales que, en otro tiempo, se encontraban ocultos en el vocados por riesgos fabricados
carácter natural de la naturaleza y la tradición. Los peligros asociados + cooperación mundial y desarrollo soste-
a la incertidumbre fabricada nos plantean la necesidad de abordar ta- nible
les problemas, pero si no se ven más que como "peligros naturales", Área personal: - amenazas medioambientales a la salud,
se hace una interpretación errónea de su carácter. falta de contenido personal, adicciones
El tema que me gustaría desarrollar deriva de las ideas expuestas + enfoque holístico del cuerpo y el yo
en capítulos anteriores. La civilización moderna avanza mediante el in-
tento de imponer el dominio humano en campos de acción, entre En el resto del presente capítulo voy a ocuparme de estas áreas
ellos el entorno natural, que antes eran, en gran parte, ajenos a esa ac- en relación con el riesgo y la renovación de la moral.
tividad. Esta tendencia al control, muy vinculada al énfasis en el desa-
rrollo económico continuo pero que no puede reducirse sólo a él, al-
canza sus límites cuando se generaliza y se hace universal. Uno de di- LA NATURALEZA: VJVIR EN ELLA Y CON ELLA
chos límites está relacionado con el predominio de la· incertidumbre
fabricada, que compromete la propia tendencia al control; otro se re- Las protestas contra la contaminación y otras .formas de dañ~)
fiere a los efectos que dicha tendencia a dominar tiene sobre las cues- medioambiental se iniciaron como reacciones localizadas ante acci-
tiones y los dilemas morales esenciales de nuestra existencia. dentes en el sentido que les da Ewald: derrames de crud.°, tierras
El ambientalismo, en general, no entiende el riesgo más que como contaminadas, árboles dañados. Entendiéndola como un nesgo ex-
riesgo externo; en cambio, el ecologismo intenta abordar las cuestio- terno, científicos y profanos ven la degradación medioambiental
nes prácticas y éticas que afrontamos en relación con los criterios na- como una serie de "efectos secundarios" 19. En otras palabras, el desa-
turales o la recuperación de las armonías naturales perdidas. Dado rrollo industrial produce consecuencias secundarias imprevistas; pero
que tales cuestiones se consideran, ante todo, fracasos, vuelven a plan- los riesgos pueden evaluarse y los niveles de riesgo pueden contr~-
tearse, para empezar, "bajo un signo negativo"; pero, cuando se exa-
larse. Así, es posible vigilar y mantener en niveles "acei:ta~l~s" la cali-
mina cada una de ellas de manera positiva, se ve que sacan a la luz
dad del aire en una ciudad determinada, aunque ello signifique ten~r
connotaciones morales relacionadas con la pregunta "¿cómo vamos a
que cerrar fábricas durante varios días cuando los niveles de contami-
vivir?" en un mundo de tradiciones perdidas y naturaleza socializada.
Pueden distinguirse varios terrenos o contextos fundamentales nación aumentan.
Sin embargo, los "niveles aceptables" pueden dete:minarse con
en los que la "naturaleza" (a menudo, entrelazada con la tradición) ha
desaparecido, o está desapareciendo 18 . Naturaleza significa, aquí, lo precisión sólo en un momento y lugar determinados. ¿Como s~be n~-
die qué efectos puede tener un proceso o una serie de sustanoas qui-

18 Corresponden a lo que he denominado las cuatro áreas básicas de problemas


existenciales en la vida soda!; véase Giddens, Modernity and Self-Jdenti~y, caps. 2 y 8. l9 Bcck, Tbe Hísk Sociely, págs. 61 y ss.

214 215
micas sobre la tierra o los organismos humanos de aquí a 30 años 1 o 3) Se supone que aquellos que viven "cerca de la naturale 7a"
dentro de varias generaciones? Incluso las medidas emprendidas para están en mayor armonía esencial con ella que los modernos; de ah1 la
limitar los riesgos, si incluyen innovaciones tecnológicas, podrían te- admiración que suele manifestarse hacia la caza, o las cosechas, o las
ner efectos secundarios que no se descubrirán sino más tarde, quizá pequeñas sociedades de horticultores. No obstante, como han obser-
mucho más tarde. vado críticos de tendencia antropológica, es frecuente que la natura-
Cuando el riesgo se sigue considerando un riesgo interno, la leza sea una fuerza beneficiosa sólo cuando el ser humano la ha so-
ciencia puede seguir ofreciendo una sensación de seguridad, incluso metido, en gran parte, a su control; para muchas pe.rsonas que .,viv:n
de certeza, a los profanos (y a los funcionarios políticos). Sin embar- cerca de ella la naturaleza puede ser hostil y temible. Ademas, m-
go, la incertidumbre fabricada posee connotaciones muy diferentes, cluso las sociedades con escaso nivel de desarrollo tecnológico po-
puesto que la ciencia, la tecnología y la industria están en sus mismos seen en ocasiones un historial de destrucción del medio ambiente.
orígenes. Algunas personas pueden empezar a desconfiar de la cien- 4) El domini¿ de la naturaleza significa destruirla en el sentido
cia y- retirarse de la industria moderna. Pero la ciencia y la tecnología de que la naturaleza socializada deja de ser, P?r defi1:idón, natur~l;
son los únicos medios de sacar a la luz sus perjuicios. Los pensadores pero ello no significa ipso facto un daño al medio amb~ente, La socia-
ecologistas desarrollan sus críticas sólo contando con un aparato cientí- lización de la naturaleza, como se deduce de lo antenor, puede vol-
fico y toda la infraestructura social que lo acompaña. Muchos acuden verla benigna y, por consiguiente, puede permitir ~n~ "a~m<:>r:iía" con
precisamente a las formas de ciencia y tecnología que atacan en otros ella que antes era inalcanzable. Asimismo, el domm10 s1grnf1ca, con
contextos para buscar una definición de lo que es "naturaleza". frecuencia, cuidar de la naturaleza, y no sólo tratarla de forma pura-
En las teorías políticas verdes que defienden el regreso a una na- mente instrumental o indiferente.
turaleza independiente aparece una serie de incoherencias u olvidos: 5) La llamada del ecologismo radical a una descentralización
1) Se ha hecho corriente en la literatura del ecologismo profundo profunda de la vida social -e incluso a la desal;'adción de las ciuda-
reclamar una "revolución no violenta que derroque toda nuestra so- des- se basa en la idea de que la d1vers1dad b1ot1ca produce una m-
ciedad industrial contaminante, saqueadora y materialista y, en su lu- terdependencia cooperativa. Sin embargo, dicho objetivo está <;n ~en-
gar, cree un nuevo orden económico y social que pennita a los seres sión con la afirmación de que es preciso introducir medidas energ1cas
humanos vivir en armonía con el planeta" 2º. Pero, si dicha estrategia para controlar los daños medioambientales. Tales medidas_ podrfan
fuera remotamente factible, disminuiría el énfasis en la interdepen- adoptarse sólo sí hubiera verdaderamente autoridades mundiales mas
dencia de las cosas, la continuidad y los demás elementos que, pre- centralizadas que en la actualidad.
suntamente, son fundamentales para los valores verdes. Un programa 6) Se supone que las pequeñas comunidades locales ofrecen el
así está lleno de contradicciones internas y es poco convincente. máximo de solidaridad y democracia, además de adaptarse con más
2) La protección de la biosfera y el cultivo de la idiosincrasia elegancia, por supuesto a la naturaleza. Bookchin expresa la opinión
1

biótica local se confunden habitualmente con la conservación -o de muchos cuando señala que "lo pequeño.. no es sólo 'bello'; es
reinvención- de las tradiciones sociales o culturales. Desde el man- además ecológico, humanista y, sobre todo, emancipador... debemo.s
tenimiento de la vida y las costumbres de los pueblos hasta el renaci- empezar a descentralizar nuestras ciudades y establecer ecocomum-
miento de la religión y los elementos espirituales, se supone que un dades totalmente nuevas que se adapten de manera artística a los
"regreso a la naturaleza" ofrece la justificación para conservar la tradi- ecosistemas en los que estén situadas" 22 . Pero las pequeñas comuni-
ción. Por ejemplo, Sheldrake pasa directamente del análisis del dades no suelen producir la diversidad que buscan los ecologistas,
mundo natural a hablar de cómo "los miembros de diferentes tradi- sino que la hacen más dificil. En las pequeñas comunidades, como he
ciones religiosas han emprendido un redescubrimiento de su relación subrayado anteriormente, el individuo tiende.ª somete~se a la "tiran~a
espiritual con el mundo viviente" 21 . Sin embargo, no existe una rela- del grupo"; la solidaridad mecánica es enemiga de la independencia
ción intrínseca entre uno y otro. de la mente. La hostilidad de algunos ecologistas respecto a la vida
urbana parece, si no completamente desacertada, sí ingenua e irrea-
20Jonathan Porritt y David W!nner, citados en A. Dobson, Green Political Thought,
Londres, Unwin Hyman, 1990,.pág. 7.
21 She!drakc, TbeRebirtb ofNature. pág. 153. 22 Bookchln. Toward an Ecologícaf Socie~v, pág. 68.

217
216
lista. Las ciudades son, desde hace mucho tiempo, centros de diversi- amenazas nuevas y riesgos de grandes consecuencias como para que
dad y sofisticación cultural. Una verdadera variedad de intereses y no sea así. Los criterios para valorar la naturaleza gestionada de forma
perspectivas florece mucho mejor en las ciudades que en el ambiente positiva no se refieren a la propia naturaleza, sino a los valores que ri-
más homogéneo de la comunidad local aislada. Tampoco son nece- gen esa gestión, al margen de que se trate de áreas muy urbanizadas
sariamente las ciudades, como ha demostrado Claude Fischer, esce- o zonas sin explotar.
narios en los que las relaciones anónimas e impersonales dominen En relación con la conservación, la protección de la tradición
sobre otras más personales23. tiene que separarse de la protección de la naturaleza. O, por decirlo
El ecologismo da preferencia a los sistemas que aparecen de de otra manera, no debemos suponer que estamos defendiendo la
forma natural por encima de los otros, pero es un error. No hay duda naturaleza -mucho menos, que la estamos defendiendo de forma
de que existe una serie de situaciones en las que la humanidad debe- natural- cuando, en realidad, estamos protegiendo un escenario o
ría intentar evitar las intervenciones que repercutan sobre el medio un modo de vida concreto. Goodin ha afirmado que, de hecho, am-
ambiente, o debería intentar eliminar los efectos secundarios. Sin em- bas están vinculadas. Con frecuencia, los conservacionistas desean
bargo, casi todos los modos de vida con los que tenemos que encon- proteger no sólo la tierra, sino las edificaciones que hay sobre. ella:
trarnos son sistemas ecosociales: afectan al entorno organizado so- por ejemplo, casas antiguas, iglesias o granjas. Nadie puede afirmar
cialmente. Ninguna llamada a la naturaleza puede ayudarnos a deci- que éstas formen parte de la naturaleza, por muy liberal que sea la in-
dir si ese alejamiento resulta, o no, adecuado en cada caso concreto. terpretación de dicho término. De modo que parecerían estar fuera
En la mayoría de las áreas medioambientales, no podríamos ni empe- de la "teoría verde de los valores" de Goodin; puesto que, aparente-
zar a desenredar lo natural de lo social y, aún más significativo, el he- mente, no podría asegurarse que esos elementos sean "más grandes
cho de intentarlo no suele tener importancia para los esfuerzos de que los seres humanos", dado que son construcciones humanas.
elaboración de políticas. De este modo nos salvamos de la tarea im- Goodin asegura que sí lo son. El hecho de que los objetos o los fenó-
posible de tener que decir que Los Ángeles es, en cierto modo, me- menos sean espacialmente mayores que nosotros no es lo que los
nos natural que un pueblo inglés; y nos reduce a emitir juicios sobre convierte en centro de los valores "verdes"; ese mismo efecto puede
todos los paisajes o áreas de la ecología. "El medio ambiente" no tener el que estén situados en una historia más amplia que ·1a histo-
debe emplearse como forma subrepticia de introducir cosas de con- ria personal de cada uno. "Existe un argumento, pues, en favor de la
trabando en la "naturaleza". Los Ángeles forma tanta parte del medio conservación de las cosas en general, teniendo en cuenta su histo-
ambiente como una pradera. ria, sea humana o natural. Se trata de un argumento que es, al mis-
Por consiguiente, todos los debates actuales sobre ecología tra- mo tiempo, intelectualmente importante y políticamente poderoso,
tan de la naturaleza gestionada. Ello no significa, desde luego, que la en favor de la conservación de los monumentos antiguos y los luga-
naturaleza haya pasado a estar totalmente bajo el dominio humano; res históricos"24.
el fracaso de los intentos de extender ese dominio hasta el infinito Sin embargo, ese argumento no es más que una versión del con-
muestra precisamente sus limitaciones. Sin embargo, la cuestión de servadurismo filosófico, sujeto a las objeciones posibles contra él
hasta qué punto debemos "someternos" a los procesos naturales no cuando intenta defender la tradición al modo tradicional. Podríamos,
depende de que algunos de esos procesos sean demasiado amplios muy bien, querer conservar los edificios antiguos pero no querríamos
para poder abarcarlos. Depende de hasta qué punto estemos de y, en cualquier caso, más bien no podríamos, sostener los modos de
acuerdo en que ciertos fenómenos naturales en los que hemos in- vida con los que estaban asociados. Pero, sin esos modos de vida, los
fluido o podríamos influir están mejor si se restablecen. Cualquier edificios antiguos no son "más grandes que nosotros", son símbolos
restauración de ese tipo es en sí, al menos indirectamente, una forn1a del pasado, reliquias, monumentos. Si queremos verdaderamente
de gestión, la creación de parámetros de "protección". conservar, al menos, algunos de los viejos modos de vida, no pode-
Es indudable que la gestión de la naturaleza actualmente tiene mos hacerlo sólo porque son más grandes que nosotros, ya que pue-
que ser, en parte, defensiva; se ha creado un número excesivo de den comprender formas de actividad que sean nocivas. Tal vez po:.

23 Cl-aude Fischer, Tbe Urban r:.xperíence,Nueva York, Harcourt Brace. 1984. 24 Goodin, Green Political 7be01y. pág. '50.

