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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA DEFENSA


VICEMINISTERIO DE EDUCACIÓN PARA LA DEFENSA
UNIVERSIDAD MILITAR BOLIVARIANA DE VENEZUELA
CONVENIO UCSAR-UMBV
FACULTAD DE DERECHO

DERECHO INTERNACIONAL
PÚBLICO

ALUMNOS: ELVIS QUIROZ 20.785.140.

BARBARA PALENCIA 22.004.760


PROFESOR:
MARIANGELA AMARIS 18.374.362

NEYESKA DELGADO 23.950.217

VICMARY PEREIRA 26.371.418

FUERTE TIUNA 20 NOVIEMBRE 2020


INTRODUCCIÓN

Cuando se habla de DIP el primer concepto que viene a la mente es derecho


entre las naciones; es decir, conjunto de normas que regulan las relaciones entre
las naciones o, mejor dicho, entre Estados. Sin embargo, en la comunidad
internacional no existen solo las naciones porque, efectivamente, los sujetos del
DIP, más que las naciones, serían los Estados. Además, a partir de la segunda
mitad del siglo XX, otros sujetos del DIP se suman en el escenario mundial de
las relaciones tradicionalmente entabladas entre Estados: es el caso de los
individuos o de las Organizaciones Internacionales.
Para evitar una convivencia anárquica, la ordenación de los sujetos del DIP
necesita de normas de derecho internacional, que son reglas de conducta
específicas cuyo respeto es obligatorio. Los sujetos destinatarios tienen la actitud
a ser titulares de derechos y obligaciones que ellos mismos generan en la
mayoría de los casos. Sobre todo si se considera como sujetos a los Estados.
Es importante recordar que algunos sujetos atípicos no participan directamente
en la formación o creación de tales reglas de conducta.
Órganos centrales y exteriores de las relaciones internacionales
Son aquellos entes del Estado que se ocupan de la conducción de la política
exterior y según Rousseau se dividen en:
1) Órganos Centrales= El Jefe de Estado y el Ministerio de Relaciones
Exteriores.
2) Órganos Exteriores= Los Servicios Diplomáticos y Consulares.

Órganos Centrales
a) El Jefe de Estado: es el funcionario que tiene a su cargo en forma directa la
conducción de las relaciones del Estado con otro. Los cambios que se produzcan
de quien ejerza la jefatura son regulados por el derecho interno de cada país, así
como los derechos y deberes que tenga conforme al cargo y éstos se traspasan
a quien deba suceder. En la práctica internacional, el Presidente debe ser objeto
de reconocimiento. Y goza de ciertas inmunidades y privilegios dentro de los que
destacan:
a.1) Inviolabilidad de la persona: protección especial garantizada, cuando se
comete un delito contra el Presidente se considera un elemento agravante en la
legislación internacional.
a.2) Inmunidad de Jurisdicción: que impedía ser juzgado fuera de su territorio.
Abarcan: actos realizados en su calidad de persona privada, no de jefe de Estado
(heredero, legatario, autor de un daño); y aquellos realizados como
representante del Estado en el ejercicio de sus funciones públicas.

Este concepto de inmunidad del Jefe del Estado se está transformando desde
la orden de detención que libro el juez Baltasar Garzón contra Augusto Pinochet
en Londres y más recientemente en las acusaciones y ordenes de aprehensión
contra Jefes de Estado en funciones por la violación de los derechos humanos
cometidas contra sus nacionales. Como Omar Al Bashir Presidente de Sudan
en el año 2009.

En Venezuela, y siguiendo aquí al Profesor Juan Carlos Sainz en su obra


veremos cómo se produjo un cambio en cuanto a los órganos centrales y
especialmente, en cuanto al Jefe del Estado al crearse la figura del
Vicepresidente y asignarle en el artículo 236, numeral 4 de la Constitución
funciones conjuntas y concurrentes en materia de política exterior y entre otras
este deberá “Ratificar los Tratados, Convenios o Acuerdos que celebre el
Presidente”.
Igualmente, en el artículo 236, numeral 15, el Presidente se reservó la potestad
exclusiva de la designación de los Embajadores y Jefes de Misión.
b) El Ministerio de Relaciones Exteriores: En la concepción clásica de
Rousseau, el Ministro es “el encargado de la dirección de las relaciones
exteriores, unas veces bajo la supervisión del Jefe de Estado y otras bajo la del
Parlamento”.[3] Sus declaraciones obligan al Jefe de Estado que representa y
además ejerce una doble función:
b.1) Es el instrumento de las relaciones jurídicas entre los Estados, es
quien obliga, quine dicta las direcciones a sus agentes diplomáticos y
participa en la elaboración del derecho convencional cuando concluye
acuerdos y cuando interviene en la interpretación de los Tratados.
b.2) Es el agente de la política exterior del gobierno y participa del
gobierno con ese cargo en las negociaciones internacionales.

En Venezuela, señala el artículo 236 de la Constitución que este tiene


competencias exclusivas, pero además le agrega la coordinación necesaria con
otros Ministerios cuando el tema así lo requiera.

