CUADRO COMPARATIVO
MORIR CON DIGNIDAD Y EUTANASIA
Si bien es cierto, el sufrimiento humano es
una vivencia que moralmente es difícil de
evitar. A pesar de ello como seres humanos
hemos ido creando formas para evitar el
sufrimiento lo más que se pueda.
Sin embargo, moralmente sabemos que esto
no es aceptado ni “correcto”.
Y aunque el valor y la dignidad de la vida
humana terminal dependen de la idea que se
posea sobre el sentido de la vida en un
aspecto general y enfocarnos en ayudar a la
persona a tener una muerte digna, sin
sufrimiento y sin dolor nos hace remontarnos
a dos aspectos que moralmente podemos
utilizar para justificar nuestro actuar, estos
son autonomía, en el caso de que sea el
paciente el que decida morir para acabar con
el sufrimiento, y piedad en el caso de que a
alguien más le tocara tomar la decisión, pues
es un acto de piedad el poder evitarle al
paciente o al familiar el sufrimiento de irse
deteriorando gradualmente.
A pesar de esto, existen corrientes que hacen
referencia a que, si nosotros poseemos un
derecho a la vida, se dice que no existe un
deber de matar, aunque social y en muchos
casos moralmente se ha ido adaptando y
aceptando el aborto más que la eutanasia,
cuando en el aborto por ejemplo, se cesa una
vida, sin ella estar en sufrimiento.
LA ENFERMEDAD COMO ESTIGMA
Las enfermedades crónicas comunes, no son
un impedimento para que una persona
pueda desempeñarse dentro de la sociedad
y laboralmente, sin embargo, existen ciertas
enfermedades con las cuales los pacientes
sufren una carga no solo por el hecho de
padecerlas, sino también por el hecho de ser
SEÑALADOS por poseerlas y esto conlleva
también un peso psicológico, pues estas
personas ya no son incluidas ni aceptadas
laboral y socialmente.
Este fenómeno se ha ido dando desde
tiempos remotos en situaciones en las que
se pone en riesgo la supervivencia y el
bienestar de las personas dentro de una
sociedad.
En consecuencia, a todos estos actos de
estigmatización, es el doble de difícil poder
controlar a un paciente, pues ya no solo
debe tratársele físicamente de su dolencia
sino debe haber una atención integral en la
que se debe trabajar el aspecto psicológico
principalmente.
En una sociedad idónea, los pacientes
deberían poder expresar que son portadores
de X o Y enfermedad para que se les tenga la
consideración del caso y de ser necesario
para que las personas a su alrededor puedan
estar alertas, sin embargo, a pesar de que se
cree que el sistema de salud es inclusivo, se
continúa marginando a dichos pacientes.
EUTANASIA Y BIOETICA
Según el documento, la eutanasia
puede ser llevada a cabo únicamente
en el caso en el que sea petición del
paciente, si este se encontrara en una
situación especial, la cual debe ser
previamente meditada y analizada con
sigilo, pues de esta manera también se
evita el que se den abusos, aplicándolas
a personas que no lo desean o que su
competencia este deteriorada y sean
influenciadas por alguien más.
Se trata de no hacer sufrir de más a una
persona y de evitarle en la medida de lo
posible el sufrimiento que es
considerado innecesario y el poder
aceptar en una situación en la que no
se encuentre otra opción más que la
eutanasia.
Es un tema fácil de tergiversar pues al
momento en el que se le permite a otro
ser humano tomar la decisión sobre la
vida de uno de los suyos, se vulnera el
hecho de que la vida no es inviolable ni
incondicional y por lo tanto admite que
hay vidas que merecen no ser vividas,
esto hablando de una forma radicalista.
El poder anticipar el deseo sobre la
manera en la que una persona desee
morir se considera una manera de
libertad individual, aunque socialmente
se viola el respeto hacia la vida humana
y dejaría de considerarse como
inviolable