218 219
dríamos desear cor~_se~ar la horca local, por ejemplo, pero no la cos- descubrimientos logrados. La ingeniería genética es ya una gran in-
tumbre de colgar pubhcamente en ella a los pequeños delincuentes. dustria por derecho propio. Es probable que el Proyecto Genoma
Tan_ 1mpor~ante para las cuestiones ecológicas como la gestión Humano aísle muchos miles de genes humanos para producir en se-
del medio ambiente es la gestión de la ciencia y la tecnología vísta rie sus proteínas correspondientes. Al margen de hasta dónde llegue
~ne~ :ont~xt~ ?e
la industria moderna. No podemos escapar a 1~civi- o deje de llegar ese proyecto concreto, los genetistas han conseguido
hzac1on c1ent1f1cay. t~cnológica, pormuchas "nostalgias verdes" que identificar ya las funciones de proteínas vitales para el organismo hu-
pueda provocar. Vivir en una epoca de riesgo fabricado significa mano, además de hacerlas asequibles.
afron_,tar_elhecho de que los "efectos secundarios" de las innovacio- La hormona humana del crecimiento es un ejemplo revelador,
nes tecn~cas no s~n ya efectos secundarios. Es preciso profundizar en sintomático de una variedad infinita de posibilidades actuales y futu-
la matena, a la vista de otras consideraciones que desarrollaré más ras26. Cierta proporción de niños no alcanza la altura normal porque
adelante. carece de la cantidad suficiente de la proteína que permite el creci-
La pregunta de "¿cómo vamos a vivir?" se plantea en cualquier in- miento "natural". A partir de los primeros años 60 fue posible tratar a
tento de decidir qué hay que conservar -de la naturaleza O el pa- algunos de esos niños con una hormona procedente de las glándulas
sado- sin llegar a los problemas que afectan de manera muy cruda a pituitarias de gente muerta. Sin embargo, parece que una persona de
la superv1venc1a del mundo. Los problemas ecológicos muestran la que se extrajo el material sufría de una rara forma de enfermedad
hasta q':é punto la civilización moderna ha llegado a depender de la cerebral infecciosa. Como consecuencia, en varios países donde se
expa:1s10n ~el control y del progreso económico como medio de re- utilizaba el procedimiento, algunos de los pacientes murieron de esa
primir los dilemas existenciales básicos de la vida. enfermedad.
Más tarde se descubrió como obtener la hormona del crecimien-
to artificialmente, sin ningún peligro de contaminación. Pero el resul-
Los PROBLEMAS DE LA..REPRODUCCIÓN
tado es que ahora la hormona se emplea para "tratar" a niños que no
tienen deficiencias pituitarias pero cuyos padres, sencillamente, de-
_ Uno .de los avances más destacados en la ciencia de los-últimos sean que sean más altos. Casi todos esos padres son, a su vez, perso-
anos ha sido la convergencia de la biología y la genética. Después de nas bajas, pero opinan que una mayor altura tiene probabilidades de
nuevas formas de tecnología reproductiva, como la fertilización in vi- otorgar ventajas en la vida. Ello, a pesar de que no está claro sí la hor-
tro, llega el proyecto de descifrar y quizá controlar los mecanismos de mona ayuda verdaderamente a que niños normales crezcan más de lo
la herencia humana. El objetivo del Proyecto Genoma Humano es tra- que lo harían sin ella. Además, existen ciertas pruebas (más bien in-
zar el mapa de todos los genes del ADN humano. Es posible identifi-
sustanciales) de que las personas mayores a las que se inyecta la hor-
car Y, en prmc1p10, corregir varios defectos hereditarios, o enfermeda-
mona muestran menor tendencia al encogimiento de músculos que
des con t:n compo_:1~nte genético. Se ha afirmado que, sí los investi-
suele ocurrir en la edad avanzada. La hormona humana del creci-
gadores tienen el ex1to que algunos predicen el Proyecto Genoma
miento se ha usado también para intentar mejorar la fortaleza y resis-
"hará del siglo XXI la edad del gen. Aunque el Proyecto Genoma Hu-
tencia de atletas, aunque, una vez más, no está claro si es verdadera-
mano pue¿ecompararse con el programa Apolo, transformará la vida
mente eficaz. A pesar de ello, la demanda es tan firme que están muy
Y la h1stona humana de forma más profunda que todos los inventos
extendidas las ventas de una hormona falsificada. Pero hay indicios
de alta tecnología de la era espacial [y puede incluso] ... llevarnos a
de que la ho1mona del crecimiento puede causar ·verdaderos daños
entender, en el plano más esencial, qué es ser humano"25.
en personas que la tomen para mejorar sus hazañas atléticas; se le
Las repercusiones abarcan todas las direcciones. La genética mo-
derna es un gran negocio, que no sólo atrae la financiación de los go- han atribuido varias muertes.
biernos a gran escala sino que comprende el señuelo de grandes be- La historia (y, por supuesto, ésta no es más que la historia hasta
neficios para quienes sean capaces de patentar y comercializar los el momento) es totalmente representativa de las innovaciones cientí-
ficas y de las oportunidades y los peligros de la incertidumbre fabri-

25 Tom Wilkie, Perilous Know/edge, Londres, Faber. 1993, pág. 3. [Trad. esp.: 1'.1co-
nocimiento peligroso, Barcelona, Debate, 1994.] 26lhíd., cap. 7.

220 221
cada en general. Los dilemas que plantea el Proyecto Genotipo Hu- cía pura avanzaba dentro de los límites de su propia esfera: de ella
mano y otras investigaciones afines parecen, hasta cierto punto, ob- surgían "verdades" después de que se hubieran demostrado de forma
vios. ¿Hasta dónde debe permitirse llegar a los científicos en un tra- satisfactoria dentro de la comunidad científica las observaciones y
bajo que abre posibilidades tan aterradoras como potencialmente be- teorías. Este sistema funcionó bien mientras la "naturaleza" permane-
neficiosas? La anatomía no es ya una cuestión de destino: pero ¿es ció relativamente intacta y los riesgos de las aplicaciones tecnológicas
moralmente aceptable que diseñemos no sólo los entornos en los de la ciencia fueron externos) y no fabricados. Cuando esta relación
que vivimos, sino nuestra propia constitución física y, quizá, incluso varía y las disputas "internas" de la ciencia empiezan, mediante la re-
psicológica? Algunos han imaginado la creación de una nueva super- flexión, a penetrar en áreas no científicas de discurso y actividad, esa
raza de seres humanos, inmune a diversas enfermedades y discapaci- situación deja de poder mantenerse. O, más bien, se mantiene de for-
dades comunes actualmente21. ma habitual, incluso cuando el carácter problemático de las circuns-
Estas preguntas y respuestas son importantes, desde luego, pero tancias que ahora debemos abordar rutinariamente se hace incluso
implícan que es preciso abordar la investigación de este tipo en sus más profundo al tratar la incertidumbre fabricada como riesgo ex-
propios términos, en el terreno de la acción sobre la que tiene efectos terno.
directos. Sin embargo, no hay diferencia de principio entre esa inno- En las nuevas circunstancias actuales, el progreso de la ciencia
vación científica y la disolución de la naturaleza que se halla en otras cumple un papel en los límites de la modernidad y los deja al descu-
áreas de actividad humana. Todas las connotaciones de la incerti- bierto. La ciencia y la tendencia al control no pueden ya realizar la ta-
dumbre fabricada_ están en el ejemplo de la hormona del crecimiento. rea de legitimación que) durante tanto tiempo, fue básica para el de-
Si recorremos la historia de su aplicación hasta el momento, empeza- sarrollo social moderno. La esfera "protegida" que hacía posible la ac-
mos por el descubrimiento "rutinario" de sus efectos secundarios: la tividad científica desinteresada se ha roto a medida que se desarrolla
extracción inicial de la hormona muestra ciertos riesgos para la salud. la reflexividad y aparece el riesgo fabricado. La propia modernidad se
Fabricar la hormona mediante la ingeniería genética parece disminuir ha vuelto experimental, un gran experimento con todas nuestras vi-
los riesgos del procedimiento anterior y, al mismo tiempo, extiende das atrapadas en él; pero no se trata, en absoluto, de un experimento
considerablemente la gama posible de aplicaciones de la hormona. llevado a cabo en condiciones controladas.
Pero crea nuevos riesgos, de un carácter más imponderable que los Los hallazgos de la ciencia se cuestionan, se critican, se utilizan
descubiertos anteriormente. Y ¿quién sabe si habrá repercusiones a junto con otras fllentes reflexivas de conocimiento. En un orden des-
largo plazo para los que han recibido la hormona del crecimiento, o tradicionalizador, pocos pueden permitirse el lujo de ignorar, por
incluso para sus descendientes, y cuáles pueden ser dichas repercu- ejemplo, los descubrimientos anunciados en relación con los benefi-
siones? cios y riesgos de comer diversas clases de alimentos, distintos tipos
Lo que empieza como un tratamiento para una enfermedad espe- de peligros para la salud, riesgos medioambientales, etc. En el nivel
cificable pasa a perjudicar y cambiar activamente la definición de lo local, colectivo y universal, todos nosotros participamos activamente,
"normal". Lo normal, con respecto a la altura, como tantas otras cosas en cierto sentido y en algunos contextos, en los hallazgos de la cien-
relacionadas con el organismo, venía dado por la naturaleza. ¿Cómo cia, así como en las tecnologías que pueden derivar o guardar rela-
de alto es alto? La pregunta tenía cierto sentido cuando se aceptaba la ción con ellas.
suerte que le había tocado a uno, por así decir, en cuestión de altura; Como consecuencia, la ciencia modifica el papel que cumple en
es más difícil responder si la altura ya no es una cosa dada. nuestras vidas individuales y en el orden social generat 2:s. Numerosas
Aquí no se está sometiendo a juicio la ciencia, sino la participa- afirmaciones científicas se someten a debate público mucho antes de
ción de la ciencia y la tecnología en la tendencia dominadora de la poder decir -con arreglo a las fórmulas preestablecidas de la cien-
modernidad. La estrecha integración de la ciencia con las institucio- cia- que están "probadas''. Respecto a los "males" de las innovacio-
nes modernas dependía de que la autoridad científica contara con la nes científicas, es frecuente que los individuos o grupos se sientar:i
fuerza de las tradiciones que presuntamente debía desechar. La cien-

28 Estos cambios están muy bien documentados en Beck, Ecologica! Politics in an


27John Harris, Wonde,woYnan cmd Superman, Oxford, Oxford Univcrsity Press, 1992.
Ageo/Risk.

222 223
poco inclinados a esperar hasta que se hayan "establecido adecuada- hace ante la intervención humana. Después de todo, nosotros (con
mente" las acusaciones) dado que los peligros que pueden afrontar si todas las ambigüedades que implica esta palabra) tenemos que tomar
esas acusaciones resultan válidas pueden ser acuciantes. Por ello no decisiones, hacer elecciones, donde antes las cosas estaban estableci-
es extraño que, por ejemplo, los temores relacionados con la comida das gracias a un orden natural; y dichas decisiones se salen continua-
sean cada vez más comunes. Un alimento concreto, que se está acos- mente de un marco "técnico".
tumbrado a consumir habítualmehte, de pronto se vuelve sospecho- No obstante, deseo proponer una perspectiva diferente. Los pro-
so, al margen de lo que digan los científicos (o algunos de ellos, dado blemas éticos a los que nos enfrentamos hoy, con la disolución de la
que las opiniones científicas están frecuentemente divididas). naturaleza, tienen su origen en la represión de las cuestiones existen-
Aunque las reacciones pueden ser menos intensas, algo simílar ciales por parte de la modernidad. Dichas cuestiones vuelven ahora
ocurre con las consecuencias positivas que se atribuyen a los descu- con todo su vigor y sobre ellas debemos decidir en el contexto de un
brimientos científicos. De la hormona del crecimiento se apoderaron mundo de incertidumbre fabricada. El deseo de una vuelta a la "natu-
atletas interesados en mejorar su fortaleza, pese a que existía escasa raleza" 1 desde este punto de vista, es una "sana nostalgia", en la me-
documentación sobre dicho efecto y se desconocen incluso sus re- dida en que nos obliga a hacer frente a preocupaciones de estética, el
percusiones a corto plazo para la salud. Podría decirse que las prue- valor del pasado y el respeto por las fuentes de vida humanas y no
bas científicas acabarán por "ponerse al día" a medida que se hagan humanas. Ya no podemos responder a estas preguntas a través de la
más exámenes; pero, aparte de la imposibilidad de probar las conse- tradición ---entendida a la manera tradicional-, pero sí podemos
cuencias a largo plazo, lo importante es que cada contexto de utiliza- apoyarnos en ella para hacerlo. En el caso de la reproducción, lo que
ción de una innovación científica tiene probabilidades de originar está en juego es la posibilidad de una apropiación positiva del carác-
nuevas circunstancias en las que ya no sirven las p1uebas anterioresw. ter moral de la vida. Como observa acertadamente el cronista del Pro-
Por consiguiente, los elementos fundamentales de la ciencia, tal yecto Genoma Humano:
como se interpreta "tradicionalmente") se ven sometidos a presión y,
Para cuando esté completado, el Proyecto Genoma Humano
en ocasiones, se disuelven por completo. La ciencia depende del jui- habrá costado más de 3.000 millones de dólares (375.000 millones
cio desinteresado sobre las afirmaciones de validez. A su vez, el de- de pesetas) y ocupado las energías y los intelectos de miles de los
sinterés supone que los científicos están libres de tener que respon- científicos más creativos del mundo durante un periodo de casi
der por las consecuencias sociales de sus hallazgos; porque la cien- dos décadas ... Habrá establecido un mapa genético completo para
cia, dedicada a la búsqueda de la verdad, sigue su propio camino. la humanidad, que mostrará no sólo las diferencias entre un ser
No obstante, cuando existen tantas connotaciones prácticas y re- humano y otro sino las profundas semejanzas subyacentes entre
flexivas asociadas a la investigación científica, no puede juzgarse tam- los seres humanos y el resto del mundo. Sin embargo, al final,
poco la validez de los descubrimientos sólo desde el interior de la después de todo ese esfuerzo, [el reto que plantea]. .. es el de rede-
finir ·el sentido de nuestro propio valor moral... que los seres hu-
propia ciencia. Quienes establecieron el Proyecto Genoma Humano manos conservan un valor moral irreductible3°.
en Estados Unidos propusieron que el 3 por cien de los fondos para
el proyecto se emplearan en estudiar las repercusiones sociales y éti- El Proyecto Genoma puede ser más vanguardista que otras áreas
cas de las investigaciones: el mayor programa de investigación bioé- de la tecnología reproductiva, pero nos devuelve a los mismos pro-
tica en el mundo. Sin embargo, el verdadero juicio al proyecto surgirá blemas que ellas.
de la variedad de compromisos reflexivos que produzca y que ya ha Piénsese, por ejemplo, en las controversias sobre el aborto. La
producido. reacción que podría tenerse ante los debates que rodean este pro-
Podría parecer que los dilemas morales o éticos suscitados por blema es la desesperación: ¿cómo es posible que las partes en disputa
una investigación como la del Proyecto Genoma Humano se deben lleguen a ningún acuerdo? Sin embargo, podría considerarse que es
exclusivamente a las nuevas áreas que ha abierto. En otras palabras, un debate que explora de manera fructífera los problemas del valor.
podría creerse que la ética sólo aparece cuando la naturaleza se des- de la vida humana. El problema del aborto estimula ciertos tipos de

