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Ciudadanía y Reflexión Ética

Semana 9 - Ciudadanía concepto y


aspectos históricos

Bienvenidas estimadas y estimados estudiantes, continuando con el desarrollo de nuestro curso los
invito a conocer aspectos históricos relacionados con la ciudadanía.

La noción de ciudadanía es muy antigua, aunque no siempre tuvo los alcances con la que la conocemos
hoy. Las primeras referencias de ciudadanía están en la Antigua Grecia y aunque sólo serán ciudadanos
con derechos y capacidad de gobernar y administrar justicia los hombres griegos, los extranjeros los
esclavos y las mujeres no tenían esta condición. Similar situación se vivió en Roma, aunque con el paso
del tiempo se fue ampliando y los latinos de Italia pudieron adquirir esta condición, de igual manera
sucedería con los esclavos libertos y los hijos de éstos. Durante la edad media se pierde esta noción de
ciudadanía como la pertenencia a una comunidad (estado, polis) y se genera una relación de siervos y
vasallos súbditos casi sin derechos. Estos sólo servían a los señores feudales y nobles quienes eran los
poseedores de todos los privilegios a cambio de seguridad. Dos grandes hechos históricos serán
decisivos en la noción de ciudadanía: la Revolución de Independencia de las colonias de Norteamérica
y la Revolución Francesa. En ambos casos aparecen grandes declaraciones que señalaron un conjunto
de derechos individuales como igualdad y libertad y se consagra que la soberanía radica en el pueblo.
Ya en la edad contemporánea, la ciudadanía se irá concibiendo como la condición de los miembros de
una sociedad con derechos civiles o individuales, libertades relativas a la vida y desarrollo integral de
la persona, políticos, participar en el ejercicio del poder público, en la política y sociales, vida digna y
bienestar general, así como obligaciones.

Podemos entender la ciudadanía en términos de Elizabeth Jelin como el sentimiento de pertenencia a


una comunidad política y el reconocimiento de esa comunidad política a la persona como miembro de
ella, relación que genera derechos y deberes. Esta noción de ciudadanía no se limita al cumplimiento
de ciertos actos periódicos como votar cada cuatro años, sino que implica una participación activa en
la esfera pública, salir del plano subordinado para reclamar ante las injusticias y exigir los cambios
necesarios, incidir ante quienes tienen el poder en la toma de decisiones y ser parte de esas decisiones,
la contracara de la ciudadanía en la exclusión, esto porque existen otros que no pertenecen a una
determinada comunidad política o no pueden ejercer plenamente sus derechos, la ciudadanía plantea
la posibilidad de la igualdad social.

Esta noción de ciudadanía nos debe llevar a considerar una ciudadanía no sólo individual sino también
colectiva en la medida que existen sujetos colectivos con derechos, como las comunidades nativas o
grupos con dificultades para su inclusión como los migrantes, las personas LGTBIQ o nuevas formas de
familias que no son aceptadas. Como vemos, la noción de ciudadanía ha ido evolucionando a través de
la historia, ser ciudadano implica tener un sentimiento de pertenencia a una comunidad política y el
reconocimiento de esta, generando derechos y obligaciones. Ser ciudadanos implica politizarse y salir
del plano subordinado para ser partícipes activos en la toma de decisiones en la esfera política y del
poder público. Vivimos en tiempos donde se debe construir una noción de ciudadanía de nuevos
actores y colectivos a fin de generar igualdad social.

Sigamos avanzando en esta aventura de aprendizaje.

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