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Introducción a las curvas de

Kuznets: cómo la desigualdad de


ingresos aparece y desaparece en el
muy largo plazo

Branko Milanovic 24/04/2016


La curva de Kuznets llegó a ser muy empleada en la segunda mitad del siglo XX para describir la
relación entre crecimiento y desigualdad, pero ha dejado de ser popular en las últimas décadas. Este
artículo sugiere que al actual resurgimiento de la desigualdad puede entenderse como una segunda
curva de Kuznets. Se ve empujada, como la primera, por el progreso tecnológico, por la
reasignación intersecorial del trabajo, por la globalización y por la política. El autor sostiene que los
EEUU todavía no han llegado al pico de desigualdad en esta segunda curva de Kuznets de la era
moderna.
En 1955, cuando Simon Kuznets escribía sobre la trayectoria de la desigualdad en los países ricos (y varios países
pobres), los EEUU y el Reino Unido se hallaban a medio camino del mayor descenso de la desigualdad de ingresos
jamás registrado en la historia, y ese descensoiba de la mano de un crecimiento rápido. Parecía, así pues, de todo
punto razonable atender a los factores que se hallaban detrás del descenso de la desigualdad, y Kuznets se hizo
famoso por descubrirlos en la expansión de la educación, en las diferencias de productividad intersectorial (de
manera que el componente salarial de las rentas se igualaría), en los menores retornos del capital y en la presión
política a favor de mayores transferencias sociales. Kuznets observó (o se imaginó) la evolución de la desigualdad a
lo largo del siglo anterior y llegó a la conclusión de que, empujada por la transferencia de trabajo desde la agricultura
a la industria, la desigualdad creció y alcanzó su pico en el mundo rico al romper el siglo XX. Así creó la célebre
curva de Kuznets.

La curva de Kuznets fue el principal instrumento analítico de que se sirvieron los economistas estudiosos de la
desigualdad en la segunda mitad del siglo pasado cuando abordaban el problema de la relación entre desarrollo o
crecimiento y desigualdad. Pero esa curva fue perdiendo paulatinamente el favor de los estudiosos porque su
predicción de una baja desigualdad en las sociedades muy ricas no cuadraba con son los sostenidos incrementos de la
desigualdad de ingresos que comenzaron a fines de los 70 en prácticamente todas las naciones desarrolladas. (Véanse
los gráficos de largo plazo para los EEUU y el Reino Unido). Mucha gente, así pues, rechazó la curva.

El repunte de la actual desigualdad como segunda curva de Kuznets

En mi último libro (Milanovic 2016), yo sostengo, sin embargo, que deberíamos ver el actual repunte de la
desigualdad como la segunda curva de Kuznets en la era moderna, y que esa segunda curva, lo mismo que la primera,
está impulsada en su mayor parte, por lo pronto, por una revolución tecnológica y por la transferencia de trabajo
desde una industria más homogénea hacia unos servicios de pericias laborales heterogéneas, con merma, así pues, de
la capacidad de organización de los trabajadores. Pero también está impulsada (como la primera) por una
globalización que ha llevado simultáneamente al famoso vaciamiento de las clases medias en Occidente y a una
presión a favor de reducir la elevada fiscalidad con que se gravaba al capital móvil y al trabajo altamente calificado.
Los elementos que se acaban de mencionar no son nuevos. Pero el juntarlos (atendiendo especialmente al progreso
tecnológico y a la globalización como fenómenos prácticamente inextricables, aun cuando conceptualmente
distinguibles) y observar el conjunto como parte de unas ondas regulares de Kuznets sí que es nuevo. Y tiene
implicaciones obvias para el futuro, entre ellas, y no la menor, que ese crecimiento disparado de la desigualdad tendrá
un pico, como el anterior, y terminará por iniciar un descenso.