29 !bíd., pág. 211. 30 Wílkie. Perilous Knowledge, págs. 120-121

224 225
fundamentalismos; pero quizá, al mismo tiempo, disminuye otros. Si nos, como causantes del despojo de la unidad biótica de la natura-
Ronald Dworkin tiene razón en su análisis, ambos bandos del de- leza, en realidad nos impulsa hacia ellos. Los riesgos de grandes con-
bate comparten un compromiso con la santidad o inviolabilidad de secuencias son el lado negativo de una interdependencia humana en
la vida humana y, de hecho, se han visto obligados a hacerlo explí- rápido florecimiento.
cito31. También es posible, intenta demostrar, que ese principio se ex- Los riesgos de grandes consecuencias constituyen una categoría
tienda a otras actividades no humanas que invierten energía en su re- propía, como he señalado anteriormente, aunque sólo sea debido a
producción. Todo aborto es lamentable, porque impide el cumpli- sus dimensiones. Es innegable que esa dimensión les confiere una fe-
miento del potencial de creatividad del feto. Aunque es siempre nomenología peculiar. Alejados de todos y, aparentemente, sin verse
malo, el aborto precoz puede ser justificable en los casos donde el no afectados por nada que las personas puedan hacer, dichos riesgos
abortar causaría mayores daños a la realización del potencial hu- penetran, no obstante, en la conciencia de las personas de forma más
mano. El valor no se le atribuye al hecho de estar vivo, en sí, sino a la universal que otras amenazas, sencillamente porque no hay escapato-
clase de vida de la que es capaz un individuo. ria. Más que ningún otro peligro, esos riesgos son refractarios a las
Los argumentos de Dworkin, por supuesto, no eliminan las lu- pruebas con arreglo a los procedimientos normales de la ciencia. Su
chas en tomo al aborto. Pero su examen sugiere que la razón por la diagnóstico posee un fuerte elemento contradictorio, igual que cual-
que esta cuestión ha adquirido tanta importancia hoy en día es preci- quier remedio que se establece para intentar combatirlos. Porque, en
samente que la santidad de la vida humana ha pasado a ser un valor cierto sentido, si esos remedios funcionan, nunca sabremos si el diag-
universal, lo contrario de un pluralismo de valores arbitrarios. Quie- nóstico original era acertado.
nes creen que el aborto es malo en toda circunstancia, por definición, El recalentamiento global es un ejemplo perfecto. El hecho de
no pueden coincidir con sus oponentes, que creen que el aborto de- que la tierra esté, o no, calentándose es materia de discusión. La línea
bería ser de libre acceso. Pero lo que indica, en realidad, este debate de acción más prudente -siempre contando con que fuera posible
es una situación mundial en la que las afirmaciones morales sobre la dar los pasos necesarios a escala mundial- sería adoptar medidas de
vida y el cumplimiento del potencial humano son premisas que, más prevención a partir de la hipótesis de que el calentamiento global sí
o menos, se dan por descontadas. Y ésta es, desde luego, una cir- está ocurriendo y que tendrá consecuencias perjudiciales. No obs-
cunstancia nueva. tante, si se implantan dichas medidas, sería fácil decir, retrospectiva-
mente, que no fue más que otra alarma y que se han desplegado
enormes esfuerzos para nada.
EL ORDEN DE LOS RIESGOS DE GRANDES CONSECUENCIAS Lo mismo puede ocurrir a la inversa, cuando se asegura que los
métodos para disminuir los riesgos de grandes consecuencias han
La conciencia sobre la santidad de la vida, la conciencia sobre la "funcionado". Así, muchos han afirmado que las armas nucleares sir-
importancia de la comunicación global, tales son los polos conecta- vieron para mantener la paz entre Estados Unidos y la Unión Sovié-
dos de la política vital actuaL La conciencia universal -o, quizá de- tica durante la guerra fría. Pero, evidentemente, un crítico podría re-
bería decir, la conciencia de los intereses comunes de la humanidad plicar que la paz se mantuvo a pesar de la existencia de armamento
en su conjunto-- figura como el otro aspecto del más amenazador de nuclear. La teoría de la disuasión podría haber demostrado estar equi-
los "males" en el horizonte humano. Metáforas e imágenes abundan, vocada sólo en una situación en la que, de todas formas, no habría
por supuesto, desde la "nave tierra" hasta el "progreso para un pe- habido nadie para contarlo.
queño planeta", entre otras muchas. En una vena más elaborada, está El conocimiento de los riesgos de grandes consecuencias es, sin
la idea de Gaia, el mundo "como una entidad viva, con los equivalen- duda, uno de los factores que impulsa el deseo de regresar a la segu-
tes de los sentidos, la inteligencia, la memoria y la capacidad de ac- ridad de la naturaleza. Mucha gente cree que, como humanidad co-
tuar"32. Lo que, a primera vista, parece alejarnos de los seres huma- lectiva, hemos perturbado gravemente las propiedades de regenera-
ción del entorno natural, al que debería permitírsele recuperar sll
forma original. Sin embargo, como en otras situaciones, existen esca-
31 Ronald Dworkin, Life's Dominion, Londres, HarperCollins, 1993 [Trad. esp.: El sas soluciones y una tendencia pronunciada a naturalizar problemas
dominio de la vida, Barcelona, Ariel, 1994.]
32 Kit Pedler, The Quest for Gaia, Londres, Paladio, 1991, pág. 94
sociales. A menos que ocurra una especie de cataclismo, nuestra in-

226 227
terdependencia universal recién hallada no va a desaparecer, por más nes medioambientales de dichos desastres; así, vistos a posteriori, al-
que se emprenda una retirada ordenada -que, de todas formas, no gunos pueden parecer meras alarmas. Por ejemplo, ciertos derrames
es verdaderamente factible- de la socialización de la naturaleza. de petróleo se han limpiado a toda velocidad y los efectos secunda-
Los riesgos de grandes consecuencias, más que ninguna otra for- rios (al menos, aparentemente) han quedado dominados. Cuando las
ma de peligro, dejan claro el contraste entre las amenazas externas y alarmas resultan no ser más que sustos, aquellos que hablan de la
la incertidumbre fabricada. Las calamidades naturales, por supuesto, existencia permanente de grandes peligros pueden verse etiquetados
han sido siempre más o menos corrientes. Aún sigue habiendo nume- como mercaderes del juicio final. Pero las alarmas son tan inherentes
rosas catástrofes provocadas por la naturaleza, pero, sobre todo en a las condiciones de la incertidumbre fabricada como las "amenazas
las regiones desarrolladas del mundo, se han visto sustituidas, en su genuinas". La cuestión es que las amenazas, en tales circunstancias,
mayor parte, por desastre~~· y por la sobrecogedora amenaza de que no son más que eso; no puede saberse por adelantado hasta qué
"lo peor está aún por venir". Los desastres abren el velo que separa el punto son "reales", como ocurre con los riesgos externos, puesto que
riesgo externo de la incertidumbre fabricada. Los desastres de tipo re- son situaciones que siempre pueden incluir factores jamás vistos an-
lativamente menor pueden predecirse, en conjunto, con precisión ra- terio1mente.
zonable, y es posible evaluar sus consecuencias probables. Éstas son, En julio de 1993, el Mississipi desbordó sus orillas e inundó gran-
en su mayoría, de corta duración y manejables. De modo que pueden des zonas de Estados Unidos, desde San Luis hacia el sur. La riada de-
incluirse en los parámetros del riesgo externo. vastó una región del tamaño de Inglaterra; 50.000 personas se vieron
Los desastres a gran escala son otra cuestión. Cuanto más grande obligadas a evacuar sus casas, hubo más de 30 muertos y los costes
es un posible desastre, más probable es que las autoridades de go, de reparación de los daños se estimaron en 10.000 millones de dóla-
bierno y los especialistas técnicos aseguren que "no puede ocurrir". res (1,25 billón de pesetas). Un observador comentó que el suceso
Además, en numerosas ocasiones no sabemos, ni siquiera, qué es lo era una "humillación de la nación más rica y poderosa de la tierra,
que "no puede ocurrir": las consecuencias imprevisíbles fonnan le- que se vio impotente y reducida a la categoría de país tercermundista
gión. O puede ocurrir también que sean posibilidades contradictorias por un capricho de la naturaleza ... abundan las imágenes de un de-
para las que el pasado nos ofrece escasa orientación, como ocurre sastre de Tercer Mundo: puentes derribados, refugiados huyendo con
con las mayores amenazas que se ciernen sobre nosotros. las escasas posesiones que podían llevarse, el hedor de las alcantari-
Desastres como la fusión de un reactor en la planta nuclear de llas y los desagües secos en todas partes".13. ¿Una catástrofe natural,
Chernobil tienen repercusiones que se ramifican indefinidamente ha- como tantas otras antes que ella en la historia? Tal vez sí, tal vez no.
cia el futuro. Las reacciones de los expertos en seguridad de otras ins- Algunos aseguran que el sistema de presas, diques, muros de conten-
talaciones indican que "no puede ocurrir" se convierte en "no puede ción y canales de riego consttuidos para controlar la tendencia del río
ocurrir aquí'' (hasta que, tal vez, ocurra). Pero, para mucha gente, a desbordarse fue precisamente lo que produjo la riada o, al menos, la
Chernobil ya ha "ocurrido aquí", pese a que quizá deban transcurrir empeoró. Además, las terribles lluvias tampoco correspondían a la es-
muchos años antes de que se sepa, si alguna vez se sabe, cuáles son tación: julio suele ser una época de calor extremo e incluso· sequía.
las verdaderas consecuencias a largo plazo del desastre. Aunque el ¿Fueron quizá, las lluvias, el resultado de cambios climáticos provoca-
escape de radiación ha producido ya numerosas muertes, aunque la dos por los seres humanos? Nadie puede estar seguro.
forma de vida de pueblos enteros, como los lapones, se ha visto afec- La dimensión de la riada fue imprevista; pero, si alguien hubiera
tada, aunque han muerto animales y se han destruido cosechas, Cher- afirmado que se avecinaba un desastre y el sistema de protección
nobil se normalizó con toda rapidez. Hace ya algún tiempo que se contra inundaciones hubiera funcionado, esa persona habría podido
declaró que los niveles de radiación eran "seguros" en la mayor parte ser acusada de ala1mista. Supongamos, por el contrario, que se hu-
de Europa. Sin embargo ¿quién sabe qué es la seguridad cuando se biera prestado atención a una advertencia de ese tipo y que el siste-
trata de sucesos sin precedentes históricos? ma, reforzado, hubiera resistido con facilidad. La ansiedad creada en
A diferencia de los desastres a pequeña escala y casi todos los las mentes de las autoridades habría sido una condición necesaria
peligros de origen natural, las consecuencias de los grandes desastres
no pueden delimitarse con facilidad, normalmente, en el tiempo ni en
el espacio. Por otro lado, también es posible exagerar las repercusio- .13Russell Míller, ·'A hard rain''. Sunda_y Times, 25 de ju lío de 1993

228 229
para conseguir algo. Pero el propio éxito de las medidas adoptadas
habría podido dar la impresión de que no habían sido necesarias.
Se advierte un principio general que concierne a la incertidumbre MEDIO AMBIENTE, INDMDUALIDAD
fabricada. Considérense, por ejemplo, los programas de educación es-
tablecidos para combatir la extensión del sida. Nadie sabe (al menos, Pasar de los riesgos universalizados a la situación del individuo
no por ahora) si el sida es una enfermedad que ha aparecido de ma- puede parecer una transición extraña, pero resulta apropiada en un
nera "natural" o si tiene su origen en aspectos aún no identificados de mundo en el que los sucesos universales y las acciones individuales
la tecnología o transformaciones medioambientales provocadas por han alcanzado una vinculación tan estrecha. Uno de los terrenos en
los seres humanos. No poseemos antecedentes históricos a los que los que la "naturaleza" va desapareciendo, y no el menos importante
acudir a la hora de intentar limitar su propagación o hallar una cura. de ellos, es el del yo y el cuerpo. Pero aquí, una vez más, como su-
Los programas de educación son importantes, en este sentido, porque cede frecuentemente en otras áreas, lo que era naturaleza estaba en-
la principal manera de limitar la extensión de la enfermedad es con- tremezclado con la tradición.
vencer a la gente de que altere sus costumbres sexuales. El yo, por supuesto, nunca ha estado fijo, nunca ha venido dado,
Para que dichos programas logren su objetivo, puede ser necesa- a la manera de la naturaleza exterior. Tener un yo es ser consciente
rio subrayar, con la máxima energía posible, que el sida se propagará de la propia identidad, y ello significa, de hecho, que los individuos
rápidamente si no se introducen los cambios de conducta necesarios. configuran activamente, en todas las culturas, sus propias identida-
Existen dos posibilidades de que la opinión generalizada sobre una des. El cuerpo tampoco ha sido nunca una cosa dada. Las personas
advertencia justificada sea vista como una alarma irresponsable. El siempre han adornado y mimado (a veces, incluso mutilado) sus
conocimiento científico sobre el sida es aún insustancial, pese a las cuerpos. Los místicos han sometido sus organismos a todo tipo de re-
enormes sumas de dinero dedicadas a la investigación en todo el gímenes en busca de los valores sagrados.
mundo. Tal vez resulte que ciertos factores inhiben la difusión del sida Sin embargo, en una sociedad destradicionalizadora, el requisito
más allá de un determinado punto, o que las interpretaciones actua- de construir un yo como proceso continuo es más necesario que
les de su modo de aparición o transmisión son erróneas. Pero una ad- nunca. Los regímenes para el cuerpo no son ya dominio exclusivo de
vertencia justificada puede convertirse también, a posteriori, en una los idealistas religiosos, sino que comprenden a cualquiera que in-
alarma simplemente porque logra sus resultados. La incidencia del tente organizar su futuro personal en el contexto del conocimiento
sida puede acabar por ser mucho menos de lo sugerido, pero como médico y dietético disponible a través de la reflexividad.
consecuencia de los cambios de conducta que esos programas y pro- El yo se desarrollaba, en otro tiempo, en marcos de actividad lo-
fecías provocaron. cales y en relación con criterios relativamente claros de pertenencia al
Como ocurre con los demás "males" de la modernidad, los ries- grupo. "Tener una identidad" era "ser" una persona de una clase de-
gos de grandes consecuencias muestran una utopía que posee, sin terminada; ahora, por el contrario, "tener una identidad" es "descubrir
duda, ciertos visos de realismo. No se trata de la utopía de un mundo quién soy" a través de lo que se hace. Simultáneamente emancipa-
que vuelve a su "orden natural", porque la humanidad ha retrocedido ción y fuente de grandes ansiedades, el proyecto reflexivo del yo ac-
o ha limitado sus aspiraciones para ceder ante un sistema orgánico túa dentro de la tendencia al control característica de la modernidad
mucho mayor que ella. Es una utopía de cooperación universal, que pero, al mismo tiempo, la pone en peligro. No se puede "llegar a ser
reconoce la unidad en la diversidad de los seres humanos. Los "ma- alguien" sin redescubrir la vida moral, por muy indirecto o fragmenta-
les" nos muestran lo que debemos intentar evitar, son utopías negati- rio que sea ese reencuentro. O quizá habría que decirlo de otro
vas. No obstante, transmiten además un importante signo positivo. modo. Sin ese contacto con una ética de vida personal, tiende a apa-
Las complicaciones reflexivas de los riesgos de grandes consecuen- recer un frágil carácter compulsivo; y es algo que, sin duda, se está
cias que acabamos de mencionar no significan que no podamos re- volviendo corriente.
solver los problemas a los que nos enfrentamos. Confirman y amplían El cuerpo ha tenido que hacerse de manera reflexiva desde que
la conclusión de que las dificultades de una civilización científica y la influencia conjunta de la universalización y la reflexividad acabó
tecnológica no pueden ;:,olucionarse sólo mediante la introducción de con su aceptación como parte del "paisaje" predeterminado de nues-
más ciencia y más tecnología. tra vida. Hoy, al menos en los países occidentales, todos estamos a