Órganos Exteriores
a) Los Agentes Diplomáticos: son los enviados oficialmente por un Estado para
que le represente ante otro con el cual tenga relaciones. Se conoce como el
derecho de legación activo (derecho de enviar agentes) y pasivo (obligación de
recibir agentes de gobiernos extranjeros). Su actuación se encuentra regulada
por la Convención de Viena del 18 de abril de 1961. Entran en funciones con el
Placet que debe ser presentado al Jefe del Estado donde ha sido acreditado y
tiene por objeto saber si es una persona grata y si es aceptado recibirá las Cartas
Credenciales que contienen sus instrucciones y que serán presentadas al Jefe
de Estado o al Ministro de Relaciones Exteriores notificando de su llegada al
país, esa fecha marca la precedencia con relación al resto del cuerpo diplomático
y se clasifican en:
Embajadores y Nuncios: es el primer representante del Estado, siendo que en
la práctica el decano del cuerpo diplomático es el Nuncio o enviado del Papa.
Enviados Extraordinarios: el Estado puede designar dependiendo del Estado y
de las relaciones que tenga con este un Ministro Plenipotenciario o también
denominados Internuncios,
Encargados de negocios: que pueden ser permanentes o temporales, ocupan
eventualmente el cargo de Embajadores ante las ausencias de éste por muerte
o traslado a otra legación.
Funciones de los Agentes: Mantener comunicación oficial entre el gobierno
que representan y aquel en el que se encuentran acreditados, transmitir las
comisiones rogatorias en materia civil cuando sea necesario; realizar diligencias
judiciales; ser el negociador cuando se presenten diferencias entre los Estados.
Además informar a su país de todo lo que acontece en el Estado donde está
acreditado. Otorgar protección a sus compatriotas y no interferir en los asuntos
internos siendo prudente en sus comentarios, opiniones y modos en que deba
dirigirse al Gobierno.
Inmunidades de los Agentes: Se les conceden inmunidades y privilegios en
cuanto a su vida, protección y seguridad y también disfruta de otras prerrogativas
como las exenciones fiscales. Podemos mencionar las siguientes:
a) Inviolabilidad o Inmunidad Personal: se aplica al personal diplomático, al jefe
de la misión, consejeros, secretarios y agregados.
b) Correspondencia: protección de los correos que se reciben y se envían
desde y hacia la legación diplomática.
c) Edificios o Sedes: se conoce como la ficción territorial, ya que se entiende
que el territorio donde está la sede diplomática es un pedazo de ese otro país,
es inviolable y solo puede permitirse el ingreso de la policía cuando se comenta
un delito. Por ello la legación es el elemento esencial del asilo.
d) Inmunidad de Jurisdicción: lo coloca bajo el abrigo de las acciones civiles o
penales, por ejemplo no puede ser citado como testigo y su testimonio en caso
de ser necesario se rendirá por escrito; no se le puede citar directamente y sus
bienes no pueden ser embargados. En este punto señala Rousseau que esta
inmunidad de jurisdicción se extiende a: Ratione Personae: a todos los agentes,
sus familiares directos, esposa e hijos y a todo el personal oficial y los
agregados. Ratione Materiae: se extiende a cualquier civil mediante actos
funcionales (en el ejercicio de su cargo) o contra actos privados (a título personal)
y Ratione Temporis: que dura mientras dure la función del cargo.
e) Cortesía: se señala la inmunidad fiscal como la exención de impuestos y el
derecho al culto privado, llamado derecho de capilla.
Termino de la Misión: La misión puede concluirse porque se negoció y firmo un
tratado que pone fin al objeto de la misma; o por la muerte o dimisión del
Embajador; o por decisión del Gobierno que lo nombró; por el retiro de la
delegación ante una ruptura de relaciones diplomáticas como expresión de un
conflicto, siendo de competencia discrecional del Estado y como acto lícito de
uno contra otro.
Derecho consular
Los cónsules: son agentes oficiales de uno Estado que se destinan a
diferentes ciudades donde el Estado tenga interés o agrupe un importante
número de sus nacionales. Se remonta a la Edad Media. Los cónsules tienen
el carácter de auxiliares locales de los agentes diplomáticos y no tienen carácter
representativo. Existen cónsules de carrera y cónsules honorarios. Estos
ejercen sus funciones de acuerdo a las patentes especiales (lettres de provision)
que le son extendidas por el Estado que lo nombra y en un sitio determinado. Su
aceptación se produce mediante el exequátur y no tienen derecho de
precedencia.
Funciones de los Cónsules: básicamente hacer respetar los derechos de sus
compatriotas y ayudarles en sus empresas; de suministrar información a los
particulares y al gobierno lo que comprende el registro de nacimientos,
matrimonios, expedición y visado de pasaportes, funciones de registro civil,
actividades notariales, ejecución de comisiones, rogatorias, pago de pensiones,
subsidios, ayudas y socorros.
Inmunidades de los Cónsules: disfrutan de las mismas que los Agentes
Diplomáticos con la diferencia que en caso de la inmunidad de jurisdicción que
no la poseen para los actos privados o personales, que pueden ser citados.
También pueden disfrutar de inmunidad fiscal y gozan de la inmunidad de su
correspondencia.
Fuentes del Derecho Consular: se diferencian las fuentes del Derecho
Consular Internacional que reposan en los Tratados, es decir, aquellas
contenidas en los Acuerdos de Amistad, Comercio y Navegación de aquellas que
se encuentran en el derecho interno, contenidas en los textos legales nacionales.
Fin de la Misión: La misión puede concluir; por cese de las funciones, por
decisión del Cónsul o por fallecimiento de éste. También por la extinción del
exequátur; por ruptura de las relaciones consulares y/o diplomáticas.
Convención de Viena sobre relaciones consulares
Los Estados Parte en la presente Convención, teniendo presente que han
existido relaciones consulares entre los pueblos desde hace siglos, los
Propósitos y Principios de la Carta de las Naciones Unidas relativos a la igualdad
soberana de los Estados, al mantenimiento de la paz y de la seguridad
internacionales y al fomento de las relaciones de amistad entre las naciones,
considerando que la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Relaciones e
Inmunidades Diplomáticas aprobó la Convención de Viena sobre Relaciones
Diplomáticas, abierta a la firma de los Estados el 18 de abril de 1961.
Estimando que una convención internacional sobre relaciones, privilegios e
inmunidades consulares contribuirá también al desarrollo de las relaciones
amistosas entre las naciones, prescindiendo de sus diferencias de régimen
constitucional y social, conscientes de que la finalidad de dichos privilegios e
inmunidades no es beneficiar a particulares, sino garantizar a las oficinas
consulares el eficaz desempeño de sus funciones en nombre de sus Estados
respectivos, afirmando que las normas de derecho internacional consuetudinario
continuarán rigiendo las materias que no hayan sido expresamente reguladas
por las disposiciones de la presente Convención.
Convención De Viena Sobre Relaciones Consulares
Protocolo De Firma Facultativa Sobre Jurisdicción Obligatoria Para
La Solución De Controversias
Los Estados Parte en el presente Protocolo y en la Convención de Viena sobre
Relaciones Consulares, que se denomina en este documento "la Convención",
aprobada por la Conferencia de las Naciones Unidas celebrada en Viena del 4
de marzo al 22 de abril de 1963, expresando su deseo de recurrir a la jurisdicción
obligatoria de la Corte Internacional de Justicia en todo lo que les afecte y se
refiera a la solución de cualquier controversia originada por la interpretación o
aplicación de la Convención, a menos que las partes convengan, dentro de un
plazo razonable, otra forma de solución.
Han convenido lo siguiente:
Artículo I
Las controversias originadas por la interpretación o aplicación de la Convención
se someterán obligatoriamente a la Corte Internacional de Justicia, que a este
título podrá entender en ellas a instancia de cualquiera de las partes en la
controversia que sea Parte en el presente Protocolo.
Artículo II
Las partes podrán convenir, dentro de un plazo de dos meses desde que una de
ellas notifique a la otra que, en su opinión, existe un litigio, en recurrir a un tribunal
de arbitraje, en vez de hacerlo ante la Corte Internacional de Justicia. Una vez
expirado ese plazo, se podrá someter la controversia a la Corte, a instancia de
cualquiera de las partes.
Artículo III
1. Dentro del mismo plazo de dos meses, las partes podrán convenir en adoptar
un procedimiento de conciliación, antes de acudir a la Corte Internacional de
Justicia.
2. La comisión de conciliación deberá formular sus recomendaciones dentro de
los cinco meses siguientes a su constitución. Si sus recomendaciones no fueran
aceptadas por las partes en litigio dentro de un plazo de dos meses a partir de la
fecha de su formulación, se podrá someter la controversia a la Corte, a instancia
de cualquiera de las partes.
Artículo IV
Los Estados Parte en la Convención, en el Protocolo de firma facultativa sobre
adquisición de la nacionalidad y en el presente Protocolo podrán, en cualquier
momento, declarar que desean extender las disposiciones del presente
Protocolo a las controversias originadas por la interpretación o aplicación del
Protocolo de firma facultativa sobre adquisición de la nacionalidad. Tales
declaraciones serán comunicadas al Secretario General de las Naciones Unidas.
Artículo V
El presente Protocolo estará abierto a la firma de todos los Estados que puedan
ser Parte en la Convención, de la manera siguiente: hasta el 31 octubre de 1963,
en el Ministerio Federal de Relaciones Exteriores de la República de Austria; y
después, hasta el 31 en marzo de 1964, en la sede de las Naciones Unidas en
Nueva York.
Artículo VI
El presente Protocolo está sujeto a ratificación. Los instrumentos de ratificación
se depositarán en poder del Secretario General de las Naciones Unidas.
Artículo VII
El presente Protocolo quedará abierto a la adhesión de todos los Estados que
puedan ser Parte en la Convención. Los instrumentos de adhesión se
depositarán en poder del Secretario General de las Naciones Unidas.
Artículo VIII
1. El presente Protocolo entrará en vigor el mismo día que la Convención o el
trigésimo día siguiente al de la fecha en que se haya depositado en poder del
Secretario General de las Naciones Unidas el segundo instrumento de
ratificación del Protocolo o de adhesión a él, si este día fuera posterior.
2. Para cada Estado que ratifique el presente Protocolo o se adhiera a él una vez
que entre en vigor de conformidad con lo dispuesto en el párrafo 1 de este
artículo, el Protocolo entrará en vigor el trigésimo día siguiente al de la fecha en
que tal Estado haya depositado su instrumento de ratificación o de adhesión.
Artículo IX
El Secretario General de las Naciones Unidas comunicará a todos los Estados
que puedan ser Parte en la Convención:
a) las firmas del presente Protocolo y el depósito de instrumentos de ratificación
o adhesión, de conformidad con lo dispuesto en los artículos V, VI, y VII;
b) las declaraciones hechas de conformidad con lo dispuesto en el artículo IV del
presente Protocolo;
c) La fecha de entrada en vigor del presente Protocolo, de conformidad con lo
dispuesto en el artículo VIII.
Artículo X
El original del presente Protocolo, cuyos textos en chino, español, francés, inglés
y ruso son igualmente auténticos, será depositado en poder del Secretario
General de las Naciones Unidas, quien enviará copia certificada a todos los
Estados a que se refiere el artículo V.
En testimonio de lo cual los infrascritos plenipotenciarios, debidamente
autorizados por sus respectivos Gobiernos, firman el presente Protocolo.
Hecho en Viena, el día veinticuatro de abril de mil novecientos sesenta y tres.