Pero antes de entrar en eso, vale la pena prestar atención al trabajo reciente hecho por historiadores económicos como
van Zayden (1995), Nogal y Prados (2013), Alfani (2014) y Ryckbosch (2014), quienes han documentado períodos
de auge y descenso de la desigualdad en la Europa premoderna. Lo interesante del asunto es que los ciclos de
Kuznets en las sociedades premodernas no están impulsados secundan substancialmente los ciclos maltusianos
porque tienen lugar en condiciones de ingreso medio casi estacionario. Los ciclos premodernos de Kuznets no están
impulsados por factores económicos, sino por epidemias y guerras. Ambas llevaban a descensos de población,
incrementos del ingreso medio, mayores salarios (a causa de la escasez de trabajo) y, así, a una menor desigualdad,
hasta que un ulterior crecimiento de la población revertía a la manera maltusiana todos esos logros.

Podemos, así pues, observar las ondas de Kuznets en un trecho de seis o siete siglos de historia europea. En tiempos
premodernos, se pueden observar en relación con el tiempo, porque el ingreso medio es más o menos constante (es
sólo un punto en el eje). Luego de la Revolución Industrial, empero, lo que vemos son ondas que responden a
factores económicos (verbigracia: cambio tecnológico, transferencia de trabajo), y podemos representarlas, como
ideó Kuznets, en relación con el ingreso medio. Es lo que muestran los gráficos que siguen para los EEUU y el Reino
Unido (Figuras 1 y 2). Además, en mi libro muestro también los ciclos de la desigualdad a largo plazo para España,
Italia, Holanda, Alemania, Japón, Brasil, Chile y (para un trecho temporal más corto) China.

Figura 1. La relación de Kuznets para los EEUU, 1774-2013

Fuente: Ginis: 1774, 1850, 1860 y 1870, a partir de los diagramas creados por Lindert y Williamson (2013); 1929:
Radner y Hinricks (1974); 1931 y 1933: Smolensky y Plotnick (1992). De 1935 a 1950, a partir de Goldsmith et al
(1954). Luego de 1950, a partir del US Census Bureau, Income, poverty and health insurance coverage in the United
States (varias entregas), con los datos de ingreso bruto ajustados para reflejar el ingreso disponible. El PIB per capita,
a partir de Proyecto Maddison, versión de 2014.

Figura 2. La relación de Kuznets para ReinoUnido/Inglaterra (1688-2010)

Fuente: Ginis: para 1688, 1759, 1801 y 1867, a partir de diagramas sociales para Inglaterra/RU (mostrados en
Milanovic, Lindert and Williamson, 2011); para 1880 y 1913, a partir de Lindert y Williamson (1983, Tabla 2); de
1961 a 2010, datos oficiales del RU (ingreso disponible per capita) amablemente elaborados y ofrecidos por Jonathan
Cribb, Institute for Fiscal Studies. PIB per capita, a partir del Proyecto Maddison, versión de 2014.
Mientras que la explicación de Kuznets se centraba casi enteramente en fuerzas económicas y, por lo mismo,
“benignas”, se equivocó al pasar por alto el impacto de fuerzas “malignas” (especialmente, guerras), que son potentes
motores de igualación económica. Esto me resulta hasta cierto punto enigmático, porque el propio Kuznets, que había
trabajado durante la II Guerra Mundial en la Oficina Estadounidense de Planificación y Estadística, tuvo por fuerza
que percatarse del modo en que la guerra generó la compresión del ingreso a través de la fiscalidad más elevada, de la
represión financiera, del racionamiento, del control de precios y aun de la destrucción directa de activos físicos (como
en Europa y Japón).

La desigualdad podría no ser revertible pronto

Lo que nos lleva al presente. ¿Cuánto tiempo habrá de durar todavía el actual auge de desigualdad en el mundo rico
observable en la curva de Kuznets? ¿Y cuándo se frenará? Yo soy escéptico aquí, y no creo que pueda revertirse
pronto, al menos no en los EEUU, en donde observo fuerzas poderosas empeñadas en empujar la desigualdad al alza.
Me limitaré aquí a enumerar esas fuerzas (en cuya descripción crítica detallada entro, huelga decirlo, en mi libro):

La creciente proporción en el ingreso total de los ingresos de capital, los cuales están extremadamente
concentrados entre la población rica en todos los países ricos (con un Gini que pasa de 90);
El creciente destino de los ingresos elevados (tanto del capital como del trabajo) a manos de las mismas
gentes(Atkinson y Lakner 2014);
Homogamia (los educados y los ricos se casan entre ellos; y
La creciente importancia del dinero en la política, lo que permite a los ricos fijar las reglas que les son
favorables y mantener la dinámica de desigualdad (Gilens 2012).