230 231
dieta, no en el sentido de que todos quieran adelgazar, sino en el les, aunque las personas relacionadas con grupos ecologistas prefie-
sentido de que debemos decidir qué y cómo comemos. La produc- ren frecuentemente las terapias "naturales" a la medicina científica. Se
ción de alimentos ha dejado de estar determinada por procesos natu- da en cualquier lugar donde los individuos empiecen a desarrollar
rales: y las dietas de cada lugar dependen cada vez menos de los cul- cierto escepticismo respecto a la ciencia, un escepticismo cultivado
tivos, los productos o las costumbres locales. Las existencias de comi- por el carácter cada vez más público y controvertido de los hallazgos
das no dependen de las estaciones o los caprichos del clima, porque científicos, del que hablábamos más arriba.
la producción y distribución de alimentos ha pasado a tener alcance El modelo científico de atención sanitaria se encuentra induda-
universal. Y no ocurre así sólo con los países más ricos; pocos que- blemente cercado. La razón es, en parte, una acumulación de ele-
dan fuera, dado que la mayoria de los alimentos es de producción in- mentos negativos 1 incluyendo el hecho de que los costes de los servi-
dustrial. cios de salud pública desbordan las posibilidades de los gobiernos.
El hecho de que el yo y el cuerpo no sean ya "naturaleza" signi- No obstante, detrás de estos factores puede advertirse una nueva
fica que los individuos deben negociar sus condiciones de vida en el apreciación de la relación entre la salud positiva y la transformación
contexto de numerosas formas de información que reciben y que de- de los modos de vida locales y universales. Abundan las amenazas
ben asimilar de algún modo. La compleja relación entre las adverten- posibles a la salud, cada vez mejor documentadas, derivadas de los
cias y las alarmas resulta tan pertinente aquí como en áreas más uni- cambios medioambientales. La contaminación atmosférica ocupa un
versales. Las advertencias sobre la salud avanzan frecuentemente por lugar tan alto como cualquier síndrome patológico conocido respecto
delante de la "plena demostración" de las hipótesis científicas, y en al número de personas que muere, en todo el mundo, debido a en-
contra del sentido común de los propios científicos. Desde luego, hay fermedades producidas por ella34. Los factores medioambientales
advertencias que, a posteriori, resultan ser alarmas, aunque es posible pueden influir enormemente en las principales enfermedades mor-
que, más adelante, otras investigaciones modifiquen esa opinión. tales, tanto porque las provocan como porque contribuyen a propa-
A largo plazo, es preciso enfrentarse a los peligros que se consideran garlas.
inherentes al consumo de alimentos y el mantenimiento de ciertos La ecotoxicidad es un peligro que puede afectar a todos, al mar-
modos de vida. Los individuos pueden ignorarlos, sobre todo porque gen de dónde o cómo vivan. Su origen es, bien la aplicación delibe-
lo que se declara saludable en un momento puede resultar dudoso rada de productos químicos en la agricultura o en otras actividades 1
ante investigaciones posteriores. Pero es prácticamente imposible no bien el paso de dichos productos al medio ambiente procedentes de
tener cierta percepción de los cambios en las teorías científicas y los vertederos, alcantarillas y otros lugares. Dado que la contaminación
hallazgos relacionados con los riesgos y las ventajas de la alimenta- está tan generalizada, los programas directos de purificación no po-
ción y el estilo de vida. Cualquiera que persista en mantener una die- seen más que un valor marginal; las sustancias químicas circulan a
ta local tradicional lo hace a sabiendas de que algunos de sus compo- través del suelo, el agua y el aire. Se ha dicho que la ecotoxicidad es
nentes pueden contener peligros concretos para la salud. Además, "como ser devorado por un millar de hormigas. Se tarda un tiempo,
aferrarse· a una dieta preestablecida, como ocurre con otros aspectos pero los mordiscos acaban por destruirte. Es un envenenamiento a
de la tradición y las costumbres, puede llegar a ser ·con frecuencia un cámara lenta". Una vez más, los métodos ortodoxos de evaluación de
esfuerzo claramente deliberado, más que algo derivado de los aspec- riesgos y niveles de seguridad no tienen demasiada influencia sobre
tos "naturales" del contexto local. Quizá sea preciso mantenerlo en este fenómeno, y el conocimiento de sus efectos a largo plazo es in-
contra de. otras tendencias; o tal vez los alimentos involucrados, al ha- suficiente. Cada sustancia química potencialmente tóxica suele exa-
berse vuelto "esotéricos", no puedan obtenerse más que con cierto minarse de forma aislada y en el laboratorio, en lugar de hacerlo so-
esfuerzo. bre el terreno. Tales pruebas podrían realizarse con verdadera preci-
En la atención sanitaria, como en otras muchas áreas, se oye en sión (y exclusivamente en relación con los efectos a corto plazo) sólo
todas partes la demanda de regreso a lo "natural". Desde el renaci- si fuera posible encontrar a gente viviendo en un entorno intacto y
miento de la medicina tradicional, pasando por la sustitución de los
medicamentos industriales por hierbas, hasta el ejercicio de la ho-
meopatía, está ocurriendo un alejamiento de los métodos médicos 31 Adrian Atkinson, Principies o/ Political Ecology, Londres, Bellhaven, 1991, pági-
modernos. Ello no se debe principalmente a los movimientos socia- nas 97 y ss

232 233
exponerlos a la sustancia concreta para la que se pretendía establecer una expresión material de los límites de la modernidad; si el remedio
una norma de seguridad. Pero no queda ningún entorno de ese tipo de la pobreza no es un fin en sí mismo, tampoco lo es la reparación
en el mundo. Se ha afirmado que la manera habitual de abordar la de los daños en el medio ambiente.
ecotoxicidad "es como la de un entomólogo que evaluara a las mil La vida sin la naturaleza o sin la tradición o, para ser más exac-
horm~gas que están devorándote emitiendo normas a partir de los tos, la vida en una situación en la que la naturaleza y la tradición sólo
mordiscos de tres de ellas y diciendo: ten cuidado con esas tres"35. pueden reconstruirse trabajando activamente, no tiene por qué con-
La ecotoxicidad, co1no otros "males" revelados por la moderniza- ducir a la desesperación moral expresada por algunos autores de de-
ci,ón reflexi."a, tiene sus propios elementos positivos, sus propias uto- rechas, que consideran que las viejas verdades están desapareciendo
p1as. Examinada desde una perspectiva positiva, indica que es posi- para siempre, ni a la "indiferencia cultivada" que propugnan ciertos
ble y, quizá, necesario integrar el cuidado del cuerpo y el yo con pro- defensores de la postmodernidad. Tampoco existe una incompatibili-
gramas de renovación medioambiental. "¿Cómo vamos a vivir?": ya no dad inevitable entre una política ecologista positiva y el igualitarismo,
se puede responder a esta pregunta teniendo en cuenta el control del que interpreta la igualdad bajo una perspectiva generativa. Desde un
riesgo externo, ni dejarla a merced de los elementos que quedan de punto de vista positivo, las diversas oportunidades y los distintos dile-
la tradición. Pa~a afrontarla es preciso deliberar, de forma pública y mas planteados por la desaparición de la naturaleza nos revelan,
abierta, sobre como se puede vincular la reparación social y ambien- como voy a argumentar en el último capítulo, valores universales en
tal a la búsqueda de los valores vitales positivos. En esta cuestión la un mundo en el que la interdependencia humana es integral y de am-
política de la vida se centra inevitablemente en preocupaciones éü~as plias repercusiones. Éstos son precisamente los valores que ofrecen
muy básicas, preocupaciones que han figurado de manera importante un marco global para las concepciones del bienestar positivo. Ale-
en la historia del conservadurismo, pero que otras tendencias políti- jarse del productivismo, como he intentado demostrar, implica recu-
cas han dejado prácticamente sin tocar. El conservadurismo fílosófico perar valores vitales positivos, guiándose por la autonomía, la solida-
no ha tenido miedo de abordar las preguntas sobre la vida, la finitud ridad y la búsqueda de la felicidad.
y la muerte; y sitúa la "existencia", tal como la transmiten los símbolos De la naturaleza, o lo que solía ser naturaleza, a la violencia: en-
Y costumbres tradicionales, por delante del "conocimiento" o el domi- tre los riesgos de grandes consecuencias que afrontamos hoy en día,
~io. Podemos ver ahora la validez de esta concepción y, al mismo ninguno es más amenazador que la amenaza de la guerra a gran es-
tiempo, reconocer que el conservadurismo, por sí solo, no puede su- cala. La guerra fria está quedándose en el pasado; ¿significa que el
p.erar sus connotaciones cuando se enfrenta a un mundo post-tradi- mundo es menos peligroso que antes? ¿Cómo debemos intentar limi-
cional en el que ya no existe la "naturaleza". tar la violencia en un mundo de incertidumbre fabricada? Son pre-
guntas a las que intentaré responder en el capítulo siguiente.

CONCLUSIÓN

La política ecologista es una política de pérdidas -la pérdida de


la naturaleza y la pérdida de la tradición-, pero también una política
de recuperación. No podemos volver a la naturaleza o a la tradición
pero, como individuos y como humanidad, podemos intentar devol-
~er la mo~l a n:1estras vidas. en el contexto de una aceptación posi-
tl~~ de la mcertidumbre fabricada. Desde este punto de vista, no es
difacil entender por qué la crisis medioambiental es tan impo1tante
para las formas de renovación política examinadas en este libro. Es

35Citas extraídas de Ross Hume Hall, Hea/th and the Global Environment Cam-
bridge, Polity, 1990, págs. 104-105. '

234 235
CAPÍTULO IX

La teoría política y el problema de la violencia

El problema de controlar o limitar la violencia es una de las ta-


humanas más difíciles y absorbentes
r@'.aS pero la teoría política libe-
ral y de izquierdas se ha ocupado escasamente de él. Se ha escrito
mucho sobre los orígenes de la guerra y las posibilidades de la paz.
Pero, en su mayor parte, esta literatura ha permanecido separada de
las teorías sobre la constitución interna de las sociedades y los gobier-
nos; se ha interesado por el comportamiento de las naciones-estado
en el campo internacional.
El pensamiento político de izquierdas ha abordado frecuente- '--
mente la cuestión de la violencia revolucionaria, y la ha estudiado (f,\}.S-'
junto a la violencia represiva del estado. Sin embargo, los izquierdis- :,JC'
tas han supuesto casi siempre que la violencia no constituiría un pro-
blema en una sociedad socialista y, por tanto, han reflexionado esca-
samente sobre cómo liberar de ella a las relaciones sociales. La mayo-
ría de las variedades de pensamiento liberal no difiere tanto, en _. v>
definitiva; las ideas políticas liberales se han construido en torno a \_,.,\eR
la idea del contrato, y un contrato es esencialmente una negocia-
ción pacífica de intercambio. \
Conseivadores de diversas tendencias han prestado más aten- cDºf
ción al papel de la violencia, especialmente la guerra, en la vida so- O~•'''
cial. Ciertas versiones del pensamiento conseivador han glorificado la
guerra y los valores marciales. Lo que, sin embargo, no han hecho los
filósofos conservadores en general es examinar cómo es posible tras-
cender la guerra y la violencia. Porque los conservadores han n;ios-
trado tendencia a suponer que son inherentes a la condición humana.
Indudablemente hay numerosos contextos en los que la violen-
cia figura en la vida social humana, casi siempre en relación con es-
tructuras de poder. La violencia, como afirma Clausewitz, suele estar

237
en el extremo opuesto de la persuasión; es uno de los medios por los violencia a las diversas formas de opresión que pueden sufrir las per-
que los individuos, grupos o estados intentan imponer su voluntad a sonas y, por consiguiente) relacionarlo con criterios generales de ju~-
otros. No intentaré debatir los orígenes o el carácter de la violencia en ticia social. El problema de tales nociones es que. convierte? un feno-
general, ni voy a examinar verdaderamente el problema de la violen- gieno, ya muy extendido, en omnipresent~. Se pierde de vista lo que
cia y el crimen. Me limitaré a las siguientes preguntas (con la ampli- es es ecífico de la violencia tal como se mterpreta normalmente,, es
tud que tiene cada una de ellas): Desde el punto de vista del realismo decir, el uso e a erza para causar a~~l.O i~ico a otro. As1,pues, yo
utópico, ¿es posible suponer que el papel d~ 1~gu~ff? __ va a disminuir, voy a referirme a la violencia en este sentido directo y convencional.
y de qué manera podrí~ impulsarse_ ese prqceso? ¿Qué se puede ha-
cer para J!~Jtar la dift.:1_~j{m ~de la violencia sexual? ¿Cómo podemos
contrarrestar la._violenciaque se desarrolla a partir de s:liferencias étni- EL ESTADOY LAPACIFICACIÓN
cas o culturales? Pueden parecer cuestiones que no están relaciona-
das1 pero, teniendo en cuenta las transformaciones sociales mencio- El problema de la pacificación debe entenderse en relación con
nadas anteriormente en este libro, se ve que, como intentaré demos- el desarrollo a largo plazo de las instituciones modernas )' el estado
trar, existen varias conexiones claras entre ellas. moderno. La violencia y el estado, como han subrayado siempre los
. A m_i)uicio, cada una de estas preguntas plantea problemas de pensadores de derecha, están estrechamente relacionados; el estado
pacif1cac1on1 y esta es una parte tan importante de un programa de es el principal vehículo de guerra. Sin embargo, en lo que respecta a
política radical como cualquiera de los problemas que he abordado su despliegue de la violencia , los estados premodemos eran esencial-1~l'\\ 1 ,,,,,·"º1
previamente. Puesto que, aunque la guerra fría haya quedado rele- mente distintos de las naciones-estado. En el estado premoQ._e..lJlQ,_ e {t'"!P
gada al pasado, la amenaza del conflicto natural y otros tipos de vio- e.entro político no fue nunca capaz de sostener un i.nonopoli<?,tota~_ de~;<-
lencia militar va a seguir existiendo en un futuro indeterminado; y la los medios de violencia. El bandidaje, el bandolerismo, la p1ratena y
1
violencia y la amenaza de la violencia en la vida social puede destruir las guerras entre familias siempre fueron corrientes y, en la mayoría t,,'t-<
o lisiar las vidas de millones de personas.
Es preciso hacer varias salvedades. Hay aspectos, y algunos son
de los estados, los señores locales conservaron ~ucho pode; ~itar .~0 ~<fo
independiente. Además, el poder del centro pohtico depend1a mme- '1~
l~
muy importantes, en los que el uso de la violencia es necesario para diatamente de la amenaza de la violencia. Los estados premodemos
alcanzar objetivos sociales muy deseados. La propia pacificación su- tenían un carácter segmentad9_: normalmente, el centro no tenía otro
pone el control de los medios de violencia por parte de las autorida- modo de garantizar la obediencia de los súbditos en las regiones peri-
des legítimas. No obstante, creo que puede darse por supuesto que féricas que la demostración de fuerza. Pese al carácter despótico Y
todas las formas de violencia deben disminuirse lo más posible, sean sanguinario de muchos regímenes políti~os pre~~demos, su gr~do
legítimas o ilegítimas. En otras alabras la tendencia de las autorida- de poder sustancial en las relaciones sociales cotidianas era relativa-
~~ gÜ 1emO-aga1ar:itizare monopolio de los medios de vi~ mente escaso.
o debe equivaler al recurso creciente a ella. Como consecuencia de una s~rie d~. fac~<.?res,especialmei:ite la ,\'J 0
1
"_Yí01eñCí"ar·se-·fúí.·definido, en ocasiones, de manera muy vaga. mejora en las comm_iicaciones y la mten~1f~cac1on~~ los m_ecamsmosC_1' 0
dcti\
Por e¡emplo, Johan Galtung propone un "concepto extendido de vio- de vigilancia, las naciones-estado se conv1rt1eronen potencias sobera- O:
~en~ia"que haría referencia a una gran variedad de condiciones que nas": el gobierno podía lograr un control a~ministrativo sobre s~ p~- ,\pl.,
inhiben el desarrollo de las oportunidades vitales de los individuos. blación mucho mayor que hasta entonces. Dicho brevemente Y simph- 1,1,•'
L~ violencia es toda barrera que impida la realización de un poten- ficando en exceso el resultado fue un proceso generalizado de pacifi-
cial, una barrera que es social, y no natural: "si la gente se está mu- cación interna en ~asi todas las "naciones-estado clásicas", es decir, las
riendo de hambre cuando objetivamente se puede evitar, se está co- que se desarrollaron a partir del siglo xvm en Europa y Estados Unidos 2 •
metiendo violencia ... "1 . Como en el caso de la idea de "violencia sim-
bólica" de Pierre Bourdieu, la cuestión es aplicar el concepto de
2 He examinado estos cambios con cierto detenimiento en TbeNation-State and
1 VíolenceCambridge Polity, 1987. Un análisis importante es el de Charles Tilly, Coer-
Johan Galtung, "Violence and Peace", en Paul Smoker et al., A Reader in Peace cion CnPitaland Rurqoean}tatesAD 990~1990 Oxford, Blackwell, 1990. [Trad. esp.:
Studies, Oxford, Pergamon, 1990, pág. 11.
~erción capital y los estados europeos· 990-1990 Madrid, Alianza, 192,ZJ