Derecho de legación
Es un derecho para un Estado de enviar agentes diplomáticos a otros Estados
(derecho de legación activa) o de recibirlos de él (derecho de legación pasiva).En
pocas palabras se puede definir como la representación diplomática mantenida
por un gobierno ante en estado donde no tiene Embajada.
Representación diplomática y sus clases
Existen cuatro tipos fundamentales de misiones diplomáticas, la Embajada
(máxima categoría de la misión diplomática, cuyo jefe es un embajador), la
legación (de jerarquía inferior a la Embajada, cuyo jefe de misión es un ministro
residente), La Nunciatura (misión diplomática de la misma categoría que la
Embajada, cuyo jefe se denomina Nuncio y es la representación de la Santa
Sede ante los Estados con los que tiene relaciones diplomáticas) y la
Internunciatura (misión diplomática de la Santa Sede de menor categoría que la
Nunciatura, pues se puede equiparar a la Legación. El jefe de la misión se
denomina internuncio).
Son también misiones diplomáticas en sentido amplio, las delegaciones
permanentes de un Estado ante una organización internacional al frente de las
cuales está un embajador, representante o delegado permanente y las misiones
que los organismos internacionales pueden establecer ante los Estados que
forman parte de las mismas. A una misión diplomática permanente se le suele
llamar embajada, y a quien encabeza la misión se le conoce como embajador.
Las misiones en las Naciones Unidas son conocidas sencillamente como
misiones permanentes y el director de éstas es tanto representante permanente
como embajador. Algunos países dan nombres más distintivos a sus misiones y
al personal de éstas: una misión de la Santa Sede es encabezada por el nuncio
apostólico (o nuncio papal) y se le llama, consecuentemente, nunciatura
apostólica; en cambio, las misiones libias son llamadas agencias populares y los
jefes de misión, secretarios.
En el pasado, una misión diplomática encabezada por un funcionario de rango
secundario (p. ej. un enviado o ministro residente) era conocida como legación.
Hasta principios del siglo XX, lo usual era que los países considerados como
potencias fueran los únicos que se enviaban entre sí embajadores, mientras que
a los demás países enviaban tres tipos de jefes de misión: a) enviados
extraordinarios y ministros plenipotenciarios, b) ministros residentes y c)
encargados de negocios con cartas de gabinete. Los países que no eran
considerados como potencias, tampoco nombraban un embajador, sino que
entre sí o en una potencia, los jefes de misión que acreditaban tenían también el
rango de enviado extraordinario y ministro plenipotenciario, de ministro residente
o de encargado de negocios.
La representación diplomática entre potencias tenía por consiguiente el rango
de embajada, mientras que entre los demás países, o entre una potencia y un
país que no lo era, tenían la categoría de legación. A lo largo de la primera mitad
del siglo XX ,esa distinción fue desapareciendo, y muchos países que
tradicionalmente no habían sido considerados como potencia, empezaron a
nombrar embajadores y a dar a sus legaciones el rango de embajadas. Sin
embargo, esa vieja distinción se conserva en el texto de la Convención de Viena
sobre relaciones diplomáticas suscrita en 1961, que establece en su artículo 14:
"1. Los jefes de misión se dividen en tres clases: a. embajadores o nuncios
acreditados ante los Jefes de Estado, y otros jefes de misión de rango
equivalente; b. enviados, ministros o internuncios acreditados ante los Jefes de
Estado; c. encargados de negocios acreditados ante los Ministros de Relaciones
Exteriores.
2. Salvo por lo que respecta a la precedencia y a la etiqueta, no se hará ninguna
distinción entre los jefes de misión por razón de su clase." Como las categorías
de ministros plenipotenciarios y ministros residentes ya no se usan, también el
nombre de legación es obsoleto y ya no se emplea para referirse a las actuales
representaciones diplomáticas más que de modo figurado.
La figura de los encargados de negocios con cartas de gabinete como jefes de
misión sí sobrevive, pero su oficina recibe el nombre habitual de embajada y no
de legación. En casos de disputa, es común que un país retire al jefe de misión
como muestra de descontento.
Esto es menos drástico que cortar por completo las relaciones diplomáticas, y la
misión puede seguir operando de manera más o menos regular, aunque ahora
esté encabezada por un chargé d'affaires (Encargado de Negocios), el cual tiene
poder limitado. Se hace notar que, durante el periodo de sucesión entre dos jefes
de misión, un chargé d'affaires a.i. (Ad Interim) puede ser nombrado
temporalmente como cuidador; esto no implica ninguna hostilidad hacia el país
anfitrión. El consulado es también una oficina diplomática, pero su ámbito de
acción es diferente, pues se ocupa de proteger a los nacionales de su país, hacer
poderes, documentación al día y otros asuntos de interés de los nacionales de
su país como lo define la Convención de Viena sobre las relaciones consulares
de 1963. Técnicamente, el término "embajada" se refiere al personal que trabaja
en la misión, mientras que la oficina se conoce como "cancillería", aunque tal
distinción rara vez se usa públicamente para evitar confusiones.
Al frente de la misión diplomática está el jefe de misión, definido por el Convenio
de Viena (artículo 19) como la persona encargada por el Estado acreditante de
actuar con el carácter de tal). El artículo 14 del indicado convenio divide a los
jefes de misión en tres clases:
a) embajadores o nuncios acreditados ante los Jefes de Estado;
b) enviados, ministros o internuncios acreditados antes los Jefes de
Estado;
c) encargados de negocios acreditados ante los ministros de
Relaciones Exteriores.

