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Tarea 2

- Elabore una descripción sobre la evolución de las plantas.


Primeras plantas terrestres (embriofitas).
Se cree que el inicio de toda la flora existente, fue que evolucionaron desde algún tipo de alga,
aunque, por definición, las algas son plantas sin arquegonios. De todas las especies de algas
conocidas, sólo unas cuantas asignadas al orden Coleochaetales comparten la mayor parte de
características biológicas con las 250.000 especies de embriófitas existentes.
Es posible que las primeras células eucariotas de las plantas verdes evolucionaran de las
procariotas (bacterias). La llamada “teoría endosimbiótica” o simbiogénesis propone que las
bacterias que realizaban fotosíntesis fueron consumidas mediante endocitosis por células
eucariotas y de esta manera se originaron las primeras células vegetales.
Las plantas terrestres (Embryophyta) aparecieron como descendientes de algas verdes
multicelulares de agua dulce (de Charophyta), y al poblar la tierra marcaron el hito más
importante de la evolución y la diversidad biológica terrestre.
Evolutivamente se produjeron varios cambios, especialmente a nivel reproductivo. Aparece
la alternancia de generaciones, es decir, de un ancestro haploide, se origina un ciclo de vida
haplo-diploide. El alga haploide se convierte en el gametófito multicelular (fase dominante,
como todavía hoy se puede apreciar en las briofitas) y para la fase diploide aparece
el esporófito multicelular, el cual pasa primero por una etapa de embrión (de ahí el nombre
Embryophyta), que se caracteriza por estar protegido por el gametofito donde se produjo la
ovocélula, y donde se nutre a través de un tejido de transferencia llamado placenta. El huevo,
y después de la fecundación, el embrión, están protegidos por una estructura multicelular del
gametofito llamada arquegonio. Los anterozoides (esperma) provienen de una estructura
multicelular del gametofito: el anteridio.
Para adaptarse a un medio fuera del agua, las embriofitas desarrollaron respuestas a la
desecación como la cutícula que protege al esporófito y de la esporopolenina que forma una
gruesa pared en la espora. Como protección contra la radiación ultravioleta, que es más
intensa fuera del agua, se desarrollaron los flavonoides.
El contacto con el aire se logra a través de pequeños poros en la epidermis llamados  estomas.
Para sobrellevar la alta concentración de oxígeno atmosférico (mucho más alta que en el
agua), ya que demasiado oxígeno inhibe la fijación de dióxido de carbono, el metabolismo
incluye un sistema de oxidación del glicolato (fotorrespiración).
Las briofitas o briófitos (Bryophyta sensu lato) constituyen el primer grupo de plantas
terrestres que se diversificó y aún hoy son las plantas más diversas después de las
angiospermas. Las briofitas son un grupo coherente pero parafilético, y está compuesto a su
vez por tres clados: hepáticas, musgos y antoceros, los cuales se caracterizan por tener
sencillez estructural, esporófito monosporangiado muy simple y siempre unido al gametofito.
Al igual que las demás plantas terrestres, hay clara diferenciación histológica, y aunque se
considera que son plantas no vasculares, en realidad es frecuente encontrar un incipiente
sistema conductor de los nutrientes, así como tejidos aislantes y de sostén.
Previamente al desarrollo del tejido vascular, se desarrolló la ramificación de
los esporangios en el clado llamado Polysporangiophyta. Esto implica que hubo algunos grupos
de plantas de desarrollo intermedio entre las briofitas y las traqueofitas, que han sido
denominadas protraqueofitas como Aglaophyton, Caia, Horneophyton y Tortilicaulis.
Las plantas con semillas (Spermatophyta) provienen de plantas
leñosas llamadas progimnospermas, las cuales evolucionaron la semilla como un medio de
propagación en el Devónico Superior. La adquisición de semillas representó la cúspide de la
adaptación al medio terrestre en el reino vegetal, ya no solo predominó el esporófito , sino
que el gametófito se ha reducido hasta llegar a ser una estructura dependiente encerrada en
el arquegonio del esporófito. Los anterozoides de las plantas anteriores (frecuentemente
flagelados), fueron sustituidos por el proceso de polinización, la cual fue lo que permitió que
las plantas se independizaran del agua como vehículo de fecundación. Asimismo, el cigoto y el
embrión en desarrollo (que se convertirá en el nuevo esporófito) dejaron de depender del
agua, pues la semilla aloja al embrión dentro de una cubierta dura y protectora.

Las angiospermas aparecen mucho después, iniciando el Cretácico, como descendientes de


plantas con flores del clado Anthophyta. Constituyen actualmente la forma de vida vegetal
dominante y su éxito evolutivo está principalmente en el desarrollo de flores y frutos. La flor es
un vehículo efectivo de la polinización debido al color, olor y néctar atractivos a insectos y
otros animales, por lo que no dependen del viento, el cual es débil en los climas tropicales.
Igualmente el fruto es un atractivo para los animales que contribuirán en la dispersión de las
semillas.

