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Hiatoria Rusa
Hiatoria Rusa
Con la unificación que realizó en el 867 Oleg de Nóvgorod,1 del norte (Nóvgorod) y
el sur (Kiev), se dio origen al primer estado eslavo oriental, la Rus de Kiev. Ya
en el 944 el hijo de Oleg, Ígor de Kiev, intentó una frustrada incursión contra
Constantinopla, aunque propició un tratado comercial con el Imperio bizantino. La
influencia de dicho imperio se reveló en la cristianización de la Rus de Kiev,
comenzando así la fusión entre las culturas eslava y bizantina que caracterizaría
la rusa durante los siguientes siete siglos. La Rus de Kiev se desintegraría
finalmente en varios principados que competirían entre sí por figurar como
herederos de su civilización y por el predominio territorial en la zona y que
acabaron bajo dominio mongol.
Índice
1 Etimología
2 La Rusia Antigua
2.1 Primeros eslavos orientales
2.2 En Oriente: Jazaria y Bulgaria del Volga
3 La Rus de Kiev
3.1 En Occidente: los vikingos y la Rus de Kiev
3.2 La invasión mongola de la Rus de Kiev
3.3 La Horda Dorada
4 El Principado de Moscú
4.1 El auge de Moscú
4.2 Iván III, el Grande
5 Zarato ruso
5.1 Iván IV, el Terrible
5.2 El Período Tumultuoso
5.3 Los Románov
5.4 Rebeliones del campesinado
6 La Rusia Imperial
6.1 Pedro el Grande
6.2 El Imperio se expande
6.3 Los últimos zares
6.3.1 La Revuelta Decembrista
6.3.2 Cismas ideológicos y reacción
6.3.3 Crimea, Alejandro II y la abolición de la servidumbre
6.3.4 Los movimientos Naródnik y Nihilista
6.3.5 Reacción bajo Alejandro III
6.3.6 Nicolás II y el nuevo movimiento revolucionario
7 La Revolución Rusa
8 La Guerra Civil Rusa
8.1 Principales líderes blancos
9 La Unión Soviética
9.1 Fundación de la Unión Soviética
9.2 El comunismo de guerra y la Nueva Política Económica
9.3 Cambios en la sociedad rusa
9.4 Los primeros años de Stalin: industrialización y colectivización
9.5 La Unión Soviética en la escena internacional
9.5.1 La Segunda Guerra Mundial
9.5.2 La Guerra Fría
9.6 Los años de Jrushchov y Brézhnev
9.7 La inminente ruptura de la Unión
9.8 La RSFS de Rusia en la Unión Soviética
10 La Federación de Rusia
11 Bibliografía
11.1 Notas
12 Véase también
13 Enlaces externos
Etimología
El nombre de Rusia en ruso es "Rossíya" y procede del término "rus" (véase Rus'
(pueblo)). Sobre el origen de dicho término hay varias teorías, pero ninguna de
ellas es aceptada por todos. Las versiones se dividen en históricas, que se basan
en autores contemporáneos, lingüísticas y toponímicas. Así las principales
hipótesis son la histórica bizantina, la indo-iraní, la lingüística finesa, la
histórico-toponímica prusiana, además de varias toponímicas.
Como ejemplo, en estonio Rootsi están relacionados con Roslagen, una región costera
de Suecia (Ruotsi en Finés) mientras que para otros deriva del nombre que los
eslavos daban a los vikingos, o incluso de términos alanos. El significado de Rus
sigue siendo materia de discusión, y otros expertos creen que el nombre tiene
raíces eslavas o persas.
Tras la caída del Imperio romano se vieron influenciados por el cristianismo griego
cuando Cirilo y Metodio, misioneros procedentes de Bizancio, evangelizaron a los
eslavos y crearon una nueva escritura (escritura cirílica, en honor a Cirilo) para
traducir los evangelios, que aun se usa en la zona oriental de Europa para escribir
el ruso. Conforme la suerte del Imperio bizantino entraba en declive, su cultura
supuso una continua influencia sobre el desarrollo de Rusia en sus primeros siglos
de existencia.
La Bulgaria del Volga fue un estado no eslavo en la vega media del río Volga.
Después de la invasión mongola llegó a ser parte de la Horda de Oro. Los chuvashes
y los tártaros de Kazán son los descendientes de los volgo-búlgaros. Alrededor del
siglo X, Bulgaria del Volga abrazó el Islam, lo que los llevó a la independencia de
Jazaria. En el siglo XVI, Rusia conquistó sus tierras bajo el reinado del zar Iván
IV ('el Terrible').