Son miembros del personal de la misión diplomática los agentes diplomáticos


(acreditados con este carácter y que gozan de estatuto diplomático, como los
agregados o consejeros), los miembros del personal administrativo y técnico
(que aun no siendo acreditados como personal diplomático gozan de ciertas
inmunidades y privilegios) y los miembros del personal de servicio de la misión.
El artículo 3 del Convenio de Viena destaca las principales funciones de la misión
diplomática: a) representar al Estado acreditante ante el Estado receptor; b)
proteger los intereses del Estado acreditante y sus nacionales; c) negociar con
el Gobierno del Estado receptor; d) enterarse e informar sobre la evolución de
los acontecimientos en el Estado receptor; e) fomentar las relaciones amistosas,
económicas, culturales y científicas entre el Estado acreditante y el receptor.
Todo Estado reconocido internacionalmente tiene capacidad para enviar o
acreditar ante otro Estado misiones diplomáticas o recibirlas, pero el
establecimiento de relaciones diplomáticas entre Estados y el envío de misiones
diplomáticas permanentes sólo se efectúa por consentimiento mutuo (art. 2 del
Convenio de Viena).
Está prevista también la ruptura de relaciones diplomáticas entre dos Estados
o el término de una misión diplomática de modo definitivo o temporal,
encargando la protección de sus intereses y de sus nacionales a un tercer Estado
aceptable para el Estado receptor. Supuestos menos graves son la convocatoria
de un jefe de misión por el ministro de Relaciones Exteriores del Estado receptor
para entregarle una nota de protesta, la declaración de persona «non grata» de
un miembro de la misión o la llamada a consulta de un jefe de misión por su
propio Ministerio de Relaciones Exteriores. Los locales de la misión diplomática,
su mobiliario, archivos y documentos son inviolables, los agentes del Estado
receptor no podrán penetrar en ellos sin consentimiento del jefe de la misión y
ésta está exenta de todo impuesto y gravamen relacionado con sus locales.
El papel de una misión diplomática es el de proteger los intereses del Estado
acreditante en el país receptor dentro de los límites establecidos por el derecho
internacional; negociar con el gobierno del Estado anfitrión lo que el emisor
demanda o espera; enterarse, por vía legal, de las condiciones y desarrollos del
Estado receptor y reportarlos al gobierno del Estado acreditante; promover las
relaciones amistosas entre ambos países, fomentar su crecimiento económico,
cultural y científico y ofrecer ayuda y cobertura a los ciudadanos del país
acreditante que residan en el país receptor.
La responsabilidad internacional y el acto ilícito
La responsabilidad internacional
La responsabilidad internacional es la institución dirigida a la restauración del
ordenamiento internacional o de la mera normalidad de la vida internacional ante
aquellas conductas lesivas para los diferentes miembros de la sociedad
internacional atribuibles a determinados sujetos internacionales -bien Estados u
organizaciones internacionales-, que conllevan la obligación de reparación.
Por consiguiente, la responsabilidad internacional derivará tanto del acto ilícito
como de actividades de alto riesgo para el entorno ecológico de la humanidad,
independientes de ilícito previo alguno y cuya cobertura ha sido
convencionalmente acordada.
Todo hecho internacionalmente ilícito del Estado genera su responsabilidad
internacional. El incumplimiento de obligaciones genera consecuencias. No
tenemos un Código Civil internacional, pero han de cumplirse los acuerdos entre
los sujetos internacionales: pacta sunt servanda, los acuerdos han de cumplirse.

Los comportamientos de los sujetos del Derecho Internacional pueden ser


contradictorios, por lo que se habla de hechos ilícitos, generadores de
consecuencias jurídicas negativas para el sujeto al que se atribuye, como la
inoponibilidad o nulidad del hecho o la responsabilidad internacional.

Reglamentación jurídica del hecho internacionalmente ilícito y sus


consecuencias: premisas

Las premisas sobre las que se asienta tradicionalmente la reglamentación


jurídica del hecho internacionalmente ilícito y sus consecuencias son las
siguientes:

1. El origen de la responsabilidad es el hecho ilícito internacional, que consiste


en el comportamiento del Estado que, por acción u omisión, vulnera una norma
de Derecho Internacional.

2. La relación que surge es una relación de Estado a Estado: no se conciben


otros sujetos de la relación de responsabilidad que los estados.

3. La relación, por regla general, es bilateral y directa entre el estado titular de


un derecho subjetivo lesionado por el hecho ilícito y el estado al que se atribuye
ese hecho: no es posible reclamar internacionalmente una acción basada en la
titularidad de intereses no elevados a derechos subjetivos.

