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ALFABETIACIÓN
La alfabetización es un proceso que consiste en la adquisición paulatina de
competencias comunicativas de distinto nivel, y significa la posibilidad de
desenvolverse socialmente, lograr metas personales y desarrollar el conocimiento
propio y de los otros a lo largo de toda la vida, a partir de información escrita.
ALFABETIZACIÓN PLENA
Es un derecho que tienen todos los ciudadanos y capacita para la lectura de
diferentes textos como ficción, manuales y otros textos funcionales; así mismo,
para localizar información en textos de divulgación científica y/o especializada y
ser capaz de comprenderla, integrarla, reproducirla y crear ideas nuevas en textos
escritos.
OBSTACULOS EN EL APRENDIZAJE
El rechazo lingüístico se considera uno de los principales obstáculos para el
aprendizaje de la lectoescritura ya que cuando se rechaza el dialecto materno de
un niño, se lo rechaza entero, a él con toda su familia, con su grupo social de
pertenencia.
LECTURA Y ESCRITURA
La Lectura y escritura son actividades y procesos convergentes –aunque de facto
distintos e inversos– que deben tenerse en cuenta en la enseñanza y en la
evaluación de competencias. Enseñar a leer y escribir significa conocer
plenamente el código de la lengua (no sólo para comunicarse oralmente) en los
distintos niveles léxico, ortográfico, sintáctico y semántico así como en las
competencias plenas en los planos de reconocimiento, que capaciten al estudiante
para la lectura de comprensión y de expresión para la escritura.
La lectura y la escritura son procesos complementarios ya que permiten por un
lado, el reconocimiento estructural, progresivo de la comunicación escrita, lo que
implica la elaboración interna de un proceso dialógico con las ideas del autor y,
también competencias de lectura que se basan en conocimientos previos,
ampliando los márgenes de referencia.
PROCESOS DE LA LECTURA
La lectura como actividad involucra procesos fisiológicos y cognitivos complejos
que son inseparables el uno del otro.
En el proceso de lectura, de acuerdo con Clares (2006), se pueden reconocer tres
niveles –bajo, medio y alto– según su grado de complejidad. El bajo incluye las
operaciones perceptivas y de acceso léxico; en el medio se establece la relación
entre la forma (el significante) y el contenido (el significado) de las palabras; y en
el alto se reconstruye el significado global del texto.
En el primer nivel la memoria sensorial almacena la información
momentáneamente y la memoria operativa reconoce las palabras como unidades
lingüísticas. En este nivel tienen lugar “los procesos perceptivos mediante los
cuales se transforma la información impresa en un código viso-espacial” (Clares,
2006:6), por tanto la ortografía, el modo de escribir las palabras, la segmentación
de las mismas en sílabas y de los enunciados en palabras adquieren relevancia.
Es importante reconocer la especificidad gráfica de la escritura como un tipo de
lenguaje distinto que el lenguaje oral, con su propio sistema de signos. Este nivel
básico y aparentemente simple de lectura, al que se accede en los primeros años
de la educación (en México, último grado de preescolar y primero y segundo de
primaria), requiere de un ejercicio de entrenamiento constante de la memoria
operativa ya que sin ésta no se logra la mecanización de la lectura, una de las
principales causas del analfabetismo funcional entre los adultos.
En el siguiente nivel de lectura se produce la articulación entre el significante y el
significado de las palabras y está integrado por dos procesos. Un “proceso de
acceso léxico” en el cual, el sujeto recurre a los conocimientos previos
“almacenados en el léxico interno y transforma “las representaciones ortográficas
en conceptos” (Clares,2006:7) y, un proceso sintáctico en el cual se establecen
“las relaciones entre las palabras” indispensable para descifrar (y posteriormente
construir) enunciados (Clares,2006:8). En este nivel medio de lectura se reconoce
la coherencia interna del texto (se distingue al sujeto del enunciado del sujeto de la
enunciación, la concordancia de tiempo, de género y de número, la puntuación,
etcétera). A partir del conocimiento de la regulación gramatical como forma de
estandarización de las prácticas comunicativas, la lengua escrita puede ser puesta
en común, garantizando su condición de inteligibilidad compartida.
En el nivel alto y más complejo de lectura tienen lugar los procesos de
construcción semántica. El sujeto analiza el contenido conceptual y proposicional
de los enunciados y relaciona unas proposiciones con otras, es decir, integra el
sentido de las palabras (nivel referencial) y el sentido de los enunciados (relación
entre texto y contexto) para alcanzar la comprensión global del significado
propuesto por el texto (Clares, 2006:8). De acuerdo con Clares, los procesos
perceptivos, subléxicos, léxicos, sintácticos y semánticos no son lineales o por
estadios, proceden de manera concurrente. Entre ellos se establece una
cooperación, es decir que “[...] la comprensión lectora no es consecuencia
exclusiva del proceso semántico, sino resultado de la integración activa de la
información procedente de todos y cada uno de los procesos de lectura”
COMPETENCIAS DE LA ESCRITURA
El proceso de la escritura requiere de competencias distintas y complejas: la
comprensión de lectura implica la capacidad de “reconocimiento” gráfico-
ortográfico de las palabras y su contenido semántico. La competencia de escritura
requiere la “posesión” de un léxico amplio y la capacidad de utilizarlo para
expresar ideas propias, desarrolladas lógica y ordenadamente de acuerdo con la
sintaxis que regula la coherencia y la claridad de las ideas y, en consecuencia la
eficacia comunicativa de la lengua escrita.
INFERIR
Según la lectura, inferir es el proceso de recomponer el texto después de leído,
donde previamente se han identificado las partes y se entiende a totalidad la
intención del autor en cuanto al uso del lenguaje y a su capacidad de hablar del
tema.
VENTAJAS DE INFERIR