La Rus de Kiev
En Occidente: los vikingos y la Rus de Kiev
Artículos principales: Rus de Kiev y Principado de Kiev.
La Rus de Kiev acabó desintegrándose como estado a causa las disputas armadas entre
los miembros de la familia principesca, que colectivamente detentaban el poder,
siendo la cabeza de ellos, el mayor y rotándose en los puestos secundarios según la
edad. El Gran príncipe de Kiev Vladímir II Monómaco es considerado el último
gobernante de la Rus de Kiev unificada. Tras la desintegración de la Rus de Kiev,
tanto Vladímir, ciudad que él fundó, como Súzdal (que posteriormente formarían el
Principado de Vladímir-Súzdal) y la República de Nóvgorod al norte y el Principado
de Hálych-Volynia al Suroeste ganarían poder e independencia.
La conquista por el Imperio mongol llevada mediante una política expansionista por
Genghis Khan, en el siglo XIII fue el momento final, quedando el sur bajo dominio
mongol y el norte sometido a vasallaje. La división entre los príncipes locales
hizo fácil y corta la conquista. Kiev sería arrasada, la zona occidental será
absorbida por la Mancomunidad Polaco-Lituana y el norte caería bajo la influencia
sueca. La región de Súzdal, dominada por los mongoles, y la independiente República
de Nóvgorod, estrechamente unida a las redes comerciales alemanas y suecas,
establecerían las bases para la Rusia moderna.
Aleksandr Nevski
Los mongoles dominaron Rusia desde su capital occidental de Sarái, en la ribera del
Volga, cerca de la actual ciudad de Volgogrado. Los príncipes de la Rusia
meridional y oriental tuvieron que pagar tributo a los mongoles, o tártaros, o la
Horda Dorada. A cambio recibían un documento, el yarlyk, que los certificaba como
gobernantes en representación del Kan. Por lo general, los príncipes gozaban de una
considerable libertad para gobernar a su antojo. Uno de ellos, Aleksandr Nevski,
príncipe de Vladímir, alcanzó entidad legendaria en la mitad del siglo XIII como
resultado de sus victorias sobre los caballeros teutones, los suecos y los
lituanos. Para la Iglesia ortodoxa y casi todos los príncipes, los occidentales
significaban un mayor peligro para su estilo de vida que los mongoles. Nevski
obtuvo protección y asistencia mongola en su lucha contra los invasores del Oeste
que intentaron aprovecharse de un supuesto colapso ruso para ganar tierras.
Asimismo, gracias al apoyo mongol logró afianzarse en el dominio de la entonces
secundaria ciudad de Moscú, que los mongoles entregarían a su descendencia. Pese a
todo, los sucesores de Nevski desafiarían más tarde el poder tártaro.
Los mongoles no solo exigían pesados tributos de los principados rusos, sino que a
menudo los invadían, saqueándolos y haciendo esclavos. Por ejemplo, las invasiones
de 1252 y 1293 significaron prácticamente la ruina, al igual que la invasión de
Batu Kan en los años 1237-1241.
Los mongoles dejaron su huella entre los rusos en ciertos campos como las tácticas
militares y el desarrollo de rutas comerciales. Bajo la ocupación mongola, Moscovia
también desarrolló un sistema postal por carretera, el censo, recaudación de
impuestos y una organización militar. La influencia oriental permaneció viva hasta
bien entrado el siglo XVIII, cuando los mandatarios rusos llevaron a cabo un
esfuerzo para occidentalizar su país.
A mediados del siglo XIV, el poder de los mongoles entró en declive, y los grandes
príncipes de Moscovia se sintieron capaces de oponerse abiertamente al yugo mongol.
En 1380, en Kulikovo, cerca del río Don, el kan fue derrotado y, aunque esta reñida
victoria no marcó el fin del poderío tártaro en Rusia, infirió enorme fama al Gran
Príncipe. El liderazgo de Moscú en Rusia estaba firmemente consolidado y su
territorio considerablemente expandido gracias al comercio, la guerra y los
matrimonios.