4. Las consecuencias del hecho ilícito internacional se traducen en la obligación


de reparar el daño causado por el Estado autor.
Cambios en las reglas de la responsabilidad internacional

Los cambios sobrevenidos en la estructura y el funcionamiento de la sociedad


internacional, han provocado una revolución en las reglas de la responsabilidad
internacional:

La admisión de una responsabilidad objetiva o por riesgo derivada de la


realización de actividades en principio no prohibidas pero potencialmente
generadoras

La irrupción de nuevos sujetos, activos y pasivos, de responsabilidad


internacional, como las organizaciones internacionales o, limitadamente, el
individuo, la aceptación de la existencia de obligaciones para con la comunidad
internacional en su conjunto o erga omnes, correlativas a unos derechos
subjetivos públicos o sin titular determinado, cuyo cumplimiento será exigido por
cualquier Estado. Y, en relación con las normas de Ius cogens, la constatación
de la existencia de comportamientos ilícitos que, por atacar intereses
fundamentales de la comunidad, adquieren especial gravedad.

El reconocimiento de regímenes de responsabilidad en función de la distinta


naturaleza de la obligación internacional violada y de la distinta entidad del hecho
ilícito, llegando a rebasar los límites de la reparación stricto sensu.

El cambio de óptica en las reivindicaciones de los países en desarrollo,


plasmadas en las resoluciones de las Naciones Unidas relativas al nuevo orden
económico. Hubo intentos para codificar toda esta materia ya desde la Sociedad
Naciones, que intentó codificar las normas consuetudinarias que han regulado la
responsabilidad internacional del Estado ante extranjeros, pero fracasó.

La Comisión de Derecho Internacional ha ido codificando y sistematizando


sectorialmente las principales cuestiones y ámbitos relativos a la
responsabilidad.

La reparación del daño por hecho internacionalmente ilícito


La reparación es la obligación que tiene el autor de un hecho
internacionalmente ilícito a reparar el daño causado, al ser considerado
internacionalmente responsable del hecho ilícito que ha cometido. El autor de un
hecho ilícito está obligado a reparar el daño realizado.
La consecuencia normal del hecho internacionalmente ilícito es la
responsabilidad internacional de su autor. Esta consecuencia se conecta
visiblemente con el derecho subjetivo lesionado (se es responsable frente a
alguien) y en este sentido hace entrar en juego la noción del daño o perjuicio
resultante para uno o varios sujetos de Derecho de la transgresión por otro sujeto
de una obligación jurídica a su cargo. Ese daño causado a un sujeto de Derecho
con la comisión del hecho ilícito es el que en general da lugar a la obligación de
reparar.
Ahora bien, esta obligación de reparar en sentido lato cubre en realidad dos
aspectos distintos en Derecho internacional: el hecho internacionalmente ilícito
causa un daño o perjuicio que es preciso reparar, pero puede, además, estar en
el origen de una situación ilícita que persiste o se prolonga en el tiempo, en cuyo
caso lo que está en juego es una vuelta a la legalidad. En Derecho internacional
y bajo el título de reparación lato sensu, se engloban tanto la compensación del
perjuicio (reparación stricto sensu) como la cesación de la situación ilícita o
vuelta a la legalidad

La responsabilidad internacional del individuo


El individuo no es sujeto normal de las relaciones regidas por el orden jurídico
internacional, aunque excepcionalmente pueda serlo en la medida en que
algunas de las reglas del Derecho internacional le atribuyan derechos y
obligaciones de carácter internacional. Salvo supuestos excepcionales, sólo a
través del Estado pueden las reglas del Derecho internacional llegar a afectar al
individuo.

Crímenes de guerra y contra la paz y la humanidad


En 1991 la Comisión de Derecho Internacional de la ONU aprobó en primera
lectura el proyecto de Código internacional de delitos contra la paz y la seguridad
de la humanidad, que figura dividido en dos partes:

 La parte primera dedicada a la definición de los crímenes contra la paz y


la seguridad de la humanidad y a los principios generales aplicables
(entre éstos, la responsabilidad penal del individuo, sin perjuicio de la
responsabilidad internacional en que pueda incurrir el Estado, la
obligación de juzgar a los responsables o conceder la extradición y la no
exención de responsabilidad de quien haya actuado como jefe de
Estado o de gobierno).
 La parte segunda consagrada a recoger, tipificándolos, los crímenes en
cuestión: la agresión, el genocidio, los crímenes contra la humanidad y
los crímenes de guerra, con el añadido de los crímenes contra el
personal de las Naciones Unidas y el personal asociado.

En el seno de las Naciones Unidas, ante las atrocidades cometidas en ciertos


conflictos recientes, se ha tomado la iniciativa de crear tribunales penales
internacionales ad hoc, encargados de juzgar conductas individuales que
constituyan violaciones graves y flagrantes de principios y reglas internacionales
de carácter taxativo.
No obstante, dejando aparte los supuestos excepcionales de la creación de
órganos y procedimientos internacionales ante los cuales se puede hacer
exigible la responsabilidad del individuo en el plano del Derecho internacional, lo
normal es que sea el Derecho interno, a través de órganos y procedimientos
estatales, el que se encargue de dilucidar las consecuencias de la comisión por
el individuo de delitos internacionales. En el Derecho español, el Código Penal
aprobado en 1995 incluye en el Título XXIV del Libro Segundo (“Delitos contra la
Comunidad internacional”), un capítulo sobre los delitos contra las personas y
bienes protegidos en caso de conflicto armado (arts. 608 a 614). Con
posterioridad en 2003, se introdujeron algunas modificaciones en dicho Título
para incorporar nuevos tipos penales en ese capítulo sobre las personas y bienes
protegidos en caso de conflicto armado y para incorporar un nuevo capítulo
relativo a los “delitos de lesa humanidad”.

El genocidio
La Convención para la prevención y la sanción del delito de genocidio,
aprobada por la Asamblea General el 9 de diciembre de 1948 y en vigor desde
1951, se refiere a un tipo de hechos delictivos que, por atentar contra reglas
jurídico-humanitarias que tutelan intereses individuales y colectivos esenciales,
constituyen la más grave expresión de los crímenes contra la humanidad.
Según establece en el art. I de la Convención, el genocidio, ya sea cometido
en tiempo de paz o en tiempo de guerra, es un delito de Derecho internacional
que las partes contratantes se comprometen a prevenir y a sancionar.
Conforme al artículo II de la Convención, por genocidio se entiende “(…)
cualquiera de los actos mencionados a continuación, perpetrados con la
intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o
religioso, como tal:

 Matanza de miembros del grupo.


 Lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo.
 Sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que
hayan de acarrear su destrucción física total o parcial.
 Medidas destinadas a impedir los nacimientos en el seno del grupo.
 Traslado por fuerza de niños del grupo a otro grupo.”