238 239
~l'n"-l'Tl i nvcuilr" ==->TriilMff. d-e /;:¡ r,eúc, Co,¡/o-h{!r1,;,/.'de t~ Cl~@rr-c,.
' ,J

Indudablemente, la acificación no si nifica ue la violencia <le- res a gran escala formaba parte de la experiencia (remota) de todo el ·
sa arezca del interior e os estados; es bastante com atible con la mundo, el más amenazador de los riesgos de grandes consecuencias.
fXistencia e guerras a escala internacional. Se refiere) al menos en ~ero, al mismo tiempo, el teorema de Clausewitz se transformó por
e_stecontexto, al monopolio más o menos logrado de los medíos de completo. Aunque se entablaron guerras menores "por poderes" en
violencia por parte de las autoridades políticas dentro del estado. La muchos lugares, el enfrentamiento nuclear era "impensable" debido a
pacificación interna fue acompañada de la formación de senricios ar~ sus consecuencias devastadoras. Ya no podía acudirse a la guerra
mados profesionalizados, que "apuntaban hacia afuera", hacia otroS cuando fracasaba la diplomada; el objetivo de esta última debía ser
estados del sistema de naciones 1 en vez de preocuparse por mantener evitar totalmente la guerra a gran escala. A partir de ese momento,
el orden social interno. El desarrollo simultáneo del capitalismo y la podría decirse que el militarismo inició su declive.
\ .., de1:1-ocraciaparlamentaria, junto a los sistemas de leyes centralizadas, La aparición de lo que Martín Shaw llama una "sociedad post-mi-
i V. ~", tuvieron un papel .f!:lE<lamental a la hora de "extraer" la violencia de litar" sería interesante, sin duda, para cualquier programa de política
e·"¡-t,:,\los mecanismos inmediatos de gobierno. radical en el momento presente3. Una sociedad post-militar responde
,~~.,,.
,,'l Aunque los pfoceSos de pacificación interna han resultado ser a la cambiante situación mundial tras la guerra fría, pero también se
} mucho más difíciles de alcanzar en los "estados nacionales" y las so- funda en tendencias de larga duración dentro de las sociedades desa-
;,oiP\ciedadesde las antiguas colonias que en la nación estado clásica) en rr~lladas. El militarismo, afirma Sha:-7, ha disminuido en numerosos· . '><
(11,ci;! casi todas partes han tenido un gran avance, en comparación con el
'•' pa1ses de todo el mundo desde el fmal de la Segunda Guerra Mun- !Jf:, i"
estado premoderno. Actualmente, la guerra civil es una situación díaL.Era consecuencia de un sistema de estados que mezclaba la pa- ~,~-
anormal específica en la m~yoría de los estados del mundo, especial- cificación interna con la preparación exterior para la guerra. Su telón
mente en las regiones más adelantadas desde el punto de vista eco- de fondo institucional era el estado soberano, la idea de la nación en
nómico. Por el contrario, en formas anteriores de estado constituía a_rmasy el reclutamiento masivo (masculino). El militarismo, en la ter-
prácticamente la norma; la oposición al poder de las autoridades go- minología usada en este libro, era una característica de la moderniza-
bernantes por parte de grupos militares rivales era frecuente y, mu- ción~Set1C11Ia". Las transformaciones sociales, económicas y políticas
,¡) chas veces, prolongada. ¡¡ctuales son perjudiciales para éL
~~'Í ,> La época de la pacificación interna de los estados fue también el El militarismo, en este sentido, se caracterizaba por sistemas je-
>\ '\llt.: I?!!lg~o ':1ela_industrialización de la _guerra: ésta cambió de carácter a rárquicos de mando a gran escala, paralelos a las burocracias indus-
\; medida que el armamento se mecanizaba y pasaba a fabricarse en se- triales y de estado. Hubo una verdadera relación directa frect1.ev.te; .e
rie. La industrialización de la guerra destruyó el militarismo, en un .rµente destacada, entre el militarismo y el desarrollo temgrano de la . -~e,s<\
sentido, si bien lo mantuvo en otro. Los "valores guerreros" que las democracia y el estado de bienestar; lq,,_d.cr.eclills"
ciYirns s"eJQ!jarop,i\'
clases aristocráticas defendían desde hacía largo tiempo cayeron en
un declíve prolongado. La guerra no podía considerarse ya una oca-
o sión de exhibiciones y rituales. Los ropajes coloristas que, con tanta
en el contexto de las movilizaciones de masas en favor de !~I-:t·-
Él militarismo ha decaído como consecuencia de diversas tendencias: {J) ólr
la variación y, en ciertos casos, disminución de la autonomía de las ~"1\\,>
f
• 0ci~:<'"frecuencia,habían preferido los grupos guerreros y los ejércitos tradi- naciones-estado clásicas; la desaparición de los enemigos exteriores t.?t:X"w
:~0s cionales> dejaron paso a sobrios uniformes de camuflaje. En su as- claros; la menor influencia del nacionalismo clásico y el ascenso de ·"'°"
1 pecto de admiración ante el valor, espíritu de cuerpo y disciplina, el los nacionalismos subestatales; y la obsolescencia funcional de la
militarismo sobrevivió con modificaciones. De hecho, el "militaris- guen~~-a gran escala. .
mo", definido como el apoyo generalizado a los principios e ideas ¿Podemos considerar que estos procesos, en la medida en que
mílítares en la sociedad y el hecho de que las poblaciones civiles es- son sostenidos o se aceleran, provocan una disminución del papel de
tén dispuestas a sostener la guerra masiva) en caso necesario> se con- la violencia militar en el arreglo de disputas? ¿Hay u_na_extensión de la ~)
virtió en una actitud bastante común. 2acificación interna a las áreas exteriores?
No obstante, se puede alegar que, con el desarrollo posterior de A ambas preguntas podría responderse afirmativamentE;_,_ aunque
la industrialización de la guerra y, sobre todo, con la invención de las
armas nllcleares, estos procesos empezaron a retroceder de manera
,espectacular. Durante la guerra fría, la existencia de arsenales nuclea- 3 Martín Shaw, Post-Military1 Socie~y, Cambridge, Polity, 1991.

240 (!) ,_j(I .s.17ri1f.ru--ecf~• f''i'[VC,n,• .. 4,w-, f,;.,-,:; Ca,f-.~ -R.tte'T'f'f" --,_,,¿J;;,;¡',,,-,~ 241
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~ et. modade hJtH'.ltJn;,,m' r~?l~rr:,o no J<-> jrO'/i!Ch
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QL vfnk,;J~ -4xf.nnc..' {c-
1l~u ~ ¡oJiC 4ft

con precaución. Una sociedad postmilitar no significa que se elimine energía nuclear, especialmente en su relación con la fabricación polí-
la amenaza de la viole~cia ..~Hi.!3:r_a__
g~an__
es~aJa, sobre todo teniendo tica de armamento.
en cuenta las enormes cffi'erencias económicas existentes en el sis- El factor individual más importante, sin embargo, es la nueva re-
tema iriternac;!c:;m"ai.
·1as·-riVa1id:ldesgeopolíticas mantendrán segura- lación entre los movimientos pacifistas y los intereses de lüs gobier-
mente su fuerza, y la guerra destructora sigue siendo una posibilidad nos en el naciente orden postmilitar. Los estados sin enemigos, y ca- '"7 .(
en muchas partes del mundo. No obstante, un ord~!2.,2.0st-militartie- racterizados por un declive concomitante del militarismoi se encuen- , ~\t,l\v
ne robabilidades de ser más resistente a la movilización de masas tran en una situación muy diferente de la guerra fría o los sistemas .i}~r>"'f.
~ con fines militares. Las uerzas arma as e menor tamaño y más "civi- anteriores de alianza militar y antagonismo nacional. Aunque pued~n ()>,.t'-é__,;
lizadas" pueden tener aún gran poder de destrucción. Pero es proba- seguir existiendo disputas fronterizas y, a veces, se producen mvas10-,~ ot•'{¡':. \
ble que los militares vayan a estar funcionalmente más alejados de nes, la mayoría de los estados no tiene ya _ningún estímulo para librar ..,J-.~
otros grupos que en el pasado. La expectativa que ha estado presente una _gl,!_erra coni:iota- . f
ofen~iva. "Paz" adqui~re, en esas _cir~t_1nstancias,
en las vidas de los hombres jóvenes durante generaciones -su po- dones muy distintas a las que tema cuando s1gmf1cabala ausencia de o\'\
sible, incluso probable, participación en la guerra- podría llegar a guerra en un sistema de naciones-estado permanentemente listas
su fin. para ella. Esa es la razón de que los intereses de los gobiernos y las
No deseo abordar aquí la difícil cuestión de cómo podría dotarse o¡ganizaciones pacifistas sean mucho más coincidentes gue en el pa-
el mundo de vigilancia si la sociedad postmilitar, junto a otras co- sado; y no existe ninguna razón para que no deban trnbajar frecuen-
rrientes, contribuye a disminuir las tendencias hacia la guerra a gran temente unidos, y no en lados opuestos.
escala. No es probable .ill'e la_pacificación mundial reproduzca los
procesos invol11cradosJ,9;la_pacificación_interior de los estados. Sólo
,w)~t,voy a yxaminar las connotaciones relacionadas con el cosmopoli- LA VIRILIDAD
'1,,. ~o del que hablaba anteriormente. Consolidar una sociedad post-
Y LA GUERRA

·'/':""' militar significaría generalizar la actitud de que la violencia debería te- En lo que respecta a los valores y responsabilidades de los ciuda-
il~ci ner un papel cada vez menor en el arreglo de las tensiones y los pro- danos, ¿qué conclusión debemos extraer del hecho de que la propa-
' blemas internacionales. El lado activo de las responsabilidades cívicas gación de la violencia militar haya sido siempre un asunto decidida-
?6 implicaría el reconocimiento dé la"obli ación de cultivar valores ací- ':t mente masculino? Las autoras feministas han establecido frecuente-
"/:~o icos, en vez e é icos, un elemento tan esencial como cual uier e" mente una relación directa entre la virilidad y la guerra: ésta es una
I
.,,s<>i.,,¡.;J
otro en un sistema e go iemo emocratiza o. , i expresión concreta de la agresividad masculina. Suele decirse que las
t,o). Los mov1m1entos pacíhstas tuvieron un papel importante en los Í(~\~· virtudes cívicas que fomentan la paz en lugar de la guerra son las que ¡(1>-\,>
J cambios dentro de la conciencia social --en el Este y el Oeste- que ~ f, suelen relacionarse con las actividades y los valores de las mujeres. l!!l' .,,,óv
(,fes contribuyeron al final de la guerra fría. Como los movimientos ecolo- [ Pero esta tesis, expresa~a de este mod~, :esulta algo ~prob~ble. La ~L.'(,/~' Jt
Jf¡G<JSgistas, los movimientos por la paz se guiaron sobre todo, al principio, guerra no es la expansion de una agres1v1dadgeneralizada, smo que \\ i¿,,;,'P7
por la conciencia del riesgo de altas consecuencias: por consiguiente, está asociada a la ascensión del estado. Si bien es posible que algu-
fueron movimientos dedicados a problemas aislados. Se orientaron nos hombres disfruten activamente de la guerra, para la gran mayoría
hacia la guerra fría y, con su final, han desaparecido o han cambiado no es así4.
de forma. Las movilizaciones de masas que tales movimientos eran No se puede negar, desde luego, que existe una relación entre la
capaces de generar con regularidad han dejado prácticamente de guerra, el poder masculino y la virilidad. Tal vez los hombres hayan
existir, y no parece probable que vayan a revivir en un futuro pró- sido adoctrinados para hacer la guerra, pero la guerra y lo militar han
ximo. ¿Cómo se va a movilizar a nadie por la paz en una sociedad sin formado una parte muy arraigada del espíritu masculino o la masculi-
enemigos pero con muchos peligros militares reales? Los movimien- nidad. Así ocurrió especialmente con las aristocracias guerrera,?: la
. tos pacifistas se han convertido en organizaciones por la paz y síguefl guerra se se glorificaba como el valor supremo. Con el declive de la
enfrentándose a un gran número de tareas concretas. Pueden intentar
concienciar a ciudadan_os y gobiernos sobre ios riesgos de la prolife-
ración de armas nucleares y pueden mantener vivo el debate sobre la 4 Jean Bethke Elshtain, Women and War, Nueva York, Basíc, 1988.