Durante el reinado de Iván III, que había contraído matrimonio con Sofía Paleóloga,
comenzó a gestarse la idea de la Tercera Roma. Sofía era sobrina de Constantino XI,
el último Emperador bizantino e Iván podía reclamar ser el heredero del derrumbado
Imperio Romano de Oriente (Imperio bizantino). Iván compitió con su poderoso rival
noroccidental Lituania por el control de algunos de los principados
semiindependientes que formaron la Rus de Kiev en el Dniéper superior y las
llanuras del río Donéts. El abandono de algunos príncipes, las escaramuzas
fronterizas y una larga e interminable guerra con Lituania que acabaría en 1503
permitieron a Iván III extender al oeste sus dominios, que se triplicaron durante
todo su reinado.
Zarato ruso
Iván IV, el Terrible
Artículos principales: Iván IV de Rusia y Zarato ruso.
El progreso del poder autocrático del zar alcanzó su punto máximo durante el
reinado (1547–1584) de Iván IV. Iván fortaleció la posición del zar hasta un punto
sin precedentes, subordinando a su voluntad a la nobleza sin ningún reparo,
exiliando o ejecutando a muchos de sus miembros ante la menor provocación. Pese a
todo, Iván fue un estadista con una visión a largo plazo que promulgó un nuevo
código de leyes, reformó la ética del clero y construyó la gran Catedral de San
Basilio, que todavía se encuentra en la Plaza Roja de Moscú. Introdujo la
autoadministración sobre el noreste de Rusia, donde había pocos grandes
propietarios de tierras.
El zar Iván IV venció a los tártaros del Kanato de Kazán en 1552, sin embargo los
tártaros del Kanato de Crimea continuaban devastando las tierras rusas. En 1571,
los tártaros de Crimea incendiaron la capital rusa y redujeron a la esclavitud a
ciento cincuenta mil rusos. En otro frente, Iván IV luchaba por la salida de Rusia
al mar Báltico y el acceso al comercio marítimo. Esto fue la causa de una guerra
extenuante, y al final infructuosa de Rusia contra Letonia, Polonia, Lituania,
Suecia y territorios alemanes.
Cuatro años (1600-1604) de mala cosecha causada por las bajas temperaturas en los
meses veraniegos provocaron el hambre y la desorganización económica.
Los Románov
Artículo principal: Dinastía Románov
Se logró restaurar el orden en 1613 cuando Miguel Románov, relacionado por
matrimonio con la Dinastía de Rúrik, fue elegido por la Asamblea Nacional (Zemsky
Sobor) para ocupar el trono. Así dio inicio el periodo de la Dinastía Románov, que
duraría en el poder desde 1613 hasta el triunfo de la Revolución de Febrero de
1917.
Cuadro del siglo XVII representando una calle de Moscú en fiestas, por Andréi
Ryábushkin.
Más que arriesgar sus posiciones en más guerras civiles, los grandes nobles o
boyardos cooperaron con los primeros Románov, permitiéndoles finalizar las tareas
de centralización burocrática. Así pues, el Estado requirió los servicios tanto de
la vieja como de la nueva nobleza, principalmente en el plano militar. A cambio los
zares permitieron a los boyardos completar el proceso de feudalización del
campesinado.
La Rusia Imperial
Artículos principales: Imperio ruso y Adquisiciones territoriales de Rusia.
Véase también: Economía del Imperio ruso
Pedro el Grande
Las tensiones generadas por las expediciones militares de Pedro provocaron otra
revuelta. En nombre del rebelde ejecutado Stenka Razin, otro caudillo cosaco, el
atamán Kondraty Bulavin, se levantó en armas siendo derrotado finalmente.
Bajo el reinado de Catalina, Rusia se convirtió en una de las potencias con mayor
influencia de Europa.
Habrían de pasar casi cuarenta años antes de que un gobernante ambicioso e
implacable se sentase en el trono ruso. Catalina II la Grande fue una princesa
alemana que se casó con el heredero del zar, Pedro III. El zar se ganó el rechazo
de la nobleza y el clero, por su predilección por la cultura prusiana y sus
reformas agrarias que trataron de ir contra los intereses de la nobleza. Gracias a
la inactividad e indolencia del zar, Catalina pudo dar un exitoso golpe de estado y
autoproclamarse zarina; Pedro sería asesinado por sicarios de Catalina, aunque su
muerte fue atribuida a problemas hemorroidales.
Alejandro I fue el zar que tuvo que hacer frente a las Guerras Napoleónicas, donde
Rusia, como potencia autocrática de primer orden, se opuso a Napoleón desde el
primer momento. Sin embargo, tras la decisiva derrota rusa en la Batalla de
Austerlitz, Rusia firmó la paz con Francia, una paz que no duraría mucho tiempo.
