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Arquitecto del caos

El mes pasado el rock perdió a una de sus figuras más singulares e influyentes: Don Van Vliet, más conocido
en el mundo de la música del siglo XX como Captain Beefheart.

Cuando llega el momento de nombrar influencias, todos los músicos que buscan algo más que popularidad acaban por
mencionar su nombre. Desde los White Stripes hasta Animal Collective. Desde P.I.L. hasta Tom Waits. A pesar de ello,
no deja de resultar extraño que ninguno de esos artistas del sonido pueda (o realmente quiera) sonar como él.

Captain Beefheart, cantante de blues, músico de vanguardia, poeta, pintor y ermitaño retirado a un remolque en medio
del desierto del Mojave, quizás la estrella de rock más ‘sui generis’ que haya vivido sobre el tercer planeta, murió a
mediados del mes pasado. Tenía 69 años y prácticamente ninguno de sus supuestos discípulos se animó a decir un
par de palabras sobre su partida.

Quizás ya lo daban por muerto: el capitán no grababa una sola canción desde hace casi treinta años. Aunque eso no
tiene la menor importancia. Bastaría uno solo de sus discos: “Trout Mask Replica”, para hacerlo pasar a la historia.

Pero esa es otra historia. Por ahora, volvamos a las influencias. ¿Qué puede ligar al sonido descuajeringado, atonal,
pegajoso, burlón, absurdo e indescifrable de Captain Beefheart con los músicos mencionados unas líneas arriba?
Sencillamente nada.

Pero, al mismo tiempo, todo.

Para empezar, ninguno de ellos suena como el capitán, pero todos se parecen a él en esa terca insatisfacción frente a
las formas convencionales de la música pop. Hay algo en su voz de ogro, en esa percusión de síncopas jazzísticas que
acompaña sus canciones, en la sinuosa telaraña de guitarras desentonadas que se cruzan en el camino de sus
armonías y, por supuesto, en todas esas letras absurdas sobre momias, hot dogs, travestis y mambo que ponen en
jaque a la canción tradicional tal como la conocemos.

Solo me queda decir que si su visión se topa con tus oídos en la noche adecuada, la normalidad no volverá a ser
suficiente para ti. Y entonces el arquitecto del caos volverá a la vida.

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Lamentable noticia la muerte de Captain Beefheart, alias que Frank Zappa inventara para Don Van Vliet, su amigo de
la preadolescencia con quien se juntaba después de clases para oír discos de blues y soul a fines de los 50s...

Efectivamente, siempre me topo con artistas y "artistas",la mayoría perteneciente a la ola "indie" que buscan
relacionarse con la obra de Captain Beefheart & His Magic Band, pero siempre me sabe a pose. Como mencionar a
Bukowski cuando apenas escribes como Bayly o cosas por el estilo. O como cuando lo mencionan en programas tan
inocuos y adoradores de la pose como Mesa de Noche (¿Renzo Schuler hablando de Captain Beefheart? por favor!!!)

Beefheart saltó "a la fama" (entre comillas porque en realidad nunca la tuvo) gracias a Frank Zappa, quien lo incluyó
entre los artistas que promocionó bajo el sello independiente Straight Bizarre y dio al mundo un artista realmente
desafiante, musical y vocalmente hablando.
Muy influido por Zappa, se podría decir que entre The Magic Band y The Mothers Of Inventions se daba una dicotomía
similar a la de Beatles/Stones (aunque en este caso es difícil determinar quiénes eran los "chicos buenos" y quiénes los
"chicos malos"). Pero lo cierto es que después de ciertos intentos no muy exitosos, Captain Beefheart logró hacerse de
un nombre propio, gracias a su inigualable voz, en la tradición de Tom Waits, intencionalmente carrasposa, surreal,
casi animal...

Se retiró de la música para dedicarse a la pintura, arte que también desarrolló en el más absoluto ostracismo, lejos de
la parafernalia comercial y los flashlights... Captain Beefheart es uno de esos artistas que los norteamericanos llaman
"unsung heroes"...

Recomiendo el tema Willie the pimp (en el álbum Hot rats de Frank Zappa, 1969) y Debra Kedabra (del Bongo fury,
1976)

Saludos...

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