242 243
ética guerrera, dejó d;= juzgarse la violencia militar como el campo de pe! de depredador, en el que ningún factor -ni edad, ni vesti-
p1:3ebas par~ ~l hero1smo, el honor y la aventura, aunque ciertas co- menta, ni color- diferencia al hombre que va a herir a una mujer
rI?~ntes de v1eJ? conservadurismo siguieron pensando que esta sftua- del inofensivos.
c1on ...era rever~:ble. El valor siguió siendo un valor predominante en
l~s crr:ul~~ rrulitares) especialm~nte entre los oficiales, pero la profe- Tal como la describe French, la guerra contra las mujeres está
s10nahzac1on de las fuerzas armadas separó los ideales militares de la verdaderamente extendida. Abarca todos los sistemas de discriniina-
experiencia concreta del resto de la población masculina. El "servi- ción patriarcal contra las mujeres, y es su forma de expresión. La vio-
cio" milita~ se con:7irtió, por el contrario, en parte de un nuevo espíri- lencia masculina, "la guerra física contra las mujeres", deriva de es.:.
tu rY:asculmo de mstrumentalídad y protección. La virilidad pasO a tiucturas de desigualdad más amplias. Las palizas, la violación y el.
asociarse con el compromiso respecto al trabajo y al deber de "man- asesinato con tintes sexuales constituyen una manifestación material
tener" a la familia; el hecho de asumir el papel de soldado cuando se de un sistema de ominación más amp io. French sugiere, incluso,
requería entró a formar parte del carácter intrínsecamente masculino que gran parte de la violencia de hombre contra hombre es una for-
del terreno público. ma sublimada de violencia que, en caso contrario) se habría dirigido
En la sociedad postmilitar hay un tira y afloja entre el deterior0 contra las mujeres. "Cuando no hay mujeres al alcance, los hombres
de los ideales de virilidad en estos sentidos diversos y la aparición de convierten a otros hombres en mujeres. Así, los presos violan ha-
r0' ~ . las mu¡eres en el terreno público. Las mujeres han ido entra.qdo en las bitualmente a otros presos, y muchos sacerdotes y clérigos traicio-
~',&1-ºfuerzas armadas en :-1.nnúme~o creciente. Han aceptado, en su mayor nan la confianza de niños o adolescentes abusando sexualmente de
:'\J 1parte, las normas militares existentes y se han movilizado en favor de ellos" 6 .
...i • v¡su plena incorporación: es decir, pretenden tener ei derecho a com- A mi juicio, se puede estar realmente de acuerdo en que existe
;_,;,.,
ri:,_}batir jun~o a los ho~br~s. Mient:as tanto, los valores masculinos que una guerra _de los hombres, o ciertos hombres, contra las mujeres,
'"'"\,~l~acobmpanaban al m1htansmo estan sometidos a corrosión o se hacen pero no tal como la representa French. Una guerra es una situación
'i \ ') am 1guos como consecuencia del avance de la igualdad entre los se- excepcional, no permanente, y no tiene sentido, salvo como metá- ,.,
t xos Y el incremento. de la ~eflexívidad sociaL Éste es el contexto en el fora, hablar de que dura miles de años. Además, este análisis no tien_e \,ó1,
que debemos exammar la idea de la guerra contra las mujeres, audaz- en cuenta los factores nuevos de la situación actual. El patriarcado ~' ~>, é
ente desarrollada, ,sobre todo, por Marilyn French. Ésta interpreta la existe de~de _hace milenios· oero las circunstancias en las aue se ha \"._v \
err~ como un fenomeno de larga historia, que se remonta incluso a ~to_cfü,p~téLclo__:y_}-hasta
cieJto.,1:2untoderribado, son rie origen mucho
lo~ pn~er_os orí~enes de la civilización. Hasta hace aproximadamente má~_r._eci~P.lLDurante la mayor parte de la historia humana, ambos
seis mil ~nos, aftrma, los seres humanos vivían en pequeños grupos sexos aceptaron el patriarcado; en ocasiones se organizaron quizá
cooperativos en los que la situación y el poder de las mujeres era protestas colectivas de las mujeres contra el dominio masculino, pero
eql,11valenteo incluso superior a los de los hombres. Con la creación los archivos históricos no están llenos de ellas como ocurre con otras
de los primeros estados, las mujeres pasaron a ser esclavas y estar so- formas de rebdión, por _ejemplo las revueltas campesinas.
metidas a la dominación masculina, una situación que la llegada de la --~-C6ino eil el caso.de ÜfrOS-SistemaSde poder, el patriarcado no se
modernidad no hizo sino empeorar: ha sostenido nunca nrincioalmente mediante el uso de la violencia. El
poder de los hombres sobre las mujeres se ha mantenido porq_11e ha 21-
estado legitimado por la diferenciación de papeles entre los sexos,
En la vida personal y pública, en la cocina el dotmítorio y los
pasillos del parlamento, los hombres llevan a ~abo una guerra in- los valores asociados a ella y la separación sexual entre las esferas
cesant~ contra las mujeres... Los hombres empiezan a reprimir a pública y privada. En relación con esa legitimidad, ha sido especial-
las muJeres desde que nacen; de una sociedad a otra no varían mente importante la división cismática de las mujeres. que establece
más que los medios. Ordenan que se aborte selectivamente a las un contraste entre la "virtud" y la mujer corrupta o caída. La mujer caí-
recién nacidas, hacen que las niñas pequeñas sean abandonadas da) en los sistemas patnarcales premodernos, se refería no sólo a Una
mal alimentadas, sufrnn mutilación genital, violación o abusos ... EÍ
clima d_eviolencia contra las mujeres perjudica a todas. Ser mujer
es cammar por el mundo con temor... Las mujeres tienen miedo 5 Marilyn French, The War Against Women, pág. 200.
en un mundo en el que casi la mitad de la población asume el pa- 6 Jbíd., pág. 198.

244 245
categoría de personas -prostitutas, amantes, cortesanas- que se en- entre grupos familiares solían tener su origen en la defensa del honor
contraban fuera de los límites de la vida familiar normal. Pasar a ser o el intento de comprometerlo; pero, incluso cuando había una parti-
una mujer "caída" era una desgracia que podía suceder a cualquiera cipación directa de las mujeres, los objetivos de la respuesta hostil so-
si no se atenía a los códigos de la virtud y la conducta adecuada. lían ser hombresª.
,.Enlas culturas premodernas, las mujeres mantuvieron el patriar- Lo que ha ocurrido hoy es que el sistema de la violencia se ha
cado tanto como los hombres: ellas ejercían también sus propias san- desmoronado, o se está desmoronando, a escala mundial. Los proce-
~º dones contra las transgresoras. Pero, en lo que respecta al control de sos de pacificación interna en casi todos los países desarrollados
,'l,,r...t , Íos medios de violencia, eran los hombres quienes lo tenían en sus desplazaron hace tiempo a las luchas entre clanes, pero los restos de
,'_.r-"'lJ\, iñañOS~-z:omo último recurso, la violencia fue un mecanismo de sán- los fundamentos morales del patriarcado se modificaron en los si-
~~'fi~ ción 2tl.e2der ]fu eJLcaz_en el patriarcado como en otros sistemas. glos XVIII y XIX. En pocas palabras, la legitimidad del patriarcado pasó
a depender de reiterar la distinción entre la mujer virtuosa y la ra-
,' Kate Mi!lc;,.l!Jofia resumido muy bien: "No estamos acosrumbrados a
relacionar el patriarcado con la fuerza. Su sistema de socialización es mera: la segunda, sometida a las sanciones del estado, la primera, re-
1:1 ~ tan perfect_o,la aceptación general de sus valores es tan completa, tan forzada por las estructuras específicas, legales y morales, de la "fami-
0
e' ,,s largo y universal ha sido su predominio en la sociedad humana que lia normal". La sexualidad masculina volvió a hacerse tradicional y a
t:.,tv no parece necesitar la violencia para su implantación." No obst'ante, ser algo que podía "darse por supuesto", mientras que la sexualidad
femenina, en gran parte, se vio controlada y sometida a una mirada
V,.. a?ade, sigu~ó "contando con el uso de la fuerza ... en casos de urgen-
cia y como mstrumento constante de intimidación"7. examinadora y se convirtió en el "continente oscuro", que pasó a ser
No obstante, es preciso añadir una salvedad a la opinión de Mi- problema con las primeras agitaciones de afirmación de los derechos
llett. a violencia que empleaban los hombres para vigilar el patriar- de las mujeres independientes.
~do no_esta a ·rigiaa principalmente contra las mujeres. En muchas La incornoración a gran escala de las muieres al mercado de tra-
sociedades, incluidas las de la Europa premodema, las mujeres han ~o, junto a la democratización universal y la transformación 12erma-
sido enseres para los hombres y, sin duda, se las ha tratado con la nente de las formas familiares, han alterado radicalmente el com12ro-
misma violencia despreocupada que podría suscitar un simple objeto
que se posee. Pero el respeto, e incluso el amor, pueden ser formas
IJ2:iSode "tradición en la modernidad" gue caracterizó a ·la moderni
zació_n sencilla. ,El 12atriars~do n_,:,~
ouede va defenderse mediante
a'
de dominación mucho más poderosas que el vivo empleo de la la violencia dirigida por unos hombres contra otros. Los hombres 6~
fuerza. Los hombres han tratado a las mujeres ("virtuosas"), segura- Co::]eberfamos q'.~cir,___a!gury.~hombres) acuden dírectamente a la
mente en la mayoría de las ocasiones, con aprobación y estima mo- violencia contra las mujE:rescomo medio de aeuntalar los sistemas de
ral. La violencia empleada para sostener el patriarcado era principal- poCer patriarcal en trance de desintegración v es en ese sentido en el
mente de los hombres contra otros hombres. Sobre todo en el caso g,ue _ñoyse pueae Fiáhlar de guerra contra las muieres. No se trata de
de la violencia organizada o semiorganizada. una expresión ·de los sistemas p~tna~cales tradicionales sino 1 eor el
Las imágenes hostiles de las mujeres y los malos tratos físicos contrario, una reacción a su disolucióil oarcial.
-por ejemplo, los castigos infligidos a las brujas- eran importantes ~age __
de_(lis=ha_
vío_l_en5ia,_,_p_u~p,_
proc:ede de un sistema en
mecanismos de sanción contra la mala conducta femenina. Sin em- ~e¡_ surge cle,lhfSh2. de gue el desafío femenino al eatriarcado ha
,, bargo, la violencia del hombre contra el hombre integraba la defensa tenido u~--~ª~~!9. .P~lr~i~LSus triunfos han Qrovocado reacciones vio-
~e-'
,,;!' de 1 patriarcado con la de otras formas de orden. En muchas socieda- k_.Qffis;
pero también han sacado a la luz muchas cosas que antes esta-
des premodemas, el honor de un hombre dependía directamente del ban ocultas, ~ ~han puesto en tela de juicio gran parte de lo que abar-
' 1,,, honor de su familia, que tenía la obligación de defender frente a las caba la trad1c1on9 .
Desde el punto de vista del realismo utópico, la superación de la
amenazas, cualquiera que fuera el origen de éstas. La reputación de
~na ~amilia podía verse manchada de diversas formas, pero siempre violencia masculina contra las mujeres depende de los cambios es-
mcluia, desde luego, la virtud de sus miembros femeninos. Las luchas
8 Sylvana Tomaselli y Roy Porter, Rape, Oxford, Blackwell, 1986.
7 9 Uno de los mejores estudios sobre estos problemas es el de ,Lynne Segal S[Qw
Kate Millett, Sexual Pótitics, Garden City, Doubleday, 19701 págs. 44-45. {Trad.
esp.: PoÍitica sexual, MailiiO;-c:ateara:·1995J·----------·--~--------'--.---
-,__~ __ ._~~~-~~---- Mqtion Londres. Vírago. 1990, cap. 5.

246 247
tructurales que afectan actualmente al trabajo, la familia y el estado, mostrado que el patriarcado ha estado profundamente arraigado du-
así como las posibilidades que ofrecen dichos cambios, junto a la ex- rante miles de años; sería sorprendente que pudiera resultar vencido
pansión de la democracia dialogante. La virilidad y la feminidad son en unas cuantas décadas.
hoy identidades y conjuntos de comporlariiTenro··¡;ii proceso de re- Las mujeres han obtenido diversos derechos legales que no te-
$\,. construcció1:, La igualdad creci~nte entre los sexos resulta paradojica nían antes, y están más representadas en casi todas las áreas profesio-
;:\,~é~
\ para ~l__-~~'?H)_U_f:t_9c_c9~
__
l~_~S:<?J!lU_~~9.3:ª---~-'?C_~~!
si no va acompañada de nales, incluidos los niveles superiores. Las tasas de desempleo de los
~mbios estructurales_ que promuevan la democratización y nuevas hombres han aumentado más que las de las mujeres, y la "feminiza-
fo~as ~-~ ~~hdaridad social, y si no se produce una mutua reordena- ción" de ciertas carreras masculinas está sometiendo a revisión los
cmn_emoc10na_l_d_e Jo.~
sexos. Los movimientos masculinos que se han viejos modelos de trabajo asociados al productivismo. La equipara-
desarrollado hasta ahora son de distintos tipos, y algunos de ellos ción en el ejercicio de la paternidad --con las disposiciones socioe-
pretenden reafirmar formas patriarcales de masculinidad. No obstan- conómicas que podrían permitirla- puede ser aún utópica, pero
te, en la medida en que tales movimientos contemplan la destradicio- ahora tiene algo más que visos de realismo 10 .
nalización de la virilidad en sus diversas formas y actúan a partir de La violencia de los hombres contra las mujeres podría disminuir
ella, pueden constituir una influencia importante que impulse esa si estos factores continúan progresando y, al mismo tiempo, se pro-
reordenación emocional. Aunque su influjo, hasta ahora, es mínimo ponen nuevas formas de identidad sexual. Como ha observado Lynne
en comparación con el del movimiento feminista, resulta lógico con- Sega!,
siderarlos el equivalente funcional de los movimientos pacifistas,
dado que intentan dar fin a la guerra no declarada de los hombres La subversión consciente del poder masculino ... es, en pa1te,
contra las mu·eres. obra de quienes recorren la ruta lenta y tortuosa empreildida por
las organizaciones de masas y los partidos políticos reformistas
""'S La transformación de lo masculino y lo femenino o, más bien,
comprometidos con la igualdad entre los sexos. También es obra
te~t'l\t,,t.i~~yltipl~~._f'?-92!~:5..L.!:i.~~-c!~.c:Ias
_del pasado 1 dependerán esencial- de quienes se dedican a los esfuerzos y giros más erráticos y radi-
.V4~~!,.' men~e de_ ~as~---5l~~~~!l~2-se c~ee una sociedad postmilitar y qué cales del volátil camino de la política sexual interpersonal, a me-
od~"'j'I
{ ~º°'-ª~~4\=!}~_1.::i_~.-i?~°'Q.~JIY.~n
.0~1caracter cambiante del trabajo, la fami- dida que las feministas, las lesbianas y los hombres homosexuales
j,,,\',"' ha_y_]a"s__relac1011,'c~sexuales. Indudablemente, el carácter masculino y antisexistas modifican y viven sus nuevas versiones de lo que es
haestad'? yinculado al papel central del trabajo -como empleo per- ser un "hombre" o una "mujer". Finalmente es también, como siem-
manente_ y_Oe Cfealcaqó'! cqmpleta- en las sociedades modernas. pre han predicado y, a menudo, practicado las feministas, una
O, mejor dicho, se ha vinculado a las intersecciones entre trabajo, fa-, cuestión de subversión cultural, el trabajo creativo de remodelar
milia y sexualidad. Porque el compromiso con el trabajo de plena de- las vidas y las experiencias de las mujeres y descentrar la posición
androcéntrica de los hombres en todos los terrenos existentes.
dicación en el mercado de trabajo remunerado no era sólo un fenó- Aunque puede ser difícil de percibir, estas rutas se cruzan. Las lu-
meno económico, sino emocional. Los compromisos masculinos en chas interpersonales para transformar a los hombres, los intentos
1a esfera pública promovieron, en las vidas de los hombres, una divi- masculinos de modificar sus concepciones sobre lo que es ser
sión de tipo distinto a la de la experiencia de las mujeres. Los hom- hombre, se encuentran siempre y frecuentemente chocan con otras
bres, o muchos hombres, en diferentes clases y categorías, se aparta- relaciones de poder ... No es tan difícil imaginar un mundo libre
ron de la fuente emocional de sus vidas: los orígenes del fenómeno, del miedo a que haya demasiado poco trabajo para los hombres y
hoy bien conocido, de la "inexpresividad emotiva masculina". En ge- demasiado para las mujeres ... También es fácil prever un mundo
neral, dejaron que las mujeres se ocuparan de esas áreas en su cali- libre de temores sobre la violencia interpersonal, la violación y los
dad de "especialistas en el amor'". abusos sexuales a los niños que, en sus formas más corrientes y
peligrosas, son actos violentos cometidos por hombres ...11
El hecho de que los escalones superiores en la mayoria de las
profesiones sigan ocupados por hombres, mientras que éstos cum-
plen todavía un papel mucho menor en el cuidado de los hijos que
las mujeres, se suele juzgar motivo de desesperación. Sin embargo, JO Jon Gershuny, "Change in the domestíc division of labour. in. the UK",. en Nick
Abercrombie y Alan \Xtarde, Social Change in Contempormy Britam, Cambndge, Po-
¿es extraño que las cosas no hayan cambiado en la medida que espe-
lity. 1992
raba la mayoriá de las pensadoras feministas' Ellas mismas han de- 11 Sega!, SlowMotion, págs. 308,317.