Rusia y Francia volvieron a entrar en guerra, y Napoleón protagonizó una desastrosa
invasión de Rusia, donde las políticas de tierra quemada empleadas por los rusos
diezmaron al ejército francés, que tuvo que efectuar una penosa retirada a través
de una helada y devastada Rusia.
Este zar, liberal de pensamiento pero no de obra, fue reemplazado por su hermano
menor, Nicolás I, quien al comienzo de su reinado tuvo que enfrentarse a un
pronunciamiento militar. El origen de esta revuelta se remontaba a las Guerras
Napoleónicas, cuando gran número de oficiales rusos de buena formación viajó a
Europa durante las campañas militares, donde su exposición al liberalismo de la
Europa Occidental les inspiró a buscar el cambio en su regreso a la autocracia
rusa. El resultado fue la Revuelta Decembrista, obra de un reducido círculo de
nobles liberales y oficiales del ejército que querían entronizar al hermano mayor
de Nicolás como monarca (de carácter más liberal) y promulgar una constitución.
Pero la rebelión fue sofocada fácilmente, alejando definitivamente a Nicolás I del
proceso de occidentalización comenzado por Pedro el Grande, impidiendo la adopción
de una constitución (la primera constitución rusa es la Constitución rusa de 1906)
y abanderando la máxima de "Autocracia, Ortodoxia, Nacionalismo".
Los zares rusos tuvieron que lidiar con levantamientos en los territorios
anexionados de la Comunidad Polaco-Lituana: el Levantamiento de Noviembre, en 1830,
y el Levantamiento de Enero, en 1863.
Mijaíl Bakunin.
La dura represión de la revuelta hizo que el "Catorce de diciembre" fuese un día
largamente recordado por posteriores movimientos revolucionarios. Para evitar
futuras rebeliones, las escuelas y universidades se vieron bajo constante
vigilancia y se equiparía a los estudiantes con libros de texto oficiales. Los
espías policiales de la Ojrana podían encontrarse en cualquier sitio. Los
sospechosos de ser revolucionarios eran mandados a Siberia: bajo Nicolás I cientos
de miles fueron enviados a campos de trabajo.
En esta situación emergería Mijaíl Bakunin como padre del anarquismo. Abandonó
Rusia en 1842 en dirección a Europa Occidental, donde ejerció el activismo dentro
del movimiento socialista. Después de participar en el Levantamiento de Mayo de
Dresde en 1849, fue encarcelado y enviado por barco a Siberia, pero lograría
escapar poniendo rumbo de vuelta a Europa. Allí colaboró con Karl Marx, a pesar de
considerables diferencias ideológicas y tácticas.
La cuestión del rumbo de Rusia había ido tomando fuerza desde que Pedro el Grande
comenzara su programa de occidentalización. Algunos favorecieron la mera imitación
de las costumbres y sistemas mientras que otros renunciaron a Occidente y pidieron
una vuelta a las tradiciones del pasado. Esta última opción fue la elegida por los
nacionalistas eslavófilos, que hacían burla continua de la "decadente" Europa. Los
eslavófilos preferían el colectivismo del mir, o comunidad de la aldea medieval, al
individualismo Occidental. Más tarde, el comunismo de la Rusia Soviética no solo
estaría en deuda con las ideas de Marx, sino con el por muchos años establecido
patrón social del mir.
Alejandro III lo sucedió como zar. De talante reaccionario, Alejandro III estuvo
muy influenciado por su tutor, el ultraconservador Konstantín Pobedonóstsev, y su
reinado se destacó por la vuelta a los principios de «autocracia, ortodoxia y
nacionalismo» de su abuelo Nicolás. Alejandro III empleó a la policía secreta para
reprimir cualquier tipo de oposición. Llevado por una política antisemita, miles de
judíos pidieron asilo en países como Estados Unidos, y se llevaron a cabo los
denominados «pogromos».
Alejandro III murió de forma repentina en 1894, sin que llegara a inculcar a su
hijo las capacidades de gobierno necesarias para un país sumido en una profunda
crisis social y gubernamental que necesitaba reformas de forma urgente.
