Las acciones realizadas por las fuerzas aéreas enmarcaron diferentes
estrategias a lo largo del tiempo, por eso, los principios de la guerra aplicables a las fuerzas aéreas, dieron como resultado las funciones del poder aéreo. En ese mismo sentido, los aportes de Trenchard, sentaron las bases para la implementación efectiva del bombardeo estratégico, que dio sentido a la función del predominio en las operaciones, que tienen como objetivo, atacar los puntos de abastecimiento de la aviación (En relación a principios de guerra, masa, sorpresa, explotación del éxito, moral y la seguridad). Es decir, la propuesta de Trenchard, brindo un nuevo pensamiento, basado en la ofensiva del poder aéreo, el que se llevó a cabo, mediante la hipótesis de los ataques con mayoría en el número de aeronaves, teniendo como objetivo, el aumentar la probabilidad de éxito. Además de la función de bombardeo estratégico, cuya relevancia se destacó en las ideas de Trenchard, su implementación dio paso a la necesidad de superioridad en el transporte aéreo, no como una actividad complementaria, sino como una necesidad eficaz, puesto que su aporte, fue decisivo en la incursión de los bombarderos. En pocas palabras, la presencia de estas funciones en la estrategia aérea, muestra completamente la relevancia de un empleo esencial de su teoría en la composición de una las estrategias aéreas que han dado mejores resultados a través del tiempo.