La propia Convención obliga a las partes contratantes a adoptar las medidas


legislativas necesarias para asegurar la aplicación de sus disposiciones y,
especialmente, a establecer sanciones penales eficaces para castigar a las
personas culpables de genocidio o de cualquier otro de los actos enumerados
en el art. III. En el plano jurisdiccional, la Convención dispone que las personas
acusadas de genocidio o de cualquiera de esos otros actos serán juzgadas por
un tribunal competente del Estado en cuyo territorio fue cometido el acto, o ante
la corte penal internacional que sea competente respecto a aquellas de las partes
contratantes que hayan reconocido su jurisdicción. Por otra parte, y a los efectos
de la extradición, el genocidio y los otros actos enumerados en el art. III no serán
considerados como delitos políticos, de modo que las partes contratantes se
comprometen, en tal caso, a conceder la extradición conforme a su legislación y
a los tratados vigentes.
El terrorismo internacional
Englobamos bajo la expresión genérica de terrorismo internacional ciertas
formas de violencia internacional que ponen en peligro o causan la pérdida de
vidas inocentes o comprometen la libertad de las personas.
Desde una perspectiva jurídica, en un sentido amplio, cabe entender por delito
de terrorismo cualquier acto o amenaza de violencia cometida por un individuo o
un grupo de individuos contra personas, organizaciones, lugares, sistemas de
transporte y comunicación internacionalmente protegidos, con la intención de
causar daños o muerte y el objeto de forzar a un Estado a tomar determinadas
medidas u otorgar determinadas concesiones.
Existe en la actualidad un consenso universal sobre la condena del terrorismo
en todas sus formas y manifestaciones, independientemente de quién lo cometa
y de dónde y con qué propósitos se cometa.
En el proyecto de Convenio general sobre el terrorismo internacional que se
debate en el seno de las Naciones Unidas, se considera en su art. 2 que incurre
en delito en el sentido de la Convención quien ilícita e intencionadamente y por
cualquier medio cause la muerte o lesiones corporales graves a otra persona o
personas, o daños graves a bienes públicos o privados, si el propósito de esos
actos es, por su naturaleza o contexto, intimidar a la población u obligar a un
gobierno o a una organización internacional a hacer o dejar de hacer algo.
En el ámbito universal existen variados tratados que se refieren a diversas y
específicas manifestaciones del terrorismo internacional. En todos esos
Convenios de ámbito universal, aunque de alcance específico y sectorial, se
prevé que los Estados incluyan en sus legislaciones el terrorismo como delito, lo
penen y se comprometan a juzgar a los actores o cómplices o bien a conceder
la extradición.
El derecho de asilo como protector de la vida y la libertad humana

El problema de los refugiados es un factor de desafío en las relaciones


internacionales, pues su reglamentación comprende el conflicto entre la
soberanía del Estado y el orden internacional. Así, cuando si habla de asilo, hay
que recordar que la nacionalidad es lo que une el individuo al Estado, tanto si es
nacional como bien si es extranjero. En general, el asilo es una protección
otorgada a extranjeros, sean esas personas apátridas o nacionales de terceros
países. Esta definición de asilo vale para el tipo territorial, pero no es buena
definición para el asilo diplomático, que se practica en el ámbito espacial de un
tercer Estado. El asilo tiene, pues, connotaciones tanto políticas como jurídicas.
La cuestión política cambia de acuerdo con los problemas internos de cada
Estado y su forma de actuar en el escenario internacional; la cuestión jurídica
tiene que ver con la interpretación y aplicación de las normas, ya sea por el
administrador en el Estado o por los jueces y tribunales, nacionales o
internacionales.
Asilo territorial
Es comúnmente entendido como la acogida permanente que un Estado
concede en su territorio a los extranjeros perseguidos o cuya vida o integridad
física o moral esté en peligro, en relación con la obligación del Estado de
conceder el asilo, podemos decir que si no hay normas particulares sobre el
tema, no tiene obligación. Y esto porque la decisión de otorgar el asilo es un acto
de soberanía del Estado, que puede alegar razones de carácter particular para
decidir negativamente. No obstante, la proposición contraria no es necesaria: o
sea, puede el Estado, en ausencia de reglas específicas, decidir otorgar el asilo
sin exponer razones especiales. Sin embargo, si el extranjero solicitante de asilo
ha sido condenado, acusado o es presunto responsable de crímenes contra la
Humanidad, crímenes de guerra o crímenes contra la paz y la seguridad de la
humanidad, el Estado que le acoge debe investigar y exigir del individuo su
responsabilidad internacional e interna, con la finalidad de extraditarle a un tercer
Estado. En cambio, si el extranjero que busca asilo ha sido condenado o es
perseguido como delincuente común, la extradición será concedida solamente si
está establecida por un tratado internacional. Y en la hipótesis de que la
persecución sea por los motivos del artículo 1 de la Convención de Ginebra, la
no devolución del individuo debería estar fundada en la desproporción entre el
delito común y el elemento “dominante” de la persecución penal.
Asilo diplomático
La protección del asilo diplomático se realiza frente al Estado territorial y
consiste en ejercer el derecho de exigir de éste que otorgue al “asilado” un
salvoconducto para abandonar el lugar inviolable y entrar en el territorio del
Estado “asilante” o en el de otro Estado7. En el Derecho Internacional general
no hay ninguna norma que obligue a un Estado a otorgar el asilo diplomático. La
Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961 no menciona este
tipo de asilo, que aún debe evolucionar en términos legales.
Son obligaciones del Estado asilante la de no conceder asilo a personas
inculpadas o procesadas en forma ante los tribunales ordinarios por delitos
comunes; invitar a retirarse o entregar dichos solicitantes al Gobierno local;
comunicar la concesión del asilo a la autoridad local si el hecho ocurrió fuera de
la capital; tomar en cuenta las informaciones del Gobierno territorial; no
desembarcar a los asilados en ningún punto del Estado territorial, salvo por
necesidades de transporte; no devolver el asilado a su país de origen, salvo por
su expresa voluntad; mantener al asilado vigilado mientras se sustancie el
procedimiento de extradición presentado por el Estado territorial; no permitir que
los asilados practiquen actos contrarios a la tranquilidad pública o a la política
interna del Estado territorial
Convenciones americanas sobre el derecho de asilo
Los gobiernos de los Estados Miembros de la Organización de los Estados
Americanos, deseosos de concertar una Convención sobre Asilo Diplomático,
han convenido en el siguiente artículo:
Artículo I

El asilo otorgado en legaciones, navíos de guerra y campamentos o


aeronaves militares, a personas perseguidas por motivos o delitos políticos,
será respetado por el Estado territorial de acuerdo con las disposiciones de la
presente Convención.