Lenin regresó a Rusia en abril desde su exilio en Suiza, con ayuda de Alemania, que
esperaba que un conflicto civil generalizado obligase a Rusia a retirarse de la
guerra. Se produjo una sonora recepción a cargo de miles de campesinos, obreros y
soldados ante la llegada del tren que traía a Lenin a Petrogrado. Después de muchas
maniobras entre bambalinas, los bolcheviques formaron un nuevo gobierno liderado
por Lenin en noviembre de 1917, y obligaron a Kérenski y su ejecutivo a huir hacia
el exilio; todo esto, durante los sucesos que serían conocidos como la Revolución
de Octubre.
Con la llegada al poder del gobierno provisional, el zar fue recluido junto a su
familia en el palacio de Tsárskoye Seló, cerca de Petrogrado, para después ser
trasladado a Tobolsk. En 1918, el emérito zar Nicolás II se hallaba prisionero de
los bolcheviques en Ekaterimburgo. Ante la posible llegada de los blancos, Lenin
autorizó la orden de asesinato de la familia imperial. Un comando de la Checa
ejecutó a toda la familia en el interior de la Casa Ipátiev, para posteriormente
eliminar cualquier rastro de los cadáveres.
Véanse también: Batalla de Tannenberg, Miguel Románov, Pável Miliukov, León Trotski
y Asesinato de la familia Románov.
La Guerra Civil Rusa
Artículo principal: Guerra Civil Rusa
Un poderoso grupo de contrarrevolucionarios denominado el Movimiento Blanco comenzó
a organizarse para derrocar a los bolcheviques. Al mismo tiempo las potencias
aliadas enviaron cuerpos expedicionarios para apoyar a las fuerzas anticomunistas.
Los aliados temían que los bolcheviques estuviesen conspirando con los alemanes
como consecuencia de Brest-Litovsk; también tenían la esperanza de que los blancos
reanudasen las hostilidades contra Alemania. En el otoño de 1918 el régimen
bolchevique sobrevivía en una situación peligrosa, enemistado con las potencias
aliadas y los opositores internos. Sin embargo, el Movimiento Blanco carecía de un
mando unificado y sus tropas se hallaban dispersas y sin actuar de forma
coordinada; algunos incluso no actuaban más que como simples sátrapas de una
región.
Para contrarrestar esta situación de emergencia, dio comienzo un reinado del terror
merced el Ejército Rojo y la Cheka (la policía secreta), que acabarían con todos
los enemigos de la revolución. Por nobles que declararan ser sus objetivos finales,
los comunistas no obtuvieron la aprobación de todos los elementos de la sociedad y
así tuvieron que emplear la fuerza para ejercer el poder sobre Rusia. Acabaron con
la policía secreta zarista, tan despreciada por los rusos de todas las opciones
políticas, al tiempo que con otras instituciones del antiguo orden, pero aseguraron
la supervivencia de su propio régimen creando una nueva policía política, la Checa,
de aún mayores dimensiones que la anterior, tanto en el alcance de su autoridad
como en la severidad de sus métodos. En 1920, toda la resistencia blanca había sido
aplastada y los ejércitos extranjeros, evacuados, más con el coste de perpetuar la
impronta rusa de poder autocrático bajo nuevas apariencias.
Estando Rusia estancada en su guerra civil, las fronteras entre Polonia y Rusia no
quedaban claramente definidas por el Tratado de Versalles tras el fin de la
contienda mundial. La Guerra Ruso-Polaca (1919–1921) (Ofensiva de Kiev), que
finalizó con la derrota del Ejército Rojo, determinó temporalmente los límites
entre ambos países.
Aunque los grupos de extrema izquierda entre los propios comunistas criticaron a
los campesinos ricos o kuláks que se beneficiaban de la NEP, el programa demostró
ser bastante beneficioso y la economía revivió. La NEP se enfrentaría a una
creciente oposición desde dentro del partido tras la muerte de Lenin a principios
de 1924.
En 1928, Stalin propuso el primer Plan Quinquenal. Abolida la NEP, fue el primero
de unos planes dirigidos a la rápida acumulación de capital mediante el ensamblaje
de vastos complejos de industria pesada, la colectivización de la agricultura, la
manufactura restringida de bienes de consumo. Con la implantación del plan, por
primera vez en la historia un gobierno controlaba toda la actividad económica.
Mientras en los países capitalistas las fábricas y las minas se encontraban
inactivas o funcionando por debajo de su rendimiento máximo durante la Gran
Depresión y millones de obreros fueron al paro, el pueblo soviético trabajaba
bastantes horas al día, seis días a la semana en un extenuante intento de
revolucionar la estructura económica de Rusia.
