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NOMBRE: Dayana
Para que las relaciones humanas sean adecuadas, es decir, que se pueda
armonizar el comportamiento cotidiano con los demás, es necesario que se
tome muy en cuenta al ser humano y sus valores.
Desde el punto de vista individual una persona difiere de otra, porque cada
quien le da distinto valor a lo que hace, al trato y participación que se le da.
No obstante, en mayor o menos medida, todas las personas comparten las
siguientes aspiraciones:
Aunque no todas las personas dan el mismo valor a cada uno de los
aspectos antes mencionados, si lo tendrán siempre presentes en mayor o
menor grado, ya sea porque lo practiquen o lo violen. Por otro lado, como
las relaciones humanas son un dar y recibir, cuando se exige de los gerentes
o supervisores ciertas condiciones de trabajo, ellos, por su parte, tienen
también las siguientes aspiraciones con respecto al subalterno:
1) Económico.
2) Psicológico.
3) Social.
Principios generales
Basadas en las condiciones netamente humanas, se pueden enriquecer
relaciones interpersonales, poniendo en práctica los siguientes principios
generales:
En estos siete principios están implícitos unos ocho factores que serán
descritos y analizados en extenso, presentados en capítulos específicos y
que se enuncian a continuación:
Conocimiento del yo
La personalidad
La seguridad personal
La comunicación
La retroalimentación
La motivación
El conflicto y la frustración
La autoridad
A todos los humanos les complace tener relaciones armoniosas con amigos,
compañeros de trabajo o vecinos, entonces trate de ser ese amigo que todo
el mundo quiere tener, ese compañero de trabajo que todos prefieren para
trabajar y ese vecino que todos extrañan cuando se mudan. Fomente unas
relaciones adecuadas y disfrutara más y mejor la vida.
Tipos de autoestima
Estas personas:
Se aíslan.
Tienden a ser calladas y huidizas.
Muestran dificultad de integración al grupo de trabajo.
Son personas de poca decisión.
Son conformistas con su situación aunque pocas veces se quejan.
Le desfavorece que:
El ser humano vive en una constante interacción, solo no interactúa con sus
semejantes mientras duermen. En la actualidad, a esta actividad del sueño
es a la que se le dedica menos tiempo, el resto del tiempo transcurre en
estrecha relación con los compañeros de trabajos, parientes, vecinos,
amigos y relacionados. Esto se ha convertido en una norma universal, ya
que en todas partes del mundo hombres y mujeres se dedican a las más
diversas actividades productivas, desde las más simples como vender
frutas, hasta las más sofisticadas y complejas como las labores científicas.