Para los fines de esta Convención, legación es toda sede de misión


diplomática ordinaria, la residencia de los jefes de misión y los locales
habilitados por ellos para habitación de los asilados cuando el número de éstos
exceda de la capacidad normal de los edificios.

Los navíos de guerra o aeronaves militares que estuviesen provisionalmente


en astilleros, arsenales o talleres para su reparación, no pueden constituir
recinto de asilo.

Artículo II

Todo Estado tiene derecho de conceder asilo; pero no está obligado a otorgarlo
ni a declarar por qué lo niega.

Artículo III

No es lícito conceder asilo a personas que al tiempo de solicitarlo se


encuentren inculpadas o procesadas en forma ante tribunales ordinarios
competentes y por delitos comunes, o estén condenadas por tales delitos y por
dichos tribunales, sin haber cumplido las penas respectivas, ni a los desertores
de fuerzas de tierra, mar y aire, salvo que los hechos que motivan la solicitud
de asilo, cualquiera que sea el caso, revistan claramente carácter político.

Las personas comprendidas en el inciso anterior que de hecho penetraren en


un lugar adecuado para servir de asilo deberán ser invitadas a retirarse o,
según el caso, entregadas al gobierno local, que no podrá Juzgarlas por delitos
políticos anteriores al momento de la entrega.

La protección del individuo contra las prácticas odiosas

La esclavitud

El primer intento serio de prohibición en el plano mundial es el contenido en el


Convenio de Ginebra de 1926.

No existe ningún mecanismo específico de control internacional que permita


supervisar el comportamiento de los Estados en relación con la esclavitud,
siendo preciso utilizar otros sistemas internacionales de protección de los
derechos humanos.
La trata de seres humanos

Su lucha se inicia con el cuerdo de París de 1904. La Convención incrimina el


hecho de contraer, atraer o dirigir hacia la prostitución a otra persona, aunque
ella sea consciente. El Convenio no ha recibido apoyo por parte de la comunidad
internacional. El problema de la tratar de seres humanos y la utilización de los
mismos con fines de prostitución y pornografía han suscitado, sin embargo un
amplio debate en la última década por lo que se refiere a la prostitución y
pornografía infantil. El instrumento de mayor relevancia ha sido adoptado por las
Naciones Unidas, en la forma de un Protocolo complementario a la Convención
sobre los Derechos de los niños. Se trata de un Protocolo relativo a la venta de
niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía que han
entrado en vigor en el 2002.

La lucha contra el tráfico de estupefacientes


El objetivo de la Convención es controlar con mayor eficacia los diversos
aspectos del tráfico ilícito de tales productos a través de un sistema de vigilancia
más riguroso que el previsto en los anteriores convenios. Se prevé la tipificación
como delitos penales la posesión, adquisición o el cultivo de estupefacientes
cuando se cometan intencionadamente para el consumo personal y en contra de
lo dispuesto en los Convenios de 1961 y 1971. Se prevé igualmente la
extradición, la asistencia judicial recíproca y un estricto sistema de vigilancia del
comercio internacional instando a reforzar la cooperación para eliminar el tráfico
ilícito por el mar.

La responsabilidad internacional y las Organizaciones Internacionales

En 2008 la Comisión aprobó con carácter provisional el proyecto de artículos


sobre la materia, que sigue en líneas generales las pautas del proyecto de
artículos sobre la responsabilidad del Estado por hechos internacionalmente
ilícitos. Del proyecto de artículos sobre la responsabilidad de las organizaciones
internacionales por hechos internacionalmente ilícitos se destacan, entre otras,
los siguientes aspectos:
 En el proyecto de artículos se establece que todo hecho
internacionalmente ilícito de una organización internacional genera su
responsabilidad internacional.
 Se precisa que el comportamiento de un órgano o agente de una
organización internacional en el desempeño de sus funciones se
considerará como un hecho de la Organización según el Derecho
internacional, cualquiera que sea la posición de dicho órgano o agente
con respecto a la Organización.
 Se indica que el comportamiento que no sea atribuible a la
organización según los criterios que quedan apuntados se considerará
como hecho de esa organización en el caso y en la medida en que la
misma reconozca y adopte como propio el comportamiento en cuestión.
Presupuesta la personalidad jurídico-internacional de una Organización
internacional, resulta evidente su condición de titular de derechos y deberes
internacionales, así como su capacidad para hacer valer aquéllos y para cumplir
o, por el contrario, quebrantar éstos. En este caso se habla de hecho ilícito de la
organización, cuyas consecuencias pueden ser varias, aunque se reducen en
esencia a la nulidad y la responsabilidad:
 Nulidad
o Puede plantearse en relación con los actos normativos de
las organizaciones internacionales (una resolución de un órgano
de la organización, por ejemplo), aunque también pueden
plantearse en relación con los llamados actos operacionales (una
acción de asistencia técnica a un Estado; una operación de las
Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz).
 Responsabilidad
o Puede contraerla una organización internacional en diversos
supuestos por hechos atribuibles a la misma. La responsabilidad
puede ser de Derecho interno o de Derecho internacional.
Los supuestos en que una organización internacional puede incurrir en
responsabilidad internacional pueden ser:
 Quebrantamiento por la organización de un tratado concluido con
un Estado o con otra organización.
 Aquel en que, con ocasión de actividades operacionales, puedan
atribuirse a una organización hechos dañosos cometidos por sus órganos
o agentes y susceptibles de ser invocados como generadores de
responsabilidad en el plano internacional.
 En aquellos casos en que una organización técnica o especializada
realice actividades que puedan caer bajo el supuesto de la
responsabilidad por riesgo. En algunos casos se tratará de
responsabilidad de Derecho interno, pero en otros de una verdadera
responsabilidad internacional.

Acto ilícito internacional


Podemos definir el hecho internacionalmente ilícito como un hecho atribuible a
un sujeto jurídico-internacional que, constituyendo una violación o infracción del
Derecho internacional, lesiona derechos de otro sujeto u otros sujetos de dicho
ordenamiento, o incluso derechos o intereses de los que sería titular la propia
comunidad internacional, dando lugar, entre otras consecuencias, a la
responsabilidad del sujeto autor del hecho. Por tanto, son dos los planos en que
se expresaría la ilicitud:
 el relativo al derecho objetivo que resulta violado.
 el relativo al derecho subjetivo que es lesionado como
consecuencia del incumplimiento de la obligación (de hacer o de no hacer)
impuesta al sujeto por la regla en cuestión.