Como parte del plan, el gobierno tomó el control de la agricultura a través del
estado y las granjas colectivas. Mediante un decreto de febrero de 1930, cerca de
un millón de kuláks fueron forzados a abandonar su tierra en un proceso llamado
deskulakización. Muchos campesinos se opusieron firmemente a la reglamentación
estricta del estado, frecuentemente matando el ganado cuando se enfrentaban a la
pérdida de su tierra. En algunas regiones llegaron a rebelarse, e incontables
campesinos considerados oficialmente "kuláks" por las autoridades fueron
ejecutados. Estalló una grave hambruna y varios millones de agricultores murieron
de inanición. Las deterioradas condiciones en el campo condujeron a millones de
campesinos desesperados a unas ciudades en veloz crecimiento, incrementando
desproporcionadamente la población urbana en el espacio de unos pocos años.
Mientras los planes quinquenales fueron avanzando, Stalin fue afianzando su poder
personal. La policía secreta del NKVD reunía por miles a ciudadanos soviéticos para
su ejecución. De los seis miembros originales del Politburó de 1920 que
sobrevivieron a Lenin, todos fueron purgados por Stalin. Los viejos bolcheviques
que habían sido leales camaradas de Lenin, altos oficiales del Ejército Rojo, y
directores de industria fueron liquidados en las Grandes Purgas.
Mientras tanto, en oriente, los soviéticos mantuvieron una batalla inicial contra
los japoneses en la Batalla de Jaljin Gol en 1939. Gracias a sus espías, los
soviéticos descubrieron que Japón no respaldaría a Alemania en su invasión, de modo
que pudieron concentrar todas sus fuerzas en la lucha contra los alemanes. Tras la
rendición alemana, la Unión Soviética declaró la guerra a Japón e invadió
Manchuria; Japón se rindiría poco después.
Aunque la Unión Soviética fue uno de los vencedores en la Segunda Guerra Mundial,
su economía había sido devastada durante el conflicto a causa de la invasión
alemana, cobrándose más de 20 millones de víctimas, entre bajas civiles y
militares.
La Guerra Fría surgió de la disputa entre Stalin y el presidente Harry Truman sobre
el futuro de Europa del Este después de la Conferencia de Potsdam en el verano de
1945. Rusia había sufrido tres devastadores conflictos desde el Oeste los
anteriores 150 años, por lo que la meta de Stalin fue la de establecer una zona de
estados tapón entre Alemania y la URSS. Truman acusó a Stalin de traicionar los
acuerdos de Yalta. Con Europa Oriental bajo el control de la URSS, Stalin también
ganaba tiempo mientras se desarrollaba en secreto su propio proyecto de bomba
atómica.
En abril de 1949, los Estados Unidos patrocinaron la Organización del Tratado del
Atlántico Norte (OTAN), un pacto de defensa mutua en la que la mayoría de las
naciones occidentales firmaron actuar contra un estado concreto que atacara a
cualquiera de los socios. La Unión Soviética estableció un contrapacto oriental a
la OTAN en 1955, denominado el Pacto de Varsovia. La división de Europa en dos
bloques se extrapolaría más tarde mundialmente, especialmente tras 1949, cuando el
monopolio nuclear norteamericano vio su fin con la prueba de la primera bomba
atómica soviética y el comunismo se hizo con el poder en China.
En 1964, Jrushchov fue destituido por el Comité Central del Partido Comunista,
atribuyéndole una gran cantidad de errores que incluían varios reveses soviéticos
como la Crisis de los Misiles Cubanos y la Ruptura sino-soviética. Después de un
breve período de mandato colectivo, un veterano burócrata, Leonid Brézhnev, ocupó
el lugar de Jrushchov.
La Federación de Rusia
Artículo principal: Historia de la Federación de Rusia
Firma en Moscú del tratado Start II entre Borís Yeltsin y el presidente de los
Estados Unidos, George H. W. Bush, 1 de marzo de 1993.
A mediados de los años 90, la Federación de Rusia era una democracia
multipartidista, más era difícil asegurar un gobierno representativo a causa de dos
problemas estructurales: el enfrentamiento entre el presidente y el parlamento, y
el anárquico sistema de partidos. Aunque Yeltsin ganó prestigio en el extranjero al
mostrarse como un demócrata para debilitar a Gorvachov, su concepción de la
presidencia era muy autocrática, actuando bien como su propio primer ministro
(hasta junio de 1992) o bien nombrando para tal cargo a gente de su confianza, sin
tener en cuenta al parlamento.
Bibliografía
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