El pico de desigualdad en la segunda onda de Kuznets debería ser más bajo que en la primera (cuando en el Reino
Unido tenía el nivel de la actual desigualdad en la Sudáfrica de hoy), porque las sociedades ricas han instituido
entretanto una serie de “estabilizadores de desigualdad”, desde la cobertura del desempleo hasta las pensiones de
jubilación públicas.

Las tendencias favorables a la desigualdad serán muy difíciles de derrotar durante la próxima generación, pero
terminarán siéndolo merced a una combinación de cambio político, innovaciones tecnológicas favorables al trabajo
poco calificado (que irá resultando más rentable a medida que el aumente el precio del trabajo calificado), disipación
de las rentas adquiridas durante la actual eflorescencia tecnológica y, posiblemente también, tentativas cada vez más
resueltas de igualar la propiedad de los activos (a través de formas de capitalismo “popular” y participación
accionarial de los trabajadores).

Ahora bien; esos son los factores benignos que, creo yo, terminarán poniendo límites y empujando a su disminución a
la actual desigualdad creciente. Pero la historia nos enseña también que hay factores malignos, señaladamente las
guerras –a su vez causadas por la mala distribución a que las elites nacionales proceden del ingreso y del poder (como
ocurrió en la I Guerra Mundial) que también pueden contribuir a nivelar los ingresos. Solo que lo hacen al
cobrándose el orecio de millones de vidas humanas. Es de esperar que hayamos aprendido algo de la historia y que
consigamos evitar esa destructiva vía hacia la igualdad en la pobreza y en la muerte.

Referencias
Alfani, G (2014), “Economic inequality in the northwestern Italy: a long-term view (fourteenth to eighteenth
century)”, Dondena Working Paper No. 61, Bocconi University, Milano.
Alvarez-Nogal, C and L Prados de la Escosura (2013), "The rise and fall of Spain (1270–1850)," Economic History
Review, vol. 66(1), pages 1-37.
Atkinson, A and C Lakner (2014), “Wages, capital and top incomes: The factor income composition of top incomes
in the USA, 1960-2005”, November version.
Gilens, M(2012), Affluence and Influence, Princeton University Press.
Kuznets, S (1955), “Economic growth and income inequality”, American Economic Review, March, pp. 1-28.
Milanovic, B (2016), Global inequality: A new approach for the age of globalization, Harvard University Press.
Ryckbosch, W (2014), “Economic inequality and growth before the Industrial Revolution: A case study of Low
countries (14th-16th century), Dondena Working Paper No. 67, Bocconi University, Milano.
van Zanden, J L (1995), “Tracing the beginning of the Kuznets curve: western Europe during the early modern
period”, The Economic History Review, vol. 48, issue 4, pp. 1-23. November.

Traducción para www.sinpermiso.info: Casiopea Altisench

Branko Milanovic
es un economista serbio-norteamericano. Especialista desarrollo y desigualdades, es
profesor visitante en el Graduate Center de la City University of New York (CUNY), así
como investigador titular en el Luxembourg Income Study (LIS). Anteriormente, fue
economista jefe en el Departamento de Investigación del Banco Mundial.

Traducción Casiopea Altisench Fuente: http://voxeu.org/article/introducing-kuznets-


waves-income-inequality
URL de origen (Obtenido en 14/06/2019 - 14:43):
http://www.sinpermiso.info/textos/introduccion-a-las-curvas-de-kuznets-como-
la-desigualdad-de-ingresos-aparece-y-desaparece-en-el-muy

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