Consecuencias del acto ilícito internacional


La consecuencia jurídica más característica y más normal del hecho
internacionalmente ilícito es la responsabilidad internacional del sujeto a quien el
hecho es atribuible y suele concretarse en el deber de reparar. La
responsabilidad se mueve esencialmente en el plano de las relaciones entre
sujetos, lo que lleva a poner el énfasis en el derecho subjetivo lesionado a
resultas de la violación de la obligación internacional.

Elementos del acto ilícito internacional


La Comisión de Derecho Internacional de la ONU, en el art. 2 de su proyecto
de artículos, distingue entre dos elementos: el de la atribución y el de la violación.
“Hay hecho internacionalmente ilícito de un Estado cuando un
comportamiento consistente en una acción u omisión: a) es atribuible según el
Derecho internacional al Estado; b) constituye una violación de una obligación
internacional del Estado.” (Art. 2 del proyecto de artículos de la Comisión de
Derecho Internacional de la ONU.)

Factor temporal
El factor temporal tiene relevancia en dos planos: el de la condición de la
vigencia de la obligación internacional respecto del Estado y el de la
determinación del momento y la duración de la violación de la obligación
internacional en los distintos tipos de hechos ilícitos internacionales.

Condición de estar en vigor la obligación


La regla básica es que la obligación esté vigente para el Estado en el tiempo en
que éste realiza el acto (art. 13 del proyecto de artículos de la Comisión de
Derecho Internacional de la ONU).
Es obvio que si la obligación ha dejado de estar a cargo del Estado antes de que
éste realice un acto en contradicción con ella, no cabe hablar de hecho
internacionalmente ilícito.
Parece asimismo lógico que, en caso de que entre el momento en que se ha
realizado el acto y el momento en que viene a suscitarse una controversia en
relación con dicho acto la obligación haya dejado de existir, se declare la
responsabilidad del Estado autor en función de la coetaneidad del acto y de la
obligación, independientemente de que ésta haya desaparecido a la hora de
llevar el asunto al órgano encargado de resolver la controversia.
No obstante, el hecho del Estado que, en la hora de su realización, está en
contradicción con lo que de él exige una obligación internacional en vigor
respecto de ese Estado, dejará de considerarse internacionalmente ilícito si con
posterioridad se hubiere convertido en hecho obligatorio en virtud de una nueva
norma imperativa de Derecho internacional general. Pero, como ha señalado la
Comisión de Derecho Internacional de la ONU, incluso en el caso de que
aparezca esa nueva norma de ius cogens, ello no acarrea una asunción
retroactiva de responsabilidad. Por tanto, resulta apropiado aplicar con carácter
general el principio intertemporal enunciado en el art. 13 a todas las obligaciones
internacionales, lo cual, según la propia Comisión de Derecho Internacional de
la ONU, no prejuzga la posibilidad de que un Estado pueda convenir, por
ejemplo, en indemnizar los daños causados a consecuencia de un
comportamiento que no constituía en la época una violación de su obligación
internacional en vigor para ese Estado.
Debemos diferenciar según se trata de hechos continuos, compuestos o
complejos:
 Hechos continuos
o Son aquellos que se prolongan en el tiempo con carácter de
permanencia.
o En este supuesto habrá violación de la obligación en lo que se
refiere al período durante el cual, hallándose la obligación en vigor
respecto del Estado, se desarrolle el hecho.
 Hechos compuestos
o Son los integrados por una serie de acciones u omisiones relativas
a casos distintos. En este caso habrá violación de la obligación si
el hecho puede considerarse constituido por las acciones u
omisiones que hayan tenido lugar dentro del período durante el
cual la obligación se halle en vigor respecto del Estado.

 Hechos complejos
o Son aquellos que entrañan una idea de proceso o sucesión de
comportamientos de uno o varios órganos estatales en relación con
un mismo caso. En este caso habrá violación de la obligación si el
hecho en cuestión se inicia por una acción u omisión que haya
tenido lugar dentro del período durante el cual la obligación se halle
en vigor respecto de ese Estado, aunque tal hecho se complete
después de ese período.
Momento y duración de la violación de la obligación
Hechos instantáneos. La violación de la obligación se produce en el momento
en que el hecho se produce, sin que su perpetración se extienda más allá de
dicho momento, aun si los efectos del hecho se prolongaran en el tiempo (art. 14
del proyecto de artículos de la Comisión de Derecho Internacional de la ONU).
Hechos continuos, compuestos y complejos. En lo que respecta a aquellos
hechos que no son de tracto único (continuos, compuestos y complejos), es
obvio que su mayor o menor prolongación en el tiempo suele suponer en el plano
cualitativo una mayor o menor gravedad del hecho en sí desde el punto de vista
de la lesión del derecho subjetivo y, por tanto, es susceptible de repercutir en el
grado de responsabilidad internacional y, en concreto, en la extensión de la
reparación.
En cuanto a la regulación internacional de la responsabilidad por actos no
prohibidos por el Derecho Internacional, la Comisión de Derecho Internacional le
consagró sus mejores esfuerzos. A criterio de algunos de sus miembros, el tema
aún no estaba listo para codificación, por lo que la labor más bien sería en el
terreno del desarrollo progresivo del derecho internacional.
Sin embargo, los avances en su estudio pusieron de manifiesto que en
algunos subtemas, como el de la prevención y la diligencia debida, no sólo existía
sólida jurisprudencia y doctrina, sino que los Estados estaban familiarizados con
su desarrollo y sus alcances. Asimismo, algunos precedentes, entre los que
pueden citarse el Arbitraje del Trail Smelter entre Canadá y los Estados Unidos
de América, el Caso del Canal de Corfú entre el Reino Unido y Albania, y el
Arbitraje del Lago Lanoux entre Francia y España ofrecían base suficiente para
intentar codificar la normativa básica de la responsabilidad por actos no
prohibidos por el derecho internacional así como por daños transfronterizos.
Conclusión

Las relaciones internacionales suponen un complejo aspecto para los países


comprometidos en las relaciones con otras naciones, así como para los
observadores que intentan comprender dichas relaciones. Influidas por diversas
variables, son diseñadas por los principales protagonistas de las relaciones
internacionales, entre los que se incluyen dirigentes nacionales, políticos y otros
agentes no dependientes del gobierno, como ciudadanos, empresas y
organizaciones no gubernamentales
Al estudiar cuidadosamente la asignatura derecho internacional público y
exclusivamente la importancia de las organizaciones internacionales, es cuando
comienzo a entender por qué los estados libres e independientes hoy día tienen
firmar tratados como el de libre comercio , y de la importancia del texto de nuestra
constitución que dice "la república dominicana reconoce y aplica las normas del
derecho internacional general y americano en la medida en que sus poderes
públicos las hayan adoptado y se pronuncia en favor de la solidaridad económica
de los países de América y apoyará toda iniciativa que propenda a la defensa de
sus productos básicos y materias primas

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