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El artículo 49° del Texto Único Ordenado del Código Tributario, establece una sola

manera de renuncia tácita a la prescripción, esto es, solo cuando se haya efectuado el pago
voluntario de la obligación prescrita, ya sea por inadvertencia del deudor o debido a un
cómputo erróneo en el plazo. Entonces, al comprobarse que la ley tributaria sí ha
contemplado la figura de renuncia tácita, esta norma especial debe prevalecer sobre la
norma civil contenida en el artículo 1991 del Código Civil”.

Para clarificar lo que venimos comentando es trascendental remitirnos a la RTF N° 460-Q-


2019 emitida el 22 de febrero de 2019:

“Cabe agregar que si bien conforme con el Código Tributario, el pago voluntario de la
obligación prescrita no da derecho a solicitar la devolución de lo pagado, no obstante, en el
supuesto analizado, no existe un pago efectuado de forma voluntaria puesto que se trata de
montos dinerarios imputados de manera forzosa a la deuda objeto de cobranza coactiva
(…)”.

En este tipo de escenarios, ante la inexistencia de un Procedimiento de Ejecución Coactiva


podríamos concluir que se trata, en efecto, de un supuesto de renuncia tácita bajo la
formulación actual del artículo 49 del Código Tributario, ergo no se podría recuperar lo
pagado. Sin embargo, lo anterior no parece del todo razonable tomando en consideración
que los deudores no voluntarios podrían beneficiarse de sus faltas al brindárseles la
posibilidad de recuperar sus cuotas; mientras que, en el caso de los deudores diligentes estos
no podrían acceder al mismo “beneficio” –bajo los parámetros del Código Tributario– aun
cuando le ahorran al Estado los costos que implican un Procedimiento de Ejecución
Coactiva
¿Reconociendo la obligación
prescrita? El fraccionamiento
tributario y la renuncia tácita a la
prescripción ganada en el marco
de un Procedimiento de
Ejecución Coactiva
El autor analiza el rol que tiene el fraccionamiento en aquellos casos en los
cuales la Administración Tributaria pretende cobrar coactivamente una deuda
basada en un valor tributario prescrito
Por
 Autor Invitado
 -
20 enero, 2021
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Por Sebastian Montes, estudiante de Derecho del último ciclo en la PUCP. 

El fraccionamiento tributario viene a ser una expresión aparentemente inequívoca del


reconocimiento de la obligación tributaria, con la solicitud de fraccionamiento –en
principio– el contribuyente solamente pide facilidades de pago a la Administración
Tributaria.

Sin desmedro de lo anterior, en el presente artículo analizaremos el rol que tiene el


fraccionamiento en aquellos casos en los cuales la Administración Tributaria pretende
cobrar coactivamente una deuda basada en un valor tributario prescrito. Ante este tipo de
circunstancias, el acogimiento al fraccionamiento se convierte en un mecanismo de defensa
del contribuyente.

En esa línea, expondré las acciones que deberá seguir el contribuyente para que la solicitud
de fraccionamiento no pueda gatillar, en modo alguno, la renuncia tácita al derecho a
prescribir bajo los términos del artículo 49[1] del Código Tributario. En este punto es
importante acudir a los pronunciamientos que han tenido nuestras autoridades tributarias
con respecto a la problemática planteada.

En primer lugar, la SUNAT mediante el Informe N° 272-2002-SUNAT/K00000 emitido el


30 de setiembre de 2002, concluye que: “Constituye renuncia a la prescripción ya ganada,
el acogimiento al fraccionamiento del artículo 36° del TUO del Código Tributario de una
deuda tributaria prescrita (…)”.

Para llegar a esta conclusión, la Administración Tributaria parte de lo dispuesto en la norma


IX[2] del Título Preliminar del Código Tributario para poder aplicar el artículo 1991[3] del
Código Civil. En consecuencia, se afirma que se genera la renuncia tácita al derecho a
prescribir cuando el contribuyente realiza una acción incompatible –solicitar el
fraccionamiento– con la voluntad de favorecerse con la prescripción.
En segundo lugar, el Tribunal Fiscal emitió el siguiente precedente de observancia
obligatoria en la Resolución N° 1447-3-2017 emitida el 17 de febrero de 2017: “La
presentación de una solicitud de fraccionamiento no determina la pérdida de la
prescripción ya ganada”.

De forma previa al establecimiento del precedente, el mismo criterio era seguido por el
Tribunal Fiscal en las Resoluciones N° 7014-2-2003, N° 13331-3-2010, N° 6693-3-2011,
entre otras. Por lo que se evidencia que la posición –contraria a la de la SUNAT– del
Tribunal Fiscal destaca que el acogimiento al fraccionamiento no implica la renuncia a la
prescripción ganada.