- Menciones usted el fundamento de la propagación in vitro


El cultivo in vitro se basa en el principio de la totipotencia, el cual establece que las células
son autosuficientes y que en principio tienen la capacidad de regenerar una planta
completa. Las células de las plantas que se encuentran ya diferenciadas están
determinadas y normalmente no se dividen. La división y desdifenciación de estas células
puede inducirse si se colocan porciones de tejido (explantes) en un medio de cultivo
adecuado que contenga los nutrientes y los aditivos necesarios. Mediante el uso de
citocininas y auxinas se puede obtener respuesta en los explantes y manipulando la
proporción de estos dos reguladores de crecimiento, los explantes pueden desarrollar
plantas directamente o bien callos que posteriormente se diferencian aleatoriamente en
tejidos vasculares brotes y/o raíces (Estopá, 2005).

- Elabore usted un resumen sobre meristemos apicales y laterales


Los meristemos son grupos de células indiferenciadas responsables del crecimiento
permanente de las plantas debido a que tienen una alta capacidad de división celular y
posterior pueden diferenciarse en una gran variedad de tipos celulares.

Los meristemos pueden ser permanentes y ser funcionales a lo largo de la vida de la


planta, como ocurre con los apicales. Y centrándonos primera mente en las células
apicales, estas se originan en el embrión y son los responsables del crecimiento en
longitud de la planta., se sitúan en el ápice del tallo y en el de la raíz principal. Estos
meristemos se denominan meristemos apicales caulinares y meristemos apicales
radicales, respectivamente.

Posteriormente el meristemo apical del tallo derivan las yemas axilares, de las cuales
surgirán las ramas que llevarán en sus extremos en crecimiento meristemos apicales
similares al caulinar original. Sin embargo, los meristemos apicales de las raíces laterales
derivan de la endodermis de la raíz. Los meristemos apicales del tallo están protegidos por
los primordios foliares, mientras que los radicales lo están por la cofia o caliptra. El número
de células en un meristemo apical, caulinar o radical, se mantiene relativamente constante
a lo largo del tiempo puesto que hay un equilibrio entre las células producidas y las
diferenciadas.

En el meristemo apical caulinar, la zona central y el centro organizador forman el nicho de


este meristemo. Mientras que en el meristemo radicular las células troncales forman una
capa unicelular alrededor del centro quiescente. Aquí, el nicho lo forman las células del
centro quiescente. A partir de cada meristemo apical se formarán la protodermis, que
origina la epidermis, el procámbium que dará los tejidos conductores primarios (xilema y
floema primarios), y el meristemo fundamental, que dará lugar al resto de los tejidos de la
planta.

En aquellas plantas que crecen en diámetro, se presentan otro tipo de meristemos


denominados meristemos secundarios, también llamados meristemos laterales, los
cuales aparecen más tardíamente en el crecimiento de la planta y son los responsables de
la formación de la madera. Éstos son responsables del aumento de diámetro de tallos y
raíces y sus células se dividen según planos periclinales. Estos meristemos son típicos de
gimnospermas y dicotiledóneas. No aparecen en la mayoría de las pteridofitas y
monocotiledóneas, ni en determinados órganos como las hojas. Hay dos tipos de
meristemos laterales: el cámbium vascular, que origina los tejidos conductores
secundarios (xilema y floema secundarios), y el cámbium suberoso o felógeno, que origina
la peridermis. Ambos meristemos se disponen como un cilindro continuo, a veces
incompleto, a lo largo del tallo o de la raíz. El primero se localiza entre el xilema secundario
y el floema secundario y el segundo entre la felodermis y el súber. El cámbium vascular en
los tallos procede de la unión del cámbiun fascicular, derivado del procámbium, más el
cámbium interfascicular, que se origina principalmente del parénquima. En las raíces el
cámbium vascular se genera a partir del procámbium que hay entre el xilema y el floema
primario, así como del periciclo que rodea las crestas o costillas de xilema primario. Ambos
meristemos se unirán para formar el cámbium vascular de las raíces. A ambos lados del
cámbium vascular se generan unas capas de células indiferenciadas denominadas zonas
cambiales. En las plantas monocotiledóneas todas las células del procámbium se
convierten en xilema y floema, y no queda ninguna para convertirse en cámbium vascular
que produzca crecimiento secundario.
Bibliografia:

Estopá, M., (2005). El cultivo in vitro en la reproducción vegetativa en plantas de vivero.


Revista Viveros. Departamento Cultius Roing.

https://www.uv.mx/personal/tcarmona/files/2016/08/Lobato-y-Cidras-2012.pdf

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