248 249
Un crítico podría decir que son fáciles de prever pero difíciles de estados pueden incrementar las _oj_)ortunidades de enfrentamientos
poner en práctica: ¿cómo puede relacionarse el combate frente a la militares _ruionales. sobre todo cu~ndo diversos tipos, de fundamen-
v~?lencia masculina contra las mujeres con otras formas de pacifica- talismos pueden contribuir a agudizar las d1ferenc1as etnicas o cultu-
c10n?Como ya se ha mencionado, existe una conexión clara en el de- rales existentes. .
clive del militarismo. La violencia masculina no es lo mismo que la ¿En g~~-soIJ:di<_;:Lon~§
...QYe~envivir juntos los miem~ro? de d1fe-
guerra, desde luego, pero hay elementos comunes a ambas. En época rente2_Kl:'UP0S_ é~.Q~~QW11}Udades culturales, y en que circunst~n-
de guerra es frecuente que se cometan violaciones en masa; en el cias es prob,<1~bJ!';,Ella!~
la.'L1:\'laci9nesentre dios se transformen e_nvio-
sentido contrario, las actitudes aventureras que se dan en algunos de lencia? La pregunta es amplia, una vez mas, y no voy a tratar mas que
los que se incorporan a las fuerzas armadas parecen unidas empírica- alguOOt aspectos. No existe prácticamente ninguna~ s~ciedad en el
mente a una tendencia al comportamiento violento respecto a las mu- mundo donde la igualdad entre los diversos grupos etmcos sea com-
jeres12. pleta. La división étnica, y algunos otros tipos de dif~rencias, como las
Más importantes son, seguramente, las relaciones potenciales en religiosas, suelen ser también diferencias de categor1a. Las desigualda-
el otro extremo. La creación de una democracia de las emociones des asociadas a la etnicidad constituyen frecuentemente fuentes de
como he intentado demostrar anteriormente, tiene repercusiones e~ tensión o mutua hostilidad y, por tanto, contribuyen a fomentar con-
la solidaridad social y el carácter ciudadano. ~a violencia masculina flictos que pueden provocar el desmoronamiento del orden civil_.
, contra las ~!:].j~f~_~,,,.~.
al menos gran parte de ella, puede entenderse Sin embargo, dichas desigualdades son demasiado _comentes
, como un rechazo generalizado al diálogo. ¿No puede verse en ello como para que expliquen los grandes brotes de violencia_.Sm mten~r
luna teoría cla~sewitziana de las relaciones interpersonales? Cuando analizar hasta qué punto son, o no, comunes tales conflictos, m cu~-
! les son sus orígenes esenciales, desearía examinar tres clases de c1~
. cesa el diálogo, empieza la violencia. Pero esa violencia es (en princi-
pio) tan arcaica en el terreno personal como el teorema de Clause- cunstancias que podrían influir en su inhibición o contención. La n
es
l witz en el terreno público. mera a posi e in uencia de la democracia dialo?~nte¡ la segunda)
la Qposición al fundamentalismo; la tercera, el domm10_de lo qu_ede
nominaré las espirales degeneradas de la comunicac1on emocional_.
VIOLENCIA> DIFERENCIA ÉTNICA Y DIFERENCIA CULTURAL Todas ellas se"'"relacionancon, o se basan en ideas abordadas en otras
partes de este libro. , .
Mientras escribía estas líneas, se instauraba un tenue diálogo en- Desde un punto de vista analítico, no hay más que 1:1~ numer~ li-
tre· las partes en conflicto en Israel y Bosnia; los conflictos armados en mitado de maneras de coexistencia entre culturas o etmc1dades dife-
Somalia, Angola, Afganistán y otros lugares parecen destinados a con- rentes. Una es la segmentación) mediante la separación geográfica o
tinuar. El retroceso de la violencia contra las mujeres hacia tales en- el aislamiento geográfico. Sin embargo) son escasos los grupos o na-
frentamientos militares puede parecer tan heterodoxo como el nexo ciones capaces de mantener una clara separación de los demás hoy
desarrollado con los procesos generales de pacificación. Pero la co- en día. Las pequeñas comunidades que intentan apartarse del mundo
nexión existe. La guerra en Bosnia, por ejemplo, ha sido escenario de exterior o limitar sus contactos con él acaban, casi siempre, por ser
la violación sistemática de mujeres musulmanas como forma delibe- reabsorbidos en menor o mayor medida, como ocurrió, por ejemplo,
rada de humillarlas y, de acuerdo con las declaraciones de los impli- con la gran mayoría de las comunas de los años 60. Los estados que
cados, de humillar asimismo a los hombres. persiguen el aislamiento, como hicieron en cierto sentido el bloque
Enfrentamientos como los de la antigua Yugoslavia y otras regio- soviético China o Irán, no han podido mantenerlo a largo plazo.
nes podrían ser quizá un residuo del pasado, una limpieza de las lí- Así 'pues como "solución" a los problemas de convivir con los
neas de división y hostilidad. O pueden ser algo mucho más pertur- cho ue~ de v~l;res la se mentación tiene mucha menos im ortancia
bador, la forma que van a asumir las cosas en el futuro. Los mismos e la ue tenía con el nacimiento de un orden cosmopolita universal.
cambios gue ayudan a disminuir la posibilidad de guerras entre los Aunque la retirada completa del universo social se ha he~ho difícil,
desde luego pueden mantenerse varias formas de separacion de gru-
pos y diferenciación nacional. Los grupos pueden I_l1ª1:1t.enerse aisla-
12 Diana._Scully, Undet-stt:-ntf-i:!/!,.J!!!.~'!:..Cl.!
Violence,Londres, Unwin Hyman, 1990. dos y la segregación física no ha perdido todo su S1gmfacado.En las

251
250
ciudades, por ejemplo, es frecuente que distintos grupos étnicos ocu- blemente esencial para el cosmopolitismo civil en un mundo de ~,.,,
pen barrios diferentes y no mantengan sino contactos muy limitados diversidaci cultural rutinaria. La aíferencia :Q1t~deser un .medio pa;:a 0 i,
~
entre sL La separación geofísica es un medio de organizar la estratifi- la fusión de horizontes; sin embargo, algo que es potencialmente un r--\i. ~~.fl

cación de los grupos étnicos y las clases inferiores. Quienes están en círculo virtuoso puede, en ciertas circunstancias, volverse degene-f•~: ~,:~v
las áreas más pobres pueden carecer de la capacidad de viajar, mien- rado. Mí definición_d5_una espiral ?eg~nerada. de comµpica~ión es 0'${~
tras que los miembros de grupos más acomodados no visitan, nunca qµe, en ella 1 la antipat1a produce ant1pat1a, el odio produce odio.
o casi nunca, los vecindarios más desfavorecidos. Y esta observación nos lleva de nuevo al principio. Porque ¿de
No obstante, dada la tendencia a la diáspora que poseen muchas qué otra manera pueden explicarse los sucesos de Bosnia y los acon- ,l ~
diferenciaciones étnicas y culturales y la penetrante influencia de fos tecimíentos paralelos en otros l~gares? Los fundan:ientali~mos, coi:no ,.,.C:~._,
medios de comunicación, las culturas segmentadas funcionan sólo he explicado anteriormente, estan bordeados de v1olenc1a potencial. t.j\; .}ª.J.
con cierto grado de armonía en un clima cosmopolita. Cuando la seg- En lo~}~.8.?;~~~-5Jondeel fundam~ntaliswo se l)a_c~con el poder, ya ~ci?v~l',
~1acié>n_~to_c!,~h~s.e y la salida se hace difícil, sólo quedan dos op- étnico, nacio?alí~t:, o de sexo, la ame-te ~ i"r·
sea f11-nQ~n:i~nf~E.?"J.!lg_~~~ioso,
ciones~.la_c_o~1:3_nicac_ié>n
o 1_~ coacción y la violencia. J;is.
1;laZa_Q_~ _e$.PiFª!~s__
Q~g~g~~-~9_asde comumcac1on se hace presen:e. ~t~•-t-
.,;-."
Entre la comunicación y la violencia, por tanto, existe una ten- Lo que, en principio, es sencillamente aislacionismo o, quizá, una m- i._v0~·
sión de tipo más agudo que la que había en fases anteriores del desa- sistencia en la pureza de una tradición local, puede convertirse, si las
rrollo social moderno, y ello ocurre no sólo en las sociedades indus- circunstancias contribuyen a ello, en un círculo vicioso de animosi-
trializadas sino en todo el mundo. En dicha situación, la democracia dad y virulencia. Bosnia se encuentra en una línea histórica que di-
dialogante, con o sin otras instituciones democráticas más ortodoxas vide la Europa cristiana de la civilización islámica. Pero la referencia a
se convierte en un instrumento fundamental para contener o disolve;· viejas hostilidades no puede ofrecer, por sí sola, una explicación sufi-
la violencia. No es_~iC~V§_\mLcoriexión directa entre la violencia ciente del conflicto yugoslavo. Dichas hostilidades, reflejadas en el
masculína contralasJ111JjereAenJa,._yidas[aria y la violencia entre g.r.u.-- presente, proporcionan el contexto; una vez que el conflicto ha co-
gos subnacionajes. menzado, y el odio empieza a producir odio, quienes antes eran bue-
~,'if-••- La dif<"cr!'l'f1ª,:-:-la difer~nciaentre los sexos, las diferencias de nos vecinos pueden terminar siendo los más amargos enemigos.
ce' conducta opersonalic;ladJas,. Qiferencias étnicas o culturales- puede
i. (!t. m_ny~rtirse en instIJJITLento tj.e_hps_tiljdad_i...pero
puede ser también una
~i"' forn,].~_de_ crear cqmpL~-n~-2!1.LfilffiR4tíamutua. Es la "fusión de hori-
f1 1 zontes" de Gadamer, que puede expresarse como "círculo virtuoso".
Mf'Ji:i? Compr_ender el punto de vista del otro permite comprenderse mejor a
uno mismo, lo que, a su vez, mejora la comunicación con el otro. En
el caso de la violencia masculina contra las mujeres, está bien claro
que el diálogo puede disipar el "teorema de Clausewitz". Es decir, los
individuos violentos se hacen menos violentos -también en otras
•wi áreas de sus vidas- si logran desarrollar un círculo virtuoso de co-
municación con otra u otras personas importantes para ellos.
1
\ ..,.,t.' El diálogo tiene gran poder como sustitutivo de la violencia, pese
J"' a gue_la r.elacióp entre ambos, en la práctica, es verdaderamente com
· pleja. En numerosas circunstancias, la palabra puede P.rovocar hostili-
dad y la posibilidad de violencia, en vez de servir para acabar con
ellas. En diversas situaciones, la negativa a comprometerse con el·
otro va unida a sistemas de poder coactivo, como ocurre con el fenó-
meno contrario la ausencia de voz. El avance de la democracia dialo-
ga_nte depende C?.._~.2!~!.PPre de procesos correlativos de transforma-
ción socioeconómica. Con todo,.la___democracia_dialogante es proba-

252 253
CAPÍTULO X

Cuestiones de medios y valores

Como conclusión, voy a reagrupar algunos de los temas del pre-


sente estudio. Los programas actuales de política radical, he argu-
mentado, deben basarse en una combinación de política de la vida y
política generativa. Las cuestiones de política vital adquieren impor-
tancia como consecuencia de la influencia conjunta de la universali-
zación y la destradicionalización, procesos que poseen una fuerte
connotación occidental, pero que afectan a sociedades de todo el
mundo. Los programas políticos deben ser generativos, en la medida
en que la reflexividad social se convierte en el vínculo entre los otros
dos tipos de influencias. La política de la vida se centra en el pro-
blema de cómo vamos a vivir tras el fin de la naturaleza y el fin de la
tradición. Esta pregunta es "política" en el amplio sentido de que sig-
nifica decidir entre diferentes pretensiones de vida, pero también en
el sentido, más estricto, de que penetra profundamente en áreas orto-
doxas de actividad política.
Desde una perspectiva de conjunto, un marco de política radi-
cal se desarrolla con un perfil de realismo utópico y en relación con
las cuatro dimensiones globales de la modernidad. Combatir la po-
breza, absoluta o relativa; reparar la degradación del medio am-
biente; oponerse al poder arbitrario; reducir el papel de la fuerza
y la violencia en la vida social: éstos son los contextos que rigen el
realismo utópico.
Tanto visto en la situación de las sociedades industrializadas
como no, intentar vencer la pobreza significa, de acuerdo con lo que
he sugerido, adoptar un modelo generativo de igualdad. La idea dé la
igualdad generativa está estrechamente relacionada con el diagnós-
tico que he ofrecido sobre la crisis ecológica. No pretendo afirmar
que los programas elaborados para reducir las desigualdades sean