En tercer lugar, la Corte Suprema ha establecido un criterio uniforme expuesto en las


Sentencias de Casación N° 14983-2016, N° 17485-2016, N° 17701-2016 y N° 12887-2016:

“El artículo 49° del Texto Único Ordenado del Código Tributario, establece una sola
manera de renuncia tácita a la prescripción, esto es, solo cuando se haya efectuado el pago
voluntario de la obligación prescrita, ya sea por inadvertencia del deudor o debido a un
cómputo erróneo en el plazo. Entonces, al comprobarse que la ley tributaria sí ha
contemplado la figura de renuncia tácita, esta norma especial debe prevalecer sobre la
norma civil contenida en el artículo 1991 del Código Civil”.

Como se puede evidenciar, la Corte Suprema expone que la única forma de renunciar
tácitamente al derecho a prescribir en materia tributaria se encuentra regulada en el
artículo 49 del Código Tributario, por lo que la remisión al Código Civil es innecesaria.

La remisión al Código Civil además de innecesaria es contraproducente para comprender a


cabalidad el fenómeno de la renuncia tácita al derecho a prescribir en materia tributaria.
Desde nuestra perspectiva, lo que hay que determinar en un caso en concreto es si el
contribuyente solicito el fraccionamiento y pago las cuotas de forma voluntaria o no. Los
pagos voluntarios hacen que se renuncie al derecho a prescribir; mientras que, los pagos
forzosos en el marco de un Procedimiento de Ejecución Coactiva hacen que el derecho a
prescribir no pierda su eficacia.

En esa línea, una vez que el Procedimiento de Ejecución Coactiva fundamentado en un


valor prescrito “toca la puerta” del contribuyente, este deberá tomar acción en un plazo
máximo de siete días hábiles desde la notificación de la REC[4]. El administrado deberá
actuar con cautela frente al Procedimiento de Ejecución Coactiva, un paso en falso
producirá la renuncia tácita a la prescripción.

Para clarificar lo que venimos comentando es trascendental remitirnos a la RTF N° 460-Q-


2019 emitida el 22 de febrero de 2019:

“Cabe agregar que si bien conforme con el Código Tributario, el pago voluntario de la
obligación prescrita no da derecho a solicitar la devolución de lo pagado, no obstante, en el
supuesto analizado, no existe un pago efectuado de forma voluntaria puesto que se trata de
montos dinerarios imputados de manera forzosa a la deuda objeto de cobranza coactiva
(…)”.
Por todo ello, el mecanismo del fraccionamiento de la deuda prescrita como medio para
paliar los efectos del Procedimiento de Ejecución Coactiva que venimos comentando a lo
largo del presente trabajo se hace efectivo sí y solo sí el contribuyente manifiesta en todo
momento y por escrito que la solicitud de fraccionamiento, el acogimiento al mismo y el
eventual pago de las cuotas no involucra, en modo alguno, la renuncia a su derecho a la
prescripción y solamente constituyen pagos forzosos derivados de un Procedimiento de
Ejecución Coactiva.

Asimismo, el contribuyente no debe dejar de lado la presentación de la solicitud de


prescripción de la deuda tributaria de forma previa al acogimiento al fraccionamiento. De
esta forma la Administración Tributaria no podría interpretar, en forma alguna, que el
contribuyente estaría renunciando a su derecho a prescribir.

Para finalizar el presente trabajo, nos referiremos a los casos en los cuales el contribuyente
por inobservancia de la norma tributaria, fracciona una deuda en la cual tenía el derecho a
prescribir y empieza a pagar las cuotas respectivas para luego darse cuenta de lo realizado y
solicitar ipso facto la prescripción de la deuda y la devolución de las cuotas.

En este tipo de escenarios, ante la inexistencia de un Procedimiento de Ejecución Coactiva


podríamos concluir que se trata, en efecto, de un supuesto de renuncia tácita bajo la
formulación actual del artículo 49 del Código Tributario, ergo no se podría recuperar lo
pagado. Sin embargo, lo anterior no parece del todo razonable tomando en consideración
que los deudores no voluntarios podrían beneficiarse de sus faltas al brindárseles la
posibilidad de recuperar sus cuotas; mientras que, en el caso de los deudores diligentes estos
no podrían acceder al mismo “beneficio” –bajo los parámetros del Código Tributario– aun
cuando le ahorran al Estado los costos que implican un Procedimiento de Ejecución
Coactiva.

“Según el artículo 43 del Texto Único Ordenado del Código Tributario11, la acción de la
Administración Tributaria para determinar la obligación tributaria, así como la acción para
exigir su pago y aplicar sanciones prescribe a los cuatro años, y a los seis años para quienes no
hayan presentado la declaración respectiva.Asimismo, prevé que dichas acciones prescriben a
los diez años cuando el agente de retención o percepción no ha pagado el tributo retenido o
percibido12.

Por su parte, conforme con los artículos 47 y 48 del citado código, la prescripción sólo puede
ser declarada a pedido del deudor tributario, pudiendo ser opuesta en cualquier estado del
procedimiento administrativo o judicial. A su vez,
el artículo 49 del referido código prevé que: “El pago voluntario de la obligación prescrita no
da derecho a solicitar la devolución de lo pagado”

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