crítico en la siguiente forma: “Es en este contexto económico en el que cabe inscribir la cuestión que estamos analizando en este apartado: la relación entre guerra fría y objetivos económicos de las dos superpotencias y los bloques que la lideran. En nuestra opinión esta relación es estrecha, se ha mantenido firmemente unida hasta el estallido de la crisis y se manifiesta a través de dos mecanismos: el control económico que ambas potencias intentan ejercer sobre sus áreas de influencia, y el impulso al desarrollo de procesos de integración en las mismas. Mecanismos que unidos a los anteriormente analizados permitirán comprender en su totalidad y complejidad el desarrollo y mantenimiento de la guerra fría”. Vemos así como el mundo de los setenta sufrió una convulsión económica que originó conflictos, no solamente entre Estados y organizaciones, si no también, en las mismas sociedades. El año 1973 fue crítico pues además de la crisis del petróleo se produjeron conflictos en Chile con el golpe de Pinochet; en Israel con la guerra del Yom Kippur; y en Vietnam, con las conversaciones de París. Todo ello tendría enormes repercusiones en las relaciones EE.UU.-URSS que ese mismo año se celebró una reunión cumbre en Washington donde se tomaron importantes acuerdos para la prevención de la guerra nuclear. D.- LA DISTENSIÓNComo ya hemos mencionado, los Acuerdos de París que se firmaron el 27 de Enero de 1973, entre EE.UU. y Vietnam del Norte, sirvieron para liberar a los norteamericanos de las garras del conflicto vietnamita e iniciar un proceso de - - 151distensión con Moscú. Se celebraron así dos cumbres, primero en Moscú y en Junio, en Washington que facilitaron una serie de acuerdos tendentes a la distensión. Pero el 6 de Octubre de ese 1973, se produjo un nuevo conflicto armado, al atacar Egipto a Israel con la llamada guerra del Yom Kippur, en combinación con Siria. Así, mientras la URSS suministraba material de guerra a unos, EE.UU. lo hacía a los otros. La contraofensiva de los ejércitos hebreos derrotó completamente a los atacantes en forma extremadamente humillante, hasta tal punto que los soviéticos amenazaron con intervenir. Estados Unidos puso en alerta sus fuerzas y, a pesar del pacto firmado sobre prevención de guerra nuclear firmado meses atrás, el peligro atómico se volvió a hacerse realidad. Finalmente, gracias a una resolución de alto el fuego de la ONU, el 31 de Octubre se pudo cancelar el estado de alerta militar de las grandes potencias. El resultado de la guerra del Yom Kippur, en la que Egipto fue el gran perdedor, hizo que este importante país de Oriente Próximo, cambiase su política y se acogiese un nuevo mentor, EE.UU., con lo que la URSS perdió una importante baza. De esta forma, en unos cuantos meses, la distensión conseguida en 1973 fue perdiendo fuerza y los acuerdos comerciales entre ambas potencias se vieron cuestionados por la oposición demócrata en el Senado. El pretexto fue que la URSS dificultaba la emigración judía hacia Israel. En Junio de 1974, el presidente Nixon volvió a Moscú para reactivar la distensión que tenía los SALT II como objetivo principal. Esto interesaba a los norteamericanos y resultaba difícil para los soviéticos que eran reacios a aligerar su postura nuclear. Después del impeachment a Nixon (Agosto 1974), su sucesor Ford, tuvo que retomar la política de acuerdos con la URSS. Así, en Noviembre se celebró la cumbre de Vladivostok, en la cual se acordó la limitación de armas nucleares estratégicas con los siguientes detalles, como base de lo que serviría para firmar en 1975 los ansiados SALT II: 1.– Un tope de 2.400 ojivas en total para ambos bandos. - - 1522.– Un tope de 1.320 MIR V. 3.– Inclusión de misiles terrestres y desde aviones. 4.– Limitar a 313 los despliegues de misiles soviéticos. 5.– Continuar las negociaciones en la década de los ochenta. 6.– Centrar las conversaciones en Ginebra. De esta forma, 1975 significó un gran avance en las relaciones de las dos grandes potencias, y de esto se obtendrían grandes beneficios para la paz mundial. No obstante, la situación de conflicto que impregnaba las relaciones exteriores entre las naciones del Este y del Oeste subsistía en el clima de guerra fría y hacían posible que, a pesar de los acuerdos logrados entre las grandes potencias, se produjeron nuevos conflictos en los setenta. Tales fueron los ocurridos en zonas periféricas como el de Chile (1973) y Angola (1975). En ambos conflictos se jugaban zonas de influencia en América del Sur y África. En Chile, con un régimen democrático, pero favorable a la Unión Soviética y la revolución castrista, los norteamericanos decidieron apoyar el golpe militar de Pinochet porque en palabras de Kissinger (Powaski, pag. 245): “No veo por qué necesitamos mantenernos al margen y contemplar como un país se vuelve comunista debido a la irresponsabilidad de su propio pueblo”. Por otro lado, en Angola, la URSS apoyaba al Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA), principal facción de las que lucharían hasta conseguir la independencia de Portugal. Estados Unidos veía con preocupación la influencia que los soviéticos estaban obteniendo para establecer un régimen del estilo cubano en África que no estaban dispuestos a consentir. Sin embargo 1975 iba a constituir el año crítico de la guerra fría, a pesar de todo. La cooperación y el entendimiento dialogado entre el Este y el Oeste iba por otro lado. Dos acontecimientos vinieron a confirmar el éxito de la distensión: El primero, fue la realización espacial conjunta del Apollo-Soyuz que fue la demostración palpable de que había posibilidades de entendimiento en el campo espacial. El segundo, resultó más espectacular porque abarcó por vez - - 153primera a treinta y cinco naciones, treinta y tres europeas, más Estados