255
siempre compatibles con los objetivos ecologistas. Desde luego, La pregunta más importante que es preciso plantear y responder
no siempre lo son; y lo mismo ocurre con las relaciones entre las de- aquí no es "¿cuánta regulación y cuánto mercado?". Es "¿cómo puede
más dimensiones. Pero la crisis ecológica, tal como yo la interpreto separarse la productividad del productivismo'" El capitalismo no es
aquí, es esencialmente una crisis de contenido moral en un mundo monolítico y las condiciones de productividad, sobre todo cuando se
que se ha hecho cosmopolita. "Salvar el medio ambiente" parece un utiliza el término en sentido amplio, hacen caso omiso de las divisio-
objetivo bastante fácil de formular, pero, de hecho, no es más que nes anteriores entre la "producción socialízada" y las fuerzas del mer-
una forma de disimular el problema de cómo hacer frente a la doble cado. Un orden post-escasez consideraría los mercados como indica-
desaparición de la tradición y la naturaleza. "El medio ambiente" ya dores, pero no aceptaría el teorema de que todo tiene un precio. Su
no es la naturaleza; y las tradiciones deben decidirse, en vez de darse fuerza impulsora no es la restricción de las fuerzas de mercado por
por descontadas. parte de organismos centralizados, sino el estímulo generativo de una
La noción de un orden post-escasez, como ideal de orientación, modificación del modo de vida.
y la Crítica del productivismo surgen debido a tales preocupaciones: En todo esto, puede parecer que el utopismo tiene más peso que
Un sistema post-escasez no significa que el desarrollo económico se el realismo, pero no creo que sea así. Un orden post-escasez parece
detenga. Se trata de un sistema, dicho sencillamente, en el que ya no lejano, incluso una fantasía, en el contexto de una economía mundial
rige el productivismo. Mi definición del productivismo es un espíritu capitalista en continua expansión. Sin embargo, en ciertos aspectos,
en el que el trabajo es autónomo y los mecanismos de desarrollo eco- sobre todo en las sociedades industrializadas, ya vivimos en ese or-
nómico sustituyen al crecimiento personal, el objetivo de vivir una den y existen influencias poderosas que nos empujan aún más en esa
vida feliz en armonía con los demás. Ése es el contexto en el que una dirección. No es probable que haya una revuelta general contra el
evaluación crítica de las instituciones de bienestar en las sociedades consumismo, ni que se detengan los procesos de crecimiento econó-
occidentales puede aprender de las solidaridades y la ética de vida mico. Pero abundan los ejemplos de fenómenos post-escasez. El dos
del sector informaL No es un enfoque que niegue, en absoluto, los o tres por cien de la población en los países occidentales puede pro-
problemas de los desvalidos o la desmoralización que puede provo- ducir muchos más alimentos de los que es capaz de consumir. Hoy
car la pobreza. No obstante, para superar el productivismo, los ricos en día, el trabajo de distribución ha adquirido la misma importancia
tienen mucho que aprender de los pobres, y esta situación es un fac- que el de producción. Los aspectos destructivos del crecimiento eco-
tor que incrementa la posibilidad de un pacto vital que fomente la nómico ilimitado son tan omnipresentes y visibles que ningún estado
igualdad generativa. ni corporación industrial puede ignorarlos. Las mujeres presionan a
El productívismo está cercano al capitalismo, y es importante los hombres, en todas partes, para que haya una división del trabajo
preguntar hasta qué punto el marco de política radical aquí represen- distinta, entre el empleo remunerado y las tareas del hogar; la lista es
tado continúa la larga animosidad de la izquierda hacia la empresa muy larga.
capitalista. ¿Qué debe salvarse de las críticas socialistas al capitalismo, Podría parecer que un industrialismo cada vez mayor aplasta
y qué desecharse' todo en su avance, especialmente a medida que los países del Tercer
En mi opinión, varios de los ideales básicos asociados con el so- Mundo logran emprender su desarrollo económico. Por otro lado, en
cialismo siguen siendo tan convincentes como siempre, pero un en- todo el mundo existe la conciencia de la futilidad de unos métodos
frentamiento crítico con el productivismo debe adoptar un enfoque de desarrollo que se perjudican a sí mismos y destruyen sus propios
bastante distinto del pensamiento socialista. Su principal objetivo es medios de reproducción. Pasos para alejarse del productivismo como
la superación de las tendencias compulsivas, tanto en relación con la los mencionados anteriormente son manifestaciones de la crisis me-
autonomía del trabajo como en otras áreas de la vida social; y su meta dioambiental y, al mismo tiempo, una respuesta directa a ella. Del
positiva es la expansión de la felicidad humana. Al integrarse con el mismo modo, los procesos de democratización se ven estimulados,
concepto de igualdad generativa, la crítica del productivismo se apo- aunque sea de forma complicada y paradójica, por el florecimiento
ya en el conservadurismo filosófico para sugerir una recuperación de de la reflexividad social; y, como he intentado demostrar, se relacio-
las preocupaciones morales suprimidas. Más en concreto, presupone nan estrechamente con la lucha contra la violencia.
la elaboración de una serie de pactos sociales, entre ricos y pobres Hasta ahora no me he ocupado del problema de los medios.
pero también, especialmente, entre ambos sexos. ¿Cómo puede conectarse la teoría con la práctica? Cuando el radica-

256 257
lismo solía significar socialismo) había una relación clara entre ambas. sión de la historia sígnifica más transparencia en las acciones y, por
~l ?ensa_mie1;1tos'?cialista, sobre todo en la versión de Marx, diagnos- consiguiente, mayor dominio de éstas.
tico las 1rrac1onaltdades de la historia, pero mostró que ésta poseía Pero ¿sigue guardando el radicalismo alguna relación con las di-
sus propios medios para vencerlas. Si la idea de Marx sobre la socie- visiones ortodoxas entre izquierda y derecha? Y ¿qué valores deben
dad futura, sin clases, no fue nunca especialmente coherente su des- regir una teoría crítica de la modernidad tardía? ¿Cómo pueden justifi-
cripción del papel del proletariado revolucionario era irresi~tible· el carse esos valores en un mundo cosmopolita que parece, casi por de-
"enigma de la historia" se resolvía mediante las acciones de la cl~se finición, permanecer ajeno a todo valor universal?
oprimida. El socialismo, sobre todo en su forma marxista; invocaba Preguntas difíciles; o, al menos, lo parecen. Pero tal vez no sean
un providencialismo muy arraigado en la cultura europea. La historia tan desconcertantes o enigmáticas como muchos pueden creer. El
nos pl~ntea problem~s,. expresados en contradicciones sociales; pero abandono del providencialismo tiene sus ventajas. Si la historia no
esas _mismas contrad1cc1ones ofrecen la promesa de una síntesis más tiene una dirección necesaria, no es preciso buscar a agentes privile-
elevada que nos lleva hacia adelante. giados que sean capaces de "llevar a cabo" sus posibilidades internas.
Hoy debemos romper con el providencialismo, se presente Tener una concepción radical no significa obligatoriamente tener una
como se presente. No nos sirve la idea de que el capital_ismoestá car- concepción "progresista" ni estar en la "vanguardia" del cambio. Los
g:,~o de socialismo: No nos sirve la idea de que existe Un agente his- movimientos sociales cumplen una función esencial en la política ra-
tonco --el proletariado o cualquier otro- que, de forma más o me- dical, no sólo por lo que intentan lograr, sino porque dan publicidad
nos automática, va a acudir en nuestro rescate. No nos sirve la idea a lo que, en caso contrario, habría podido pasar inadvertido. No obs-
de que la "historia" tiene necesariamente una dirección. Debemos tante, sería erróneo dar a los movimientos sociales, incluso a los gru-
aceptar el riesgo por el riesgo, incluyendo los riesgos de grandes con- pos de apoyo, demasiada importancia como encargados de ejecutar
secuencias con mayor potencial cataclísmico; debemos aceptar que los programas radicales. La verdad es que ningún grupo tiene el mo-
no puede volverse del riesgo fabricado al riesgo externo. nopolio del pensamiento o la acción radical en un universo social
Matx tenía razón al criticar el pensamiento utópico aislado de post-tradicional. La tesis de que son, sobre todo, los desfavorecidos
toda descripción sustancial de las posibilidades históricas inmanen- quienes hacen la historia -la versión socialista de la dialéctica entre
tes. Pero sólo pudo rechazar el utopismo in toto sobre la base de una amo y esclavo-- es seductora, pero falsa.
concepción teleológica y providencial del desarrollo social humano. Muchas de las ideas estudiadas en este libro, por ejemplo, con-
A :u. juicio, no relacionar la teoría directamente con la práctica era
utop,co. Algunos autores han sugerido que el declive del socialismo
ciernen a las actividades de partidos que trabajan en el terreno nor-
mal de la política nacional. Existen terrenos que es preciso ocupar,
significa el fin de la utopía, pero yo creo que ocurre lo contrario. La desde la democratización de la democracia y el cultivo de las solidari-
recuperación del carácter contingente de la historia y la importancia dades sociales hasta el control de la violencia. Es probable que los
fu_ndamental del riesgo deja espacio al pensamiento utópico para- ocupen diferentes partidos, pero hay muchas oportunidades para que
do¡,co. los partidos de la izquierda renueven sus doctrinas, sobre todo
. El realismo utópico que defiendo constituye el perfil caracterís- cuando se encuentren ante partidos neoliberales, en lugar de otros de
tico de una teoría crítica sin garantías. "Realismo", porque dicha teo- tendencia más centrista y liberal.
ría crítica, dicha política radical, debe captar procesos sociales autén- Podría preguntarse cómo es posible trascender las divisiones en-
ticos para sug~rir ideas y estrategias con cierta base; "utopismo", por- tre izquierda y derecha, ni siquiera en parte, en un momento en el
que en un universo social cada vez más invadido por la reflexividad, que personas que se llaman explícitamente neofascistas están de nue-
en el que los futuros posibles no sólo se comparan constantemente vo en las calles. ¿No estamos regresando a una especie de época an-
con el presente sino que ayudan activamente a configurarlo, los mo- terior, en la que las emociones atávicas han vuelto a surgir y es pre-
delos de lo que puede ocurrir pueden ejercer una influencia directa ciso~que un progresismo renovado luche, de nuevo, contra el racismo
en lo que llega a ocurrir. Un panorama del realismo utópico reconoce y los sentimientos reaccionarios? ,
que la "historia" no puede "captarse reflexivamente", sin más; pero No lo creo. Dichas luchas son muy reales y, probablemente, ten-
ese reconocimiento reft~erza la lógica del pensamiento utópico, pues- drán una importancia decisiva para el futuro. Pero no deben interpre-
to que ya no nos aferramos a la teoría de que una mayor compren- tarse como una regresión. Por el contrario, pueden interpretarse con

258 259
arreglo a las ideas que he desarrollado en capítulos anteriores. El dos por Nietzsche. Porque ¿acaso no existen muchas verdades sobre
neofasci~mo no :s la versión original del fascismo, por mucho que cómo es el mundo, y sobre cómo debe ser la vida? Y si existen tantas
sus segu1?ores ?1tren con nostalgia al pasado. Es una especie de fun- verdades -tantas como terrenos de acción humana- ¿no depende
damentabsmo, impregnado de un potencial de violencia. todo, en definitiva, del poder? ¿Quizá deberíamos acogernos a
Si1: duda, la diferenciación entre derecha e izquierda ---q_ue1 en Nietzsche y seguir, cada uno, nuestro camino, dejando que el resto
c:1alqmer c_a:o, ~a _sido una distinción controvertida desde el princi- del mundo se pudra?
pio- segmra_ existlendo en el terreno práctico de la política de parti- También podría añadirse que el principio rector de nuestra
dos. Su sigrnf1cado fundamental> al menos en numerosas sociedades época es la duda metódica, que tiene sus raíces intelectuales en la fi-
difiere del que solía tener, _puesto que la derecha neoliberal ha pa'. losofía cartesiana. El principio de que todo es revisable, que no pode-
sado a defender el predomimo de los mercados y la izquierda favo- mos estar seguros, ni siquiera, de nuestras ideas más preciadas, ha re-
rece un aumento del gasto público y la asistencia pública; en la zona sultado ser el rasgo más importante de la propia ciencia; y, al fin y al
e:1tre la derecha ~ l~ izquierda se encuentran varios partidos, a veces cabo, se suponía que la ciencia debía ofrecemos seguridades. ¿No es
vmculados a mov1m1entos sociales. lo mismo, al final, el escepticismo universal que el nihilismo' Su afir-
¿~a distinción entre izquierda y derecha conserva un significado mación parece decir que nada es sagrado, y ésa es la idea a la que se
esencial cuando se aísla del ambiente mundano de la política orto- opone el fundamentalismo en gran parte de la vida social moderna.
do:i::a?~í, pero sólo en un plano muy general. En conjunto, la derecha Tal vez los fundamentalistas tengan razón en algo, después de todo.
esta mas dispuesta ~ tolerar la existencia de desigualdades que la iz- Pero ésa es precisamente la cuestión. Hoy se elogia, a veces, la
qmerda, Y tlende mas a apoyar a los poderosos que a los impotentes. concepción nietzschiana porque permite el reconocimiento del "otro"
Este contraste es real y sigue siendo importante. Pero sería difícil ir -el necesario cosmopolitismo-- que hace posible un mundo multi-
~uc~o más aJlá, o convertirlo en un principio decisivo. Prácticamente nacional. No es así. Lo que provoca, de hecho, es un mundo de múl-
ni1;gun conservador d_efiende actualmente la desigualdad y la jerar- tiples fundamentalismos; un mundo en peligro de desintegración de-
qu~a a la ma1:era del v1e1~conservadurismo. Los neoliberales aceptan bido al choque entre concepciones opuestas del mundo. La duda me-
la importancia de la desigualdad y, hasta cierto punto, consideran tódica no es lo mismo que el escepticismo empírico. Por el contrario,
que es un prmc1p10 impulsor de la eficacia económica. Pero esta pos- representa la vía del diálogo, la justificación mediante el discurso y la
t~r~ .se basa, fundamentalmente, en una teoría sobre la necesaria fle- posibilidad de vivir unos con otros. Tampoco es lo mismo que el
xibilidad de los mercados laborales, no en una justificación de la desi- nihilismo, porque exige la explicación de argumentos (y acciones)
gualdad per se. Desde luego, no es una justificación de principio para con razones a las que los demás pueden responder.
la pobreza, au~que qmza,. en ocasiones, se use ideológicamente Los valores universales que están surgiendo hoy en día -y que
como tal. Ademas, los neohberales han atacado activamente las for- son los mecanismos que impulsan las formas de política radical que
mas tradicionales de privilegio más que los socialistas de última hora· he estudiado en las páginas precedentes- expresan este cosmopoli-
Y entre esas f~rmas ~e privilegio es frecuente que se incluyeran mo~ tismo global y derivan de él. Nos encontramos en un mundo en el
dos de poder mamov1bles. Los conservadores que critican a los neoli- que hay muchos otros; pero también en el que no hay otros. Los ries-
berales lo hacen,. en muchas ocasiones, porque creen que los mode- gos de grandes consecuencias, los "males" posibles de la moderni-
los de mercado libre producen una sociedad excesivamente dividida· dad, entre los que es preciso incluir el choque violento de los funda-
no desean más desigualdad, sino menos. ' mentalismos, revelan el aspecto negativo de esos valores; pero pue-
~ ¿Puede afim:-arse que estén apareciendo ciertos principios éticos, den asimilarse, como he defendido anteriormente, desde un punto de
mas o menos um:~rsales, que tienden a unir todas las perspectivas al vista positivo.
~argen de lo~~d1stmtos fundamentalismos? Creo que sí, pese a que La impredecibilidad, la incertidumbre fabricada, la fragmenta-
di;'ha conclusion contradice las opiniones habituales hoy en día. Po- ción, no son más que una cara de la moneda de un orden universali-
dna parecer que un mundo dominado por las influencias de la uni- zador. En la otra cara están los valores compartidos procedentes de
versalización y la re:flexividad social está fragmentado y contextuali- una situación de interdependencia mundial, organizada a través de la
zado sm remedio. Esa es la opinión del postmodernismo; y es fácil aceptación cosmopolita de la diferencia. En un mundo en el que no
comprender que algunos de sus seguidores se hayan visto tan atraí- hay otros, todos compartimos -por principio-- intereses comunes,

260 261
del mismo modo que afrontamos riesgos comunes. Empíricamente,
son posibles muchas situaciones de desastre: el ascenso de nuevos
totalitarismos) la desintegración de los ecosistemas del mundo, una
sociedad fortaleza de ricos, en lucha permanente con la mayoría po-
bre. Pero en la realidad existen tendencias opuestas a estas situacio-
nes, del mismo modo que hay fuerzas que se oponen al nihilismo
moral. La ética de una sociedad universalizadora y post-tradicional
implica el reconocimiento de la santidad de la vida humana y el dere-
cho universal a la felicidad y la realización, junto a la obligación de
promover la solidaridad cosmopolita y una actitud de respeto hacia
los organismos y entidades que no son humanos, en el presente y en
el futuro. Lejos de ver la desaparición de los valores universales, ésta
es quizá la primera ocasión, en la historia de la humanidad, en la que
dichos valores tienen una verdadera posibilidad de salir adelante.

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