Para comenzar debemos saber que la ecología agrícola se basa en la aplicación de
principios que combinan valores ecológicos y sociales, cuya adjudicación se adapta a distintos contextos y también a diferentes escalas, desde la muy pequeña para el autoconsumo hasta la gran escala. La agroecología tiene la biodiversidad como principio básico, por lo que es posible reconstruir, fortalecer o mantener en lo posible diferentes salidas del sistema, tales como: agua, materia orgánica, aire y energía solar, permitiendo una mejor la calidad de los suelos y cultivos. Pero para lograrlo es muy importante tener en cuenta muchos factores, como lo son: el reciclaje, la sinergia, los conocimientos necesarios, la eficiencia del método aplicar, los valores, cultura, economía entre otros, puesto que sin esto no seria posible realizar un sistema ecológico. En efecto, he escogido el modelo de la agricultura ecológica, a fin de siembra y producción de arroz en norte de Santander, en este caso utilizaremos labranza mínima, la cual consiste en trabajar muy poco el suelo, antes de la siembra. Aunque para lograrlo debemos proporcionar un 16% de humedad al suelo, donde el tractor y la sembradora pueda laborar en perfectas condiciones, teniendo en cuenta el estado del campo. la ventaja importante de la labranza cero, es que los cultivos pueden ser sembrados inmediatamente después de que la cosecha anterior haya sido recogida. Será fundamental realizar un estudio de suelo con el fin de determinar las deficiencias del terreno, y de ahí trabajarlo según los requerimientos, ya sea con productos orgánicos o botánicos. Un ejemplo: si el estudio arroja resultados de descalcificación, podemos emplear cenizas que serían quemadas previamente en un horno y luego distribuidas en todo el suelo. En síntesis, la agroecología propone un manejo de los recursos y al agroecosistema para que puedan ser empleados de una forma más sostenible. Los agentes del cambio deben conocer que en los procesos agroecológicos de producción dentro de la finca deben poseer una solvencia para absorber todos los gastos que la transformación de agricultura convencional hacia agroecológica se realizan, pues éste es un proceso verdaderamente largo y lento que al final promueve el desarrollo sostenible sin comprometer los recursos de las futuras generaciones, porque está promoviendo la vinculación y aceptación de los conocimientos tradicionales, valores culturales en otras palabras un desarrollo social integral. En lo ambiental y económico la dependencia de insumos locales lo cual representa una economía para el agricultor manteniendo así una estabilidad productiva.