Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Eclesiastés 3:1, 4.
El versículo 1 dice,
“Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora”
“Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo”. NVI.
Para explicar este punto debemos entender primero que aunque Dios nos dio el libre albedrío, la
capacidad para decidir por sí mismos, también su Palabra nos enseña que Él tiene TODO BAJO
CONTROL, y usa las situaciones para sus propósitos.
Entonces estos versículos nos enseñan que todo sucede por algo.
Romanos 8:28
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que
conforme a su propósito son llamados”.
“Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman,* los
que han sido llamados de acuerdo con su propósito”.
Teniendo en cuenta esto, podremos decir basados en el vr. 1 “Todo tiene su momento oportuno”,
que todo sucede con un propósito.
Esto nos lleva a concluir que los tiempos descritos en Eclesiastés pueden convertirse en una
OPORTUNIDAD que podemos aprovechar.
Nosotros de LA MANO DE DIOS POR SUPUESTO, podemos hacer de cada circunstancia aunque sea
difícil una oportunidad, para qué?
Hay situaciones que se nos salen de las manos, pero la cuestión es qué hacemos en medio de esas
situaciones, cómo reaccionamos, cómo nos enfrentamos a ello, bueno o malo, pueden
CONVERTIRSEN EN UN ESCALON PARA LOGRAR ALGO.
LEAMOS VR. 4
TIEMPO DE LLORAR (este llorar es de lamento o dolor) Y TIEMPO DE ENDECHAR
Cuando lloramos?
Cuando algo duele o produce sufrimiento. Lloramos cuando algo está mal, cuando las
circunstancias son adversas, cuando se acaban las fuerzas. Son momentos de dificultad o dolor.
1. Si quiere llorar, llore. Aunque sea hombre. Es el tiempo para hacerlo, pero Desahóguese,
EN LA PRESENCIA DE DIOS. Con Él no tiene que hacerse el fuerte, pues Dios conoce
nuestra debilidad. Exprese lo que siente. David lo hacía todo el tiempo.
2. Es una oportunidad para Conocer no sólo a su Dios, sino a nuestro Padre. Cuando
buscamos su Presencia para ello, La oportunidad está en que puedes ser sanado por Dios,
que va hasta lo más profundo del corazón.
“Tú llevas la cuenta de todas mis angustias y has juntado todas mis lágrimas en tu
frasco; has registrado cada una de ellas en tu libro.” Salmo 56:8 (NTV)
Con Dios aunque somos exhortados, también somos consolados, todo de Él viene con
amor. Porque lo que Dios hace por nosotros siempre será para nuestro bien.
3. Otra oportunidad es que estas situaciones nos enseñan a DEPENDER DE ÉL, física,
emocional, espiritual en todo sentido. Y ESE EL DESEO DE DIOS EN ESTAS
CIRCUNSTANCIAS DEPENDENCIA, porque si confiamos en Dios jamás seremos
avergonzados.
Romanos 10:11. Porque la Escritura dice: Todo aquel que en Él creyere, no será
avergonzado.
Aunque muchas de las lágrimas que derramamos sean consecuencia de nuestras propias malas
decisiones, al volvernos a Dios con un corazón sincero y arrepentido, siempre nos encontraremos
con su amor que nos exhorta, corrige, pero también consuela y restaura.
Hay situaciones que no podemos evitar, pero si podemos decidir cómo nos enfrentamos a ellas:
un ejemplo es José. (Contar historia).
José lloró, pero uso de ese tiempo para reflexionar y donde fuera que estuviera, buscaba a Dios.
Aprovechaba para fortalecerse en Dios y confiar en Dios.
Fue esa dependencia y confianza lo que lo llevó no sólo a superar sino a sacar el mayor provecho
de esas situaciones. Se convirtió en el segundo al mando después de Faraón.
GRATITUD
CONCLUSIÓN